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Gaddiel Francisco Ruiz Rivera (Vega Baja, 1991) Es editor, poeta, artista y

maestro. Ha publicado los libros Vía crucis de la otredad (2012), Reptura de


agua enchufada en una isla (2015) y Remedios crónicos para enfermedades
caseras (2016, 2da Ed. 2019) y lógica escata  (2017). Textos suyos aparecen
en Internacional Aulladora Anarquista (2017), y en las antologías No
cierres los ojos: antología de relatos de horror y terror, en Hablan sobre
Julia. Reflexiones en su centenario , y en las revistas: Cruce,
80grados, Ciudad Puente, Letras de Chile, Retorno, Transtierros , Trasunto
y LL Journal.  Su poesía se ha traducido al inglés para The Wanderer  y  al
portugués para Otro páramo. Es miembro de la Junta Editorial de Ediciones
Aguadulce, proyecto que representó en la Feria Internacional del Libro en
la Habana, Cuba, desde el 2016 al 2019. Fue invitado como poeta y como
editor de Ediciones Aguadulce a Casa Tomada IV Encuentro de
Pensamiento y Creación Joven en las Américas en el 2017.
Bibliófilo, pero quemaría una biblioteca por evitar que nos caiga una nube
de helado.
Pares
Fui a morir un poco a Cubanacán
A descubrir el ciego en el malecón
a sacarle punta a los obeliscos
banderas de mi Revolución
nada más cierto quel rabo de habano en que me esfumo
o el humo respirando más fuerte que mis fosas
las gallinas de eros y ayn
descorchadas a orillas de la playa
respiraron antes del domingo
fui a morir un poco, a vivir otro poco más
a intoxicar la cuenca de los ojos
a caminar la línea y tomar vuelos inexactos
a probarme solo, acompañado
a librarme de mí mismo y de mi amor
reencontrarme a penas vivo, a penas muerto
con el frío solitario de febrero
frente a una estatua que señala
un edificio gris que da albergue a odios pares
no hay quimera que pliegue sus dos alas exactamente igual
no hay Cuba en la que no me duela el ronroneo distante del Ayn
Por dios, Eros
La costura ventral del minotauro se deshila
el mito pierde del ojal la punta
y la aguja en que transita está varada en un volcán
de ojos ardidos
¿pero si el sol y la mar ya eran uno?
no caben cuatro ojos
en los lentes de mahoma
espejuelo recóndito
¿a dónde?
y aún eran dos
los lados de la quimera
no otra cosa era
que dos alas que aviesan mi espacio
y eran ya la una,
columna de términos la bestia
peldaños entre el trópico de cáncer y ecuador,
eran dos paños tibios derritiéndose en la sangre
al desplumar un toro que agarraban por los cuernos
presagio de un suicidio de agua
daños míticos por dios Eros,
nunca abras cuenca en la clara sequía
nunca descuides la nuca sobre la bresca
mineral envuelto, tu única puerta
desde la tierra se observa
el rabo es un pincel y traza absurdos sobre el cielo
el astro descornado inventa corona
de lunas que menguan
¿quién punzaría estrellas a punto de erupción?
ebrio, Orión descorcha tripas
estrofas mataderos
Gato imposible
Dovè il gatto?
Conté los pasos que Métrica
traza en saltos por la casa
tras sus pases de catnip
bajo los efectos del reggae

un
dos
tres
cuatro
cinco
huellas
Métrica nunca usa la arena
para los usos de la arena
ronronea en el intercom
contonea su rabo gris
y no es absurdo
siempre quiero
saber dónde duerme
a ver cómo se acomoda
dentro de sus cinco patas
o mea

Los amantes de Ayn


Como la luna creciente
curvo los cuernos
hacia tus dos rostros, amante
mirando al suelo, vuelas
mido la mar hacia tu sombra
si fuese cupido rindiera
para siempre arsenal y mis ojos

mirada cenital y hundo mi huella


de estrellas que mueren a diario
como los toros dormidos o el ron,
como el andamio cansado de la torre
de ayn

Gato posible
Encontré el arsenal de cupido
tirado en una símil, y Métrica
quizás está en su genética, fue muy susceptible al tiro
por cómo cruzó su pecho diría
por cómo partió los aires su maullido diré
encontré el arsenal de cupido y no es fácil
tocarle las siete heridas al gato

calambretiesas
cinco patas y un arco

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