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Clase nº 7
Primera clave de la prosperidad: “Poder personal”

El Poder personal es necesario para no ser objeto de algo o de alguien; el poder

es tener la capacidad de decir que sí o que no: ”Tengo el poder para mover mi
realidad”.

Si NO se tiene PODER PERSONAL, el dinero y el sustento no se sostienen en el

tiempo.

El poder te dirige hacia la prosperidad, anclarlo es anclar a la Madre y al Padre.

Ejercicios para integrar el poder

Ejercicio de recuperación del Poder personal a través del concepto Madre y

Padre:

Integrando a la Madre

A- Cierra los ojos.

Respira profundamente.
Pronuncia en voz alta la palabra MAMÁ.
Continua con lo ojos cerrados …

Vamos a asociar la palabra “mamá” con eventos desagradables que hayan

ocurrido a partir de nuestro nacimiento. Recuerda algún evento de reclamo,
alguna asociación con eventos de desatención, desamor, falta, carencia, etc.,
con respecto a tu mamá.

Continúa respirando lento y profundo… Ahora vamos a emocionalizar el evento.

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Mantente focalizado en la palabra MAMÁ, con los ojos cerrados.

Explica qué es lo que sientes con respecto a ese evento que estás recordando.
Ejemplo: “Mi mamá no confiaba en mí”.
Lo definimos como FALTA DE CONFIANZA o DESCONFIANZA.

Somatiza el evento y ubícalo en alguna parte de tu cuerpo:

¿En qué punto del cuerpo lo sientes? ¿Dónde está?
Por ejemplo, si lo sientes en el estómago, pon allí tu mano y describe qué es lo
que sientes ahí, cómo lo sientes. Dilo en voz alta.
Ejemplo: “Pesadez”.
Siente esa pesadez, siéntela lo más que puedas….

Ahora abre los ojos.

B- Define a MAMÁ:
Ejemplo: “Dolor”.

Respira profundamente y con los dedos de tu mano realiza una presión

generando un leve dolor en el área de tu cuerpo donde sientes dicha pesadez.
Di en voz alta lo que asociaste a “mamá”.
Ejemplo: “Dolor”.

Presiona nuevamente por segunda vez el punto que marcaste y repite la

palabra en voz alta.
Ejemplo: “Dolor”.

Respira profundamente y por tercera vez di la palabra.

Ejemplo: “Dolor”.

Aaca la mano de ahí como si quitaras el dolor o lo que hayas dicho.

Abre los ojos.

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C- Luego de la explicación en clase hemos aprendido a diferenciar las
definiciones de MADRE y MAMÁ entre la ley natural y la construcción social. A
continuación, haremos la siguiente declaración, colocando una mano en el
área del timo (pecho, corazón), en voz alta:

“MAMÁ es la mujer que me dio el 50% de mi código genético en forma de

óvulo más 9 meses de incubación, y se llama (di el nombre de tu mamá en caso
de saberlo)”.

A través de este ejercicio hemos reconocido y declarado que tenemos una

mamá. La hemos identificado plenamente. De esta manera no nos debe nada:
has resuelto la falsa idea social de que te debe algo: amor, un abrazo, cariño,
cuidado, protección, etc.. Ya no te debe nada, ya no tienes demandas ni
carencias hacia ella. Queda resuelto el problema que tiene tu cuerpo con el
cuerpo de tu mamá.

Nota: si no sabes el nombre de tu mamá o no sabes quién es o fue tu madre, no

es importante. A través de la “Ley Natural” asumo que estoy vivo porque alguien
me dio la vida y que esa persona que me dio la vida es una mujer (mamá). No
sé su nombre, pero sé que gracias a ella estoy vivo. Recuerden que el nombre
es solo una construcción social.

Integrando al Padre:

A- Cierra los ojos.

Respira profundamente.
Pronuncia en voz alta la palabra PAPÁ.
Continúa con los ojos cerrados…
Vamos a cambiar los conceptos a los que asociamos la palabra “papá”.

Recuerda alguna situación o evento de corrección o prohibición que hayas

vivido con tu papá.
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A continuación, somatiza el evento y ubícalo en alguna parte de tu cuerpo:
¿En qué lugar del cuerpo lo sientes? ¿Dónde está?
Ejemplo: Lo sientes en la garganta.

Coloca una mano en el lugar de tu cuerpo donde hayas ubicado el conflicto

(en el ejemplo presente, la garganta) o en el área donde lo sientes.
Describe en voz alta qué es lo que crees que sientes.
Ejemplo: Enojo.
En este ejemplo, el enojo está relacionado con la impotencia, por lo que vamos
a remover esa impotencia.

