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SOBRE EL CARÁCTER Y

LAS CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS


DE LA DEMOCRACIA POPULAR EN
LOS PAÍSES DE ORIENTE*

Del 12 al 23 de noviembre de 1951, en el Instituto de Estudios Orientales de la Academia de


Ciencias de la URSS, se celebró una conferencia científica dedicada a la discusión de la cuestión del
carácter y las características específicas del sistema de democracia popular en los países de Oriente.
La conferencia fue organizada por el departamento de historia del Consejo Científico del Instituto de
Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de la URSS y por el departamento de economía y
política de países extranjeros de la Academia de Ciencias Sociales adjunto al CC del PCUS (b). La
conferencia se inició con la exposición del miembro de la Academia de Ciencias de la URSS E.M.
Zhukov sobre el tema “Las características específicas de las democracias populares en Oriente”.
El orador señaló que el camino hacia el socialismo a través de la democracia popular es aplicable
tanto a los países capitalistas desarrollados como a los países coloniales y dependientes
subdesarrollados. A pesar de las condiciones particulares que determinaron la creación y el desarrollo
de los regímenes de democracia popular en cada uno de estos países, a pesar de las diferencias
sustanciales en su nivel de desarrollo económico y cultural, los cuatro Estados de democracia popular
establecidos por los pueblos de Oriente –la República Popular de China, la República Popular de
Mongolia, la República Popular Democrática de Corea y la República Democrática de Vietnam–
constituyen sin embargo un grupo único de países orientales de democracia popular. La principal
peculiaridad de las democracias populares de los países orientales consiste en el hecho de que en
China, Mongolia, Corea y Vietnam, la democracia popular en esta etapa de desarrollo cumple las
tareas de la revolución democrática burguesa y antifeudal, no plantea la perspectiva inmediata de la
construcción del socialismo y, por lo tanto, no cumple con las funciones de la dictadura del
proletariado.
La principal razón de este estado de cosas se basa en el hecho de que estos países han estado
hasta hace poco bajo el yugo colonial que impedía su desarrollo económico y la liquidación de los
remanentes más bárbaros del feudalismo, que azotaban principalmente a los campesinos que
constituyen la mayoría de la población en Asia. La superación del atraso económico y cultural derivado
de la antigua opresión colonial, requiere un periodo relativamente largo de transformación. No es
posible forzar el ritmo de las reformas democrático-burguesas, de la forma en que se hizo en las
democracias populares europeas, que, a pesar de haber sido objeto de la opresión imperialista en el
pasado, no experimentaron sin embargo una dominación colonial tan larga. La necesidad de superar
los efectos de la esclavitud capitalista, tan íntimamente ligada a la opresión feudal, determina el
carácter del régimen democrático popular en los países de Oriente. Las democracias populares de
Oriente tienen un carácter abierto antiimperialista y antifeudal y se basan en una amplia coalición de
fuerzas antiimperialistas y antifeudales, que no sólo abarcan a los obreros y campesinos, sino también
la pequeña burguesía urbana y a todos aquellos grupos sociales que puedan estar por la defensa de la
independencia nacional de la agresión externa de los imperialistas y por la lucha antifeudal de los
campesinos. Al hablar de los países orientales de democracia popular en su conjunto, no debe
olvidarse las diferencias que existen entre ellos. Para abordar la cuestión de las particularidades y el
carácter de las democracias populares en Oriente, hay que recordar los tres principios tácticos básicos
del leninismo, formulados por J.V. Stalin en 1927, en su obra “Notas sobre temas de actualidad” [J.V.
Stalin, Obras Completas, t. 9]. El orador revisó las principales características de los Estados de
democracia popular en Oriente –la República Popular de Mongolia, la República Democrática Popular
de Corea, la República Democrática de Vietnam y la República Popular de China– y subrayó la
necesidad de tener en cuenta las peculiaridades de cada país y lo inaceptable de abordarlos por igual.
El orador se refirió en especial a la situación en la República Popular de China, en particular al
nivel de éxito que el Partido Comunista ha alcanzado en la creación del frente único democrático
popular y en la reforma agraria. La experiencia de la revolución china tiene una gran importancia. Los
documentos del Partido Comunista de la India y del Partido del Trabajo de Vietnam son testimonio de
la fecunda influencia de la revolución china. Pero debe recordarse el primer principio del leninismo, el
principio de tener en cuenta las peculiaridades nacionales y las características específicas de cada

