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Delmira Agustini

Pórtico
Alma sin velos.
Mujer en el orgullo de su inocencia y amor
Única junto con Santa Teresa.

Eros
Hace prisionero a la leona más fuerte de la vida;
su cuerpo es la raíz del placer y del dolor;
en su mano emerge el lis de la Muerte;
ella lo divisa comunicando infierno y paraíso
como alma fúlgida y carne sombría

Nocturno
Noche afuera.
Cuarto de oro y gema; vívido como un corazón
lecho es inocencia y vicio;
noche negra y clara de insomnio

Invierno: sabio que arrastra el peso del tiempo;


ella es la primavera (= soñar)
Por eso deberían amarse.

Tu boca
Labor en la roca. Suena su voz

Oh, tú!
Era melancólica,
búho, arañas, silencio triste, incuba un huevo infecundo,
traga hongos de soledad
Ella teme

**
Él la arrancó de esa torre de Melancolía:
le dio rosas, llamas, lago con cisnes, es su Dios
Ella es de él

En tus ojos
Heliotropos del Sueño
Cerrojos, broches, bocas de abismo
Natas de mares, capullos
Son claros, tenebrosos, dulces y horrendos
Lagos, veladoras,
Jardines, Firmamentos,
Fondos marinos, grutas,
Faros, caminos
Lámparas, astros
Día nuestro
“Tu espíritu amanece”
“Llueve fuego” “Tu amor es gruta afelpada, fruta madura”
“Mi cuerpo te envuelve” “Triunfa la noche, cuerpo se vuelve profundo”

Tres pétalos a tu perfil


Quiere grabar su perfil wagneriano
Que le dio un día con rojo y con melancolía.
Perfil que tiene tedio y orgullo,
“Destila tu filtro oscuro en este cáliz”.

La ruptura
Cadena fuerte, sacra, sensible
La corté con un lirio, ahora sigo mi camino fríamente
Mi espíritu se asoma a su laguna interior y se refleja
Un dios o un monstruo enmascarado en una esfinge suspensa
de otras vidas.

Visión
Fue en ilusión o no, que te vi velar mi sueño?
En mi cuarto temeroso apareciste como un hongo muerto y vivo
Brotado en el silencio, la sombra y la soledad
Te inclinabas a mí como a una copa sobre el desierto,
como un enfermo al opio de la Muerte,
como el creyente a la hostia
-nieve que alimenta la Carne, chispa divina-
como la Melancolía en el silencio;
como el Orgullo triste a su propia sombra,
como si mi cuerpo fuera la inicial de tu destino,
como a una ventana abierta al más allá,
y todavía más que todo eso!
Mi mirada era una culebra viendo tu cuerpo,
Mi deseo una culebra viendo tu cuerpo;
tú te inclinaste tanto que “mis flores eróticas son dobles”
Tu vida se imprimió en mi vida
Esperaba un abrazo que vistiera la gloria de milagro
(Pueden ser los brazos raíces de una nueva raza);
Abrí los ojos, y te hiciste atrás en la sombra.

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