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También hay que tomar en cuenta que las lesiones pueden causarse
por presión, percusión, fricción y tracción; ocasionando contusiones (hematomas,
equimosis y demás derivados como corto contusas, punzo contundentes etc.),
escoriaciones, heridas cortantes, punzantes, así como amputaciones; siendo la
herida por arma de fuego característica de ser producida por percusión.
(1) García Pelayo y Gross, “ Pequeño Larousse Ilustrado”; Ed. Larousse, México 1983.
(2) Quiroz Cuaron, Alfonso “Medicina Forense” Ed. Porrua, México 1990, pag. 335.
(3) Gisbert Calabuig J.A. “Medicina Legal y Toxicología” ;Ed. Masson Salvat; Barcelona España 1992; pag. 321
Heridas por arma de fuego Gerardo J .M . Pérez García
destruye con el calor). Y decimos que no es del todo precisa debido a que el autor
confunde los términos de explosión en lugar de deflagración este ultimo aplicable
a la combustión de la pólvora, pues de explotar o de inflamarse en forma
instantánea, se estaría causando daños serios al mecanismo del arma, pues
aunque parezca que la combustión de la pólvora en armas de fuego, es casi
instantánea, no lo es, sino mas bien es deflagrante, termino utilizado para una
combustión mas lenta que la de un explosivo.
Orificio de entrada.
Después de haber dado la breve explicación pero necesaria vamos a
entrar en detalle en lo concerniente al orificio de entrada, el cual va a presentar
algunas o todas las características que a continuación se mencionan y que con
fines didácticos intentamos ilustrar; esto claro esta, excluyendo las características
propias que presentan los disparos según su distancia.
Anillo de contusión: También conocido como cintilla erosiva: es una zona rojiza
de piel desprovista de epidermis, situada por fuera del anillo de enjugamiento, se
produce por fricción y calor del proyectil, la forma concéntrica de el anillo va a ir en
relación directa con el ángulo de disparo (5)
(4) Simonin , Camilo Leopoldo, “Medicina Legal Judicial” Ed. Jims Barcelona 1973 pag. 135
(5) Vargas Alvarado, Eduardo, “ Medicina Legal” Ed. Trillas México 1999
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Los bodes son evertidos: Esto es producto de igual forma de la salida del
proyectil que vence la elasticidad de la piel y cuyos bordes son expulsados
siguiendo la trayectoria de este.
(6) Nerio Rojas, “Medicina Legal “ Ed. “El Ateneo” Buenos Aires , 1956, pag. 57
(7) Apuntes del curso de Capacitacion Constante para Personal de Servicios Periciales del dia 13 de Mayo del 2000
(8) Locles, Roberto J ; “Balística y Pericia “ Ed. La Rocca,; Argentina 1992; pag. 36
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Herida en sedal.
Esta herida es considerada una herida atípica, “Se considera herida
en sedal cuando un agente vulnerante solo interesa la piel, tejido celular
subcutáneo, aponeurosis y primeros planos musculares en las diferentes regiones
del cuerpo, tanto en su orificio de entrada como de salida, y no deje lesiones
fisiológicas posteriores” (10).
En pocas palabras es lo que se conoce como rosón, en este tipo de
heridas el ángulo de disparo debe incidir a manos de 15 grados con respecto al
plano dérmico; en el supuesto en que el disparo sea con una arma blanca como
por ejemplo el calibre 7.62 (el usado por el AK47), la pura onda expansiva que
genera este proyectil será suficiente para causar daño en la piel aún sin tocarla, al
respecto el ingeniero Lockles nos comenta de algunos estudios realizados con
materiales como jabón, arcilla o gelatina, bajo condiciones controladas, y en las
que se realizan disparos con armas de alto poder encontrando que, el puro aire
que el proyectil comprime y expande hacia los lados es suficiente para causar
(9) Moreno González, Rafael, “Balística Forense” Ed. Porrua México, 1990, Pag. 93
(10) Martínez Murillo Salvador; “Medicina Legal” Ed. Lib. De Medicina, Mex; D.F. 1980.
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1-. Se nos entregó por parte de las autoridades municipales el cuerpo sin vida de
un sujeto de sexo masculino de aproximadamente de veinte a veintiséis años,
complexión media, tez morena, boca grande de labios gruesos, nariz recta de
base ancha, pelo castaño oscuro quebrado, frente mediana, el cual carecía de
identificaciones mismo que fue encontrado en un río de la localidad y que fue
rescatado ya sin vida y trasladado hasta nuestras oficinas por las autoridades
municipales (en ciertos estados de la República debido a su difícil e inaccesible
ubicación, las autoridades ejidales recolectan el cadáver, y la inspección pericial
se limita al estudio en el anfiteatro.
