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Alteraciones en el desarrollo en la adolescencia

Alteración
Cambio de las características, la esencia o la forma de una cosa.
Perturbación o trastorno del estado normal de una cosa.

Como adolescente, pasas por muchos cambios físicos, mentales, emocionales y sociales.

Trastornos de la comunicación Estos trastornos se caracterizan por deficiencias del habla


o El lenguaje
trastorno fonológico: El trastorno fonológico o dislalia consiste en una dificultad tanto en la
producción de determinados fonemas como en la elección de los sonidos que constituyen
una palabra y su ubicación dentro de la misma Se concibe como una alteración en la
estructura de la palabra que puede producir, en algunos casos, un lenguaje incomprensible.
Los niños con trastorno fonológico suelen sustituir, omitir o cambiar los sonidos. Estos
errores pueden hacer que para otras personas su discurso resulte difícil de entender. Los
tipos de errores más comunes son:

 Sustitución: sucede cuando se pone la posición de los órganos fonadores en la forma


que corresponde a otro fonema (ej. “calne” por “carne”)
 Distorsión o deformación: ocurre cuando se coloca una posición intermedia entre dos
fonemas, lo que da lugar a un sonido indefinido debido a que se produce un sonido poco
claro (ej. el ceceo ante la s)
 Omisión: cuando algunos sonidos requeridos no son pronunciados (ej. “libo” por
“libro”)
 Inserción o adición: pronunciación de fonemas que no se corresponden con la
estructura de la palabra (ej. “boroma” por “broma”)
 Inversiones: cambio en el orden de los fonemas (ej. “cocholate” por “chocolate”)

Existen algunos fonemas que presentan mayor número de problemas, y que al mismo
tiempo coinciden con ser los últimos en adquirirse evolutivamente, estos fonemas son: l, r, s,
z, ch
CRITERIOS
A. Incapacidad para utilizar los sonidos del habla esperables evolutivamente y propios
de la edad e idioma del sujeto (p. ej., errores de la producción, utilización,
representación u organización de los sonidos tales como sustituciones de un sonido
por otro (utilización del sonido /t/ en lugar de /k/ u omisiones de sonidos tales como
consonantes finales).
B. Las deficiencias de la producción de los sonidos del habla interfieren el rendimiento
académico o laboral, o la comunicación social.
C. Si hay un retraso mental, un déficit sensorial o motor del habla, o una privación
ambiental, las deficiencias del habla exceden de las habitualmente asociadas a estos
problemas.

 Desarrollo normal: A los cuatro años de edad son normales errores en la


pronunciación de los fonemas, pero el niño es capaz de hacerse comprender fácilmente
por extraños. A los 6-7 años de edad ya se han adquirido la mayor parte de los fonemas,
aunque pueden persistir dificultades para ciertas combinaciones de sonido, lo cual no
implica problemas para la comunicación. A los 11-12 años el dominio de casi todos los
fonemas es completo.
 Desarrollo atípico: Tiene lugar cuando el niño adquiere los fonemas de un modo
retrasado o desviado, lo que le lleva a pronunciar mal, con las consiguientes
dificultades para hacerse comprender. Se presentan omisiones, distorsiones o
sustituciones de los fonemas del habla e inconsistencias en la pronunciación de
sonidos coincidentes (por ejemplo, el niño puede pronunciar correctamente fonemas
en algunas posiciones de palabras pero no en otras).
 El diagnóstico debe hacerse únicamente cuando la gravedad del trastorno de
pronunciación excede los límites normales teniendo en cuenta la edad mental del
niño, cuando la inteligencia no verbal está en un rango normal, cuando las funciones
del lenguaje expresivo y receptivo estén dentro de los límites normales y, cuando las
anomalías de la pronunciación no puedan ser directamente atribuidas a una anomalía
sensorial, estructural o neurológica y cuando los fallos de la pronunciación sean
claramente anormales en el contexto de los usos coloquiales del entorno socio-
cultural del niño.