* Fuente: “On the character and specific features of people's democracy in the countries of the East”. Traducido del ruso por “Inter”. Publicado en
revolutionarydemocracy.org
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país; sería arriesgado considerar a la revolución china como una especie de “modelo” para la
revolución democrática popular en otros países asiáticos. En particular, sería difícil imaginar que otros
países de Oriente que siguen el camino de la democracia popular, puedan contar con la gran ventaja
de la revolución china, encarnada por su ejército revolucionario. Por supuesto, esto no implica que
los pueblos progresistas de India, Indonesia o cualquier otro país de Oriente no deban tomar en cuenta
la experiencia de la revolución china y la experiencia de la Revolución de Octubre en Rusia para
resolver miles de problemas. Común a todos los países de democracia popular en Oriente y Occidente
es el despertar de las amplias masas populares, su lucha activa bajo la dirección de la clase obrera,
bajo la bandera del leninismo, por la democracia, la paz y el socialismo. La criminal agresión del
imperialismo norteamericano contra Corea y las políticas colonialistas agresivas del imperialismo
británico en el Medio Oriente, han despertado los sentimientos antiimperialistas de cientos de millones
de personas en Asia.
Esto crea las condiciones para la formación de un amplio frente antiimperialista que comprenda,
como dice el programa del Partido Comunista de la India, a «millones de masas de obreros,
campesinos, intelectuales trabajadores, clases medias, así como a la burguesía nacional interesada en
la libertad y la independencia de su país y en la creación de condiciones para una vida digna».
La experiencia del movimiento de liberación nacional muestra que la creación de un frente único
antiimperialista tiene una importancia primordial para el éxito de la lucha por la independencia en los
países coloniales. Este frente es más poderoso mientras más campesinos, que constituyen la mayoría
de la población de los países coloniales, estén involucrados en la lucha antiimperialista. La solución de
la cuestión agraria y la lucha contra el feudalismo y los remanentes feudales son los elementos más
importantes en el movimiento de liberación nacional en los países coloniales y semicoloniales.
El orador refiriéndose a varias declaraciones de Lenin con respecto a las tareas del movimiento
revolucionario en los países atrasados, señaló que la lucha por la liquidación de los remanentes
feudales era y sigue siendo la principal tarea del proletariado y de los partidos comunistas en los
países oprimidos por el imperialismo.
En cuanto a la cuestión de la posibilidad de la formación de un bloque o incluso de una plataforma
unificada con la burguesía nacional en los países dependientes, el orador examinó el concepto de
burguesía nacional, que excluye a la burguesía compradora estrechamente vinculada con el
imperialismo, y divide a la burguesía nacional en gran burguesía y burguesía media. La primera está
estrechamente ligada a los terratenientes y es propensa a un compromiso con el imperialismo, por lo
que es un miembro transitorio y poco fiable del frente único.
La ampliación sin precedentes del frente antiimperialista en Asia plantea agudamente la cuestión
de la necesidad de incrementar el papel dirigente de la clase obrera, la clase que tiene la hegemonía
en las revoluciones de liberación nacional, y el fortalecimiento de su alianza con el campesinado. La
alianza de la clase obrera y el campesinado es la base del frente antiimperialista en los países de
Oriente.
El éxito de los países de democracia popular de Asia y el impulso general del movimiento de
liberación nacional en Oriente dan testimonio de la consolidación del papel del proletariado. Los
partidos comunistas y obreros (o del trabajo) en varios países de Asia ya disfrutan del
reconocimiento como fuerza política dirigente de millones de trabajadores. Pero las exigencias hacia la
dirección del proletariado están en constante crecimiento, no sólo en los países de democracia
popular, sino también en las colonias y semicolonias de Oriente.
El gran respeto y reconocimiento a la Unión Soviética y al camarada Stalin inspira a las grandes
masas de los países orientales en su lucha por la democracia popular, por la liberación nacional y por
la paz. En el debate sobre el informe presentado por E.M. Zhukov, intervinieron 16 personas: miembro
de la Academia de Ciencias de Tayikistán I.S. Braginski, PhD, A.M. Dyakov y G.N. Voitinski, licenciado
en ciencias I.Y. Zlatkin, B.N. Nikiforov, A.N. Yzhyanov, A.I. Stadichenko, P.P. Staritsina, L. A.
Sikiryanskaya, G.B. Erenburg, V.V. Balabushevich, G.V. Astafyev, A.N. Jeifets, coronel A.A. Martínov,
aspirante a la Academia de Ciencias Sociales del CC del PCUS(b) Yu.P. Nasenko y un funcionario del
Instituto de Estudios Asiáticos de la Academia de Ciencias de la URSS, G.I. Levinson.
Los camaradas que intervinieron en el debate plantearon varias cuestiones no sólo relacionadas
con la cuestión de la definición del carácter y las peculiaridades de las democracias populares en
Oriente, sino también con la historia de su creación y desarrollo y las perspectivas futuras para la
transformación de las revoluciones democráticas populares en revolución socialista.
Las principales cuestiones objeto del debate fueron: 1) Las características generales comunes a
las democracias populares en Occidente y Oriente, y sus peculiaridades en los países de Oriente;
2) Las características particulares del sistema de democracia popular en los países en que no hay o no
hubo clase proletaria en el momento del establecimiento del poder popular; 3) Los orígenes de la forma
democrática popular de poder político; 4) La importancia de la revolución china y los diferentes
caminos para la aplicación de su experiencia en otros países de Oriente; 5) La cuestión de la vía no
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capitalista de desarrollo, en relación con a China y la India; y 6) La cuestión de la elevación de la
revolución democrática popular en revolución socialista.

