Después de analizar las previas sentencias de la Sala de Casación Laboral de la

Corte Suprema de Justicia podemos encontrar como factores determinantes en las

decisiones adoptadas por la Sala Laboral la observancia de tres instituciones
jurídicas.

1. Principio de primacía de la realidad.

2. Subordinación laboral -en toda su configuración legal y Jurisprudencial-.
3. Plena autonomía - en aspectos laborales, administrativo, operativos y
tecnicos-

SL 11661/2015. MP: Clara Cecilia SL 1035/2016. MP: Jorge Mauricio

Dueñas Quevedo Burgos Ruiz.

1. La primera acotación que hace la 1. En primera observancia la sala

corte es que la facultad
contractual, es, la capacidad que
tiene una persona de contratar
personal, se hizo de manera
autónoma e independiente, sin
injerencia de la empresa
contratante. Encuentra la Corte
está situación fáctica no
corresponde a uno de los
criterios de de la relación laboral,
se refiere entonces a la
subordinación. La sala laboral se
refiere así: "En este contexto
probatorio, es fácil colegir que
el demandante tenía
autonomía técnica en la
ejecución del contrato de
mantenimiento de la
maquinaria diesel; autonomía
en la selección y contratación
del personal que lo apoyaba
en su gestión; autonomía
organizacional en tanto que la
organización del departamento
o taller estaba a su cargo;
libertad en el manejo de las
finanzas dado que los costos
del servicio los administraba
él, incluyendo por supuesto el
del recurso humano a su
disposición; que podía, sin
intervención de la empresa
observa que, evidentemente la
demandante suscribió los
respectivos contratos de
prestación de servicios, sin
embargo, ésta sala laboral invoca
el principio de prevalencia de la
realidad por cuánto concluyó que
se existió by a relación laboral.
Esto determina la sala debido al
testimonios de rendido por la
demanda que decía que: horario
de trabajo me lo asignaba mi
jefe inmediato, de acuerdo a la
necesidad del servicio y él nos
decía que nos distribuyéramos
la hora del almuerzo y la hora
de entrada, yo de manera
independiente no decidí en
que (sic) horario quería
trabajar». Y el testimonio de uno
de los jefes superiores de la
demandante que dice que él
«afirmó las condiciones de
trabajo de la actora, toda vez,
que a la pregunta formulada,
respecto si le constaba como
ejecutaba la demandante el
objeto del contrato y si tenía
plena autonomía para hacerlo
contestó: ‘Las labores que
desempeñaba en calidad de
trabajadora oficial, y no tenía
 contratante, designar a un
reemplazo cuando tuviere que
asuntarse; que asumía los
riesgos o imprevistos del
negocio; que las herramientas
eran de su propiedad; y, por
último, que la empresa de la
cual afirmó su carácter ficticio,
suministró servicios a otras
empresas, lo que significa que
en verdad no fue constituida
con el único propósito de
servirle a la demandada."
2. También la sala laboral de esta
corte desvirtúa la subordinación
laboral y califica la plena
autonomía teniendo en cuenta
que el demandante también
prestó servicios profesionales a
otras empresas.
3. Respecto de la existencia de un
memorando por parte del
representante legal de la
empresa demandada hacia el
demandante la Corte
Constitucional ha pronunciado:
"Dentro del elemento
subordinación se destaca,
como ya lo ha sostenido la
jurisprudencia, el poder de
dirección en la actividad
laboral y la potestad
disciplinaria que el empleador
ejerce sobre sus trabajadores
para mantener el orden y la
disciplina en su empresa." Sin
embargo la sala interpretó que el
memorando por parte del
representante legal de la
empresa demandada no lo utilizo
como medida de carácter
sancionatorio, sino que el
carácter y finalidad de éste era
que el demandante rindiera
explicaciones en el marco del
cumplimiento de las obligaciones
contractuales.
autonomía plena por que (sic)
tenía un jefe inmediato’. Sobre
la pregunta formulada al
