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Atlas de Parasitología Ovina - Félix Valcárcel Sancho - 1a Edición PDF
Atlas de Parasitología Ovina - Félix Valcárcel Sancho - 1a Edición PDF
Parasitología
ovina
Félix Valcárcel Sancho
Atlas de
Parasitología
ovina
Félix Valcárcel Sancho
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La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo
que la farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsa-
bilidad ineludible del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la
determinación y comprobación de la dosis, el método, el periodo de administración
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Larrondo Beheko Etorbidea, Edif. 4
48180 Loiu (Bizkaia)
ISBN: 978-84-92569-05-2
D.L.:
Impreso en España
Autores
Director Félix Valcárcel Sancho es licenciado en Veterinaria por la
Universidad Complutense de Madrid (1987) y doctor en
Félix Valcárcel Sancho Veterinaria por la Universidad de León (1992). Durante
Dr.Veterinario casi 20 años ha desarrollado su actividad investigadora en
Coordinador de Enfermedades Parasitarias el campo de las enfermedades parasitarias, principalmen-
Coordinador de Zoonosis y Salud Pública te gastroenteritis y ectoparasitosis de los pequeños rumian-
Facultad de Ciencias de la Salud tes, como investigador de la Consejería de Agricultura de
Universidad Alfonso X el Sabio la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. Ha sido
investigador principal y colaborador en numerosos pro-
yectos de investigación en este campo, con importantes
aportaciones al sector como avalan los numerosos artícu-
los publicados en revistas nacionales e internacionales.Des-
taca su actividad divulgadora en monografías científicas di-
rigidas a los veterinarios clínicos.Actualmente es profesor
de Enfermedades Parasitarias,Parasitología y Zoonosis en
la Universidad Alfonso X El Sabio donde continúa su la-
bor investigadora y de divulgación.
Coautores
Rojo Vázquez, Francisco Antonio Arribas Novillo, Begoña
Dr.Veterinario Dr. Biología
Catedrático de Enfermedades Parasitarias Coordinadora de Parasitología
Facultad de Veterinaria Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad de León Universidad Alfonso X el Sabio
Subdirector General de Investigación y Tecnología
Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Márquez Sopeña, Luis
Agraria Dr. Biología
y Alimentaria (INIA) Profesor Adjunto de Parasitología
Ministerio de Ciencia e Innovación Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Alfonso X el Sabio
Olmeda García, Ángeles Sonia
Dr.Veterinario Fernández Pato, Nélida
Prof.Titular del Dep. de Sanidad Animal Lda.Veterinaria
Facultad de Veterinaria Profesor Adjunto de Enfermedades Parasitarias
Universidad Complutense de Madrid Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Alfonso X el Sabio
III
Prólogo
Siempre es objeto de alegría y satisfacción prologar un libro, sobre todo si quien te lo pide es amigo.
Estas líneas pretenden ser la avanzadilla de lo que el lector –estudiante, profesional o simple curioso–
va a encontrar en este novedoso ATLAS DE PARASITOLOGÍA OVINA, fruto de años de investiga-
ción, estudio y abnegado trabajo tanto de campo como en el laboratorio.
La obra tiene una doble proyección. De un lado se dirige fundamentalmente a los estudiantes de Vete-
rinaria y a los profesionales de esta Ciencia. De otro, proporciona tanto a profesionales de la
Parasitología procedentes de otras disciplinas, como a técnicos del sector ganadero interesados, una
herramienta eminentemente práctica para realizar identificaciones y diagnósticos, de la que extraerán
provecho.
Ni que decir tiene que, al tratarse de un Atlas, se ha puesto especial cuidado en la selección de las foto-
grafías que lo ilustran, además de haber sido complementado con dibujos y cuadros informativos. Por
el contrario, debe advertirse sobre la amplia Introducción que antecede al Atlas, y que bien puede
definirse como un completo cuaderno de Parasitología práctica. En ésta, el lector encontrará las pau-
tas a seguir para la correcta obtención de los diferentes tipos de muestras (sangre, heces, etc.), tanto
in vivo como post mórtem, así como su manipulación y procesado, junto con la descripción de los
protocolos y técnicas más habitualmente empleados en laboratorios de investigación y diagnóstico.
El Atlas versa sobre protozoos, cestodos, trematodos, nematodos y artrópodos relacionados con enfer-
medades presentes en la especie ovina, siguiendo cada uno de los capítulos la siguiente sistemática de
presentación: de forma general el encuadre taxonómico y ciclo biológico; de forma particularizada
para cada parásito su localización, tamaño y la morfología básica que permite su identificación.
Sólo resta para finalizar este sucinto prólogo, agradecer y felicitar al doctor Félix Valcárcel, como
director y autor de esta obra, así como al resto de los autores, por su rigor científico y su buen hacer,
esperando que el ATLAS DE PARASITOLOGÍA OVINA sea un éxito y el inicio de nuevas obras colec-
tivas sobre la materia.
Francisco Antonio Rojo Vázquez
Elena Peribáñez Blasco
V
Prefacio
Cuando nos propusieron este proyecto recordamos nuestros inicios, hace ya algunos años, cuando
comenzamos a investigar sobre nematodosis gastrointestinales ovinas. En la soledad de aquel labora-
torio, con cientos de botes llenos de nematodos adultos, todos iguales a nuestro profano ojo, nos
hubiera sido muy útil una guía sencilla. El tiempo, la práctica y la bibliografía nos permitieron apre-
ciar sus diferencias y a entender las citas de los autores “forma de huso” o “expansión en forma de
bota”, y encontramos finalmente atractiva la ardua tarea inicial.
El objetivo de esta guía no es formar especialistas en identificación, sino ser una herramienta válida y
sencilla para el veterinario curioso que conserva su capacidad de aprendizaje intacta. En este mundo
tecnificado, en más ocasiones de las que pensamos, no es necesario recurrir a técnicas moleculares
para confirmar lo que visualmente es obvio. Como dicen los viejos maestros de la Parasitología:
“a pesar de las nuevas técnicas de diagnóstico es imprescindible seguir contando patas”. Pretendemos
redescubrir para muchos veterinarios lo gratificante de profundizar en la causa y llegar a la identifica-
ción del agente. Por ello, en el primer capítulo describimos la mayoría de las técnicas de rutina de
diagnóstico parasitológico, adaptándolas en lo posible a la utilización de herramientas básicas de labo-
ratorio. En los siguientes capítulos aportamos una serie de descripciones sobre los otros grupos
parasitarios (protozoos, cestodos, trematodos, insectos y ácaros) y unas claves de diagnóstico para
diferenciar géneros o especies. Estas descripciones no pretenden ser exhaustivas sino prácticas, apor-
tando la información mínima necesaria para identificar un agente o para diferenciarlo de otros
similares.
Hemos procurado ofrecer una herramienta de fácil manejo con la que se pueda llegar a un diagnós-
tico veraz del agente parasitario sin grandes medios, con un microscopio óptico y material de
laboratorio de rutina. Hemos trasladado al papel algunas de las imágenes, no todas ellas de máxima
calidad, que son el día a día del trabajo de diagnóstico en parasitología.
Esperamos que este atlas pueda contribuir de alguna manera a la formación de estudiantes de veteri-
naria y al desarrollo profesional de analistas y veterinarios.
Los autores
VII
“El parasitólogo debe ser justo, observador, imaginativo, perseverante, trabajador y dotado de
una gran dosis de iniciativa y recursos. Debe tener coraje, honestidad y un amor impersonal a
la verdad (...) una gran capacidad para el trabajo duro y sucio, haciendo especial énfasis en
sucio (...) debiendo realizar autopsias de animales no siempre recién muertos, ensuciarse con
sangre o contenido intestinal,pasando tardes enteras con excretas de hombres o animales,o bus-
cando caracoles o insectos en las ciénagas. Un hombre o mujer que odie los malos olores, la
sangre o la suciedad no podrá ser un buen parasitólogo.
En conclusión, yo consideraría un parasitólogo como una orquídea. Requiere mucho tiempo y
una cuidadosa nutrición, se desarrolla muy lentamente, y es ella misma un parásito depen-
diente de muchas otras ciencias. Pero cuando se transforma en flor es un objeto tan raro como
bello, científicamente hablando, y tarda mucho en producir semillas. Puede que no huela tan
bien como una orquídea,pero no podemos tenerlo todo.”
Chandler,1946 (The making of a parasitologist)
Agradecimientos
A Miguel Ángel Álvarez y a Aránzazu Meana por la cesión de imágenes y sus valiosos consejos.
A los alumnos internos de Enfermedades Parasitarias de la Universidad Alfonso X “El Sabio”, Rosa
Bolea, Jennifer Cibera y Eduardo Sacristán, por su inestimable ayuda en la selección de imágenes.
IX
Índice
Técnicas de diagnóstico ........................................................................1 Examen directo de costras de sarnas ........................................................25
Digestión de costras de sarna y concentración
Introducción ......................................................................................................................................3
con sacarosa ....................................................................................................................................25
Muestras de heces ..................................................................................................................4
Muestras de sangre..................................................................................................................5 Análisis de sangre ............................................................................................................26
Muestras de piel ............................................................................................................................6 Frotis sanguíneo ........................................................................................................................26
Vísceras ........................................................................................................................................................6 Tinción Giemsa ................................................................................................................................27
Muestras del medio ambiente................................................................................6 Morfología de los principales parásitos sanguíneos de
los pequeños rumiantes ..............................................................................................27
Muestreos in vivo ....................................................................................................................8
Análisis coprológicos ............................................................................................................8 Recogida de garrapatas
Análisis macroscópico ..............................................................................................................9 del medio ambiente........................................................................................................28
Análisis microscópico ............................................................................................................10 Técnica de arrastre para la recogida de garrapatas ....28
Método directo ........................................................................................................................10 Técnica de recogida de la hierba para la obtención
Métodos indirectos ..............................................................................................................10 de larvas infectantes de tricostrongílidos ......................................28
Protocolos ..................................................................................................................................12 Análisis post mórtem: necropsia..........................................................30
Tinción de Heine (tinción negativa) ..................................................12 Protocolo................................................................................................................................................30
Técnica de Ziehl-Neelsen modificada ......................................12 Procesado individual de las distintas vísceras
Flotación simple ..........................................................................................................12 o sistemas ............................................................................................................................................34
Método de McMaster modificado....................................................12 Cabeza ........................................................................................................................................................34
Principales salmueras empleadas en el diagnóstico Esófago ......................................................................................................................................................34
de los parásitos ovinos ....................................................................................14 Tracto respiratorio ........................................................................................................................34
Método de sedimentación en copa ..............................................14 Panza ............................................................................................................................................................35
Descripción de las principales formas parasitarias Bonete y librillo..................................................................................................................................35
eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes ......16 Cuajar ............................................................................................................................................................35
Técnica de coprocultivo ..............................................................................................19 Intestino delgado ..........................................................................................................................36
Criterio de clasificación de las larvas de nematodos Ciego ..............................................................................................................................................................38
gastrointestinales ovinos ....................................................................................................19 Colon ..............................................................................................................................................................38
Clave para la identificación de las larvas de los principales Recto ..............................................................................................................................................................38
nematodos gastrointestinales ovinos ..............................................................20 Hígado ..........................................................................................................................................................38
Protocolos ..............................................................................................................................................21 Vesícula biliar ......................................................................................................................................39
Método de Baermann-Wetzel (migración larvaria) ................21 Músculo ......................................................................................................................................................39
Descripción de las larvas de primer estadio Recuperación de los helmintos
de nematodos broncopulmonares ovinos ........................................22 de los contenidos obtenidos ................................................................................40
Técnica de esporulación de ooquistes ..................................................23 Preparación, lavado, fijación y/o montaje ......................................40
Descripción de los ooquistes de las principales Nematodos ........................................................................................................................................40
Eimeria spp. de los ovinos ........................................................................................23 Identificación de adultos de NGI
Análisis de piel ........................................................................................................................24 (Nematodos gastrointestinales)................................................................................41
Recogida directa de ectoparásitos............................................................24 Estrongilados gastrointestinales ......................................................................41
Raspado cutáneo ....................................................................................................................25 Tricostrongílidos........................................................................................................................42
XI
Atlas de Parasitología ovina
XII
Índice
XIII
Técnicas
de diagnóstico
Atlas de Parasitología ovina
2
Técnicas de diagnóstico
Introducción
El diagnóstico presuntivo de algunas parasitosis clínicas puede en ocasiones apoyarse en
la sintomatología y confirmarse posteriormente mediante el diagnóstico laboratorial, por la
observación de distintas formas parasitarias, o por la evidenciación de los parásitos, nor-
malmente en su estadio adulto, en la necropsia. En cambio, el diagnóstico etiológico de las
infecciones subclínicas y la confirmación de su papel como causa de minusvalía presenta
numerosas dificultades.
