COMPAÑERA DE ADOPCIÓN 2°

 
Este ritual es una traducción norteamericana de un ritual francés, de esta forma data de
la primera mitad del siglo XIX.

Decoraciones, vestimenta, etc.

La Logia está arreglada como en el Primer Grado. La parte reservada a la derecha se
llama el Jardín del Edén, y se llena con flores y frutos. En el centro está un manzano
portando frutas y alrededor del tronco hay una serpiente artificial con una manzana en
su boca; representa el árbol del conocimiento del bien y del mal. Sobre el altar ante la
Ven. Maestra, hay un pequeño cirio encendido y una bandeja dorada que contiene
jalea de manzana. Cerca de la puerta de Europa hay una lámpara ardiente alimentada
con alcohol de vino, sobre el cual se ha lanzado un poco de sal. Cerca de la puerta de
la entrada hay una tabla cubierta con un paño negro, sobre el cual hay una
transparencia que representa la muerte de Abel. En el piso hay una pintura
representativa de las cinco partes de la tierra como en el Primer Grado. También está
representado: 1. Una manzana rodeada por una serpiente. 2. Adán. 3. Eva. 4. Un río
que riega el árbol del conocimiento. 5. El Sol. 6. La Luna. 7. La Estrella en el Oriente.
La ropa es igual que la del primer grado con la adición de un velo de gasa para las
hermanas. Los oficiales dignatarios tienen guantes negros, el resto de los Hermanos y
Hermanas guantes blancos. 
 
