{Qué es la agresisn? Claves deagreston
{Cudles son algunas de las teorfas yaaa
de la agresién? Influencia de los medias: television
‘Agresitn como biclogta Influencia de los medics: videojuegos
‘AgresiGn como respuesta ala frustracién——_—_infiuencias grupales
So mParamientorecsl——sCémo se reduce la agresividad?
‘iCatarsis?
2Cudles son algunas de las influen- {ins propuesta de aprendizaje socal
cias en la agresin?
Incidentes que generan aversiin
Activacién
Post scriptum personal: Reforma
de una cultura violenta
capitulo 10
Agresion:
danar a los demas
“Nuestra conducta EV Eras se cumplis el pronéstco en broma de Woody Allen de que “para 1950
de unos a otros es a principal forma de trato social seré el secuestro”, estos afios estan lejos de ser
elds extrafio, __serenos. EI horror del 11 de septiembre de 2001 represent6 el acio de violencia mas
impredecible e dramitico, pero no el mas catastr6fico en términos de vidas humanas. Por la misma
inexplicable de época se calcula que la carniceria humana de las guerras tribales en el Congo habia
todos los costado la vida a tres millones de personas, unas asesinadas con machetes y muchas
fendmenos con otras muertas de hambre y enfermedades al huir del terror de sus aldoas (Sengupta,
Tos que estamos 2003), Los vecinos ruandeses, que en el genocidio del verano de 1994 vieron la muer.
obligados a vivir. te de750 mil personas (incluyendo la mitad de la poblaciGn tutsi), entienden esta ca-
En toda la pacidad de masacrar humanos (Staub, 1999).
naturaleza, nada_— “Tanto odio y destruceién no es particular de las regiones del Medio Oriente y Atri-
amenaza tanto 2 ca Juego de! 2000. En todo el mundo se gastan a diario mas de dos mil millones ce 4.
lahumanidad ares en armas y ejéritos, cantidad que podria alimentat, educet y resguardar €l
como la ambiente de millones de pobres del mundo. En el siglo anterior, en aproximadamen-
humanidad te 250 guerras murieron 110 millones de personas, cantidad suficiente para poblar
misma.” una “nacin de muertos” con mas de la poblacién conjunta de Francia, Bélgica, Ho-
Lewis Thomes Janda, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia (figura 10-1, Las muertes no son s6-
981). lo de las guerras mundiales, sino también de genocidios, como el que ocuttié con los382__ parte tres. Relaciones sociales.
figura 10-1 = 2
Raine ‘Moeresrelaclonads cones querras de nuestra ee (ilones)
El sigho més 5 : i :
sangriento. ate.
Enel sgloxcla
humanied fae la més
cescolarizada y le miss
homicide a istonia
(datos de Renner, 1868),
Ademis de los genncidios
ylashambrunas
Drovocadas por el horabre,
hhubo aproxiinadamente
182 millones de “muertes
por desugrado de las
rmasas" (White, 2000)
“Toda arma fabricada,
todo acoravado beta,
tode coho tance
Sigil, afin de
sents n robo fos
aque ene hambrey no
Irsaustaen los que
tenen fy nose
tapan
Trent ght
chow dots atela
Sciad Sinan de
Eline Peters 8
“gFlay una forma de
liberar ala humanidad
de a amenaza de la
guerra?”
Albert instein, carta
Sigmund Feud, 1532,
armenios, de 1915 a 1923, por el Imperio Otomano, el genocidio paquisiant en 1971 de
‘res millones de bengalies y el millén y medio de camboyanos muertos en un reino de
terror iniciado en 1975 (Sternberg, 2003). Como se observa en el genocidio que come-
li6 Hitler en contra de millones de judios, de Stalin contra millones de rusos, de Mao
que involuct6 a millones de chinos y de los primeros estadounidenses que sacrifica-
ron a millones de amerindios; como se ve, el potencial humano para la crueldad ex-
traordinaria abarca todo el planeta.
Somos como el mitico minotauzo, mitad hombre y mitad bestia? {Qué explica ese
dia a mediados del verano de 1941 cuando la mitad no judta del pueblo polaco de Jeb-
wabne mats a la otra mitad en un macabro frenesi de violencia de la que sobrevivie-
ron apenas una docena de los 1 600 judfos? (Gross, 2001) ;Qué explica esta propensiGn
a lastimar?
+ La agresiGn es una predisposicién biologica o la aprendemos?
+ (Qué cizcunstancias disparan los estallidos de hostilidad?
* Los medios influyen en la agresividad?
+ Como se detiene la agresividad?
Estas son nuestras preguntas en este capitulo. Pero antes tenemos que aclarar el
término “agresién”
2Qué es la agresidn?
Los thugs, miembros de una fraternidad criminal del norte de la India, eran agresivos:
enttre 1550 y 1850 estrangularon a mis de dos millones de personas y afirmaban que
lo hacian en servicio de su diosa, Pero hay personas que usan también el término
“agresivo” para referirse a un vendedar dindmico. Los psicélogos sociales distinguen
esta conducta segura, enérgica y empefiosa del comportamiento que lastima, daria 0
destruye. En el primer caso es asertividad; en el segundo, agresividad.Enel capitulo 5 definimos agresién como un comportamiento fisico o verbal diri
‘gido a lastimar a alguien. Esto excluye a los accidentes de trénsito, los tratamientos
Jentales, los empujones en las banquetas y el suicidio asistido. Incluye bofetones, in
sultos directos ¢ incluso chismes, asf como hacer que la gente decida cudnto tiene que
daar a alguien; por ejemplo, qué descarga eléctrica aplicarle a otra persone.
"Esta definicidn abarca dos formas de agresidn. Los animales exhiben una agresivi-
dad social, caracterizada por despliegues de ira, y agresividad silenciasa, como cuando
tun depredador acecha a su presa. La agresividad social y la silenciosa ataiten a regio-
nes cerebrales distintas, En Jos seres humanos los psicdlogos designan a estas dos for-
mas de agresividad “hostil” ¢ “instrumental”. La agresi6n hostil surge de la ira y su
‘meta es dafar, La agresién instrumental pretende lastimar s6lo como medio para
conseguir algtin otro fin.
Casi todo el terrorismo es agresién instrumental. “Las campafas de ataques suici-
das terroristas tienen en comein una meta secu-
lary estratégica”, concluye Robert Pape
(2003) después de estudiar todos los ataques
suicidas con bombas de 1980 a 2001. Esta me-
taes “obligar a las democracias liberales a re-
tirar fuerzas militares del territorio que los
{erroristas consideran su patria”. En 2003, go-
bernantes estadounidenses e ingleses justifi-
caron el ataque a Irak no como tin acto hostil
para matar iraquies, sino como un acto instru-
mental de liberacién de defensa en contra de
supuestas armas de destruccidn en masa. La
agresicn hostil es “caliente”; la instrumental,
“frig”.
Casi todos los asesinatos son hostiles.
Aproximadamente la mitad ocurren en 1ifas, —-pysde uego, nunca los usoriames canta un
mientras que otros son resultado de tridngu- pesto enemigo, sna que nos perm
los amorosos o pleitos iniciados por influen- _negoviar desde una poskn de fuerza”
capitulo 10 383
Grad dl sig 208 ene
ane ge mracian gern:
‘pte Ta conga det
Imperisztecn de
Moclezuma
agresi6n
Comportamsiento iio 0
verbal que tiene o!
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alguien
agresién hostil
“Agresién provocade por
eno y que se eecuta
conao wn fin en si misma
(tambien Hamada agresin
‘afectiva).
agresion
instrumental
‘Agesin que sive como
tno para algun otro fi.
Lc hurssidad ha ado ss
capaci de destruc sin
rma su epacided de taki
agri
Teimpene on audi de
(Gener Mada bagune384 parte res Relaciones sociales
comportamiento
instintivo
Patrén de
comportamiento innato,
no aprendido, ue exhiben
{dos os miembros de una
especie.
cia del alcohol o las drogas (Ash, 1999}, Estos asesinatos son accesos emocionales im-
pulsivos, lo que explica por qué los datos de 110 naciones muestran que aplicar la pe-
na de muerte no reduce los homicidios (Costanzo, 1998; Wilkes, 1987). No obstante,
algunos asesinatos y actos violentos de represalias y coercién sexual son instrumen-
tales (Felson, 2000). Desde 1919, mds de 1000 asesinatos de pandillas fueron frios y
calculados.
¢Cudles son algunas de las teorias de la agresién?
Alanalizar las causes de la agresién host y la instrumental, los psicéloges sociales se
han enfocado en tres grandes ideas: 1) hay un instinto agrestvo de ratces bioldgicas, 2)
Inagresividad es wna respuesta natural a la frustraciém, y 3) el comportamiento agre-
sivo se aprende.
AGRESION COMO BIOLOGIA
Los fildsofos han debatido si muestra naturaleza humana es en esencia la de un “no-
ble salvaje” benigno y satisfecho o la de un bruto. La primera idea, postulada por el
fil6sofo francés del siglo xvut Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), culpa a la sociedad,
no alanaturaleza humana, de los males sociales. La segunda, que se vincula al fil6so-
fo inglés Thomas Hobbes (1588-1679), considera que las leyes de la sociedad son ne-
cesarias para refrenar y controlar al bruto humano. En el siglo xx la idea “del bruto”
(que el impuiso agresivo es innato y, por ence, inevitable) fue defendida por Sigmund
Freud, en Viena, y por Konrad Lorenz, en Alemania.