Respira profundamente. Cierra los ojos y con la mano en el lugar donde

somatizas di en voz alta la palabra correspondiente por segunda vez.
Ejemplo: “¡Enojo!”.

Respira profundamente con los ojos cerrados y repite la palabra por tercera vez.
Ejemplo: “¡Enojo!”.

Saca la mano del lugar donde hayas ubicado ese sentimiento y abre los ojos.

B- Luego de la explicación en clase hemos aprendido la definición de PAPÁ y

PADRE y sus diferencias entre la ley natural y la construcción social.

Cierra los ojos.

Concéntrate en tu respiración.
Coloca una mano en el área del timo (pecho, corazón) y haz la siguiente
declaración en voz alta:

“Papá es el varón que me dio el 50% de mi código genético en forma de

esperma y se llama (di el nombre de tu papá)”.

Abre los ojos.

A través de este ejercicio hemos reconocido y declarado que tenemos un

papá. Lo hemos identificado plenamente.
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Puede que no haya cumplido tus expectativas sociales como padre, pero de
esta manera ya no te debe nada: has resuelto la expectativa social que tenías
construida culturalmente.

Ejercicio para integrar los arquetipos de Madre y Padre:

Se sugiere ver el video para una mejor ejecución gestual (para una rápida
localización la puedes encontrar en el momento 1.26.00 del video).

Dibuja en el aire delante de ti con la mano izquierda un espiral, que representa

el arquetipo de MADRE.
Tómalo con las dos manos, hazlo pequeñito para que quepa en ti y cierra los
ojos.
Coloca el espiral (nuestra MADRE) en el ombligo.

Imagina que desde tu ombligo sale una manguera, un cordón umbilical etéreo
(en la cosmovisión andina en el ombligo se ubica el qosqo, centro de poder,
llamado hara en enseñanzas orientales).

Comienza a absorber a través de ese canal toda la energía de la Madre Tierra y

a colocarla dentro de tu estómago, tu barriga, tu cuerpo.

Visualiza cómo comienzan a entrar en ti todos lo árboles y se sitúan dentro de tu

qosqo. Ve entrar todas las plantas, todos los animales: perros, tigres, jabalíes,
colibríes, elefantes, jaguares… todos los animales.
Visualiza cómo comienzan a entrar montañas enteras, los bosques, las selvas, los
desiertos… todo entra a través de tu ombligo y se sitúa dentro de ti.
Entran las lagunas, entran los ríos, entran los mares, entran todo tipo de peces,
ballenas, medusas, delfines, salmones.
Entra todo el viento, todo el aire, entran todas las nubes y también comienzan a
entrar todas las aves, ¡muchas aves! Los cóndores, muchas águilas, halcones,
gaviotas, pájaros de todo tipo… Entran todas las aves del planeta en tu
estomago, a través de tu ombligo.
Entran los volcanes, los géiseres, los arcoíris, la nieve, entra todo…
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Finalmente, todo el planeta Tierra se sitúa dentro de ti.

Ahora junta tres dedos de la mano izquierda y colócalos en tu ombligo,

presionando un poquito. Declara en voz alta:

“Hola, Madre, bienvenida a mi universo. Tú eres el arquetipo que me permite

estar aquí y ahora; contigo estoy en mi lugar. Declaro conscientemente que a
partir de este momento tú y yo somos una unidad”.

Abre los ojos; respira conscientemente.

Dibuja un triángulo en el aire delante de ti con la mano derecha, y dibuja luego

un cuadrado alrededor que lo contenga.
A su vez, dibuja ahora un círculo que contenga las dos formas anteriores.
Ahora, dibújale a ese circulo 13 rayos, como si fuera un sol.

Toma el dibujo etéreo con las manos, hazlo pequeño y llévalo hacia tu tercer
ojo para colocar dicha simbología dentro de ti.

Suelta las manos de tu tercer ojo.

Visualiza cómo sale un hilo desde ese punto en tu frente, un cordón que
asciende más allá de la Tierra y te conecta al Sol.
A través de la respiración consciente y la visualización, comienza a absorber
toda la energía del Sol a través de tu tercer ojo. Ve cómo se va iluminando
cada una de tus neuronas, transformándose cada una de ellas en un sol.

Siente cómo entra toda la energía del Sol a torrentes en ti, hasta que finalmente
entra todo el Sol y se convierte en tu cerebro.

