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A estas conferencias deseo darles una especie de introducción; porque incluso en nuestros
métodos de enseñanza reales tendremos que distinguirlos, con toda la modestia debida, de los
métodos que han evolucionado en nuestro tiempo en otras suposiciones distintas de las que
debemos hacer. Nuestros métodos no son diferentes de esos otros simplemente porque
queremos caprichosamente algo "nuevo" o "diferente", sino porque las tareas de nuestra edad en
particular nos obligarán a darnos cuenta del curso que debe tomar la educación misma para la
humanidad, si es que para responder en el futuro a los impulsos hacia el desarrollo
predestinados en la raza humana por el orden mundial universal.

Sobre todo, tendremos que ser conscientes, en nuestro método, de que estamos interesados en
una cierta armonización del espíritu y el alma con el cuerpo físico. Por supuesto, no podrá
utilizar los materiales de estudio como se han utilizado hasta ahora. Tendrás que usarlos como el
medio para desarrollar correctamente las fuerzas del alma y el cuerpo del individuo. Por lo
tanto, no se preocupará por transmitir una provincia del conocimiento como tal, sino por
manipular esta provincia del conocimiento para desarrollar las habilidades humanas. Tendrá
que distinguir, sobre todo, entre el material del conocimiento que está realmente determinado
por convención, por acuerdo humano, incluso si no se admite en tantas palabras, y los
materiales del conocimiento que dependen de una comprensión de la naturaleza humana en
general. general.

Solo considere superficialmente la posición real, en la cultura general, de la lectura y la

escritura que imparte al niño hoy en día. Leemos, pero el arte de la lectura se ha desarrollado
naturalmente en el curso de la civilización. Las formas de letras que han surgido, la combinación
de estas diversas formas de letras, es un asunto determinado por convención. Al enseñarle al
niño la forma actual de lectura, le enseñamos lo que, aparte del lugar del individuo dentro de
una cultura bastante definida, no tiene ningún significado para la entidad humana. Debemos ser
conscientes de que otras prácticas de nuestra cultura física no tienen un significado directo para
la humanidad superfísica, para el mundo superfísico en absoluto. Es un error creer, como a
veces lo hacen los círculos espiritistas, que los espíritus escribieron la escritura humana para
llevarla al mundo físico. La escritura humana ha surgido de la actividad humana, de la
convención humana en el plano físico. Los espíritus no están interesados en absoluto en
acomodarse a esta convención física. Incluso si la intervención de los espíritus es un hecho, es en
forma de traducción especial por medio de la actividad humana intermedia; No es un gesto
directo del espíritu mismo, una comunicación en esta forma de escritura o lectura de su esencia
viva. La lectura y escritura que usted le enseña al niño están determinadas por convención; Han
surgido dentro de la acción del cuerpo físico.

Enseñarle al niño aritmética es otra cosa. Sentirás que aquí lo más importante no son las
formas de las figuras, sino la realidad que vive en las formas de las figuras. Y esta realidad viva
es más importante para el mundo espiritual que la realidad que vive en la lectura y la escritura.
Y si continuamos enseñándole al niño ciertas actividades que debemos llamar artísticas,
entramos con ellas en la esfera que siempre tiene un significado eterno, que llega a la actividad
d l í i l l lh b Al ñ l iñ l ibi ñ l
 del espíritu y el alma en el hombre. Al enseñar a los niños a leer y escribir, enseñamos en el
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dominio de lo más exclusivamente físico. Nuestra enseñanza ya es menos física en aritmética, y
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realmente estamos enseñando el alma y el espíritu cuando enseñamos al niño música, dibujo o
cualquier cosa de ese tipo.

Ahora, en un curso de estudio racionalmente perseguido, podemos combinar estos tres

impulsos, el superfísico en la actividad artística, el semi-superfísico en aritmética y el
completamente físico en lectura y escritura, y solo esta combinación producirá armonización del
individuo. Imagine que nos acercamos al niño de esta manera (esta conferencia es meramente
introductoria, y solo se darán ejemplos individuales aforísticos): decimos: “Ya has visto un pez.
Ahora solo trata de tener una idea clara de cómo se veía: este pez que viste. Si hago esto para ti
(ver dibujo) se parece mucho a un pez. Lo que viste como pez se parece a lo que ves allí en el
tablero. Ahora imagine que está diciendo la palabra pez. Lo que dices cuando dices 'pez' se
expresa con este signo.