Aunque en Medicina humana y veterinaria la atención del individuo sigue teniendo plena
vigencia, la protección de la salud individual se logra en muchos casos mediante la conside-
ración de toda la población afectada. Este estudio poblacional se justifica no sólo porque
hay diferencias genéticas en un grupo, por uniforme que parezca, y que pueden explicar las
variadas manifestaciones que se observan en el proceso morboso, sino también porque el
estudio epidemiológico proporciona información que no siempre se logra en un solo indivi-
duo, como es la interpretación de síntomas dispersos apreciados en varios individuos.
Pero en la perspectiva de la producción animal, todavía tiene mayor significación la uni-
dad “rebaño” sobre el individuo, salvo casos excepcionales. Un reflejo de este nuevo
enfoque es la investigación de los rebaños incluso cuando no hay síntomas de enferme-
dad y, si éstos existieran, el estudio de los animales que todavía parecen normales, en los
que un análisis de las producciones (fertilidad, producción de leche, etc.) puede ayudar a
descubrir procesos morbosos inaparentes o desapercibidos con anterioridad.
Así, se han desarrollado diferentes métodos para encontrar e identificar a los diferentes
parásitos. La mayoría de los parásitos se localizan en algún momento de su ciclo biológico
a nivel intestinal, por lo que el análisis coprológico es el método in vivo más utilizado para el
diagnóstico parasitológico. La detección de parásitos que se localicen en otros lugares
como la piel o la sangre requiere el empleo de otros métodos específicos pudiéndose en
ocasiones utilizar métodos inmunológicos o genéticos. Finalmente, el diagnóstico post mór-
tem es muy empleado tanto a nivel de campo como en el laboratorio pues con una
necropsia parasitológica reglada podemos llegar a determinar con bastante exactitud la
cantidad y variedad de agentes parásitos en el ganado ovino.
Por otra parte, por muy bueno que sea el método de diagnóstico seleccionado, si no par-
timos de la muestra correcta el trabajo que realizaremos no servirá para mucho. Por eso,
aunque las consideraciones acerca de la toma, conservación y transporte de muestras son
conocidas por casi todos, creemos necesario recordar al menos las más importantes.
■ La cantidad de muestra debe ser suficiente tanto para la prueba que vayamos a hacer como
para una posible repetición o la realización de pruebas complementarias. Muchas veces lle-
gan al laboratorio muestras muy reducidas y se solicita descartar todas las parasitosis, lo cual
es casi imposible y generalmente no permite realizar un contraanálisis.
■ Los recipientes en los que recogemos o transportamos las muestras deben estar limpios
(a veces estériles), herméticos, ser resistentes al transporte y tener el tamaño adecuado a
la muestra (a veces hay que enviar órganos enteros e incluso cadáveres). Los recipientes
transparentes (como los de tapón de rosca rojo que se empleaban tradicionalmente para
las muestras de orina) permiten una primera observación de la muestra sin necesidad de
manipularla.
■ Es muy importante evitar la contaminación con otras muestras del mismo animal o del
medio ambiente (arena, hierbas, etc.).
3
Atlas de Parasitología ovina
Muestras de heces
■ Siempre que se pueda, deben recoger-
se directamente del recto (esto es fácil en
animales grandes mediante el uso de un
guante de exploración) y verter el conte-
nido en un recipiente o simplemente con
darle la vuelta, el mismo guante nos sir-
ve de recipiente; en animales pequeños
se puede esperar a que defequen y reco-
gerlas con la ayuda de una espátula pro-
curando no tomar partes que hayan es-
tado en contacto con el suelo para evitar
contaminaciones.
■ No debemos mezclar las heces con ori-
na porque algunos trofozoítos se destru-
yen con ésta.
■ En un rebaño, se puede tomar muestras
de un número representativo de anima-
les. Si es posible, es mejor recoger mues-
tras de dos o tres días o recogidas a di-
ferentes horas del día.
■ No congelar las heces.
Las heces deben recogerse del recto siempre que sea posible.
4
Técnicas de diagnóstico
La interpretación de los resultados obtenidos de Las heces diarreicas hay que analizarlas de
heces recogidas del suelo debe hacerse con inmediato.
cuidado.
■ Las heces diarreicas hay que analizarlas de inmediato. En el caso de heces blandas o
compactas el análisis puede demorarse algún tiempo. Las heces secas no valen.
■ Si hay formas parásitas visibles a simple vista (nematodos adultos, anillos de cesto-
dos…), se pueden conservar en alcohol de 70º.
Muestras de sangre
■ La sangre debe recogerse con el instrumental adecuado que nos sirva a la vez para la
extracción y para el transporte asegurándonos del aislamiento, correcta identificación,
etc. En la extracción y manipulación hay que evitar que se hemolicen los eritrocitos.
Por ejemplo, realizando la extracción lentamente y rellenando los tubos despacio y sin
aguja (en caso de extracción con jeringa hipodérmica) o bien utilizando los sistemas al
vacío cuya presión negativa está controlada. Igualmente, la sangre con anticoagulante
debe mezclarse invirtiendo suavemente varias veces el tubo ya que si se hace brusca-
mente pueden romperse los eritrocitos.
■ Los frotis sanguíneos deben hacerse inmediatamente después de la extracción, luego
se dejan secar al aire y se fijan con metanol puro. Una vez fijados se puede esperar para
hacer la tinción una vez que hayamos llegado al laboratorio.
■ Mantener en refrigeración hasta su análisis.
■ Para la obtención de suero, la sangre entera sin anticoagulantes se centrifuga o se deja
sedimentar 24 horas (a temperatura ambiente mejor que en refrigeración) para extraer
el coágulo. También se pueden emplear tubos con un gel activador que ayuda a sepa-
La extracción de sangre y su manejo inmediato rar el coágulo del suero.
deben ser cuidadosos para evitar la hemólisis.
El frotis sanguíneo y su fijación deben hacerse La extracción del suero puede hacerse por reposo o por centrifugación.
inmediatamente después de su extracción.
5
Atlas de Parasitología ovina
Muestras de piel
■ Los ectoparásitos más grandes se reco-
gen directamente y se transportan en
recipientes, a ser posible transparentes.
■ Para los ectoparásitos más pequeños
podemos recoger el material obtenido
en los raspados cutáneos en una placa
de Petri o en un frasco hermético.
■ Si requerimos biopsias o muestras de
tejidos para hacer cortes histológicos u
otras técnicas (como la digestión) se
puede recortar un fragmento de piel y
guardarlo congelado hasta su llegada al
laboratorio para hacer los estudios que Los ectoparásitos más grandes como garrapatas y larvas de mosca pueden recogerse directamente
se necesiten. y deben guardarse en recipientes adecuados.
Vísceras
■ Durante la necropsia, tras la apertura de
cavidades se realiza una inspección ex-
terna de los órganos en busca de fases
parásitas (por ejemplo metacestodos) o
de lesiones visibles.
■ Las muestras deben enviarse refrigera-
das al laboratorio si se van a procesar
de inmediato. Los recipientes deben ser
herméticos y del tamaño adecuado.
■ Si el procesado se va a demorar algún
tiempo, se pueden conservar en glice-
rina para evitar la putrefacción o fijarlas
en formol 10 % o alcohol de 70º. Raspado cutáneo para la obtención de ácaros de la sarna.
6
Técnicas de diagnóstico
Por ello, creemos que antes de hacer una tentativa diagnóstica es fundamental
realizar un protocolo de diagnosis completo, empezando por una amplia anamne-
sis y un estudio clínico individual y colectivo (tanto a animales con síntomas como
a animales aparentemente sanos) en los que obtengamos la mayor información
posible (asegurándonos especialmente de si se ha realizado o no un trata-
miento antiparasitario en los días previos a la toma de muestras) que nos
permita determinar cuál o cuáles son los métodos que debemos emplear ante el
problema que se nos plantee. Una vez seleccionado y realizado el análisis es nece-
sario evaluar los resultados obtenidos de forma conjunta con la anamnesis, el
estudio clínico (a pesar de su dificultad) y epidemiológico del individuo o del
rebaño. En caso contrario lo más probable es que tan sólo podamos verificar la
presencia o ausencia de parásitos en una muestra dada.
7
Atlas de Parasitología ovina
Muy blandas.
Estos factores se basan en determinaciones del contenido en materia seca de las heces de
consistencia y forma diferentes. La expulsión diaria de heces, que varía según la ingestión de
alimento, afecta también al número de huevos por gramo. Si las ovejas tienen constipación in-
testinal o no ingieren una cantidad normal de alimentos (como ocurre en periodos estivales),
puede precisarse un factor correctivo de 0,5. El ayuno también reduce la expulsión de heces y
el número de huevos por gramo de heces se incrementa. Si las ovejas han permanecido aleja-
Diarreicas.
das de los pastos más de 5-6 horas, las cifras de hpg (huevos eliminados por gramo de heces)
pueden estar considerablemente incrementadas. Después de un ayuno de 12-24 horas, el re-
cuento de huevos puede aumentar en un 100 % y no volver a los valores previos en 1-2 días.
En el recuento de formas parasitarias mediante técnicas de flotación es especialmente útil
la cámara de McMaster. Se trata de dos portas que dejan entre sí un volumen total de 1 ml
dividido en dos hemicámaras de 0,5 ml cada una. El porta superior presenta una retícula en
cada hemicámara que permite analizar la lectura de 0,15 ml cada una. Las ventajas de la
cámara de McMaster son obvias ya que permiten analizar un volumen relativamente grande
de muestra (hasta 1 ml) y su desventaja es que requiere cierta experiencia en el llenado y la
identificación de las formas parasitarias pues la máxima amplificación que permiten es 100
aumentos (10 del ocular x 10 del objetivo).
8
Técnicas de diagnóstico
Análisis macroscópico
Consiste en la observación de las heces permitiendo apreciar características organolépti-
cas: color, consistencia, existencia de estrías de sangre, moco, fibrina, etc.
Protocolo:
■ Preparar una suspensión de heces con agua en una placa de Petri y observar a fondo
claro y oscuro.
Tan solo se podrán detectar vermes adultos y/o proglotis de algunos cestodos que no
se eliminan de forma regular y cuya cuantificación tampoco permite relacionar su hallazgo
con la intensidad de carga parasitaria.
9
Atlas de Parasitología ovina
Análisis microscópico
Método directo
Consiste en la observación al microscopio de una pequeña muestra de heces sin ningún
tipo de manipulación. En ocasiones se usan distintos métodos de tinción, como azul de
metileno en tampón acetato o lugol diluido, para destacar las formas parásitas del resto del
material fecal.
Protocolo:
1 Mezclar una pequeña cantidad de heces frescas (no sometidas a refrigeración) en un
portaobjetos con unas gotas de agua.
2 Apartar las partículas groseras y colocar un cubreobjetos.
3 Observar al microscopio óptico.
Dada la escasa cantidad de muestra, este método sólo es útil cuando hay una elevada
eliminación de formas parasitarias en heces (baja sensibilidad).
Métodos indirectos
Su objetivo es conseguir una mayor concentración de formas parasitarias en el menor vo-
lumen posible para aumentar la sensibilidad de la técnica. Hay dos técnicas de tinción es-
pecíficamente empleadas para el diagnóstico de las criptosporidiosis en los corderos, la
tinción de Heine y la de Zielh Neelsen. Para otros parásitos se emplean generalmente los
siguientes métodos:
■ Flotación: se realiza una suspensión de heces en una solución con densidad superior a 1.
