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Fisicoquimica y Microbiologia de Los Medios Acuaticos PDF
Fisicoquimica y Microbiologia de Los Medios Acuaticos PDF
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TRATAMIENTO Y CONTROL
DE CALIDAD DE AGUAS
RAFAEL MARÍN GALVÍN
FISICOQUÍMICA
Y MICROBIOLOGÍA
DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
TRATAMIENTO Y CONTROL
DE CALIDAD DE AGUAS
© Rafael Marín Galvín, 2003
E-mail: ediciones@diazdesantos.es
Internet://http:www.diazdesantos.es/ediciones
ISBN: 84-7978-590-X
Depósito legal: M. 36.770-2003
3.4.1.
Isotermas de adsorción .................................................... 141
3.4.2.
Adsorción sobre partículas acuáticas .............................. 142
3.4.3.
El efecto hidrofóbico ....................................................... 147
3.4.4.
Interacciones electrostáticas superficiales. Sistemas co-
loidales ............................................................................. 148
3.5. Procesos fotoquímicos en medios acuáticos .............................. 149
3.5.1. Breve introducción a la fotoquímica ............................... 149
3.5.2. Tipos de procesos y reacciones fotoquímicas ................. 151
3.6. Regulación de metales traza y sustancias químicas en general en
aguas naturales ........................................................................... 154
3.6.1. Regulación de metales pesados en aguas de ríos ............ 155
3.6.2. Regulación de elementos traza en lagos y embalses ....... 156
3.6.3. Regulación de elementos traza y sustancias químicas en
general en océanos ........................................................... 163
XIII
XIV PRESENTACIÓN
duales, vertidos a cauces públicos así como sobre el control analítico de todas
estas aguas. La revisión general se extiende hasta noviembre del año 2002.
El Capítulo sexto, finalmente, presenta un compendio de todos los pará-
metros cuyo análisis es impuesto en las normativas de aguas de consumo hu-
mano, residuales, vertidos, etc. presentadas en el Capítulo cinco, así como so-
bre otros análisis frecuentes en control de calidad de aguas y de previsible
imposición en futuras normas sobre aguas. Especial atención recibirán aquellos
métodos considerados como oficiales por las normativas actualmente vigentes.
El libro finaliza con un Capítulo séptimo dedicado a bibliografía, pero
donde sólo se han recopilado libros, no otro tipo de trabajos cuya relación sería
demasiado extensa, los cuáles están agrupados en cuatro apartados correspon-
dientes a fisicoquímica o química de aguas, biología y microbiología, trata-
miento y depuración de aguas y control analítico de calidad de aguas.
Como aspectos generales de esta obra, el lenguaje empleado en el manus-
crito intenta huir de academicismos innecesarios, siendo claro y conciso, pre-
sentando los temas con un rigor no exento de amenidad y procurando contar
con un soporte adecuado de figuras y tablas para clarificar los temas tratados.
Por todo ello, entiende el autor que el libro puede ser de obligada consulta para
gran parte de los estudiosos y profesionales del campo del agua, bien en su as-
pecto teórico, bien en el aspecto práctico del tratamiento de aguas, depuración
de aguas usadas, así como de la investigación analítica de la calidad de las mis-
mas.
Para terminar esta presentación, debo agradecer muy especial y sincera-
mente a mi gran compañero y amigo el Prof. Dr. D. José Miguel Rodríguez
Mellado, Profesor Titular del Departamento de Química Física y Termodiná-
mica Aplicada de la Universidad de Córdoba, su valiosísima ayuda en la pre-
paración de este trabajo, agradecimiento que hago extensivo al Grupo de Elec-
troquímica Molecular de la Universidad de Córdoba, en donde juntos
investigamos desde hace varios años, así como, finalmente, a la Empresa Mu-
nicipal de Aguas de Córdoba S.A., lugar en donde me he formado en este
apasionante mundo del agua.
XVII
XVIII PREFACIO
1.1. INTRODUCCIÓN
El agua, sustancia esencial tanto para la vida como para la propia civiliza-
ción humana, es el vehículo idóneo donde se desarrollan las complejas reac-
ciones bioquímicas que hacen posible el desarrollo de la actividad vital de
cualquier ser vivo. Además, se trata probablemente del único compuesto que se
puede encontrar en nuestro planeta en los tres estados físicos de agregación de
la materia, líquida, sólida y gaseosa, y en una cantidad considerable: se cifra el
total de agua en la Tierra en unos 1.400 millones de km3, de los cuáles un 3%
del total corresponde a agua dulce.
La provisión global de agua en la Tierra es invariante desde hace miles de
millones de años, estando sometida al denominado «ciclo hidrológico». Este
consiste en una serie de cambios de fase, de características físicas, químicas, y
microbiológicas, e incluso de emplazamiento físico (mares, nubes, glaciares,
ríos, aguas subterráneas) cuyo último efecto es la «renovación» periódica de la
dotación de agua en las grandes acumulaciones o depósitos de ésta existentes en
el planeta: océanos, ríos y lagos, atmósfera y litosfera.
El motor del «ciclo hidrológico» es la radiación solar recibida por nuestro
planeta que provoca la evaporación de cantidades ingentes de agua desde la su-
perficie libre de los océanos y mares (especialmente) hasta la atmósfera, desde
donde revierte depositándose bajo forma de lluvia. En el «ciclo» además, in-
tervienen otros factores como son la evaporación de agua desde el propio te-
rreno, la evapo-transpiración de plantas y seres vivos, e incluso, el balance en-
tre detracción y aporte de agua usada por el hombre (ver Figura 1.1). Con
respecto a esto, el uso que el hombre hace del agua varía dependiendo de la
zona concreta del planeta: desde unos 5-6 l/habitante-día en países subdesa-
rrollados, hasta unas 100 veces más en zonas industrializadas (recuérdense
los casi 600 l/habitante-día consumidos en Norteamérica).
1
2 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
(p) Vegetación
(f) (es)
La acción del agua sobre los minerales y rocas (también sobre los gases) da
lugar a una dinámica o evolución de los elementos químicos y sus compuestos
bien simples bien complejos en su seno. Pasemos revista ahora a los aspectos
puramente químicos del agua, es decir, a esta «dinámica físicoquímica» de un
agua, con referencia tanto a un agua natural como a un agua usada (residual do-
méstica o industrial).
6 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
a) Temperatura
Para las aguas subterráneas, su temperatura depende del terreno que drenan,
naturaleza de las rocas, profundidad de la surgencia y fenómenos magmáticos
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 7
que puedan existir. En este sentido, coméntese que según la Ley de Minas de
nuestro país, «son aguas termales aquéllas cuya temperatura de surgencia
sea superior en 4 oC a la media anual del lugar donde alumbren».
Desde el punto de vista del consumo humano, el agua es más agradable
cuanto menor es su temperatura, con un óptimo situado entre 12 oC y 16 oC.
Asimismo, turbidez y color de un agua están ligados indirectamente a la
temperatura, siendo paralelos y en el mismo sentido grosso modo los aumentos
de las tres variables.
Por otro lado, una más baja temperatura dificulta la coagulación, sedimen-
tación y filtración de un agua en fase de potabilización (ver Capítulo 4). De for-
ma opuesta, una temperatura más alta favorece la esterilización. En este senti-
do, la formación de trihalometanos (tóxicos formados por cloración de
sustancias húmicas presentes en un agua bruta sin tratar) se incrementan tam-
bién con la temperatura del agua.
Por último, la temperatura de un efluente a un cauce natural puede afectar
drásticamente su biología y microbiología induciendo cambios dramáticos de
poblaciones bacterianas y organismos superiores. Efluentes industriales con
temperaturas altas suelen ser los de industrias del sector alimentario (conser-
veras, cerveceras) y otras como fábricas de papel, industrias químicas, texti-
les, etc.
–2
–4
Profundidad (m)
–6
–8
–10
Marzo 1990
Julio 1990
–12
10 15 20 25
T/°C
b) Color
c) Olor-sabor
bitualmente. Es muy raro que las sustancias productoras de olor y sabor se en-
cuentren aisladas en un agua. Si eso ocurriera, se podría relacionar la intensidad
del olor/sabor con la concentración de la sustancia productora en el agua, por
ejemplo, mediante la fórmula de Weber-Frechner:
I = k · log C (1.1)
Compuestos inorgánicos
Compuestos orgánicos
Además, benceno y sustancias afines tienen tanto origen natural como in-
dustrial y no se perciben en un agua salvo que estén en concentraciones altas.
Finalmente, menciónese a los detergentes debido a los perfumantes que con-
tienen.
Desde otro punto de vista, los organismos potencialmente productores de
olor/sabor en las aguas son prácticamente todos los que pueden vivir en ellas, es
decir, algas, hongos, bacterias, cianofíceas, organismos zooplanctónicos y en
general, los encargados de llevar a cabo la putrefacción de materias orgánicas y
su descomposición.
Finalmente, la incidencia y problemática asociada a los olores y sabores en
el agua de consumo humano viene marcada por dos aspectos: pH y temperatu-
ra. Esto es debido a que, generalmente, las sustancias con incidencia organo-
léptica suelen estar afectadas por un equilibrio ácido-base en que sólo una de
las formas es la que produce el problema. Además, cualquier sustancia que pro-
voque olor/sabor acentúa esta circunstancia cuando su presión de vapor y su vo-
latilidad son más altas, es decir, cuando la temperatura del agua también lo es.
Como complemento al tema, la Tabla 1.3 recoge algunos olores-sabores típicos
potencialmente detectados en aguas.
Olores Sabores
a) Turbidez-transparencia
b) Residuo seco
En general, los ríos suelen presentar más altos valores de residuo seco du-
rante la época seca a causa de la fuerte evaporación experimentada en estos pe-
ríodos por las masas de agua. Las aportaciones por escorrentías pueden, por el
contrario, operar tanto aumentando como disminuyendo el residuo seco, en fun-
ción de la tasa de dilución y fenómenos de sedimentación experimentados. Esto
también es aplicable a lagos y embalses.
Por otro lado, las aguas subterráneas poseen contenidos en sales disueltas
más altos en general que los de las aguas de superficie a consecuencia del tiem-
po de contacto sustancialmente más dilatado entre agua y terreno.
Desde el punto de vista del consumo humano, el uso de aguas que contengan
más de 1.000 mg/l de sólidos totales en disolución es desaconsejable tanto por
las propias sales, como por su efecto productor de sabores salinos o salobres. En
este sentido, es habitual el fenómeno del ligero incremento de la salinidad del
agua de consumo público a lo largo de las redes de distribución de aguas con
respecto al contenido salino del agua a la salida de la estación de potabilización,
más acusado a medida que la red de distribución tenga más longitud.
c) Conductividad
900
Coeficente 11
de correlación = 0,974
Residuo seco (mg/l)
3
700 10
500
4
9
6 5
300 7
1
2
100
FIGURA 1.3. Relación práctica entre «residuo seco = f(conductividad)» para varias
aguas naturales de la provincia de Córdoba: (1, 2) aguas de embalses; (3, 4) aguas del
río Guadalquivir; (5-11) aguas subterráneas.
14 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
250
Conductividad (µS/cm)
200
150
100
Enero Marzo Mayo Julio Sept. Nov.
FIGURA 1.4. Variación anual de conductividad en el embalse del Guadalmellato
(Córdoba, 147 hm3). Triángulos, año 1980; círculos, año 1990; vacíos, aguas de
superficie; llenos; aguas de fondo.
a) pH
b) Oxígeno disuelto
a) zona de degradación,
b) zona de descomposición, y
c) zona de recuperación (ver Figura 1.5).
10
8
O2dis. (mg/l)
4
A D
2 C
B
0
Distancia desde el foco poluente
FIGURA 1.5. Evolución de la oxigenación en un cauce contaminado con la distancia
del foco contaminante. (A) zona de degradación; (B) zona de descomposición;
(D) zona de recuperación; (C) punto de máxima desoxigenación. Las líneas horizontales
circunscriben los valores de O2 disuelto alrededor del 40% de saturación.
pecto pardo o negruzco. Por último, en c) (que se dilatará más cuanto más con-
taminación acceda al río) comienza a oxigenarse el agua, ya que la producción
fotosintética de O2 supera al gastado en la descomposición bacteriana de ma-
teria orgánica.
c) Potencial redox
EH/mV
–80 –200
–100 –300
–120 –400
–140 –500
–160 –600
0 1 2 3 –20 0 20 40 60 80 100120140
log (%O2) %O2
FIGURA 1.6. Relación entre potencial redox y oxigenación. (a) relación EH vs log
(%O2) en aguas preparadas sintéticamente: círculos blancos, aguas de alto contenido
salino (conductividad = 1.700 µS/cm); círculos negros, aguas de contenido salino
medio (conductividad = 600 µs/cm); triángulos, aguas de bajo contenido salino
(conductividad = 300 µS/cm). (b) relación EH vs %O2 en aguas residuales en curso de
depuración en una EDAR.
20
15
rH
10
0
Waste Settled Treated
FIGURA 1.7. Variación del rH en aguas residuales en curso de depuración: (waste) agua
residual bruta; (Settled) agua tras la sedimentación primaria; (Treated) agua depurada.
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 19
a) Equilibrio carbónico
b) Cianuros
a) Sulfuros
H2 S ↔ H+ + HS–
HS– ↔ H+ + S=
dose así este estado de máxima reducción del S e impidiendo, o al menos difi-
cultando, la posterior oxidación del mismo.
Por otra parte, la presencia de H2S libre en aguas bien oxigenadas es su-
mamente rara (ya que se produciría su rápida oxidación por el oxígeno presente
en el medio) siendo frecuente, por el contrario, la existencia de sulfihídrico en
aguas residuales a causa de la reducción bacteriana de sulfatos.
En las aguas del fondo de lagos y embalses estratificados térmicamente,
aguas subterráneas en condiciones reductoras, pantanos y aguas en putrefac-
ción, así como en cauces fuertemente contaminados, puede aparecer sulfuro en
concentraciones superiores en algunos casos a 0,5 mg/l. Asimismo, la aparición
de acumulaciones o bolsas de sulfuros en las redes de alcantarillado ha provo-
cado, en más de una ocasión, intoxicaciones de diferente gravedad a los traba-
jadores que se encontraban en aquéllas, llegando incluso a la muerte.
b) Sulfitos
c) Sulfatos
a) Amonio
de constante de acidez Ka = 5,71 · 10–10, el valor concreto del pH del agua de-
terminará las diferentes concentraciones de amonio molecular e ion amonio
presentes en cada situación, y por lo tanto, la actividad de cada tipo bacteriano
o microorganismo activo concreto. De cualquier forma, el producto final de su
vía oxidativa es el ion NO3–, que a su vez puede ser metabolizado para formar
proteínas y aminoácidos. A la muerte del organismo vivo, otro tipo de bacte-
rias se ocupan de transformar las proteínas en amonio según un proceso re-
ductivo.
Por otro lado, el agua de lluvia puede presentar algunas trazas de amonio.
Además, las aguas superficiales bien aireadas generalmente contienen poco
NH3 (no más de 0,100 mg/l). Por el contrario, las aguas contaminadas por
24 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
b) Nitritos
0
Febrero 1994
–5 Junio 1994
Profundidad (m)
–10
–15
–20
–25
–33
–35
0,0 0,5 1,0 1,5
Amonio (mg/l)
c) Nitratos
H3PO4 ↔ H2PO4– + H+
H2PO4– ↔ HPO42– + H+
HPO42– ↔ HPO43– + H+
1.10. SÍLICE
El silicio, elemento químico del grupo del carbono, está muy abundante-
mente difundido en la natualeza prácticamente en todas las rocas (silicatos,
feldespatos, etc..). De entre todos los silicatos, los de más alta solubilidad son
los de Na y K que se disuelven tras meteorizarse previamente el mineral
origen.
La sílice en un agua responde a dos estados: sílice coloidal o disuelta (áci-
do silícico). Estas dos especies se hallan en un equilibrio de polimerización y
despolimerización como el siguiente:
1.11. HALÓGENOS
a) Fluoruros
b) Cloruros
pañol se han medido hasta 2 g/l (Valencia, Castellón); sin embargo, también
pueden medirse contenidos tan bajos como 5 mg/l en otras zonas.
Cloruros, fosfatos y nitritos son indicadores típicos de contaminación resi-
dual doméstica vertida a un cauce natural. Esto, además, puede servir de señal
de alerta acerca de la probabilidad de que el agua presente contaminación
también de carácter microbiológico patógeno e indeseable. El ion Cl– es alta-
mente corrosivo y da lugar a deterioros y picaduras en tuberías y sistemas de
distribución de aguas, así como en equipos industriales que operen con aguas
ricas en este anión. Asimismo, y en función de su contenido, pH del agua y
concentración de otros iones presentes en ella, puede degradar los hormigones
(ver apartado 1.7). Con relación al agua de consumo humano, la principal in-
cidencia de los cloruros es la relativa al sabor que promueven: si bien depende
del catión asociado, en general, cantidades de 200 a 300 mg/l son perceptibles
en un agua de bebida por el consumidor medio.
c) Bromuros y yoduros
(a) Agua de consumo humano RD 140/2003; (b) Agua bruta para potabilización; (c) Vertidos a
cauces públicos; (d) Agua para riegos.
(*) Concentración de Cr trivalente; (**) Concentración de Na menor al 60% de la suma de las
concentraciones de (Na + K + Ca + Mg).
1) Aluminio
como acético, cítrico, tartárico u oxálico. Por otro lado, los fosfatos, oxinatos y
aluminatos de calcio son sales moderadamente solubles.