"Ahora solo trata de no decir 'pescado', sino solo de comenzar a decir 'pescado'. Ahora
tratamos de mostrarle al niño que solo debe comenzar a decir 'pescado:' Ffff . Ahora mira, ahora
has comenzado a decir 'pez'; y ahora imagínate a ti mismo que la gente gradualmente llegó a
simplificar lo que ves allí. Al comenzar a decir 'pez', Ffff- , estás diciendo, y escribiendo para ello,
este signo. Y la gente llama a este signo ' f '.

“Entonces has aprendido que lo que dices cuando dices 'pez' comienza con f y ahora escribes
eso como f . Siempre respiras fff cuando comienzas a decir pez; de esta manera aprendes cuál era
la señal para decir pez desde el principio ".

Cuando te pones a apelar a la naturaleza del niño de esta manera, transportas al niño de
vuelta a las civilizaciones anteriores, porque es cuando surgió la primera escritura. Más tarde, el
proceso pasó a ser una simple convención, de modo que hoy ya no reconocemos la conexión
entre las formas abstractas de las letras y las imágenes que surgieron puramente como signos de
la contemplación e imitación de lo observado. Todas las formas de letras han surgido de formas
pictóricas. Y ahora piensa cómo, cuando solo le enseñas al niño la convención: "¡Debes hacer una
f como esta!" le estás enseñando algo bastante desconectado y fuera de su contexto con el
entorno humano. La escritura se desprende de su entorno original: el elemento artístico. Por lo
tanto, debemos comenzar, al enseñar a escribir, con el dibujo artístico de las formas, del sonido y
las formas de las letras, si queremos retroceder tanto que la diferencia de formas impresiona al
niño. No es suficiente simplemente formar estas formas ante el niño con nuestra boca, ya que
i t l l h tid h dí Al d l j l f it
 eso convierte a las personas en lo que se han convertido hoy en día. Al desalojar la forma escrita
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de lo que ahora es la convención y mostrar su fuente original, comparamos todo el ser y lo
hacemos algo bastante diferente de lo que sería si simplemente apelamos a la percepción.
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Entonces no solo debemos pensar en abstracto . Debemos enseñar arte en dibujo, etc .; debemos
impartir el elemento psíquico en la enseñanza de la aritmética, y debemos enseñar el elemento
convencional de lectura y escritura artísticamente; Debemos impregnar toda nuestra enseñanza
con el elemento artístico. En consecuencia, desde el principio le daremos gran importancia al
cultivo del elemento artístico en el niño. El elemento artístico, como es bien sabido, tiene una
influencia bastante excepcional en la voluntad. Con su ayuda penetramos en algo relacionado
con todo el individuo, mientras que lo que concierne a la convención solo afecta a la cabeza,
"head-man" (kopfmensch). En consecuencia, procedemos dejando que cada niño cultive algo que
ver con el dibujo y la pintura. Así comenzamos con el dibujo, el dibujo-pintura de la manera más
simple. Pero también comenzamos con el elemento musical, de modo que el niño esté
acostumbrado desde el primer momento a manejar un instrumento, de modo que el sentimiento
artístico se despierte en él. Luego desarrollará, también, el poder de sentir con todo su ser lo que
de otro modo es meramente convencional.

Nuestra tarea en el estudio del método es involucrar siempre a todo el individuo. No

podríamos hacer esto sin centrar nuestra atención en el desarrollo de un sentimiento artístico
con el que el individuo está dotado. Esto también hará que el individuo se interese más tarde en
todo el mundo en la medida en que su naturaleza lo permita. El error fundamental hasta ahora
siempre ha sido que las personas se han establecido en el mundo con nada más que la cabeza; a
lo más han arrastrado el resto de sus cuerpos tras ellos. Y el resultado es que las otras partes
ahora siguen el impulso de sus impulsos animales y se viven emocionalmente, como lo estamos
experimentando en la curiosa ola de emocionalismo que se ha extendido desde el este de
Europa. Esto ha ocurrido porque todo el individuo no ha sido cultivado. Pero no solo se debe
cultivar el elemento artístico, sino que toda nuestra enseñanza se debe extraer del elemento
artístico. Todo método debe estar inmerso en el elemento artístico . La educación y la enseñanza
deben convertirse en un verdadero arte. Aquí, también, el conocimiento no debe ser más que la
base subyacente.