1. Las características comunes de las democracias populares en Occidente y


Oriente y sus peculiaridades en Oriente.
La mayoría de los oradores estuvo de acuerdo con las tesis planteadas por el orador principal que
definen el carácter de los rasgos específicos de la democracia popular en Oriente, y consideró
necesario destacar las principales características comunes a todos los países de democracia popular,
tanto en Occidente como en Oriente, a saber: primero, el hecho de que el sistema democrático popular
surgió en condiciones históricas concretas determinadas por la consolidación de la Unión Soviética, la
victoria del socialismo en la URSS y la victoria del pueblo soviético sobre la Alemania fascista y el
Japón imperialista, es decir, bajo las condiciones que se determinan por el fortalecimiento de la Unión
Soviética, el debilitamiento de la fuerza del campo imperialista (Martínov, Jeifets, Sikiryanskaya);
segundo, la democracia popular es un sistema transitorio, que tiene como objetivo el desarrollo hacia
el socialismo (Dyakov, Nikiforov, Martínov); tercero, en la primera etapa de su desarrollo, cumple las
tareas antiimperialistas y antifeudales y se basa en un amplio frente antiimperialista y antifeudal
(Nikiforov).
L.N. Jeifets señaló que la característica específica del régimen democrático popular es que está
en condiciones de cumplir las funciones de la dictadura del proletariado, algo que hay que tener
en cuenta, independientemente del lugar en que se establezca, en Occidente o en Oriente. Y, aunque
en los países de democracia popular de Oriente ahora cumple las funciones de la dictadura
democráticorevolucionaria del proletariado y del campesinado –que también fue el punto de partida de
las democracias populares en Occidente–, es muy importante subrayar que en el futuro pueden
cumplir con éxito las funciones de la dictadura del proletariado.
L.A. Sikiryanskaya se refirió a la cuestión de las etapas del desarrollo de los países de
democracia popular, señalando las principales condiciones necesarias para este desarrollo: la etapa de
la revolución agraria antiimperialista y antifeudal, que cumple las tareas generales nacionales y
democráticas, y la etapa socialista. La cuestión de las etapas del desarrollo de la democracia popular
también fue aclarada en el discurso de A.A. Martínov, quien señaló que el cumplimiento de las tareas
de la revolución antiimperialista y antifeudal en los países de Europa del Este se llevó a cabo en un
periodo de tiempo relativamente corto, mientras que en los países de Oriente este proceso tomará más
tiempo, ya que queda mucho por hacer. En cuanto a las peculiaridades de las democracias populares
en los países de Oriente, la mayoría de los oradores señaló que estas peculiaridades comprenden
básicamente la solución de las tareas antiimperialistas y antifeudales planteadas por la revolución
democráticoburguesa y que la esencia del régimen de democracia popular en los países de Oriente es
una forma particular de la dictadura democrático-revolucionaria del proletariado y del
campesinado.
Basándose en el ejemplo de China, la camarada Sikiryanskaya mostró la diferencia entre la
dictadura en los países de Oriente en las condiciones actuales y lo que los bolcheviques decían en la
época de la revolución democrático-burguesa de 19051907. Tomando la definición de dictadura
democrático-revolucionaria del proletariado y del campesinado dada por J.V. Stalin en su artículo “ En
torno al problema del gobierno obrero y campesino” [J.V. Stalin, Obras Completas, t. 9], la camarada
Sikiryanskaya enumeró en detalle las peculiaridades de la dictadura democráticorevolucionaria del
proletariado y del campesinado en China, y las consideró como características comunes a otros países
coloniales y semicoloniales, en los que la revolución democrático-popular tendrá éxito en el futuro. La
dictadura del proletariado y del campesinado en Oriente tiene un carácter antiimperialista, el Partido
Comunista dirige esta dictadura, y su forma de Estado es la democracia popular; el proletariado
comparte el poder con los campesinos, junto con sectores de la burguesía nacional. El hecho de que el
partido comunista tenga la dirección de la democracia popular en China, ya contiene el embrión de los
elementos de una futura dictadura del proletariado, es decir, la forma estatal de la dirección del
proletariado sobre el campesinado. Pero ésta es una característica muy importante de la dictadura
democrática revolucionaria del proletariado y el campesinado en China. Es una característica
importante de la democracia popular china el hecho de que exista el embrión de la vía no capitalista,
es decir, socialista, de desarrollo a gran escala.
El camarada Jeifets también se refirió a esta cuestión, señalando el hecho de que China ya se ha
desgajado del sistema capitalista mundial no sólo en el sentido político, sino también económico, y que
el proletariado ahí es la fuerza dirigente sobre los elementos burgueses, que son débiles políticamente
y se ven obligados a reconocer la dirección del partido comunista, tal como se expresa en sus
documentos programáticos (por ejemplo, la Liga Democrática).
G.V. Astafyev destacó el peculiar bloque con la burguesía que existe en China en la

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actualidad. Señaló que este bloque con la burguesía nacional, en las condiciones actuales tiene
algunas características específicas:
1) La subordinación de la burguesía nacional a la dirección política del proletariado y su partido.
2) El control y la regulación estatal de la actividad económica de la burguesía en interés del
pueblo y la economía de la democracia popular.
3) La amplia lucha del partido comunista por liberar a las masas populares de la influencia de la
burguesía.
Estas características comprenden una forma peculiar de expresión del papel dirigente de la clase
obrera en el frente único, y el carácter transitorio de la democracia popular en China.

