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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÒN SUPERIOR


UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO
CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES
CONVENIO IUTEMBI.UNIPAP
VALERA EDO. TRUJILLO

EL DESEMPLEO

Autores:
Osuna P. María Abigail C.I. Nº 10912654
Valecillos H. Jesús Ramón C.I. Nº 11316191
Osuna Angélica C.I. Nº 13049266
Villarreal Liliana C.I. Nº 17392972

Valera,15-08-2014
Desempleo: Desempleo, desocupación, cesantía o paro, en el mercado de
trabajo, hace referencia a la situación del trabajador que carece de empleo y, por
tanto, de salario. Por extensión es la parte de la población que estando en edad,
condiciones y disposición de trabajar -población activa- carece de un puesto de
trabajo. Para referirse al número de parados de la población se utiliza la tasa de
desempleo por país u otro territorio. La situación contraria al desempleo es el
pleno empleo.
Además de la población activa, en la que se incluye tanto a los que están
trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país, las
sociedades cuentan con una población inactiva compuesta por aquellos miembros
de la población que no están en disposición de trabajar, sea por estudios, edad
-niños y población anciana o jubilada-, enfermedad o cualquier otra causa
legalmente establecida.
Para que exista el desempleo se necesita que la persona desempleada desee
trabajar y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento
dado. Las causas de esta situación son múltiples, produciendo como
consecuencia distintos tipos de desempleo (cíclico, estructural, friccional y
monetario). Además existe el desempleo tecnológico que se origina cuando hay
cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades de los
trabajadores no sean útiles.
Debido a los costes humanos derivados de la privación y del sentimiento de
rechazo y de fracaso personal, la cuantía del desempleo se utiliza habitualmente
como una medida del bienestar de los trabajadores. La proporción de trabajadores
desempleados también muestra si se están aprovechando adecuadamente los
recursos humanos del país y sirve como índice de la actividad económica.
Causas: Los economistas han descrito las causas del desempleo como
fricciónales, temporales, estructurales y cíclicas.
El desempleo friccional se produce porque los trabajadores que están buscando
un empleo no lo encuentran de inmediato; mientras que están buscando trabajo
son contabilizados como desempleados. La cuantía del desempleo friccional
depende de la frecuencia con que los trabajadores cambian de empleo y del
tiempo que tardan en encontrar uno nuevo.
El cambio de empleo se produce a menudo y un importante porcentaje del
desempleo es friccional y sólo dura un corto espacio de tiempo. Esta clase de
desempleo se podría reducir de alguna manera con servicios de colocación más
eficientes. Sin embargo, siempre que los trabajadores puedan abandonar
libremente su trabajo se producirá un desempleo cíclico.
El desempleo temporal se produce cuando las industrias tienen una temporada de
baja, como durante el invierno en la industria de la construcción o en otros
sectores de producción cuyas tareas se realizan a la intemperie. También se
produce al finalizar el año escolar, cuando muchos estudiantes y licenciados se
ponen a buscar trabajo.
El desempleo estructural se debe a un desequilibrio entre el tipo de trabajadores
que requieren los empresarios y el tipo de trabajadores que buscan trabajo. Estos
desequilibrios pueden deberse a que la capacitación, la localización o las
características personales no sean las adecuadas. Por ejemplo, los desarrollos
tecnológicos necesitan nuevas cualificaciones en muchas industrias, y dejan sin
empleo a aquellos trabajadores cuya capacitación no está puesta al día. Una
fábrica de una industria en declive puede cerrar o desplazarse a otro lugar,
despidiendo a aquellos trabajadores que no pueden o no quieren desplazarse.
Los trabajadores con una educación inadecuada, o los trabajadores jóvenes y los
aprendices con poca o ninguna experiencia, pueden no encontrar trabajo porque
los empresarios creen que no producirán lo suficiente como para que merezca la
pena pagarles el salario mínimo legal o el salario pactado en el convenio colectivo
con los sindicatos.
Por otro lado, incluso los trabajadores muy cualificados pueden estar
desempleados si no existe una demanda suficiente de sus cualificaciones. Si los
