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Dialnet LosIndigenasKunasYLaConservacionAmbiental 4011154 PDF
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El pueblo kuna
Persisten en Centroamérica 43 culturas indígenas, con una población
estimada en más de 5,000,000 de personas. De esta región, Guatemala
abarca aproximadamente un 50 por ciento de la población indígena, Belice
el 12.5 por ciento y El Salvador y Panamá el 10 por ciento. Algunas de las
comunidades nativas panameñas son consideradas como las menos aculturadas
de toda la región. Según el Censo Nacional de 1990, Panamá cuenta con una
población indígena no menor de 195,000 habitantes, comprendidos en siete
grupos: ngobe. buglere (ambos conocidos también como "los guaymíes"),
kuna. emberá y wounán ("los chocoes"), teribe y bribri.
Los kunas representan el segundo grupo en tamaño de población en el
país, con unos 55,000 habitantes. Poseen en forma colectiva l a Comarca de
Kuna Yala (San Blas) de 320,600 hectáreas en tierra firme (más las aguas
marinas vecinas), en donde reside alrededor del S0 por ciento de la población
kuna. A Kuna Yala se llega por aire en avionetas pequeñas, por barco desde
la provincia de Colón, o por vehículo de doble tracción utilizando el único
camino de penetración, abierto en la década de 1970, pero que se encuentra
en muy malas condiciones (Figuras 1 y 2).
La gran mayoría de los kunas o "dules", como elios se llaman frecuente-
mente a sí mismos, habitan en unas 40 islas, pero ocho comunidades se ubican
sobre la misma costa -en partes del litoral de la comarca que carece de islas-
y dos comunidades, Gangandi y Xlandi, están emplazadas a varios kilómetros
dentro de tierra firme (véanselas Figuras 1 y 2). Los kunas que viven fuera de
la comarca (entre el 20 y el 30 por ciento de la. población total), residen en las
ciudades terminales de Panamá y Colón, y en las plantaciones bananeras de
Changuinola. Gran parte de esta migración es laboral y predominantemente
masculina. Según el censo, en la década de 1970, por cada 100 mujeres había
80 hombres en San Blas. Las comunidades kunas, como toda Latinoamérica,
están conformadas en gran parte por niños y jóvenes (Figura 3).
Sus casas, grandes construcciones de unos 20 o 30 metros de largo por
otros diez de ancho, tienen techos de penca de palma. principalmente weruk
(ililanicaria saccifera) o soska [Sabal alfenii)> y paredes de iEa (Soeratea
exorrhiza) o de masar (Gynerium mgitatum). Los kunas tienen un patrón
de residencia matrilocal, en que los hombres pasan a vivir en la casa de los
familiares de sus esposas. Así, el grupo residencial puede estar formado por
varios núcleos familiares, todos emparentados a través del padre o abuelo y
la madre o la abuela (casi siempre la dueña de la casa). El tamaño de las
casas y el crecimiento de la población en las islas han saturado el poco espacio
disponible y han obligado a rellenar los bajos a orillas de las islas ron pedazos
de coral. piedras y más arena.
Al llegar los españoles en el siglo XVI, los ktinas habitaban el Darién,
en su mayoría en la vertiente del Pacífico. Luego. por presiones tanto de
los españoles como del grupo vecino --los emberaes- se fueron desplazando
hacia el Caribe. Es en fechas relativamente recientes (en los últimos 150
años) cuando comienzan a establecerse permanentemente en las islas donde
hoy habitan. También existe una población pequeña de kunas en la vertiente
del Pacífico, al otro lado de la cordillera de San Blas. y al oeste de Colombia.
Para su conveniencia, los kunas han tenido el raro privilegio de per-
manecer relativamente aislados del mundo. Controlando, buscando J. mane-
jando el contacto con otras sociedades. han logrado mantener una autonomía
política y culttiral bastante excepcional entre los pueblos indígenas actuales
98 téntocilla, Núñez. Herrera, Iilerrera y Chapin
de América.