2. Las características específicas del sistema de democracia popular en los países


donde no hay o no hubo proletariado en el momento de su creación (en particular,
en Mongolia).
El Licenciado en ciencias I.Ya. Zlatkin no estuvo de acuerdo con la declaración del orador principal
sobre la posibilidad de formular definiciones generales de la naturaleza y las características especificas
de las democracias populares en diferentes países de Oriente debido al desarrollo desigual, social y
económico, de estos países.
De acuerdo con I.Ya. Zlatkin, el orador principal cometió un error al formular definiciones generales
de la naturaleza de los regímenes de democracia popular aplicables a todos los países de Oriente. En
particular, no estuvo de acuerdo con la declaración del orador principal según la cual las democracias
populares de Oriente son formas específicas de la dictadura democrático-revolucionaria del
proletariado y del campesinado. I.Ya. Zlatkin destacó que en países como China, y probablemente en
Corea, Vietnam y otros, las democracias populares son las formas concretas de la dictadura
democrática de la clase obrera y el campesinado. En cuanto a Mongolia y otros países, donde el
proletariado está ausente en las democracias populares, son o serán la dictadura de las masas
trabajadoras, la dictadura del campesinado de estos países, que no es algo descabellado, debido a la
existencia de la Unión Soviética.
A.M. Dyakov se refirió a la posibilidad de definir diferentes tipos de democracias populares en
los países de Oriente, en función de si existe o no la clase obrera en esos países. Según él, el nivel de
desarrollo económico determina el carácter de la revolución democrático-popular y la forma
correspondiente del poder político. En aquellos países donde el proletariado está ausente, es posible
formar soviets populares. El desarrollo de esos países hacia el socialismo sólo es posible con la ayuda
de aquellos países en los que el proletariado ha obtenido la victoria.
Los camaradas Nasenko y Stadnichanko estuvieron de acuerdo con el punto de vista del
camarada Zlatkin, que se encontró con la objeción de G.V. Astafyev, quien señaló el hecho de que, en
la lucha contra el feudalismo y los rezagos feudales, la pequeña burguesía y el campesinado no
pueden surgir como fuerzas políticas independientes. En la lucha por la democracia popular, el
campesinado puede emerger como una fuerza política sólo bajo la dirección del proletariado,
independientemente de cuán grande es el proletariado. El dominio de la democracia popular, que está
dirigido por un partido con ideología proletaria, aun en condiciones en que la inmensa mayoría de la
población está constituida por el campesinado, no puede ser otro que la dictadura democrático-
revolucionaria del proletariado y el campesinado, es decir, de los campesinos bajo la dirección del
proletariado.
Hubo dos puntos de vista sobre el estado actual de desarrollo de la República Popular de
Mongolia (RPM).
El camarada Zlatkin polemizó con el orador principal al subrayar que la RPM ya ha llegado a la
etapa en la que se dan las condiciones socio-económicas y culturales para la transición hacia la
construcción del socialismo. Esta etapa finalizó cuando se agotó el programa antifeudal de la
revolución popular. Aproximadamente hacia 1940, Mongolia empezó a desarrollarse en la vía no
capitalista hacia el socialismo. Esto fue demostrado por el primero y el cuarto borrador de la
Constitución de la RPM y el estado actual de la economía, en la que predomina el sector socialista (se
dieron cifras). Mongolia enfrenta de cerca la cuestión de la reorganización socialista de la agricultura.
El punto de vista de I.Ya. Zlatkin fue compartido por L.A. Sikiryanskaya, quien declaró que Mongolia
pese a la peculiaridad de su desarrollo ha alcanzado hoy la segunda etapa de la democracia popular,
la construcción socialista. También, A. N. Jeifets declaró que la RPM hoy experimenta la construcción
socialista amplia, por lo que el carácter de su sistema democrático-popular no puede ser considerado
igual al de China, Corea y Vietnam. El carácter de la democracia popular en la RPM, según el
camarada Jeifets, en general, es el mismo que los de Europa del Este y Central.
P.P. Staritsina tuvo un punto de vista diferente. Señaló que en la RPM, aún hoy, predomina la

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pequeña producción campesina basada en la más atrasada ganadería de pastoreo, que la tarea de la
liquidación de los rezagos del feudalismo en la economía y en la conciencia de la gente aún no se ha
cumplido. La camarada Staritsina presentó una gran cantidad de documentos y material factual del
gobierno de la RPM para corroborar esto. Además, señalando una serie de rezagos feudales que aún
persisten en la economía, el modo de vida y la ideología, y señalando asimismo la existencia de casos
de elementos capitalistas en la economía, refutó la tesis del camarada Zlatkin según la cual, en algún
momento de 1940, en la RPM se completaron las tareas de la revolución democrático-burguesa
antifeudal y que Mongolia entonces había entrado en el camino de la construcción socialista.

