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LA MUJER ARTISTA EN LA HISTORIA

Mora de las Casas


Delfina de Benedictis

(Grupo Eliana)

Introducción

En una búsqueda de distintos aspectos artísticos a lo largo de la historia que puedan sernos
de interés para realizar el TPI, mi compañera y yo nos encontramos haciéndonos la misma
pregunta: ¿Por qué, en casi todas las épocas estudiadas, los artistas destacados son sólo
hombres?​ ¿Dónde están las mujeres artistas?​ ¿Por qué la información sobre ellas es tan
escasa?
Con asombro y cierto enojo, comenzó una búsqueda sobre aquellas pocas mujeres que
pudieron hacerle frente a los siglos de culturas represivas que les negaban posiciones
intelectuales o de poder. Ante sistemas donde su única obligación y posibilidad era casarse,
formar una familia y criar hijos, estas maravillosas mujeres rompieron esos esquemas para
generar obras impresionantes, que carecen del reconocimiento que se merecen. Estas obras
tienen matices únicos, sentido de identidad que compite e incluso supera a algunos artistas
hombres de la época.​ El “99% de las obras han sido firmada por hombres” explica, en parte,
que estas artistas hayan sido silenciadas frente a la “celebración de la masculinidad” y el
reconocimiento a los grandes nombres como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Rafael o
Caravaggio.​ Nuestro objetivo entonces, es​ hacerlas visibles.

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La mujer artista en la historia ​ Mora de las Casas - Delfina de Benedictis

ANTIGÜEDAD

Buscando artistas mujeres en la antigüedad, nos encontramos con que no hay una sola mujer
que haya firmado una obra con su nombre. Solo aparecieron mitos sobre mujeres históricas,
pero ningún contenido específico. Es por ello que elegimos un jarrón de la Grecia antigua,
donde se representa a la mujer y los papeles que desempeñaba en la vida diaria griega.

La característica de esta obra, es que forma parte de


un epinetro, un objeto, siempre asociado con la mujer
(en sus dibujos siempre aparecen mujeres) y el
trabajo con la lana, que da una imagen general de la
posición de poder de las mujeres en la sociedad
grecorromana.
El epinetro ​era una especie de ​rodillo​ que usaban las
mujeres​ del Ática cuando desbastaban la lana para
su ​hilado​ con el método conocido como "hilado en
pierna", colocándose sobre el muslo, se frotaba la lana sobre su superficie rugosa para evitar
que la grasa de la lana manchara la ropa. Además de cumplir esta función, también solían ser
colocados en las tumbas de las mujeres que morían solteras.
Lo llamativo de estas piezas de cerámica era que, al ser exclusivamente objetos para
mujeres, las imágenes que la rodeaban eran grupos de mujeres, y esto generaba una
presión ideológica por parte del sistema social griego, ya que de esta forma
remarcaban cuál era su lugar en la sociedad.
En la obra se expresan las actividades cotidianas que realizaban las mujeres griegas, siendo
actividades relacionadas con la crianza y las tareas del hogar. No tenían una posición, eran

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consideradas ​no ciudadanas​, es decir, que no tenía derecho a participar en cuestiones


políticas, ni militares ni civiles, independientemente del rango social al que pertenecieran.
A nivel técnico se observa la técnica de​ dibujo de figuras en negro sobre el fondo de arcilla
como un estilo de pintura de la antigua cerámica ​griega​ ​en la que la decoración aparece
silueteada en negro sobre fondo rojo, al hacer pequeñas incisiones sobre el negro.
No se refleja en esta pieza en particular, la cosmovisión propia de la época, pero sí un
aspecto fundamental de su cultura.
Con respecto a los textos, nos encontramos ante una ​sociedad oral​, donde la transmisión del
conocimiento era a través del habla, el conocimiento era ordenado a partir de la devoción de
los griegos por los múltiples dioses que tenían. Esto puede expresarse como anagogía desde
la concepción de Lowe. Por otro lado Débray considera que la imagen que prevalece en esta
época es la imagen mágica, donde ésta salva, cura, protege de los miedos, da valor.