RECEPCIÓN
 
La Maestra de Ceremonias conduce a la Aspirante al interior de la Cámara de
Reflexión. Ella le quita el pendiente izquierdo y le dice que una dama Masón debe
desdeñar los ornamentos vanos del mundo; Le pide su liga izquierda, y le suplica que
se someta con fortaleza de ánimo a las pruebas necesarias. Entonces le venda los ojos
con una venda negra. En el momento apropiado ella la conduce a la puerta y golpea 5 -
5 y después informa a la Hermana Depositaria en las mismas palabras que los
posteriores informes adentro a la Ven. Maestra.
Hermana Depositaria: Venerable Maestra, en la puerta de la Logia está la Hermana
Aprendiz… quién ha entregado su tiempo y desea ser recibida como Compañera; en
prueba de su sumisión a todo lo que requerimos de ella ha entregado sus joyas, que
ahora presento. Entonces se colocan en el altar.
VM.: Admítala. Y preguntan a la Aspirante sobre su habilidad en el Primer Grado.
VM.: Mi querida Hermana, ahora usted ahora procederá a hacer cinco viajes pensados
para recordarle aquellos cinco compañeros fieles y experimentados que la guían en el
viaje de la vida. Se le conduce cinco veces alrededor.
VM.: Estos viajes figuran, mi querida Hermana, los cinco sentidos; la visión, la
audición, el olfato, el gusto, el tacto, que deben dirigirle en todas las cosas. Hermana
Maestra de Ceremonias, conduce nuevamente a nuestra Hermana a la entrada del
Templo para la preparación posterior. La conducen hacia atrás y le ponen una cadena
en ambas manos. Ahora es requerida para darnos pruebas de la firmeza de su fe. Le
pasan sus manos sobre la lámpara de alcohol. Que nuestra hermana sea purificada por
el fuego. Al M.C.: Usted ahora conducirá a la Aspirante a través de cinco pasos al Altar
de la Discreción y la hará poner ambas manos sobre el árbol del paraíso terrestre. Se
hace esto y se le quita el vendaje. El vendaje sobre sus ojos, mi querida Hermana,
representa el estado de inocencia de nuestros primeros padres y de su confianza ciega
en la promesa de los templos. Que el velo sea quitado se hace. Ahora ve ante usted, mi
querida Hermana, el origen de toda nuestra felicidad así como de nuestras desgracias;
esto representa el Jardín del Edén y el árbol simboliza la debilidad del primer hombre
que fue seducido al mal por ella quien fue como su propia carne, y quien, conducida a
extraviarse por la adulación del espíritu del mal, hizo que cayeran juntos en la
desobediencia de los leyes del Creador quien los había formado a su propia imagen. Fue
el principio de todo crimen y la causa de la caída de nuestra raza desde la inmortalidad y
la semejanza de Dios; el hombre tuvo que trabajar para ganarse el pan, y la mujer fue
abrumada con dolor, así exigiendo sobre nosotros esa muerte gravosa de la cual la
representación está ante usted. Ahora esto sólo permanece para nosotros, mi querida
Hermana, para regular nuestras vidas por la práctica de la virtud, así como para evitar
después de esta muerte el castigo fatal que es reservado para el vicioso. Reflexione
seriamente sobre este tema y esfuércese en este Segundo Grado en redoblar sus
esfuerzos en la práctica de lo bueno y en evitar todo lo malo.
Ven. Maestro: En orden de asegurarnos más a fondo de su discreción y ligarle más
firmemente a nosotros, tenemos, como en el grado precedente, para usted una
obligación que debe tomar. ¿Usted consiente de buena gana en esto?
Aspirante: Si consiento.
Ven. Maestro: Arrodíllese por favor, ponga ambas manos sobre la Santa Biblia que yace
en el altar, repita su nombre y apellido y repita después de mí. Golpea 5 - 5. Todos se
levantan. Yo,…, prometo bajo pena de mi juramento anterior, guardar fielmente los
secretos de una Compañera ante una Aprendiz, como he prometido guardar los del
Aprendiz ante el profano. Así sea. La Aspirante se levanta. En el nombre de la Gran
Maestra de la Orden y en virtud de los poderes conferidos a esta Logia, le recibo y
constituyo una Compañera de Adopción y una miembro de esta asamblea. Golpea 1.
Todos se sientan. Ahora le presento esta manzana que usted morderá una vez sin tocar
las pepas, o el germen de la fruta, lo que consideramos como simbolización de la fuente
de todo el mal. Entonces le aplica a sus labios, por 5 pequeños golpes, una llana que
contiene la jalea de manzana perfumada. Pongo el “sello de la discreción” sobre sus
labios, para enseñarle a recordar que usted nunca debe abrirlos de tal manera como para
divulgar nuestros misterios al profano. Preséntese a la Venerable Maestra quien ahora le
dará algunos símbolos de nuestra estima y respeto.
VM.: Le doy en nombre de los Compañeros de esta Logia una recepción calurosa y
hermanable bienvenida. La abraza como en el Primer Grado Ahora restauro a usted
esto, su joya y le presento la liga del Compañerismo. Esto se hace como en el Primer
Grado. Tenemos en esto como en las del grado precedente ciertos signos, símbolos y
palabras por las cuales los Compañeros se dan a conocer el uno al otro y de los cuales
usted está obligada a guardar tanto del Aprendiz como del profano.
Estos secretos se explican aquí. Preséntese a las Hermanas Inspectora y Depositaria, y
dese ha conocer como una Hermana Compañera.
La Maestra de Ceremonias la conduce a la Inspectora y a la Depositaria, ambas la
examinan en los secretos y la última entonces informa.
Hermana Depositaria: Venerable Maestra, el signo, el símbolo y la palabra dados por la
Hermana Compañera son correctos.
VM., golpea 5 - 5. Todos se levantan: ¡A la orden! Mis queridos Hermanos y Hermanas,
le invito de aquí en adelante a reconocer a la Hermana… como una Compañera y
miembro de esta Logia de Adopción; para llevarle amistad perpetua y rendirle su ayuda
y asistencia en caso de necesidad. Únanse a mí en dar la bienvenida a su feliz recepción.
Batería dada como en el Primer Grado.
 