Otros trastornos
Trastorno de movimientos estereotipados
No existe un patrón de inicio. El curso suele presentar mayor virulencia en la adolescencia y
a partir de ese momento suelen disminuir gradualmente, aunque en sujetos con Retraso
Mental pueden durar años.
A. Comportamiento motor repetitivo, que parece impulsivo, y no funcional (p. ej., sacudir o
agitar las manos, balancear el cuerpo, dar cabezazos, mordisquear objetos, automorderse,
pinchar la piel o los orificios corporales, golpear el propio cuerpo).

B. El comportamiento interfiere las actividades normales o da lugar a lesiones corporales


autoinfligidas que requieren tratamiento médico (o que provocarían una lesión si no se
tomaran medidas preventivas).

C. Si hay retraso mental, el comportamiento estereotipado o autolesivo es de gravedad


suficiente para constituir un objetivo terapéutico.

D. El comportamiento no se explica mejor por una compulsión (como en el trastorno


obsesivo-compulsivo), un tic (como en el trastorno por tics), una estereotipia que forma parte
de un trastorno generalizado del desarrollo o una tracción del cabello (como en la
tricotilomanía).

E. El comportamiento no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a una


enfermedad médica.

F. El comportamiento persiste durante 4 semanas o más.

Trastorno de ansiedad por separación

 Ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del sujeto, concerniente a su


separación respecto del hogar o de las personas con quienes está vinculado, puesta de
manifiesto por tres (o más) de las siguientes circunstancias:

1. malestar excesivo recurrente cuando ocurre o se anticipa una separación respecto del
hogar o de las principales figuras vinculadas 
2. preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las principales figuras
vinculadas o a que éstas sufran un posible daño 
3. preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso
dé lugar a la separación de una figura vinculada importante (p. ej., extraviarse o ser
secuestrado) 
4. resistencia o negativa persistente a ir a la escuela o a cualquier otro sitio por miedo a la
separación 
5. resistencia o miedo persistente o excesivo a estar en casa solo o sin las principales
figuras vinculadas, o sin adultos significativos en otros lugares 
6. negativa o resistencia persistente a ir a dormir sin tener cerca una figura vinculada
importante o a ir a dormir fuera de casa 
7. pesadillas repetidas con temática de separación 
8. quejas repetidas de síntomas físicos (como cefaleas, dolores abdominales, náuseas o
vómitos) cuando ocurre o se anticipa la separación respecto de figuras importantes de
vinculación

B. La duración del trastorno es de por lo menos 4 semanas.

C. El inicio se produce antes de los 18 años de edad.

D. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, académico


(laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

E. La alteración no ocurre exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del


desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno pospsicótico, y en adolescentes y adultos no se
explica mejor por la presencia de un trastorno de angustia con agorafobia.

TRASTORNOS DE TICS

Desde los 7 pero suelen intensificarse en la adolescencia

Adolescentes con tics presentan con una frecuencia superior a la de la población sana de
trastornos de aprendizaje, alteraciones en el sueño, depresión, ansiedad y trastorno
oposicionista desafiante. (Es un patrón de comportamiento desobediente, hostil y desafiante
hacia figuras de autoridad.)

Estos trastornos se caracterizan por tics vocales y/o motores. Se han incluido

los siguientes trastornos específicos

Según el tipo y la intensidad con la que se presenten, pueden conllevar un impacto y una
serie de dificultades, tanto en la vida familiar, como en la académica y social del niño. En los
casos más graves se puede llegar a producir un rechazo por parte de compañeros y
profesores.

Trastorno de tics transitorios (307.21)


El trastorno de tic transitorio es común en los niños.

La causa de este trastorno puede ser física o mental (psicológica). Puede ser una forma leve
del síndrome de Tourette.

A. Tics motores y/o vocales simples o múltiples (esto es, vocalizaciones o movimientos
súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos y estereotipados). Estos movimientos o ruidos son
involuntarios (sin proponérselo).