Por lo tanto, primero extraemos del elemento de dibujar las formas escritas de las letras, luego
las formas impresas. Construimos lectura sobre dibujo. De esta manera, pronto verán que
tocamos un acorde con el que el alma infantil ama vibrar en armonía, porque el niño no solo
tiene un interés externo, sino porque, por ejemplo, ve, en realidad, el llegando a expresarse en
lectura y escritura de su propio aliento.

Entonces tendremos que reorganizar mucho nuestra enseñanza. Verá que lo que buscamos en
lectura y escritura, naturalmente, no puede construirse exclusivamente de la manera que se
acaba de describir, sino que solo podremos despertar las fuerzas necesarias para tal
superestructura. Porque si tuviéramos que intentar en la vida moderna desarrollar toda nuestra
enseñanza sobre el proceso de evolución de la lectura y la escritura desde un entorno de dibujo,
deberíamos necesitar pasar el tiempo hasta el vigésimo año; nunca deberíamos terminar en la
vida escolar. Solo podemos llevarlo a cabo, en primer lugar, en principio, y debemos, a pesar de
ello, continuar, pero sin dejar de ser el elemento artístico. Cuando hemos dibujado instancias
aisladas de esta manera por un tiempo, debemos continuar para que el niño comprenda que las
personas adultas, cuando tienen estas formas peculiares frente a ellas, descubren un significado
en ellas. Mientras cultivamos aún más lo que el niño aprendió de estas instancias aisladas,
pasamos, sin importar si el niño comprende los detalles o no, a escribir oraciones. En estas
oraciones, el niño notará formas con las que se ha familiarizado en la f de los peces. Luego
notará otras formas, junto a estas, que no podemos mostrar en su configuración original por
falta de tiempo. Luego procedemos a dibujar en la pizarra cómo se ven las letras separadas
impresas, y un día escribimos una oración larga en la pizarra y le decimos al niño: “Ahora los
adultos tienen todo esto frente a ellos cuando se han desarrollado todo lo que hemos visto como
 adultos tienen todo esto frente a ellos cuando se han desarrollado todo lo que hemos visto como
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f en peces, etc. Luego enseñamos al niño a copiar la escritura. Ponemos énfasis en su sentimiento
con sus manos, lo que él ve, no solo leyendo con los ojos, sino también siguiendo la forma con las
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manos y sabiendo que él mismo puede dar forma a todo lo que está en el tablero, así . Entonces
no aprenderá a leer sin su mano siguiendo las formas de lo que ve, también de las letras
impresas. Por lo tanto, tenemos éxito, lo cual es extraordinariamente importante, al ver que la
lectura nunca se realiza con el simple ojo, sino que la actividad del ojo pasa misteriosamente a
toda la actividad de las extremidades humanas. Luego, los niños sienten inconscientemente,
hasta las piernas, lo que de otra manera solo examinarían con el ojo. Debemos esforzarnos por
interesar a todo el ser del niño en esta actividad ”.

Luego vamos por el camino opuesto: dividimos la oración que hemos escrito y mostramos las
otras formas de letras que aún no hemos sacado de su elemento; nos separamos y dividimos,
atomizando, las palabras, y pasamos del todo a las partes separadas. Por ejemplo, aquí está la
palabra "cabeza". El niño primero aprende a escribir "cabeza", simplemente pintando la palabra
como una copia. Luego dividimos la palabra "cabeza" en cabeza; sacamos las letras separadas de
la palabra, y así pasamos del todo a las partes separadas.