LECTURA
 
P.: ¿Es usted un Hermana Compañera?
R.: Déme una manzana y júzguelo por usted.
P.: ¿Cómo fue recibido usted una Compañera?
R.: Por una fruta y una venda.
P.: ¿Qué significado tiene la fruta?
R.: Dulzura, que es una virtud Masónica.
P.: ¿Qué significa la venda?
R.: La unión fraternal y la fuerza de una amistad que tiene virtud para sus propósitos.
P.: ¿Qué vio usted en su recepción?
R.: El emblema del principio del mal.
P.: ¿Qué le otorgaba seguridad?
R.: Los principios de la Masonería.
P.: ¿Cuáles son esos principios?
R.: Todas las virtudes.
P.: ¿Ha usted viajado alguna vez?
R.: He hecho cinco viajes, que recordaron a mi mente cinco Compañeros fieles y
experimentados para guiarme a través del viaje de la vida.
P.: ¿Cuáles son esos Compañeros fieles?
R.: Los cinco sentidos: La visión, la audición, el olfato, el gusto, el tacto.
P.: ¿Qué vio usted?
R.: Un velo negro cubrió mis ojos pero viajé por la luz de la razón.
P.: ¿Qué oyó usted?
R.: La dulce y persuasiva voz de la sabiduría.
P.: ¿Qué olió usted?
R.: Un perfume dulce y puro.
P.: ¿Qué degustó usted?
R.: La Paz del corazón.
P.: ¿Qué tocó usted?
R.: Las manos de la amistad.
P.: ¿Pasó usted el fuego sin peligro?
R.: Lo hice, el fuego de la virtud anima pero no quema.
P.: ¿Qué le hizo una Compañera?
R.: La llana de mi propia virtud.
P.: ¿Para qué se usa la llana?
R.: Para unir nuestros corazones en sentimientos de probidad y honor, y enseñarnos a
olvidar de todas las ofensas que pudimos haber recibido.
P.: En la recepción, ¿qué se le aplicó a sus labios?
R.: El sello de la discreción para enseñarme que mis labios deben estar cerrados sobre
los misterios de la Masonería.
P.: ¿Dónde le recibieron como Compañera?
R.: En un hermoso jardín regado por un río.
P.: ¿Cómo se llama ese jardín?
R.: El Jardín de Edén el cual Dios entregó a Adán y a Eva para guardarlo.
P.: ¿Por qué fueron expulsados de allí?
R.: Por su desobediencia.
P.: ¿Qué vio usted en ese jardín?
R.: El árbol del conocimiento del bien y del mal regado por un río.
P.: ¿Qué aprendió usted por ese emblema?
R.: Me enseñó a hacer el bien y a evitar el mal.
P.: ¿Qué representa el río?
R.: La corriente de la vida y la turbulencia de las pasiones, que como hermana nos
enseñan a contener.
P.: ¿Qué significa la palabra Eva en cada lado del cuadro?
R.:  Me recuerda nuestro origen y que debemos evitar toda la tentación al mal.
P.: ¿Por qué una Compañera no debe comer las pepas de la manzana?
R.: Porque las pepas representan el germen de la fruta prohibida.
P.: ¿Cuál es el principal objetivo de la Masonería de Adopción?
R.: Hacernos felices.
P: ¿Cómo se alcanza esa felicidad?
R.: Por la unión y la virtud.
P.: De el signo de Comp. (Se entrega).
P.: Déme la palabra. (Se da).
P.: ¿Qué significa esta palabra?
R.: La paz y la concordia que subsisten entre los Hermanos y Hermanas las cuales la
sibila predijo después del derrocamiento de la Torre de la Confusión.
P.: ¿Cuál es el deber de una Compañera?
R.: Escuchar, obedecer, trabajar y ser silenciosa sobre nuestros misterios hacia el
profano.
 