B. Los tics aparecen varias veces al día, casi cada día durante por lo menos 4 semanas,
pero no más de 12 meses consecutivos.

C. La alteración causa un notable malestar o un deterioro significativo social, laboral o de


otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.

E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej.,
estimulantes) ni a una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis
postvírica).

F. Nunca se han cumplido criterios de trastorno de la Tourette ni de trastorno de tics crónicos


motores o vocales.

 Trastorno de tics motores o vocales crónicos (307.22)

 Parpadeo excesivo

 Gestos faciales

 Movimientos rápidos de brazos, piernas u otras áreas

 Sonidos (gruñidos, carraspeo, contracciones abdominales o diafragmáticas)

Los tics pueden continuar durante todas las etapas del sueño y pueden empeorar con:

 Excitación

 Fatiga

 Calor

 Estrés

 Cuando el trastorno comienza en niños mayores y continúa hasta los 20 años, se


puede convertir en una afección de por vida.

A. En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics vocales o motores simples


o múltiples (esto es, vocalizaciones o movimientos súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos
ni estereotipados), pero no ambos.

B. Los tics aparecen varias veces al día casi cada día o intermitentemente a lo largo de un
período de más de 1 año, y durante este tiempo nunca hay un período libre de tics superior a
3 meses consecutivos.

C. La alteración causa un notable malestar o deterioro significativo social, laboral o de otras


áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.

E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej.,
estimulantes) ni a una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis
posvírica).

Trastorno de la Tourette (307.23)

Presentan la máxima severidad de los tics durante los primeros años de adolescencia y van
mejorando al avanzar hacia la fase más tardía de la adolescencia o al comienzo de la edad
adulta. 
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos
repetitivos, estereotipados e involuntarios y la emisión de sonidos vocales llamados tics. El
trastorno lleva el nombre del doctor Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés
quien en 1885 diagnosticó la enfermedad en una noble francesa de 86 años.

A. En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics motores múltiples y uno o


más tics vocales, aunque no necesariamente de modo simultáneo, (una vocalización o
movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico y estereotipado.)

B. Los tics aparecen varias veces al día (habitualmente en oleadas) casi cada día o
intermitentemente a lo largo de un período de más de 1 año, y durante este tiempo nunca
hay un período libre de tics superior a más de 3 meses consecutivos.

C. El trastorno provoca un notable malestar o deterioro significativo social, laboral o de otras


áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.

E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de un fármaco (p. ej.,


estimulante) o de una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis
pos vírica).

adolescentes pueden presentar problemas que requieran atención clínica y que no se


definan como trastornos mentales (p. ej., problemas de relación, problemas relativos a
abuso o
abandono, duelo, capacidad intelectual limítrofe, problema académico,
comportamiento antisocial
de un niño o adolescente, problema de identidad). Todos ellos se numeran al final de
este manual en el apartado «Otros problemas que pueden ser objeto de atención
clínica»

FOBIA SOCIAL.
Es un miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar el escrutinio y
juzgamiento por parte de los demás, como en fiestas u otros eventos sociales.

as personas con trastorno de ansiedad social sienten miedo y evitan situaciones en las


cuales puedan ser juzgadas por los demás. Esto puede comenzar en la adolescencia y
posiblemente tenga que ver con padres sobreprotectores u oportunidades sociales limitadas.
Hombres y mujeres resultan igualmente afectados por este trastorno.

Las personas que padecen fobia social están en alto riesgo de caer en la
drogodependencia y el alcoholismo, dado que pueden llegar a confiar en la bebida y las
drogas para relajarse en situaciones sociales.

Las personas con fobia social se tornan muy ansiosas y tímidas en situaciones sociales
diarias. Tienen un miedo intenso, persistente y crónico de ser vigiladas y juzgadas por otros,
y de hacer cosas que las hagan sentirse avergonzadas. Ellas pueden preocuparse durante
días o semanas antes de una situación a la que le temen. Este miedo puede volverse tan
intenso que interfiere con el trabajo, el colegio y otras actividades ordinarias, y puede
dificultar el hecho de conseguir y conservar amigos.