Los contenidos de Al en aguas de ríos varían ampliamente y así, en ríos de
EE UU se han medido concentraciones entre 12 µg/l y 2,25 mg/l. Además, en
áreas sujetas a fenómenos de lluvia ácida, las aguas de superficie con bajos va-
lores de pH tienen asociados niveles de Al de hasta 0,80 mg/l. En relación a
aguas de lagos y embalses, los contenidos en Al se incrementan ligeramente en
profundidad durante el período de estratificación térmica, presentando valores
más altos durante la mezcla térmica. De este modo, la concentración total del
metal se halla asociada siempre a la entrada al lago de aguas frescas cargadas
de arcillas. Por contra, se han podido detectar notables aumentos de Al total en
aguas profundas de embalses durante sus períodos de estratificación térmica.
La presencia de Al tanto en aguas naturales como tratadas depende de sus
propiedades químicas. Dado que el hidróxido de aluminio, la especie aluminosa
menos soluble, presenta un mínimo de solubilidad a pH = 5,07, en aguas más
ácidas se encontrará ion alumínico mientras que en aguas con pH superior a
9,00 se podrá formar ion aluminato (AlO2–).
Fisiológicamente el Al es un elemento no esencial para el ser humano. Su
metabolismo no está aún bien comprendido, pero parece ser que el Al inorgá-
nico es poco absorbido, siendo excretado rápidamente mediante las vías uri-
narias. Por ello no está catalogado como carcinógeno humano por la IARC
(Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer) dentro de su cla-
sificación de sustancias químicas en función de su potencial riesgo de inducir
cáncer en el hombre.
El Al presente en aguas de consumo humano proviene como residual de los
compuestos de Al usados en decantación industrial de aguas. En este sentido, el
principal problema del metal parece ser la posibilidad de favorecer la inciden-
cia de desórdenes neurológicos como el mal de Alzheimer, en enfermos renales
sometidos a diálisis con agua tratadas que tenían más de 0,11 mg/l de Al. No
obstante, la relación entre Al en agua de diálisis y mal de Alzheimer está ac-
tualmente sujeta a revisión.
Desde el punto de vista normativo, se incluye el Al dentro de los compo-
nentes fisicoquímicos de la RTS de 1990, estableciéndose una concentración
máxima en aguas potables de 200 µg/l. En el RD 140/2003 se mantiene el mis-
mo valor máximo admisible, incluyéndose el metal ahora dentro de los deno-
minados parámetros indicadores.
2) Antimonio
3) Arsénico
han podido medir hasta 70 µg/l. Respecto a esto, la principal fuente antropo-
génica contaminante de As hacia las aguas son los pesticidas que lo contienen
en su formulación.
En relación a las aguas superficiales, en la mayoría de los países de Europa
no se superan los 5,0 µg/l de As y raramente los 10 µg/l. En otras zonas del
mundo, comparativamente, los niveles de As en aguas son notablemente supe-
riores, como los 0,6 hasta 2,0 mg/l en Taiwan, los 3,0 mg/l en Japón (ambos
países con una importante actividad volcánica actual), entre 0,9 y 3,4 mg/l en
Argentina y hasta 1,7 mg/l en zonas de EE UU.
El As (como otros metales o metaloides) puede ser bioacumulado en los or-
ganismos acuáticos, pero no parece tener efecto fisiológico conocido. La meti-
lación biológica de compuestos inorgánicos de As en el medio ambiente sí está
muy estudiada. Por otro lado, si bien este elemento no resulta carcinogénico a
nivel de bioensayos, puede inducir aberraciones cromosómicas en una amplia
variedad de cultivos celulares, incluyendo células humanas. Además, el As en
forma inorgánica sí ha sido documentado como una sustancia claramente car-
cinogénica para el ser humano, siendo incluido por la IARC en el grupo 1. Una
vez que este penetra en el organismo experimenta un proceso de bio-transfor-
mación rindiendo el compuesto metilado como ya se indicó más arriba; bajo
esta forma se va acumulando en el sistema renal y en la piel. La ingestión de As
provoca la irritación de las membranas gástricas, así como la contracción in-
voluntaria de muchos músculos, con lo que puede desembocar en alteraciones
cardiológicas graves e incluso en la muerte del individuo. Además, la acumu-
lación del metaloide en la piel puede provocar procesos patológicos diversos y
contribuir al desarrollo de cánceres de piel en el ser humano afectado.
La Directiva Europea sobre agua de consumo humano y el RD 140/2003 in-
cluye al As entre los parámetros químicos, fijándole una concentración máxi-
ma de 10 µg/l, con lo cual se reduce a un quinto la concentración límite esta-
blecida en la RTS de 1990, que inscribía al As entre los componentes tóxicos de
un agua de consumo público.
4) Bario
5) Berilio
Metal de escasa presencia en aguas naturales, sus sales más comunes son
los cloruros, nitratos y sulfatos, todos ellos con una solubilidad de alta a mo-
derada en el orden citado. En aguas continentales la concentración media de Be
varía desde 0,01 a 1,2 µg/l. Su principal particularidad es de la de poder ser
bio-concentrado por el fitoplancton y otros organismos depredadores de aquél
(zooplancton) en un factor de hasta tres órdenes de magnitud.
6) Boro
7) Cadmio
el río Yantzé los más bajos. Además, en aguas de lagos naturales de Europa,
EE UU y Rusia, las concentraciones de Cd variaban entre 0,67 ng/l y 110
ng/l, correspondiendo los valores más altos a lagos de Suecia, y los más bajos
al lago Ontario (Norteamérica).
El Cd es un metal que experimenta fenómenos de bioacumulación en el or-
ganismo de manera similar a la que se comentará en su momento para el mer-
curio. En concreto, el Cd es fácilmente adsorbido por las raíces de los vegeta-
les (especialmente arroz y trigo) regados con aguas contaminadas por el
elemento, ingresando subsiguientemente en el ser humano mediante ingesta de
estos vegetales o de alimentos contaminados, o bien directamente mediante el
consumo de agua rica en Cd.
El destino final del Cd en el organismo es el hígado, los riñones y el siste-
ma óseo (donde se intercambia por calcio) y debido a la muy lenta tasa de eli-
minación del metal, su incremento en el cuerpo es sostenidamente creciente.
Sus efectos toxicológicos dependen de la cantidad ingerida, y pueden variar
desde simples dolores de estómago hasta daños mucho más graves en los
pulmones. Además, las exposiciones prolongadas al Cd pueden causar altera-
ciones renales y en el sistema óseo del individuo. Todas estas alteraciones se
agrupan bajo la denominación de enfermedad de Itai-Itai, que se detectó por
primera vez en la ciudad japonesa de este nombre, como resultado del consu-
mo habitual por la población de pescado con altas tasas de Cd. A su vez,
este pescado había ingerido Cd a consecuencia del enriquecimiento en el con-
taminante de las aguas costeras de aquella zona que estaban siendo contami-
nadas por efluentes industriales procedentes de una mina de zinc próxima a la
ciudad.
Aunque los efectos carcinogénicos de las sales de Cd tomadas por vía oral
no han sido probados totalmente hasta el presente y su genotoxicidad tampoco
está clara, la IARC incluye tanto al metal como a sus compuestos en el grupo
2A, calificándolo como probablemente carcinógeno para el ser humano.
Habida cuenta de la toxicidad general de este metal, ya en la RTS de
1990 el Cd se incluía dentro de los componentes tóxicos, fijándosele una con-
centración máxima de 5,0 µg/l en aguas potables, la más baja después del
mercurio; este límite no varía en al RD 140/2003 sobre aguas de consumo
humano, si bien el metal se incluye entre los denominados parámetros quí-
micos.
8) Calcio
9) Cobalto
10) Cobre
0,1 mg/l pero indicándose que a partir de 3 mg/l pueden aparecer en el agua
problemas organolépticos y corrosiones en la red. En el RD 140/2003 sobre
aguas de consumo humano, se incluye este metal dentro de los parámetros
químicos, con una concentración máxima permitida igual a 2,0 mg/l, superior
al nivel guía anterior pero inferior al nivel comprobado como causante de pro-
blemas en el agua de consumo o redes de distribución de aguas.
11) Cromo
12) Estaño
Los compuestos de Sn son poco frecuentes en la naturaleza, estando espe-
cialmente asociado con sales de otros metales más abundantes como plomo y
zinc. Presenta este elemento dos estados principales de oxidación, de forma que
el Sn4+ forma varios complejos clorurados así como con oxalato, de alta esta-
bilidad, mientras que el Sn6+ también forma varios complejos con cloruro, con
oxalato, con fluoruro y con sulfuro, asimismo muy estables. Finalmente, tanto
los sulfuros estannosos (Sn4+) como estánnicos (Sn6+) son ligeramente solubles.
Aparte de las pequeñas cantidades de estaño naturalmente aportadas a un
agua, otra fuente importante de este metal hacia los cauces naturales es la pro-
cedente del Sn asociado a las formulaciones de pesticidas empleados en la lu-
cha contra las plagas de caracoles. En cualquier caso, estos compuestos orgá-
nicos de estaño son fácil y rápidamente degradados a través de reacciones
fotoquímicas o biológicas en la propia naturaleza.
Por lo dicho más arriba, las concentraciones de Sn en aguas naturales son
muy bajas, no superando habitualmente los 10 µg/l. Además, en aguas de con-
sumo no suelen exceder de sólo 2 µg/l. Sin embargo, el amplio uso de Sn en
fontanería ha hecho que se incremente paulatinamente el contenido en este me-
tal en las aguas de bebida.
Desde el punto de vista fisiológico, tanto el Sn orgánico como el inorgáni-
co son pobremente adsorbidos por el tracto intestinal, siendo rápidamente ex-
cretados y no acumulándose en los tejidos. De acuerdo con las evidencias
existentes, el Sn no muestra acción teratogénica o embriotóxica en ensayos de
laboratorio en vivo, aunque niveles excesivos de Sn en los alimentos pueden
provocar irritación gástrica aguda en el ser humano.
13) Hierro
El Fe, tanto en forma de compuestos divalentes como trivalentes (ambos
son los mayoritarios dentro de la amplia gama de estados de oxidación de
este elemento químico) ocupa el cuarto lugar en abundancia en la corteza te-
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 41
rreste de nuestro planeta. Los compuestos más frecuentes son hidróxidos, car-
bonatos y sulfuros.
El Fe2+ suele formar variados complejos con aminas, compuestos orgánicos
hidroxilados, hipofosfitos, oxalato y cianuro, sobre todo. Además, forma sales
moderadamente solubles como carbonatos, cianuros, oxalatos, fosfatos y sul-
furos. Por su parte, el Fe3+ es complejado por iones cloruro, sulfato, tiocianato
y acetato, con los que forma complejos de baja estabilidad. En contraste, los
complejos de Fe trivalente y fluoruro, pirofosfato, fosfato, compuestos orgáni-
cos hidroxilados y oxalato son mucho más estables. Por último, los fosfatos y
sulfuros de Fe3+ son sales moderadamente solubles.
El Fe presente en un agua proviene de la disolución de rocas y minerales
que lo contienen, así como de las aguas residuales procedentes de la producción
de acero y otros materiales. En general, el Fe se encuentra en forma trivalente
en las aguas naturales superficiales, variando su concentración típicamente
entre 0,01 mg/l y 0,30 mg/l, no superándose estos niveles, ya que a valores de
pH en torno a la neutralidad (pH = 7,5 que son los habituales en cualquier agua
natural) ya se produce la precipitación de Fe(OH)3 hidratado, que es la sal
más común en medios hídricos oxigenados.
Por contra, las sales de Fe divalente son apreciablemente más solubles, co-
menzando su precipitación por debajo de valores de pH = 6,0. De este modo,
las aguas subterráneas (o aguas profundas de lagos y embalses) ricas en CO2 y
poco oxigenadas, presentan con frecuencia más altos contenidos en Fe total que
las aguas de superficie bien aireadas. Este proceso se favorece por la elevada
estabilidad de los complejos entre Fe2+ y materia orgánica, que por otro lado
pueden provocar graves problemas en la subsiguiente potabilización de este
tipo de aguas. Respecto a esto, aguas profundas de embalses y lagos práctica-
mente desprovistas de oxígeno disuelto (<2,0 mg/l de O2) pueden contener can-
tidades superiores a algunos mg/l, o incluso del orden de algunas decenas de
mg/l de Fe total. De este modo, las concentraciones de este metal en aguas na-
turales pueden oscilar muy ampliamente (dependiendo de su origen concreto)
entre sólo algunas décimas de µg/l y 50 mg/l.
La dinámica del Fe en lagos y embalses ha sido profusamente estudiada
desde hace muchos años (Figura 1.9): ésta evoluciona desde unas bajas con-
centraciones de Fe total con abstracción de la profundidad del agua del lago,
período que coincide con el de mezcla térmica y con el de una situación de ele-
vada oxigenación en toda la masa hídrica, hasta elevados contenidos (sobre
todo de Fe divalente) en las aguas más profundas (y desoxigenadas) del lago
durante el período de estratificación térmica. Estas altas cantidades de Fe di-
valente se generan tanto mediante reducción química como biológica a partir de
los precipitados de Fe trivalente existentes en los sedimentos y fangos del
fondo del lago. Este comportamiento es similar al exhibido por el fósforo.
Además, la contribución de los fenómenos de oxidación-reducción entre Fe di-
valente y trivalente, por vía fotoquímica, producidos en aguas superficiales tam-
poco deben ser descartados con relación a este ciclo global del Fe en las aguas.
42 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
5,5 E. Guadalmellato
(Media 1980-91)
Metros de profundidad
12,5
18,5 Octubre
(estratificación térmica)
24,5
Marzo (mezcla)
14) Litio
15) Magnesio
16) Manganeso
E. Guadalmellato
(Media 1980-91)
5,5
Metros de profundidad
12,5
Octubre
18,5 (estratificación térmica)
24,5
Marzo (mezcla)
17) Mercurio
18) Molibdeno
Este elemento forma dos tipos de compuestos: como metal propiamente di-
cho, y como oxoácido. Desde el punto de vista de la solubilidad, bromuro, clo-
48 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
ruro y sulfuro de Mo son ligeramente solubles en agua, al igual que los molib-
datos de la mayoría de los metales no alcalinos. Por otro lado, el Mo se en-
cuentra en un gran número de complejos en función de su estado de oxidación:
el Mo3+ forma complejos con cloruro, oxalato, y tiocianato; el Mo6+ con cloru-
ro, fluoruro, fosfato, arseniato, vanadato, citrato, tartrato y oxalato.
Si bien las concentraciones de este metal en aguas naturales no superan los
0,05 µg/l, en zonas con actividades mineras los niveles pueden incrementarse
hasta más de 0,20 µg/l por encontrarse el metal asociado como impureza a va-
rios minerales de aprovechamiento industrial. Con respecto a aguas de bebida, el
contenido de Mo no excede habitualmente de 0,01 µg/l. Finalmente, este metal
está considerado como elemento esencial para el ser humano formando parte de
la estructura de las oxidasas que metabolizan xantina, aldehidos y sulfitos.
Hasta la fecha, no se han demostrado efectos tóxicos del Mo en el hombre.
19) Níquel
20) Plata
21) Plomo
22) Potasio
23) Selenio
24) Sodio
tución natural de sodio por potasio interlaminar en las arcillas, lo que explica por
qué el agua de un río incrementa paulatinamente desde su nacimiento hasta su de-
sembocadura su contenido en sodio, mientras reduce el de potasio.
En aguas naturales continentales, el Na es uno de los metales mayoritarios
siendo el tercero o incluso el segundo en orden de abundancia (hasta 300 mg/l,
en algunos casos), mientras en aguas marinas y salobres se erige como el metal
más abundante: alrededor de 10 g/l. Es conocido el sabor salado que imprime el
Na a las aguas. La percepción de este fenómeno está asociada con la tempera-
tura del agua y con la sal en concreto contenida en el medio; así, los umbrales
de sabor para varias sales sódicas típicas son: 20 mg/l para el carbonato, 150
mg/l para el cloruro, 190 mg/l para el nitrato, 220 mg/l para el sulfato y 420
mg/l para el bicarbonato.
Fisiológicamente, la presencia de altos contenidos de Na en la sangre está
asociado a problemas cardiovasculares, hipertensión, patologías renales y he-
páticas, así como intoxicación en mujeres embarazadas y en niños. La IARC no
lo cataloga como carcinógeno.
Desde el punto de vista normativo, el Na es el único metal o metaloide cuya
concentración máxima en un agua de consumo humano se ve incrementada en
el RD 140/2003 frente al límite existente en la RTS de 1990. Así, se aumentan
los 150 mg/l de 1990 hasta los 200 mg/l, pasando el elemento de estar consi-
derado como componente fisicoquímico a parámetro indicador.
25) Vanadio
26) Zinc
Las materias orgánicas que puede contener un agua son muy numerosas y
variadas. En este sentido, más de 1.000 compuestos orgánicos diferentes han
sido aislados de un agua mediante técnicas de alto poder de separación como
la de ósmosis inversa. En nuestro país, estudios llevados a cabo demuestran la
identificación de varias centenas de compuestos diferentes en aguas de distin-
tos orígenes (ríos Llobregat, Cinca, Guadalquivir, etc.). Entre estos compuestos
cabe citar los halogenados, hidrocarburos aromáticos, aminas y amidas, deri-
vados fenólicos, alcoholes, plastificantes, etc. (ver Tabla 1.5). Una completa re-
visión sobre el tema ha sido realizada por PRITCHARD englobando tanto origen
como comportamiento y destino final de estos compuestos.
El origen de los orgánicos de un agua, evidentemente, puede ser doble: na-
tural y artificial. En el primer apartado se incluyen los compuestos desecho de ac-
tividades vitales de organismos hídricos y no hídricos como puedan ser las ya ci-
tadas cuando se trató el tema de los olores y sabores de un agua (apartado 1.3).