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EDAD MEDIA

Hildegard, una abadesa del siglo XII, ganó enorme reconocimiento por su personalidad
multifacética, siendo conocedora de ciencia, amante del arte, compositora de poesías y
música, filósofa y predicadora. Un
punto que marcó su personalidad
fueron las visiones. Ella describía
que en momentos de plena
conciencia, tenía visiones que la
conectaban con el mundo divino, el
más allá.
Esta obra forma parte del libro en el
que expresa aquellas visiones que
se le aparecen.
En las segundas visiones del libro se
puede observar una relación entre lo
macro (l​os 4 puntos cardinales, la
naturaleza, los astros, el agua,
fuego, tierra y aire​) y el ​hombre
como ​figura central​, el
microcosmos.
Estos elementos están rodeados por
un círculo de fuego,
interrelacionados y es en esta
interrelación que se mantiene el
equilibrio total del cosmos, de lo
macro con lo micro (el hombre).
Se presenta al universo de esta
obra como divino, donde la
presencia divina se encuentra en
lo alto de la imagen (La cabeza) ​ y
en su obra, es entera como la rueda
y de ningún modo dividida, puesto
que no tiene ni comienzo ni fin, ni
puede ser abarcada por nada,
porque no tiene tiempo. Y como el círculo abarca todas las
cosas que se ocultan en su interior, así la sagrada
divinidad abarca y sobrepasa infinitamente todas las
cosas, porque nadie podrá dividir su potencia, ni superarla
ni agotarla.
El hombre se encuentra centrado en la imagen del mundo
ya que es más poderoso que las criaturas con las que
convive; y tiene capacidad de dirigirse tanto a los
elementos superiores como inferiores, mientras que el
círculo que lo rodea es su alma que también se extienden
por todo el orbe de la tierra y supera las capacidades físicas del humano.

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Esta obra es una demostración de devoción hacia Dios, así lo expresa en un fragmento del
libro: “así como el hombre ve en todas partes con ojos corporales a cada criatura, también ve
en la fe en todas partes a Dios y lo conoce a través de las criaturas, cuando comprende que
Él es su Creador.”
Un detalle a observar es que aparece la propia autora dentro de la obra, esto era una
característica de las iluminaciones de la Edad media.

Podemos resumir entonces que la obra refleja el apego a lo divino propio de la edad media, el
cosmos como resultado del poder divino de Dios y al hombre como figura central de ese
cosmos. También se destacan las características corporales, anímicas, y fieles que forjan al
ser humano y que lo ayudan a sobrellevar las dificultades, o apoyarse en la fe hacia lo divino.
Lowe podría explicar esta imagen como ambiente intelectual y espiritual, donde el​ mundo
está gobernado por fuerzas ilimitadas del más allá​. El hecho de que no haya texto en la
obra es porque en la edad media la​ cultura era oral​, entonces para comprender la obra, ésta
tenía que tener gestualidades, expresiones claras que comuniquen al observador. Por
ejemplo las “manos parlantes” del hombre expresan apertura hacia Dios, su devoción al poder
divino del mismo. El orden epistémico de la época era la ​anagogía​, la cual puede verse en la
obra. Ese mundo se ve como una manifestación de señales de Dios, quién ordenaba al
cosmos. Sin embargo, a mi parecer, Hildegard comienza a plantear posturas que se
asemejan al orden epistémico del renacimiento, donde el hombre toma mayor poder y se
analiza la relación del mismo con el universo, lo macro con lo micro. Podríamos decir que
Hildegard fue sin dudas una adelantada para su época, planteando ideas que posteriormente
serían adoptadas.

Analizándolo desde los ojos de Débray, la ​imagen es mágica​, planteándose un ​ídolo​ (la
cabeza del Dios a lo alto), con sus cualidades divinas que ante su presencia protege al
hombre, tiene el poder de salvarlo. Esa imagen ES DIOS, para el observador él está presente
en la realidad. Esta imagen permitía mostrarles a los medievales el más allá, la idea de lo
infinito.

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RENACIMIENTO

Levina Teerlinc pintora


miniaturista anglo-flamenca,
nació en Bruges (Brujas o
“Venecia del Norte”) en 1510
(-1576) en una familia de artistas.
Su padre y su abuelo también
eran miniaturistas y le
transmitieron sus conocimientos
de la técnica. Fue de las primeras
mujeres que pintó retratos para la
corte inglesa. Muchas de sus
obras no están firmadas,
tampoco hay autorretratos suyos,
ya que no estaba aceptado
socialmente que una mujer no se
dedicara a las tareas del hogar y
la crianza. Esto era muy común,
la mayoría de las obras de arte
están firmadas por hombres, si la
autora era mujer bajaba mucho el
precio y el valor de la obra, las
mujeres debían atravesar una
serie de obstáculos para poder
ser reconocidas.

Esta obra, “Retrato de una dama, María Neville”,


es un camafeo ovalado miniatura, que contiene
una pintura de retrato de una mujer, con un
marco de oro que tiene decoraciones de finas
cadenas y arabescos ondulados. Mide
aproximadamente 4 cm, pertenece a la joyería
renacentista, donde se empezaron a especializar
en técnicas orfebres. ​Las imágenes
representadas se alejaban de los temas
religiosos que abundan a lo largo del medioevo,
privilegiando los retratos de la realeza, en este caso inglesa.
La mayoría de sus obras son retratos de la familia real inglesa, las obras más conocidas son
los de la Reina Isabel I. Sus pinturas tienen mucho detalle, son en pequeño formato cuadrado
u ovalado y también agregaba algunas palabras alrededor del marco de la obra.
Es una representación pictórica de una figura humana en un contexto religioso.