La moln siniboliza ---hacia fuera,--- la identidad cultural del piieblo kuna,
pero en el seno de la cultura están los cantos y discursos en las reuniones
del congreso de cada comunidad, los que expresan los temas esenciales de
la cultura y revelan su carácter básicamente reIigioso y moral. Este grupo
es reconocido como una sociedad con iin alto grado de organización social y
política, lo cual le ha ganado el respeto de la comunidad política e intelectual
del país.
Tradicionalrrieitte los kunas mantienen, patrocinan y celebran la solidari-
dad y unidad de sus comunidades. Aún existen comunidades en donde los
intercambios no corrrerciales de alimentos y la ayuda entre miembros enlazan
fuertemente a individuos y grupos. Como lo expresó un antropólogo que tra-
bajó con ellos, los kiinas "cortversan de sil generosidad constantemente" y la
ausencia de prácticas de intercambio "marca. los límites de su mundo social".
En Kuna Yala se piteden encontrar veces a corta distancia una de otra-
desde comunidades muy aculturaclas a comunidades fuertemente tradicionales.
La subsistencia cotidiana
El pueblo kuna es primariamente agricultor y pescador. y practica la roza
y quema. Las tierras que ellos labran se concentran a lo largo de los ríos o
cerca de la costa, favoreciendo el transporte de los productos agrícolas hacia
Los indígenas kunas .v la conservación
Fzgurn 3. Niños konas del pueblito de Ogop Sukun, situado en la región central de
la cornarca
100 Ventocilla, Núñez, Herrera, Herrera y Chapin
las comunidades. Esta agricultura puede ser más caracterizada como extensiva
que intensiva, siendo los guineos y plátanos masi (blusa spp.) los productos
predominantes. Además de estos cultivos, entre los productos básicos se
destacan el maiz, al cual llaman oba (Zea mays), la yuca, o mama (Manihot
esculenta), el arroz blanco u oros sipu (Oryza satira), el arroz rojo: llamado
en kuna oros ginnid (Oryza spp.) y la caña de azúcar o gay (Saccharum
officinarum). En una parcela agrícola o nainu pueden hallarse muchas
especies aprovechables, entre árboles frutales, plantas comestibles, medicinales
y hasta vegetales de los que se extraen tintes para fiestas tradicionales y
cosméticos para las mujeres.
El kuna siembra cultivos intercalados. El ciclo agrícola anual general-
mente se inicia con la roza y el corte de Ios árboles durante diciembre y enero,
comenzando con las áreas de bosques primarios y dejando para marzo y abril
los sitios de vegetación más joven. Esta actividad se considera un "trabajo
duro" e implica desviar y disminuir la atención de otras actividades de subsis-
tencia tales como la pesca, la cual de todas formas disminuye por tos fuertes
vientos del verano. En general, se califica al verano (diciembre a abril) como
un período de escasez. Las quemas se inician en marzo y la siembra se hace
después de las primeras lluvias, en abril o en mayo. En algunas partes de l a
comarca se suele hacer una segunda siembra en octubre o noviembre.
Los kunas practican también un sistema tradicional de agroforestería que
es muy benigno con el medio ambiente, Siembran árboles para delimitar
las parcelas y también en el interior, entre los otros cultivos. En algunas
regiones de l a comarca este sistema ha disminuido, pero en otras partes,
como por ejemplo en Cartí, se ha observado un incremento en la siembra
de árboles madereros. Para los kunas que practican l a agroforestería, como
10 expresan, las ventajas son varias: "obtengo varios productos del mismo
lugar y además leña"; "se mejora la producción de los cultivos"; "los árboles
mejoran el ambiente para las siembras, evitan las malas hierbas"; o "protegen
del viento, esconden a los cultivos de los pájaros". En l a cultura kuna es común
la metáfora en la cual los árboles frutales dan la bienvenida a los visitantes,
incluyendo a la fauna silvestre. Las parcelas agrícolas son también sitios de
cacería.
Hay dos elementos que distinguen a la agricultura practicada en Kuna
Yala de aquella de los campesinos en la vertiente del Pacífico. La primera
diferencia es que en la comarca no se practica la ganadería y por lo tanto
no existen potreros: los kunas pueden -y así lo hacen-- dejar las tierras
en descanso de cuatro a diez aiios, para cultivarlas luego por un período de
dos a tres años. En el sector del Pacífico un ciclo agrícola de este tipo es
prácticamente imposible, porque la ganadería en su dinámica hace que las
tierras recién desmontadas se conviertan en potreros a los pocos años.