3. El periodo de gestación del régimen democrático popular.


Los ponentes mostraron discrepancias sustanciales sobre la cuestión del periodo de la gestación
del régimen democrático popular en Oriente. Por un lado, en sus ponencias, los camaradas Martínov,
Jeifets y Sikiryanskaya señalaron que la forma democracia popular surgió por primera vez después de
la Segunda Guerra Mundial y que la República Popular de Mongolia, que apareció antes de eso, no
debe ser tratada como los demás países de democracia popular en Oriente. Por otro lado, camaradas
Zlatkin, Nikiforov, Erenburg, hicieron hincapié en que la lucha por la democracia popular e incluso la
aparición del primer sistema democrático popular pertenecen a un periodo anterior. En cuanto al
periodo de gestación de la democracia popular en China, V.I. Nikiforov sostuvo el punto de vista de que
la revolución china de 1917-1919 luchó por la democracia popular, pese a que las formas políticas de
la democracia popular, tal como los entendemos hoy en día, surgieron sólo después de la Segunda
Guerra Mundial. A este respecto, el camarada Nikiforov hizo especial énfasis en el análisis de la
naturaleza de los soviets chinos, como formas de la dictadura democrática del proletariado y del
campesinado.
Este punto de vista fue compartido por G.B. Erenburg, que considera que la dictadura
democrático-revolucionaria, en el sentido de dictadura popular, apareció en China antes de la Segunda
Guerra Mundial. No existe una diferencia sustancial entre el carácter y la forma de poder establecida
en Zhuitsin durante el llamado periodo soviético y el carácter del sistema existente en la actualidad en
la República Popular de China.
El camarada Zlatkin consideró que la primera democracia popular surgió en 1921. Según él, la
primera democracia popular en el mundo se estableció en la República Popular de Bujara. Además,
apareció una nueva categoría, la república democráticoburguesa de tipo especial, como Mongolia. Los
partidos comunistas de China y España también lucharon en sus países por establecer este tipo de
repúblicas. (Véase las directrices del Pleno Extraordinario del Partido Revolucionario Popular de
Mongolia de mayo de 1932, y las directrices del VI Pleno del CC del PCCh de 1938.).

4. Importancia de la experiencia de la revolución china y formas de aplicar esta


experiencia en el movimiento revolucionario de otros países de Oriente.
La mayoría de los oradores subrayó la gran importancia de la revolución china para otros países y
la influencia especial ejercida por esta experiencia revolucionaria en la lucha por la democracia popular
en la India y en los países de Asia sudoriental.
G.N. Voitinski señaló que, sobre la base y como resultado de la democracia popular en China, el
Partido Comunista de la India logró dar al pueblo indio un programa y una plataforma política, que dan
testimonio de que en la India existe un solo camino hacia la independencia y el desarrollo económico,
el camino hacia la democracia popular.
G.I. Levinson señaló la gran influencia progresista de la revolución china en los países de Asia
sudoriental. La razón principal de esto radica en la ubicación geográfica de estos países con respecto
a China, en los lazos culturales seculares con China y en la existencia en estos países de una gran
población china (alcanzando el 45% de la población de Malasia y el 20% en Tailandia). La población
china en estos países mantiene fuertes vínculos políticos con China y desempeña un papel político
activo en sus países huéspedes. Estas circunstancias animan a los partidos comunistas de esos
países a estudiar la experiencia de la revolución china.
De acuerdo con el camarada Levinson, la revolución china tiene una gran importancia como
ejemplo de la unidad de las fuentes antiimperialistas y antifeudales de la revolución, de la creación del
frente único de todas las naciones; como ejemplo de cómo el proletariado logra la hegemonía en este
frente; y, finalmente, como ejemplo de la formación de un ejército revolucionario, el ejército de
liberación nacional. Los ejemplos concretos del papel del ejército revolucionario en el actual ejército
revolucionario [??xxx] que tenemos en las Filipinas, en Malasia, en Birmania y en Vietnam antes de la
proclamación de la república.
V. N. Nikiforov piensa diferente al orador principal y considera que la experiencia del pueblo chino