Se inaugura una nueva mirada a partir del Quatroccentto renacentista europeo, el pasaje de
la mirada mágica a la ​mirada estética​, donde las obras que antes estaban centradas en la
imagen de Dios pasan a reproducir retratos de personas poderosas y acaudaladas del

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contexto real europeo. Son imágenes terrenales centradas en el hombre, en vez de en seres
divinos o mitológicos. Las obras de arte eran piezas a las que no podía acceder cualquier
público, sino que tenían una clientela culta y acaudalada que criticaba las obras y realizaban
un análisis comprensivo de la pieza, gente que apreciaba el arte y la estética de la época,
disfrutaban de observar obras detalladas, era así una forma de incluír al espectador a la obra
formando parte de la cualidad de la mirada estética de ​saber y conocer​ el contexto y los
rostros poderosos de la época. Las pinturas de Levina son una gran documentación de los
vestuarios y de la apariencia de las personas acaudaladas del Renacimiento Europeo.

La percepción renacentista está basada en un orden epistémico de​ similitud y semejanza


de una representación real, como escribe Lowe, tiene similitud con la vida cotidiana, en el
régimen artístico, en donde las obras dependen de una convención representativa, son
pigmentos sobre una superficie de dos dimensiones que se refieren a una imagen
tridimensional.
Según Baxandall – El ojo de la época – en las pinturas del renacimiento se puede observar
un progresivo aumento del dominio de técnicas donde se agregó la importancia de las
proporciones, la perspectiva, la gestualidad humana, las expresiones y la posición de las
figuras retratadas. Cada gesto tenía su interpretación y las posiciones de las manos también
tenían su significado.
También era importante la utilización de pigmentos valiosos. Como habla Alberti de la
jerarquía de los colores​ para demostrar el valor precioso de la obra, y la importancia de la
vista como sentido primordial (jerarquía de los sentidos de Debray). Gran utilización del
pigmento oro, el color más noble que representa la luz del sol, que simboliza el cuerpo más
luminoso y poderoso, usualmente comparado con Dios. Y en el caso de este camafeo, el
color celeste de fondo muy utilizado para simbolizar la bondad, la generosidad y la Virgen
celestial, y también la cara blanca denotando pureza.

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SOCIEDAD BURGUESA

Camille Claudel fue una


escultora francesa
perteneciente a una familia
burguesa adinerada que
nunca la incentivó en su
carrera artística (1864 -
1943).

“La ola”​ es una escultura


de mármol y bronce tallado
de 62 cm. Está realizada
con materiales difíciles de
tallar, eso demuestra su
gran habilidad con la
técnica de la escultura.
Obra de utilidad estética
y decorativa.
En 1884 Conoce al
escultor reconocido
Auguste Rodin y se vuelve
su aprendiz y asistente.
Camille fue su fuente de
inspiración, amante y
modelo para sus
esculturas. Durante sus 15
años de relación
tormentosa, la artista
asegura que fue
manipulada, maltratada y explotada trabajando para Rodin y
que nunca recibió reconocimiento ni paga.

Esta obra simboliza tres mujeres que se bañan en el mar y


una ola gigante está por caerles encima.
Está basada en la vida cotidiana de las mujeres burguesas,
en donde se concentraban en el ocio y el deleite.
Representa el momento emocional por el
que estaba transitando la artista, la presencia amenazante de su mentor, Rodin, con quien
había terminado su relación amorosa. También se supone que está inspirada en la obra de
“La gran ola” (1829) de Hokusai, un grabado japonés muy conocido.

Camille Claudel nunca consiguió el reconocimiento de sus obras en vida, nunca contó con la
aprobación de sus familiares. Luego de un período de aislamiento social en el que estuvo
encerrada durante años en su casa, fue diagnosticada con una “manía persecutoria” y

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“delirios” por lo que fue llevada a una institución psiquiátrica hasta su fallecimiento. Estos
“delirios” se debían a las denuncias que ella realizaba hacia el escultor Rodin.

La obra cuenta con la ​mirada estética ​del régimen artístico más alto de la Sociedad
Burguesa francesa. La importancia de los materiales utilizados que demuestran lujo, riqueza y
aristocracia.
Ya que no eran materiales fáciles de conseguir, eran costosos y poco maleables para la
escultura.
Con la cualidad de que todo arte es reflejo de la mirada ​saber/ conocer ​las costumbres de
las personas de la época, sus sentimientos e inquietudes. Se caracterizaban por ser piezas
que mostraran las riquezas, los lujos, los eventos elegantes con decoraciones de gran
importancia.

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