La seg1111da diferencia es que a la comarca no han llegado las yerbas
asiáticas Sacchnrurn spontanrum e Nyparrherlia rufa? conocidas como "paja
canalera" y "faragua": que impiden la regeneración natural de los bosques
secundarios una vez que se implantan en un área desmontada. Por esta razón,
Los indígenas kunas y la conservación 101
El saber tradicional'
Es indudable que en el acervo cultural tradicional kuna, hay muchos
conocimientos y preceptos que apuntan hacia el respeto de la naturaleza y
hacia el recientemente descubierto "uso sostenido" de los recursos. Los cantos
y oraciones del pueblo dult están repletos de referencias al entorno y a su
protección. El territorio no sólo se anhela para hacerlo producir, sino para
realizarse a través de él.
Esta sección fue adaptada de Mac Chapin, "Recuperación de las costumbres ances-
trajes: el saber tradicional y la ciencia occidental entre los kunas de PanamZ, en Lo expre-
sión cultural y el desarrollo de base, Charles David Kleymeyer, editor (Arlington. Virginia:
Inter-American Foundation, 1993), pp. 133-160.
Las indígenas kunas y fa conservación 103
Para los kunas, el mundo tal como existe en la actualidad tiene una
naturaleza dual: está formado por lo que se llama "el mundo espiritual" y "el
mundo substancial". El mundo espiritual no se puede percibir por medio de
los sentidos. Sin embargo, rodea a todas las cosas materiales y reside en cada
una de ellas. Los seres humanos, las plantas, los animales, las rocas. los ríos y
los poblados tienen "almas" invisibles que son copias espirituales del cuerpo
físico. El mundo del espíritu sustenta al de la substancia y le da su fuerza
vital.
El mundo del espíritu influye constantemente en la vida cotidiana de los
kunas. Periódicamente, los espíritus atacan a los debiles e indefensos, cau-
sando enfermedades, deformaciones y la muerte. Los espíritus merodean por
los poblados kunas, ocultos en la oscuridad, asustando a los transeúntes soli-
tarios y robándoles el alma. Sin embargo, la vida en general es relativamente
benigna para los que se comportan conforme a las normas. Los espíritus ge-
neralmente respetan a las personas que cumplen las reglas, las cuales están
plasmadas en la tradición kuna.
Según esta tradición, hay ciertos lugares fuera del perímetro de las comu-
nidades que son santuarios de animales y plantas espirituales, o "demonios".
Dichos santuarios son conocidos como kalu. Hay comunidades de espíritus
viviendo en las colinas y en las montaíias de tierra firme, en "remolinos" de-
bajo de la superficie del mar, de los lagos, de los ríos y de los pantanos, y en las
nubes que flotan en los cielos. Los kunas a menudo describen los dominios de
tierra firme como "corrales" llenos de animales terrestres. Cada vez que una
especie de la selva se agota, los "guardianes" sueltan animales de los corrales
para reponer sus poblaciones. Asimismo, durante los meses en que los ríos se
desbordan y los mares se alborotan, de los remolinos de la tierra brotan peces,
tortugas y toda clase de criaturas marinas. Las nubes gigantes que se hinchan
y ruedan sobre la tierra firme en el apogeo de la estación de las lluvias llevan
a ~ m a l e ys los dejan caer sobre la selva coi1 la lluvia.
Sustentada y animada por el reino del espíritu, la tierra de los kunas
es a la vez un ser vivo y manantial de vida. Es el cuerpo de la Madre que
continúa su eterna tarea de regenerar el planeta con plantas y animales nuevos
que salen de su seno en las profundidades del cosmos (Figura 4). La espesa
capa de selva que recubre las montañas y los valles son las "vestiduras verdes"
de la Madre. Para los kunas, los ríos son a la vez la vagina de la Madre
(por su función reproductiva) y su pecho (ya que nutre a las criaturas con la
leche materna). Ella da los alimentos, materiales de construcción, leña y un
sinnúmero de otros objetos que necesitan para sobrevivir. En las asambleas
nocturnas. los iíderes advierten constantemente a su pueblo que deben tratar
con respeto a la Madre y a todas sus criaturas.