Además, han de citarse ahora las denominadas sustancias o compuestos húmicos,
que provienen de la descomposición (o incluso, polimerización) de restos fun-
damentalmente vegetales en medios acuáticos, y que poseen una gran importan-
cia desde el punto de vista del tratamiento y depuración de aguas.
Respecto a las sustancias que se encuentran en un agua y debidas a la ac-
ción humana, pueden a su vez subdividirse entre, materias puramente biológi-
cas resultantes del metabolismo humano (o excretas orgánicas) y las sustancias
orgánicas de síntesis, potencialmente mucho más contaminantes: plaguicidas,
insecticidas, fungicidas, residuos de industrias químicas, farmacéuticas, pe-
troquímicas, metalúrgicas, alimentarias, etc. Menciónense asimismo los pro-
ductos indeseables resultantes en mayor o menor medida del tratamiento y
depuración de un agua (por ejemplo, trihalometanos, ácidos holoacéticos
y compuestos organoclorados en general).
De este modo, un agua natural no contaminada contendrá especialmente,
metabolitos orgánicos (producidos por algas, bacterias, etc.) y sustancias hú-
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 55
Halogenados Cloroformo
Tetracloruro de carbono
3-cloropiridina
Ácido 6-cloropicolínico
Ácidos Propiónico
Butírico
Benzoico
Fenilacético
Oléico, esteárico, palmítico
Detergentes Polietilenglicoles
Alquifenoles polietoxilados
Alcoholes polietoxilados
Sulfatos de alquiléter
OH C—OH
HO O HO O
C C C C
O OH O OH
O OH
C OH C C
HO O O
C OH OH
O OH
O OH O OH
OH C C
O O
C C
HO OH
O
C C O HO OH
HO
C OH OH OH
HO O
FIGURA 1.11. Estructura química de una sustancia húmica: ácido fúlvico.
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 57
1.13.2. Trihalometanos
1.13.3. Fenoles
1.13.4. Detergentes
Detergentes comerciales
ANIÓNICOS
Alquisulfatos primarios R1—SO4—CH3
R1
Alquisulfatos secundarios CH—SO4—CH3
R2
Alquisulfonatos R1—SO3—CH3
Alquilbencilsulfonatos CH3
NaSO3—
de cadena ramificada (ABS)
—C2H4—C—C2H5
CH3
Alquilbencilsulfonatos C3H7
NaSO3—
de cadena lineal (LAS)
—CH
C3H7
NO IÓNICOS
Alcoholes polioxietilénicos R1—O—(CH2—CH2O)n – 1—CH2—CH2OH
CATIÓNICOS
+
Derivados de amonio R1
cuaternario halogenados
R2—N— X–
R2
a) toxicidad (que actúa también sobre los organismos superiores, pero ate-
nuada por la mayor complejidad metabólica de estos frente a los orga-
nismos de bioquímica más simple);
b) elevada resistencia a la degradación o persistencia;
62 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
1) DDT
Para terminar, indíquese que el DDT actúa sobre el sistema nervioso. Tam-
bién se ha comprobado su efecto carcinogénico en estudios con animales de la-
boratorio que desarrollaban tumores de hígado. No obstante, no se ha podido
comprobar ciertamente su potencial teratogénico.
2) Aldrín y dieldrín
3) Hexaclorobenceno
4) Lindano
5) Herbicidas
Sin duda, las triazinas son las mayoritariamente aplicadas, y dentro de este
grupo, la simazina y atrazina. La simazina es la 2-cloro-4,6-bisetil-s-triazina, y
la atrazina, la 2-cloro-4 etil-6-isopropil-s-triazina. Mientras la primera es poco
soluble en agua (5 mg/l) la atrazina es notablemente más soluble (70 mg/l). De
cualquier forma, ambas son adsorbidas por las arcillas del suelo, lo que unido a
su baja solubilidad explica su alta persistencia después de su aplicación, así
como su lenta cinética de ingreso en el medio hídrico. A este respecto, y según
datos recientes de los Países Bajos, casi el 50% de captaciones de aguas su-
perficiales y subterráneas presentaban contenidos en atrazina menores que 10
ng/l, y el 90% contenían menos de 10 ng/l de simazina.
Idénticas conclusiones se extraen de otros estudios realizados en EE UU,
donde se obtuvieron concentraciones entre <1,0 y 54 ng/l para aguas subterrá-
neas. En nuestro país, aguas de la zona de Barcelona presentaron asimismo ba-
jos niveles de simazina y atrazina, comprendidos entre 0,5 y 20 ng/l.
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 65
a) CH2 CH—CONH2 b)
O CH2
c) CH2—CH—CH2Cl d) ClCH O
CH2
Cl Cl
e) CH2—CH2 f)
g) h)
i) j) Cl2C CCl2
inferiores a 0,05 µg/l, llegando en algún caso a 0,11 µg/l. Estudios más re-
cientes, por contra, han cifrado el contenido en diversos tipos de HAPs para
aguas de ríos españoles fuertemente contaminados de Cataluña en valores cer-
canos a 100 µg/l, más altos que los recogidos en referencias anteriores.
DINÁMICA FISICOQUÍMICA DE AGUAS 67
1.13.7. Acrilamida
1.13.8. Benceno
1.13.9. 1,2-dicloroetano
1.13.10. Epiclorhidrina
La epiclorhidrina es rápidamente absorbida tanto por vía oral como por in-
halación o por exposición dérmica, ya que es capaz de unirse químicamente de
forma eficiente a los componentes celulares de las diferentes zonas del cuerpo
con que entra en contacto. Así cuando es inhalada puede provocar daños en el
sistema nervioso central, al mismo tiempo que carcinomas en la cavidad nasal
y tracto respiratorio; finalmente, una vez en el estómago puede causar tumores
gastrointestinales.
Por otro lado, se ha demostrado la genotoxicidad de la epiclorhidrina en en-
sayos con células y con microorganismos, realizados tanto in vitro como in
vivo. Todas estas evidencias han hecho que la IARC la haya incluido en el gru-
po 2A, como probablemente carcinogénico para el ser humano.
1.13.11. Tetracloroeteno
1.13.12. Tricloroeteno
Al ser una de las sustancias más empleadas por la sociedad actual (en la
producción de PVC) esto hace que su concentración en el aire de las ciudades
de nuestro continente se sitúe entre 0,5 y 0,1 µg/Nm3. Como efecto asociado se
han encontrado trazas de cloruro de vinilo en alimentos, suelos y aguas natu-
rales y, por extensión, tratadas. En estas últimas se suelen medir cantidades del
orden de algunos µg/l, oscilando entre 1,4 y 10 µg/l, mientras que en aguas sub-
terráneas las concentraciones pueden a veces superar la centena de µg/l. Tén-
gase en cuenta al respecto, la posibilidad de que tanto tetracloroeteno como tri-
cloroeteno en ambientes hídricos con ausencia de oxígeno forman cloruro de
vinilo. Para finalizar, un caso extremo son las aguas residuales industriales, que
en alguna ocasión han presentado hasta 20 mg/l del compuesto (así en zonas de
Estados Unidos).
La toxicidad de esta sustancia una vez en el organismo está potenciada por
su posibilidad de ser metabolizada dentro del cuerpo rindiendo otros com-
puestos más tóxicos y bio-reactivos que el cloruro de vinilo mismo. De esta for-
ma, la sustancia puede afectar muy negativamente al hígado sobre todo. En es-
tudios con animales de laboratorio, el cloruro de vinilo es capaz de desarrollar,
tanto por ingestión vía inhalación como vía administración oral, una amplia
gama de cánceres (en glándulas mamarias, pulmones, piel, angiosarcomas de
hígado) en ratones, ratas y hamsters. Por otro lado, bioensayos llevados a cabo
tanto in vivo como in vitro han indicado que esta sustancia presenta carácter
mutagénico.
Finalmente, en estudios epidemiológicos sobre poblaciones expuestas a
altas concentraciones del contaminante se ha probado una asociación entre
exposición y desarrollo de angiosarcomas de hígado. Además, parece con-
cluirse en muchos estudios la relación entre exposición a cloruro de vinilo y
aparición de tumores cerebrales, pulmonares y linfáticos. Todas estas eviden-
cias han hecho que la IARC califique al cloruro de vinilo como carcinógeno
para los seres humanos, incluyéndolo dentro del grupo 1.
2
Microbiología de las aguas
2.1. INTRODUCCIÓN
A fin de clarificar para el lector los términos que se van a emplear a conti-
nuación con respecto a los requerimientos nutricionales de los microorganimos
que se van a reseñar en los apartados posteriores, podemos establecer una cla-
sificación de organismos atendiendo a dos parámetros: el primero, la fuente de
energía que emplean para su ciclo vital; y el segundo, la fuente mayoritaria de
carbono que metabolizan. Atendiendo a lo anterior podemos establecer cuatro
grupos:
2.2.2. Bacterias
Características Generales
2.2.3. Cianofíceas
Croococales
Hormogonales
2.2.4. Hongos
Características Generales
Los hongos típicamente acuáticos son los ficomicetos (Tabla 2.3) y pueden
ser saprofitos, parásitos (que atacan a muchas variedades de plantas y animales,
permanente u ocasionalmente) o depredadores de protozoos, rotíferos o nemá-
todos. La mayoría de los hongos acuáticos necesitan N2 libre, pudiendo degra-
dar proteínas, azúcares, almidón, grasas, pectina, celulosas, lignina, etc.
Hay hongos que soportan amplios rangos de pH (3,2 a 9,6) como la especie
Achlya racemosa, mientras que otros requieren un estrecho margen de pH
(1,9 a 2,9), como es el caso de los hongos presentes en algunos lagos volcáni-
cos de Japón.
Los hongos acuáticos (unicelulares o pluricelulares) corresponden a tres
grupos principales: Mixomicetos (laberintulados y mixomicetos parásitos),
84 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Reproducción
vegetativa generativa
Mastigomycotina
Chytridiomycetes
Chytridiales
Blastocladiales Zoospora monoflagelada (–)
Monoblepharidales
Hyphochytridiomycetes (–)
Oomycetes
Lagenidiales
Saprolegniales Zoospora biflagelada (+)
Leptomitales
Peronosporales
Zygomycotina
Zygomycetes
Mucorales Conidios
Entomophthorales (+)
Trichomycetes Mixamebas
MICROBIOLOGÍA DE LAS AGUAS 85
2) Hongos marinos
2.2.5. Protozoos
Características generales
a) Clorofitas
Con plastos de color verde puro y diferentes formas. Como sustancia de re-
serva contienen almidón, y las fases móviles están dotadas, en general, de dos
flagelos iguales. Los órdenes más habituales son:
b) Euglenofitas
c) Crisofitas
— Diatomeas.
— Centrales: Melosira, Cyclotella y Stephanodiscus.
— Pennales: Asterionella, Fragilaria, Synedra, Navícula.
— Crisofíceas (de aguas frías).
— Xantofíceas.
MICROBIOLOGÍA DE LAS AGUAS 89
d) Dinofíceas
2.2.7. Virus
virus; y (b) replicación del propio ácido nucléico vírico, así como la formación
de la cápside. El punto final del proceso de reproducción es la liberación de los
viriones maduros desde la célula hospedadora.
Los virus se clasifican atendiendo al tipo de ácido nucléico que los conforma
y a su morfología. Muchas especies de virus se transmiten vía aguas naturales,
ríos, arroyos, lagos y embalses. En concreto, los virus acuáticos suelen ser pa-
rásitos de organismos superiores (cangrejos, peces) o de organismos o micro-
organismos típicamente encontrados en las aguas. Así, se los denomina bacte-
riófagos si infectan bacterias, cianófagos si hacen lo propio con cianofíceas, etc.
Los virus encontrados en aguas con más frecuencia responden a Enterovirus,
Poliomielíticos, Coxacky, Virus ECHO, Reovirus, Adenovirus y Virus de la He-
patitis, todos ellos aislados en aguas contaminadas con aguas residuales proce-
dentes bien de aglomeraciones humanas bien de animales (Tabla 2.4).
Los bacteriófagos son virus ADN y están muy difundidos en las aguas.
Pueden atacar las especies halófilas del género Agrobacterium. Una variedad
importante son los virus entéricos, que parasitan las enterobacterias (bacterias
procedentes del tracto intestinal de mamíferos y animales de sangre caliente)
estando presentes en aguas residuales.
Los cianófagos (virus ADN), parecidos a los bacteriófagos en tamaño y
morfología, son comunes en aguas. Para acabar, existen mínimas diferencias en-
lactosa, fenoles, etc.) aunque algunas bacterias también pueden usar incluso al-
gunos nucleótidos cíclicos.
La actividad heterótrofa depende de la estación del año y de las caracterís-
ticas fisicoquímicas y nutritivas de las aguas, pero parecen existir correlaciones
entre la producción fitoplanctónica, desarrollo bacteriano y la actividad hete-
rétrofa: las bacterias pueden llegar a consumir hasta el 90% de los productos
del fitoplancton (fundamentalmente, carbohidratos). Además, la actividad he-
terótrofa en la zona límite entre la masa de agua y el sedimento es muy superior
a la producida en el agua libre.
Ejemplos típicos de descomposición microbiana de algunas sustancias or-
gánicas habituales en aguas pueden ser:
— Proteínas, mediante «proteolisis» llevada a cabo por muchas especies
de pseudomonadíneas, y diversos tipos de hongos.
— Urea, mediante la desaminación hidrolítica catalizada por el enzima
ureasa, de acuerdo al proceso general:
NH2-CO-NH2 + H2O → 2NH3 + CO2
La nocividad del amonio formado no afecta a la especie Proteus vulgaris,
organismo habitual en las aguas residuales.
En el ciclo del C participan todos los seres vivos: los fotosintéticos y qui-
miosintéticos, realizando la producción de sustancias carbonáceas orgánicas
partiendo de CO2; por su parte, los organismos heterótrofos se sirven de estos
compuestos vía oxidación volviendo a formar CO2 y obteniendo energía de esta
transformación.
Consta pues este ciclo bioquímico de dos partes interrelacionadas: asimi-
lación, o síntesis y transformación de sustancias inorgánicas para formar com-
puestos orgánicos de carbono, y desasimilación o degradación escalonada de
las anteriores sustancias por los organismos heterótrofos.
El oxígeno de un agua influye considerablemente sobre el ciclo del C: en un
medio aireado se lleva a cabo con gran rapidez; pero si falta el oxígeno, la de-
gradación aerobia de los compuestos carbonáceos es sumamente lenta, siendo
completada con la degradación en medio anaerobio siempre que existan fuen-
tes de oxígeno combinado químicamente, como NO, NO2–, NO3– o SO4=. De
cualquier forma, ante una grave alteración de las condiciones del ciclo, no se
podrían degradar totalmente los compuestos de carbono, acumulándose los
productos intermedios sobre los sedimentos y provocando problemas de eu-
trofización. La Figura 2.3 esquematiza sucintamente el ciclo del carbono.
Intercambio gas-aire
Fotosíntesis
Dióxido de carbono
Quimiosíntesis
CO2
Cadena trófica
Fermentación
Carbono
animal
Ácidos grasos
Excreta
Fermentación
Carbono disuelto
y Respiración aerobia
carbono particulado
Medio anaerobio
Medio aerobio
Debe hacerse hincapié en que una consecuencia práctica del ciclo del C en
depuración industrial de aguas usadas es la formación de biogás (integrado por
metano y CO2 especialmente) en el proceso de digestión anaerobia de fangos
orgánicos procedentes de la depuración biológica de aguas residuales de mo-
derada o alta carga biodegradable.
océano por parte de las bacterias oxidantes del amoniaco, Nitrosococcus oce-
anus y Nitrosomonas marina cuya actividad es inhibida por la luz solar y ac-
túan, por tanto, en aguas profundas.
En medios anaerobios ricos en materia orgánica se produce el proceso in-
verso a la nitrificación o «desnitrificación», consistente en la reducción de
NO3– a NO2– y de estos a óxidos de nitrógeno y N2. Este proceso es llevado a
cabo por numerosas bacterias anaerobias facultativas, que lo utilizan como
«solución adaptativa» ante episodios de carencia de oxígeno importantes en su
hábitat normal, por ejemplo, cuando un río se hiela en su parte superior y no se
puede producir el intercambio gaseoso con la atmósfera, o en aquellas aguas
profundas de lagos estratificados térmicamente con déficit o ausencia total de
oxígeno en el fondo. La amonificación de nitratos, o generación de NH3 a
partir de NO3–, que también puede ser importante en aguas remansadas, y es
realizado por especies bacterianas de los géneros Clostridium y Bacillus, y
por algunas cepas de Escherichia coli, puede además usarse industrialmente en
plantas de tratamiento para depuración de aguas residuales a fin de reducir el
contenido en nitratos del efluente depurado.
El ciclo total del nitrógeno se esquematiza en la Figura 2.4: la disponibili-
dad de oxígeno dirige el proceso para que este discurra aportando o retirando
nitrato de un agua. Respecto a esto, indíquese que un grave problema en la de-
puración de aguas residuales consiste en la generación de nitratos en el efluen-
te tratado, que promovería episodios indeseables de eutrofización en el cauce
receptor. Este inconveniente se evita procediendo a la desnitrificación micro-
biana del nitrato hacia nitrógeno molecular, en reactores anaerobios.
Compuestos orgánicos
de nitrógeno
Amonificación
Fijación
Desnitrificación
Amonificación
Nitritos
Nitrosación Nitratación
Medio anaerobio
Medio aerobio
Compuestos orgánicos
de azufre
Desulfuricación
Ácido sulfhídrico Sulfatos
Sulfuricación Sulfuricación
Azufre elemental
Medio anaerobio
Medio aerobio
Las consecuencias prácticas del ciclo del S, desde el punto de vista de la de-
puración industrial de aguas, pueden ser la producción indeseable del sulfhí-
drico en medios desoxigenados, como alcantarillas, estaciones de bombeo,
etc. Además, la presencia de este gas en el biogás producido en estaciones de
depuración y usado posteriormente como combustible de motores es total-
mente indeseable, por lo que como paso previo al tratamiento anaerobio de este
tipo de aguas debe reducirse drásticamente el contenido en sulfato existente en
origen en estos efluentes.
