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Deficiencias sensoriales auditivas y aspectos de neuropsicología y/o psicología fisiológica.

La sordera especialmente en sus formas más graves y tempranas compromete de manera


drástica la adquisición del lenguaje, pero también todo el desarrollo cognitivo. Y es que ser
sordo ha conllevado, con demasiada frecuencia, numerosas alteraciones asociadas a
determinadas deficiencias auditivas. Cuando estas no se detectan y diagnostican pronto, se
transforman en plurideficiencias. Es por esto que la sordera está relacionada con el
deterioro cognitivo de muchas personas a lo largo del tiempo. Sin embargo, como en todos
los casos es importante el diagnóstico temprano, para poder atender de manera inmediata
las necesidades del niño y proporcionarle todos los recursos y atenciones necesarias.
Existen determinadas deficiencias auditivas que afectan escasamente a la producción
lingüística y algunas que prácticamente no afectan en nada a la comprensión. Y es que la
intervención y el pronóstico de una deficiencia auditiva van a estar relacionados,
directamente, con los diferentes factores que definen el tipo de sordera.
Dentro de las principales pruebas audiometricas que se aplican para evaluar el grado de
audición, existen dos clasificaciones:
Objetivas: No requieren la participación de la persona.
 Potenciales evocados.
 Electrococleografía.
 Impedanciometria.
Subjetivas: Si requieren la participación del niño.
 Audiometría tonal.
 Audiometría verbotonales.
 Acumetría.
Es importante tener en cuenta dos variantes importantes, el déficit auditivo y la fecha de
aparición de la sordera, con base a esto las repercusiones serán distintas según el niño que
se encuentre afectado desde sordera ligera o profunda, ya sea congénita, precoz o tardía. Es
importante resaltar que solo los niños que adquieren la sordera a partir de los 4 a 5 años
siguen preservando el lenguaje.
Como ya se mencionó al inicio, la afectación del sistema auditivo afectara directamente al
lenguaje en el desarrollo psicológico del niño, así como a la forma de relacionarse con los
demás y con el medio en general, Ya que gracias al lenguaje nos es posible expresar
emociones, sentimientos y pensamientos, a su vez nos permitirá formalizar y agrupar
libertades y prohibiciones sociales que constituyen el código moral del individuo.
La evaluación e intervención son dos momentos de un mismo proceso, por lo que todo
programa de tratamiento e intervención debe estar precedido y guiado por una correcta y
rigurosa evaluación. Es importante recordar que el tratamiento requerido por los niños con
deficiencia auditiva es necesariamente interdisciplinar y que en la intervención de la
deficiencia auditiva es un largo proceso de toma de decisiones sobre aspectos que van a
condicionar, de modo definitivo, el futuro de cada niño sordo

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