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en la formación de un ejército revolucionario que desarrolló la guerra revolucionaria tiene una gran
importancia para otros países de Oriente. Destacó en particular, en el ejemplo de China, que el ejército
revolucionario y la guerra revolucionaria son el resultado de la dominación ejercida por el imperialismo
y las relaciones feudales que crearon, en primer lugar, las condiciones para que el desarrollo
revolucionario adopte la forma de una guerra revolucionaria, y, en segundo lugar, la falta de
uniformidad de su desarrollo, de su duración y de la inevitabilidad del hecho de que la guerra se
ganara primero en algunas regiones y luego en otras. V. N. Nikiforov indicó que estas condiciones se
dan en otros países de Oriente, por ejemplo, en la India. Por lo tanto, uno debe concluir que otros
pueblos de Oriente formarán sus propios ejércitos revolucionarios y librarán guerras revolucionarias. El
desarrollo revolucionario en países como Birmania, Vietnam, Corea, Malasia y Filipinas, son ejemplos
de que tienen esta característica en común. Los camaradas Balabushevich y Nasenko, que son
especialistas en la India, tienen una visión diferente sobre la cuestión del ejército revolucionario. El
camarada Balabushevich, después de haber subrayado la enorme importancia de la experiencia china
para los partidos comunistas de varios países de Oriente, estuvo de acuerdo con el orador principal de
que sería muy arriesgado considerar a la revolución china y a sus formas de desarrollo como un punto
de referencia obligado para las revoluciones democráticas populares en otros países de Asia. En el
ejemplo concreto de la India, indicó lo erróneo de la extrapolación mecánica de la experiencia de la
revolución china, que, por cierto, no se comprende profundamente, sin tener en cuenta las
características específicas de la India.
El camarada Nasenko también señaló lo erróneo del trasplante mecánico de la “experiencia china”
a la India. Los camaradas Dyakov, Balabushevich y Levinson, en sus presentaciones, basadas en los
documentos y los programas del Partido Comunista de la India y los países de Asia sudoriental, así
como en los hechos concretos del movimiento revolucionario en esos países, hicieron especial énfasis
en la lucha de los partidos comunistas y los pueblos de estos países por la democracia popular y por la
formación de un amplio frente único antiimperialista y antifeudal.
Todas los ponentes señalaron que esta lucha hoy se lleva a cabo sobre la base de la comprensión
y aplicación de las enseñanzas leninista-stalinistas de las características específicas de las
revoluciones nacional-coloniales en los países de Oriente, teniendo en cuenta las condiciones
específicas de esos países, la experiencia de la Gran Revolución Socialista de Octubre y la
experiencia de la Revolución China. En particular, esto se puede ver en el programa del Partido
Comunista de la India, que es un verdadero programa de lucha por la democracia popular y por la
creación de un amplio frente popular en las condiciones concretas de la India.

5. La cuestión de la vía no capitalista de desarrollo y su aplicación en China e India.


En el curso de la discusión surgió la cuestión de la posibilidad de aplicar a China y la India, el
concepto de vía no capitalista de desarrollo.
A.I. Stadichenko consideró que el desarrollo no capitalista conduce a la transición directa de
formas económicas precapitalistas al socialismo, y planteó la cuestión de si es correcto aplicar el
término desarrollo no capitalista de la democracia popular a países como China y la India, ya que el
capitalismo existe y seguirá existiendo. Los camaradas Braginski y Jeifets estuvieron en desacuerdo
sobre cómo se aborda esta cuestión.
I.C. Braginski analizó el concepto marxista de vía no capitalista de desarrollo y expuso la tesis
principal de Lenin y Stalin sobre esta cuestión. Sostuvo que el camarada Stadichenko confunde las dos
cuestiones al poner la cuestión de la vía no capitalista de desarrollo, es decir, el camino para evitar la
etapa del desarrollo capitalista, contra la cuestión de la admisión de formas capitalistas de producción
de una manera u otra, principalmente en la forma de capitalismo de Estado. El sistema que existe en
los países de democracia popular en Oriente permite la existencia del capitalismo, y esto no tiene nada
que ver con la vía de desarrollo capitalista. La vía adoptada por los países de democracia popular es
una vía no capitalista de desarrollo, es la vía del desarrollo hacia el socialismo, una vía especial que
permite la existencia del capitalismo como estructura económica.
El camarada Jeifets también discrepó con la hipótesis del camarada Stadichenko de que el
concepto de forma no capitalista de desarrollo no puede aplicarse a todos los países de Oriente. En su
opinión, la vía no capitalista de desarrollo no implica que el país que la ha adoptado no experimente en
absoluto el capitalismo. Sólo significa que la forma capitalista no es dominante. Así es como están las
cosas hoy en día en China. Y esta vía también será viable en la India. Sería absurdo evitar el
desarrollo del capitalismo en los dos países. La existencia de formas capitalistas de producción no
implica que el país no pueda seguir la vía de desarrollo no capitalista.
6. La cuestión del desarrollo de la revolución democrática popular en revolución
socialista.