Teoria del instinto y psicologia evolutiva
Freud especulaba que la agresividad humana surge de un impulso autedestructivo
Asi, se redirige hacia ottos la energia de um impulso primitivo hacia la muerte (que,
en términos generales, llamaba “pulsién de muerte’). Lorenz, experto en comporta-
mienio animal, consideraba que la agresividad era un factor de adaptacién, més que
de autodestruccién. Freud y Lorenz estaban de acuerdo en que la energia agresiva es
instintiva (no aprendida y universal). Sino se descarga, se supone que se acumula
hasta que explota o hasta que un estimulo apropiado la “libera”, como un ratén que
escapa de la ratonera, Aunque Lorenz (1976) también afirmaba que tenemos mecanis-
‘mos innatos para inhibir la agresividad (como volvernos indefensos), teria en las im-
plicaciones de armar nuestro “instinto de lucha ” sin hacer lo mismo con nuestras
inhibiciones. FI desequilibrio en el enfoque por el cual se liberan las tendencias agre-
sivas explica por qué en las guertas del siglo xx murieron mas personas que en todas
las guerras anteriores,
La idea de que la agresién es un instinto se derrumbs cuando la lista de supuestos
instintos humanos se alargé hasta précticamente cualquier conducta humana image
nable. En 1924, en una revisién de libros de ciencias sociales, se enumeraron seis mil
supuestos instintos (Barash, 1979). Los cientificos sociales han tratado de explicar el
comportamiento social dndole nombres. Es tentador jugar este juego de explicar
nombrando: “Por qué los borregos permanecen juntos?” “Por su instinto gregario.”
* Como sabe que tienen un instinto de rebaiio ‘Mirelos: siempre andan juntos.”
La teorfa del instinto fracasa al tratar de aclarar las variaciones en la agresividad de
persona a persona y de cultura a cultura. ,Cémo explicarfa un instinto humano com
partido de agresién universal la diferencia entre los pacificos iroqueses antes de la le=
gada de los blancos y 1os hostiles iroqueses después? (Hornstein, 1976) Aunque la
agresiGn tiene una influencia biolégica, la propensién humana a agredir no parece
‘cumplir los requisitos para ser un comportamiento instintivo.Ahora bien, nuestros lejanos antepasacios en ocasiones encontraron la agresividad
como algo adaptativo, sefalan los psicélogos evolutivos David Buss y Todd Shackel-
ford (1997). El comportamiento agresivo era una estrategia para adquirir recursos, de-
fenderse de ataques, intimidar o eliminar machos rivales en la competencia por las
hembras y disuadir a las parejas de ser inficles. En algunas sociedades preindustria-
Jes, ser un buen guerrero congeria una posicién superior y mayores oportunidades re-
productivas (Roach, 1998). Buss y Shackelford creen qué el valor de adaptacién de la
agresividad ayuda a explicar los relativamente altos niveles de agresidn entre hom
bres a lo largo de Ia historia humana. “Esto no significa [...] que los hombres tengan
sun ‘instinto agresivo’ en el sentido de alguna energia reprimida que hay que descar-
{gar Ms bien, los hombres heredaron de sus antepasados mecanismos psicolégicos”
que aumentan las probabilidades de dejar sus genes en las generaciones futuras.
Influencias neuronales
Como la agresién es una conducta compleja, ningxin punto del cerebrola controle; pe-
10 los investigadores han descubierto sistemas nerviosos tanto en animales como en
seres humanos que facilitan la agresién. Cuando los cientificos activan estas dreas del
cerebro, a hestilidad aumenta; cuando las desactivan, la hostilidad disminuye. Asi, es
posible hacer de animales déciles una furia y de los iracundos, sumisos.
En un experimento los investigadores colocaron un electrodo en una zona que in-
hibe la agresién del cerebro de un mono dominante. Un mono més pequefio, al que se
entregé tin botén que activaba el electrodo, aprendié a oprimirlo cada vez que el tra
no lo intimidaba. La activacidn cerebral funciona también con los seres humanos. Des-
pués de recibir estimulacién eléctrica indolora en la amigdela (una parte de los
iicleos cerebrales) una mujer mont6 en cdlera, estrell6 su guitarra contra la pared y
por poco no atiné a la cabeza de su psiquiatra (Moyer, 1976, 1983).
Entonces, zel cerebro de las personas violentas es anormal en algtin sentido? Para
averiguarlo, Adrian Raine y colaboradores (1998, 2000) usaron escaneos cerebrales
ramedir la actividad cerebral de asesinos y medir también la cantidad de materia gris,
en hombres con trastomno de conducta antisocial. Descubrieron que la corteza pre~
frontal, que funciona como freno de emergencia en las zonas cetebrales profundas te-
lacionadas con el comportamiento agresivo, era 14 por ciento menos activa que lo
normal en asesinos que no habian sido abusados y 15 por ciento menor en los hom
bbres antisociales. Otros estudlios de asesinos y presos en espera de ejecucidn conti
man que un cerebro anormal contribuye a una conducta anormalmente agresiva
(Davidson y colaboradores, 2000; Lewis, 1998; Pincus, 2001). La anormalidad cere
bral por si misma predispone a la violencia? Posiblemente no, pero en algunas perso-
nas violentas es un factor (Davidson y colaboradores, 2000).
Influencias genéticas
La herencia influye en la sensibilidad del sistema nervioso a las claves de la agresivi-
dad. Desde hace mucho se sabe que se pueden criar animales para que sean agresivos.
En unas ocasiones se hace por razones practicas (la erfa de gallos de pelea); en otras,
se hace para investigaciones. La psicéloga finlandesa Kirsti Lagerspetz (1979) tomé
ratones albinos normales y crid juntos a los mas agresivos y en otro grupo a los menos
agresivos. Después de repetir el procedimiento durante 26 generaciones, tenfa un gru-
po de ratones feroces y otro de ratones tranquitos.
La agresividad varia entre los primates y los seres humanos (Asher, 1987; Olweus,
1979). Nuestro temperamento (qué intensos y reactivos somos) viene en parte con
nosotros al nacer, por la influencia de la reactividad de nuestro sistema nervioso sim-
pético (Kagan, 1969). El temperamento de una persona, manifestado en la infancia,
perdura (Larsen y Diener, 1987; Wilson y Matheny, 1986). Un nifio temerario o impul-
“Agresisn: dafiara los demas
capitulo 19
385
@386-~ parte tres Relaciones sociales
os gees preisponen a
gresiidad del pero de
combate
sivo y proclive a las rabietas corre el riesgo de ser un adolescente de conducta violen-
ta (American Psychological Association, 1993). Un nifio que no es agresivo a los ocho
afios probablemente seré una persona pacifica a los 48 (ITuesmann y colaboradores,
2003). Asi los gemelos identicos, cuando se les pregunta por separado, coinciden més
{que los gemelos fratemos sobre si tienen un “temperamento violenio” o si se meten
en pleitos (Rushton y colaboradores, 1986; Rowe y colaboradores, 1999). La mitad de
Ios gemelos idénticos de criminales convictos (peto sélo uno de cinco gemelos frater-
nos) también tiene antecedentes delictivos (Raine, 1993).
“En estudios de seguimiento a largo plazo de varias centenas de nifios neozelande-
ses se revela que el comportamiento agresivo mezela tn gen que altera el equilibrio
de Jos neurotransmisores con abuso infantil (Caspi y colaboradores, 2002; Moffitt y
colaboraciores, 2003). Ni los
‘unos nifios a ser mas
‘teractiian.
Influencias bioguimicas
“La quimica sanguinea también influye en la sensibilidad neuronal a la estimulacién
agresiva, Tanto experimentos de laboratorio como datos de policia indican que cuan-
do las personas son provocadas, el alcohol dispara la agresividad (Bushman, 1993;
‘Taylor y Chermack, 1993; Testa, 2002). Las personas més violentas tienen mayor ten
dencia 1) a beber, y 2) a volverse agresivas cuando estén alcoholizadas (White y co”
laboradores, 1993). Considere lo siguiente:
« Enexperimentos, las personas aleoholizadas aplicaron descargas mds intensas
Y se sintieron mas enojadas cuando recordaban conflictos en sus relaciones
(MacDonald y colaboradores, 2000).
+ Los estudios de violadores revelan que poco mas de la mitad habfan bebido
antes de cometer su delito, En una encuesta reciente de casi 90 mil estudiantes
de 171 universidades, cuatro de cinco que habian tenido relaciones sexuualesAgresién: daiiar a los demés
indeseadas reconocieron
«que antes habian con-
sumido alcohol y drogas
(Pressley y colaboradores,
1997). Lo mismo hicieron,
se supone, la mayoria de
sus alacantes.
En65 por ciento de los
homicidios y 55 por ciento
de las riftas domésticas y
los ataques, los asaltantes 0
la victima habian bebido
(American Psychological
Association, 1983).
Si os alcohdticos que golpean a su esposa se someten a tratamiento y
solucionan su problema de alcohol, por lo regular cesa su conducta violenta
(Murphy y O'Farrell, 1996),
El alcohol aumenta le agresividad porque reduce la conciencia de las personas y su
capacidad de ponderar las consecuencias (Hull y Bond, 1986; Ito y colaboradores,
1996; Steele y Southwick, 1985). El alcohol desindividualiza y desinhibe.