Las formas parasitarias de menor densidad que la solución utilizada se situarán en la
superficie del líquido, separándose de gran cantidad de detritus fecales y facilitando su
observación.
■ Sedimentación: en una suspensión de heces en agua, puesta en reposo, todas las for-
mas parasitarias caen al fondo de la preparación. Se utiliza como método complemen-
tario de la flotación para evidenciar los huevos de mayor densidad (algunos tremato-
dos). El método más utilizado es la sedimentación lenta "en copa" aunque también se
puede centrifugar en tubo de ensayo (para muestras muy pequeñas).
■ Migración: se utiliza para determinar la presencia de larvas en heces. Se basa en el ca-
rácter hidrófilo de las larvas por el cual abandonan la masa fecal cuando ésta se depo-
sita en agua. Posteriormente se concentran por sedimentación según van agotándose
las larvas en su deambular por el agua. El método de migración larvaria habitualmente
utilizado es el método Baermann-Wetzel.
10
Técnicas de diagnóstico
Es necesario pesar la muestra antes de procesarla para poder sistematizar los resultados
y emitir los resultados como eliminación de “n” formas parásitas por gramo de heces.
11
Atlas de Parasitología ovina
Protocolos
Flotación simple
1 Diluir las heces en una solución salina (generalmente de cloruro sódico).
2 Eliminar los elementos groseros.
Tinción de Heine. Los ooquistes de Cryptosporidium
3 La mezcla resultante se deja reposar un minuto. parvum aparecerán como pequeñas estructuras cir-
4 Sobre la superficie depositamos un cubreobjetos. culares refringentes sin teñir sobre fondo rojo-fucsia.
5 Esperar 45’ y recoger el cubreobjetos verticalmente con un movimiento rápido para que
no se caiga el liquido residual con los parásitos, se deposita en un portaobjetos y se ob-
serva al microscopio óptico.
12
Técnicas de diagnóstico
8 Enfocar la parte superior de la cámara de McMaster al M.O. de tal forma que podamos
ver nítidamente la retícula, observaremos las dos hemicámaras completas (1 ml) y en
caso de grandes recuentos sólo leeremos las retículas de la cámara (0.3 ml) y procede-
remos a la cuantificación de formas parasitarias según los siguientes cálculos.
Si se ha leído sólo las dos retículas (0,3 ml), la eliminación se calcula como sigue:
45 x A
T = = A x 150
0,3
T A x 150
OPG o HPG = = = A x 50
3 3
45 x A
T = = A x 45
1
T A x 45
OPG o HPG = = = A x 15
3 3
13
Atlas de Parasitología ovina
Protocolos
Con densidades superiores a 1,3 flotan casi todas las formas parasitarias pero pueden pre-
sentar varios inconvenientes: flotarán también gran cantidad de partículas fecales que dificul-
tan la observación. Las formas parasitarias se pueden deformar si no se leen inmediatamente,
con la consiguiente dificultad en su identificación. Algunas soluciones (iodomercuriato potásico)
son muy corrosivas para los materiales.
14
Técnicas de diagnóstico
50 x A
T = = A x 50
1
A x 50
HPG = =Ax5
10
Algunos huevos como Nematodirus, Fasciola, Dicrocoelium, Moniezia o Trichuris son fá-
cilmente identificables en la flotación. Sin embargo, la gran similitud morfométrica de los
huevos de estrongilados gastrointestinales hace que su identificación sea cuanto menos
complicada por lo que es recomendable cultivar los huevos hasta que se forme el estadio
infectante (L3) que son más fácilmente diferenciables.
15
Atlas de Parasitología ovina
Descripción de las principales formas parasitarias eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes
* Huevos muy semejantes en los distintos géneros. Son de mediano tamaño, grisáceos, de forma más o menos alargada o elíptica,
observándose en su interior el embrión que puede ocupar todo el huevo o sólo la parte central.
16
Técnicas de diagnóstico
Descripción de las principales formas parasitarias eliminadas en las heces de los pequeños rumiantes (continúa)
17
Atlas de Parasitología ovina
18
Técnicas de diagnóstico
Técnica de coprocultivo
esófago C. I. vaina E. P.
A.
L. C.
ano
L. T.
L.T. = Longitud total de la larva. C.I. = Células intestinales (tamaño número y forma son importantes).
L.C. = Longitud de la cola de la vaina. E.P. = Extremo posterior.
A. = Anchura.
19
Atlas de Parasitología ovina
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Técnicas de diagnóstico
Protocolos
10 x A
T = = A x 10
1
T: 20g LPG: 1g
A / 10
LPG = = A /2
20
21
Atlas de Parasitología ovina
Cola recta en su parte distal, en forma de lanceta, con una porción basal
Neostrongylus linearis 290-320 µm
de la que sale una pequeña espina.
22
Técnicas de diagnóstico
23
Atlas de Parasitología ovina
Análisis de piel
Recogida directa de ectoparásitos
Los ectoparásitos más grandes (moscas adultas y larvas, garrapatas, piojos, etc.) se reco-
gen directamente con la ayuda de unas pinzas, pinceles (si son muy móviles, como las pul-
gas, pueden inmovilizarse previamente con un poco de alcohol), etc. Como es natural, su
observación puede ser difícil en el ganado ovino, excepto después del esquileo, por ello
puede ser interesante la búsqueda de ejemplares de pulgas en los apriscos o de garrapa-
tas en la vegetación.
24
Técnicas de diagnóstico
Raspado cutáneo
En el diagnóstico de las sarnas, hay determinados síntomas que permiten suponer el
proceso, como es la elevada contagiosidad, el tipo y la zona de localización de las le-
siones, etc. A pesar de que el diagnóstico clínico puede ser claro, debe intentarse la
comprobación de los ácaros obtenidos por raspado de las lesiones.
Algunos tratados recomiendan calentar los animales con mantas o mediante ejercicio
para facilitar la salida de los ácaros. Después se raspa (con un cuchillo, con tijeras o con
un bisturí) un trozo de piel. Es conveniente que el raspado sea bien profundo para asegu-
rarnos de que extraemos bien los ácaros (incluso hasta hacer sangrar un poco).
Costras procedentes
de raspado.
Examen directo de costras de sarnas
1 El material de raspado se puede observar directamente pero es preferible incubar las
costras (30 ºC durante un mínimo de 8 horas).
2 Se puede colocar el material de raspado entre porta y cubre objetos para visualizar los
parásitos al microscopio óptico pero es preferible la observación previa en el estereomi-
croscopio (lupa) y recoger los ácaros vivos.
3 Para la identificación específica debemos hacer preparaciones para el microscopio en
Bálsamo de Canadá, Depex u otro líquido de montaje.
25
Atlas de Parasitología ovina
Análisis de sangre
Frotis sanguíneo
Su objetivo es detectar la presencia de parásitos en el interior y exterior de las células san-
guíneas. Es fundamental realizar el frotis inmediatamente después de la extracción pues si
las células hemáticas se alteran, aunque sea mínimamente, es prácticamente imposible
detectar los hemoparásitos. El momento de la extracción es también importante, seleccio-
nando los períodos febriles para detectarlos con mayor facilidad.
■ Colocar una gota no muy grande de sangre en un extremo del portaobjetos (que debe
estar perfectamente limpio y desengrasado).
■ Desplazar rápidamente un cubreobjetos con una inclinación de unos 45º desde la parte
libre del portaobjetos hasta que contacte con la gota de sangre que se expanderá late-
ralmente. Dependiendo de la viscosidad y la cantidad de sangre, el cubreobjetos puede
inclinarse más o menos para obtener la extensión del grosor deseado.
■ Desplazar el cubreobjetos arrastrando la sangre hacia la porción libre del portaobjetos
hasta que toda la sangre quede extendida en él.
■ Secar al aire. Es conveniente secar los portaobjetos en una superficie y boca abajo para
evitar que se depositen partículas de polvo.
■ Una vez seco se fija según la técnica de tinción que vayamos a emplear (metanol puro,
May-Grünwald u otro fijador durante 3-5 minutos) y se deja secar al aire.
Una vez fijado el frotis se puede proceder a su tinción por cualquiera de los métodos
tradicionales, si bien no es necesario hacerlo con la misma urgencia que la fijación.
Como norma, para evitar que aparezcan depósitos en la preparación, conviene que los
colorantes estén recién filtrados o al menos que se filtren diariamente, siendo preferible
emplear cubetas de tinción verticales que colocar el portaobjetos horizontalmente y cu-
brirlo con colorante.
Un frotis con una sola capa de células nos facilitará la observación de los hemoparásitos tanto dentro Un frotis grueso no nos permitirá la observación
como fuera de las células. correcta de los hemoparásitos.
26
Técnicas de diagnóstico
Tinción Giemsa
Morfología
Morfología
de losde
principales
los principales
parásitos
parásitos
sanguíneos
sanguíneos
de losde
pequeños
los pequeños
rumiantes
rumiantes
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Atlas de Parasitología ovina
28
Técnicas de diagnóstico
1 Procesado y separación de larvas infectantes. Una vez que la hierba llega al laboratorio, se
pesa e introduce en cubos con agua tibia (unos 10 litros por cada 250 g) añadiendo un hu-
mectante/detergente (Tween 80 o un lavavajillas de uso doméstico), removiendo al menos
cinco minutos para facilitar el desprendimiento de las larvas. Se deja unas 24 horas en re-
mojo agitando con una varilla de vidrio de vez en cuando. Transcurrido este tiempo, se ex-
trae la hierba con un colador grande, se lava, se escurre bien y se introduce en una ban-
deja metálica para su desecación en la estufa. Una vez seca la hierba se pesa para obtener
el porcentaje de materia seca.
2 El agua del cubo y del lavado se filtra por dos tamices superpuestos de 20 y 30 cm de diá-
metro, de 150 y 20 micras de luz de malla respectivamente. En este último quedan reteni-
das las larvas. En esta operación, a medida que vertemos el agua del cubo sobre el tamiz
vamos lavando el mismo con agua tibia a presión para facilitar el filtrado. El sedimento rete-
nido por el segundo tamiz se traspasa a un bote de plástico de 100 ml aclarando bien el
mismo para que no queden residuos.
4 Se homogeniza el contenido de la probeta soplando con una pipeta “de boca ancha” y se
toma una parte alícuota (5 ml por muestra procesada) que introducimos en tubos anchos
de centrífuga de cabezal oscilante, rellenando los mismos con solución salina hasta dejar
un menisco ligeramente convexo al que se adhiere un cubreobjetos sin derramar líquido.
Se centrifuga a 3000 r.p.m. durante 5 minutos.
5 Se centrifuga tres veces, removiendo el sedimento, con una varilla fina, para evitar que el
sedimento retenga larvas. Después de cada centrifugación, el cubreobjetos se deposita en
un portaobjetos sobre el que hemos puesto una gota de lugol. Los nematodos de vida li-
bre, al no poseer vaina, se tiñen más intensamente que las larvas infectantes de nemato-
dos gastrointestinales.
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Atlas de Parasitología ovina
Protocolo
Extracción de sangre.
