Su necesidad de desarrollo y /o obtención fue creado por los
avances industriales en el campo de la embriogénesis somática y la ingeniería genética, con la selección y producción masiva de embriones somáticos de “élite” en grandes biorreactores para plantas como la alfalfa. Constituye una imitación de una semilla vegetal natural. Está formada por un aislado de tejido meristemático totipotente con potencial para diferenciarse y producir una planta completa. Este tejido puede estar deshidratado o no, y está siempre recubierto por un agente gelificante (por ejemplo alginatos, dextranas), capaz de formar una matriz o cápsula de gel hidratado, dicha matriz puede contener materiales bioactivos. Dicho de otra manera, una semilla artificial es el embrión producido in vitro embebido en una cubierta protectora artificial que lo mantiene vivo fuera del tubo de ensayo y lo nutre durante el proceso de germinación. Entre los producidos hasta la fecha como principales tipos de semillas se tiene a:
- embriones encapsulados en gel hidratados
- embriones encapsulados en geles deshidratados - embriones deshidratados no encapsulados.
Han sido producidas por dos métodos: fabricando un sistema
hidratado (encapsulación en hidrogeles), o utilizando un sistema de desecación de los embriones. Un tipo de hidrogel para encapsular los embriones es el alginato de sodio (alginato de sodio más cloruro cálcico). Para la reducción de su desecación se suele aplicar a modo de “cáscara” distintos polímeros y sustancias como el tampón Tris o el éter de petróleo, que además controlan un poco la germinación del embrión. En el gel de la cápsula como sustancias bioactivas pueden ser incluídas nutrientes minerales y orgánicos, productos fitosanitarios (funguicidas, bactericidas) y reguladores de crecimiento; esto crea un “cuasi medio de cultivo” en el interior de la semilla artificial. El encapsulamiento en geles de alginato de sodio es muy adecuado por su simplicidad, ya que al pasar la suspensión de embriones con alginato a un baño con sales de calcio se forman esferas endurecidas de aproximadamente 4 mm de diámetro conteniendo cada una de ellas un embrión. Entre las frecuencias de germinación obtenidas se tiene entre 85 y 100% en embriones de alfalfa y apio, con 30 y 65% , respectivamente, de formación de plantas de calidad
La aplicación del método de desecación es el que busca una
mayor analogía, comparado a los otros métodos, con las semillas naturales, eliminando los problemas de deshidratación de los hidrogeles. Son aplicaciones que se vislumbran de esta metodología: la rápida propagación de híbridos F1 de arroz, la propagación de cultivares sanos y o nuevos de papa y ajo o la sustitución de semillas verdaderas de costo muy elevados como el pepino sin semilla. La investigación en este campo se encuentra aún en sus etapas iniciales.
SEMILLAS Y GERMINACIÓN in vitro :
La semilla es el producto maduro de un óvulo y es una estructura
autónoma, completa y compleja, tanto fenotípica como genotípicamente, ya que aparte de formas y tamaños de enorme variedad contiene tejidos de diferente composición genética, así el embrión es diploide y el endospermo es triploide. La semilla viable culmina su función cuando tiene lugar la germinación, que se produce normalmente con agua suficiente, bastante oxígeno y con temperatura que ronda límites fisiológicos. Si no se produce la germinación con todas las condiciones favorables, esto implica un estado de dormancia, un mecanismo de protección que se caracteriza por una disminución de la actividad metabólica. Cuando la germinación de semillas se realiza in vitro, en algunos casos los requerimientos y factores implicados aumentan considerablemente; así factores como pH, hidratos de carbono, sales minerales, vitaminas y gelificantes del medio de cultivo son importantes, siendo los reguladores de crecimiento los que permiten controlar (inhibir/inducir) la germinación de las semillas. Por ejemplo, el ácido giberélico se utiliza para romper o eliminar la dormancia y el ácido abscísico para inducirla. La germinación in vitro tiene ventajas respecto a la producida en condiciones naturales: puede solucionar casos de inhibición total de la germinación, permitir la germinación de semillas con intrmediario obligado, aumentar la tasa de germinación, evitar el aborto embrionario, reducir el tiempo necesario y sincronizar la germinación, por ejemplo, el pretratamiento de las semillas de Annona cherimola con ácido giberélico acelera el tiempo de germinación.