La fobia social puede estar limitada a una situación (como hablar con personas, comer o
beber o escribir en un tablero delante de otros) o puede ser tan amplia que la persona
experimenta ansiedad alrededor de casi cualquier persona distinta a los miembros de la
familia.

Los síntomas físicos que a menudo ocurren incluyen:

 Ruborizarse

 Dificultad para hablar

 Náuseas

 Sudoración profusa

 Temblores

El trastorno de ansiedad social es diferente de la timidez. Las personas tímidas son capaces
de participar en situaciones sociales. El trastorno de ansiedad social afecta la capacidad
para desempeñarse en el trabajo y en las relaciones interpersonales.

Algunos de los miedos más comunes de las personas que padecen este trastorno incluyen:

 Asistir a fiestas y otras reuniones sociales

 Comer, beber y escribir en público

 Conocer nuevas personas

 Hablar en público

 Utilizar los baños públicos

Trastorno disocial

es un patrón de comportamiento persistente y


repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los otros o importantes normas
sociales adecuadas
a la edad del sujeto (Criterio A).
Leve. Son muy pocos o ninguno los problemas comportamentales que exceden de los
requeridos
para establecer el diagnóstico, y estos problemas causan a otros daños relativamente
pequeños (p. ej., mentir, hacer novillos, estar fuera de casa de noche sin permiso).
Moderado. El número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas
son
intermedios entre «leve» y «grave» (p. ej., robos sin enfrentamiento con la víctima,
vandalismo).
Grave. Hay muchos problemas de comportamiento que exceden de los requeridos para
establecer
el diagnóstico, o los problemas de comportamiento causan daños considerables a otras
personas (p. ej., violación, crueldad física, uso de armas, robos con enfrentamientos con la
víctima,
destrozos y allanamientos).

Los sujetos con trastorno


disocial pueden tener escasa empatía y poca preocupación por los sentimientos, los deseos
y el
bienestar de los otros. Especialmente en situaciones ambiguas, los sujetos agresivos afectos
de este
trastorno frecuentemente perciben mal las intenciones de los otros, interpretándolas como
más
hostiles y amenazadoras de lo que lo son en realidad, respondiendo con agresiones que en
tal caso
consideran razonables y justificadas. Pueden ser insensibles, careciendo de sentimientos
apropia dos de culpa o remordimiento. A veces es difícil evaluar si el remordimiento
experimentado es genuino,
puesto que estos sujetos aprenden que la manifestación de culpa puede reducir o evitar el
castigo. Los sujetos con trastorno disocial pueden estar dispuestos a dar informaciones
acerca de
sus compañeros e intentan acusar a otros de sus propias fechorías. La autoestima es
usualmente
baja, aunque el sujeto puede proyectar una imagen de «dureza». Escasa tolerancia a la
frustración,
irritabilidad, arrebatos emocionales e imprudencia son características frecuentemente
asociadas.
Las tasas de accidentes parecen ser superiores en los sujetos con trastorno disocial en
comparación
con otros que no padecen este trastorno

Trastorno negativista desafiante


La característica esencial del trastorno negativista desafiante es un patrón recurrente de
comportamiento
negativista, desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de autoridad, que
persiste por lo menos durante 6 meses (Criterio A) y se caracteriza por la frecuente aparición
de
por lo menos 4 de los siguientes comportamientos: accesos de cólera (Criterio A1),
discusiones
con adultos (Criterio A2), desafiar activamente o negarse a cumplir las demandas o normas
de los
adultos (Criterio A3), llevar a cabo deliberadamente actos que molestarán a otras personas
(Criterio
A4), acusar a otros de sus propios errores o problemas de comportamiento (Criterio A5), ser
quisquilloso o sentirse fácilmente molestado por otros (Criterio A6), mostrarse iracundo y
resentido
o ser rencoroso o vengativo

adolescentes pueden presentar problemas que requieran atención clínica y que no se


definan como trastornos mentales (p. ej., problemas de relación, problemas relativos a
abuso o
abandono, duelo, capacidad intelectual limítrofe, problema académico,
comportamiento antisocial
de un niño o adolescente, problema de identidad). Todos ellos se numeran al final de
este manual en el apartado «Otros problemas que pueden ser objeto de atención
clínica»