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G.B. Erenburg señaló que, desde el punto de vista teórico, la cuestión de este desarrollo en las
actuales condiciones determinadas por la victoria de la revolución en China es más o menos clara. Los
principales requisitos para este desarrollo son la profundización de la crisis general del capitalismo,
la construcción del comunismo en la URSS, la construcción del socialismo en los países de
democracia popular en Europa, la hegemonía del proletariado y la dirección del partido comunista en la
revolución democrática popular en China. Todo ello determina que las perspectivas para el desarrollo
capitalista sean obsoletos en China. Con la ayuda de los países socialistas, y en primer lugar de la
Unión Soviética, China seguirá el camino del socialismo.
En cuanto a este problema, el camarada Erenburg planteó, en relación con China, la cuestión del
papel de los campesinos medios en el periodo de la transición a la construcción del socialismo y
también se refirió a la forma en que esta transición se llevará a cabo, ya sea pacíficamente o por medio
de la lucha armada del proletariado. En cuanto a la primera cuestión, el camarada Erenburg consideró
que hay motivos suficientes para prever que en el futuro se fortalecerá la alianza entre el proletariado y
los campesinos medios, que ya en las primeras etapas de la revolución aceptaron la dirección del
proletariado y el partido comunista, y recibieron de ellos la tierra. Estas circunstancias dan motivos
para creer que en las condiciones particulares en las que la futura revolución socialista se llevará a
cabo en China, no habrá necesidad de neutralizar a los campesinos medios.
En cuanto a la cuestión de las vías para el desarrollo de la revolución china, el camarada
Erenburg señaló que el proletariado, que detenta el poder en la primera etapa, antiimperialista y
antifeudal, no tendrá que tomar el poder y llevar a cabo una nueva y segunda revolución para pasar a
la segunda etapa, la etapa socialista de la revolución. La transición al socialismo en las condiciones de
la revolución china será un largo proceso de cambios, paso a paso, a través de una serie de pasos
intermedios que conduzcan a la revolución socialista. Esta transición no sólo no implicará la necesidad
del derrocamiento revolucionario del gobierno existente, sino por el contrario esta transición se llevará
a cabo bajo la influencia determinante de este gobierno, de las políticas del gobierno, de su programa
y, en consecuencia, del régimen. Esta transformación se traducirá no sólo en cambios en el gobierno, o
el hecho de que algunos partidos políticos o individuos abandonen el gobierno (que es muy probable
que suceda), sino sobre todo en el cambio del carácter del programa de gobierno, en los cambios en
sus políticas, en que el proletariado se encargará por fin de las tareas proletarias, de la construcción de
la sociedad socialista.
En conclusión, el camarada Erenburg expresó su deseo de que el Instituto de Estudios Orientales
también plantee el debate de otras cuestiones teóricas, en particular, de la cuestión de las etapas de la
revolución colonial, a la luz de la tesis del camarada Stalin sobre las etapas de la revolución china.
Otros oradores se refirieron a la cuestión de la transición al socialismo. En particular, el camarada
Martínov señaló que la transición de la democracia popular, de la etapa democrático-burguesa, al
socialismo, no se produce suavemente y sin problemas, sino como resultado de una lucha amarga con
los aliados temporales de la revolución, que renunciarán a ella y se opondrán a ella.
En su última intervención, E.M. Zhukov señaló que las tesis principales de la exposición habían
sido aprobadas por la mayoría de los oradores, pero, como demostraron los debates, algunas de estas
tesis deben ser precisadas, concretadas y desarrolladas.
Sobre todo, es necesario llamar la atención adecuada sobre el desarrollo general de las
democracias populares en Oriente y en Occidente, con el fin de compararlas.
Hablando de las diferentes condiciones socio-económicas de los países de democracia popular,
esta cuestión debe ser clarificada, debe analizarse el nivel de desarrollo industrial de estos países y, en
particular, el desarrollo de la clase obrera, con el fin de exponer plenamente su papel hegemónico en el
frente único. También hubiera sido conveniente incluir en la presentación una breve explicación del
concepto de vía no capitalista de desarrollo.
La vía no capitalista de desarrollo es inherente a todos los países económicamente atrasados de
Oriente. Esto no quiere decir que en China o en Corea estén ausentes elementos del capitalismo, pues
éstos no sólo existen sino que tal vez se desarrollen aún más durante un determinado periodo de
tiempo (por ejemplo, en China). Aunque exista el capitalismo como una estructura económica (una
entre otras) nunca podrá desviar a China hacia la vía del capitalismo y no dará lugar a la creación de
una formación capitalista. Esta es la esencia de la existencia y el desarrollo del sistema de
democracia popular. La democracia popular en Oriente es un camino que conduce al desarrollo no
capitalista, más correctamente, al desarrollo socialista. Al hablar de los orígenes del poder popular en
Mongolia es necesario aclarar que en la RPM no hay burguesía nacional y por lo tanto allí la cuestión
del frente popular es diferente de China, Corea y Vietnam. Sin embargo, esto no quiere decir que la