VITRIFICACIÓN DE PLANTAS CULTIVADAS in vitro :
Vitrificación, no se refiere a un proceso fisiológico, sino a un
conjunto de características físicas, que describen cambios en las hojas, tallo y raíces que les dan una apariencia cristalina, acuosa, húmeda y translúcida. Estos desórdenes, especialmente manifiestos en las hojas, afectan a dos de los procesos más importantes que realizan las hojas: la fotosíntesis y el intercambio gaseoso. Las causas de la malformaciones de la vitrificación están todas ligadas a las especiales características del cultivo in vitro : factores nutricionales sobredimensionados y o superfluos (elementos minerales, carbohidratos) y elevadas dosis de reguladores de crecimiento, que producen un efecto subtóxico global. Los estudios señalan que los defectos anatómicos y fisiológicos observados son el resultado de varias alteraciones en determinadas rutas metabólicas. Las plantas afectada por la vitrificación son incapaces de sobrevivir al estrés provocado por el transplante a condiciones ex vitro , siendo necesario un gradual proceso de recuperación de las características morfológico-funcionales normales, para conseguir con éxito el proceso de aclimatación. Como solución a la vitrificación se propone incrementar el gradiente de vapor de agua entre las hojas in vitro y la atmósfera del contenedor de cultivo durante la fase inmediatamente anterior al transplante, para mejorar de esta manera la estructura morfológica y funcional delas hojas jóvenes en crecimiento activo en la zona meristemática. Las hojas desarrolladas en condiciones de baja humedad y alta irradiancia han mostrado una actividad fotosintética y metabólica normal. Puesto que la actividad fotosintética in vitro es muy escasa o nula. La adaptación del sistema foliar de estas plantas hacia una fotosíntesis activa es uno de los objetivos fundamentales. Para conseguirlo se han propuesto algunas alternativas concretas como la eliminación de las fuentes exógenas de carbono, la defoliación mecánica de las plantas, la inducción de órganos de reserva, el uso de retardantes de crecimiento para inhibir el crecimiento foliar y mejorar la tasa de proliferación y crecimiento en ápices y yemas, el enriquecimiento en CO2 bajo condiciones de alta intensidad lumínica, al objeto de estimular la fotoautotrofia de las plántulas, quizá al actuar el CO2 como antagonista del etileno, estabilizándose por ello la actividad metabólica implicada en los procesos de lignificación.
REVIGORIZACIÓN DE PLANTAS CULTIVADAS in vitro :
Tiene en cuenta la edad de las plantas que se expresa de dos
formas: la edad ontogénica (juvenilidad/madurez) y la edad fisiológica. La juvenilidad es definida como la condición de una planta previa a la floración o gametogénesis. Existen varios parámetros fenotípicos asociados a la juvenilidad, como cambios en la capacidad de formación de raíces adventicias: en la forma, área, volumen y distribución de estomas, en la longitud de los pecíolos, en el volumen del meristemo apical, en la extensión de la actividad meristemática sub-apical y en el número de nudos por yema, en el hábito de crecimiento y longitud de los entrenudos, en la respuesta a los reguladores de crecimiento, en la forma del tallo, lignificación, color, producción de espinas. La capacidad organogénica y la resistencia a enfermedades de las plantas juveniles pueden ser diferentes de las propias plantas adultas. Las vitroplantas pueden ser inducidas a florar; por lo tanto las plantas producidas por cultivo de tejidos no son verdaderamente juveniles, salvo si el tejido original era juvenil. Las plantas juveniles enraizan perfectamente in vitro, mientras que los adultos no lo hacen, pese al efecto de rejuvenecimiento del cultivo de tejidos. En cítricos y chirimoya, después de microinjertos sucesivos, se consigue el rejuvenecimiento y enraizamiento in vitro , mientras en olivo lograron utilizando microinjerto seriado, respectivamente. Desde este punto de vista, el rejuvenecimiento in vitro de especies frutales puede ser una alternativa para reducir el tiempo de producción de los frutos en el campo. La causa de rejuvenecimiento inducido por cultivo de tejidos es desconocida. Otra forma de conseguir el rejuvenecimiento in vivo es aplicando reguladores de crecimiento como el ácido giberélico, que no se añaden al medio de cultivo in vitro normalmente. También se ha detectado rejuvenecimiento in vitro en plantas incubadas sin reguladores de crecimiento. Esto puede explicarse por el efecto de correlación que implica la eliminación del origen de varios inhibidores (el abcísico) en el proceso de aislamiento de explantes, lo que puede mejorar el vigor al cambiar el balance promotor/inhibidor en el sistema.