empresarios discriminan a algún grupo en razón de su sexo, raza, religión, edad o
nacionalidad de origen, se puede dar una alta tasa de desempleo entre estas
personas aunque haya muchos puestos de trabajo por cubrir. El desempleo
estructural es especialmente relevante en algunas ciudades, profesiones o
industrias, para aquellas personas con un nivel educativo inferior a la media y para
otros grupos de la fuerza laboral.
El desempleo cíclico es el resultado de una falta de demanda general de trabajo.
Cuando el ciclo económico cae, la demanda de bienes y servicios cae también y,
por lo tanto, se despide a los trabajadores.
DESEMPLEO EN VENEZUELA
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Venezuela el desempleo se
mide a través de un índice. El índice o tasa de desempleo es un cociente entre el
número de personas que (estando en edad y disposición de trabajar) se
encuentran desocupados, y el total de personas en edad y disposición de trabajar
(ocupados y desocupados). Es lo mismo que decir que la Tasa de Desocupación
es el porcentaje de la Población Desocupada con respecto a la Población
Económicamente Activa. Tanto numerador como denominador dependen de
fenómenos complejos, tales como la tasa de crecimiento poblacional, la deserción
escolar, la efectividad y cobertura de los programas sociales, el crecimiento
económico y del número de personas que, estando en edad y disposición de
trabajar, desean efectivamente hacerlo. Esa complejidad hace del desempleo una
estadística atractiva para la práctica de la transformación. Cabe destacar que, al
menos en lo que se refiere al indicador de desempleo, la estadística del INE
coincide con el criterio utilizado internacionalmente, cosa que hace posible la
comparación de los índices de desempleo entre países. Esto es cosa cierta, como
también lo es el hecho de que, al menos en el caso venezolano, la medición
subestima considerablemente el fenómeno del desempleo en su sentido más
amplio. Después de todo, en la situación actual de Venezuela son muy pocos los
que no son capaces de buscar una solución parcial a su problema de empleo.
De acuerdo a la tasa de medición de desempleo se considera:
Población Desocupada: A las Personas de 15 años o más, de uno u otro sexo,
quienes declararon que durante la semana anterior al día de la entrevista no
estaban trabajando y estaban buscando trabajo con remuneración. Asimismo, se
incluyen aquellas personas que nunca han trabajado y buscan trabajo por primera
vez.
Población Económicamente Activa: Está constituida por todas las personas de
15 años y más con disposición y disponibilidad para trabajar en el período de
referencia, que es la semana anterior a la realización de la entrevista.
¿Qué se considera una persona desempleada? De acuerdo con la definición
universalmente aceptada, están desempleados personas mayores de 15 años
quienes respondan "no" a la siguiente pregunta: "La semana pasada, de lunes a
domingo, ¿ha realizado un trabajo remunerado (en metálico o especies),
asalariado o por su propia cuenta, aunque sólo haya sido por una hora o de forma
esporádica u ocasional?".
Origen: Aunque en la Edad Media “el problema del desempleo como se entiende
hoy aún no existía”, había desocupados. (La disoccupazione nella storia [El
desempleo en la historia].) No obstante, en aquel tiempo, a la persona que
no trabajaba se la tenía por holgazana o vagabunda. En su libro Idle Hands
(Manos ociosas), el profesor John Burnett explica que hasta el siglo XIX muchos
analistas ingleses “identificaban a los desempleados principalmente con los
‘inadaptados’ y trotamundos que dormían a la intemperie y deambulaban de noche
por las calles”. El “descubrimiento del desempleo” tuvo lugar a finales del siglo XIX
o principios del XX. Se formaron comisiones gubernamentales especiales para
estudiarlo y resolverlo, como la Comisión Selecta de la Cámara de los Comunes
británica para tratar la “Consternación por la falta de empleo”, de 1895. El
desempleo se había convertido en una epidemia.
La conciencia de este problema aumentó drásticamente, sobre todo después de la
primera guerra mundial. Esta contienda había eliminado el desempleo. Pero a
principios de los años veinte el mundo occidental experimentó una recesión tras
otra, lo que culminó en la Gran Depresión, que desde 1929 zarandeó las
economías industrializadas del mundo entero. Tras la segunda guerra mundial,