Continuamos, de hecho, a lo largo de nuestra enseñanza para pasar así del todo a la parte.
Dividimos, por ejemplo, un trozo de papel en una serie de pequeños trozos de papel. Luego
contamos estos jirones; supongamos que hay veinticuatro. Luego le decimos al niño: “Mire,
describo estos fragmentos de papel por lo que he escrito en la pizarra y los llamo: veinticuatro
fragmentos de papel. [También podrían ser frijoles, por supuesto.] Ahora note eso. Ahora tomo
varias tiras de papel, las pongo en una pequeña pila; Hago otro pequeño montón aquí, y allí un
tercero, y hay un cuarto; ahora he hecho cuatro montones de veinticuatro trozos de papel. Ahora
miren: ahora los contaré; todavía no puedes hacer eso, pero yo sí, y lo que está en ese pequeño
montón llamo nueve pedazos de papel, y lo que está en el segundo pequeño montón llamo cinco
pedazos de papel, y lo que está en el tercero llamo siete pedazos de papel, y lo que hay en el
cuarto montón llamo tres pedazos de papel. Verá, antes, tenía un solo montón: veinticuatro
trozos de papel; ahora tengo cuatro montones: nueve, cinco, siete, tres pedazos de papel. Eso es
todo el mismo papel. La primera vez, cuando lo tengo todo, lo llamo veinticuatro; ahora lo he
dividido en cuatro pequeños montones y lo llamo, ahora nueve, luego cinco, luego siete y luego
tres pedazos de papel ”. Ahora digo: "Veinticuatro pedazos de papel son, en total, nueve y cinco y
siete y tres". Ahora le he enseñado al niño a sumar. Es decir, no partí de las adiciones separadas
y formé la suma de ellas. Esa nunca es la forma de nuestra primitiva naturaleza humana
original. (Lo remito para esto a Mis bosquejos de una teoría del conocimiento que pertenece
a la concepción mundial de Goethean . [ Philosophic-Anthroposophic Press, Dornach (Suiza) aún no traducida {a partir de
1937}. ]) Pero el proceso opuesto es el camino de la naturaleza humana: primero ver la suma y

luego dividirla en los apéndices separados, de modo que debemos enseñarle al niño a agregar de
manera opuesta a lo que generalmente se enseña; debemos comenzar con la suma y luego ir a
las adiciones. Entonces el niño tendrá una mejor idea de lo que significa "juntos", de lo que ha
tenido hasta ahora desde que recogimos las piezas y las juntamos. Nuestra enseñanza tendrá que
distinguirse de la enseñanza hasta ahora por el hecho de que tenemos que enseñar al niño de
manera más o menos opuesta lo que significa "suma" en contraste con la "adenda". Entonces
podemos confiar en la respuesta de una comprensión bastante diferente de la suscitada por el
procedimiento opuesto. En realidad, solo verá el valor total de esto desde la práctica. Porque
verá que el niño ingresa de manera muy diferente en el tema; notarás una capacidad de
comprensión bastante diferente en el niño, si sigues el camino que te he descrito.

Luego puede ir en sentido contrario y continuar con su aritmética. Puedes decir: “Ahora
vuelvo a juntar estos pedazos de papel, y hago dos montones, y llamo al pequeño montón que he
dejado bastante separado, tres. ¿Cómo he conseguido estos tres? Alejándolo de los demás.
Cuando todavía estaba todo junto, lo llamé veinticuatro; ahora me he llevado tres y ahora llamo
 lo que queda veintiuno ". De esta manera introduces la idea de la resta. Es decir, nuevamente, no
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comienzas desde el minuendo y el sustraendo, sino desde el resto, desde lo que queda, y
conduces de esto a lo que vino del resto.
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Aquí también, procedes en sentido contrario. Y, como

veremos más adelante en el método de las asignaturas especiales, puede aplicar a todo el arte de
la aritmética el proceso de ir del todo a la parte. A este respecto, sin duda tendremos que
acostumbrarnos a adherirnos a un curso de instrucción bastante diferente. Procedemos aquí a
cultivar, al mismo tiempo que las "lecciones objetivas", que nunca debemos descuidar, pero que
no deben enfatizarse demasiado exclusivamente como parecen ser hoy en día, la sensibilidad a
la autoridad. Porque continuamente decimos: yo llamo a eso veinticuatro. Yo llamo a eso nueve.
Al enfatizar, en las conferencias antroposóficas, el punto de que entre los siete y catorce años de
edad se debe cultivar el sentimiento de autoridad, eso no significa que se requiera un
entrenamiento para producir este sentimiento de autoridad, pero lo que es necesario puede fluir
desde el mismo método de instrucción en sí. Su influencia está presente como un trasfondo;
cuando el niño escucha, dice: "Ajá, llama a eso nueve, llama a veinticuatro", etc. Él obedece
voluntariamente, de inmediato. Al escuchar así a la persona que usa este método, el niño es
inoculado por lo que se expresa como una sensibilidad a la autoridad. Ese es el secreto. Cualquier
entrenamiento artificial del sentimiento de autoridad debe ser excluido por el método o la técnica
misma .

Entonces debemos tener muy claro que siempre queremos dejar que tres cosas funcionen al
unísono: voluntad, sentimiento y pensamiento. Cuando enseñamos en estas líneas, la voluntad,
el sentimiento y el pensamiento en realidad están trabajando juntos. El punto nunca es pervertir
la voluntad por medios falsos en la dirección equivocada, sino asegurar el fortalecimiento de la
voluntad por medios artísticos. Para este fin, desde el principio, también se debe emplear la
enseñanza de la pintura, la instrucción artística y la formación musical.