En un principio se le localizo un
golpe en la región frontal al cual
no se le dio mucha importancia,
ya que una persona ahogada es
común que presente lesiones
inflingidas a causa de la
corriente del río; pero siguiendo
con el protocolo de Necropsia se
procedió a abrir cavidad
craneana en la cual pudimos
encontrar que esa herida que
presentaba era al parecer un
proyectil de arma de Fuego, por
lo que nos abocamos a buscar
dicho proyectil, no encontrando
nada en el Interior del cráneo
Posteriormente y siguiendo
la trayectoria del proyectil
descubrimos que este había
tenido un trayecto tipo sedal
ocasionado por la curvatura
del cráneo, haciendo que el
proyectil viajara por todo
este pasando por la parte
occipital y de igual forma por
el cuello para terminar su
recorrido en la espalda a la
altura del omóplato de donde
finalmente fue extraído.
Este es un punto en los que hay que poner especial atención ya que
declarar la muerte de alguna persona por suicidio sin que este lo sea puede tener
implicaciones serias.
El signo del espejo: La experiencia nos hace corroborar este signo suicida en el
que el occiso se observa al espejo al momento de auto inflingirse la lesión, por lo
que se habrá de verificar si la posición de la víctima corresponde o no, así como
goteos con características de aspersión localizados en algún espejo del lugar (12).
(12) Gisbert Calabuig J. A. “Medicina Legal y Toxicología” Ed. Mazon Salvat; Barcelona 1992., pag. 331
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13) Gisbert Calabuig J. A. “Medicina Legal y Toxicología” Ed. Mazon Salvat; Barcelona 1992., pag. 331
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(14) Vargas Alvarado, Eduardo, “Medicina Forense y Deontología Medica”, Ed. Trillas, 1991.
(16) Cibrián Vidrio Octavio, “Balística, Técnica y Forense”, México 1998, pág. 211
Además de estos signos también en las ropas es posible encontrar en los disparos
por contacto los siguientes signos, mismos que son un poco menos frecuentes:
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Heridas a quemarropa: Estos son los considerados a corta distancia (no más de
75 centímetros) en donde la distancia entre el cañón y el arma es reducida, lo que
impide una dispersión sustancial de los granos de pólvora y del humo que
acompañan al proyectil, los orificios a quemarropa van a presentar tres zonas (21):
(20) Simonin Camilo Leopoldo, “Medicina Legal Judicial, Ed. JIMS, Barcelona
• Zona de tatuaje: esta constituida por los granos de pólvora que se expulsan
junto al proyectil incrustándose en la piel, debido a que estos granos de
pólvora van a una temperatura elevada al momento de incrustarse en la piel
no desaparecen ni con lavado... Al respecto se recomienda se tome una
fotografía con ropa (para ver si hay algún signo de los encontrados en
ropa), acto seguido se fotografía el orificio sin limpiar, para posterior a un
limpiado se toma la fotografía en la que se decidirá si es tatuaje o al
removerse con el agua es falso tatuaje.
En esta fotografía se
aprecia el orificio de
entrada acompañado de
tatuaje, aquí se lavo
perfectamente la herida
para corroborar si
efectivamente nos
encontrábamos ante la
presencia de un tatuaje,
recordemos que el
autentico tatuaje NO se
quita con el lavado.
Además de presentar
ahumamiento en esta herida
cuya trayectoria es de
adelante hacia atrás y de
abajo hacia arriba (esta
trayectoria se infiere debido a
el alargamiento del orificio de
entrada así como por el
ahumamiento, misma que
será ratificada por la
necropsia de ley), presenta
además signos de lucha y
forcejeo en cara y manos.
Orificios de bala atípicos: Estas son poco vistas y dentro de ellas encontramos:
• Los orificios de bala producidos por rebote: Al igual que los orificios de
salida, el giro del proyectil ya no es helicoidal, por lo que no gira ya sobre su
eje, razón por la que estos orificios presentan las características de uno de
salida, pero con anillo de contusión, en estos se tiene que poner especial
cuidado en el lugar donde sufrió el rebote, fijarlo bien para poder establecer
lo concerniente a la dinámica del proyectil (22)
Y por ultimo tenemos el proyectil que atravesó varias capas dérmicas y que
proyecta de una capa a otra restos óseos así como viscerales.
Hanns Gross. “El Manual del Juez”; Traducción del aleman, editorial
Orlando Cárdenas.