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Hablar de lectura: La pérdida del sentido del leer en los estudiantes universitarios.

Por estos días se habla mucho sobre el fenómeno, sucedido en la vida académica universitaria actual,
en donde es común ver, como el sentido y el valor de lo que en realidad significa e implica leer, tiende
a refundirse y ser opacado, ya sea por desinterés, desconocimiento o desuso de conceptos básicos que
están implícitos en la actividad lectora, es tal y como propone Nietszche “Existe la ilusión de haber
leído, cuando todavía no se ha interpretado el texto”.

Se debe antes que todo reflexionar sobre la importancia que infiere la lectura para un estudiante
universitario, pues es el elemento mas fundamental y básico de todo su proceso de aprendizaje, la
herramienta necesaria para desarrollarse como un ser humano que entienda lo que otros le quieren
transmitir, y que lo haga al mismo tiempo capaz de desenvolverse en su medio sociocultural. Una vez
se logre la reflexión se pude entonces empezar a contextualizar el problema central a tratar.

Es necesario entonces, entender que significa realmente leer, que contexto encierra y que trasfondo
tiene este término, para esto es propio empezar por describir el proceso lector como una actividad
netamente metacognitiva, lo cual hace referencia al conocimiento sobre el conocimiento, es decir, la
capacidad de autoidentificar, autorregular y planificar su desarrollo mental partiendo del aprendizaje
consciente y autocontrolado, generando cambios y correcciones autoplanteadas para ser aplicadas en
ocasiones próximas de un mismo contexto.

Se entiende por tanto que leer es un proceso metacognitivo debido a que requiere del desarrollo de
competencias desde la parte propia e interior del ser para aplicarla en observación e interpretación no
solo de los caracteres sino además de la intención comunicativa que posee un texto y de esta manera ser
capaz de entender totalmente el mismo.

En este sentido, se debe partir de la observación, el proceso “sencillo” de la lectura, pues consiste en
reconocer y asociar letras, frases e ideas de manera que sea entendible, y es la operación cognitiva mas
básica en cuanto a la lectura se refiere, pues es el punto de partida para llegar a un análisis de los datos
previamente observados para definir el sentido y la intención del texto, ésta parte vendría siendo tanto
mas laboriosa y ardua, pues requiere un proceso mental de mayor esfuerzo al ser su fin último el
entendimiento real de la lectura.

De acuerdo con esto, es necesario además de observar, realizar un proceso interpretativo, y para
entender este punto un buen referente es Nietszche pues propone precisamente un enfoque fundamental
en donde la lectura se ve como un trabajo constante y arduo de interpretación. Sin embargo, antes de
avanzar en su teoría, se debe entender previamente que se refiere ese término. Según Estanisalo Zuleta
en su ensayo “Sobre la lectura” dice que “interpretar es producir el código que el texto impone y no
creer que tenemos de antemano con el texto un código común”, un argumento que requiere del
conocimiento de otros términos como lo son: código del texto y código común.

Precisamente en su ensayo Zuleta resalta el pensamiento de Nietszche para argumentar sobre el


significado de estos términos. Para empezar expone que el código del común es un concepto erróneo
que se plantea a menudo, al creer que existe una relación entre el texto y el contexto propio, y que es
general a todas la lecturas, el ejemplo claro es poner en consideración que el idioma en que el está
escrito un texto es el código común, pues es entendible por los lectores de la misma lengua, un punto
de vista que es desmentido por Zuleta al poner “El texto produce su propio código por las relaciones
que establece entre sus signos” dejando ver que cada lectura es particular y por ende posee su código
propio. Es de capital importancia entender que este autor determina que el código de un texto consiste
en el valor que se le da a cada uno de los signos componentes dentro del mismo.