El ciclo bioquímico de estos metales, una vez que las bacterias precipitan
sus óxidos en el sedimento del lago en medio oxigenado, se cierra a través de la
redisolución por vía reductiva de los compuestos metálicos oxidados en un me-
dio pobre en oxígeno. Por otro lado, debe citarse que en medio marino se pro-
duce la reducción de Fe3+ a Fe2+ llevada a cabo por bacterias anaerobias facul-
tativas reductoras de nitratos.
Para acabar este tema, indíquese que ciertos microorganismos pueden for-
mar complejos orgánicos de Fe y Mn, e incluso desdoblarlos, dándole mayor
complejidad a estos fenómenos.
Todos los ciclos bioquímicos principales reseñados hasta ahora, y todos los
minoritarios, conforman un gran ciclo natural global de materia y energía de
nuestro planeta. Los microorganismos participantes provocan a la vez trans-
formaciones de compuestos muy diversos, siendo extremadamente habitual
que compartan varios ciclos aislados.
Tomemos el ejemplo de las bacterias proteolíticas, es decir, aquéllas en-
cargadas de la misión de desdoblar las proteínas, proceso al final del cual pro-
ducen CO2, H2S y NH3. Evidentemente, la circunstancia anterior hace que
participen asimismo activamente en los ciclos correspondientes al carbono, azu-
fre y nitrógeno, provocando la retroalimentación en los compuestos antes men-
cionados en sus respectivos ciclos.
Otro ejemplo puede ser el de la actividad de los gérmenes desulfurantes (ci-
clo del azufre) los cuáles reducen los SO4= a H2S para obtener energía y poder
llevar a cabo la oxidación paralela de los compuestos de carbono para su ali-
mento. Complementariamente, los tiobacilos oxidan el sulfihídrico formado an-
tes para conseguir energía y proceder a la reducción del dióxido de carbono. En
concreto, el Thiobacillus denitrificans produce oxígeno al reducir los nitratos.
Con ello se justifica la participación de este microorganismo en los ciclos del
carbono, azufre y nitrógeno.
Por su parte, los ciclos de fósforo, carbono y del hierro y manganeso es-
tán también interconectados. En este sentido, coméntese que siderobacterias
quimioautótrofas que oxidan Fe2+ a Fe3+ o Mn2+ a Mn4+ utilizan para ello la
energía obtenida de llevar a cabo la reducción de CO2 (ciclos del C y del
Fe/Mn). Además, Uptothrix ochracea es una bacteria quimioautótrofa fa-
cultativa que emplea diferentes sutratos orgánicos (ciclos del carbono y fós-
foro) tales como la peptona, en paralelo con la actividad redox sobre el Fe y
el Mn.
En resumen, se deduce de lo dicho la gran importancia que tienen las
transformaciones cuantitativas de varios elementos químicos en su dependencia
recíproca, debidas a la actividad vital de bacterias y hongos, para comprender
los ecosistemas acuáticos naturales o degradados.
100 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Las aguas residuales poseen una microflora característica. Las residuales do-
mésticas suelen ser ricas en bacterias de la putrefacción. Entre las bacterias pro-
pias del agua urbana pueden citarse Pseudomonas (fluorescens y aeruginosa),
Proteus vulgaris, Bacillus cereus, Aerobacter cloacas y Zooglea ramígera.
Existen además bacterias que desdoblan azúcares, almidón, grasas, urea y
celulosa. Es usual, lógicamente, el encontrar altas cantidades de enterobacte-
riáceas ligadas a las deyecciones humanas: Escherichia coli, Aerobacter ae-
rogenes y Streptococcus faecalis.
Importantes son también las bacterias vaginadas en aguas residuales espe-
cialmente ricas en contenido orgánico, como Sphaerotilus natans. Esta bacteria
forma típicas capas más o menos densas sobre el fondo de aguas muy sucias,
denominándose por ello «hongo de las aguas residuales». En ríos y aguas co-
rrientes contaminadas se acumula formando filamentos que se expansionan rá-
pidamente, sobre todo si la temperatura del agua oscila entre 5 oC y 20 oC y el
pH se encuentra entre 6 y 9. Esta bacteria usa como sustratos orgánicos hidra-
tos de carbono, ácidos grasos, proteínas y aminoácidos diversos. La prolifera-
ción de este microorganismo comporta el agotamiento de la provisión de oxí-
geno del medio hídrico, posibilitanto que el agua entre en anaerobiosis, con la
consiguiente generación de cantidades de H2S que actúan de mecanismo de re-
troalimentación para la reducción de sulfatos por parte de bacterias desulfuri-
cantes (sobre todo Desulfovibrio desulfuricans).
Por otra parte, muchas aguas residuales son ricas en bacterias oxidantes del
azufre (géneros Thiobacillus, Thiothrix y Beggiatoa) de rápida proliferación en
presencia de sulfihídrico. Frecuentes en aguas urbanas y algunas industriales,
son las bacterias desnitrificantes (Thiobacillus denitrificans y Micrococcus
denitrificans) así como bacterias metánicas (productoras de metano) y diversas
bacterias del Fe y del Mn.
A título informativo, indíquese que en aguas contaminadas por petróleo se
da la proliferación de los géneros Pseudomonas y Nocardia, especialmente
abundantes en aguas dulces y marinas cercanas a explotaciones petrolíferas.
Asimismo, en los vertidos de explotaciones agrícolas es común la presencia
de mixobacterias (géneros Myxococcus, Cytobacter y Polyangium) indicando
pues su existencia en aguas de arroyos, ríos, lagos o aguas subterráneas, la po-
sible contaminación de estos medios por desechos agrícolas.
Las aguas residuales (fuertemente orgánicas) son ricas asimismo en hongos,
sobre todo levaduras y hongos levaduriformes, siendo los géneros más fre-
102 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
— Amebas.
— Zooflagelados.
— Epystilis.
— Opercularia.
— Vorticella.
— Acineta.
— Paramecium.
1) Bacterias hidrolíticas
2) Bacterias acidogénicas
3) Bacterias metanogénicas
Algunas de estas bacterias son aptas para metabolizar metanol, e incluso áci-
dos fórmico y acético. En la actualidad se están desarrollando bacterias meta-
nogénicas que pueden llevar a cabo la metanización de compuestos orgánicos
con más de un átomo de carbono, proceso muy útil desde la óptica industrial.
Las bacterias metanogénicas responden a dos tipos principales según su
morfología: células con forma de bastón (Methanobacterium, que no forman
esporas, o Methanobacillum, que sí las forman) y de células esféricas (Metha-
nococcus o Methanosarcina).
En otro orden de cosas, en los reactores anaerobios junto a las bacterias re-
señadas pueden existir como competidores otras bacterias anaerobias estrictas
(por ejemplo, sulfobacterias) que también usan hidrógeno y ácido acético para
su metabolismo, siendo totalmente indeseables cara a la obtención de biogás.
Bacterias
Fiebre tifoidea Salmonella thyphosa
Fiebre paratifoidea Salmonella paratyphi
Disentería Shighella dysenteria
Cólera Vivrio comma
Tuberculosis Mycobacterium tuberculosis
Diarreas Proteus morganii
Ictericia hermorrágica Leptospira
Colibacilosis Escherichia coli
Turalemia Pasteurella tularensis
Virus
Poliomielitis Enterovirus
Diarreas Virus ECHO
Meningitis, miocardiopatías Coxacky virus
Hepatitis infecciosa Virus
Conjuntivitis, faringitis Adenovirus
Infecciones cutáneas Papillomavirus
Varios
Enfermedades cutáneas Histoplasma Capsulatum (hongo)
Disentería amebiana Entamoeba histolytica (protozoo)
Esquistosomiasis Bilharzia (helminto)
Vías urinarias Eustrongylus gigas (helminto)
Ascaridiasis Ascaris lumcricoides (helminto)
Paludismo Anófeles (insecto vector)
Fiebre amarilla Aedes aegypti (insecto vector)
MICROBIOLOGÍA DE LAS AGUAS 107
1) Cólera
2) Fiebre tifoidea
3) Gastroenteritis
4) Disentería
5) Legionelosis
Las infecciones provocadas por los hongos acuáticos no suelen ser tan
graves como las producidas por los otros microorganismos comentados hasta
ahora, con excepción de las provocadas por los hongos de los géneros Asper-
gillus, que pueden ser especialmente graves en enfermos inmunodepresivos.
En ciertos casos, estos hongos son muy resistentes a la desinfección por clo-
ro y a la filtración a través de arena, si bien se suelen eliminar de forma muy
efectiva mediante decantación con el uso de reactivos químicos (sales de alu-
minio o hierro, sobre todo).
Hepatitis infecciosa
Inflamación aguda del hígado que provoca malestar, fiebre naúseas, vómi-
tos e ictericia. Los trabajos de Voegt, Havens, McCallum y Neefe en los años
40 demostraron la vía de transmisión oral del virus así como su presencia en ju-
gos intestinales y heces de enfermos.
En la epidemia de Nueva Delhi (India) en 1955-56 (50.000 casos) se de-
mostró la relación del episodio epidémico con el consumo de agua de bebida
clorada defectuosamente, proveniente de aguas brutas a potabilizar contami-
nadas por heces fecales de individuos enfermos.
MICROBIOLOGÍA DE LAS AGUAS 113
Poliomielitis
Coxsakiasis
Echovirosis
Adenovirosis
2.6.1. Enterobacterias
Las bacterias entéricas con flagelos polares, por su parte, responden a cua-
tro géneros: Aeromonas, Vibrio, Beneckea y Photobacterium. Finalmente, el
género Zymomonas está emparentado con el grupo entérico, si bien no se trata
strictu sensu de un integrante de este.
4) Yersinia
6) Zymomonas
2.6.2. Estreptococos
2.6.3. Clostridium
2.6.5. Estafilococos
3.1. INTRODUCCIÓN
123
124 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Dióxido de carbono
Ácido sulfihídrico
Dado que el NH3 es una base fuerte, la pérdida de esta especie hacia la at-
mósfera comportará un descenso en la alcalinidad y el pH del sistema. Asi-
mismo, la mayor solubilidad del amoníaco en el agua frente a las correspon-
dientes del CO2 y/o H2S, posibilitan una menor tasa de escape de este gas
desde el agua que lo contenga hacia la atmósfera con relación a los otros dos
gases.
El caso del SO2 es diferente, habida cuenta de su origen claramente an-
tropogénico, estando especialmente implicado en la química de una serie de
sistemas acuosos particulares: las aguas atmosféricas, aguas de lluvia y
aguas de neblinas y rocíos. En este sentido, las aguas de neblinas y rocíos
proceden de la condensación del vapor de agua sobre las finas partículas en
suspensión que existen en el aire. Estas partículas pueden englobar además
importantes contaminantes ambientales como metales traza, compuestos or-
gánicos, así como compuestos formados por reacción entre óxidos de azufre
o de nitrógeno y el propio amoníaco en un medio acuoso, caso de sulfato y
nitrato amónico.
Una consideración a tener muy en cuenta en estos sistemas de aguas de ne-
blina y rocío es que cuando se incrementa la concentración de amonio, es decir,
su presión parcial en la atmósfera, y consiguientemente el pH, también lo hará
la concentración de NH4+, con lo cual aumentará paralelamente a su vez la de
SO2. Esta circunstancia es crucial, ya que la posterior oxidación de estos óxidos
de azufre generaría ácido sulfúrico, uno de los principales componentes de la
lluvia ácida.
126 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
[ML ]
M + L = ML ; K1 = (3.1)
[M][L]
130 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
[ML 2 ]
ML + L = ML 2 ; K2 = (3.2)
[ML][L]
................................................................
[ML n ]
ML n–1 + L = ML n ; K n = (3.3)
[ML n–1 ][L]
Par iónico
+ –
OH2 OH2
H2H NH2 H2C—H2H NH2—CH2
Fe Fe
H2H NH2 H2C—H2H NH2—CH2
OH2 OH2
Ligandos monodentados Ligando bidentado
C
O O
Cl
Pd Pd Cu Cu
Cl
Puente de ligando monodentado Puente de ligando bidentado
FIGURA 3.1. Estructuras de algunos tipos de complejos típicos en medios acuosos.
REGULACIÓN DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EN MEDIOS ACUÁTICOS 131
H+ OH– Etiléndiamina
Na+, K+ CO32– Ácido nitroacético
Ca2+, Mg2+ SO42– Ácido etilén diamino tetracético
Sr2+, Ba2+ Cl– Ácido ciclohexilén diamino tetracético
Cr3+, Al3+ Br– Ácido indo imino acético
Fe3+, Fe2+ F– Picolinato
Mn2+ NH3 Cisteína
Co2+, Ni2+ SiO32– Glicina
Cu2+ S2– Glutamato
Zn2+ S2O32– Acetato
Pb2+, Cd2+ PO43– Glicolato
Hg2+ P2O74– Citrato
Ag+ P3O105– Malonato
CN– Salicilato
Ftalato
mente del resto de los constituyentes. Sea, por ejemplo, un metal traza di-
valente, M2+. La mayoría de los reactivos inorgánicos que pueden formar
complejos con este metal (NH3, F–, Br-, CN–, PO43–) se encuentran normal-
mente en un agua natural en concentraciones muy bajas y pueden despre-
ciarse; sólo unos pocos ligandos con concentraciones significativas forma-
rán complejos de cierta entidad (OH–, HS–, HCO3–, Cl–, CO32–, S2–, SO42–).
Escribamos las reacciones de complejación de M2+ con dos ligandos A y B:
suelta de alrededor del 10% del total, mientras que los segundos (de más bajo
peso molecular) representan sobre el 40% del total.
Hay una diferencia esencial entre la fracción húmica y el resto de la mate-
ria orgánica disuelta: mientras que las moléculas pequeñas y reactivas como
azúcares, aminoácidos, urea o fenoles suministran energía o nitrógeno a los mi-
croorganismos acuáticos y se degradan rápidamente, manteniéndose su con-
centración constante en la columna de agua por la producción de los propios
microorganismos, los compuestos húmicos son muy resistentes a la oxidación
y se eliminan en parte por la incorporación a los sedimentos, más que por la de-
gradación química o biológica de los mismos.
La extensión de la complejación de los metales traza puede ser muy varia-
ble: así el Cu2+ se encuentra ligado en más del 99% en aguas oceánicas y cos-
teras, mientras que en las mismas condiciones el Pb2+ se encuentra complejado
sólo en un 50-60%, y finalmente el Cd2+ se encuentra prácticamente en su to-
talidad como ion libre. La principal dificultad para predecir la especiación de
metales traza estriba en la falta de información sobre los agentes complejantes
naturales; en el caso de complejantes de origen antropogénico (procedentes de
fuentes de contaminación) el problema tiene más fácil solución. En ausencia
de esta información, se pueden obtener predicciones bastante aproximadas
mediante cálculos aplicados a sistemas modelo.
En cualquier caso, la fracción identificable de materia orgánica disuelta
marina no contribuye casi nada a la complejación de metales. Ni siquiera los
aminoácidos se encuentran presentes en concentración suficiente en aguas na-
turales como para afectar a la especiación de los metales traza. Así pues, nos re-
feriremos a tres categorías de ligandos orgánicos acuáticos importantes: agentes
fuertemente complejantes, como AEDT o NTA procedentes de contaminación
antropogénica, ligandos producidos por el plancton y sustancias húmicas.
compuestos cuya afinidad por los metales va desde los aminoácidos (que son
complejantes débiles) hasta agentes quelatantes fuertes. No obstante, a menos
que alguno de estos compuestos presente una afinidad específica por un metal,
en general la especiación de los metales en aguas continentales no se afecta por
ellos. En todo caso, los microorganismos acuáticos sintetizan dos familias de
agentes complejantes fuertes: ligandos de transporte, con los que absorben me-
tales traza, y ligandos destoxificadores, con los que se defienden del envene-
namiento por dichos metales.
La naturaleza de los ligandos de transporte fitoplanctónicos y bacterianos es
poco conocida. Normalmente están unidos a la membrana celular y presentan
una elevada afinidad y especificidad por los metales que transportan. En el caso
del hierro, hay dos tipos de ligandos transportadores (también denominados si-
deróforos) activos: catecoles e hidroxamatos (ver Figura 3.2) los cuáles son
producidos por muchas bacterias terrestres, bacterias marinas heterótrofas,
cianofíceas, hongos y fitoplancton marino dinoflagelado. Son sustancias gene-
radas bajo condiciones de crecimiento limitado (situaciones de estrés ecológi-
co) y se emiten al medio acuático en donde reaccionan con el hierro, formando
complejos que penetran de nuevo en el organismo a través de un proceso de
transporte activo que implica proteínas de membrana.
Los sideróforos tienen una enorme afinidad por el ion Fe3+, con lo que
cuando su concentración en el agua es menor que la del hierro, el ligando se en-
cuentra totalmente unido al metal, recuperándose totalmente en el interior de la
célula. Estos ligandos también complejan fácilmente a otros metales como el
cobre. Si el sideróforo se encuentra en exceso con respecto al hierro, pasa a
complejar al cobre, produciendo así un efecto destoxificador, situación que sin
embargo no es la habitual en aguas naturales.
COOH
R N—H
O C
C O
R C SH
C O O
H—N
Fe3+ Fe3+
C O
N—O O
R
HOOC—C
N—H
n
— Los cationes mayoritarios (Ca2+, Mg2+) así como el ion H+, no com-
piten realmente con los metales traza por los ligandos fuertes, sino
que simplemente disminuyen la afinidad aparente por el metal.