30
Técnicas de diagnóstico
31
Atlas de Parasitología ovina
A continuación empezaremos el examen interno abriendo ca- En la cavidad torácica se procederá de igual manera procu-
vidad abdominal por la línea alba. Haremos una inspección en rando extraer la tráquea y el esófago junto con los pulmones y el
busca de lesiones macroscópicas o la posible presencia de filaroi- corazón. En este caso aprovecharemos para observar la presen-
deos o de metacestodos. Seguidamente, extraeremos todas las cia de nódulos, lesiones a nivel pulmonar, cisticercos en corazón
vísceras en bloque y las depositaremos extendidas sobre una su- o diafragma y para tomar algunas muestras de músculo diafrag-
perficie limpia. Examinaremos éstas externamente y procedere- mático, intercostal, etc.
mos a separarlas. Si no se va a procesar inmediatamente el tracto Una vez hecha la evisceración, procederemos a la inspección
digestivo, realizaremos dobles ligaduras entre las diversas porcio- de la canal en busca de lesiones, quistes, cisticercos, etc. Mu-
nes y cortaremos y separaremos abomaso, intestino delgado, in- chas veces no hay signos evidentes en la canal, pero sí se pue-
testino grueso, etc. evitando así la pérdida de contenido o su tras- den observar ciertos signos que apotarán información para llegar
paso de unas a otras. Cada víscera o porción anatómica se debe a un diagnóstico (cantidad y coloración de la grasa, atrofia de ór-
introducir en un recipiente hermético debidamente etiquetado. De ganos, pérdida de masa muscular…).
la última porción del recto se extraerá una cantidad de heces sufi- La cabeza se recogerá íntegramente para su estudio en el
ciente para la realización de los análisis coprológicos pertinentes. laboratorio o bien se puede proceder a su apertura in situ según
se indica más adelante.
32
Técnicas de diagnóstico
Atrofia auricular.
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Atlas de Parasitología ovina
Esófago
Externamente se buscarán macroquistes de sarcosporidios [Sarcocystis ovifelis (gigantea)].
Posteriormente realizar una apertura longitudinal y observar la mucosa en busca de adul-
tos de Gongylonema pulchrum o sus trayectos sinuosos.
Larva de oéstrido.
Tracto respiratorio
En el parénquima pulmonar se buscarán abscesos, quistes hidatídicos o nódulos parasita-
rios debidos a protostrongílidos. Al abrir longitudinalmente la tráquea, los bronquios y los
bronquiolos, con frecuencia encontraremos las vías respiratorias llenas de espuma, sangre
y restos de comida, por lo que se lavarán con agua templada con cuidado para no arras-
trar y perder los parásitos.
34
Técnicas de diagnóstico
Panza
Se puede realizar la apertura y el examen del contenido de la panza, pero el trabajo que
conlleva y la poca información que proporciona hace que no sea una práctica habitual. En
zonas endémicas sí es interesante examinar la mucosa en busca de ejemplares de Param-
phistomum cervi y Gongylonema pulchrum o sus lesiones.
Bonete y librillo
No tiene interés desde el punto de vista del
diagnóstico de las helmintosis digestivas.
Cuajar
Es la porción digestiva de mayor interés
para el estudio de las tricostrongilidosis. El
procedimiento comienza con la apertura a
través de la curvatura mayor (por la menor
irrigación sanguínea de esta zona) y el lavado
de la mucosa con agua caliente para que se
desprendan los vermes. Es importante ob-
servar la superficie de la mucosa del cuajar
en busca de lesiones o de vermes que pu-
diesen quedar adheridos, teniendo en
cuenta que hay unas preferencias por zonas
según la especie (Teladorsagia circumcincta
en antro pilórico, Trichostrongylus axei en
porción cárdica y Haemonchus contortus en
porción proximal o fundus). Hay que lavar
cuantas veces sea necesario hasta que no
Tricostrongílidos en la mucosa gástrica.
35
Atlas de Parasitología ovina
queden vermes en la mucosa. Todo el material (contenido gástrico propiamente dicho más
el material de lavado) se recoge en un cubo de entre ocho y diez litros de capacidad. Pos-
teriormente se vierte en un tamiz de 150 µm de diámetro de luz de malla para retener los
vermes; con agua a presión forzamos el filtrado y eliminamos partículas colorantes quedando
al final una pequeña cantidad de material gástrico retenido por el tamiz. En caso de que el
contenido gástrico tenga partículas muy grandes se puede filtrar previamente a través de
un tamiz de 1 mm de diámetro de poro que retendrá las partículas más gruesas.
Si el volumen de contenido es muy grande, se puede examinar una parte alícuota re-
presentativa del total. Para ello, el material retenido en el tamiz se vierte en un vaso de pre-
cipitado de uno o dos litros. Se añade agua enrasando a un litro, se homogeniza (con un
agitador magnético o removiendo con una varilla de vidrio) y se extraen dos muestras de
100 o 200 ml (10 o 20 %, respectivamente). La primera muestra se analiza y la segunda
se conserva en alcohol de 70 % o formol al 10 % por si es necesaria alguna confirmación
posterior.
Las principales lesiones del cuajar son hiperplasia gástrica, nódulos de 2-3 mm, petequias
y erosiones o gastritis catarral. En cortes histológicos podemos ver las larvas de Ostertagia
en el interior de las glándulas gástricas.
Intestino delgado
Se estira en toda su longitud para separarlo del omento y de la grasa (cuanto antes se
haga más fácil será ya que si pasa cierto tiempo el intestino se romperá con frecuencia y
además de ser incómodo y sucio, se perderá parte del contenido). Después se vacía en un
cubo mediante presión con los dedos y, una vez vacío, se abre longitudinalmente con la
ayuda de unas tijeras de punta roma y se lava la mucosa intestinal con agua corriente tem-
plada. Es importante tener especial cuidado en el procesado del duodeno pues aquí es
donde se localizan la mayoría de los vermes excepto Bunostomum que suele estar en ye-
yuno e ileon. Algunos autores recomiendan dividir el intestino delgado en segmentos de
36
Técnicas de diagnóstico
30-40 cm para ser lavados interiormente introduciendo agua tibia a presión. El tamizado se
hace de la misma forma que el del cuajar, aunque es un proceso algo más complicado por
la grasa que lo rodea.
El intestino delgado tiene normalmente menos cantidad de vermes que el cuajar pero
es importante pues es el lugar de localización habitual de los cestodos adultos (Moniezia
expansa, que generalmente sólo encontraremos en individuos jóvenes) y de algunas espe-
cies de nematodos que no detectaremos en el abomaso como las Nematodirus spp., la
mayoría de las Trichostrongylus spp., algunas especies del grupo Ostertagia, Bunostomum
trigonocephalum, Cooperia spp., Strongyloides papillosus, etc. En áreas endémicas es po-
sible encontrar ejemplares inmaduros de Paramphistomum cervi.
En el intestino delgado se puede apreciar enteritis, atrofia de las vellosidades, exudado
catarral diftérico, hemorragias. Ante la sospecha clínica de coccidiosis se puede realizar un
raspado confirmatorio. Se aísla una parte de intestino afectado y se abre longitudinalmente,
el contenido se lava en solución salina fisiológica y el tramo de intestino abierto se dispone
sobre una mesa con la mucosa hacia arriba. Se hace pasar un cubreobjetos por la mu-
cosa raspando ligeramente. Se coloca el raspado sobre un portaobjetos y se observa al
microscopio para evidenciar las distintas fases del ciclo endógeno de los coccidios.
37
Atlas de Parasitología ovina
Ciego
Se abre longitudinalmente, se lava la mucosa con agua templada y el contenido se recoge
en un cubo. En este caso no es necesario tamizar y la recuperación de vermes se hace sin
la ayuda de la lupa, vertiendo el contenido en bandejas oscuras. Aquí podemos encontrar
otros estrongilados intestinales de color blanquecino y relativamente grandes como Cha-
bertia ovina, Oesophagostomum spp. o Trichuris spp. No suelen estar en gran cantidad
pero su frecuencia de aparición es muy alta.
Las lesiones que producen estos estrongilados en el ciego son enteritis mucosa, úlce-
ras, nódulos de hasta 1 cm de diámetro y tiflitis.
Colon
Se procesa de forma similar a los anteriores. En el colon hay menos cantidad de vermes y
con escasa patogenicidad por lo que normalmente no se procesa; sin embargo, sólo aquí
podremos encontrar ciertas especies como Skrjabinema ovis y también algunas proceden-
tes de las porciones anteriores que sean arrastradas con las heces.
Recto
El único interés para el diagnóstico es el poder recoger muestras de heces para la coprología.
Hígado
En primer lugar se observa el parénquima hepático en busca de lesiones (por ejemplo,
moteado de pequeñas hemorragias en la dicroceliosis) y/o quistes; posteriormente se lava
la cápsula con solución salina fisiológica y se harán una serie de cortes longitudinales a
los conductos biliares, vasos sanguíneos y a los posibles hematomas para detectar a los
parásitos y las lesiones producidas por ellos. Los ejemplares observados se recogerán e
introducirán en solución salina fisiológica caliente. Luego se corta el hígado en trozos de
1 x 5 cm que se estrujan en solución salina fisiológica. Se tamiza toda la solución salina
(tamiz de 300 micras) y las fasciolas y dicrocelios quedarán retenidas por éste.
38
Técnicas de diagnóstico
Vesícula biliar
La vesícula biliar se abre y se vacía en un recipiente de vidrio (cristalizador, placa de Petri
grande, etc.) con solución salina fisiológica. Se tamiza a través de un filtro de 20 micras, se
lava el tamiz arrastrando el material retenido y se lleva a una copa de sedimentación pe-
queña donde se concentran los adultos y los huevos de Fasciola hepatica y Dicrocoelium
dendriticum que pudiera haber en la bilis y, finalmente, examinamos el sedimento entre
Músculo
Se toman porciones pequeñas de músculo cardiaco, esofágico, lin-
gual, intercostal y diafragmático, fundamentalmente. Aquí se pueden
detectar varias especies de Sarcocystis, algunas como S. gigantea
y S.moulei producen quistes que se rodean de una segunda cápsu-
la (además de la propia pared del quiste) y son visibles macroscópi-
camente, como granos de arroz. Por el contrario, la mayoría de las
especies (S.tenella, S.arieticanis, S.medusiformis, S.capracanis,
S.hircicanis) producen quistes microscópicos que sólo podremos ob-
servar al microscopio óptico mediante triquineloscopia o por diges-
tión artificial en tripsina.
39
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos
Para evitar la desecación, pueden ser lavados en solución salina fisiológica caliente o en
formol al 10 % agitando de vez en cuando y cambiando varias veces la solución salina.
Como estos vermes tienen normalmente la cutícula gruesa los pasaremos a alcohol de 70 %
caliente (70-80 ºC) para que se estiren y se fijen. Una vez fijados, se dejan enfriar y se pue-
den conservar en alcohol 70 %, formol 10 % o formol 4 % y acético 10 %. Con alcohol, los
vermes quedan menos rígidos que con formalina. Si los vermes son muy pequeños, se
pueden montar directamente en suero fisiológico o en lactofenol azul de algodón que ade-
más de servir como medio de montaje es un aclarante que actúa lentamente y permite la
observación de algunas estructuras internas necesarias para la identificación.
40
Técnicas de diagnóstico
Estrongilados gastrointestinales
41
Atlas de Parasitología ovina
Tricostrongílidos
La identificación específica de los tricostrongílidos es más compleja y requiere de cierta ex-
periencia. No obstante, la clasificación a nivel de género es bastante fácil siguiendo una
clave más o menos sencilla teniendo en cuenta la presencia o ausencia de ciertas estruc-
turas como las siguientes:
42
Técnicas de diagnóstico
Nematodirus
■ Machos con espículas largas y filiformes, sobresalen de la bolsa,
costilla dorsal doble.
■ Hembras con espina en su extremo caudal (excepto N. Battus).
Cooperia
■ Machos con espículas cortas, retorcidas y gruesas, una sola costilla dorsal.
■ Hembras con extremo caudal afilado pero sin espina.
Cestodos
Deben procesarse en un recipiente lo suficientemente grande para que se estiren sin que
se anuden. Su procesado es complicado, siendo necesario eliminar restos de contenido
digestivo y/o del conservante inicial antes de su montaje. Para ello, primero hay que lavar-
los, luego se vuelven a fijar, teñir y posteriormente ya se pueden montar. Como son muy
grandes y gruesos, se cortan fragmentos representativos (escólex, anillos inmaduros, ma-
duros y grávidos) que se colocan entre dos portaobjetos fuertemente comprimidos (me-
diante gomas elásticas, colocando peso encima, etc).
43
Atlas de Parasitología ovina
Lavado
Los cestodos pequeños se sumergen en agua corriente constantemente renovada durante
24 h (si no es suficiente, se tratan con H2O2 2-10 % hasta que queden blancos y relajados).