La agresividad también se correlaciona con la hormona sexual masculina, la testos-
terona. Las influencias hormonales son mucho més intensas en animales inferiores a
Jos seres humanos, pero farmacos que reducen las concentraciones de testosterona en
hombres violentos hacen ceder las tendencias agresivas. Cuando ayen el timbre de los
bbuscapersonas, los individuos con concentraciones muy elevadas de testosterona in-
dican sentirse algo més inquietos y tensos (Dabbs y colaboradores, 1997). También
son més impulsivos e iritables y toleran menos las frustraciones (Harris, 1999),
Después de los 25 afios de edad, las concentraciones de testosterona y los indices
de delitos violentos disminuyen juntos. Las concentraciones de testosterona son ma-
yores en reos de delitos violentos planeados y no provocados, que los de delitos no
Violentos (Dabbs, 1992; Dabbs y colaboradores, 1995; 1997, 2001), En el rango normal
entre hombres adolescentes y adultos, los que tienen mayores concentraciones de tes-
tosterona son mas proclives a la delincuencia, el consumo de drogas y las respuestas
agresivas a las provocaciones (Archer, 1991; Dabbs y Morris, 1990; Olweus y colabo-
adores, 1988). La testosterona —dice James Dabbs (2000)— “es una molécula peque-
a de grandes efectos”. Inyectarla a un hombre no lo volveré automaticamente
agresivo, pero los hombres con menos testosterona reaccionan con menos agresividad
cuando [os provocan (Geen, 1998). La testosterona es como la potencia de una pila:
To sila pila est muy descargada las cosas se notan lentas.
(Otro culpable que tambien se encuentra a menudo en la escena del crimen es una
‘concentracidn baja del neurotransmisor serotonina, para el que los I6bulos frontales
que controlan los impulsos tienen muchos receptores. En primates y seres humanos
s@ encuentra poca serotonina entre j6venes y adultos proclives a la violencia (Ber
hard, 1997; Mehiman, 1994; Wright, 1995), Ademds, sien el laboratorio se reducen las
Concentraciones de serotonina, aumenta la reaccién a sucesos adversos y la disposi-
cin aplicar supuestas descargas eléctricas.
Es importante recordar que el trénsito entre testosterona, serotonina y comporta-
tmiento fluye en los dos sentidos. Por ejemplo, la testosterona puede facilitar el afén de
dominio y la agresividad, pero las conductas de dominar o derrotar también aumen-
‘an las concentraciones de testosterona (Mazur y Booth, 1998). Después de un partido
de un mundial de futbol o un gran juego de basquetbol entre rivales, la testosterona
capitulo 10 387
Ali y tage sexual
“Hombres ondinarise gue
‘baron demas” fue la
Aescrigcn hci po ef News
York Times, de ett gue
cd a wae 50 eee ue
sister al dese de Neve
Yorken junio de 2000,
"Proviso de bebidas
lectins, pasaron de
mals a as mers 8
toca, moja y uitares
as Bessy os pantalones”
(stapes, 2000)
“Bvitarfamos dos
tercios de todos os
delitos si pusigramos a
fodos los jovenes aptos
de 1228 afosen
suspension criogénica
—David Tykken The
‘Ants Persons, 195.
Algunos violadores
‘agresiows, para liberarse
de los impulsos per-
sistentes y nocivos
_yteducir sus penas de
crcl, han solicitado ser
‘nstrados. gHay que
concederes esa slicitud?
Y sie tal caso se juzga
‘gue ya no representan st
riesgo de violencia sexual,
hay que reducir 0
liminar su camdena?388__parte tres
teorfa dela
frustracién-agresién
Teorfa que afrma que a
frustacién prepara para
Ta agresn,
frustracién
Impedimento de alcanzar
sna meta,
desplazamiento
‘Act de redirigir la
‘gresiin a un objetivo
distinto ala juente de
frustraién, El nuevo
bjetioo es mis seguro 0
socialmente ms
ceptable
Relaciones sociales
aumenta entre los fanéticos del equipo ganador y desciende entre los perdedores
(Bernhardt y colaboradores, 1988). Las personas varadas en la parte baja del escalafon
socioeconémico tienden a tenet poca serotonina. Los psicélogos evolutives han pos-
tulado la existencia de una respuesta natural en preparacién para correr los riesgos
‘que esas personas necesitan en la persecucién de sus intereses (Wright, 1995).
Por tanto, las influencias neuronales, genéticas y bioquimicas predisponen a algu-
znas personas a reaccionar con agresividad ante los conflictos y las provocaciones. ;Pe-
ro la agresin es una parte tal de la naturaleza humana que haga inalcanzable la paz?
La Asociacisn Psicolgica Americana y el Consejo Internacional de Psicélogos se han
unido con otras organizaciones para avalar una declaracidn sobre la violencia redac-
tada por cientificos de una docena de paises (Adams, 1991): “Es cientificamente inco-
recto [decir que] la guerra u otra conducta violenta esté programada genéticamente
en nuestra naturaleza humana [o que] lz guerra sea causada por ‘un instinto’ 0 por
cualquier otra motivacisn”. Ast, como veremos, hay maneras de reducir la agresivi-
dad humane,
AGRESION COMO RESPUESTA A LA FRUSTRACION
Es una tarde célida, Cansado y hambriento después de dos horas de estudio, usted pi-
de algunas monedas a un amigo y marcha a la maquina de refrescos mas cercana,
Mientras la maquina traga sus monedas, usted casi siente el sabor del refresco frfo y
refrescante. Pero cuando oprime el bot6n, no pasa nada. Lo intenta de nuevo, Nada.
De nuevo oprime los botones, Los golpea. Al final, sacude y aporrea la maquina. Us-
ted vuelve retumbando a sus estudios, con Tas manos vacias y sin las monedas, Hay
«que advertirle a su compafiero? Es mds probable que usted diga o haga algo daitino?
Una de las primeras teorias de la agresién, la popular teoria de Ia frustraci6n-agre-
sin, respondia que si “La frustracién siempre lleva a alguna forma de agresicn’, de-
cian John Dollard y colaboradores (1939, p.1).La frustracidn es todo aquello (como
una maquina vendedora que no sirve) que nos estorba en la consecuciGn de una me-
ta. La frustracién aumenta cuando nuestra motivacién para alcanzar una meta es muy
fuerte, cxando esperamos una gratificacién y cuando el obstéculo es inselvable. Cuan-
do Rupert Brown y colaboradores (2001) entrevistaron a los pasajeros ingleses del
ferry que se trasladaban a Francia y descubrieron muchas més actitudes agresivas en
‘un dia en que embarcaciones francesas bloqueaban el puerto impidiendo su viaje. Im-
posibilitados de aleanzar su objetivo, los pasajeros estuvieron mas de acuerdo (al res-
ponder a unas vifetas) en tn insulto dirigido a un franoés que habia derramado café
y con el boicot a una patisserie francesa que ponia en peligro los medios de vida de un
aldeano pastelero local.
Como se ve en la figura 10-2, la energfa agresiva no siempre estalla contra su fuen-
te Aprendemos a inhibir las represalias directas, sobre todo cuando otros desaproba-
rian el castigo; en cambio, desplazanos nuestra hostilidad hacia blancos més seguros.
El desplazamiento se aprecia en Ta vieja anécdta sobre el hombre que, humillado por
su jefe, regatta a st esposa, la cual grita al hijo, quien patea al perro y éste muerde al
cartero. Sin embargo, en experimentos en la vida real la agresién desplazada es mas
probable cuando el blanco comparte alguna semejanza con el instigacior y realiza al-
ain acto irritante menor que estimula la agresién desplazada (Marcus-Newhall y co-
laboradores, 2000; Miller y colaboradores, 2003; Pedersen y colaboradores, 2000)-
Cuando una persona guarda un enojo de una provocacién anterioy incluso una/ofen-
sa trivial, una que de ordinario no habria producido ninguna respuesta, puede propi-
iar una reaccidn explosiva desproporcionada,
Varios comentaristas han observado que la comprensible ira de los estadouniden
s8es por el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 contribuyé al deseo de atacat
‘Trak, Los estadounidenses buscaban una salida para su ira y Ta encontraron en un ti-Agresién: dafiara los demés _capitulo10 389
figura 10-2
‘Teoria clasica de la
frustracién y la
agresion.
a frastracén crea un
roti para red El
miedo al castigo ola
desaprobacin por agredir
ala fuente de
frustracién hace que el
impulso agresivo
desplce hacia oro
objetivo o ineluco que se
dij sno mismo.
colberaore, 198 y Mier
rano malvado, Saddam Hussein, que en otro tiempo ha-
ba sido su aliado, “La ‘verdadera razén’ de esta guerra
—sefiala Thomas Friedman (2003)— fue que después del
11 de septiembre Estados Unidos necesitaba golpear a al-
guien del mundo musulman |. . .] Golpeamos a Saddam
por una razén simple: porque podiamos y él lo merecia y
porque se encontraba en el corazn de ese mundo.” Uno
de los defensores de la guerra, el vicepresidente Richard
Cheney (2008), parece coincidir Cuando se le pregunts
por qué el resto del mundo estaba en desacuerdo con que
Estados Unidos emprendiera la guerra, contest6: “No pa-
saron por la experiencia del I1 de septiembre”
Teoria revisada de la frustracién-agresién
Las pruebas de laboratorio sobre la teoria de la frustraci6n agresin arrojaron resulta- Lr ages prwwoul por
dos contradiciorios: algunas veces la frustracidn incrementaba la agresividad, pero frusttiin puevea veces
‘otras no, Por ejemplo, sila frustracidn era comprensible, si, como en un experimento, “mire! contin
‘un cémplice interrampia a un grupo que resolvia un problema porque su aparato de
sordera se habia descompuesto (y no porque dejaba de prestar atencién), la frustra~
cin llevaba ala iritaci6n, no ala agresiGn (Burnstein y Worchel, 1962)
Leonard Berkowitz (1978, 1989) se dio cuenta de que en la teorfa original se exage-
reba el vinculo entre frustracién y agresiGn, asi que la revis6, Berkowitz plante6 la hi-
pétesis de que la frustracién produce ira, una disposicién emocional para agredir. La
ira surge cuando alguien que nos frustra podfa haber actuado de otro modo (Averill, _Clserse que la teoréa deta
1983; Weiner, 1981). Una persona frustrada tiene mas probabilidades de atacar si cla~_frusiacin-agresionsirve
ves de agresién jalan el tapén y liberan la ira embotellada (figura 10-3).A vecesel ta-_parnexplica In resin
pn salta sin esas claves; pero como veremos, las claves de la agresién la amplifican stl no [a insirimental
(Carlson y colaboradores, 1990),
ila frustracién es lo mismo que la deprivacién?