— Los metales traza no compiten con el resto de cationes mayorita-
rios cuando los ligandos están muy en exceso respecto a los meta-
les. Aunque ésta es la situación más habitual en medios naturales,
no lo es en aguas residuales industriales, que presentan comporta-
mientos bastante distintos, con altos contenidos en metales contami-
nantes.
R
COOCHR’
R
COOCH
R COOCH2
OH O
R
O COO–
R
COO–
R COO–
OH
O OH
FIGURA 3.3. Arriba, posible triglicérido poliinsaturado precursor del ácido húmico
marino que se muestra en la parte inferior.
CH CH CH
CH CH CH
A B C
HOOC O
O
O O
O
O COOH
OH
OH
O
O COOH
OH O
FIGURA 3.4. Posible estructura de un ácido húmico terrestre: a (alcohol β-cumarínico),
B (alcohol coniferílico) y C (alcohol sinapílico) son los precursores monoméricos de la
lignina (en la parte inferior de la figura).
El 80% del material transportado por los ríos y descargado en los océanos
son partículas en suspensión, siendo el resto especies disueltas. Incluso la at-
mósfera contiene interfases sólido-agua-gas. De ahí la importancia que debe
prestarse a los procesos fisicoquímicos superficiales en los que la adsorción que
determina la distribución de las sustancias entre la fase acuosa y la partícula
material, es fundamental.
Los sólidos presentes en un medio acuático pueden tratarse como polímeros
orgánicos e inorgánicos con grupos funcionales reactivos como –OH, –SH,
–SS, –COOH, etc., en su superficie, los cuáles dan lugar a una variedad de in-
teracciones por formación de complejos superficiales diversos. La adsorción
afecta a la carga superficial de las partículas en suspensión y coloides, influ-
yendo sobre su agregación y transporte. Además, las velocidades de procesos
como la disolución de la fase mineral (de suma importancia en la meteorización
de rocas, formación de suelos y sedimentos y corrosión de metales) y la preci-
REGULACIÓN DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EN MEDIOS ACUÁTICOS 141
1 ∂γ
Γi = – (3.8)
RT ∂ ln a i T, P
θ
= K ads [A] (3.9)
1–θ
θ
exp (–2aθ ) = K ads [A] (3.10)
1–θ
142 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Γ = m [A]a (3.11)
Γ max
>1
ch a
uir
log Γ
gm
ndli
Lan
1
a<
u
Fre
lich
und
Fre
log CA
FIGURA 3.5. Comparación entre las isotermas más usadas en sistemas acuosos:
Langmuir y Freundlinch.
REGULACIÓN DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EN MEDIOS ACUÁTICOS 143
Especies ácido-base:
H
–
S—O S—OH S—O +
H
Coordinación de metales:
2+
H S—O
S—O—Pb S—O—Pb—OH S—O Pb
Pb S—O
Coordinación de ligandos:
OH O– O–
O O O
S—O OH S—O O–
P P
S—O O S—O O
Complejos ternarios:
S—O—Pb—L S—L—Pb
Pares iónicos:
H
S—O– Na+ S—O + Cl–
H
FIGURA 3.6. Especies posibles de coordinación entre solutos y la superficie de un
óxido. Como metal de ejemplo se ha tomado el plomo.
ticos puede adsorberse sobre los sólidos en suspensión, la superficie del sólido
puede estar completamente recubierta de materia orgánica y, por lo tanto, estos
agregados presentan las propiedades características de la materia orgánica que
los recubre.
2F 2 I
κ =
2
(3.12)
εε 0 RT
siendo «z» la valencia del electrolito soporte (que se supone simétrico). Para
pequeños valores de potencial la carga es proporcional a aquél:
1,8
1,6
C x 102/M 1,4
1,2
1,0
2 4 6 8 10 12 14 16
0,8
0,6 Distancia/nm
dios por metro cuadrado) aumentando con la raiz cuadrada de la fuerza iónica
de la disolución. Para valores más altos de potencial (Ψ0 > 25 mV) la capaci-
tancia aparente del sistema aumenta con la carga y el potencial superficiales.
Los efectos puramente electrostáticos dan lugar a adsorción (positiva o
negativa) de iones en la capa difusa próxima a la superficie cargada. En la prác-
tica este efecto tiene poca importancia relativa debido a que los iones se ven
afectados estrictamente en función de su carga y los iones mayoritarios del
electrolito contribuyen en la práctica a contrarrestar casi todo el exceso de
carga en las proximidades de la superficie. En otras palabras, a menos que nos
encontremos con muy altos potenciales superficiales y muy grandes superficies,
la adsorción electrostática en la capa difusa origina simplemente una pequeña
reordenación espacial de los iones mayoritarios.
Sin embargo, es más importante la influencia de las fuerzas electrostáticas
en la adsorción específica, esto es, aquélla producida por enlaces químicos so-
bre los solutos no mayoritarios. Matemáticamente podría demostrarse que la
inestabilización de especies orgánicas coloidales mediante adición de sales de
metales es más acusada a medida que la valencia del metal se incrementa.
Este es el fundamento de los fenómenos denominados de coagulación-flocu-
lación que veremos en el próximo capítulo sobre tratamiento de aguas.
La energía solar que incide sobre un agua puede ser empleada tanto en
procesos de óxido-reducción microbianos, como es la fotosíntesis, como
150 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Cualquier proceso fotoquímico está integrado bien por una sola reacción o,
más generalmente, por varias reacciones en cadena, o al menos interconectadas
entre sí. En todo caso, una regla fundamental de cualquier reacción fotoquími-
ca es que cada fotón de luz sólo puede ser adsorbido por una molécula reactiva.
Además, la absorción de luz se rige por la ecuación de Plank que establece que
la energía radiante absorbida por una molécula es inversa a la longitud de
onda de la radiación, dando lugar a que las moléculas sean capaces de absorber
altas energías y producirse reacciones químicas que de otro modo no serían via-
bles al requerir un alta energía de activación para el proceso.
En fotoquímica es interesante el definir el «rendimiento cuántico» del pro-
ceso, que es el cociente entre las moléculas que fotoreaccionan y el número de
fotones que son adsorbidos a una determinada longitud de onda. Siempre se
cumple que la absorción de luz supone el tránsito de la molécula absorbente
desde su estado electrónico fundamental (denominado Homo) hacia su pri-
mer estado electrónico excitado (denominado Lumo).
REGULACIÓN DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EN MEDIOS ACUÁTICOS 151
a) A + (hν) → A*
b) A* → productos primarios (3.15)
a) A + (hν) → A*
b) A* + B → A + B* (3.17)
Son los experimentados por metales que presentan dos estados de oxidación
estables, como los casos del sistema Fe2+/Fe3+ o del Cu+/Cu2+. Estos procesos
son importantes en la dinámica de degradación de compuestos orgánicos sin-
téticos contaminantes de los medios acuáticos. La velocidad de reacción en es-
tos procesos depende de la intensidad de luz incidente, de su longitud de onda,
de las especies químicas concretas y del rendimiento cuántico específico del
proceso.
El proceso discurre mediante la absorción de luz por el metal, que para
volver a estabilizarse, lo hace transfiriendo su energía asociada al tránsito de un
electrón hacia un compuesto que así se reduce. El tratamiento matemático de
estos procesos da lugar a poder hacer estimaciones del tiempo de vida media
de especies fotoreactivas en medios acuáticos.
152 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
Los metales pesados más frecuentes en los ríos de nuestro planeta suelen
encontrarse, salvo contaminaciones específicas, al nivel de elementos traza
en unas concentraciones que para algunos de los metales más habituales oscilan
entre 10 –12 M y 10 –8 M (ver Tabla 3.5) lo que supone cantidades tan pequeñas
como µg/l, ng/l o incluso pg/l (1 pg/l = 10–3 ng/l; 1 ng/l = 10–3 µg/l).
TABLA 3.5. Concentración (en mol/l) típica de algunos metales traza en las aguas de
ríos y lagos de Europa y Norteamérica.
metal disuelto sobre metal total tenga un agua, en principio, su tratamiento me-
diante oxidación y posterior decantación será más fácil.
Como ejemplo práctico de lo dicho más arriba, el agua superficial del río
Guadalquivir a la entrada de Córdoba durante Enero de 1995 presentó un
contenido en sólidos en suspensión de 20 mg/l y 0,2 mg/l de Fe total, mientras
que en Marzo de ese mismo año, con un agua bastante más turbia (sólidos en
suspensión de 130 mg/l) se incrementó la concentración de Fe total hasta 1,9
mg/l (ambas aguas tenían valores comparables de pH e iguales a 8,2).
Aparte de esto, el efecto de las partículas sobre la concentración de un
metal en el agua de un río muestra una variación significativa con el pH. En ge-
neral, la concentración de un metal dado es más alta a medida que el pH del
medio es más bajo. Esta pauta también se cumple cuando se discrimina entre
metal disuelto y particulado, y puede ser descrita matemáticamente.
Como datos prácticos de esta aseveración, el agua del río Guadalquivir a la
entrada de Córdoba en dos situaciones con contenido en sólidos en suspensión
similar (unos 50 mg/l) y valores de pH muy distintos (8,6 en abril de 1993 y 7,7
en Junio de ese mismo año) presentó concentraciones de Fe total muy diferen-
tes: 0,7 mg/l en el primer caso y 3,2 mg/l en el segundo.
La interacción entre iones metálicos y partículas podría conducir a la esti-
mación de los cambios en la distribución de metales entre fases particuladas y
disueltas, es decir, a estudiar su especiación metálica en función de variaciones
en la fisicoquímica del agua de un río: turbidez (materias en suspensión), cam-
bios de pH, introducción o existencia de agentes formadores de complejos, etc.
A este respecto, los agentes complejantes más poderosos y frecuentes nor-
malmente existentes en aguas de ríos contaminados por la acción humana son,
como antes se indicó, el AEDT (ácido etilén diamino tetracético) y el NTA
(triacetato de nitrilo). Tanto una sustancia como otra provienen de su amplio
uso industrial y doméstico al ser compuestos existentes en la formulación de
muchos detergentes y productos domésticos de limpieza.
Como resumen de lo apuntado en este apartado, el conocer el comportamien-
to más o menos cíclico de un determinado río usado para captar agua bruta desti-
nada a producción de agua de consumo público, tendrá el importantísimo valor de
prever en función de sus contenidos en metales disueltos y totales (así como, en
general, otros elementos traza) la estrategia de potabilización más adecuada.
1. Sedimentación de partículas
a) Afinidad del ion metálico por los ligandos del soluto o formación de
complejos. A medida que el complejo formado sea más estable, el metal
quedará más fuertemente retenido sobre la fase sólida, con lo cual la
proporción de metal disuelto disminuirá.
b) Afinidad del ion metálico por los grupos superficiales adsorbentes de
las partículas. En este caso, cuanto mayor sea la capacidad de adsorción
de las partículas sobre el metal, también menor cantidad de metal libre
disuelto se encontrará en el agua.
c) Consumo del ion metálico por parte de organismos acuáticos. Eviden-
temente, cuantos más organismos consumidores del metal existan, me-
nor concentración de metal libre quedará.
3. Fitoplancton
6. Oxihidróxidos de Fe y Mn
Concentración Concentración
Profundidad
Profundidad
1 2 3 5 4
4.1. INTRODUCCIÓN
A A
B
B
3 1
B
1 C
4
2
A
L
3 1
B
4 II 2 C
A
L
1
III
2
3 4
5
6
FIGURA 4.2. Diferentes tipos de sedimentación de: (I) partículas granulares; (II)
partículas floculadas; (III) sedimentación frenada de partículas floculadas. En (I) y (II):
1) y 2) velocidad; 3) y 4) altura; A) zona fangosa; B) zona de entrada de agua; C) zona de
salida de agua tratada; L) longitud. En III): 3) altura; 1-2) zona de floculación; 2-4)
sedimentación con velocidad constante; 4-5) sedimentación frenada; 5-6) zona de
comprensión del fango inferior por el fango de capas superiores.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 173
Por otro lado, desde muy antiguo se conocía que la adición a un agua turbia
o coloreada de sales de aluminio, y en general, de iones polivalentes, provoca-
ba la precipitación de las sustancias colorantes o productoras de la turbidez del
agua. En el orden práctico, esto se debe a la generación de hidróxidos insolu-
bles de fácil decantación. Varios factores intervienen en el proceso de flocula-
ción-decantación: pH, salinidad del agua, turbidez y color, temperatura y tipo y
dosis de coagulante añadido. Además, habrá de considerarse el tipo concreto de
decantador usado, como se comentará en un apartado posterior.
Existen varios reactivos industriales usados en coagulación y floculación de
aguas (como se indicó más arriba): sulfato de alúmina, cloruro férrico, poli-
cloruros de aluminio, policlorosulfatos de aluminio y sales clorosulfatadas de
aluminio e hierro son los más usuales, tanto en tratamiento como en depuración
de aguas. Obsérvese que, en general, la más alta valencia del metal favorece la
coagulación. Respecto a los reactivos floculantes, además de las poliacrilami-
das, de carácter no iónico o ligeramente aniónico, reservadas para potabiliza-
ción de aguas, o de carácter catiónico para depuración, también cabe citar
como muy empleada (si bien ha caído en desuso) a la silice activada obtenida in
situ por reacción entre silicato sódico y ácido sulfúrico.
En resumen, el proceso de coagulación-floculación, con independencia del
reactivo concreto utilizado, discurre generalmente mediante la disociación
del coagulante añadido al agua, seguido de la polimerización de este para dar
lugar a entidades polinucleares del tipo «Catión-O-OH» que son las especies
químicas poliméricas encargadas de formar entidades más masivas con los
coloides del agua (los «flóculos») con densidad sensiblemente superior a la del
líquido y capaces de sedimentar por su propio peso, completando de esta ma-
nera el proceso global de coagulación-floculación-decantación.
En técnica de aguas se suele reservar el término coagulación para el proceso
de desestabilización de los coloides naturales del agua, mientras que el de flo-
culación se emplea para referirse al de agregación de las entidades coagulante-
coloide que posteriormente sedimentarían. El modo de acción de los floculan-
tes es puramente físico mediante la generación de «puentes de Van der Waals».
Debe hacerse hincapié en que coagulación y floculación son en cierto modo si-
multáneas, pero que si no se produce la desestabilización del coloide (coagu-
lación) la efectividad del floculante sería mínima. La coagulación suele darse en
tiempos del orden de 10–3 segundos, y la floculación se extiende durante varios
minutos tras la anterior.
A escala industrial, los procesos de coagulación-floculación y decantación
subsiguiente se realizan en los denominados «decantadores». Sin entrar en
muchos detalles al respecto, un decantador es un sistema que está dotado de tres
elementos típicos:
b) Una zona donde existe una cierta estabilidad hidrodinámica del agua y
el régimen ya no es turbulento, para que se produzca el fenómeno de
floculación o formación de macroflóculos susceptibles de decantación.
c) Finalmente, una zona de decantación o sedimentación, en donde en fun-
ción de las distintas velocidades ascensionales, o lo que es igual, de la di-
ferente densidad entre los flóculos (pesados) y el agua relativamente libre
de flóculos (menos densa) se produce el «ascenso» del agua decantada y
clarificada, que se colecta desde la superficie del decantador, siendo el
fango depositado y retirándose periódicamente desde el fondo del equi-
po. Este tema se tratará más profundamente en un punto posterior.
4.2.2. Flotación
en que se aprecia una influencia favorable del tamaño del conjunto «partícula-
burbuja» («d», diámetro) si bien lo realmente determinante es la superficie es-
pecífica más que el propio diámetro.
Para acabar este punto, señálese que se requiere un volumen mínimo de gas
de una cierta densidad, a fin de conseguir la flotación de una partícula de
masa y densidad dadas. Esta circunstancia viene definida por la relación,
siendo «Vg» volumen de gas, «m» masa de la partícula, y «ρp» y «ρl», respec-
tivamente, densidad aparente de la partícula y del líquido (agua).
Apúntese asimismo que con la flotación se puede atacar el problema del
bulking en los procesos de fangos activados de las EDARs (ver Capítulo 2).
4.2.3. Filtración
El material filtrante más usado es sin duda la arena silícea, de diferente ca-
lidad granulométrica en función del uso concreto. Otros materiales también
176 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
empleados pueden ser distintos tipos de carbones con diferente grado de mi-
neralización (que además actúan como adsorbentes), tierras calizas (que además
son intercambiadores iónicos), etc.
El proceso de filtración no es en absoluto simple, sino al contrario, y en e1
mismo están involucrados varios aspectos relevantes. En concreto, coexisten fe-
nómenos de transporte y acercamiento de las partículas a filtrar a los granos de
material filtrante; fenómenos de fijación de las primeras sobre el lecho, y por
último, fenómenos de desfijación, útiles para el lavado del filtro y su posterior
puesta en operación de nuevo.
Promovidos por fuerzas que acercan las partículas a filtrar al material fil-
trante: entre estos cabe citar las fuerzas de gravedad o peso de la propia partí-
cula que desciende desde el seno del fluido cuando su densidad es mayor que la
de aquél; fuerzas de inercia que dirigen la partícula según una trayectoria tan-
gente a la vena del fluido; fuerzas de difusión aleatorias o de movimiento brow-
niano; y fuerzas hidrodinámicas, que hacen que las partículas más alejadas del
centro del fluido tengan menor velocidad, tendiendo por tanto a depositarse.
b) Fenómenos de fijación
c) Fenómenos de desfijación
Son fundamentales para el posterior lavado del filtro respondiendo a dos ti-
pos: fuerzas cortantes, provocadas por la acumulación de varias partículas so-
bre un grano de material filtrante, de forma que la velocidad de la vena líquida
va aumentando (por reducción de la sección útil de paso) hasta que en un mo-
mento dado, el esfuerzo de la propia velocidad «secciona» un conjunto de
partículas previamente adheridas; fuerzas de avalancha, producida cuando
una nueva partícula con suficiente energía choca contra un conjunto partículas-
grano filtrante desprendiendo a las primeras.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 177
siendo «f» el factor de fricción del material filtrante, «φ» el factor de forma de los
granos, «α» la porosidad del lecho, «L» la altura del lecho, «d» el diámetro medio
de los granos, «V» la velocidad de filtración y «g» la aceleración de la gravedad.