Por cierto, notaremos que, particularmente en la primera etapa del segundo período de su
vida, el niño es más susceptible a la enseñanza autorizada en forma de arte y que luego podemos
lograr lo máximo para él con el arte. Crecerá como si fuera lo que deseamos transmitirle, y su
mayor alegría imaginable será cuando ponga algo en papel en el dibujo o incluso en la pintura,
lo que, sin embargo, no debe confundirse con nada meramente superficial. imitación. Aquí,
también, debemos recordar en la enseñanza que debemos transportar al niño, en cierto sentido,
a épocas culturales anteriores, pero que no podemos proceder como si todavía estuviéramos en
estas épocas. La gente era diferente entonces. Transportará al niño a épocas culturales
anteriores ahora con una disposición bastante diferente de alma y espíritu. Entonces, en el
dibujo, no nos empeñaremos en decir: debe copiar esto o aquello, pero le mostramos formas
originales en el dibujo; le mostramos cómo hacer un ángulo como este, otro como ese; tratamos
de mostrarle qué es un círculo, qué es una espiral. Luego comenzamos con una forma autónoma,
no con si la forma imita esto o aquello, sino que tratamos de despertar su interés en la forma
misma.

Quizás recuerdes la conferencia en la que intenté despertar un sentido del origen de la hoja
de acanto. Luego expliqué que la idea de que la gente imitaba la hoja de la planta de acanto en la
forma en que aparece en la leyenda es bastante falsa; la verdad es que la hoja de acanto
simplemente surgió de un impulso interno para formarse, y la gente sintió más tarde: eso se
parece a la naturaleza. La naturaleza no fue copiada. Tendremos que tener esto en cuenta con el
dibujo y la pintura. Entonces, por fin habrá un final del terrible error que devasta las mentes
humanas con tanta tristeza. Cuando las personas se encuentran con algo formado por el hombre,
dicen: es natural, no es natural. Pero una mera imitación correcta es de importancia secundaria.
La semejanza con el mundo externo solo debería aparecer como algo secundario. Más bien en el
hombre debería vivir el impulso de convertirse en uno con las fuerzas crecientes de la forma
misma. Uno debe tener, incluso al dibujar una nariz, alguna relación interna con la forma de la
nariz en sí misma y solo más tarde se produce el parecido con la nariz El significado interno de
 nariz en sí misma, y solo más tarde se produce el parecido con la nariz. El significado interno de
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los formularios que uno nunca podría despertar entre los siete y los catorce años simplemente
copiando los formularios en el exterior. Pero uno debe darse cuenta del elemento creativo
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interno que se puede desarrollar entre siete y catorce. Si uno pierde este elemento creativo
interno en ese momento, nunca se puede recuperar. Las fuerzas activas en ese momento mueren
después; más tarde, uno puede obtener a lo sumo un improvisado, a menos que ocurra una
transformación del individuo en lo que llamamos "iniciación", natural o antinatural.

Ahora voy a decir algo inusual, debemos volver a los principios de la naturaleza humana si
deseamos ser maestros en el verdadero sentido de hoy. Hay excepciones, cuando un individuo
todavía puede recuperar alguna experiencia omitida. Pero entonces debe haber pasado por una
enfermedad grave, o debe haber sufrido alguna deformación u otra, haberse roto una pierna,
por ejemplo, que no está bien ajustada; es decir, debe haber sufrido un cierto desprendimiento
del cuerpo etérico del cuerpo físico. Eso es, por supuesto, peligroso. Si sucede a través del Karma,
debe ser aceptado. Pero no podemos tratarlo como una cantidad calculable, ni dar ninguna
garantía para la vida pública de que una persona pueda recuperar algo así perdido, sin
mencionar otras cosas. El desarrollo del individuo es misterioso, y el objetivo de la instrucción y
la educación nunca debe preocuparse por lo anormal, sino siempre por lo normal. La enseñanza
es siempre una cuestión social. El problema siempre debe ser: ¿en qué año debe tener lugar el
desarrollo de ciertas fuerzas, para que este desarrollo establezca al individuo de forma segura
en la vida? Por lo tanto, debemos tener en cuenta el hecho de que solo entre el séptimo y el
decimocuarto año se pueden cultivar ciertas habilidades de tal manera que el individuo pueda
mantenerse firme en la batalla de la vida. Si estas habilidades no se cultivan en este momento, el
individuo en cuestión no será igual a la batalla de la vida, sino que tendrá que sucumbir a ella,
como lo hace la mayoría de las personas hoy en día.