Ahora visualiza cómo entra a través del mismo cordón la Luna, que también
esta mas allá de la Tierra.
Visualiza cómo entran en ti uno a uno todos los planetas del sistema solar.
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Siente cómo empiezan a entrar por tu tercer ojo todos los sistemas de la vía
láctea; todas las galaxias entran en tu cerebro: todo lo que hay mas allá de la
Tierra.
Visualiza que empiezan a entrar todas las galaxias vecinas a la nuestra.
Entra en ti toda la constelación de Aries y con ella el poder del deseo, la fuerza
y la expansión.
Entra la constelación de Tauro, con todas sus galaxias y con toda su
abundancia dentro de ti.
Entra la constelación de Géminis, con todas sus galaxias, sus cambios, su poder
de conectar y su capacidad de improvisar.
Entra la constelación de Cáncer con su lealtad, su fuerza, su protección; el
poder de la contención entra dentro de ti.
Entra la constelación de Leo, el brillo, la fuerza, el liderazgo.
Entra la constelación de Virgo, la capacidad de crear sistemas, de desarrollarlos
correctamente.
Entra la constelación de Libra, el equilibrio, el entendimiento, la negociación.
Entra la constelación de Escorpio y con ella la capacidad de análisis, la
introspección, la capacidad de ser consciente de ti mismo.
Entra la constelación de Sagitario y con ella la fe, la alegría, la motivación, el
entendimiento de una fuerza superior.
Entra la constelación de Capricornio, la ley, la autoridad, la capacidad de
poner leyes que sostengan sistemas para construir realidades.
Entra la constelación de Acuario, la capacidad de romper las leyes, de romper
las estructuras para transformar las realidades.
Entra la constelación de Piscis, y con ella entra en ti el amor universal.
Ahora, las 12 constelaciones están dentro de ti.

Entra todo el universo, todo el universo es tu cerebro, empiezan a entrar

universos paralelos de muchos, muchos universos…

Tu cerebro es un multiverso.
De repente, comienzan a entrar en ti todas las dimensiones. Empiezan a entrar
ángeles, arcángeles, dioses, los apus de las montañas, los 72 ángeles.
Entran en ti todos los arquetipos que existen.
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Todo lo que hay mas allá de la Tierra ya está dentro de ti.

Ahora regresa tu cordón a tu tercer ojo. Coloca tres dedos de la mano derecha
sobre él y declara en voz alta:

“Hola, Padre, bienvenido a mi universo. Tú eres el arquetipo que me permite ir

mas allá del lugar en el que estoy. Gracias a ti comprendo lo que hay mas allá
de la Tierra. Te reconozco en mí, y reconozco que tú y yo formamos una
unidad”.

Ahora, con la mano derecha en el corazón, declara en voz alta:

“Yo, (tu nombre), reconozco a mi corazón y reconozco que es el centro desde

donde manejo al Padre y a la Madre.
Yo soy el Padre.
Yo soy la Madre.
Yo soy el hijo/la hija.
La trinidad es en mí.
¡Hecho está! ¡Hecho está! ¡Hecho está!”

Ejercicio de anclaje y empoderamiento del poder personal, natural, e interior

Repite durante toda la semana cada día como si fuera un mantra, con energía
y fuerza, alrededor de 5 minutos, la siguiente frase:

“Yo (tu nombre) tomo mi poder, recibo mi poder, merezco mi poder; tomo el
poder natural, recibo el poder natural, merezco el poder natural; tomo el poder
divino, recibo el poder divino, merezco el poder divino.”

Ejercicio de corte de cordón

Para desligarnos del cuerpo de papá y mamá, haremos un ritual a través de

cual cortaremos a nivel simbólico el cordón umbilical que nos unía hasta ahora
a ellos.
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La propuesta es que lo hagas a tu manera, con el ritual que más te guste o

sientas afín. Lo puedes realizar utilizando hilos, rompiendo papelitos, con las
hojas de laurel, con tabaco, con fuego, etc.. Lo importante es que el ritual que
elijas tenga fuerza y lógica para tu psiquismo y que lo realices en el marco de tu
Espacio sagrado.

Ejercicio extra

Además del cordón umbilical hay otros factores que a nivel simbólico hemos de
trabajar para despegarnos de los viejos conceptos de madre y padre y
recuperar nuestro Poder personal. Estos son:

-La teta. Hemos tenido una conexión muy inestable con esta fuente de
nutrición. Se relaciona con los recursos.

-La comida. Es la proyección de la teta, lo que nos da sustento.

-Las relaciones familiares, que nos forman y programan consciente o

inconscientemente.

-Las relaciones sexuales, pues gracias al sexo hemos nacido y la energía sexual
es la energía de creación más poderosa.

Medita sobre estos tópicos y toma nota de lo que autoevalúes en ti. Trabaja
cada uno de estos ítems, cortando la forma en que hasta ahora te relacionabas
con ellos y con el fin de ya no relacionarte con ello desde “la necesidad”, sino
desde el deseo de ser tú mismo, compartir, evolucionar y valerte de tu poder
personal.

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