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¿Quiénes, cómo y por qué?

Sobre los actores del mercado de arte argentino contemporáneo,


entre lo privado y lo público.
Mariana Cerviñ o*

Congreso CAIA 2019, Sesió n 11.


Coleccionismos descentrados. El arte contemporá neo entre el mercado, el deseo y la
acció n, siglo XX y XXI.

Los economistas coinciden en que una de las transformaciones má s notables de la


estructura social de la Argentina de los ú ltimos veinte añ os ha sido la reconfiguració n del
segmento má s alto de la estructura social. Desde la sociología, se ha destacado la
heterogeneidad de lo que se entiende como “sectores altos”. Se ha destacado asimismo,
có mo la movilidad reciente, restringida, y segmentada, trae como consecuencia nuevas
estrategias de distinció n e integració n. Otros estudios recientes, han descripto las maneras
distintas de auto presentació n y sociabilidad de estos sectores a partir de observar
instituciones representativas de estos grupos, así como las interacciones cara a cara que
distinguen a “ricos estructurales” y “nuevos ricos”.
Como marco general, es de esperar que esos cambios sociodemográ ficos hayan influido en
la prá ctica de coleccionar arte, ya que ésta ha sido, en general, aunque existen excepciones,
exclusiva de las familias má s acomodadas. Mientras que en nuestro país, surge ligada a
una clara aspiració n dirigencial y pedagó gica que encarna la elite en los ú ltimos veinte
añ os del siglo XIX hasta mediados del Siglo XX las transformaciones de ésta parecen estar
vinculadas, en principio, al decaimiento de esta aspiració n en los sectores de ascenso
reciente, cuya característica principal es el repliegue hacia el mundo privado que va de la
mano de un desinterés por lo pú blico que le ha valido la definició n de “burguesía
absentista”, segú n la denominació n de Ricardo Sidicaro.
Paralelamente, el mundo artístico argentino ha sufrido desde fines de los ochenta hasta
nuestros días, una expansió n sin precedentes. Se ha señ alado que este proceso ha creado
un nuevo tipo de coleccionista. Segú n algunos testimonios de los actores, que tomamos
como primeros indicios, buscarían hoy una satisfacció n má s ligada al goce privado de sus
obras, y no ya a la otrora aspiració n a intervenir en lo pú blico, que caracterizaba a la
oligarquía.
De entrevistas que he realizado a galeristas, surge que el nú mero de coleccionistas con los
que cuentan, es de quince a veinte personas, mientras que suponen que el total de
coleccionistas que existen en Argentina, es de aproximadamente, cincuenta.
El escaso nú mero de coleccionistas privados y su relació n desproporcionada con una
cantidad de productores creciente, es una marca diferencial del caso argentino. É sta
imprime un cará cter personal a las relaciones de intercambio, contrastando con el
requisito fundamental de un mercado capitalista propiamente dicho que es su opuesto, la
impersonalidad. Del lado de los artistas, la necesidad de conquistar a estos pocos
eventuales compradores, se impone de muchas maneras, influyendo de manera notable en
las posibilidades de sostenimiento de sus investigaciones, como así también en el origen
social de quienes son capaces de sostener su tarea. También desde el galerismo, la escasez
de la demanda provoca desbalances de poder con sus clientes, lo que redunda en
dificultades para imprimir racionalidad a sus políticas comerciales.

* Doctora en Ciencias Sociales. Investigadora Asistente de CONICET. Docente titular de la materia


Sociología del Arte y Jefa de trabajos prá cticos de Sociología Política, en la Universidad de Buenos
Aires, Argentina.
marianacerv@gmail.com
A partir de estas primeras aproximaciones, propongo poner el foco en có mo coleccionistas
y galeristas se vinculan con su propia prá ctica, y en qué medida influyen y son influidas
sus colecciones por las adquisiciones pú blicas.
Las fuentes para estas reflexiones son entrevistas en profundidad que he mantenido con
galeristas o directores de galerías y coleccionistas privados de este tipo de arte, como así
también con informantes clave que intervienen en las adquisiciones de arte
contemporá neo en instituciones pú blicas.
Me interesa caracterizar a partir de allí las siguientes dimensiones de aná lisis: los tipos de
compradores (trayectorias sociales, criterios, motivaciones, destinos, volumen,
condiciones); los tipos de galerías (segú n las trayectorias de sus propietarios y o
directores/as, estructura y escala, la forma de las adquisiciones) y las apreciaciones que
tienen ambas categorías del rol de la otra; los vínculos entre los coleccionistas privados y
sus colecciones, y los procesos de decisió n de adquisiciones de las instituciones pú blicas,
para lo que tomaré en esta ocasió n el caso del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
La hipó tesis que nos guía es que los atributos y relaciones sociales de los actores que
forman parte del mundo del arte contemporá neo tienen efectos en los modos de
coleccionar y, como corolario de éstos, en el patrimonio pú blico del arte argentino de
nuestra época.

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