Comportamiento antisocial en la niñez o la adolescencia [V71.02]


Esta categoría puede usarse cuando el objeto de atención clínica es un comportamiento
antisocial
en el niño o el adolescente que no es debido a un trastorno mental (p. ej., trastorno disocial
o trastorno del control de los impulsos). Los ejemplos incluyen actos antisociales aislados de
los
niños o adolescentes (no un patrón de comportamiento antisocial).
Duelo [V62.82]
Esta categoría puede usarse cuando el objeto de atención clínica es una reacción a la
muerte
de una persona querida. Como parte de su reacción de pérdida, algunos individuos afligidos
presentan
síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (p. ej., sentimientos de tristeza
y síntomas asociados como insomnio, anorexia y pérdida de peso). La persona con duelo
valora
el estado de ánimo depresivo como «normal», aunque puede buscar ayuda profesional para
aliviar
los síntomas asociados como el insomnio y la anorexia. La duración y la expresión de un
duelo
«normal» varía considerablemente entre los diferentes grupos culturales. El diagnóstico de
trastorno
depresivo mayor no está indicado a menos que los síntomas se mantengan 2 meses
después
de la pérdida. Sin embargo, la presencia de ciertos síntomas que no son característicos de
una reacción
de duelo «normal» puede ser útil para diferenciar el duelo del episodio depresivo mayor.
Entre
aquéllos se incluyen: 1) la culpa por las cosas, más que por las acciones, recibidas o no
recibidas
por el superviviente en el momento de morir la persona querida; 2) pensamientos de muerte
más que voluntad de vivir, con el sentimiento de que el superviviente debería haber muerto
con la
persona fallecida; 3) preocupación mórbida con sentimiento de inutilidad; 4) enlentecimiento
psicomotor
acusado; 5) deterioro funcional acusado y prolongado, y 6) experiencias alucinatorias
distintas

de las de escuchar la voz o ver la imagen fugaz de la persona fallecida

F93.8 Problema de identidad [313.82]


Esta categoría puede usarse cuando el objeto de atención clínica es la incertidumbre sobre
los
múltiples aspectos relacionados con la identidad, como son los objetivos a largo plazo,
elección
de profesión, patrones de amistad, comportamiento y orientación sexuales, valores morales
y lealtades de grupo.

ANOREXIA NERVIOSA:

La anorexia nerviosa es un trastorno que afecta principalmente a mujeres adolescentes,


pero también a prepúberes y mayores, y en menor medida a hombres; se caracteriza por
una pérdida de peso autoinducida por medio de una estricta restricción alimentaria, y/o el
uso de laxantes y diuréticos, la provocación de vómitos o exceso de ejercicio físico. La
persona se niega a mantener un peso mínimo dentro de la normalidad, manifiesta un miedo
intenso a ganar peso y una profunda distorsión de su imagen corporal.

La edad más común de inicio de la anorexia nerviosa es de aproximadamente 15 años.


Existen 2 tipos de anorexias: El tipo restrictivo, las personas logran bajar de peso
restringiendo su ingesta voluntariamente.

El tipo compulsivo, o purgativo: las personas no logran controlar lo que comen, entonces
ingieren grandes cantidades de comida de una vez y lo eliminan mediante vómitos auto
inducidos, el abuso de laxantes o diuréticos.En muchos casos, la joven comienza una dieta y
realiza ejercicio, para bajar de peso, lo cual le genera satisfacción y bienestar y pasa
inadvertido en la familia. La enfermedad se hace evidente cuando la negativa a comer es
muy marcada y la delgadez es extrema, o cuando se interrumpe el ciclo menstrual.

