PRÁCTICAS DE PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN E INTERCAMBIO ADOPTADAS POR LA
COMUNIDAD CAMPESINA
GRUPO: (25004_3)
ESTUDIANTES
LUIS ENRIQUE MARTTA HERRERA
FRAY HERNÁN PARDO CIFUENTES
TUTOR
DIEGO JAVIER GÓMEZ
16 abril 2020 UN CASO COMO TANTOS
Para este caso tomamos como ejemplo la producción campesina de cualquier
producto, en cualquier municipio de nuestro país. En esta cadena de producción que inicia con la preparación de la tierra para sembrar (limpieza del terreno, arado, abonos, etc), seguida de la siembra (escogencia de las semillas, plantación y riego), del cuidado del cultivo (limpieza frecuente, riego, aplicación de fungicidas, supervisión de personal especializado, etc), de la recolección de la cosecha, el empaque del producto y el transporte a los centros de distribución para su venta; proceso que conlleva para el campesino una gran inversión que incluye no solo los costos de los insumos agrícolas, sino también los costos de jornales y personal especializado y en ocasiones el del pago de arriendo de la tierra, cuando no es de su propiedad. Una vez terminado todo este esfuerzo el campesino se enfrenta a un proceso muchas veces más duro: la venta de su cosecha, en este nuevo proceso el campesino queda sujeto a la ley de oferta y demanda de dicho producto, el cual en muchas ocasiones lo desfavorece al no lograr el margen suficientes que compense su esfuerzo, al no obtener ninguna ganancia sino que por el contrario se ve obligado a vender su producto por debajo del precio de coste, únicamente para minimizar sus pérdidas; esta es la realidad de muchos agricultores en nuestro país. El comprador mayorista (el intermediario), gane o pierda el productor, obtiene ganancias debido a que el comercio del producto no experimenta la incertidumbre que genera su producción; él compra al precio que dicta el mercado y vende incrementando este precio, asegurando de esta manera su ganancia. En otras palabras, podemos afirmar que una labor de meses y en algunas ocasiones de más tiempo, como es la del campesino, genera solo en contadas ocasiones algunas ganancias, mientras que una labor de horas, como la del intermediario, genera siempre ganancias que incluso pueden multiplicar por mucho las del productor, cuando éste las logra. Este desequilibrio es originado por unan gran variedad de factores entre ellos podemos mencionar los orden técnico, logístico, administrativo, legal; veamos: Orden técnico, la agricultura en nuestro medio se realiza de manera muy poco tecnificada, la posibilidad de adquirir maquinaria de última generación para el cultivo de la tierra es privilegio de unos pocos, para el campesino corriente la tecnología es solo un sueño inalcanzable. Orden logístico, con muy contadas excepciones como el cultivo del café, por mencionar un ejemplo, el campesino tiene acceso a centros de acopio, en los cuales pueda almacenar, en condiciones adecuadas, sus productos con el fin de sacarlos a la venta cuando la ley de oferta y demanda los favorezca. Orden administrativo, las autoridades agrarias, léase Ministerio de Agricultura, no cuentan con programas que planifiquen y guíen al campesino en la conveniencia de sembrar o dejar de sembrar un producto de acuerdo con las exigencias del mercado y las expectativas climáticas. Orden legal, mucha tierra en nuestro país está en manos de unos pocos, que incluso no lo hacen productiva, problema antiquísimo que ha generado y aún genera muchos conflictos internos la democratización o repartición de la tierra, de manera más equitativa, es una tarea urgente por realizar Conclusión: Si a esta distribución equitativa de la tierra, le unimos las soluciones de orden técnico, logístico y administrativo que se plantean en este escrito, estaremos dando un paso en el sentido correcto en pro de la solución de los problemas del campesinado colombiano.