Los de tamaño mediano a grande se lavan bajo un chorro de agua del grifo, en un Erlenme-
yer y seguidamente se introducen en pepsina en una estufa a 38 ºC más de 10 minutos (en
la mayoría de los casos casi 24 horas) hasta distinguir los órganos internos en el estereomi-
croscopio. A continuación se lavan con agua destilada fría y se realiza una deshidratación
progresiva en batería de alcoholes: 20-30-50-65 y 70 % (10 minutos en cada uno).
Fijación
En ambos casos por inmersión en etanol 70 %.
Tinción
■ Aclarar en una placa de Petri con alcohol acético (50 % de ácido acético glacial al 1 %
y 50 % de etanol de 70 %) (pequeños: 1 h, 30 min; grandes: 24 h o más) vigilando a lo
largo del aclarado en el estereomicroscopio.
■ Teñir (sin eliminar el acético) en placa de Petri con carmín acético de Semichón (5-30
minutos).
■ Decolorar las capas externas sumergiendo los vermes en una placa de Petri con una
solución de ácido acético glacial (del 1 %, hasta el 50 %) y etanol de 70 % (10-30 minu-
tos), agitando y renovando la solución según se va coloreando al desteñirse el cestodo.
Una vez decolorado se sumerge en etanol de 70 % para eliminar los restos de acético.
■ Deshidratar (para evitar la oxidación que oscurecería la preparación): sumergir el ces-
todo en una batería de alcoholes en placas de Petri con: etanol de 80 % (10 minutos),
de 90 % (10 minutos), absoluto (10 minutos) y finalmente, alcohol isopropílico (5 minu-
tos) (ya que el acohol absoluto se hidrata rápidamente).
■ Aclarar (para transparentar la cutícula y observar los órganos internos) introduciendo los
vermes en xilol durante un máximo de 5 minutos.
Anillos de Moniezia.
44
Técnicas de diagnóstico
Trematodos
Se pueden procesar de manera similar a los cestodos, lavándolos varias veces con solu-
ción salina fisiológica (para que escupan la sangre ingerida) si bien en este caso ya antes
de la fijación podemos observar muchos órganos en su interior. Como fijador podemos
usar formol al 10 % agitando constantemente para evitar la contracción de los ejemplares.
Una vez fijados se pueden conservar en formol al 3 %.
En general, una vez procesados los ejemplares, se colocan entre porta y cubreobjetos
en un medio de montaje (Bálsamo de Canadá, glicerogelatina, goma arábiga, etc.) y se ob-
servan al microscopio. A veces puede ser interesante el montaje directamente en el acla-
rante, se deja pasar cierto tiempo para que los vermes se transparenten y las preparacio-
nes ya estarán listas para su estudio al microscopio óptico. Si los ejemplares son muy
gruesos o queremos observar mejor las estructuras internas, podemos teñirlos. Entre las
técnicas de tinción para los helmintos destacan el lactofenol azul de algodón, la hematoxi-
lina de Ehrlich, la tinción tricrómica de Horen, etc.
Localización de otros endoparásitos de los ovinos (excepto helmintos adultos de localización visceral)
Localización Parásitos
Esófago Protozoos Sarcocystis
Eimeria
Intestino delgado Protozoos
Aparato digestivo Cryptosporidium
Quiste hidatídico
Hígado Metacestodos
Cisticercus
Fosas nasales Artrópodos Oestrus
Aparato respiratorio Quiste hidatídico
Pulmón Metacestodos
Cisticercus
Babesia
Protozoos Theileria
Aparato circulatorio Sangre Trypanosoma
Trematodos Schistosoma
Sistema nervioso Médula espinal y cerebro Metacestodos Coenurus
Músculo estriado, corazón, Protozoos Sarcocystis
Parasitosis sistémicas esófago, diafragma Metacestodos Cisticercus
Músculo y SNC Protozoos Toxoplasma
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Atlas de Parasitología ovina
1 Esófago
Gongylonema
2 Ciego
Chabertia
Oesophagostomum
1 Skrjabinema
2 Trichuris
3 Colon
Skrjabinema
4 Broncopulmonares
3 Dictyocaulus
Protostrongylus
Cystocaulus
4 Muellerius
6
Neostrongylus
5 Hígado
Dicrocoelium
Fasciola
6 Intestino delgado
5
Bunostomum
Capillaria
Cooperia
Nematodirus
Oesophagostomum
Ostertagiinae
Strongyloides
Trichostrongylus
Avitellina
Moniezia
8 Stilesia
Thysaniezia
7 7 Cuajar
Haemonchus
Ostertagiinae
Trichostrongylus
8 Panza
Paramphistomum
Localización visceral de los principales helmintos de los pequeños rumiantes. Gongylonema
46
Protozoos
Trematodos
Cestodos
Nematodos
Artrópodos
Protozoos
Protozoos
Protozoos
Los protozoos son organismos unicelulares, eucariotas con un tamaño muy variable (1-500
µm). Según sus mecanismos de movilidad los protozoos parásitos se pueden dividir en ci-
liados, flagelados, ameboides o apicomplexa. Estos últimos son los más complejos y en fun-
ción de los cuadros clínicos que producen, podemos clasificarlos en protozoos digestivos
(Cryptosporidium y Eimeria), hemáticos (Babesia y Theileria) y tisulares (destacando Toxo-
plasma por sus connotaciones en salud pública). Están muy adaptados a la fisiología de los
ovinos, con ciclos biológicos muy complejos con reproducción sexual y asexual (división bi-
naria, gemación, división múltiple o esquizogonia y/o endodiogenia y endopoligenia). Los tro-
fozoítos son formas activas, adaptadas a la vida parasitaria en tejidos y cavidades del hos-
pedador pero incapaces de resistir mucho tiempo las condiciones del medio externo y
generalmente tienen un núcleo. Para garantizar la supervivencia en el medio ambiente de-
sarrollan formas de resistencia, quistes u ooquistes, al revestirse de cubiertas que ellos mis-
mos segregan y dentro de las cuales hay una vida latente. Las sustancias de reserva le per-
miten continuar su desarrollo cuando corresponda y en algunos casos llevar a cabo la
multiplicación de los núcleos.
Encuadre taxonómico
Reino Protozoa
Subphylum Mastigophora
Orden Diplomonadida
Suborden Eimeriorina Suborden Piroplasmorina
Familia Sarcocystidae
Género Toxoplasma
Género Sarcocystis
Género Besnoitia
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Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos
Protozoos digestivos
El ciclo biológico de los coccidios comienza con la ingestión del ooquiste microgamonte origina numerosos gametos masculinos flagelados por
esporulado que se rompe y emergen los esporoquistes. Una vez libe- esquizogonia. El macrogamonte se transforma en macrogameto feme-
rado el esporozoíto, penetra dentro de la célula intestinal y se transforma nino. El microgameto fecunda al macrogameto originándose el cigoto.
en trofozoíto dentro de una vacuola parasitófora. Las fases inmaduras El cigoto se rodea de una doble envoltura formándose el ooquiste inma-
de Eimeria se localizan a nivel intracelular mientras que las fases de duro (no infectante) que sale al exterior con las heces. En las eimerias la
Cryptosporidium se sitúan a nivel intramembranoso. El trofozoíto divide fase final del ciclo, esporogonia, que tiene lugar en el medio ambiente
por merogonia-esquizogonia formando el meronte-esquizonte, con nu- tiene como objetivo la maduración de los ooquistes (conteniendo cua-
merosas células hijas denominadas merozoítos que rompen la célula epi- tro esporoquistes con dos esporozoítos cada uno) y hacerlos infectan-
telial e invaden nuevas células y repiten el proceso, desarrollándose va- tes. En Cryptosporidium las tres fases del ciclo son endógenas, produ-
rias generaciones de merozoítos. En un momento dado, los merozoítos ciéndose la esporogonia en el epitelio intestinal por lo que los ooquistes
se diferencian en gamontes y van a sufrir el proceso de gametogonia. son infectantes (contienen cuatro esporozoítos) en el momento de ser
Unos se transforman en macrogamontes y otros en microgamontes. El eliminados.
merozoíto gamontes
cigoto
onia
etog
Gam
trofozoíto
esporozoíto Esporogonia
nia
ogo ooquiste
iz
qu
Es
ooquiste esporulado
Eimeria spp.
Cryptosporidium
esporoquiste
ooquiste
esporozoíto inmaduro
onia
porog
Es
esporoquiste
50
Protozoos
Ciclos biológicos
Protozoos hemáticos
Babesiosis-theileriosis
Son heteroxenos obligados, desarrollándose en la garrapata la división En el caso de Theileria los esporozoítos penetran en linfocitos
sexual –gametogonia– (por lo que técnicamente sería el hospedador de- donde se produce una primera reproducción asexual, esquizogonia,
finitivo) y esporogonia y en el rumiante (hospedador intermediario) la di- y se forman esquizontes de dos tipos, macro y microesquizonte tam-
visión binaria. Tras varios días prendida, una garrapata infectada –con bién llamados cuerpos azules de Koch. Tras una segunda esquizogo-
esporozoítos en sus glándulas salivares– es capaz de inocular estos es- nia se forman los merozoítos que son liberados e invaden glóbulos ro-
porozoítos en el hospedador al cabo de cierto tiempo. jos. El ciclo continúa cuando una nueva garrapata se alimenta sobre
En el caso de Babesia los esporozoítos penetran en los glóbulos ro- el rumiante infectado succionando los merozoítos que se liberan en el
jos y se dividen por fisión binaria. Los merozoítos ingeridos por la ga- intestino y se convierten en formas estrelladas, macro y microgamonte.
rrapata durante la ingesta de sangre, son liberados en el intestino de Seguidamente se produce la gametogonia y la consiguiente formación
la garrapata experimentando una transformación a macro y microga- del ooquineto que, coincidiendo con la fase de muda de la garrapata,
montes. Seguidamente se produce la fusión de los gametos y la for- abandona el intestino y pasa a la hemolinfa llegando a distintos tejidos,
mación del ooquineto, que es móvil y atraviesa el intestino de la garra- entre ellos las glándulas salivares, donde tiene lugar la esporogonia de
pata y a través de la hemolinfa llega a distintos tejidos, donde tiene lugar la que saldrán los esporozoitos que serán inoculados a un nuevo hos-
la esporogonia. Si el ixódido es una hembra, hay una transmisión tran- pedador cuando el nuevo estadio de garrapata se alimente. La trans-
sovárica del parásito a las siguientes generaciones de garrapatas. Los misión de las theilerias es, por tanto, transestádica si bien existe la
esporozoítos migrarán a las glándulas salivares de estas nuevas garra- transmisión mecánica.
patas, donde permanecen hasta que se alimenten en un hospedador
y le transmitan los esporozoítos. ninfa
adulta
merozoíto
merozoíto
ia
adulta gon
squizo
E
ria
ón bina
Fisi
larva
macrogamonte
esporozoíto y microgamonte
Theileria
esporozoíto Babesia
larva
cigoto
transmisión
transovárica
ia
on
tog ninfa
e
m
ooquineto Ga muda
Esporo
gonia
transmisión esporozoíto
transestádica
adulta
51
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos digestivos
Protozoos digestivos
Cryptosporidium parvum
52
Protozoos
Protozoos digestivos
Eimeria spp.
53
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos digestivos
Giardia intestinalis
(lamblia o duodenalis)
Localización: Intestino.
Tamaño: los trofozoítos miden de 12-15 x 6-8 µm.
Morfología: los trofozoítos son piriformes y pre-
sentan simetría bilateral, convexos dorsalmente
y en la parte ventral presentan un disco suctor
cóncavo mediante el cual se adhieren a la super-
ficie de las vellosidades intestinales. Tienen dos
núcleos ovoides, un axostilo, un par de cuerpos
medios y cuatro pares de flagelos que le dan una
imagen característica. Este organismo tiene una
morfología piriforme.