muchos países tuvieron un nuevo auge económico y el desempleo disminuyó
ostensiblemente. Por eso, “es permisible decir que el origen del problema actual
del desempleo se remonta a mediados de los años sesenta”, menciona la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. El mercado laboral sufrió
otro descalabro como consecuencia de la crisis petrolera de los años setenta, y la
ola de informatización con su secuela de despidos. El desempleo ha comenzado a
propagarse inmisericordemente incluso entre el personal administrativo, que en el
pasado se consideraba seguro.
Efectos del desempleo
La presencia de un elevado desempleo es un problema tanto económico como
social. Como problema económico, es un despilfarro de valiosos recursos. Como
problema social es una fuente de enormes sufrimientos, ya que los trabajadores
desempleados tienen que vivir con una renta menor. Durante los períodos de
elevado desempleo, las dificultades económicas también afectan a sus emociones
y a la vida familiar ya que esto trae consecuencias en la economía doméstica. De
cuando en cuando, los países experimentan un elevado desempleo que persiste
durante largos períodos, a veces hasta diez años. Es lo que ocurrió en Estados
Unidos durante la Gran Depresión, que comenzó en 1929. En unos pocos años, el
desempleo aumentó afectando a casi una cuarta parte de la población trabajadora,
mientras que la producción industrial se redujo a la mitad.
El desempleo de una parte importante de la población activa es probablemente el
mayor problema con el que se enfrenta un buen número de países. Los efectos
del desempleo se pueden analizar estudiando las tres siguientes categorías:
Efectos sobre los desempleados,· Efectos sobre los que trabajan, · Efectos sobre
la Economía
Efectos sobre los desempleados
Conviene señalar en primer lugar que cuando existen recursos ociosos la
producción potencial de los mismos se pierde para siempre. Por tanto, el primer
costo para la sociedad son los recursos no producidos al tener un cierto volumen
de mano de obra sin ocupar. Los costos más graves del desempleo son para
quienes lo sufren directamente, esto es, para los que no encuentran trabajo. En
algunos países más desarrollados, el seguro de desempleo está en buena medida
generalizado y la gran mayoría de aquellos que no encuentran empleo pueden
acogerse a él: el subsidio de desempleo, sin embargo, no evita todos los males.
Por ello, puede afirmarse que el desempleo es el primer elemento determinante de
la pobreza.
El subsidio de desempleo cubre unos mínimos, pero indiscutiblemente el nivel de
ingresos y como consecuencia de éste  el de los gastos de los trabajadores
desempleados es inferior que el de los que están ocupados. Pero una reducción
de los ingresos  es solo uno de los aspectos del problema del desempleo, que
incluso induce a problemas sociales tales como el alcoholismo, la drogadicción y
el suicidio. El desempleado, al sentirse rechazado por la sociedad, sufre
psíquicamente y, al tratar de evadirse, pueden incurrir en la citadas situaciones.
Estos problemas tienden a presentarse con más intensidad entre los que sufren el
desempleo de larga duración, esto es, que es igual o superior a seis meses.
Efectos sobre los que trabajan
Aunque, indiscutiblemente, la carga más pesada del desempleo recae sobre los
desocupados, los que trabajan también tienen que pagar un alto precio por la falta
de trabajo. Por un lado, los que están empleados se ven obligados a pagar parte
de los costos del desempleo mediante unas cotizaciones o impuestos más
elevados. El seguro de desempleo se nutre de las cotizaciones a la seguridad
social de los trabajadores y de las empresas y, en parte, de las contribuciones del
sector público. Así, cuando el nivel de desocupación aumenta, los trabajadores
empleados contribuyen a financiar los mayores costos derivados del pago del
seguro de desempleo mediante cotizaciones y mayores impuestos.
Efectos sobre la Economía
A nivel macroeconómico, el desempleo  también implica un alto costo. Cuando el
desempleo perdura puede tener consecuencias degradantes para quien se ve
obligado a permanecer sin trabajo. Pero incluso para la sociedad es perjudicial el
que una parte de la población activa se encuentre durante cierto período
desempleada. Los buenos hábitos laborales y la propia productividad potencial de
los trabajadores se verán negativamente afectados

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