Esta visión cósmica constituye la base filosófica de lo que podría Uamarse
la "ética kuna de conservación de la naturaleza". El elemento aglutinante es
el respeto por la tierra y la necesidad de que la humanidad cuide el legado
natural que se ha colocado sobre la tierra para su beneficio. De hecho, los
kunas han dado un carácter tan personal a la naturaleza que tratan a los
Figura 4. Olodililisobi, la Madre Tierra de los kunas, recibe la ayuda del Gran Padre
al dar a luz a los árboles; dibujo por el ya fallecido \.trilliam Smith, primer jefe de
vst upu
animales, a las plantas y a los espíritus de toda clase como si fueran seres
humanos. Es su deber tratarlos con respeto, alabarlos y negociar con ellos.
Por ejemplo, antes de cortar plantas medicinales, los curanderos les explican
su misión. Después siguen normas muy estrictas al cortar ciertas partes de
las plantas, envolvií.ndolas en hojas y colocándolas en canastas de fibras
para el viaje de regreso. Cuando los remedios están listos para usarse, el
curandero "aconseja" al alma de las plantas en cuanto a lo que se espera que
hagan en el cuerpo del enfermo. 'Todo esto se hace en una forma sumamente
civilizada, e incluso, cuando tratan con espíritus que causan enfermedades,
quienes dirigen los ritos se comportan con cortesía y deferencia. Aunque
muchos de los kalurnar están ubicados en tierras cultivables muy fértiles y a
corta distancia de los poblados, no se puede destruir su vegetación natural.
En particular. algunos de los árboles más grandes no se deben talar porque
en sus ramas los espíritus cuelgan cuerdas para secar su ropa. Cuando se
traspasan estas zonas, en forma consciente o inadvertida, los espíritus que allí
habitan normalmente se enfurecen y se vengan, desencadenando epidemias y
pestilencias sobre la comunidad del transgresor. Sin embargo. se puede ir sin
peligro a estos territorios de los espíritus para recoger plantas medicinales,
tarea que se realiza con sumo respeto. Cuando a través del Proyecto de
Estudio para el Manejo de Areas Silvestres de Ktina Yala (PEMASKY) los
kunas decidieron establecer un parque en Xusagandi ----en la cordillerat donde
Los indígenas kunas y la conservación 105
Vease el articulo de Bernard Nietschmann incluido en las pp. 1--55del presente volumen
(nota del Editor).
En 1992, una compañia norteamericana compraba peces de colores en Kuna Yala para
exportarlos a Miami; en 1993, el congreso kuna prohibió el negocio.
Los indígenas kunas y la conservación 109
* Al respecto, véase el artículo de Jim Howe, en este volumen, pp. 57-76 ( n o t o del
Editor).
Z
5
Nele Kantule fue u n chamán y líder de la comunidad de Cstupu durante la primera
mitad del presente siglo. y u n o de los líderes de la Revolución de 1925. Falleció en 1944.
Los indígenas kunas y la conservación 111
El exceso de población
La segunda causa de la explotación de los recursos naturales es el aumento
d e población. Estupu, la isla con mayor población, tenia en l a década de 1930
menos de 1,000 habitantes; ahora tiene más de 6,000. En todas las islas
habitadas de tamaño mediaiio y grande se ha hecho "relleno", es decir, se ha
aumentado artificidmente su extensión utilizando principalmente corales.
Cort el incremento del número de habitantes viene una mayor demanda de
recursos. A la par del problema de espacio físico crece también l a demanda de
productos para la construcción. Por ejemplo, es notable la necesidad de mayor
cantidad de hojas de palmas para el techado; de troncos de árboles para postes
y vigas de viviendas. Las hojas de palmas como weruk (Manicuria saccifem),
wannuk (Welfia georgii) y sosga (Sabal alleniij se emplean con preferencia
p a r a techados y hay una demanda local por tales materiales, los cuales se
encuentran a la venta. De estas palmeras silvestres sólo l a palma weruk es
cultivada para los propósitos de vivienda. Aun así, en la costa del litoral es
notable la escasez de esta palmera y otras especies. Otra palma escasa es la ila
(Socratea cxorrhiza), cuyo tronco es enlpleado para las paredes. Por la gran
explotación que se hizo de este recurso, ahora las paredes de las casas son
hechas de la gramínea masar (Gynerium sagitatum). Las palmeras y árboles
d e buena calidad son escasos en tierra firme. Los kunas cada vez tienen que
viajar niayores distancias, subiendo hacia la cordillera, para poder explotar
los recursos útiles para su vivienda.