Los quistes son elipsoidales, muy pequeños
(8-12 x 5-8 µm). Su pared es refráctil y en la por-
ción externa presentan de 7 a 20 filamentos. En
el citoplasma presentan ocho axonemas, seis
centrales y dos periféricos. Los quistes inmadu-
ros o recién formados tienen dos núcleos y los
quistes maduros son tetranucleados. El carioso-
ma puede estar en posición central o excéntri-
ca y la membrana nuclear carece de cromatina
periférica.
Trofozoíto de Giardia.
Quiste de Giardia.
54
Protozoos
Protozoos hemáticos
Protozoos hemáticos
Las piroplasmosis son enfermedades parasitarias producidas por protozoos del género Thei-
leria que parasitan el sistema mononuclear fagocitario, linfocitos y/o eritrocitos o del género Ba-
besia que parasita exclusivamente los eritrocitos. Son transmitidas por garrapatas, B. ovis por
Rhipicephalus bursa (en el este y sur peninsular); B. motasi por Haemaphysalis punctata (en
el norte peninsular), T. lestoquardi por Hyalomma y T. ovis por Rhipicephalus y Dermacentor.
Babesia
Localización: Eritrocitos.
Tamaño: los merozoítos de B. ovis son peque-
ños (1-2,5 µm) siendo habitualmente redonde-
ados; en ocasiones son piriformes apareciendo
por parejas que forman entre sí un ángulo ob-
tuso. Los merozoítos de B. motasi son grandes
(2,5-5 µm) y suelen ser piriformes pudiendo
aparecer aislados o en parejas, en este caso
suelen formar un ángulo agudo.
Morfología: en extensiones finas de sangre,
realizadas inmediatamente después de la toma
de la muestra, y teñidas mediante técnicas
pancrómicas, podremos observar los merozoí-
tos en el interior de los glóbulos rojos con mor-
fología variada (piriforme, oval, ameboide o re-
dondeada) generalmente en los márgenes de
Merozoítos de B. motasi. los mismos.
La presencia de garrapatas junto a cuadros febriles nos hará sospechar de la presencia de parásitos
hemáticos.
55
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos hemáticos
Theileria
56
Protozoos
Protozoos tisulares
Protozoos tisulares
Las enfermedades sistémicas producidas por protozoos Apicomplexa, relacionados morfo-
lógica y biológicamente con los coccidios digestivos clásicos, se caracterizan por la formación
de quistes en diversos órganos o sistemas.
Toxoplasma gondii
Quiste de Toxoplasma.
Ante cualquier problema reproductivo, debemos tener en cuenta la presencia de Toxoplasma y el control de los gatos en la explotación.
57
Atlas de Parasitología ovina
Protozoos tisulares
Sarcocystis
58
Trematodos
Trematodos
Su cuerpo está perfectamente adaptado a su condición de endoparásito y a su localización
intraorgánica. En el extremo anterior se aprecia una ventosa oral muscular, en la que se abre
la boca que se continúa con una faringe corta, también muscularizada, y un esófago que
termina dividiéndose en dos ciegos. Como no tienen ano, el contenido de desecho presente
en los ciegos debe vomitarse para ser expulsado. Por debajo de la ventosa oral se observa
la ventosa ventral cuya misión es la fijación.
Excepto los esquistosomas, que son dioicos (sexos separados), la mayoría de los tre-
matodos son hermafroditas y poseen un doble juego de aparatos reproductores siendo ha-
bitual la autofecundación y más rara la fecundación cruzada.
Encuadre taxonómico
Clase Trematoda
Subclase Digenea
59
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos
Dicrocoelium dendriticum
Fase endógena
Los rumiantes se infectan al anochecer o al amanecer cuando ingieren metacercarias en
el interior del segundo hospedador intermediario, la hormiga prendida en la vegetación.
Cuando las metacercarias llegan al intestino, se desenquistan y se dirigen al hígado a tra-
vés del conducto colédoco, donde en pocas semanas se desarrollaran los adultos. Los
adultos ponen huevos en los conductos biliares que pasan al intestino a través del con-
ducto colédoco, para ser evacuados con las heces del rumiante.
Fase exógena
Los huevos de D.dendriticum eliminados en las heces son ingeridos por un hospedador
intermediario (caracol terrestre, Helicella sp.; Cernuella sp.). En el interior del caracol lo
huevos eclosionan y salen los miracidios que se dirigen al hepatopáncreas donde for-
man esporocistos madres e hijos (no hay redias). Los esporocistos hijos originan cerca-
rias que se acumulan en las cámaras respiratorias en bolas de moco con 200-400 cer-
carias que son expulsadas por el caracol y se adhieren a la vegetación, siendo ingeridas
por el 2º hospedador intermediario (hormigas, Formica sp.). En el buche de las hormi-
gas –en cavidad abdominal– las cercarias se movilizan, pierden la cola y atraviesan su
pared pasando a la cavidad abdominal donde permanecen la mayoría. Algunas cerca-
rias llegan a cavidad torácica y sólo una se dirige a la cabeza penetrando en el ganglio
subfaríngeo. En 40 días las cercarias se han enquistado convirtiéndose en metacerca-
rias. La que afecta al ganglio subfaríngeo es especial y conserva cierta movilidad y toxi-
cidad de tal manera que es capaz de modificar el comportamiento de la hormiga. Así,
las hormigas infectadas en vez de regresar al hormiguero con la bajada de la tempera-
tura al anochecer, se suben a las hierbas y se fijan a las mismas apretando fuertemen-
te las mandíbulas, paralizadas, por lo que pasan la noche prendidas. Al día siguiente si
no han sido ingeridas, cuando suben las temperaturas recuperan la funcionalidad de las
mandíbulas y siguen su ciclo habitual.
60
Trematodos
Ciclos biológicos
Fasciola hepatica
Fase exógena Fase endógena
Los adultos viven en los conductos biliares y ponen huevos oper- El contagio del hospedador definitivo se realiza por ingestión oral de
culados que son eliminados con las heces. Al contacto con el agua, metacercarias adheridas a las plantas acuáticas (hierbas, berros). Las
los huevos eclosionan y salen los miracidios que nadan buscando metacercarias se desenquistan en el aparato digestivo del rumiante
un caracol de la especie adecuada (Lymnaea truncatula) en el que y atraviesan la pared del duodeno, pasan a la cavidad peritoneal y lle-
penetran activamente. En la región periesofágica del caracol los mi- gan a la cápsula de Glisson que atraviesan perforando el parénqui-
racidios se transforman en esporocistos en cuyo interior se forman ma hepático hasta llegar a los conductos biliares donde maduran has-
una o dos generaciones de redias. A partir de las redias se forman ta hacerse fasciolas adultas.
las cercarias provistas de cola, que abandonan el caracol y nadan
hasta que contactan con la vegetación, pierden la cola, se enquis-
tan y se transforman en metacercarias.
Dicrocoelium
adulto
metacercarias
Fasciola
adulta
Dicrocoelium dendriticum
1º HI
2º HI
huevo
huevo
metacercaria esporocisto
metacercaria cercaria
HI miracidio
cercaria
esporocisto
Fasciola hepatica
redia
61
Atlas de Parasitología ovina
Fasciola hepatica
Localización: Hígado.
Tamaño y morfología: el nombre deriva de la
forma de hoja de árbol. Miden hasta 30 x 13 mm
y su superficie está cubierta de espinas micros-
cópicas que son responsables en parte de su
acción patógena. La ventosa oral se abre en el
extremo anterior, en el denominado cono, que
se ensancha en los “hombros”; a partir de ese
punto, donde se sitúa la ventosa ventral, la an-
chura del cuerpo disminuye progresivamente. In-
mediatamente después de recogerlas de los
conductos biliares su color es marrón grisáceo
a verdoso y al extenderlas pueden observarse
los ciegos intestinales repletos de sangre. Al in- Adultos de Fasciola hepatica.
cluirlas en solución salina fisiológica, regurgitan
el contenido intestinal y es posible apreciar el
resto de estructuras internas. Los ciegos están
muy ramificados y llegan al extremo posterior.
Los dos testículos y el ovario son muy ramifica-
dos; los primeros se encuentran en la porción
media del cuerpo mientras el segundo se sitúa
lateralmente (en la parte derecha), por delante de
los testículos. Las glándulas vitelógenas se en-
cuentran en los márgenes laterales y disponen
de conductos finísimos que confluyen en dos
conductos transversales que se fusionan en la
parte media del cuerpo, prolongándose en un
reservorio que acaba en el ootipo.
Los huevos no están embrionados cuando Fasciolosis ovina.
se eliminan con las heces por lo que, el conte-
nido es indiferenciado y ocupa todo el huevo.
Son muy grandes (130-150 x 70-90 µm) elípti-
cos, con un opérculo polar transparente. La cu-
bierta es amarilla, rasgo que los diferencia del
resto de parásitos de la oveja.
62
Trematodos
Dicrocoelium dendriticum
Localización: Hígado.
Tamaño y morfología: el adulto es morfológica-
mente similar, pero más pequeño y estrecho
que Fasciola hepatica (6-12 x 1,5-2,5 mm) por
lo que se transparenta mejor y se observan bien
los órganos internos. El tegumento es liso. La
ventosa oral es más pequeña que la ventral. Los
testículos, ligeramente lobulados, se encuen-
tran alineados por detrás de la ventosa ventral.
El ovario es globoso y en posición caudal a los
testículos. El útero es muy largo y sinuoso, y en
su interior se ven fácilmente los huevos. Las
glándulas vitelógenas se encuentran en los már-
Adultos de Dicrocoelium dendriticum. genes laterales pero sólo en la zona media del
cuerpo.
Los huevos son pequeños (38-45 x 22-30 µm)
elípticos, en ocasiones algo asimétricos. El opér-
culo es marrón, poco visible. Están embrionados
en el momento de ser eliminados con las heces
por lo que el miracidio se transparenta aún a tra-
vés de la cubierta de color marrón, dejando ver en
uno de los extremos las dos manchas germina-
les oscuras.
63
Atlas de Parasitología ovina
64
Trematodos
Paramphistomum cervi
Localización: Rumen.
Tamaño y morfología: los adultos tienen el
cuerpo cónico, piriforme, y de color rosáceo. Mi-
den entre 12 y 14 mm. Tienen dos ventosas, oral
y ventral (acetábulo); ésta última se encuentra
casi al final del cuerpo. Como en Dicrocoelium
los testículos están ligeramente lobulados y se
encuentran alineados en la parte media, por
delante del ovario. Las glándulas vitelógenas
están en los márgenes laterales, a lo largo de
prácticamente todo el cuerpo.
Los huevos (125-180 x 75-103 µm) son casi
indistinguibles de los de Fasciola aunque son
ligeramente más grandes y de color neutro.
Huevos de Paramphistomum cervi (blanco) y Fasciola hepatica (amarillos).
65
Atlas de Parasitología ovina
Schistosoma bovis
Macho de Schistosoma.
66
Cestodos
Cestodos
Los cestodos son helmintos aplanados dorsoventralmente, alargados, con el cuerpo acin-
tado, segmentado y sin pigmentos. Son hermafroditas y no tienen cavidad corporal ni tubo
digestivo. Su tamaño oscila desde unos pocos milímetros a varios metros de longitud. Son
endoparásitos, tienen ciclos indirectos con uno o dos hospedadores intermediarios. El cuerpo
consta de escólex, cuello y estróbilo.
El escólex es esférico, está situado en la parte anterior y en él se localizan los órganos
de fijación, que pueden ser ventosas o hendiduras longitudinales (botrios). A veces existe
una estructura adicional, el rostelo, el cual a menudo está armado (provisto de ganchos).
El cuello es la zona de crecimiento, es corto y sin segmentar, y se encuentra entre el es-
cólex y el estróbilo.
El estróbilo o cadena estrobilar está compuesto por segmentos llamados proglótides o
anillos. Los proglótides se forman desde el cuello o región de crecimiento y maduran con-
forme se van alejando del escólex. Cada proglótide contiene, generalmente, uno o dos jue-
gos de órganos reproductores. En cada uno de los proglótides se forman estructuras mas-
culinas y femeninas y pueden ser de tres tipos: inmaduros (sin aparato sexual diferenciado),
maduros (con aparato sexual masculino y femenino diferenciado) o grávidos (sólo queda el
útero relleno de huevos).