Imaginese a alguien que se siente extremadamente frustrado en lo econémico, lo se-
xual 0 Jo politico.
‘Tengo la sospecha de que se imaginé a alguien econdmica, sexual o politicamente
deprivado, y por una buena raz6n: cuando las comunidades sufren despidos labo-390__ parte tres
figura 10-3
Resumen
simplificado dela
teoria dela
frustracién-agresién
revisada por
Berkowitz.
“Yo diria que una
persona tene una
dleprivacisa sil falta
unobjeto queen,
general se considera
stractivo y deseable,
pero se frustra cuando
hhabfa antcipado el
placer de poseer ese
‘objeto y no puede
satisfacer sus
esperanzas.”
Leonard Basowite 57),
“Los males que se
soportan con paciencia
cuando parecen
inevitables, se vuelven
insoportables cuando se
insinia la idea de
escapar de ellos."
Ales de Toque
1156,
Relaciones sociales
rales, los indices delictivos aumentan (Catalano y colaboradores, 1997). Cuando el de-
sempleo en Estados Unidos se redujo notablemente en la década de 1990, lo mismo
‘ocurtié con los indices de delincuencia. Cuando volvié a aumentar a comienz0s del
siglo 0, otzo tanto pas6 con los delitos violentos.
Pero la frustracién no siempre se relaciona con la privacidn. Las personas con ma-
‘yores frustraciones sexuales no son los célibes. Los mas frustradas en lo econémico no
30m los habitantes pobres de las ciudades perdidas de Jamaica. Cuando la miseria es-
taba en todas partes durante la depresion de la década de 1930, el indice de delitos
violentos no era demasiado elevado, Como concluyé en 1969 la Comisién Nacional
Estadounidense sobre las Causas y la Prevencién de la Violencia, el progreso econd-
‘ico llega a aumentar la frustracién y acrecienta la violencia. Del mismo modo, los te-
rroristas suicidas palestinos no han sido los mas deprivados de sus compatriotas.
‘Como el ERI de Irlanda del Norte, las Brigadas Rojas italianas o la banda de Bader-
‘Meinhof de Alemania, por lo regular pertenecen a la clase media (Krueger y Malecko-
va, 2003; Pettigrew, 2003), También eran de clase media los atacantes del 11 de
septiembre, que habfan pasado por un entrenamiento profesional y viajeban por el
‘mundo. La humillacién colectiva y el antagonismo nuutren el terrorismo mucho més
que la deprivacién absoluta. Vamos a detenernos para ver por qué.
Antes de los tumultos de 1967 en Detroit, en los que murieron 43 personas y sein
‘cendiaron 683 edificios, el gobemador de Michigan se jactaba ante los medios de.co-
‘municacién de la legistacién de vanguardia en cuanto a derechos civiles en su estado
y de los aproximadamente 367 millones de délares en ayuda federal canalizados a De-
‘noit en los cinco afios anteriores. Apenas se acababan de transmitir estas palabras
cuando un extenso vecindario afroamericano en Detroit estallS en el peor trastorno G-
vil de Estados Unidos del siglo pasado.
Las personas estaban pasmadas. ,Por qué Detroit? Aunque las cosas todavia eran
‘malas en comparaci6n con la riqueza de la poblacisn blanca, habia mayores injusticias
en otro lado. La Comisin del Consejo Nacional sobre Desdrdenes Civiles, estableci-
da para que diera con la respuesta, concluyé que una causa psicoldgica inmediata fue
la frustracién de las expectativas alimentadas por las victorias de los derechos civiles
cenllos frentes legislativo y judicial en la década de 1960, Cuando ocurre una “revolu-
ign de expectafivas crecientes”, como pas6 en Detroit y en otros lados, las frustracio-
nes pueden aumentar aun si las condiciones mejoran.
El principio funciona dondequiera. El equipo del politélogo y la psicsloga cientfi-
‘ca social Ivo y Rosaline Feierabend (1968, 1972) aplicaron la teoria de la frustracién
agresi6n al estudio de la inestabilidad politica en 84 paises. Cuando los habitantes de
las naciones que se modemizaban répidamente pasaban a las ciudades y mejoraba el
alfabetismo, se vuelven mas conscientes de las posibilidades materiales. Pero como la
riqueza se reparte con lentitud, la brecha ensanchadia entre las aspiraciones de las per
sonas y lo que consiguen intensifican la frustracién. Aunque las privaciones son me
nos, la frustracidn y la agresividad politica se incrementan. Las expectativas superan
la realidad,
EL punto no es que la deprivacién y la injusticia social sean irrelevantes para las
agitaciones sociales, sino que la frustracin surge de la brecha entre expectations y logrosAgresién: dafiara los demas
Cuando los logros cumplen las expectativas y cuando los deseos estén al alcance de
nuestros ingresos, no nos sentimos frustrados sino satisfechos (Solberg y colabarado-
05, 2002).
Deprivacién relativa
La frustracién se complica si nos comparamos con los demés. Los sentimientos de los
trabajadozes sobre su bienestar depencie de si su pagoes justo al comparario con los que
hacen su mismo trabajo (Yuchtman, 1976). Un aumento de salario a la policia de una
ciudad, ala vez que aumenta su moral, puede desmotivar la de los bomberos.
Estos sentimientos, llamados deprivacién relativa, pronostican las reacciones de
los grupos minoritarios a las desigualdades percibidas (Kawakami y Dion, 1993,
1995), La deprivacién relativa explica también por qué la felicidad tiende a ser me-
not y los indices delictivos mayores en comunidades y naciones con grandes desi-
guaidades en el ingreso (Hagerty, 2000; Kawachi y colaboradores, 1999). También
explica por qué los alemanes orientales se volvieron contra su régimen comunista
su nivel de vida era superior que el de algunos paises de Europa occidental, pero
frustrantemente menor que el de sus vecinos de Alemania occidental (Baron y co-
laboradores, 1992),
La expresion deprioacigi relatioa fue ideada por investigadores que estudiaban la
satisfacciGn que sentian los soldados estadounidenses en Ja Segunda Guerra Mun-
dial (Merton y Kitt, 1950; Stoutfer y colaboradores, 1949). Ir6nicamente, los miem-
bros de la fuerza aérea se sentian més frustrados con sus ascensos que los policias
militares, aunque los ascensos de éstos eran més lentos. Los ascensos en la fuerza
aérea eran répidos y los integrantes se consideraban, en lo individual, en mejor po-
sicién que el promedio de los miembros de esa fuerza (predisposicién al servicio del
yo ). Asi, sus aspiraciones llegaban més alto que lo que obtenfan. El resultado era la
frustracién.
En la actualidad, una fuente posible de esta frustracién es la riqueza que se obser-
vvaen programas y comerciales de televisin. En culturas donde el televisor es un elec-
trodoméstico universal la deprivacién absoluta (falta de lo que ottos tienen) se
convierte en relativa (sensacién de desposeimiento). Karen Hennigan y colaboradores
(1982) analizaron los indices delietivos en ciudades estadounidenses por la época ent
que se introdujo la television. En 34 ciudades en las que en 1951 era comuin la pose-
sign de uno de estos aparatos, la tasa de robos de ese ario (delitos como hurto en tien-
das o robo de bicicletas) aumento de manera extraordinaria. En otras 34 ciudades,
donde el gobierno habia congelado la introduccién de la televisién hasta 1955, ocurti6:
un salto semejante en las tasas de robo, pero hasta ese afio.
AGRESION COMO COMPORTAMIENTO SOCIAL APRENDIDO
Las teorias sobre la agresiGn que se basan en el instinto y la frustracidn suponen que
de las emociones internas surgen impulsos hostiles que saca naturalmente la agre-
sin del interior. Los psicélogos sociales afirman que el aprendizaje también “saca”
Ja agresién de nosotros,
Los beneficios de la agresién
Por experiencia y por observacién de los demas aprendemos que la agresiGn trae di-
videndos. En experimentos se han transformacio animales déciles en feroces luchado-
es, Por otro lado, las dezrotas graves fomentan la sumisién (Ginsburg y Alle, 1942;
Kahn, 1951; Scott y Marston, 1953).