Otro modelo a reseñar es el de Fair-Hatch que introduce una constante de
filtración «β», considerando las mismas variables que el modelo anterior, y ade-
más, la viscosidad cinemática del agua «µ». Su expresión matemática respon-
de a:
H=k·V·L (4.7)
178 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
donde «V» es velocidad de filtración y «L» distancia desde una sección del fil-
tro a la entrada del agua a filtrar; y otro término correspondiente a la colmata-
ción del lecho filtrante,
H = k · V · [a · (eAt-1)/F] (4.8)
π = ∆C · R · T (4.9)
4.2.5. Adsorción
1) Isoterma de Langmuir:
siendo «a» y «b» constantes, «m» la masa de carbón activo utilizada, «x» la
cantidad de impurezas adsorbidas y «C» la concentración final de impurezas
una vez alcanzado el equilibrio. Representando «C/(x/m)» frente a «C» se ob-
tendría una linea recta.
2) Isoterma de Freundlich:
siendo «n» y «K» dos constantes, típicas de cada proceso adsorbente concreto,
y «x» y «m» cantidad de impurezas adsorbidas y masa de carbón empleada,
respectivamente. Si se representa gráficamente «log (x/m)» frente a «log C» se
obtendría una línea recta.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 181
3) Isoterma de Brunauer-Emmet-Teller:
siendo en este caso «x0» la masa de impurezas adsorbidas en una primera capa
adsorbente de material, «CS» la concentración de impurezas en la fase de satu-
ración, y los demás parámetros son los ya comentados más arriba. Si se repre-
senta «C/[CS-C) · (x/m)]» frente a «C/CS» se obtendrá asimismo una línea recta.
Con cualquiera de estas tres expresiones se puede estudiar el comporta-
miento práctico de un lecho adsorbente de carbón activo (u otro material) y es-
timar de este modo su potencial aplicación y comportamiento práctico para el
tratamiento de aguas. A este respecto, las cualidades adsorbentes de un carbón
en polvo o en grano (así como de otros adsorbentes) pueden medirse frente a
sustancias estándar como iodo, laurilsulfato sódico o fenol, entre otras, y lógi-
camente testarse para una sustancia contaminante concreta. La Figura 4.3 pre-
senta el comportamiento a escala de laboratorio de tres tipos de carbones acti-
vos comerciales en polvo frente a un agua contaminada con simazina, para un
tiempo de contacto carbón-agua de 7 minutos.
Para finalizar este apartado, indíquese que el proceso de adsorción puede
ponerse en práctica bien mediante la dosificación del adsorbente al agua, o en
unión del proceso ya visto de filtración, si el adsorbente se usa como relleno
mono capa o multicapa de unidades convencionales o modifiados de filtración.
0,8
0,7
0,6
Microg/l de simazina
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
0 5 10 15 20 25 30
Dosis carbón mg/l
FIGURA 4.3. Adsorción de simazina con tres tipos diferentes de carbones activos
comerciales. En ordenadas, concentración final del herbicida.
182 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
donde el símbolo «~» indica que el ion está ligado al cambiador. Como en el
caso antes comentado de la adsorción, la energía que atrae a los iones en
el cambiador puede ser puramente electrostática o parcialmente química. El
tamaño de los poros del cambiador puede conferir también una alta especificidad,
incluso en el caso de que las fuerzas sean puramente electrostáticas. En ausencia
de interacciones químicas el reparto de iones puede explicarse sobre la base de la
diferencia de potencial neta entre el cambiador y el seno de la disolución.
Se pueden establecer ecuaciones teóricas que describen el reparto de iones
en disoluciones relativamente diluidas a ambos lados de una membrana semi-
permeable (equilibrio de Donnan) y que explican cualitativamente el papel
de la carga eléctrica en el intercambio iónico, pero tienen poca utilidad para la
mayoría de los cambiadores iónicos debido a que los coeficientes de actividad
en la matriz del cambiador son desconocidos, como ocurre en el caso del sodio
y calcio. Por estas razones se tiende a caracterizar los cambiadores iónicos em-
píricamente.
Por ejemplo, para la adsorción de iones monovalentes en una arcilla (ben-
tonita) se ha comprobado que la selectividad se da en la secuencia
Cs+>Rb+>K+>Na+>Li+, opuesta a la de los radios hidratados de estos cationes.
Nótese que una preferencia por la retención de potasio sobre sodio en arcillas es
consistente con el relativo empobrecimiento en sodio en las rocas sedimentarias
en comparación con las rocas ígneas.
En la práctica, cualquier intercambiador iónico artificial es una sustancia, en
general polimérica, muy poco soluble en agua, dotada de radicales ácidos o bá-
sicos en su estructura, capaces de intercambiarse con iones cargados del mismo
signo que el radical existente en el agua. De este modo, el contenido iónico to-
tal tanto del intercambiador como del agua no se modifica pero sí su contenido
cualitativo.
Sustancias típicamente utilizadas como intercambiadores iónicos en trata-
miento de aguas son, aparte de las tierras naturales ya comentadas, diferentes
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 183
4.2.7. Precipitación
4.2.8. Neutralización
4.2.9. Oxidación-reducción
4.2.10. Desinfección
4.3.1. Pretratamientos
FIGURA 4.4. Reja estática simple: a) llegada de agua bruta; b) agua desbastada; c)
zona de separación de residuos sólidos.
4.3.2. Decantación-Flotación
Ya se dijo antes que la coagulación consiste en dosificar a un agua un
producto capaz de neutralizar la carga de los coloides presentes y comenzar la
FIGURA 4.6. Decantador estático sin contacto de fangos: A) llegada de agua bruta;
B) salida de agua decantada; C) vaciado de fondo.
196 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
proceso químico entre agua y coagulante y/o floculante; aquí, además, se in-
serta una turbina que agita lentamente la mezcla. Posteriormente, el agua pasa
a una zona de clarificación, donde el régimen hidrodinámico se estabiliza y se
posibilita la separación del fango hacia el fondo del aparato, recolectándose el
agua clarificada por la parte superior.
Los Accelator poseen una zona intermedia entre la de mezcla y la de sedi-
mentación, con lo cual el proceso se optimiza. La Figura 4.7 presenta el es-
quema de un aparato de este tipo. Obsérvese que por la parte inferior existen
unas ventanas de entrada del fango a recircular desde los concentradores (la re-
circulación también es accionada por la turbina). Además, la conexión entre las
zonas hidráulicas del aparato se lleva a cabo tanto por la parte inferior como por
la superior. Parámetro crítico de funcionamiento de estos decantadores es la ve-
locidad de agitación de la turbina central que dirige, en realidad, la tasa de re-
circulación de fangos.
Otro tipo muy empleado de decantadores dinámicos son los de lecho de
fangos, que también aplican el principio de la reutilización de fangos anti-
guos para mejorar el proceso. Suelen ser rectangulares (si bien los hay circu-
lares) en este caso, y en ellos la entrada de agua se produce desde el fondo del
aparato, distribuyéndose adecuadamente desde aquí mediante un sistema infe-
rior de emparrillado de tubos.
El agua y los reactivos deben inexcusablemente atravesar un lecho o col-
chón de fangos existente en el fondo del decantador, lo que provoca una mayor
producción a su vez de nuevos fangos. Un ejemplo típico de este sistema es el
Pulsator (nombre comercial) cuyo esquema puede observarse en la Figura 4.8
(si se exceptúan los módulos lamelares que se comentarán a continuación).
El agua entra en primer lugar en una torre central que se va llenado paula-
tinamente al hacer el vacío en ella hasta alcanzar un determinado nivel (supe-
rior en 1 a 2 m la lámina de agua libre en el decantador). En este momento, la
torre se pone a la presión atmosférica provocando la salida del volumen de agua
almacenado que en una pulsación periódica impulsa todo el agua a través de los
tubos distribuidores del fondo, y en suma, al propio aparato. En estos decanta-
dores debe optimizarse el tiempo de llenado de la torre central, y el de vaciado
a fin de conseguir rendimientos más adecuados.
Cualquiera de los dos tipos de decantadores dinámicos que se han reseñado
suele operar con velocidades ascensionales del orden de 3-5 m/h (la velocidad
ascensional práctica se calcula del cociente entre el caudal de tratamiento, en
m3/h, que alimenta al decantador y su superficie útil expresada en m2).
Una forma de mejorar sensiblemente el rendimento de decantación, que
en realidad mide fundamentalmente la reducción de color, turbidez (o sólidos en
suspensión totales) y materia orgánica lograda con respecto al agua bruta, es el
de aplicar el principio de la decantación lamelar. Esta es un método de sepa-
ración de partículas en suspensión desde una suspensión que fluye entre lámi-
nas o lamelas inclinadas un determinado ángulo respecto a la horizontal. Así,
las partículas sedimentan más fácilmente deslizándose a través de estas láminas
hacia el fondo del aparato, favoreciéndose la clarificación del influente.
La sedimentación lamelar responde a tres categorías según sea la trayecto-
ria del fango que se desliza y del agua clarificada: (a) contracorriente; (b) per-
pendicular y (c) concurrente. Estas variaciones posibilitan una amplia gama de
equipos disponibles.
La eficacia de sedimentación de un sistema lamelar es proporcional a la
proyección horizontal de sus unidades lamelares consideradas individualmen-
te. Este parámetro puede ser determinado de la siguiente ecuación:
A = L · B · cos α (4.13)
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 199
4.3.3. Filtración-adsorción
el soporte una capa de material diverso a fin de retirar los elementos más
gruesos del agua y favorecer su posterior tamizado.
Sin duda, el proceso más empleado en técnica de aguas es la filtración so-
bre lecho filtrante, que utiliza unidades de filtración abiertas para grandes
ETAPs, y cerradas y a presión, para tratamiento de pequeños caudales.
A su vez, la filtración sobre lecho puede tener dos variedades, una la de
filtración rápida y otra la de filtración lenta, en función de las velocidades
de filtración de trabajo. Para que este proceso sea efectivo es necesario que
las materias a filtrar puedan penetrar en el lecho y no lo bloqueen en super-
ficie. Así pues, habrá que elegir cuidadosamente los materiales del relleno.
Características importantes del filtro serán la homogénea repartición del
agua sobre toda su superficie, su óptima regulación y su correcto lavado una
vez atascado.
La filtración lenta se suele aplicar para aguas sin tratamiento de coagulación
previo y operan con caudales entre 5 y 30 m3/día por m2 de superficie. Debido
a su baja velocidad y a su baja pérdida de carga estos filtros se lavan mensual-
mente. Características negativas de los mismos son su amplia superficie (que
los hace costosos en su implantación) así como su propensión a desarrollos
planctónicos. Por otro lado, pueden experimentar fenómenos biológicos que sir-
ven para eliminación de microcontaminantes orgánicos por esta vía, además de
poder experimentarse la desactivación vía irradiación UV por iluminación so-
lar de los contaminantes sensibles a esta irradiación.
La filtración rápida opera con velocidades de 4 a 50 m3/h, es decir, nota-
blemente superiores a los anteriores, siendo aquí despreciables los fenómenos
biológicos. Se pueden operar de varias formas:
FIGURA 4.10. Filtro rápido abierto: 1) canal de llegada agua bruta; 2) entrada de agua
bruta; 3) lámina de agua a filtrar; 4) vertedero de aguas de lavado; 5) lecho filtrante;
6) fondo; 7) colectores de agua filtrada; 9) válvula salida de agua filtrada; 10) válvula
de entrada de agua de lavado; 11) válvula de entrada de aire de lavado; 12) caja de
regulación; 13) lámina de agua en arqueta recogida agua filtrada; H) capa de agua en el
filtro (unos 50 cm); 8) diferencia de altura entre 3 y 13.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 203
4.3.4. Oxidación-desinfección
2 2
Cl2(res)/mg L–1
Cl2(res)/mg L–1
1,5 1,5
1 1
0,5 0,5
0 0
0 1 2 3 4 5 6 0 1 2 3 4 5 6
–1 –1
Cl2(dos)/mg L Cl2(dos)/mg L
2,5 2,5
Cl2(res)/mg L–1
Cl2(res)/mg L–1
2 2
1,5 1,5
1 1
0,5 0,5
0 0
3 4 5 6 7 8 9 6 7 8 9 10 11 12
Cl2(dos)/mg L–1 Cl2(dos)/mg L–1
En este proceso debe operarse bien con aire extremadamente seco y razo-
nablemente exento de impurezas o bien con oxígeno puro, con lo cual el ren-
dimiento de producción se incrementaría notablemente. El aire o el oxígeno pu-
ros se introducen en el interior de tubos de descarga eléctrica seca, dentro de los
cuales se aplican diferencias de potencial del orden de 15-25 KV.
Los ozonizadores industriales disponibles en la actualidad operan con co-
rriente alterna de frecuencias comprendidas entre 500-1.000 Hz y densidades de
corriente del orden de 150 a 200 amperios. Diferencia de potencial aplicada e
intensidad de corriente determinan la producción de ozono, así como también la
limpieza del aire usado. De este modo, se logran producciones del orden de 40
g de O3 por m3 de aire suministrado, con una riqueza de hasta el 3%. Caso de
usarse oxígeno puro la riqueza puede incrementarse hasta el 7%. La Figura 4.12
recoge un esquema de un ozonizador industrial tubular típico. La dosificación
del aire u oxígeno ozonizados al agua a tratar se realiza mediante difusores del
gas (similares a los ya comentados para flotación) instalados en el fondo de cá-
maras cerradas llenas (total o parcialmente) del agua a ozonizar. El empleo de
difusores de burbuja fina es más adecuado, ya que de este modo el coeficiente
de transferencia «ozono-agua» es más favorable que cuando se utilizan difu-
sores de burbuja gruesa. Dosis típicas de ozono aplicadas a potabilización
son del orden de 0,5 a 2 g/m3.
Otros reactivos oxidantes típicos son el permanganato potásico, bromo,
radiación-UV, plata, cobre e incluso, radiaciones ionizantes, si bien este último
sistema entraña el problema de la radiactividad residual indeseada y poten-
cialmente inducida en el agua.
4.3.5. Aireación-desaireación
La Figura 4.13 presenta un aireador típico que opera a la vez mediante pul-
verización y mediante cascada.
Respecto a los aeradores mecánicos, pueden funcionar mediante turbinado
o mediante difusores de aire, en este caso situados en el fondo de unidades de
aireación de cierta profundidad. Estos sistemas son particularmente utilizados
en depuración aerobia de aguas residuales.
Por último, los aeradores a presión que son generalmente aplicados en eli-
minación de hierro de aguas suelen consistir en una o varias torres cerradas, re-
208 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
llenas con algún soporte relativamente inerte pero poroso (como lava volcáni-
ca o más modernamente materiales poliméricos sintéticos). La torre alimenta su
base inferior con un caudal a presión de agua a tratar y aire. Por su parte supe-
rior, se recoge el agua ya aireada convenientemente. Con relación a los sistemas
de desgasificación de aguas, sirven para eliminar algún o algunos gases de un
agua, por ejemplo, CO2, sulfuros, mercaptanos, etc.
En otro orden de cosas, los desgasificadores por stripping o arrastre de gas
suelen adoptar estructuras en forma de columna dispuesta verticalmente. Se tra-
ta de arrastrar el gas a eliminar por medio de un flujo de otro gas que se aporta
al agua. Para que sean efectivos deben tener varias características esenciales: re-
parto muy uniforme del agua dentro de la columna; alta superficie de contacto
entre agua y gas; mínima concentración del gas de arrastre en el gas a eliminar,
o viceversa; distribución homogénea del agua desde la base de la columna;
equilibrio entre el caudal de agua y el de gas de arrastre.
Otros sistemas típicos de desgasificación son los térmicos, muy parecidos en
su concepción práctica a una destilación, pudiendo operarse al vacío o bajo pre-
sión: estos suelen comportar un considerable gasto económico en su explotación.
1) Ajuste de pH
2) Remineralización
3) Inhibición a la corrosión
Para ello se dosifican sustancias que actúan de modo físico, es decir, im-
permeabilizando o recubriendo las tuberías o paredes de los depósitos de agua
con la sustancia concreta, por ejemplo, compuestos aminados.
210 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
4) Otros fines
5) Fluoruración
Mención aparte debe dársele a esta práctica (sujeta a controversia, pero exi-
gida en algunas Comunidades Autonómas de nuestro país) que supone la adi-
ción de compuestos fluorurados en dosis moderadas, para incrementar el con-
tenido en flúor del agua de distribución pública y luchar así para la prevención
de la caries dental. En este caso, se aplican por ejemplo, NaF (sólido) o ácido
hexafluosilícico (HsiF6) líquido este último.
Proceso útil en general para aguas superficiales (ríos, aguas costeras) en las
cuales se encuentran flotando diversos materiales más o menos gruesos: ma-
deras, restos orgánicos de gran tamaño, etc. Se trata de hacer pasar el flujo de
agua a través de tamices o enrejados de un determinado tamaño de malla cuya
operación y limpieza se realiza normalmente en forma automática y secuen-
ciada temporalmente.