testigo, respecto si tenía
conocimiento del horario que
cumplía la actora o si ella
disponía del tiempo de
ejecución de la labor,
contestó: ‘Si ella cumplía un
horario específico, de 8 am a 5
pm’, finalmente a la pregunta
si la demandante trabajaba
bajo la supervisión de algún
superior quien le impartía
ordenes, manifestó: ‘Si claro,
el jefe de turno del área de la
central de autorizaciones’».
Con esto, la corte constata que
esas libertades y el pleno goce
de la autonomía administrativa,
laboral, operativa y técnica que
establecen los contratos de
prestación de servicios, no se
estaba cumpliendo para el caso
de la demandada.
2. La sala laboral de esta
corporación también recuerda
que el trabajador es la parte débil
de la relación y se refiere así: "...
en muchas ocasiones se ve
compelido por la necesidad de
obtener una fuente de
ingresos para su subsistencia
y la de su familia, a aceptar
condiciones alejadas de las
que en estricto rigor rigen en
el mundo del trabajo, y el que
haya prestado su
consentimiento para suscribir
contratos aparentes de
prestación de servicios como
aquí sucedió, no exime per se
al empleador del pago de la
indemnización moratoria,
cuando se demostró que la
entidad demandada procedió a
suscribir varios de esos
contratos de manera sucesiva
4. También trae a colación la corte
las eventuales cláusulas de
exclusividad contractual. Para la
sala laboral, éstas no constituyen
ni prueban la existencia de una
subordinación laboral, pues estas
son pactadas con fines de
garantizar: (i) la protección de la
inversión; (ii) evitar
competencia desleal y (iii)
procurar por la correcta ejecución
de las tareas y servicios
contratados.
5. Respecto del acatamiento de
órdenes que el demandante
alega que constituye
subordinación, la corte
desvirtúa diciendo que
imperativo en cuanto a cuándo y
cuáles máquinas debía reparar,
por parte del contratante, es el
objeto per se que de las
actividades contratadas
desarrollar, luego el imperativo
para desarrollar las actividades
no es por parte del contraste,
sino del contrato mismo.
para el ejercicio del cargo de
Trabajadora Social en labores
administrativas propias del
giro ordinario de sus
actividades, con abierto
desconocimiento de las
normas que regulan la
contratación administrativa de
la servicios personales."
3. En este último acápite la sala
laboral cita una sentencia dictada
con anterioridad al caso y que de
tener además un peso jurídico,
tiene también un peso reflexivo,
teniendo como argumento central
lo una institución jurídica de
el magnitudes constituciónales, se
refiere esta sala a la Buena Fe.
Reza así: ‘Bajo esta
perspectiva, los contratos
aportados y la certificación del
a ISS sobre la vigencia de los
mismos, en este asunto no
pueden tenerse como prueba
de un actuar atendible y
proceder de buena fe; ya que
los mismos no acreditan más
que una indebida actitud del
ISS carente de buena fe, al
acudir a iterativos y aparentes
contratos de prestación de
servicios que no están sujetos
a la citada Ley 80 de 1993, con
desconocimiento reiterado del
predominio de actos de
sometimiento y dependencia
laboral que muestran todos los
demás medios de prueba, lo
cual no deja duda de que la
entidad era conocedora de
estar desarrollando con el
actor un contrato de trabajo
bajo la apariencia de uno de
otra índole’.
De ahí que, mirado en
conjunto el caudal probatorio,
lo que acontece en el sub
examine, es que en la práctica
el ISS abusó en la celebración
y ejecución de contratos de
prestación de servicios con
supuestos mantos de
legalidad, con el único
propósito de negar la
verdadera relación de trabajo
subordinado como la del
analizado servidor, a efecto de
burlar la justicia y los
condignos derechos sociales
que debieron reconocerse a
tiempo a favor del trabajador
demandante, lo que es
reprochable y reafirma la mala
fe de la entidad empleadora.