En todas las personas con anorexia está presente un miedo intenso a engordar y convertirse
en obesos, se consideran gordas a pesar de estar muy delgadas.

 Estas personas reducen drásticamente su ingesta (pueden llegar a la inanición total),


eliminando especialmente los hidratos de carbono y los alimentos grasos.

La mayoría de las conductas para perder peso se realizan en secreto y se presentan


conductas particulares acerca de la comida tales como:

• Gran preocupación por el contenido calórico de los alimentos.

• Rehusar comer con familiares o en lugares públicos.

• Esconder comida por toda la casa.

• Coleccionar recetas de cocina y preparar comida elaborada para los demás.

• Deshacerse del alimento durante las comidas, poniéndolo en la servilleta y escondiéndolo


en los bolsillos. Cortar la carne en pequeños trozos y pasar mucho tiempo reordenándola en
el plato.

• Tomar mucha agua.

 Estas personas son muy hábiles para disimular su delgadez, suelen usar mucha ropa
amplia y superpuesta. Son reservadas, mantienen secretos sus rituales alimentarios, niegan
sus síntomas y se resisten al tratamiento.

 Cabe destacar que se calcula que alrededor 5% de las mujeres jóvenes, si bien no cumplen
con todos los criterios para recibir el diagnóstico, manifiestan algunos síntomas de anorexia
nerviosa.

Puede producir:

 -Pérdida de masa muscular y tejida adiposa, reducción del metabolismo tiroideo,


intolerancia al frío y dificultades para mantener la temperatura corporal.

-Pérdida de la musculatura cardíaca, arritmias, bradicardia, taquicardia, muerte súbita.


Hinchazón, estreñimiento, dolor abdominal.

-Cese de la menstruación, alteración de niveles hormonales.

Aparición de lanugo (pelo delgado en la cara), edemas, piel seca, áspera y fría.

-Depresión, alteración del gusto, trastorno cognoscitivo leve.

-Crisis epilépticas.

-Fatiga, debilidad.

-Osteoporosis.

-Erosión del esmalte dental, especialmente de los incisivos.


-Lesiones en los nudillos.

BULIMIA NERVIOSA

La bulimia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por episodios recurrentes


de atracones de comida, acompañados de intensos sentimientos de perder el control sobre
lo que se come, culpa y autodesprecio; una persistente e indebida autoevaluación
influenciada por la silueta y el peso, y el uso de métodos inapropiados para evitar engordar
como la purga, el ayuno y el exceso de ejercicio.

2 clases:

Purgativo: la persona se provoca vómitos regularmente y abusa de laxantes y diuréticos para


compensar la gran ingesta de alimentos y evitar aumentar de peso.

• No purgativo: la persona recurre a otras conductas inapropiadas para evitar subir de peso,
como el ayuno, el exceso de ejercicio, pero no a la purga.

La bulimia nerviosa es un trastorno más frecuente que la anorexia y, al igual que ésta, se da
más en mujeres que hombres.

Su inicio suele ser más tardío en la adolescencia, puede ocurrir incluso al inicio de la
madurez.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La bulimia nerviosa se suele presentar en mujeres con un peso normal. Son personas que
presentan una gran preocupación por el peso y por su figura corporal y tienen un intenso
temor a engordar.

• Son personas extrovertidas, irritables e impulsivas, lábiles emocionalmente.

• Manifiestan altas tasas de ansiedad.

• Muestran una marcada obsesión por la comida, hablan de dietas y del aporte calórico de
los alimentos.

• Intentan controlar su peso a través de dieta o ayuno.

• Evitan comer en compañía de otros, y procuran comer poco y evitar alimentos ricos en
carbohidratos y grasas.

• Suelen desaparecer al baño luego de las comidas

Cuando están solas, estas personas se dan atracones, con todos los alimentos “prohibidos”
en los regímenes. Durante estos episodios, comen muy rápido, en poco tiempo (por ejemplo
en un período de dos horas), volúmenes muy superiores a los que la mayoría de las
personas comerían en ese mismo lapso de tiempo. Sienten que han perdido el control sobre
lo que comen, que no pueden parar ni controlar ni el tipo ni la cantidad de comida que
ingieren.