Estos síntomas de superpobIación van de la mano con otros, como la
drástica reducción en el tamaño de las viviendas y la ausencia de tierras
cercanas disponibles para la agricultura. Se observa ahora una mayor presión
humana en los manglares, pantanos y en las planicies junto a los ríos
navegables. Los kunas a veces han llevado la agricultura a más de cinco
kilómetros río arriba. Otros síntomas son la disminución del rendimiento de
l a pesca y la cacería, y -algo que resulta evidente- la acumulación de basura
en la5 orillas de las islas; tal basura no es sólo orgánica: incluye ahora muchas
latas y material de plástico (las playas de las costas de Kiina Yala, aun las
que no tienen comunidades al frente, tienen mucha basura; uno se encuentra
con plásticos que deben venir, con las corrientes o, sabe Dios cómo? de otros
países.)
El aparente desborde de la población sobre las islas se ha resuelto hasta
ahora con la migración a las ciudades, principalme~tea Panamá y a Colón.
Este fenómeno ha disminuido en parte la presión en el ecosistema. Sin
112 \fritocilla, ,Viíficz. Herrrra. Herrera y Chapin
Los diferentes tipos de áreas protegidas son administrados por IXRENARE (Instituto
de Recursos Naturales Renovables), algunos municipios y varios otros orgariismos gubrrna-
mentales.
' Miguel Cifuentes y Róger Morales, editores, .'Sistenta regional d e áreas silvestres
protegidas de América Central", Plan de acción 1989-2000, programa de manejo integrado
de recursos naturales (Turrialba, Costa Rica: C.I\'TIE, 1989). 124 pp.
<le dos parques. el (le Soberanía. eri la cuenca del Canal. y t.1 de Sarigiia.
eri la regi61i central. todos los dciiiás titiieii pohlacioiirs qiic se riiiit1stran
iricoriforriies por rio haber sido corisiiltadas o sirriplerrie~it~ porcliie la categoría
de j>arqiies les irii;>orie restriccioric.~d e iiso t r a d i c i o n a l o riiotlcrrio (le los
reciirsos disponibles.
l'or ejeriiplo. e1 Parque Saciorial 1)arit:ii. el riiás grande tlrl país r o n
- -rO.000 liectáreas. es un corredor boscoso coiitigiio a l a frontera cori (.'oloriit)ia.
.,
E'iie rreado en 1980 conio parqiie. pero poco t1espiiC.s se le agregó la categoría
(le "reserva d e la l)iósfera". Siis líriiites estrernos sr traslapaii con los d e
las comarcas iiidígerias eiiiberá-woiiiiáii d e C41iiaco y S;lriibíi rrspr~rtivariieritc.
incliiyerido niiirierosas corriiinidades eiiiherá y woiiiián. Fiicra d? las áreas d e
roiiiarca rneiicionadas. e1 parque tanit)ii.ri iiicliiyc otras coriiiiriiciades eiiii>erá y
dos ro~iiiinidadeskiiiias ciiyas tirrras rio están protegidas bajo nirigiíri r4giriicri
propio salvo el de partliie. C'ori rara excepcióri. todas ellas se riiiirstrari
iriconforrries por las normas restrictivas cloe al pri~icipiose establccierori a la
cacería y iiitilizacióri de reciirsos. lo cnal provocó recliazos. .A pesar d e qiie esta,
situación no se lia resiielto. el cstatiis d e reserva de la biósfera h a pcrnritido
seguir una política dc niayor flcsil)ilictad. siir eliniiiiar los factores d e conflicto.
En principio. la dirección del parque n o iiitervieiie eii las actividades d t la
poblacióri que sean excliisivarnente d e siibsistencia.