Las personas tambign aprenden sobre las recompensas de la agresién. BI nifio cu-
yyos actos agresivos intimidan a otros nifios seré cada vez més agresivo (Patterson y
‘colaboradores, 1967). Los jugadores de hockey agresivos (los que mas son enviados
capitulo10 | 391
doprivacisn relativa
Percepeiin de que uno no
eat tm bien como
‘gullos con quienes se
compara
“Una casa puede ser
grande o pequeta si
std rodeada de casas
igualmente pequenas,
satisface todas las
necesidades sociales de
alojamniento. Pero
ddojemos que surja un
palacio al lado y, de ser
tuna casita, se encoje y
se converte en un
sombrero.”
—Catlos Mars
“El descontento de las
mujeres aumenta en la
riisma proporcién que
su desarrollo.”
—labeth Cady Santon,
1815-1902 sutegisca
ccxadounidense=
zs
392 parte tres Relaciones sociales
Lage hace a mao, hace le
‘ras, Enel fanoso
experiment de Bandura,
ios expuests ala sgresion
deur aduto conn e
nuece Bobo s inlinanon &
repro ato agree
se obseroron
teoria del
aprendizaje social
‘Teoria que establece que
‘aprendemas el
comportamtento social por
medio de observar e imiter
1yatranés de recompensas
‘yeastigas
la banca de castigo por juego brusco) anotan més goles que los otros (McCarthy y
Kelly, 1978a, 1978b). Los adolescentes canadienses que juegan hockey y cuyos padres
aplauden las agresiones fisicas exhiben el estilo de juego y actitucles mas agresivas
Ennis y Zanna, 1991). En estos casos, la agresidn es un medio para conseguir ciertas
recompensas.
La violencia colectiva también paga. Después de los tumultos de 1967 en Detroit, Ia
Ford Motor Company aceler6 sus esfuerzos por contratar trabajadores de minorias, lo
que incit6 al comediante Dick Gregory a bromear: “El verano pasado el fuego legs
demasiado cerca de la planta de Ford. No quemen sus Mustang, chicos”,
Lo mismo ocurre con los actos terroristas, que como consecuencia propician que
los impotentes llaman una amplia atencién. “Mata uno y atemoriza a diez. mil”, dice
tun antiguo proverbio chino. Privado de lo que Margaret Thatcher llamaba “el oxige-
no de la publicidad”, seguramente el terrorismo disminuiria, concluyé Jeffrey Rubin
(1986). Es como los incidentes de espectadores desnudos en la década de 1970 que sal-
taban a las canchas de futbol para aparecer unos segundos en la televisién. Cuando
las cadenas deeidieron ignorar los incidentes, el fendmeno termins.
Aprendizaje por observacién
Albert Bandura (1997) propuso una teoria del aprendizaje social de la agresién. Cree
que aprendemos la agresidn no sélo por experimentar sus beneficios, sino también al
observar a otros. Como con la mayoria de las conductas sociales, aprendemos la agre
sin al mirar a otros y tomar nota de las consecuencias,
Imaginese esta escena de uno de los experimentos de Bandura (Bandura, 1961). Ur
nifio de una guarderia de Stanford trabaja en una actividad interesante, Una adulta s¢
encuentra en otra parte del salén, donde hay juguetes de madera para armar y un ru
fieco inflable grande, Bobo. Después de trabajar un minuto con las piezas dé madera,
Ja mujer se levanta ¥ durante casi diez minutos ataca al murieco. Lo golpea con un
mazo, lo patea y lo avienta mientras grita: “Dale en la nariz. .. tiralo. .. patéalo”.
Después de observar este estallido, el nifio pasa a otro cuarto con juguetes muy
atractivos. Dos minutos después la experimentadora lo interrumpe, Ie dice que son
sus mejores juguetes y que debe “guardarlos para los otros nifios”. El nifo pasa a ot
salén con diversos juguetes para juegos agresivos y pacificos, incluyendo un muiieco
Bobo y un mazo.
Los nifios que no fueron expuestos al modelo agresivo adulto rara ver desplegaron
uuiijuego o una conversacién de agresividad. Aunque frustrados, jugaron en paz. Los
que habian visto al aculto agresivo tuvieron muchas mayores probabilidades de to-
mar el mazo y descargarlo sobre el mufieco, Haber visto el comportamiento agresivo
del adulto redujo sus inhibiciones. Ademds, los nifios reprodujeron los actos del moAgresién: dafiar a los dems
delo y sus palabras. Observar una conducta agresiva disminuyé sus actitudes y les
rmostr6 formas de agredir.
Bandura (1979) cree que la vida nos ex
1 a modelos de agresividad en la familia,
asubcultura y los medios de comunica
in masiva,
Lafimilia. Los nifios que practican la agresividad fisica suelen ser hijos de padres
punitivos que al disciplinarlos ejemplifican la agresién con gritos, bofetadas y golpes
(Patterson y colaboradores, 1982). Estos padres tuvieron a su vez padres que les apli-
caban castigos fisicos (Bandura y Walters, 1959; Straus y Gelles, 1980). Aunque pocos
nifios abusados se convierten en delincuentes o en padres golpeadores, alcanzan a ser
30 por ciento los que abusan de sus propios hijos, cuatro voces més la tasa de la pobla-
ign en general (Kaufman y Zigler, 1987; Widom, 1989). La violencia a menudo engen-
dra violencia,
La influencia de la familia también se manifiesta en los mayores indices delicti-
vos en culturas y en familias con padres ausentes (Triandis, 1994). En Estados Uni-
dos, la Oficina de Estadisticas de Justicia indica que la minoria de los delincuentes
juveniles que no crecieron con los dos padres suman 70 por ciento de las detencio-
nes de menores (Beck y colaboradores, 1988). A partir de tales datos, David Lykken
(2000) calculé que los ntitos estadounidenses criados sin padre tienen aproximada-
mente siete veces mas probabilidades de ser abusados, de abandonar la escuela, de
fugarse, de sufrir un embarazo adotescente y de cometer delitos violentos. Las famni-
lias de dos padres no slo difieren por el mayor cuidado y la disciplina positiva de
Jos padres, sino también porque son menos pobres, tienen més logros educativos y
sufren menos desalojos. Pero el efecto de la falta del padre esté mediado por mds
que el hundimiento en la pobreza. La correlacién entre la falta del padre y la violen-
cia se extiende a todas las razas, niveles de ingreso, escolaridad y residencia (Staub,
1996; Zill, 1988). Ademds, en un estudio inglés en el que se hizo el seguimiento de
més de diez mil nifios durante 33 afios desce su nacimiento, el riesgo de que los ni-
fos tuvieran problemas aumentaba después de la separacién de los padres (Cherlin
ycolaboradores, 1998).
La correlacién también se aprecia con el paso del tiempo. En Estados Unidos, en.
1960 apenas poco mas de uno de cada diez nitios no vivia con sus dos padres y s6lo
16 mil infractores juveniles fueron detenidos por delitos violentos. En 2008, tres de
diez nios no vivian con los dos padres y una poblacién de menores de tamaiio equi-
valente tuvo més de 100 mil detenciones por delitos violentos. El punto no es que los
de hogares sin padre tienen probabilidades de convertirse en delincuentes o en
individuos violentos (cuidados por madres atentas y una familia extensa, la mayoria
de estos nifios prosperan). Tampoco es la falta del padre la tinica explicacién plausi-
ble de la correlacidn, El punto es simplemente que cuando y donde falta el padre, el
riesgo de violencia aumenta. Al parecer, la situacién tiene su importancia.
Lacultura, El ambiente social fuera del hogar también ofrece modelos. En comu-
nidades donde se admiran las imagenes de “machos', la agresién se transmite conti-
‘uamente a las nuevas generaciones (Cartwright, 1975; Short, 1969). Por ejemplo, la
violenta subcultuta de las pandillas de adolescentes ofrece a sus miembros mas jéve-
nes modelos de agresividad.
‘También importa la extensidn de la cultura, Muéstreme un hombre de una cultura
‘no democratica, subdesarrollada econémicamente, con grandes desigualdades econé-
tmicas, que prepare a los hombres para ser guerreros y que haya participado en una
guerra, y yo le mostraré a alguien que esté predispuesto a sostener y exhibir una con-
ducta agresiva (Bond, 2003). Muéstrenos alguien de una cultura que valora el honor y
fambién mostraremos a alguien con una menialidad agresiva, afaden Richard Nisbeit
capitulo 10
393394 parte tres
figura 10-4
Punto de vista sobre
a agresidn del
aprendizaje social.
Lacstimaulacién emocional
de-una experiencia
sweriva motva la
sgreividad. Que
Finalmente se d€ una
agresién o cualquier ofa
respuesta depende de qué
consecuencias hayamos
aprendido a espera
Fuentes Bede en Bands,
Resumen
Relacffines sociales
(1990, 1993) y Dov Cohen (1996, 1998). En Estados Unidos —dicen— el hombre blan-
co sobrio y cooperativo que se establecis en Nueva Inglaterra y la regiGn central del
‘Ailntico produjo una cultura muy diferente que el blanco agresivo y dlefensor del ho-
nor (muchos de ellos son mis antepasados primas escoceses e irlandeses) que coloni-
zaron el sur de Estados Unidos. Los primeros eran agricultores y artesanos; los
segundos, cazadores y ganaderos mas agresivos, Hasta la fecha, las ciudades y regio~
nes estadounidenses pobladas por surefios tienen indices de homicidios entre blancos
mucho mayores que las pobladas por nortefios. Por ejemplo, cl Texas Panhandle (cu-
xyos pobladores vienen del sur alto) tiene indices de homicidios de blancos cuatro ve-
‘es superiores a los de Nebraska, cuyos pobladores vinieron del este, el medio oeste y
de Buropa, En el Texas Pandhandle incluso poblaciones con bajos indices de pobreza
tienen indices de homicidio mucho mayores que en las poblaciones de Nebraska con
tasas elevadas de pobreza.
