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Simón Trujillo.

201923277

La importancia de ser testigo


Escribo este ensayo desde el exterior, leyendo casi cada hora sobre las medidas que impondrá
el Gobierno Nacional sobre el coronavirus. No se sabe que más restricciones pondrá sobre la
entrada al país y esto me causa intranquilidad, ya que no tengo claro cuándo podré volver a
casa. Sin embargo, también han sido días de profunda reflexión, análisis y la simple acción de
pensar. Ya es claro como funciona este virus, como se contagia y como podemos prevenirlo.
Ya es claro, que en estos momentos, está nuestra disposición como queremos proceder, y que
cualquier manera que escojamos, tendrá severas implicaciones, sean malas o buenas.. Está en
nuestras manos si este virus se sigue esparciendo. Sí, las medidas para lograr esto nos van a
cambiar la rutina diaria, nuestra interacción con nuestros seres queridos, las actividades que
nos gustan, pero es nuestro deber como comunidad, parar de ser egoístas por un período de
tiempo, poner nuestros intereses al lado, y frente a este dilema, pensar en el bien de todos, y
con todos me refiero desde nuestra familia a personas completamente ajenas a nosotros.
¿Hasta qué punto dejáremos que esta enfermedad nos diga cómo vivir? Y ¿Proteger nuestros
intereses empeorará o mejorará este dilema ético? Los testigos del coronavirus y su impacto
no solo somos nosotros, sino también los gobiernos y organizaciones que reclaman
protegernos, el mercado y básicamente todo lo que nos hace humanos, lo cual está siendo
perjudicado por esta amenaza, la que por el momento, parece ser imparable.

Primero está discutir sobre nuestras acciones como comunidad. Si seguimos nuestra vida de
manera normal o limitamos nuestras actividades diarias. ¿Por qué es importante esto? Como
humanos tenemos la capacidad de analizar las situaciones y es muy fácil darnos cuenta,
después de todo lo ocurrido, como nuestras acciones afectan la situación. El hecho de salir a
tomarse unas cervezas o de ir a una fiesta implica muchas cosas, permitir de cierta forma que
varios se contagien y que estos contagien a muchos más. ¿No nos debe importar qué por
nuestra culpa, alguien se enfermó, y que esto podría llevar a su muerte? En este escenario
estamos viendo a terceros como víctimas sacrificables, víctimas a las cuales estamos
dispuestos de crear solo para seguir nuestra rutina. ¿Será qué de alguna manera inconsciente,
estamos clasificando a las personas? Esto, sin duda trae muchas preguntas. Específicamente
sobre la relación de el yo y el otro. Al principio del curso, nos preguntábamos sobre que hace
al humano lo que es y porque estas cualidades solo las tenemos nosotros. Precisamente esas
cualidades están en prueba ahora y este problema, que ahora es nuestro, merece que actuamos
frente a una situación anormal.