Esta capacidad de asegurar una base artística en la carrera mundial debe ser nuestro regalo
como educadores para el niño. Entonces notaremos que es la naturaleza del hombre, hasta cierto
punto, nacer como "músico". Si las personas tuvieran la agilidad adecuada y necesaria, bailarían
con todos los niños pequeños, de alguna manera se unirían a los movimientos de todos los niños.
Es un hecho que el individuo nace en el mundo con el deseo de llevar su propio cuerpo a un
ritmo musical, a una relación musical con el mundo, y esta capacidad musical interna es más
activa en los niños en su tercer y cuarto año. Los padres pueden hacer una gran cantidad, si solo
se preocupan por construir menos sobre la música inducida externamente que sobre la
inducción de todo el cuerpo, el elemento de baile. Y precisamente en este tercer y cuarto año, se
pueden lograr resultados infinitos mediante la penetración del cuerpo del niño con una
Eurhythmy elemental. Si los padres aprendieran a participar en Eurhythmy con el niño, los
niños serían muy diferentes de lo que son. Superarían una cierta pesadez que pesa sobre sus
extremidades. Todos hoy tenemos esta pesadez en nuestras extremidades. Sería superado. Y
quedaría en el niño cuando los primeros dientes se desprendan de la disposición del elemento
musical completo. Los sentidos separados, el oído musicalmente sintonizado, el ojo
plásticamente experto, surgen primero de esta disposición musical; Lo que llamamos el oído
musical, o el ojo para dibujar o modelar, es una especificación de todo el individuo musical. En
consecuencia, siempre debemos apreciar la idea de que, al recurrir al elemento artístico, nos
asimilamos en el hombre superior, en el ser nervioso-sensorial, la disposición de todo el ser.
Eleva el sentimiento a una experiencia intelectual al utilizar el elemento musical o el elemento
de dibujo o modelado. Eso debe hacerse de la manera correcta. Todo hoy está en confusión,
particularmente donde se está cultivando el elemento artístico. Dibujamos con las manos y
modelamos con las manos, y sin embargo las dos cosas son completamente diferentes. Esto es
más sorprendente cuando presentamos a los niños el arte. Cuando presentamos a los niños el
arte plástico, debemos prestar la mayor atención posible para ver que siguen las formas
plásticas con las manos. Cuando el niño siente su propia formación, cuando mueve su mano y
dibuja algo, podemos ayudarlo a seguir las formas con su ojo, pero con la voluntad actuando a
é d l j i i l ió d l i id d l i i i l
 través del ojo. De ninguna manera es una violación de la ingenuidad en el niño instruirlo a
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sentir esto, a sentir sobre la forma del cuerpo con el hueco de su mano. Cuando, por ejemplo,
está trazando las curvas de un círculo,
Detectar idioma
atraemos su atención al ojo y le decimos que él mismo
Español

hace un círculo con su ojo. Esto no es en absoluto una violación de la ingenuidad del niño, pero
involucra el interés de todo el ser. En consecuencia, debemos darnos cuenta de que estamos
transportando el ser inferior del individuo al ser superior, al ser del sentido del nervio.

De esta manera ganaremos un cierto sentido profundo de método que debemos desarrollar en
nosotros mismos como educadores y maestros, y que no podemos transferir directamente a
nadie más. Imagine que tenemos un individuo ante nosotros para enseñar y educar: un niño. En
estos días, la visión del ser en crecimiento está desapareciendo por completo de la educación;
Todo está en confusión. Pero debemos acostumbrarnos a distinguir entre las diferencias en
nuestra visión de este niño. Debemos acompañar, por así decir, nuestra enseñanza y educación
con sensaciones internas, con sentimientos internos, incluso con agitaciones internas de la
voluntad, que solo se escuchan, por así decirlo, en una octava inferior, y que no se sacan a la luz.
Debemos ser conscientes de que en el niño en crecimiento evolucionan gradualmente el ego y el
cuerpo astral; el cuerpo etérico y el cuerpo físico ya están allí, heredados. [ Ver Rudolf Steiner, Teosofía ,
Ciencias Ocultas . ] Ahora nos conviene imaginar: el cuerpo físico y el cuerpo etérico siempre se