Una vez se logre entender estos dos importantes conceptos de interpretación y código del texto, según
la teoría del trabajo de la lectura de Nietszche, se debe tener en cuenta otro factor indispensable, la
voluntad de dominio del texto. Si bien es cierto el texto cuenta con un código de transmisión propio,
que está siempre sujeto al macro referente del mismo, o a la llamada por Nietszche “voluntad de
dominio”, la cual determina el significado propio de cada signo dentro de la lectura, aislándolo de
cualquier otro significado que pueda tener en un contexto diferente. Es decir, que la voluntad de
dominio le da el sentido a los signos de un texto, mientras el código los capitaliza por valor o
importancia dentro del mismo trabajo.

Se puede decir, entonces, que la lectura es entendible como el proceso autoguiado en donde se utilizan
las herramientas y capacidades del ser para observar, y posteriormente interpretar la información
teniendo en cuenta la individualidad de la lectura, su sentido y lo que en realidad pretende transmitir.
Esta es una base sólida para entender lo que quiere se quiere decir cuando se refiere a la lectura, el
entendimiento, el análisis, la observación y la interpretación dados desde el punto autorregulador.

Sin embargo, se debe entender que la lectura encierra además, una parte del contexto propio del
sentimiento humano, en donde se deja ver que el acto de leer puede llegar a producir un grado de
emoción al que alude José Moráis en su ensayo titulado “ El desafío de la lectura” diciendo “El placer
de leer escapa a los consejos de moderación o normalidad” lo cual da a entender que la lectura puede
entre otras cosas ser transformadora y deleitante para el ser. Del mismo modo Jorge Enrique Adoum en
“los libros, ¿para qué?” comenta como al estar en presencia y sumergirse en éstos el ser humano es
invadido por una serie de sentimientos y emociones, así como por la imaginación.

Propiamente dicho ya se ha dado un concepto y se ha contextualizado lo que se quiere decir, y lo que


implica leer, pero falta por ver, la razón del porque estos conceptos no son claros en muchos casos
vistos hoy en la actualidad académica universitaria, Zuleta propone en “Sobre la lectura” que los
estudiantes “se pueden caracterizar como una demanda pasiva” es decir, que buscan referirse a
cualquier fuente externa para que hagan el trabajo arduo de leer por ellos, escudándose en la carencia
de elementos, que de trasfondo tiene inscrita una pereza mental y un gusto innato solamente por las
tareas fáciles, que no les supongan el mayor esfuerzo.

Por otro lado, Zuleta comenta que los estudiantes corren con la peor de las suertes, pues se ven
obligados a leer para contestar un examen, lo que los aparta del sentido de leer por disfrutar y entender,
y los deja relegados a deber hacerlo por mera obligación y, al ser una imposición se toma de una
manera displicente y sesgada, lo cual aporta a este fenómeno que afecta directamente al concepto
propio y a las implicaciones que tiene el acto de leer.

Además José Moráis en su obra ya mencionada dice que “Hay lecturas respetuosas, analíticas, lecturas
para oír las palabras y las frases, lecturas para reescribir, imaginar, soñar, lecturas narcisistas en las que
uno se busca, lecturas mágicas en las que se materializan seres y sentimientos inesperados que saltan
ante nuestros ojos”, sobre esto es importante aclarar que debido a la gran variedad de lecturas y de
intereses personales se presenta un fenómeno en donde existen lectores que presentan un rechazo frente
a tal o cual lectura, y esto propone un crecimiento en la descontextualización de la lectura.
Para concluir, es posible decir que los estudiantes universitarios pierden el sentido de la lectura bien sea
por desconocimiento de lo que de trasfondo implica, por desdén a ciertas lecturas, por una acción
propia de desentendimiento o bien por un sentido de rebeldía hacia una imposición, lo cual acarrea una
pérdida general en el nivel educacional, pues leer representa una tarea fundamental y básica en
cualquier campo de aplicación de la labor cotidiana, y aún mas en las actividades académicas, pues
simplemente es la base de la comunicación de cualquier lenguaje del cual debe estar inmerso todo
estudiante universitario capaz y calificado.

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