‘No es ja violencia en general a la que recurren los surefies, sino —refieren Nisbett
yy Cohen (1986)—2 la violencia que defiende la propiedad y el honor y la que castiga
“On hombre tiene derecho a matar para defender su casa”, coincidieron 18 por ciento
de blancos no surefios y 36 por ciento de blancos surefios. Los hombres blancos sure-
fios tienen dos veces més probabilidades que los blancos rurales del medio oeste de
declarar que tienen un arma para protegerse. Los sureiios apoyan con mis firmeza las
guerras y las liamadas de atencién (con lo que modelan la violencia en las relaciones
sociales). Ademés, quienes viven en “culturas de honor”, como Brasil, expresan més
simpatia por la reaccién violenta de un marido a la humillaciGn de la infidelidad de
su esposa (Vandello y Cohen, 2008).
Las personas aprenden respuestas agresivas tanto en la experiencia como por ob-
servacién de modelos de agresividad. ;Pero cuando ocurren las respuestas agresivas?
Bandura (1979) afirma que los actos agresivos estn motivados por experiencias ad-
vversas: frustracién, dolor insultos (figura 10-4). Estas experiencias nos activan emo-
cionalmente. Pero que actuemos agresivamente depende de las consecuencias que
anticipemos. La agresividad es mas probable si estamos activados y si parece seguro
y procluctivo agredir.
La agresién se manifesta de dos formas, _Haay tres teorfas generales de la agre~
como agresién hastil, que surge de emo- _sidn. La postura instintiva, defendida por
ciones como la ira y pretence lastimar, y Sigmund Freud y Konrad Lorenz, afi
agresién instrumental, que es un medio ma que la energia agresiva se acumula
para algein otro fin cen el interior, como el agua tras un dique. Aunque las pruebas que tenemos
prestan poco apoyo a esta teoria, la agre-
sin tiene la influencia biolégica de la
herencia, la quimica sanguinea y el cere-
bro.
De acuerdo con le segunda hipétesis,
la frustracién es la causa de ira y hos!
dad. En presencia de claves de agresién,
cesta ira provoca agresividad. La frustra-
cign procede no s6lo de la privacién, si-
Agresidn: dafiar alos dys
no de la diferencia entre expectativas y
resultados.
La teorfa del aprendizaje social presen-
ta la agresidn como un comportamionto
aprendido. Por experiencia y en la obser-
vaciGn del éxito de los demas, a veces
aprendemos que la agresién produce ga-
nancias. El aprendizaje social es el ve-
hiculo de la influencia familiar, cultural
Yy medidtica sobre la agresién,
gCudles son algunas de las influencias
en la agresion?
gn qué condiciones agredimes? Los factores que nos jalan del gatillo son incidentes
que generan aversién, activacién, los medios de comunicacién y el contexto de nues-
tro grupo.
INCIDENTES QUE GENERAN AVERSION
La receta de la agresién incluye muchas veces alguna forma de experiencia aversiva:
dolor, calor excesivo, un ataque o un apifiamiento.
Dolor
Blinvestigador Nathan Azrin queria saber si suspender descargas eléctricas en las pa-
tas de dos ratas reforzaria sus relaciones positivas, Azrin planes activar las descargas
y luego, cuando las ratas se acercaran una ¢ la otra, suspencerlas. Para su sorpresa, el
experimento result6 imposible. En cuanto las ratas sentian el dolor se atacaban antes
de que el experimentador pudiera apagar las descargas. Cuanto més intensas fueran
las descargas (y el dolor), més violento era el ataque.
Esto ocurre s6lo con las ratas? Los investigadores descubrieron que en una amplia
variedad de especies, la crueldad que los animales se imponian unos a otros cortes-
pondia golpe a golpe con la crueldad que se les imponia a ellos. Como explica Azrin
(1967), la respuesta de dolor y ataque ocurrié
fen muchas cepas de ratas, Lutego vimos que las descargas productan ataques cuando pa-
res de Is especies siguientes eran enjaulados ciertos ratones, hémslers, zarigiteyas, ma-
ppaches, marmotas, zorros, nutrias, gatos, torlugas, monos ardilla, hurones, ardilias rojas,
Ballos, lagartos, cangrejos de ro, anfibios y varias especies de serpientes, incluyendo la
oa constrictor, la vibora de cascabel, fa serpiente mart la mocasin de agua, Ia cobra de
Kentucky y la serpiente negra. La reaccién de descargas y ataque se manifiesta en mi
chas especies de criaturas, De todas las especies en que Tas descargas propiciaban ata-
ques, éstos fueron répidos y consiantes, de la misma manera que en las ratas, come si se
“apretara un botén”.
Los animales no eran selectivos con sus blancos. Atacaban animales de su especie y de
otras, muiiecos de peluche y aun pelotas de tenis.
Los investigedores variaron también la fuente del dolor. Descubrieron que no s6lo
las descargas inducian los ataques. Produjeron las mismas reacciones calor intenso y
“dolor psicolégico”, como de pronto no premiar a palomas que habian sido entrena-
das para recibir una recompensa por picar un disco, Desde luego, este "dolor psicolé-
Bico” es frustracisn,
capitulo 10 395
Las normas ica actuales
impiden a fos maestros ef
uso deestfmulos
dolorescs.396 _partetres
Ataque por dolor, Frasivad
por habe perio ls des
roneros combate de la ales
‘decampranaio de pses
pesades contre Coane
“Holyfil,ysntiendo ot dlr
‘eu cabeza acide,
Mike Tyson eczions
Imaraendo aoe de
Holy
"Te ruego, buen
Mercucio,
vayamonos.
El dia es cflido, los
‘Capuleto estén
fuera
Sinnos topamos con
ellos, no
escaparemos a una
pelea
Por ahora, en estos dias,
ardientes, se agita la
sangre mala.”
hakespenre, Ronny
Relaciones sociales
Eldolor también incrementa la agresividad en los seres
hhumanos. Muchos podemos recordar una reaccién de esa
clase después de golpeamos un dedo del pie o durante una
jaqueca. Leonard Berkowitz y colaboradores lo demostra-
ron pidiendo a estudiantes de la Universidad de Wisconsin
que metieran una mano en agua tibia oen agua tan fra que
causaba dolor. Los que metieron la mano en el agua fra di
jeron que se sentian mds iritados y fastidiados, se sintie-
zon mas deseosos de gritar a otra persona que producfa un
ruido desagradable. A la vista de tales resultados, Berko-
(1983, 1989, 1998) propuso que la estimulacidn aversi-
vva, més que la frustracién, es la energia basica que propicia
la agresion hostil. Sin duda, la frustracién es un tipo impor-
tante de estado de desagrado. Pero cualquier suceso ad-
verso, sea una esperanza fallida, um insulto personal o un
dolor fisico, puede incitar un estallido emocional. Inclusoel
tormento de un estado depresivo acrecienta la posibilidad
de que se presente un comportamiento agresivo hostil.
Calor
Durante sigios se han propuesto teorias sobre el efecto del
clima en los actos humanos. Hipécrates (citer 460-377
a.C.) comparaba la civilizacién griega de sus dias con el barbarismo de lo que hoy es
Alemania y Suiza y pensaba que la causa era el clima aspero del norte de Europa, Més
adelante, los ingleses atribuian su cultura “superior” al clima ideal de Inglaterra, Los
ppensadores franceses prociamaban lo mismo de Francia. Como el clima se mantiene
constante, al tiempo que las caracteristicas culturales cambian, es evidente que la teo-
ria limética de la cultura tiene una validez limitada.
Sin embargo, las variaciones climaticas temporales pueden afectar el comporta-
iento. Olores ofensivos, humo de cigarro y contaminacién del aire se han vinculado
con comportamientos agresivos (Rotton y Frey, 1985). Pero el iritante ambiental més
estudiado es el calor. William Griffitt (1970; Grifitty Veitch, 1971) descubrieron que,
en comparacién con estudiantes que respondieron cuestionarios en una habitacién
con temperatura normal, las que estuvieron en un sallin demasiado acalorado (més
de 32°C) notificaron sentirse més cansados y agresivos, y expresaron més hostilidad
contra un desconocido. En experimentos dé seguimiento se revelé que el calor tam-
ign incita actos vengativos (Bell, 1980; Rule y colaboradores, 1987).
2El calor inedmodo aumenta la agresividad en el mundo real como en el laborato-
rio? Considere lo siguiente:
‘+ En la calurosa Phoenix (Arizona), los conductores sin aire acondicionado tocan
és la bocina detrés de un coche paracio (Kenrick y MacFarlane, 1986).
+ En las temporadas 1986 a 1988 de beisbol de ligas mayores, el miimero de
bateadores golpeados por el lanzador fue dos veces mayor en los partidos
jugados a mas de 32°C que en los partidos jugadds 2 menos de 27°C (Reifman.
y colaboradores, 1991), Los lanzadores no tiraron més bolas descontroladas en
dias calurosos: no dieron més bases por bola ni mas bolas sueltas, Simplemente
le pegaron a mas bateadores,
+ Los motines ocurridos en 79 ciudades estadouniclenses entre 1967 y 1971
sucedieron principalmente en dias calurosos.