cultivan particularmente de la cabeza hacia abajo. La cabeza irradia lo que realmente crea al
hombre físico. Si seguimos el curso correcto de educación e instrucción para la cabeza,
serviremos mejor al sistema de crecimiento. Si enseñamos al niño de tal manera que extraemos
el elemento cabeza de todo el ser, las experiencias correctas pasan de su cabeza a sus
extremidades: el individuo crece mejor, aprende a caminar mejor, etc. Para que podamos
digamos: los cuerpos físico y etérico fluyen hacia abajo cuando cultivamos todo lo que tiene
relación con el hombre superior de una manera positiva. Si, al enseñarle al niño a leer y escribir
más intelectualmente, tenemos la sensación de que el niño, absorbiendo lo que le impartimos,
viene a nuestro encuentro, entonces esto pasa de su cabeza al resto de su cuerpo. Pero el ego y el
cuerpo astral se desarrollan de abajo hacia arriba cuando se educa a todo el ser. Un poderoso
sentido del ego se despertaría, por ejemplo, si le enseñáramos al niño euritmia elemental en el
tercer y cuarto año. Todo el individuo estaría comprometido, y un sentido del ego correcto
echaría raíces en su ser. Y si escucha muchas historias para alegrarse e incluso sentirse triste, el
cuerpo astral se desarrollará desde el individuo inferior hacia arriba. Solo piense por un
momento un poco más íntimamente en sus propias experiencias.Espero que todos hayan tenido
esta experiencia: al caminar por la calle y sorprenderse por algo, no solo su cabeza y su corazón
se sobresaltaron, sino también en sus extremidades, se sorprendieron y revivieron el shock más
tarde. Con esta experiencia, podrá aceptar que la rendición a algo que desarticula los
sentimientos y las emociones afecta a todo el ser, no solo al corazón y la cabeza.

Esta verdad debe ser vista en particular por el educador y el maestro. Debe ver que todo el ser
se conmueve. Piense, entonces, desde este punto de vista, en contar leyendas y cuentos de hadas,
y si tiene un sentimiento real de esto, de modo que transmita su propio estado de ánimo cuando
le cuente historias al niño, las contará para que el niño revive con todo su cuerpo lo que le han
dicho. De esta manera, realmente apelas al cuerpo astral del niño. El cuerpo astral irradia una
experiencia en la cabeza, para que el niño la sienta allí. Debemos tener la sensación de que
estamos moviendo al niño completo, y que solo a partir de los sentimientos, de las emociones
que excitamos, debe llegar la comprensión de la historia. Por lo tanto, conviértalo en su ideal, al
contarle al niño cuentos de hadas o leyendas, o al dibujar o pintar con él, no para "explicar,"O
para actuar a través de conceptos, pero para dejar que todo el ser sea estimulado, de modo que
solo después, cuando el niño se haya alejado de ti, la comprensión se dé cuenta. Intenta,
entonces, educar el ego y el cuerpo astral de abajo hacia arriba, para que la cabeza y el corazón
solo lleguen más tarde. Trate de no recurrir nunca a historias para la cabeza y al entendimiento,
pero cuente historias para que evoque en el niño, dentro de ciertos límites, ciertos temblores
 p p q q
silenciosos de asombro, de modo que excite placeres o penas que conmuevan todo su ser para
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que aún permanezcan. y resuena cuando el niño se ha ido, y solo entonces la comprensión se da
cuenta
Detectar idioma de él y el interés despierta enEspañolsu significado. Intenta actuar a través de toda tu intimidad

con los niños. Intente no despertar el interés artificialmente confiando en las sensaciones, pero
intente, estableciendo una intimidad interior con los niños,dejar crecer el interés de la propia
naturaleza del niño.