En los ovinos hay que distinguir las cestodosis, producidas por cestodos adultos, de las
metacestodosis, producidas por las fases larvarias de adultos cuyo hospedador definitivo
no es el propio ovino.
Encuadre taxonómico
Clase Cestoidea
Subclase Eucestoda
Orden Cyclophyllidea
67
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos
Moniezia
Fase endógena Fase exógena
Los rumiantes se infectan cuando ingieren con la hierba ácaros oribá- Los huevos son ingeridos por ácaros oribátidos (ácaros de vida libre
tidos infectados con un cisticercoide. El desarrollo del cestodo en el que se encuentran preferentemente en lugares húmedos como hierba,
rumiante requiere 1-2 meses, en los que el cisticercoide se libera y el musgo, bajo piedras en los pastos). La oncosfera se libera de las cu-
extremo anterior –protoescolex– se fija a la pared intestinal y co- biertas del huevo y atraviesa el intestino del ácaro llegando a la cavi-
mienza a desarrollar un adulto cuyos últimos segmentos –maduros– dad celómica donde se transforma en un cisticercoide en 2-6 meses.
se eliminan con las heces y se desintegran en el exterior, liberando los
huevos con un embrión hexacanto u oncosfera en su interior.
Adultos
embrión
HI hexacanto
ácaro
oribátido
con cisticercoide
Huevo
68
Cestodos
Ciclos biológicos
Quiste Cysticercus
hidatídico tennuicollis
Cysticercus ovis
Coenurus
cerebralis
HI vísceras
huevo con
embrión
hexacanto HD
Taenia ovis
Taenia hydatigena
Taenia multiceps
Echinococcus granulosus
69
Atlas de Parasitología ovina
Moniezia expansa
A veces los huevos de Moniezia se hinchan si están mucho tiempo en la solución salina.
70
Cestodos
Quiste hidatídico
71
Atlas de Parasitología ovina
Quistes hidatídicos
en hígado.
72
Cestodos
Cisticercos
73
Atlas de Parasitología ovina
Cenuros
Coenurus cerebralis
Síntoma de cenurosis.
74
Nematodos
Nematodos
Nematodos
Son vermes cilíndricos y alargados, pueden medir de 0,1 a 150 cm, más abundantes y que incluyen un gran número de géneros y espe-
con los extremos normalmente algo puntiagudos. Son individuos tri- cies, es más complejo porque morfológicamente son muy parecidos
blásticos, con una cutícula externa semirrígida que les impide crecer entre sí . En éstos debemos recurrir a las claves de identificación. En
por lo que se ven obligados a mudar; por debajo de ésta, se encuen- este trabajo, basándonos en la presencia/ausencia, o en la morfolo-
tra la hipodermis y más internamente, la capa muscular. La cavidad gía o tamaño de ciertas estructuras orgánicas proponemos una
corporal está compuesta por un tejido relleno de líquido (seudoceloma sencilla clave de identificación con la que podremos llegar a clasifi-
o líquido perientérico) con una función similar al esqueleto, donde flo- car los tricostrongílidos de los ovinos españoles a nivel genérico. Para
tan el sistema digestivo, nervioso, excretor y genital. No poseen llegar a nivel de especie debemos observar las características indivi-
aparato circulatorio ni respiratorio. duales, siendo generalmente más sencilla la identificación de los
En el ganado ovino existe una gran variedad de nematodos diges- machos que la de las hembras.
tivos. Tras la necropsia, podemos recuperarlos e identificarlos en el En cuanto a los nematodos broncopulmonares, se pueden dividir en
laboratorio por sus características morfológicas. En algunos casos dos grupos: los grandes (Dictyocaulus) y los Protostrongílidos (Muelle-
es relativamente sencillo, pero en otros como los tricostrongílidos, los rius, Protostrongylus, Cystocaulus, Neostrongylus).
Encuadre taxonómico
Phylum Nemathelminthes
Orden Enoplida Orden Strongylida Orden Oxyurida Orden Rhabditida Orden Spirurida
Familia Dictyocaulidae
Género Dictyocaulus
Familia Molineidae
Género Nematodirus
75
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos
Nematodos digestivos
Tricostrongílidos
El ciclo biológico de los tricostrongílidos es directo, con una fase en- La fase exógena empieza cuando los huevos son eliminados al me-
dógena en la cual el hospedador ingiere las larvas de tercer estadio dio ambiente con las heces, que le sirven de aislamiento y protec-
(L3) con la hierba; en el cuajar o en el intestino delgado, la L3 sale de ción. En el interior del huevo se forma la L1 que sale del huevo y
la vaina. La mayoría de estas larvas se introducen en las glándulas muda a L2 y ésta a L3 o forma infectante. En las Marshallagia y Ne-
gástricas donde mudan a L4 saliendo como L5 a la superficie del matodirus spp. la L1 no abandona el huevo sino que continúa su
abomaso. En ocasiones se detiene el desarrollo de la larva en la glán- desarrollo –hasta L2 y L3, respectivamente– en el interior del huevo,
dula gástrica durante varios meses, es el llamado período de hipo- saliendo entonces al medio ambiente. Las L3 se diseminan horizon-
biosis. Una vez que han madurado sexualmente tiene lugar la cópula, talmente y ascienden por sus propios movimientos a la hierba para
tras la cual las hembras comienzan a eliminar huevos. ser ingeridas por el hospedador.
Adulto
L5
L4
L3
Hipobiosis
Heces
con huevos
Marshallagia
L3 Nematodirus
L3
Huevo Huevo
con L2 con L1
Tricostrongílidos
Huevo Huevo
con L 3 con L 1
Huevo con L 2
L3
L1
L2
76
Nematodos
Ciclos biológicos
Nematodos pulmonares
Dictyocaulus Protostrongílidos
La L1 de Dictyocaulus no requiere un hospedador intermediario en el La L1 de los protostrongílidos sale al medio exterior en las heces y so-
medio ambiente y muda directamente conservando las vainas, de tal brevive hasta que encuentra un hospedador intermediario, caracol te-
forma que las formas infectantes (L3) tienen una doble vaina y con- rrestre (hay más de 50 especies), donde se desarrolla y muda a L2 y
servan el botón cefálico. La fase endógena comienza cuando el L3. La fase endógena comienza cuando el hospedador definitivo ingiere
hospedador definitivo ingiere la L3 con la hierba. En el intestino se li- la L3 que se encuentra en el interior del caracol (a veces algunas larvas
bera de sus cubiertas y penetra en la mucosa llegando a los ganglios migran a la hierba y pueden ingerirse directamente). Las L3 se liberan
mesentéricos donde muda a L4, que por vía sanguínea se dirige a los con la acción de los jugos gástricos y perforan la pared del intestino
capilares alveolares alcanzando los bronquios más finos donde se grueso y llegan por vía linfática a los pulmones donde terminan de ma-
transforma en L5 que se dirige a bronquios y tráquea donde madu- durar. Las hembras eliminan huevos que eclosionan en el parénquima
ran sexualmente. La mayoría de los huevos eclosionan en el interior pulmonar y las L1 progresan por el árbol bronquial hasta ser deglutidas.
de las hembras (unos pocos en el intestino) por lo que las L1, ayuda-
das por el epitelio vibrátil de los bronquios y por los accesos de tos,
ascienden hacia la tráquea para ser deglutidas y eliminadas con las
heces (unas pocas pueden salir al exterior con los accesos de tos).
L3
L4
L1 L5
Adulto
L 1(heces)
Protostrongílidos
HI
Dictyocaulus
L3
L1
L2
L1
L3
L2
77
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Chabertia
Chabertia ovina
Macho
Hembra
78
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Oesophagostomum
Macho
Hembra
79
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Oesophagostomum venulosum
Oesophagostomum radiatum
80
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Bunostomum
Bunostomum trigonocephalum
Macho
Hembra
81
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Trichostrongylus
Macho
Hembra
82
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Trichostrongylus axei
Localización: Cuajar.
Macho: 2,3-6 mm. Las espículas son de color
marrón oscuro, desiguales, la izquierda mide
96-123 µm y la derecha 74-96 µm. Del borde
interno de ambas sale una espina y el extremo
distal presenta excrecencias.
Hembra: extremo posterior recto y en forma de
cono, de 67-79 µm de longitud. La vulva se si-
túa en la parte posterior del cuerpo a 0,06-0,1
mm del extremo distal. Los oviyectores miden
Espículas. 202-281 µm pero no están tan bien definidos
como en otras especies.
Trichostrongylus vitrinus
Localización: Duodeno.
Macho: 4-7,7 mm. Las espículas son iguales,
de 149-176 µm de longitud, lisas y acabadas
nítidamente en punta. Gubernáculo: 74-96 µm
de longitud, arqueado en forma de navecilla o
huso muy estrecho.
Hembra: el ano se encuentra situado a 79-133
µm del extremo caudal. Vulva con labios promi-
nentes. Por detrás, el cuerpo se estrecha cóni-
camente, midiendo la extremidad caudal 79-105
Espículas. µm y está levemente curvada dorsalmente.
Trichostrongylus colubriformis
83
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Trichostrongylus capricola
Espículas.
Trichostrongylus longispicularis
Trichostrongylus retortaeformis
Espículas.
84
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Haemonchus
Haemonchus contortus
Localización: Cuajar.
Tamaño: Macho: 10-20 mm.
Hembra: 16-30 mm.
Morfología: extremo cefálico relativamente an-
cho y romo, de menos de 50 µm de diámetro,
sin vesícula cefálica. Papilas cervicales muy
manifiestas. Cavidad bucal pequeña, no quitini-
zada, con tres labios poco visibles y un diente
o lanceta fino, pequeño pero manifiesto, que se
origina en la cara dorsal de la base de la cavi-
Extremo anterior con papilas cervicales grandes. dad bucal. Presenta una formación neodontal
prominente en el esófago. El esófago mide
1,216-1,387 mm de longitud.
Macho
Hembra
85
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Cooperia
Extremo anterior.
Hembra
86
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Cooperia oncophora
Cooperia mcmasteri
Cooperia curticei
87
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Ostertagia/Teladorsagia
Hembra
88
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Ostertagia ostertagi
Espículas.
Ostertagia lyrata
89
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Teladorsagia circumcincta
Espículas.
90
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Teladorsagia trifurcata
Espículas de T. trifurcata.
91
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Marshallagia
Marshallagia marsalli
Espículas.
92
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Nematodirus
Macho
Hembra
93
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Nematodirus filicollis
Nematodirus spathiger
Nematodirus helvetianus
94
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Trichuris
Hembra
95
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Macho
96
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Trichuris ovis
Vulva.
97
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Trichuris globulosa
Macho. Expansión de la vaina espicular (las espinas disminuyen de tamaño en sentido proximal).
98
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Trichuris skrjabini
99
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Skjrabinema
Skjrabinema ovis
Extremo anterior.
Macho
Hembra
100
Nematodos
Nematodos gastrointestinales
Strongyloides
Strongyloides papillosus
Capillaria
Capillaria bovis
101
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos gastrointestinales
Gongylonema
Gongylonema pulchrum
102
Nematodos
Nematodos pulmonares
Dictyocaulus filaria
103
Atlas de Parasitología ovina
Nematodos pulmonares
Protostrongylus rufescens
Larva 1.
Muellerius capillaris
104
Nematodos
Nematodos pulmonares
Cystocaulus ocreatus
Neostrongylus linearis
Larva 1 de Neostrongylus.
105
Artrópodos
Artrópodos
Artrópodos
Los artrópodos son animales invertebrados, pluricelulares, con simetría bilateral que poseen
pares de apéndices articulados. Tienen un exoesqueleto quitinoso que no es elástico por
lo que para crecer deben sustituirlo por uno nuevo formado debajo del viejo, en un proceso
denominado muda o ecdisis. Los segmentos del cuerpo están unidos por elementos
membranosos, lo que les da cierta movilidad. Cada segmento quitinoso está constituido por
4 placas: una dorsal (tergo), una ventral (esternón) y dos laterales (pleuras). Los artrópodos
parásitos más importantes de los pequeños rumiantes son los insectos y los ácaros.