+ En estudios en seis ciudades se ha descubierto que cuando el tiempo es
caluroso, es més probable que ocurran delitos violentos (Anderson yAgresi6n: dafiar alos demis —_capitulo10 397
as Angeles, yo de 1993
os matines son mas
obese las meses
‘aloe del wean
Anderson, 1984; Cohn, 1993; Cotton, 1981, 1986; Harries y Stadler, 1988; Rotton
y Frey, 1985).
En el hemisferio norte no sélo en los dias calurosos hay mas delitos violentos,
sino también en las estaciones més célidas del afi, veranos més calurosos,
afios més calurosos, ciudades més calurosas y regiones més calurosas,
(Anderson y Anderson, 1998, 2000). Anderson y colaboradores anticipan que si
sobreviene un aumento de unos 2°C on la temperatura mundial, sslo en
Estados Unidos habria por lo menos 50 mil asaltos violentos mas al aft.
ZEstos resultados del mundo real muestran que la incomodidad producida por el
calor propicia directamente la agresividad? Aunque la conclusién parece plausible,
estas carrelaciones entre temperatura y agresién no la prueban. Ciertamente, las perso-
nas son mis irritables en un clima célido y htimedo. En et laboratorio, las temperatu-
ras elevadas acrecientan la activacién, asi como pensamientes y sentimientos hostiles
(Anderson y colaboradores, 1999); sin embargo, puede haber otros factores. Quizd las
tardes célidas de verano empujan a la gente a la calle, donde entran en juego otros fac-
tores que influyen en los grupos.
Ataques
Ser atacado 0 insultado por otro es un estimullo que conduce a la agresién. En varios
experimentos, incluyendo uno de Kennichi Ohbuchi y Toshihiro Kambara (1985) de
la Universidad de Osaka, se confirma que los ataques intencionales generan ataques
en represalia, En la mayor parte de esos experimentos, una persona compite con otra en
tn concurso de tiempos de reaccién. Después de cada ensayo de prueba, el ganador
escoge qué tanta descarga eléctrica aplica al perdedor. En realidad, cada persona jue-
ga.con un contrario programado, que aumenta continuamente la intensidad de las
descargas. {Los verdaderos participantes responden con misericordia? De ninguna
manera. La respuesta mas frecuente es “ojo por ojo”
ACTIVACION
‘Hasta aqui hemos visto que la estimulacisn aversiva estimula la ira. {Tienen el mis-
‘mo efecto otras activaciones, como las que acompafian al ejercicio o al sexo? Imagi-
nemos que Tawna, quien acaba de terminar una estimulante carrera breve, llega a
‘asa y se encuentra con que el hombre con el que iba a salir esa noche dejé un reca~398 parte tres
Relaciones sociales
do diciendo que tenfa otros planes, ;Es més probable que Tawna se enfurezca des-
pués de correr que si oyera ol mismo mensaje después de despertarse de una siesta?
al haber terminado de hacer ejercicio zsus tendlencias agresivas habrén desapare.
ido? Para dar con la respuesta, considere cémo interpretamos y nombramos a nues-
‘ros estacios corporales.
En un famoso experimento, Stanley Schachter y jerome Singer (1962) encontraron
que experimentamos estados de activacién corporal de diversas maneras. Estos in-
vestigadores activaron a hombres de la Universidad de Minnesota inyectandoles
adrenalina. La sustancia produjo rubores corporales, palpitaciones cardiacas y acele-
raci6n de la respiracién, Cuando s¢ les advirtié a los sujetos que la adrenalina produ-
cirfa estos efectos, los hombres sintieron pocas emociones, incluso si esperaban con
una persona host o eufdrica, Desde luego, podian atribuir sus sensaciones corpora-
Jes a la sustancia. Schachter y Singer hicieron que otro grupo de hombres creyeran
que la adrenalina no producia estos efectos secundarios. Luego los colocaron en com-
pafiia de una persona hostil o euférica. ;Cémo se sintieron y cémo actuaron? Se eno-
jaron con la persona hostil y se divirtieron con la euforica. El principio es que un estado
deactivacion orgénica alimenta wna emocin u otra, dependienco de cimo se interpretey se de-
romaine la activacin.
En otros experimentos se indica que la activacién no es tan emocionalmente indi-
ferenciada como Schachter crefa, aungue la agitaciGn fisica intensifica casi cualquier
emocisn (Reisenzein, 1989). Por ejemplo, Paul Biner (1991) informa que las personas
consideran desagradable la estatica del radio, sobre todo si estén activadas por una luz
brillante. Dolf Zillmann (1988), Jennings Bryant y colaboradores encontraron que las
personas que acaban de trabajar en una bicicleta de ejercicio o de mirar una pelicula
de un concierto de los Beatles atribuyen fécil y erréneamente su excitacién a na pro-
vocacién, Luego se desquitan con tna agresién mayor. Aunque el sentido comtin nos
levaria a suponer que la carrera de Tawna habria agotado sus tensiones agresivas, de
modo que aceptarfa la noticia con calma, en estos estudios se indica que la activacién
ntre las emociones.
La activacién sexual es otra forma de estimulacién, como la ira, y por consiguien-
te se amplifican una a la otra (Zillmann, 1989). El amor nunca es tan apasionado ¢o-
mo después de una rifia o un susto. En el laboratorio, los estimulos erdticos son més
excitantes para las personas que acaban de ser asustadas. Del mismo modo, la acti-
vacidn de una montafia rusa puede extenderse a los sentimientos amorosos por
nuestra pareja.
cee eee eee cee eee epee
activacién, combinada con ideas y sentimientos hostiles, forma una receta para una
conducta agresiva (figura 10-5).
CLAVES DE AGRESION
‘Como dijimos, la violencia es més probable cuando claves de agresidn jalan el tapér
y liberan la ira embotellada. Leonard Berkowitz, (1968, 1981, 1995) y colaboradores
descubrieron que la vista de un arma es una de tales claves, sobre todo cuando se per
cibe como instrumento de violencia y no de recreacién. En tun experimento, nifos que
acababan de jugar con pistolas de juguete se sintieron mas dispuestos a derribar los
bloques de otro niffo. En otro, hombres iritados de la Universidad de Wisconsin apli-
caron descargas eléctricas més intensas a su atormentador cuando habia cerea un ri-
fle y wn revolver (supuestamente dejacios de un experimento anterior), que cuando se
quedaban raquetas de badminton (Berkowitz y LePage, 1967). Las armas priman
ideas hostiles y juicios de castigo (Anderson y colaboradores, 1998; Dienstbier y co-
laboradores, 1998). Lo que esté a a vista esté en Ia mente. Asi, Berkowitz-no se sintié
sorprendido de que, en Estados Unidos, la mitad de todos los asesinatos fueran come:Agresisn: dafiar alos demas capitulo10 399)
figura 10-5
Blementos de la
agresién host.
Unasituacién adver
puede incitaragresion
Porque provoes
copniconss y
sentiments hots, ast
como activacin. Estas
reseciones noshacen mas
prodives a pereibie
Jntenciones davon Va
reseconar agesivamente
‘Aan, Beery Dee,
tidos con pistolas y que con las pistolas de los hogares se matara mas a los habitantes
que a los intrusos. “Las armas no sélo permiten la violencia —escribid—, sino que la
estimulan, El dedo jala el gatillo, pero el gatillo también puede jalar al dedo.”
Berkowitz tampoco se siente sorprendido de que los paises donde se prohiben las
pistolas tengan menores tasas de asesinatos, En comparacién con Estados Unidos,
Inglaterra tiene una cuarta parte de habitantes y un dieciseisavo de asesinatos. En
Estados Unidos hay diez mil homicidios con arma de fuego al afio; en Australia hay
alrededor de una docena, en Inglaterra dos docenas y en Canadé 100, Cuando en
Washington, D.C, se adopts una ley que restringfa la posesisn de armas de fuego,
los asesinatos y los suicidios por este medio se redujeron aproximadamente 25 por
ciento. No hubo cambios en otros métodos de asesinato y suicidio ni en las regiones
colindantes a la zona que abarcaba la ley se dieron tales reducciones (Loftin y co-
laboradores, 1991).
Los investigadores también han examinado el riesgo de violencia doméstica con y
sin armas. Estas investigaciones son polémicas, porque los hogares varian de muchas
maneras, En un estudio patrocinado por los Centros de Control de las Enfermedades,
se compararon propietarios y no poseedores de armas del mismo género, taza, edad
y vecindario, El resultado ifdnico y trégico fue que los que tenfan un arma en casa
{por lo regular para deferderse) tenian 2.7 veces mas probabilidades de ser asesina
dos, casi siempre por un familiar 0 un amigo cercano (Kellerman, 1993, 1997), En
otro estudio se encontr6 un aumento de cinco veces en el riesgo de suicidio en hoga-
res con armas (Taubes, 1992). En un reciente estudio nacional se vio que habfa dismi-
nuido un tanto el vinculo entre armas y homicidio o suicidio, En comparacién con
otras personas del mismo género, edad y raza, quienes posefan armas en casa tenian
411 por ciento més probabilidades de ser victimas de un homicidio y 3.4 veces mas
probabilidades de morir por suicidio (Wiebe, 2003). Un arma en casa ha significado a
‘menudo la diferencia entre un pleito y un faneral o entre el suftimiento y un suicidio.