 
DISCURSO
 
Ven. Maestro: Mis queridos Hermanos y Hermanas, nuestros cinco sentidos son las
arterias de la vida sentimental y son tan necesarios para nosotros como para nuestro
intelecto, porque son los órganos a través de los cuales el alma inhala impresiones
exteriores y transmite su aliento inteligente; uno no puede hacer nada bien sin su ayuda;
con todo desafortunadamente nuestros sentidos son las mismas facultades por las cuales
somos fácilmente conducidos al mal, de modo que es necesario dirigir su influencia a
través de las reglas severas de la razón y de la virtud. Para satisfacer correctamente las
condiciones esenciales impuestas por los cinco viajes que ustedes han emprendido como
Compañeros es necesario que estas facultades traigan nuestra ayuda.
El tacto, tiene un encanto sentimental, tan dulce e impresionable que cuando está
ejercitada en los intentos flexibles del arte, con un aprecio fino y sutil de la forma,
llegua a ser así graduada al estado de las otras percepciones, si es inspirada por los
conocimientos de la geometría práctica, que la mano que guía el cincel nunca vague,
sino que se mantenga en esa altura del pensamiento la cual inspira al artista.
La visión es una facultad que es muy susceptible al error por la impresión falsa, y
engaña a menudo por las atracciones de la perspectiva, o la calidez de la imaginación en
el aprecio irracional de objetos; dirige la mano del artista, comenta sobre el plan del
trabajo, ayuda en la dificultad de la mediación, y no cesa hasta que dice: es bueno.
La audición, nos comunica la lengua armoniosa del sentido, nos hace atentos y
reservados en nuestros trabajos; nos conduce metódicamente, y por su ayuda relajamos
o aceleramos nuestros golpes; sus instintos sutiles admirables ayudan a las creaciones
del genio y conducen a la perfección.
El gusto, es un sentido sin el cual no podemos hacer nada bien, es una de las luces de la
naturaleza que nos conduce a la sublimación, y es el único principio por el cual el artista
puede lograr celebridad. Puesto que el gusto da el sello de la inmortalidad a los trabajos
del espíritu; usted verá esto ilustrado en la muchedumbre de las cosas que bajan y
desaparecen con las circunstancias que les dieron celebridad; si hubieran sido poseídas
de ese gusto universal que preside, con la justicia y la precisión, en la composición de
un trabajo, y que asegura la admiración de la gente menos inteligente, habrían sido
todavía tan duraderas en sus reputaciones como son las catedrales de Milán y de
Estrasburgo, y los nombres de los artistas como los de Phidias o de Praxiteles, se
transmitirían de siglo en siglo.
El olfato, es el más caprichoso de todos nuestros sentidos, y la más extraordinaria de las
cualidades de la fisiología humana; se debe considerar como el último eslabón de la
cadena que une nuestra naturaleza dual; nos permite apreciar las cualidades exteriores
de las cosas materiales, y es nuestro ambiente especial y la inteligencia que se comunica
con el entorno. Oler más allá nos permite distinguir las cualidades esenciales de ciertos
cuerpos y facilita el análisis.
Es por estas razones, mis queridos Hermanos y Hermanas, que debemos tanto a nuestros
cinco sentidos en todas las cuestiones prácticas de la vida. En las lecciones de la
Masonería de Adopción tienen, por otra parte, un uso práctico por el cual debemos ser
dirigidos moralmente y el cual ahora les explicaré. El olfato nos enseña que el perfume
más exquisito es inútil en nuestro gran trabajo sin la práctica de la virtud de hacernos
felices en este mundo y en lo que viene después de eso. La audición nos implica esta
lección moral, que debemos cerrar los oídos a la calumnia y a todo lo que pueda minar
la prudencia y la virtud. El gusto, nos enseña que debemos adoptar una manera de vida
templada para mantener nuestra salud corporal, restaurarnos con moderación e incitar a
los demás a las buenas acciones moderadamente considerando las delicadezas de la
mesa. La visión nos enseña a levantar nuestros pensamientos sobre cosas terrestres, y a
ver los trabajos hermosos de la naturaleza para dirigir nuestras mentes en la manera
correcta y para ofrecerle el homenaje de nuestros corazones agradecidos a Él quien nos
los dio para nuestra edificación. El tacto, enseña en todo momento que tomando las
manos de los otros renovamos nuestra obligación de ayudar al otro en las necesidades y
los peligros de la vida.