Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES


ESCUELA PROFESIONAL DE HISTORIA

CURSO: Seminario II

TEMA: Ensayo: ¿Qué hacer para que la violencia


política no vuelva a prosperar?

SEMESTRE: VI

Pertenece a: Alejandro Zenteno Zeballos

Arequipa – Perú

2018
Todos queremos y buscamos que nuestro país se desarrolle; no solo económicamente,
sino también debe desarrollarse cultural y socialmente. Un país donde sus habitantes se
sientan orgullosos de pertenecer a esta nación, de su historia. Es aquí donde entran la
historia como tal y – nosotros – los historiadores. Estos últimos se encargan,
principalmente, de estudiar los cambios y continuidades que existen en una determinada
sociedad. Pero, para qué sirve esto; responder la pregunta es tan fácil como difícil, lo
primero que se nos viene a la mente es que gracias a este estudio, se puede prever el
futuro. Es decir, no cometer los mismos errores del pasado; de esta manera se pueden
buscar otras medidas o soluciones.

Faltan dos años, aproximadamente, para llegar al Bicentenario del Perú como
República. Han pasado dieciocho años desde el 2000, año en el que se podría decir que
las acciones terroristas se redujeron drásticamente. Sin embargo, tenemos que indicar
que, las agrupaciones subversivas siguen vigentes y operando. La época del terrorismo
fue un oscuro periodo en la historia del Perú – o eso es lo que todos deberíamos saber –,
que desangró en aspectos, tanto sociales, económicos y morales a toda la sociedad
peruana. Si bien es cierto, ocurrió principalmente en la sierra central, también llegó
hasta la selva y costa.

El terrorismo fue un periodo marcado por la brutalidad, indiferencia, desesperación,


odio, entre otros adjetivos negativos. Podríamos estar todo el día escribiendo adjetivos
rebuscados del diccionario, para calificar este nefasto y terrible periodo, pero no nos
llevaría a nada. La temática de la que girará este ensayo es qué se puede hacer para que
la violencia política no prospere.

En general, este tema es uno muy escabroso, uno que se tiene que agarrar con pinzas al
hablar de él. Debe ser esta una de las principales razones, por las que – sobretodo – en
los colegios tanto públicos como privados, no se hable mucho del tema. La pregunta es
porqué; actualmente, el país viene afrontando una campaña o movilización, que dice ir
contra la ideología de género, porque creen que el estado quiere homosexualizar a los
niños. Entonces, si tomamos esa lógica y la ponemos en práctica en cuanto a la casi nula
enseñanza del terrorismo en el Perú, podemos llegar a pensar que, no se enseña el
terrorismo porque se quiere cuidar de que los niños no se vuelvan terroristas o
defensores de las diversas ideologías. Es un poco descabellado llegar a pensar en esta
posibilidad, pero a la vez es muy factible llegar a esta conclusión.

Antes de llegar a una especie de solución, tendríamos que hacer un mea culpa, para
buscar el origen de este problema. ¿Es culpa del estado, por no tomar medidas
preventivas para acabar con la ideología senderista o poner el tema del terrorismo, para
ser enseñado más profundamente, en el currículo nacional? ¿Es culpa de los profesores,
que “no se atreven” o “no saben cómo abordar el tema”? ¿Es culpa de las nuevas
generaciones, por no tratar de informarse acerca de este tema? ¿De quién es la culpa? La
culpa, es de todos. ¿Queremos que eso vuelva a ocurrir? ¿Queremos volver a ver luchar
a peruanos contra peruanos? ¿Queremos volver a ver a nuestro país sumido nuevamente
en el caos y la miseria? Creo que la respuesta sería un rotundo NO.

Entonces, ¿Cómo podríamos revertir esta situación, qué podríamos hacer para que la
violencia política, del pasado, no prospere en el Perú una vez más?

Recordar, esa es la clave; si todos nos pusiésemos a revisar nuestro pasado; podríamos
implementar medidas en base a las experiencias que hayamos vivido como nación.
Enseñar a las generaciones más jóvenes de lo que pasó en el Perú a finales del siglo XX,
de esa forma tendríamos una estable memoria nacional, para poder proyectarnos al
futuro. Como una opinión y proyecto personal, sería bueno implementar una exposición
fotográfica, pero en la calle. A qué me refiero, en Lima existe un lugar denominado
Lugar de la Memoria, donde se alberga los recuerdos de los años de la violencia durante
los años de 1980 y 2000. Si pusiésemos paneles en las avenidas principales de la ciudad,
todos – aunque se por un instante – aprenderían de este periodo.

Actualmente, vivimos en una sociedad donde solo le prestamos atención al presente;


donde las personas se preocupan – principalmente – por la situación económica. Las
personas están menos interesadas en el pasado, es propenso a olvidarse. Esto es
sumamente preocupante, porque como indica aquella famosa frase “Aquel pueblo que
no conoce su historia, está condenado a repetirla”.

También podría gustarte