Las armas no son sélo claves de agresiGn, sino que también establecen una distan-
«ia psicol6gica entre el agresor y la victima. Como nos ensefiaron los estudios de obe-
diencia de Milgram, la separacién de la victima facilita la craeldad. Un cuchillo puede
‘matar a alguien, pero es mds dificil atacar con un cuchillo que jalar el gallo a la dis-
tancia (figura 10-6),400. parte tres
figura 10-6
‘Armas usadas para
cometet asesinatos
en Estados Unidos,
2002.
Fuente FB Inomnes
Iemogires de denen,
Relaciones sociales
Objetoscontusos 4
5% =
.
_-- Manos, pies
T% 4
otras armas
6% ‘
INFLUENCIA DE LOS MEDIOS: PORNOGRAFIA
Y VIOLENCIA SEXUAL
EL aumento en los delitos violentos informado entre 1960 y comienzos de la década-
de los noventa, sobre todo entre menores de edad, nos orilla a preguntamos por las
razones del cambio. 2Qué fuerzas sociales han causado este aumento desmesurado
de la violencia?
El alcohol contribuye a fa agresividad, pero su consumo no ha cambiado mucho
desde 1960, Otros factores bioldgicos (testosterona, genes, neurotransmisores) tam-
bign ejeroen una influencia en la agresividad pero no explican los grandes cambios
culturales, ,Acaso la nueva violencia esté alimentada por el crecimiento del indivi
dualismo y el materialismo? ;Por a distancia en aumento entre ricos y pobres?;Porla
disminucién de familias de dos padres y el aumento de los padres ausentes? {Por qué.
Jos medios ofrecen més modelos de violencia y de sexualidad sin restricciones? Esta
litima pregunta surge porque han coincidido los aumentos en las tasas de violenciay
de coercidn sexual con el aumento en el caos y la insinuacién sexual de ios medios.
gEsta correlacion hist6rica es pura coincidencia? Para averiguarlo, los investigadores
han explorado las consecuencias sociales de la pornografia (que el diccionario Webs-
ter define como representaciones erdticas destinadas a excitar la activacién sexual)
Jos efectos del modelamiento la violencia en peliculas y televisiGn -
En Estados Unidos, la pornografia se ha convertido en un negocio mayor que él
futbol, el basquetbol y el beisbol profesionales juntos, ya que all aRo se gastan unos 10.
mil millones de délares en cable y cadenas satelitales o en cines y peliculas de pago
por ver, en peliculas en habitaciones de hotel, sexo por teléfono, revistas de sexo yet
uunos 400 mil sitios de Internet de paga (National Research Council, 2002; Rich, 2001; =
Schlosser, 2003). Fn una encuesta de estudiantes universitarios, 57 por ciento de fos
hombres y 35 por ciento de las mujeres dijeron que habian buscado sitios relacionados!
con el sexo, aunque séla 6 por ciento de Tos hombres y 1 por ciento de las mujeres 1
hacian “frecuentemente” (Banfield y McCabe, 2001).
Las investigaciones de la psicologia social sobre la pomografia se han centrado pri
cipalmente en las representaciones de violencia sexual. En un episodio comiin de vi a
Jencia sexual, un hombre fuerza a una mujer. Al principio, ella se resiste y trata d& :
rechazar a su atacante. Poco a poco se excita y su resistencia se funde. Al final ent
cen éxtasis y pide més. Todos hemos visto o lefdo versiones no pornograficas deAgresién: dafiar alos demas
Sana mujer que protesta. En momentos, los brazos que lo querian aja lo abrazan,
ues la resistencia qued6 superada por la pasidn desatada de ella. En Lo que el viento
=P leos, Scarlett O'Hara es lievada a la cama entre protestas y patadas, y despierta
cantando.
‘Los psicdlogos sociales sefialan que mirar estas escenas de fiecién de un hombre
que se impone con su fuerza a una mujer y Ia excita distorsiona las percepciones de
smo reaccionan las mujeres en la realidad a la coercién sexual y aumentan la agre-
sidn de los hombres contra ellas, por lo menos en el contexto del laboratorio..
Percepciones distorsionadas de la realidad sexual
zAtestiguar violencia sexual refuerza el “mito de la violacién’, es decir, que algunas
jnujetes aceptan el asalto sexual; que “no significa no”? Para averiguarlo, Neil Mala-~
ruth y James Check (1981) mostraron a hombres de Ia Universidad de Manitoba dos
peliculas de un asalto sexual o bien dos peliculas en que un hombre vence sexualmen-
fea una mujer, Una semana después, euando los entrevist6 otro investigador, quienes
vieron las peliculas con la violencia sexual ligera aceptaban més la violencia contra las
‘mujeres. En otros estudios se confirma que la exposicidn a la pornograffa aumenta la
aceptacién del mito de la violacién (Oddone-Faolucti y colaboradores, 2000). Por
ejemplo, mientras paseban tres tardes viendo peliculas de violencia sexual, especta-
dores hombres en un experimiento de Charles Mullin y Daniel Linz (1995) también se
sintieron gradualmente menos molestos por violaciones y vapuleos. En comparacién.
con otros que no fueron expuestos a las peliculas, tres dias después expresaron tam-
bién menos simpatia por las vicimas de la violencia doméstica y calificaron sus lesio-
nes como menos graves. Asi, se preguntaron los investigadores Edward Donnerstein,
Daniel Linz y Steven Penrod (1987), gqué mejor manera para un personaje malvado
que hacer que las personas reaccionen impavidamente a las torturas y la mutilacién
de mujeres que mostrar una serie progresiva de esas peliculas?
Observe que el mensaje sexual (que 2 las mujeres les gusta ser “tomadas”) era su-
tily no parecia que suscitara argumentos en contra. Dadas las frecuentes imagenes en
Jos medios de mujeres que ceden su resistencia en los brazos de un hombre fuerte, no
nos deberia sorprender que incluso las mujeres leguen a pensar que otras mujeres dis-
fruten ser superadas sexualmente, aunque précticamente ninguna cree que a ella le
gustaria (Malamuth y colaboradores, 1980). “Que me excite un hombre que me ven-
za? Jamds en la vida.”
Agresién contra las mujeres
Las evidencias también sugieren que la pomografia contribuye a la agresi6n real de
hombres contra mujeres. En los estudios correlacionales aparecis esta posiblidad. John
Court (1985) observ que en todo el mundo, a medida que la pornografia se hizo mas
asequible en las décadas de los sesenta y setenta, a tasa de violaciones denunciadas
aumenté notablomente, excepto en paises y regiones donde la pornografia estaba con-
trolada (¢jemplos que contradicen esta tendencia, como Japén, donde se consigue por-
nografia violenta pero la tasa de violaciones es baja, nos recuerdan que otros factores
son también importantes). En Hawai, el ntimero de violaciones denunciadas se mul-
tipliod nueve veces entre 1960 y 1974, cayé cuando se impusieron temporalmente res-
tricciones a la pornogratia y volvieron a subir cuando éstas se levantaron.
En otro estudio correlacional, Larry Baron y Murray Straus (1984) descubrieron
que las ventas de revistas de sexo explicito (como Hustler y Playboy) en los 50 estados
de Estados Unidos se correlacionaron con las tasas de violacién en dichos estados,
después de controlar otros factores, como el porcentaje de hombres jévenes en cada
estado. Alaska ocupé el primer lugar en venta de esas revistas y el primer lugar en
violaciones. Nevada fue el segundo en las dos medidas.
capitulo 10 401
"La pornogratia que
retratala agresién
sexual como si fuera
agradable para la
vietima aumenta la
aceptacién del uso de la
coercién en Tas
relaciones sexueles,
—Consenso dels cenias
‘soda, Tlle dl
Minisode Salad sabre
‘Forogratia y Saud Publica
‘Koop 1387),402 parte tres
sogugmage
ho comentarios de Tod
Bury (1989) en sper de
ss eeeuidn por ana serie de
iolaciones y asesinates
‘ ane l are de ke
i pomegrafa oan na
seca an "Las
formas mds nein de
| pomografia sol de
olen sexual. Como una
| adicin, no quiere ago
ada 2 mainte, algo
(gue profuse una mayor
t ‘Srsacion de excita
“laste gue ro legal punto
‘que no traspasa le
: pomegrafia psa
i preguntarsescomeler fs
cos pede dar xo gu et
‘ed ll de ria era.”
Lu exposicion repetida a
peliculas erdtioas con sexo
pido y sin compromisos
tiende también a
‘ Reducir laatraccién
por la pareja de uno.
i + Incrementar la
‘ceptacin del sexo
extramarital y dela
suis de as
mujeres a los hombres.
+ Aumentar la
percepcicn masculira
fe as mujeres en
t6-minos sexuaes
(vente se Mes, 2000)
Relaciones sociales
‘Alser entrevistados, delincuentes sexuales de Canadé y Estados Unidos aceptan
que consumen pornografia. Por ejemplo, William Marshall (1989) notificé que los vio-
ladores y abusadores de nifos de Ontario consumen pornograffa mucho més que
otros hombres. En un estudio del FBI se refiere tambien una exposicién considerable
a la pomografia entre asesinos en serie; lo mismo indlicé el Departamento de Policia
de Los Angeles a propésito de los abusadores de nifios (Bennett, 1991; Ressler y co-
laboradores, 1988).
Aunque los experimentos controlados se limitan a las conductas de corto plazo que
pueden estudiarse en el laboratorio, xevelan lo que los estudios correlacionales no ha-
‘cen: la relacidn causa-efecto. En una declaracién consensuada de 21 de los principales