3. Preoxidación
Insístase en que los coloides de un agua son los responsables del color y la
turbidez de aquélla, así como de parte importante de su contenido total en
materias orgánicas. Además, pueden promover la aparición de olores y sabores.
Dependiendo de las características del agua se utilizarán unos reactivos
coagulantes u otros, a determinadas dosis, e incluso pudiendo agilizarse la de-
cantación con el empleo de polímeros floculantes. La decantación puede
practicarse o antes o después de la primera oxidación del agua bruta, y tam-
bién implica la pérdida de oxidantes residuales del agua. La decantación
también puede usarse como proceso de desmineralización química.
En aguas con un alto contenido salino (procedentes de fuentes de captación
fuertemente mineralizadas, o incluso directamente del mar) se puede proceder
a la eliminación de una cantidad importante de sales mediante la precipitación
química con adición de reactivos químicos que generen compuestos insolubles
con aquellos originalmente presentes en el agua bruta. Por ejemplo, cítese la
descarbonatación con adición de NaOH mediante fuerte elevación del pH del
agua (otros ejemplos ya se comentaron antes).
5. Filtración-Adsorción
6. Esterilización (o desinfección)
Se trata de la eliminación total de cualquier microorganismo patógeno o no
que pueda estar presente en un agua que va a ser consumida y que ya se logra en
gran medida con la preoxidación. La esterilización ha de garantizar que el agua
enviada a la red de abastecimiento cuente «en todo momento» (si bien en la ac-
tual normativa para aguas de nuestro país puede eximirse de tal obligación) con
una cantidad residual de desinfectante idónea para la automática eliminación de
los microorganismos ocasionales inducidos en el agua por cualquier reconta-
minación indeseada del agua en la red. Todo lo dicho supone que este proceso
sea, en muchos casos, el proceso final de potabilización del agua.
ETAP de Ávila
Caudal de tratamiento, 25.000 m3/día.
Línea de procesos: captación de agua bruta por tubería, aireación, ajuste de
pH, decantación (recirculación de fangos), filtración sobre arena, ozonización,
cloración final.
ETAP de Arlanzón (Burgos)
Caudal de tratamiento, 86.000 m3/día.
Línea de procesos: bombeo de agua bruta, cloración, decantación (lecho de
fangos), filtración sobre arena, ozonización, cloración final.
ETAP de Villa Azul (Córdoba)
Caudal de tratamiento, 150.000 m3/día.
Línea de procesos: bombeo de agua opcional, aireación, ozonización, oxi-
dación (cloro o ClO2), decantación (decantadores de recirculación de fangos y
de lecho de fangos), filtración de arena, ajuste de pH, fluoruración, esteriliza-
ción (cloro o ClO2).
ETAP del Montañés (Puerto Real, Cádiz)
Caudal de tratamiento, 200.000 m3/día.
Línea de procesos: captación de agua bruta por tubería, cloración, decan-
tación (decantadores estáticos circulares), filtración sobre arena, cloración final.
Esta planta posee reutilización de agua de lavado de filtros, también prevista en
una próxima remodelación de la ETAP de Villa Azul.
ETAP de Sant Joan Despí (Barcelona)
Caudal de tratamiento, 450.000 m3/día.
Línea de procesos: preoxidación (cloro y/o KMnO4), bombeo de agua pre-
oxidada, adición de carbón activo en polvo, segunda cloración, decantación (de-
cantadores estáticos), filtración sobre carbón activo en grano, cloración final.
ETAP de Venta Alta (Bilbao)
Caudal de tratamiento, 900.000 m3/día.
Línea de procesos: preozonización, decantación (lecho de fangos y recir-
culación de fangos), filtración sobre arena, ozonización, filtración sobre carbón
activo, ajuste de pH, cloración final. Como nota interesante, esta ETAP dispo-
ne de tratamiento de los fangos producidos en proceso.
Antes de terminar este apartado, indíquese que el tratamiento de fangos pro-
ducidos en ETAPs no está demasiado extendido, debido al hecho que su verti-
do a redes de alcantarillado impone su depuración posterior junto al resto del
agua residual de una población, evitando su vertido a cauces en cualquier
caso.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 215
2. Tamizados-desbastes
Estos sistemas pueden instalarse en la propia entrada de la EDAR o despúes
de la elevación del agua a la planta. De cualquier manera, un agua residual lle-
va en suspensión o flotación innumerables cuerpos sólidos: restos vegetales,
flotantes gruesos, plásticos, etc. Con este proceso se eliminan las sustancias de
mayor tamaño que la malla del tamiz usado. En general, el tamizado suele ser
doble o incluso múltiple: un tamizado para «gruesos» y otro para «finos»,
existiendo tamizados para diferentes tamaños de partículas a separar.
3. Desarenado-desengrasado
Estas dos operaciones pueden requerir bien equipos particulares para cada ac-
ción, o bien integrados en los que se abordan ambas. En general, se prefiere la se-
gunda opción. Como ya se dijo anteriormente, el proceso conjunto se basa en las
propiedades densimétricas radicalmente opuestas de arenas y grasas: mediante
el burbujeo de aire desde el fondo de un tanque adecuado se logra, por un lado, la
separación de los pequeños flotantes (grasas) que ascienden, acumulándose en la
superficie del agua desde donde son retirados por un sistema de barredera. Por su
parte, las arenas o sólidos más densos, después de un espacio de sedimentación
sin burbujeo de aire, descienden y se extraen desde el fondo del tanque.
Si se usan dos equipos diferentes, la aireación de la masa de agua sólo se
efectúa en el desengrasador, también denominado en este caso desemulsionador.
4. Decantación primaria
5. Tratamiento biológico
6. Decantación secundaria
Como dato a tener en cuenta, esta EDAR está totalmente cerrada bajo un
sistema constructivo de techado extendido a toda su superficie, lo que la aísla
del entorno y permite la total supresión de olores a sus alrededores.
220 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
a) Lagunaje
Son sistemas idóneos donde el coste del suelo es bajo, las cargas orgáni-
cas están sujetas a fluctuación y se desean minimizar los costes de instalación
y mantenimiento. Las lagunas pueden ser facultativas, anaerobias o aero-
bias.
En las lagunas anaerobias se favorecen procesos de fermentación (en
ausencia de aire). A ellas llega el agua residual directamente o después de un
desbaste. Este tipo de lagunas suelen ser profundas (más de 2 m y óptimo de
4 m) y presentan el inconveniente de provocar olores si su diseño no es co-
rrecto. Se suelen construir en paralelo, con una tercera apta para sobrecau-
dales.
Las lagunas facultativas presentan una mayor complejidad en su compor-
tamiento, tanto respecto a las anaerobias como a las aerobias. Pueden ir situadas
después de las anaerobias o bien antecederlas. De profundidad entre 1 y 2 m, en
cualquier laguna de este tipo existe una zona superior de agua aireada y otra in-
ferior, anaerobia, de acumulación y fermentación de fangos.
En la primera se promueve la acción de bacterias aerobias heterótrofas
(así como la existencia de algunos hongos y protozoos) con producción de CO2.
El oxígeno necesario es a su vez producido durante el día por el fitoplancton
existente en el agua superficial, y durante la noche mediante aireación atmos-
férica. En el fondo se experimenta la fermentación de los fangos que se mine-
ralizan y son periódicamente retirados del sistema.
Las lagunas aerobias o de maduración contienen el agua a depurar en con-
diciones aerobias en toda la masa. Son de poca profundidad (menos de 1 m) y
provocan altos rendimientos en la producción de algas. Son la fase final de un
proceso de lagunaje.
Instalación típica de lagunado en nuestro país es la de La Solana, en Ciudad
Real. Dispone de cuatro lagunas anaerobias, seguidas de dos facultativas y otras
dos de maduración. En función de calidad del influente, caudal y climatología
se puede operar con ellas de diferente forma.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 221
b) Filtros verdes
c) Filtros de turba
d) Biodiscos
rada, que podría ser por último reutilizada para varios fines con un amplio mar-
gen de seguridad respecto a sus características finales de calidad.
De cualquier manera, esta opción depurativa corresponde a lo que, empleando
la notación anglosajona, sería el AWT o advanced wastewater treatment. En este
esquema, la línea de agua implica que la dosificación de reactivos químicos se pro-
duciría tras la decantación secundaria, constando de los elementos habituales de
cualquier proceso de coagulación-floculación y subsiguiente decantación (o flota-
ción); además, después de la decantación el agua decantada se filtraría o incluso se
sometería a otros procesos de tratamiento más sofisticados: adsorción, ósmosis in-
versa, intercambio iónico, etc.
El rendimiento global logrado con esta línea tecnológica sería el más alto de
todos los esquemas presentados, obteniendo una alta eliminación final de fós-
foro, si bien la de nitrógeno sería más efectiva con un sistema biológico óxico-
anóxico. Otro dato a su favor es que existe separación física entre fango bioló-
gico y fango mixto, con la ventaja, en su caso, de poder gestionarlos de manera
independiente. Como principales desventajas a esta línea depurativa cítense de
forma prioritaria el evidente alto coste de inversión para su implantación y su
posterior mantenimiento. No obstante, si el agua depurada requiere una alta ca-
lidad para su posterior uso, incluso como fuente de aprovechamiento para pro-
ducción de agua de consumo humano en lugares con déficit hídrico, este tipo de
depuración es evidentemente el idóneo.
De cualquier forma, una opción fisicoquímica podría ser económicamente
rentable considerando su viabilidad de respuesta en situaciones de sobrecau-
dales periódicos influentes, o de episodios frecuentes de contenido en sustan-
cias biotóxicas que supusieran tener que bypasar agua residual hacia el cauce
receptor (con las consiguientes sobretasas por vertidos, o incluso, multas por
vertidos fuera de autorización) o que dejarían fuera de servicio a la EDAR
biológica hasta la recuperación del cultivo microbiano depurador, durante se-
manas o más probablemente hasta 2 o 3 meses.
Algunos ejemplos prácticos de estas técnicas depurativas fisicoquímicas
son:
a) Digestión anaerobia
• Digestores discontinuos
En ellos se procede al llenado de sistema de una vez, a la siembra del
inóculo anaerobio con un residuo extraido de digestiones anteriores, y a
la espera de que el proceso se complete. Son digestores de fácil diseño y
mantenimiento económico, pero responden mal por problemas de carga
y descarga. No obstante, se suelen aplicar para depuración de aguas de
granjas y estiércoles.
• Digestores de contacto
Semejantes en su diseño a los digestores de mezcla completa, en estos
se dispone al final de un sedimentador para evitar la pérdida de biomasa
activa. Su principal inconveniente está en conseguir una buena decanta-
ción de los lodos. El sistema es apto para aguas con sólidos de difícil tra-
tamiento pero de alta sedimentabilidad, como los vertidos de industrias
agroalimentarias.
• Precipitación química
Ya se habló de este tema en el apartado de potabilización de aguas.
Es aplicable para eliminación de metales que precipiten, previa alcalini-
zación del sistema, como carbonatos o sulfuros (Fe, Sn, Ag, Hg, Ni, Zn,
Cu). Con este sistema se logran altos rendimientos de precipitación de
metales, incluso a pHs más bajos que los estequiométricos, y aún en
presencia de complejantes metálicos. El principal inconveniente en el uso
del sulfuro radica en la posible formación de sulfuro de hidrógeno.
• Coagulación-Floculación
Puede emplearse también para reducir altas cargas orgánicas, incluso
degradables, pero con una presencia importante de metales u otros com-
puestos inorgánicos. De este tema ya se habló en el apartado de trata-
miento fisicoquímico de aguas residuales domésticas.
TRATAMIENTO Y DEPURACIÓN INDUSTRIAL DE AGUAS 231
• Flotación
Como ya se comentó anteriormente, este proceso consiste en adicio-
nar al sistema sales de Al o Fe, es decir, coagulantes, pero inyectar ade-
más una sustancia surfactante y burbujear aire desde el fondo del sistema.
Este proceso sirve para eliminar grasas y aceites, tanto vegetales como
sintéticos (p.e., taladrinas).
• Cementación
En este proceso se procede a poner en contacto el efluente con chata-
rra de hierro, de tal forma que se favorece la sustitución del Fe2+ de la cha-
tarra por parte del ion metálico a eliminar, que quedaría depositado sobre
la superficie de la chatarra, posteriormente retirada del sistema.
• Complejación
Sistema de fundamento totalmente químico ya comentado en el
Capítulo 3, es aplicable para eliminar especies químicas tanto inorgá-
nicas como en muchos casos, orgánicas mediante la formación de
complejos o quelatos.
• Adsorción
De fundamento ya comentado con anterioridad, se procede al empleo
de carbón activo u otros adsorbentes inorgánicos para extracción de ma-
terias variadas (especialmente, compuestos orgánicos altamente conta-
minantes). También pueden emplearse microorganismos fijados sobre un
sustrato para eliminar sustancias orgánicas o inorgánicas por las que el
microorganismo presente alta afinidad.
• Evaporación-Destilación
Este proceso podría aplicarse sólo en el caso de vertidos concentrados
en el contaminante a eliminar, y siempre que el punto de ebullición del
mismo fuese apreciablemente distinto al del agua. Existen cuatro modos
típicos de operación: destilación al vacío, destilación a presión atmosfé-
rica, en circuito abierto y en circuito cerrado. En realidad, la destilación
se emplea más bien para recuperar un contaminante valioso del vertido
que como técnica depurativa.
232 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
• Intercambio iónico
El fundamento de estas técnicas ya se comentó tanto en el Capítulo
3 como en este capítulo hablando de la potabilización. Además, pode-
mos indicar que existen tres tipos principales de resinas empleadas en
depuración de vertidos: a) resinas catiónicas (que intercambian especies
cargadas positivamente), b) resinas aniónicas (que intercambian espe-
cies cargadas negativamente) y c) resinas quelatantes (que contienen
grupos funcionales como el iminodiacético, la amidoxina y el amino-
fosfónico).
En todo caso, el proceso del intercambio iónico se lleva a cabo en co-
lumnas de lecho fijo con relleno en función del contaminante a eliminar,
empleándose series de columnas con propiedades intercambiadoras com-
plementarias para una depuración completa de vertidos problemáticos.
• Tratamientos electrolíticos
En estos procesos se utiliza la posibilidad de que las especies a eli-
minar de la disolución sean capaces de experimentar procesos de oxida-
ción o redución química mediante la aplicación de un potencial eléctrico
generado entre dos conductores inmersos en la disolución a tratar. Los
componentes de un sistema de electrolisis son: celda electrolítica, elec-
trodos, diafragma (que separa las dos zonas de la disolución, una con-
centrada en el contaminante y la otra más diluida), productores de tur-
bulencia y rectificadores.
A su vez, los electrodos pueden operar bidimensionalmente (placas
paralelas, discos, lecho fluido..) o tridimensionalmente (electrodos poro-
sos, de lecho compacto..). Ejemplos típicos de eliminación de metales
contaminantes de vertidos son los del zinc, cobre y plata, trabajando a
pHs ácidos y con voltajes de hasta 3 V.
• Procesos de membrana
En ellos incluimos los de ósmosis inversa, la ultrafiltración y la elec-
trodiálisis. Ya comentadas en el apartado de potabilización, recordemos
a este respecto que en el primer caso se aprovecha la presión aplicada al
líquido la cual debe superar la presión osmótica del mismo. En ultrafil-
tración se trabajan con presiones más bajas, consiguiéndose la separación
en función de tamaño molecular. Finalmente, en la electrodiálisis se
aplica un campo eléctrico continuo sobre membranas selectivas.
Aplicaciones típicas de estas técnicas son la de desalación o desmi-
neralización de aguas y vertidos en general, como la eliminación de so-
dio, fluoruro, ácido bórico, cianuros, eliminación-recuperación de cromo
en vertidos de curtidos, y recuperación de ácidos minerales en efluentes
muy ácidos.
5
Normativa básica
5.1. INTRODUCCIÓN
TABLA 5.2. Valores límite para vertidos a cauces públicos (Reglamento del Dominio
Público Hidráulico).
tencia sobre este dominio público hidráulico, es decir, la Cuenca será gestio-
nada desde este estamento autónomo.
Este Decreto se refiere además a la composición y estructura orgánica del
Consejo Nacional del Agua, funcionamiento, competencias, y servicios pres-
tados por él. En otro capítulo se desarrollan las configuraciones, funciones, y
régimen administrativo de los Organismos de Cuenca. En este apartado deben
reseñarse los cometidos relativos a vigilancia e inspección sobre concesiones de
aprovechamiento y vertidos de aguas, realización de aforos, estudios hidroló-
gicos y control de calidad de las aguas, así como el establecimiento de progra-
mas y objetivos de calidad de las aguas que discurren por la Cuenca.
Con respecto a los órganos de Gobierno, en ellos se determina la interven-
ción de los usuarios del agua, en concreto, abastecimientos de aguas, regadíos
y aprovechamientos energéticos. Como misiones principales de estos órganos
de Gobierno, cítense, aparte de los meramente económicos, la declaración de
acuíferos sobreexplotados, y la determinación de perímetros de protección de
los acuíferos.
En otro orden de cosas, la planificación hidrológica tendrá como objetivos
generales conseguir la correcta satisfacción de las demandas de agua, equilibrar
el desarrollo regional incrementando las disponibilidades del recurso, proteger
su calidad, economizar el agua y poner todo esto en armonía con el entorno.
Para lograr estos fines se establece la figura del Plan Hidrológico de Cuenca,
cuyo contenido, elaboración, aprobación y revisión se pormenoriza en la nor-
ma. Estos planes confluirán en la elaboración del Plan Hidrológico Nacional,
cuyo debate se ha dilatado desde el pasado año 1994 hasta 2001.
