Está en la página 1de 2

En la República Dominicana, los principios generales o fundamentales encabezan

el conjunto de disposiciones del Código de Trabajo de 1992 (Ley 16-92),


queriendo resaltar su importancia de “normas superiores” a las que deben estar
supeditadas las regulaciones de la legislación social.

Pese a que su inobservancia carece de sanción, “los principios sientan la base de


las disposiciones del Código, no son disposiciones generales sino principios como
su nombre lo dice”. No obstante, la jurisprudencia los aplica de manera rigurosa.

PRINCIPIO No. lV

Principio lV establece que “las leyes concernientes al trabajo son de carácter


territorial”, y que “rigen sin distinción a dominicanos y extranjeros, salvo las
derogaciones admitidas en convenios internacionales. Limita la aplicación de las
leyes laborales al ámbito nacional al tiempo que prescribe la igualdad de
tratamiento para nacionales y extranjeros en cuanto a la protección que brindan
las leyes dominicanas, que rigen sin distinción para todos los trabajadores sin
importar la nacionalidad u origen, salvo la derogaciones admitidas en convenios
internacionales

En las relaciones entre particulares, la falta de disposiciones especiales es suplida


por el derecho común

El Código de Trabajo prohíbe igualmente cualquier discriminación, exclusión o


preferencia basada en motivos de sexo, edad, raza, color, ascendencia nacional,
origen social, opinión política, militancia sindical o creencia religiosa.

El principio IV presenta ciertas excepciones, contenidas por lo general en el Titulo


I del Libro II del Código de Trabajo referente a la “nacionalización del trabajo”. Con
la Constitución actuar, la excepción pasa al rango de norma constitucional como
sigue: “Es de alto interés la aplicación de las normas laborales relativas a la
nacionalización del trabajo. La ley determinara porcentaje de extranjeros que
pueden prestar sus servicios a una empresa como trabajadores asalariados” (Art.
62, párrafo 10).

PRINCIPIO No. Vlll

El principio VIII considerado como el más importante de todos, contiene la


máxima latina “in dubio pro operario”, considerada como un pilar básico de
derecho laboral: “En caso de concurrencia de varias normas legales o
convencionales, prevalecerá más favorable al trabajador. Si hay duda en la
interpretación o alcance de la ley, se decidirá en el sentido más favorable al
trabajador” (Principio VIII).

Sobre la regla de la norma más favorable, se utiliza para determinar que en caso
de que haya más de una norma aplicable, debe optarse por aquella que sea más
favorable, aun que no sea la que corresponda de acuerdo a la jerarquía clásica
de las normas jurídicas.

En fin, la regla de la condición más beneficiosa supone el criterio por el cual la


aplicación de una nueva norma laboral nunca debe servir para disminuir las
condiciones más favorables en que pudiera hallarse un trabajador o una
trabajadora. Si se relacionan los artículos 37 y 120 del Código de Trabajo se
deduce que en el caso de celebrarse un convenio colectivo modificará los
contratos de trabajo celebrados por empresa con anterioridad a la vigencia del
convenio, siempre que “favorezcan a la persona trabajador(a) ” y que “sea con el
objeto de mejorar su condición”.

También podría gustarte