democracia popular en Mongolia difiere cualitativamente de las democracias populares en otros países
de Asia.
E.M. Zhukov llamó la atención sobre una serie de puntos de controversia planteados en la
presentación de I.Ya Zlatkin, a saber:
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1) Su tesis de que la cuestión de la construcción del socialismo en la RPM está cerca de su
finalización.
El leninismo nos enseña que el primer paso efectivo hacia el socialismo es la industrialización del
país. Aunque Mongolia está llevando a cabo con éxito la industrialización del país con la ayuda de la
URSS, ¿se puede concluir que el actual nivel de desarrollo industrial de Mongolia ofrece condiciones
para la transición de masas de ganaderos individuales al camino de la colectivización? Con base en
una serie de documentos, E.M. Zhukov, demostró que aún es demasiado pronto para hablar de
construcción del socialismo en Mongolia.
2) Sobre el carácter del poder popular en Mongolia, como poder de Soviet de campesinos.
Al tener en cuenta la historia del poder popular en Mongolia en el periodo de 1927-1940 (cuando
no había proletariado), E.M. Zhukov señaló que el régimen del campesinado no puede existir durante
un largo periodo de tiempo sin la dirección del proletariado o de la burguesía. La enseñanza de la vía
no capitalista de desarrollo consiste en que, en un país atrasado con población campesina, la
dirección la ejerce el proletariado del país del socialismo victorioso.
En cuanto a Mongolia, se puede decir que la asistencia ideológica y política desinteresada y
permanente de la URSS, proporcionó dirección proletaria al poder popular de Mongolia, al “soviets de
campesinos”. Como resultado, el gobierno democrático popular de Mongolia, que siguió
consistentemente los principios de amistad y alianza con la URSS, con la dirección del Partido
Marxista Revolucionario del Pueblo, comenzó a cumplir las funciones de la dictadura democrático-
revolucionaria del proletariado y del campesinado.
Es también controversial la tesis del camarada Zlatkin sobre la posibilidad de la victoria de una
“genuina” democracia popular campesina, en países sin proletariado.
E.M. Zhukov llamó la atención sobre una serie de tesis erróneas planteadas en la presentación del
camarada Zlatkin; en particular, la negación de los intereses generales de la lucha antiimperialista por
la independencia nacional, la cual convierte a todos los países de Oriente en aliados de la Unión
Soviética. E.M. Zhukov destacó que se realizaron un gran número de comentarios valiosos que
aclaran, desarrollan y corrigen una serie de puntos esbozados en la exposición principal. Una vez más
E.M. Zhukov se refirió a la cuestión de la importancia de la experiencia de la revolución china,
señalando que sería absurdo menospreciar la experiencia china. Su importancia es muy grande, pero
no se debe hacer un fetiche de él, considerándola como un “modelo” universal aplicable a los países
de Asia.
E.M. Zhukov señaló que no es posible resolver plenamente en los debates todas las cuestiones
planteadas. Pero como resultado de la discusión se puede determinar una serie de cuestiones
relevantes para el desarrollo de las democracias populares, el nivel de importancia y el nivel de estudio
o negligencia de tal o cual cuestión.
La discusión que se desarrolló después de la presentación principal de E.M. Zhukov echó luz
sobre las principales características de la democracia popular en Oriente, que son comunes a los
países de Europa Central y Sudoriental, así como sus características, y sobre las etapas generales de
desarrollo del sistema de democracia popular, en general.
Durante el curso del debate se aclaró el contenido del concepto de vía no capitalista de desarrollo
y se disiparon finalmente ciertas dudas de algunos camaradas sobre la corrección de la aplicación de
este concepto a países como China o la India.
La cuestión de la significación de la revolución china para el desarrollo del movimiento de
liberación nacional en otros países de Oriente fue discutida ampliamente, sobre la base de material
factual. Se aclaró también la cuestión de su aplicabilidad en otros países.
Se señalaron, pero no se discutieron en profundidad, otras cuestiones: sobre los orígenes de las
democracias populares y el desarrollo de la revolución democráticoburguesa en revolución socialista.
El debate puso de manifiesto cuán grande es el interés de los estudiosos soviéticos sobre las
cuestiones teóricas y prácticas del movimiento de liberación nacional en Oriente, y reveló la gran
importancia de estas cuestiones para la correcta comprensión del carácter y las perspectivas de la
lucha por la democracia popular en los países de Oriente. Además, la discusión dejó en claro la
necesidad de estudiar más a fondo una serie de cuestiones, en particular la cuestión de las
características específicas de los distintos países de Oriente, necesarias para la comprensión de las
etapas de la lucha por la democracia popular, así como el carácter del sistema de democracia popular
que se creó como resultado de la victoria del pueblo en uno u otro país.
La elaboración científica de estas cuestiones es una de las tareas más importantes del Instituto de
Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de la URSS y de otros institutos de estudios
orientales.
“Izvestiya Akademii Nauk SSSR”, Seriya Istorii i Filosofii,
vol. IX, nº 1 (1952) pp. 80-87.

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