Encuadre taxonómico
Phylum Arthropoda
Superclase Insecta
Suborden Suborden
Ischnocera Cyclorrhapha
107
Atlas de Parasitología ovina
Piojos
Piojos
Los piojos son ectoparásitos obligados permanentes y muy específicos de hospedador. Se
caracterizan porque son insectos carentes de alas (ápteros) y están comprimidos dorsoven-
tralmente. Las patas terminan en una uña que al oponerse a una prominencia de la tibia forma
una pinza adaptada al grosor del pelo del animal que parasitan. Todo su ciclo biológico trans-
curre en el animal, depositando sus huevos, liendres, adhiriéndolos a los pelos. Los esta-
dios de desarrollo son morfológicamente muy similares entre sí, diferenciándose fundamen-
talmente en el tamaño. Pueden actuar como vectores de algunas enfermedades pero su
verdadera importancia en veterinaria radica en la acción patógena, directa o indirecta. Se
dividen en dos grandes grupos, los piojos anopluros o picadores y los malófagos o masti-
cadores. Los primeros son hematófagos y durante su alimentación perforan la epidermis.
Los masticadores se alimentan de descamaciones de la piel pero se mueven incesantemente
provocando la autolesión por rascado del hospedador.
Anopluros
Linognathus
108
Artrópodos
Piojos
Malófagos
109
Atlas de Parasitología ovina
Pulgas
Pulgas
Los adultos de pulga son ectoparásitos obligados mientras que el resto de las fases de de-
sarrollo pasan su vida fuera del hospedador. Los adultos depositan los huevos sobre el ani-
mal y al no tener ningún tipo de adherencia caen al suelo (encontrándose principalmente en
aquellos lugares donde los animales pasan más tiempo como establos, camas, etc).
La larva es verminosa, blanquecina con piezas bucales mordedoras. Se alimentan fuera del
hospedador de detritus, descamaciones cutáneas, pelos y heces de los adultos que contie-
nen sangre parcialmente digerida, por lo que según van creciendo adquieren un tono rojizo.
Sifonápteros
110
Artrópodos
Pulgas
Pulex irritans
Ctenocephalides felis
111
Atlas de Parasitología ovina
Pulgas
Espermateca de P. irritans.
Moscas
La distinción entre los diferentes dípteros que pueden afectar a los ovinos es compleja por su
variedad y fisiología. De forma simplista, se va a dividir el presente apartado atendiendo al es-
tadio de desarrollo que produce el proceso, centrándonos en los parásitos más frecuentes en
los ovinos, si bien ocasionalmente pueden presentarse otras especies. En primer lugar se tra-
tarán aquellas infestaciones por larvas de mosca, posteriormente las debidas a los adultos.
Miasis larvarias
Miasis es la infestación de animales con larvas de dípteros que, al menos durante cierto
tiempo, se alimentan de tejidos vivos o muertos, líquidos o de la ingesta del hospedador.
Por su localización se clasifican en externas o cutáneas e internas o cavitarias.
Miasis cavitarias
Entre las miasis cavitarias de los ovinos destaca la estrosis.
Dípteros
Oestrus ovis
113
Atlas de Parasitología ovina
Moscas
Miasis cutáneas
Distintos géneros de dípteros pueden depositar sus huevos (o larvas) sobre la piel del hos-
pedador produciendo miasis primarias o secundarias. En las primarias, cuando las larvas
eclosionan, con la ayuda de sus ganchos y la liberación de enzimas proteolíticas, son ca-
paces de perforar la piel sana para alimentarse en ella (Lucillia, Phormia y algunas especies
de Calliphora). En las miasis secundarias es necesaria una solución de continuidad, como
heridas por esquileo, corte de rabo o simplemente la lesión que dejan las garrapatas al des-
prenderse. Ésta será la vía de acceso al tejido para que las larvas puedan alimentarse y de-
sarrollarse (Chrysomyia, Megaselia, Wohlfartia, Sarcophaga y algunas especies de Calliphora).
La morfología de estas larvas es común a la del resto de las moscas, con pequeñas di-
ferencias que no son objeto de este tratado. La morfología de los estigmas respiratorios
situados en el último segmento abdominal es de gran valor taxonómico.
114
Artrópodos
Moscas
Moscas adultas
Las moscas pertenecientes a la familia Hippoboscidae se caracterizan porque la larva se de-
sarrolla en el interior del útero materno, saliendo al exterior ya en estadio de pupa o ninfa.
Son muy robustas y su tegumento tiene consistencia coriácea. El cuerpo está deprimido dor-
soventralmente como los piojos y la cabeza está unida al tórax en una articulación casi in-
móvil. Ambos sexos son hematófagos. En algunos géneros como Hippobosca las alas son
funcionales pero sólo les permiten realizar vuelos cortos y pesados, en otros como
Melophagus, el falso piojo ovino, las alas han desaparecido. Para facilitar la prensión de los
pelos sus patas terminan en uñas denticuladas.
Melophagus ovinus
115
Atlas de Parasitología ovina
Moscas
116
Artrópodos
Ácaros
Ácaros
Los ácaros de interés en el ganado ovino pertenecen a dos órdenes: Acariformes (ácaros de
la sarna) y Parasitiformes (garrapatas). Ambos órdenes tienen el cuerpo globoso (idiosoma)
y de él solo destacan el aparato bucal (rostro, capítulo o gnatosoma) y las patas.
El aparato bucal, en posición ventral o anterior, está formado por tres tipos de piezas buca-
les articuladas en una pieza basal, base del capítulo: el hipostoma (es el órgano de fijación,
central y está provisto generalmente de dentículos), dos quelíceros (órganos perforadores, uno
a cada lado del hipostoma, formados por 2 o 3 artejos que terminan en pinzas o agujas) y
dos pedipalpos (órganos sensoriales y/o de protección).
En el idiosoma se insertan las patas (4 pares en ninfas y adultos y 3 pares en larvas), cada
pata está dividida en 6 artejos: coxa, trocánter, fémur, génua o rodilla, tibia, tarso y uña. En
el idiosoma también puede haber ojos simples (en posición lateral a la altura del segundo o
tercer par de patas) y estigmas respiratorios. El idiosoma puede estar cubierto por un es-
cudo dorsal (con distinto desarrollo según el estadio), pliegues, cerdas y escamas o tegu-
mento coriáceo.
Encuadre taxonómico
Phylum Arthropoda
Clase Arachnida
Subclase Acari
117
Atlas de Parasitología ovina
Ciclos biológicos
Sarcoptes scabiei
La hembra excava un túnel permanente en el estrato córneo de la piel tadio adulto, la cópula tiene lugar en la superficie de la piel y la hem-
que no abandonará hasta su muerte. Durante aproximadamente dos bra grávida excava un nuevo túnel. El tiempo desde que un huevo eclo-
meses pondrá huevos a razón de 1-3 huevos al día. De los huevos siona hasta que madura la hembra y hace de nuevo la puesta es de
emerge una larva hexápoda que puede ascender a la superficie de la 10-14 días.
piel, protegiéndose, y posiblemente alimentándose en los folículos pi- El ciclo biológico de las demás sarnas es similar en cuanto a las
losos o quedarse en un túnel perpendicular al de su madre (saco de fases de desarrollo pero Psoroptes y Chorioptes se mantienen en la
muda). Las larvas se alimentan y mudan a ninfas (dos estadios ninfa- superficie de la piel, mientras que Demodex lo hace en el interior de
les) que actúan de igual forma que las larvas. Una vez adquirido el es- los folículos pilosos.
adultos hembra
grávida
3er año
2º año
1er año
ninfa
huevos
larva
118
Artrópodos
Ciclos biológicos
hembra
adultos grávida
2º año
1er año
larva
ninfa
huevos
119
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes
Acariformes
Sarcoptes
120
Artrópodos
Ácaros
Psoroptes
Psoroptes hembra.
121
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes
Chorioptes
122
Artrópodos
Ácaros
Demodex
Demodex.
123
Atlas de Parasitología ovina
Acariformes
Forma
Extremo
anterior
Muy corto Largo (menos que Psoroptes) Corto y cuadrado con dos cerdas Largo y cónico
y unido al tórax y redondeado verticales (forma de herradura) sin cerdas verticales
Patas
Muy cortas, Largas, todos los pares de patas Cortas, sólo sobresalen Largas, todos los pares
como muñones sobresalen del cuerpo del cuerpo el 1er y 2º par de patas sobresalen del cuerpo
1, 2, 4 1, 2 1, 2, 4
Terminación
en patas en 1, 2, 3, 4 1, 2, 4 1, 2, 3, 4
uñas o
ventosas
124
Artrópodos
Ácaros
Cuerpo alargado
3er y 4º par de patas traseros no sobresalen apenas del borde del cuerpo: Sarcoptes
Cuerpo globoso
125
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes
Parasitiformes
Las garrapatas, salvo en contadas excepciones, no son demasiado específicas en cuanto
a hospedador. Las que nos ocupan, como parásitos de pequeños rumiantes, son las de-
nominadas duras.
Morfología: presentan tres partes bien diferenciadas, el capítulo o rostro, el cuerpo o idio-
soma y las patas.
El capítulo está localizado anteriormente y en él se encuentran las piezas que permiten
la fijación del ectoparásito a la piel, el hipostoma y los quelíceros y las piezas externas a ellos
que los protegen, los palpos. La forma de la base del capítulo, donde se insertan el resto
de las piezas bucales y la longitud de éstas últimas tienen valor taxonómico (clave).
El cuerpo está protegido dorsalmente por un escudo que cubre totalmente a los machos
y parcialmente a las hembras, ninfas y larvas. Suele ser de color marrón, pero en algunas
especies presenta además coloraciones nacaradas o rojas. La sangre ingerida distiende, en
larvas, ninfas y hembras, la parte del cuerpo no cubierta por el escudo hasta 200 veces su
tamaño original. El borde dorsal del cuerpo presenta, en algunas especies, pequeños sur-
cos simétricos que se denominan festones y que se pierden cuando la garrapata ha inge-
rido gran cantidad de sangre. No todos los géneros presentan ojos, pero en aquellos que
los tienen están localizados en el borde del escudo, donde éste presenta una anchura má-
xima, aproximadamente a la altura de la segunda pata. En la parte ventral del cuerpo se apre-
cian las inserciones de las patas, 6 en las larvas y 8 en el resto de estadios, y los poros ge-
nital, anal y respiratorios. Rodeando el poro anal existe un surco de importancia en la
identificación de los distintos géneros. En nuestro país se han descrito numerosas especies
de ixódidos en los pequeños rumiantes (tabla 1). El interés por conocer las garrapatas que
parasitan al ganado en una determinada zona y estación radica en la capacidad de prede-
cir los agentes que pueden transmitir (tabla 2).
126
Artrópodos
Ácaros
Capra hircus, Capra pyrenaica hispanica, Adultos: zona inguinal, cara medial de extremidades.
Ixodes ricinus
Ovis aries, Ovis musimon. Inmaduros: zona cefálica y facial.
Capra hircus, Capra hipanica, Adultos: zona perineal e inguinal.
Rhipicephalus bursa
Ovis aries, Ovis musimon. Inmaduros: cuello, espalda, dorso, cara medial de extremidades.
Anaplasma phagocytophilum,
Ixodes
Borrelia burgdorferi, Virus TBE.
127
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes
128
Artrópodos
Ácaros
Ixodes
129
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes
Haemaphysalis
130
Artrópodos
Ácaros
Dermacentor
131
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes
Hyalomma
132
Artrópodos
Ácaros
Rhipicephalus
133
Atlas de Parasitología ovina
Parasitiformes
Ixodes Hyalomma
Hyalomma
134
Artrópodos
Ácaros
Palpos mazudos. Con ojos. Escudo bicolor. Escudo unicolor, con festones.
Dermacentor
135
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