LTn estiniado muy general siigiere qiie cerca del 70 por ciento de los 195.000
indígenas d e Pariar~iá.rrsideli en i i r i 70 p<;r ciento dc lx i r r a s boscosas <!e! país.
Esta condición estahlrcc l a iniportaiicia qiie tienen las poblaciones indígenas
eii la protección d e los hosqiies iiat.uralrs d e I'ananiá. I'arte de este territorio
se enciientra bajo e1 r6gimeii d e rc~sc~rvíis y coriiarcíis indígerias. u n a categoría,
1)olítico-adiiiinist,rativa qiie hasta aliora no ha tenido relación con las áreas
protegiclas (:«irio los parqucxs. salvo qofi se traslaperr.
Iiiirla >'ala es ~>recisa~~iierite tina reserva-corria,rca iritlíg~iiaciiya caríictcrís-
tica principal es qiie cst.á totalnieritr bajo el control d e los knnas. lo riial n o
es el caso de la niayoría. donde a vc.ct,s liay áreas ociipadas por griipos rio
indígenas. Debido a estos fa(:torrs donde las coniurii<latles iridígeiias soii las
ociiparit~sy iisiiarias de los principales I)osqiic.s del país. sc, hace ricccsa.rio qile
e1 E:stado establezca cori ellas políticas qiic garariticrn cl iiso y c~splotaciórrde
sirs rcciirsos e n condicioiics (le sostcnil)ilidad, I-sto rro ha ociirrido totlavía.
p i i ~ slas políticas cic4 Estatlo en iiiatrria ambi(~ntalen los territorios indíge-
I I ~ Sliari siclo par<-iales o c<)iitra(lict<~ri;~:; ? ~ l?í ? i r ; i , sI'!I
con ~ t r ~ ~ . c~,jcv~ipl<~
r.5
e1 relativo a los aspclctos políticos y adiiiiiiistrativos. Es tI<xcir. r1 concepto y
prárticn d e la atlriiiiiistracióri d t c t a s árcíis r s ajeno j ~ o rlo grricral al d r la
a d ~ ~ i i ~ i i s i r a c i(le
ó i ilos reciirsos iiaturalcs. O t r o factor lia sitio tarril)i6ii l a es-
c;lsscz de recursos ccorióiiiicos. lo ciial rc~(liicesii capacida<i para atcri(li~rrstas
zonas. las iriás reiiiotas tiel país.
I.:ii Kiiiia Yala. los rriisriios kiiiias son qiiieries aliora ~)c,rcibcrila riecrsid;id
(le proteger rrirjor sil tc,rritorio. atiriqiic rio está iiiiiy claro cóiiio. Ifasta íihora
no parece existir iiiia visióri o consenso entre los kiiiias. ('oirio ya se lia <liclio.
PI.:II;\SKY maiitienc~1111 parqiir forrstal en la partr, occidental de la coiiiarca
Los ind-enas kunas y la conservación 117
Jorge Ventocilla, Heraclio Herrera y Valerio Núñez, I'lantas y animales en la uida del
pueblo kuna (Panamá: Inst,ituto Nacional de Cultura-Instituto Smithsonian d e Investiga-
ciones Tropicales, 1995). Véase una reseña d e esta obra en el presente volumen.
Las indígenas h-unas y la conservación 121
Hay otro rliito que anda dando vueltas por ahí y es el del proyecto
"exitoso" qiie hace rato que ya no funciona. Eri publicaciones y documentos
riacioriales e i~iternacionales~eiicontranios referencias a proyectos en Panamá
"de aniplio 6xitoi'. pero que a veces tii siquiera han salido del papel. La
gerite de base sabe cuándo los proyectos están trabajando y cuándo no. No
debenios asumirles respiración a asuntos que están muertos. '4 fin de cuentas,
estas caricaturas - - e l buen salvaje, el buen ecológico, el proyecto exitoso-
causan niás daño que otra cosa: se malgasta el diirero (que es escaso) y a
veces se proloilga el proyecto en su estado de coma. cuando en realidad se
debería dejar riiorir.
Sexto: Los g-rupos conservacionista~(y el Estado) deben tratar de entender las
particularidades de la administración indígena en s u forma y procedimiento.