Comen de preferencia alimentos dulces, altos en calorías, a veces incluso sin importar el
sabor, y muchas veces sin masticar. Hacen desaparecer grandes cantidades de comida, o
dinero, con el que compran alimentos fuera de su casa.

 Los vómitos se inducen normalmente introduciéndose los dedos en la garganta, aunque


algunas personas son capaces de vomitar a voluntad. El vómito disminuye el dolor
abdominal y el sentimiento de estar lleno, y permite continuar comiendo sin miedo a ganar
peso. Les sigue una profunda depresión, o angustia post-atracón, en el que surgen
sentimientos de culpa y autodesprecio.

 DEPRESIÓN

La depresión es un trastorno en el que la persona que lo padece pierde la sensación de


control sobre su estado de ánimo y su afectividad, y experimenta un fuerte malestar general.
Las personas con depresión muestran pérdida de energía e interés por las actividades
habituales, sentimientos de culpa, dificultad para concentrarse, pérdida de apetito, a veces
pensamientos de muerte o suicidio. También manifiestan cambios en su nivel de actividad,
en sus funciones cognoscitivas, lenguaje y funciones vegetativas (sueño, apetito, actividad
sexual, y otros ritmos biológicos). Generalmente este trastorno origina un deterioro del
funcionamiento interpersonal, social y laboral (rendimiento académico en adolescentes).

Principalmente 2

 Depresión Reactiva: está fuertemente ligada a situaciones desencadenantes externas.( de


un acontecimiento personal traumático) Los síntomas suelen presentarse con menor
intensidad y oscilar según las circunstancias.

• Depresión Endógena: tiene factores desencadenantes internos, ( motivada por un


trastorno bioquímico o deficiencia de algunos neurotransmisores que provocan un
desequilibrio en la persona)
se distingue especialmente por la intensidad y la cantidad de sus síntomas.
 MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La falta de energía, el humor deprimido, la pérdida de interés y de la capacidad para el


placer son síntomas claves de la depresión. Generalmente la persona deprimida distingue su
estado de un estado normal de tristeza. Además en la depresión se puede observar:

 Alteraciones emocionales:

• Ansiedad.

• Tristeza.

• Irritabilidad.

 Alteraciones del pensamiento:

• Dificultad para concentración y memoria, dificultad para tomar decisiones.

• Desinterés.

• Indecisión.

• Desesperanza, visión negativa del mundo y de sí mismo.

• Ideaciones suicidas: 75% de los pacientes deprimidos piensan en suicidio, 10 a 15% lo


cometen.

• Disminución de la velocidad y amplitud del discurso.

 Alteraciones somáticas:
• Trastorno del sueño: dificultad para dormir, especialmente despertar precoz y múltiples
despertares en la noche; o bien aumento del sueño.

• Alteración de la alimentación: generalmente disminuye el apetito (aunque en algunos


pacientes éste aumenta).

• Cambio de peso.

• Disminución de la libido.

• Fatiga, falta de energía.

 Alteración de los ritmos vitales:

• Puede alterar la regularidad del ciclo menstrual.

• Muchos pacientes observan las variaciones diurnas de sus síntomas, que tienen mayor
intensidad por la mañana y se reducen considerablemente en el transcurso del día.

 Alteración de la conducta:

• Llanto.

• Agitación/lentificación.

• Aislamiento de familia y amistades.

• Mutismo.

• Abandono de actividades que antes producían placer.

• Lentitud psicomotora generalizada.

 El bajo rendimiento académico, el abuso de sustancias, las conductas antisociales, los
problemas de conducta pueden ser síntomas de depresión en adolescentes.

 Es importante destacar que los síntomas causan un observable sufrimiento, deterioro social,
ocupacional o de otras áreas importantes.

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