Toca tener en cuenta que la población general puede hacer algo hasta cierto punto. Ya
después dependemos de las entidades con autoridad, por ejemplo, la OMS, el Ministerio de
Salud o nuestro propio gobierno para que nos ayuden a afrontar este fenómeno. ¿Este
responderá? Es lo lógico, pero existen casos y situaciones en los que esto no ha pasado o
casos en el que este solo respondió por una razón. Por ejemplo, en Estados Unidos no es un
caso de “biopolítica”, en el cual el gobierno actuaría por la emergencia sanitaria, sino que es
un caso de una economía política, en donde un gobierno ya ignorante solo decidió
implementar medidas (no muy buenas) porque el mercado está siendo severamente afectado.
¿Qué nos dice esto? ¿Será que de cierta forma nos ven a nosotros como las víctimas
sacrificables? Al leer esto lo relaciono con la cita del texto Apología del contagio, la cual dice
“¿Por qué envenenan a la gente? Para acabar con los liberales”(Alba Rico, 2020) estos es
porqué como todo hoy en día, las decisiones tienen un interés político por detras de ellas, lo
que me lleva acuestionar la nuestra moral severamente. Estas preguntas me lideran a
preguntarme lo mismo que plantea Walter Benjamin, sobre todo cuando habla sobre la
diferencia entre los perdedores y vencedores y dice “Estas últimas, sin embargo, están
presentes en la lucha de clases de una manera diferente de la que tienen en la representación
que hay de ellas como un botín que cae en manos del vencedor.”(Benjamin, 1942) ¿Caerá en
nosotros en vez de nuestro gobierno que esta situación sea representada de manera correcta y
que la verdad absoluta sea contada? En una situación así, una autoridad incompetente fallaría
éticamente como testigo y recaería la responsabilidad a nosotros, como sociedad, de contar la
historia a las futuras generaciones de forma correcta. Para ser más claro, me estoy refiriendo
a que nuestro rol, como testigos es de actuar de manera adecuada, lo cual tendrá
repercusiones en la representación de este fenómeno en el futuro, y ojalá sea el lado correcto.

Conectando estos dos diferentes argumentos, el de la ética y el poder/autoridad, nace un


nuevo argumento. Este es el de la situación de que, para prevenir este virus, la autoridad debe
tomar decisiones que gravemente impactarán a su población. Se esta viendo el caso, como
dije posteriormente, del cierre de fronteras frente a ciertos países. ¿Es esto discriminación?
sin duda habrá ciudadanos que tratarán a personas españolas, italianas o asiáticas de manera
diferente. ¿Estamos iniciando nuestro propio tipo de apartheid? Puede sonar descabellado
pero de una manera lo es, pero, irónicamente, en términos de la teoría del “social distancing”
es nuestra mejor arma. En Corea todo iba bien, hasta que el paciente 31, rompió la cadena de
distanciamento social y se fue a un almuerzo, lo que procedió a múltiples encuentros más y
finalmente a 1600 infectados, en cuestión de solo días. ¿Tocará hacerle esto a nuestros
propios compatriotas, personas que como nosotros, solo quieren estar seguros en casa? El
dilema ético solo continúa creciendo, y las preguntas también. Cada testigo es diferente, y el
resultado positivo solo puede ser obtenido si miles de testigos hacen lo correcto, pero ya en
casos como Italia y España, a pesar de múltiples avisos, los testigos no siguieron las reglas.
Esto debe proceder a una reflexión en Colombia y a llevarnos a unirnos como testigos en
contra de la misma causa y los resultados serán los que buscamos.

Para concluir, fundamental resaltar que como todo lo relacionado con el poder (como este
curso) esto también es una cuestión de relaciones. Y para que salgamos de esta crisis como
vencedores y esto sea contado de la manera correcta, el concepto de las relaciones desiguales
debe ser totalmente aislado. Debemos ver esta problemática como igual para todos los
involucrados, sin importar su contexto. Si el fenómeno del coronavirus es visto desde la
preferencia y básicamente, con una agencia por detrás, estamos fallando en nuestra labor
como testigos. Y como se sabe, el testigo es responsable de la verdad y si no la dice, será un
cómplice.
Bibliografía

Benjamin, Walter (1942) TESIS SOBRE LA HISTORIAY OTROS FRAGMENTOS. Edición y


traducción de Bolívar Echeverría
Hernández, M., Scarr, S., & Sharma, M. (2020). 2019 coronavirus: The Korean clusters.
Retrieved 14 March 2020, from https://graphics.reuters.com/CHINA-HEALTH-
SOUTHKOREA-CLUSTERS/0100B5G33SB/index.html
Rico, S. (2020). Apología del contagio. Retrieved 15 March 2020, from
https://ctxt.es/es/20200302/Firmas/31282/coronavirus-contagio-apologia-miedo-
santiago-alba-rico-covid19-enfermedad.htm

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