Los escalorles de autoridad no son siempre obvios, ni tampoco la secuencia
de los procedimientos. Cada una de las comunidades kunas, por ejemplo,
tieiie sus propias normas y autoridades, independientemente de las autoridades
cotnarcaies y los a.cuerdos que se hagan a nivel del Congreso General. Para
los kunas no existe contradicción en esto; el Co~igresoGeneral sigue siendo la
autoridad niáxinia en la comarca. Es necesario hacer el intento por entender
cómo los kiirias y los otros grupos indígenas se gobiernan,
Séptirr~o: iLfás irnportante que gastar dinero es invertir tiempo en la gente.
IIernos visto eri varias ocasiones que la abundancia de dinero ha hecho naufra-
gar las mejorr?~intenciones. Es irnportante que los fondos no se conviertan
en l a razóii de ser de los proyectos. Con seriedad, las organizaciones no gu-
bernamentales deben hacerse la pregunta: ;cuál es el sentido de continuidad
que se qiiicre para las orgariizaciones y proyectos? Pensando en el caso de
Kuna Yala> nosotros nos hemos preguntado incluso sobre cuánto ha influido
el dinero proveniente de proyectos de conser\~aciónen el giro económico de la
comarca.
Seguir. estar atentos; expirestos y dispuestos a la diníimica propia de las
coniiiriidades. eso es rriuy iniportante. Las orgariizaciones no gubernamentales
---y rio solarrrerite las que se interesan en la conservación--- resultan ser con
frecuencia hueiios iritermediarios por el sirnple hecho de tener una relación
más cercaira, y personal col1 las comunidades. Esto cs algo que el dinero por
sí solo no coitsigue. No por apoyar las causas ecológicas o indigenistas se está
en lo cierto: ,cuárita necesidad existe a veces de gastar dinero, sentirse bien,
o acitrniilar proyectos?
Finalmente. pensan~osnosotros que si hacemos el esfuerzo por entender
el problcriia ecológico que enfrentan hoy los pueblos indígenas, como síntoma
extrenio de 11n problr~naestrurttirai (económico, político y social) global,
erttorices podrernos terier una percepción más real de lo que está pasando;
y por ahí co~riierizauna relación de trabajo y colaboracióii, ciertamente
a.leccioiia<loray positiva para ambas partes.
122 Ventocilla, Núñez, Herrera, Herrera y Chapín
Apéndice 1
Organizaciones coriservacionistas kunas ( n o gubernamentaies)
PEMASKY
Esta organización tiene ya una década de estar dedicada a la actividad conser-
vacionista. Fue creada en 1983 bajo la tutela de la Asociación de Empleados Kunas
(AEK), gremio de los trabajadores kunas en las bases militares norteamericanas en
Panamá. El Congreso General Kuna delegó a la AEK la administración y el manejo
d e este proyect,~.
Desde sus inicios enfrentó la demarcación física de la comarca. Esa fue la razón
de que ganara la simpatía de las comunidades y del Congreso General. Logró abrir
una trocha de aproximadamente 100 kilómetros de longitud (la cual fue cerrada
nuevamente por la vegetación). Actualmente, la Asociación Napguana (con fondos
d e Austria) está reimplementando esta demarcación física del territorio kuna.
Otro objetivo de PEMASKY fue la preparación de un plan de manejo y desarro-
llo para el sector occidental de la comarca (aproximadamente 60,000 hectáreas). Con
la asesoría del Centro Agronómico TropiCal de Investigación y Enseñanza (CATIE)
de Costa Rica y el apoyo científico y técnico de organismos como el Instituto
Smithsonian de Investigaciones Tropicales (SSRI, por sus siglas en inglés), se logró
la elaboración de este anibicioso documento.
En los diez años de su existencia, PEMASKY ha recibido donaciones de la
Fundación Interarnericana (FIA), la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), el
Fondo Mundial para la Naturaleza (U'WF) y la Fundación MacArthur.
PEMASKY h a jugado su papel en la concientización y la práctica por la
conservación de los recursos naturales y del territorio kuna. Actualmente, algunos de
los que fueron miembros de esa organización y se capacitaron con ella trabajan con
organizaciones nacionales e internacionales relacionadas con los recursos naturales y
el medio ambiente.