¿Cómo se puede hacer esto con toda una clase? Es relativamente fácil de lograr con un solo
hijo. Uno solo necesita amar intentarlo con él, solo necesita inspirar su trabajo con amor, mover
todo el ser, no solo el corazón y la cabeza. Con toda una clase no es más difícil si uno se siente
conmovido por los sujetos en cuestión, sino no solo en el corazón y la cabeza. Tome este ejemplo:
quiero dejar en claro al niño la vida continua del alma después de la muerte. Nunca dejaré en
claro al niño por las teorías, sino que solo me engañaré a mí mismo. Ningún tipo de concepto
puede hacer que la inmortalidad signifique algo para un niño antes de los catorce años. Pero
puedo decir: “Solo mira la crisálida de esta mariposa. No hay nada en su interior. La mariposa
estaba dentro, pero se ha escapado. También puedo mostrarle el proceso,y es bueno llevar esas
metamorfosis ante el niño. Ahora puedo hacer la comparación: “Imagina que eres una crisálida
como esta tú mismo. Tu alma está dentro de ti; luego encuentra su salida; luego saldrá como la
mariposa de la crisálida ". Eso lo pone ingenuamente, por supuesto. Ahora puedes hablar de ello
durante mucho tiempo. Pero si no crees que la mariposa es como el alma humana, no lograrás
mucho con el niño a través de esa comparación. No será, por supuesto, culpable de presentar la
falsa verdad que solo considera como una comparación hecha por el hombre. No es tal cosa,
pero es un hecho del ordenamiento divino del mundo. No es la creación de nuestro intelecto. Y si
tenemos una actitud correcta hacia las cosas,aprendemos a creer el hecho de que la naturaleza
está llena de símbolos para las experiencias psíquicas y espirituales. Si nos convertimos en uno
con lo que impartimos al niño, nuestra acción se apodera de todo el niño. La pérdida de poder
para sentir con el niño, la creencia en un mero ajuste a una proporción dada en la que nosotros
no creemos, es responsable de la pobreza de la educación del niño. Nuestra propia visión de los
hechos debe ser tal que, por ejemplo, con la salida de la mariposa de la crisálida, introducimos
en el alma del niño, no una imagen arbitraria, sino una ilustración, que entendemos y creemos
que nos proporciona Los poderes divinos del universo. El niño no debe comprender lo que pasa
de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en alma. Si notas esto, seguirás adelante.Si nos
convertimos en uno con lo que impartimos al niño, nuestra acción se apodera de todo el niño. La
pérdida de poder para sentir con el niño, la creencia en un mero ajuste a una proporción dada
en la que nosotros no creemos, es responsable de la pobreza de la educación del niño. Nuestra
propia visión de los hechos debe ser tal que, por ejemplo, con la salida de la mariposa de la
crisálida, introducimos en el alma del niño, no una imagen arbitraria, sino una ilustración, que
entendemos y creemos que nos proporciona Los poderes divinos del universo. El niño no debe
comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en alma. Si notas esto,
seguirás adelante.Si nos convertimos en uno con lo que impartimos al niño, nuestra acción se
apodera de todo el niño. La pérdida de poder para sentir con el niño, la creencia en un mero
ajuste a una proporción dada en la que nosotros no creemos, es responsable de la pobreza de la
educación del niño. Nuestra propia visión de los hechos debe ser tal que, por ejemplo, con la
salida de la mariposa de la crisálida, introducimos en el alma del niño, no una imagen arbitraria,
sino una ilustración, que entendemos y creemos que nos proporciona Los poderes divinos del
universo. El niño no debe comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en
alma. Si notas esto, seguirás adelante.La creencia en un mero ajuste a una proporción dada en la
que nosotros mismos no creemos, es responsable de la pobreza de la educación del niño. Nuestra
propia visión de los hechos debe ser tal que, por ejemplo, con la salida de la mariposa de la
crisálida, introducimos en el alma del niño, no una imagen arbitraria, sino una ilustración, que
entendemos y creemos que nos proporciona Los poderes divinos del universo. El niño no debe
comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en alma. Si notas esto,
 seguirás adelante.La creencia en un mero ajuste a una proporción dada en la que nosotros
https://wn.rsarchive.org/Lectures/GA/GA0294/19190821n01.html
mismos no creemos, es responsable de la pobreza de la educación del niño. Nuestra propia
visión
Detectar idioma de los hechos debe ser tal que, por ejemplo, con la salida de la mariposa de la crisálida,
Español

introducimos en el alma del niño, no una imagen arbitraria, sino una ilustración, que
entendemos y creemos que nos proporciona Los poderes divinos del universo. El niño no debe
comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en alma. Si notas esto,
seguirás adelante.pero una ilustración, que entendemos y creemos que es proporcionada por los
poderes divinos del universo. El niño no debe comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo
que viene de alma en alma. Si notas esto, seguirás adelante.pero una ilustración, que
entendemos y creemos que es proporcionada por los poderes divinos del universo. El niño no
debe comprender lo que pasa de oreja a oreja, sino lo que viene de alma en alma. Si notas esto,
seguirás adelante.

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