Finalmente, y para no caer en una excesiva minuciosidad, coméntese que el re-
glamento de la administración pública del agua marca una serie de calidades exi-
gibles a las aguas para poder ser utilizadas con todas las garantías necesarias en di-
ferentes aspectos de la vida humana. En concreto, se establecen características
límite para aguas superficiales destinadas a producción de agua de consumo pú-
blico, aguas dulces destinadas a baños públicos, aguas continentales que requieran
protección o mejora para ser aptas para la vida de los peces, así como calidades ex-
tremas exigibles a las aguas que se utilizan para cría y desarrollo de moluscos.
A título ilustrativo, la Tabla 5.3 recoge las características máximas que pueden
permitirse en aguas destinadas posteriormente a producir agua de consumo pú-
blico. Respecto a esto, se establecen tres niveles en función de su mayor grado de
complejidad en el posterior tratamiento de potabilización. Todas estas caracterís-
ticas ya estaban previamente establecidas en Directivas Europeas previas.
Apartado de especial relevancia dentro del campo general del «agua» sin
duda por su incidencia sanitaria para el hombre es, evidentemente, el relativo al
NORMATIVA BÁSICA 241
agua de bebida, bien sea agua de consumo público o bien agua envasada, cuya
calidad puede tener una tremenda incidencia sobre la salud del ser humano.
En estos aspectos dos son las normativas más reseñables a escala nacional:
el reglamento técnico-sanitario para aguas potables de consumo público, y el
correspondiente a las aguas de bebida envasadas. Fijémenos, en primer lugar,
en el relativo a las aguas potables, con la indicación de que como se verá en el
apartado 5.5.1, el calificativo «potable» ya ha dejado de tener aplicación con el
nuevo RD 140/2003 sobre aguas de consumo humano.
CARACTERES ORGANOLÉPTICOS
Olor 0 Índice de dilución
Sabor 0 2 (12 °C), 3 (25 °C)
Color mg/l Pt–Co 1 20
Turbidez UNF 1 6
CARACTERES FISICOQUÍMICOS
Temperatura °C 12 25
pH u. pH 6,5-8,5 9,5
Conductividad µS/cm 400 El natural del agua
Cloruro mg/l Cl– 25 —
Sulfato mg/l SO4= 25 250
Sílice mg/l SiO2 — —
Ca mg/l 100 —
Mg mg/l 30 —
Na mg/l 20 150
K mg/l 10 12
Al mg/l 0,05 0,2
Dureza mg/l CaCO3 — >60 (*)
Residuo seco 180 °C mg/l — 1.500
Oxígeno disuelto % saturación — >75
CO2 libre mg/l CO2 El agua no será agresiva
COMPONENTES NO DESEABLES
Nitratos mg/l NO3– 25 50
Nitritos mg/l NO2– — 0,1
Amonio mg/l NH3 0,05 0,05
N-Kjeldahl mg/l N — 1
Materia orgánica mg/l O2 2 5
Carbono org. total mg/l C — — (**)
Residuo al ClCH3 µg/l 100 — (**)
THM µg/l 1 Deberá reducirse
Residuo al éter µg/l — 10
Fe µg/l 50 200
Mn µg/l 20 50
Cu µg/l 100 5.000
Fósforo µg/l P2O5 400 5.000
Materia en suspensión Ausencia —
Hidrógeno sulfurado mg/l H2S — NDO
Fenoles µg/l fenol — 0,5
B mg/l 1 —
Detergentes mg/l LAS — 0,2
Flúor mg/l F — 1,5 (>12 °C)
0,7 (25-30 °C)
Co µg/l — —
Ba µg/l 100 —
Ag µg/l — 10
NORMATIVA BÁSICA 245
COMPONENTES TÓXICOS
As, Ni, Pb, Cr6+ µgl — 50
Cd µg/l — 5
Cianuros µg/l CN– — 50
Hg µg/l — 1
Sb,Se µg/l — 10
V µg/l — —
Plaguicidas totales µg/l — 0,5
Plaguicidas por compuesto µg/l — 0,1
HAP µg/l — 0,2
RADIACTIVIDAD
Radiactividad α total Bcq/1 0,1 —
Radiactividad β total Bcq/1 1 —
CARACTERES MICROBIOLÓGICOS
Aerobios a 37 °C col/ml 10 —
Aerobios a 22 °C col/ml 100 —
Colif. fecales
Colif. totales col/100 ml — 0 (NMP ≤ 1)
Estrept. fecales
Clostrid. sulfit. col/20 ml — 0 (NMP ≤ 1)
Microorg. parásitos
o patógenos, algas — Ausencia
Elementos formes
visibles a simple vista
Colifagos
Enterovirus Conviene su investigación y comprobar
Salmonellas su ausencia
Estafilococos
(*) Para aguas sometidas a ablandamiento.
(**) Cualquier incremento deberá ser investigado.
NDO: no detectable organolépticamente.
NMP: número más probable.
1.1. Desinfección-oxidación
Cloro, Hipoclorito sódico, Hipoclorito cálcico, Hipoclorito 30 mg/l
magnésico, clorito sódido
Amoníaco 0,5 mg/l
Ozono 10 mg/l
Permanganato potásico 2 mg/l
Plata electrolítica, sulfato de plata, cloruro de plata, complejo 0,05 mg/l
sódico de cloruro de plata (como Ag)
1.2. Decloración
Anhídrico sulfuroso 20 mg/l
Bisulfito sódico 4 mg/l
Metabisulfito sódico (*) 3,5 mg/l
Sulfito sódico 7 mg/l
Sulfito cálcico 5 mg/l
Carbón activo —
1.3. Corrección de pH y/o mineralización
Sosa cáustica 100 mg/l
Carbonato sódico, bicarbonato sódico, óxido de calcio, 200 mg/l
hidróxido de calcio
Carbonato cálcico, magnesia 300 mg/l
Cloruro cálcico 120 mg/l
Sulfato cálcico 140 mg/l
Óxido magnésico, hidróxido magnésico 80 mg/l
Carbonato magnésico 175 mg/l
Anhídrido carbónico 50 mg/l
Ácido clorhídrico 25 mg/l
Ácido sulfúrico 30 mg/l
1.4. Fluoración
Fluoruro sódico, fluorsilicato sódico, ácido hexafluorosilícico (**)
2.1. Coagulación-floculación
Sulfato de aluminio 150 mg/l
Aluminato sódico 30 mg/l
Polihidroxicloro sulfato de aluminio, polihidroxicloruro (***) 100 mg/l
de aluminio
Sulfato ferroso 100 mg/l
Sulfato férrico (****) 200 mg/l
Clorosulfato férrico 70 mg/l
Cloruro férrico 100 mg/l
Sales de sodio, potasio y calcio de los ácidos mono 5 mg/l
y polifosfóricos (como P2O5)
Ácidos acrílico y metacrílico y derivados especialmente
autorizados para este fin
NORMATIVA BÁSICA 247
1.1. Desinfección-oxidación
Carbón activo
Bentonina
Tierra de infusorios
Zeolitas
Sílico aluminato sódico
Resinas de intercambio iónico
TABLA 5.6. Características químicas de calidad de las aguas minerales naturales de ma-
nantial y preparadas.
Con relación a las aguas de consumo público envasadas deberán cumplir las
calidades establecidas en la Directiva 98/83 que se recogen en la Tabla 5.6, así
como las reseñadas a continuación, que son prácticamente las exigidas a las
aguas de consumo público de nuestro país al trasponerse esta Directiva a la ley
española bajo la forma del RD 140/2003 (ver capítulo 5.5.1).
En este sentido, los parámetros microbiológicos exigidos a las aguas em-
botelladas en nuestro país son los siguientes:
— Escherichia coli, enterococos y pseudomonas aeruginosa, con valores
paramétricos de ausencia de colonias de los microorganismos en 250 ml
de agua.
— Recuento de colonias aerobias a 22 oC y recuento de colonias aerobias
a 37 oC, con valores paramétricos, respectivamente, de 100 y 20 colo-
nias por ml de agua.
— Clostridios sulfito reductores, ausencia de colonias en 50 ml.
También se exige el cumplimiento de los valores máximos establecidos
para los denominados como parámetros químicos en la Directiva 98/83/CE, y
que tienen como valores paramétricos los mismos establecidos en el reciente
RD 140/2003 (ver Tabla 5.6) a excepción de la microcistina que no ha de ser
investigada en las aguas envasadas.
Para terminar este apartado, las aguas envasadas deben cumplir además de
los anteriores, los denominados como parámetros indicadores por la Directiva
98/83/CE, cuyos valores máximos son los mismos que se pueden observar en la
NORMATIVA BÁSICA 251
sumo humano (0,2 a 0,8 mg/l) ya modificado en el RD 140/2003). Para una de-
sinfección térmica, se elevará la temperatura del agua a 70 °C durante 2 horas, lim-
piando de la forma referida antes.
Se establecen labores periódicas de mantenimiento y analíticas del agua
de los sistemas, para todas las instalaciones susceptibles de ser sensibles a le-
gionella. En concreto, para las torres de refrigeración y dispositivos análogos de-
ben realizarse periódicamente labores de mantenimiento, además de un segui-
miento mensual de la calidad del agua del sistema determinando: temperatura,
pH, conductividad, sólidos totales disueltos, turbidez, sólidos en suspensión, clo-
ro o biocida empleado, productos de corrosión, así como contaminación mi-
crobiológica, que no se especifica. Cuando se detecten cambios en la calidad del
agua, se procederá a aplicar las medidas correctivas recogidas en el Decreto.
Para finalizar este breve comentario, como anexo final del Decreto se fijan
normas para la recogida de muestras ambientales destinadas al aislamiento de
posibles colonias de legionella.
Las normativas que se han comentado muy brevemente en los dos aparta-
dos anteriores, estimamos que probablemente den una visión muy general
acerca de los principales aspectos relativos, por un lado, a las aguas naturales y
258 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
a las aguas residuales que se vierten a los cauces públicos de nuestro país
(Ley de Aguas y Reglamentos que la desarrollan), y por otro, a las aguas de con-
sumo, bien sean de consumo público, bien envasadas. Vamos a comentar bre-
vemente ahora en dos apartados, otras normativas relativas las primeras a ver-
tidos tanto a cauces públicos como a redes de saneamiento de poblaciones, y la
segunda a aguas de piscinas.
a) Vertidos
Todas estas normas desarrollan la Ley de Aguas, así como Directivas Euro-
peas en materia de aguas residuales y medio ambiente, como por ejemplo, la Di-
rectiva 91/271/CEE que establece plazos concretos para conseguir la depuración
de todas las aguas residuales de la Unión Europea (ya incumplidos o de difícil
consecución para varios países, entre ellos España) así como objetivos de calidad
en cauces europeos. En concreto, la referida directiva marca límites máximos
para vertidos de aguas residuales urbanas depuradas a cauces públicos en cuan-
NORMATIVA BÁSICA 259
b) Aguas de piscinas
fectantes autorizados aparte del cloro, son bromo, ozono, ácido isocianúrico,
derivados de la biguanidina y plata.
Quincenalmente se controlará el contenido del agua en conductividad, tur-
bidez, amonio, bacterias aerobias totales a 37 °C, coliformes fecales y totales,
estafilococos aureus, pseudomonas aeruginosa, larvas y algas.
Por último, otros parámetros para establecer la calidad global del agua de la
piscina y a determinar mensualmente serán: nitratos, aluminio, cobre, oxidabi-
lidad al KMnO4, así como clostridium sulfito reductores, estreptococos fecales
y salmonella sp. Todos estos resultados deberán quedar a disposición de la Au-
toridad Sanitaria en su correspondiente Libro de Registro.
Para terminar este capítulo, vamos a incluir una breve recopilación sobre
normas europeas (directivas, resoluciones y decisiones) relativas al agua, de-
teniéndonos en dos de aguas de indudable interés: la Directiva sobre aguas de
consumo traspuesta al RD 140/2003 y la Directiva Marco en política de aguas.
Una vez fijados los puntos de muestreo, se establecen tres tipos de análisis
de autocontrol:
a) Análisis de Control
b) Análisis de Completo
<500 4
500 a 5.000 6
>5.000 6 + 2 por cada 5.000
sarrollo del mismo a nivel práctico haya de ser llevado a cabo por el Ministerio
de Sanidad y Consumo tras la publicación de este RD.
Como plazos de cumplimiento de lo establecido en este RD y no recogidos
más arriba, puede indicarse que antes del 1 de enero de 2012 se llevarán a cabo
las reformas de las redes de distribución públicas o privadas para el cumpli-
miento de la calidad del agua de consumo aquí establecida. Además, a partir del
1 de junio de 2003 los abastecimientos de más de 500 habitantes deberán dar-
se de alta en el SINAC.
Finalmente, todos los valores paramétricos límite recogidos en la norma de-
berán cumplirse a la entrada en vigor de la nueva norma a excepción de:
También se fijan criterios para que los estados miembros puedan definir a
una masa de agua como artificial o muy modificada (en realidad, contaminada),
al mismo tiempo cómo estudiar el impacto ambiental de la actividad humana
sobre las masas de agua y cómo efectuar el análisis económico del uso del
agua.
En resumen, la Directiva representa un marco para definir y concretar es-
trategias para combatir la contaminación de las aguas de la Unión Europea, in-
cluso estableciendo sanciones, gestionar todas las aguas de acuerdo a usos ra-
cionales de las mismas, aplicar criterios de desarrollo sostenible y favorecer la
cooperación entre los Estados miembros para preservar un recurso irreempla-
zable como es el agua.
6
Análisis fisicoquímico
y microbiológico de aguas
6.1. INTRODUCCIÓN
tección aplicable. Esta norma se ha seguido en la RTS de 2002 para aguas enva-
sadas, excepto en algunos métodos microbiológicos concretos.
Dicho esto y como norma general, cada parámetro recogerá el fundamento
de la técnica o técnicas analíticas más usuales para su determinación, con in-
dicación de si trataba de un método oficial según la RTS para aguas potables
de 1990. Si existe método específico y oficial de acuerdo a la reciente RTS de
2002 para aguas envasadas también se hará mención sobre el particular al final
de cada parámetro.
Para información más exhaustiva sobre el tema, así como para el desarrollo
práctico de cada metodología, se recomienda consultar especialmente las refe-
rencias recogidas en el apartado 7.4 de la Bibliografía, sobre todo las «Normas
UNE para análisis de aguas» españolas, y la edición más actualizada del Stan-
dard Methods for the examination of water and wastewaters estadounidense.
1) Olor-sabor
2) Color
3) Turbidez
persada (medida a una longitud de onda igual a 420 nm) se recoge sobre una
célula fotoeléctrica provocando una corriente eléctrica en función de su inten-
sidad, y por lo tanto, del grado de turbidez de la muestra. Este es el fundamen-
to de la nefelometría (método oficial RTS).
Otra medida de la turbidez, empleada en estudios de campo, es la conse-
guida con el disco de SECCHI que emplea un disco blanco que sirve para es-
tablecer la profundidad a la cual, una vez introducido en el agua, aquél deja de
verse.
4) Temperatura
5) pH
6) Conductividad
7) Cloruros
8) Sulfatos
9) Sílice
10) Calcio
11) Magnesio
13) Sodio
14) Potasio
15) Aluminio
19) Nitratos
20) Nitritos
21) Amoníaco
Este parámetro no cuenta con ningún método oficial según la RTS. Una téc-
nica, no obstante muy empleada, es la de combustión-infrarrojos. En este
caso, después de homogeneizar y diluir la muestra, se inyecta la misma en una
cámara de reacción caliente, rellena con un catalizador oxidante. Tras la vapo-
rización del agua, se logra la oxidación del carbono orgánico hasta CO2 que,
transportado en un flujo de gas, se determinaría mediante un analizador de IR.
En la actualidad se disponen de métodos colorimétricos que utilizan el
CO2 formado para decolorar reactivos químicos coloreados, lo que permite
medidas sencillas y válidas del parámetro y de bajo coste económico.
27) Hidrocarburos-grasas
28) Fenoles
29) Boro
30) Detergentes
32) Hierro
33) Manganeso
También aquí existen dos métodos oficiales según la RTS de buenas pres-
taciones: el primero es el de absorción atómica con llama (aire-acetileno) o con
cámara de grafito, operando a 279,5 nm.
La otra técnica, la colorimétrica o espectrofotométrica, puede seguir el
método del peryodato potásico o del persulfato amónico, ambos basados en la
oxidación del Mn a permanganato y posterior medida colorimétrica de las di-
soluciones así obtenidas a 525 nm.
También indicar el empleo de la técnica de la ICP con muy buenos resultados.
34) Cobre
35) Zinc
36) Fósforo
37) Flúor
38) Cobalto
41) Bario
42) Plata
43) Arsénico
44) Berilio
45) Cadmio
Existen dos técnicas de carácter oficial según la RTS: la de absorción ató-
mica y la polarográfica. Respecto a la primera, habida cuenta del bajo nivel de
Cd en aguas, es más aconsejable operar sin llama (cámara de grafito) a 228,8
nm. Con relación a la segunda, se puede determinar Cd después de una pree-
lectrólisis a –1.300 mV y mediante redisolución anódica utilizando, por ejem-
plo, la técnica de voltametría diferencial de pulso. El potencial de «pico» del
metal es de –630 mV (electrodo de calomelanos saturado).
Finalmente, la técnica de la ICP exhibiría una alta sensibilidad y precisión.
46) Cianuros
El método oficial RTS es el colorimétrico. Los cianuros libres (aquellos que
pueden reaccionar con AgNO3) se transforma mediante su reacción con Clo-
ramina-T en cloruro de cianógeno, el cual reacciona con piridina para formar
ácido glutacónico. Este último, a su vez, en presencia de ácido barbitúrico ge-
nera un compuesto coloreado susceptible de determinación colorimétrica a
una longitud de onda de 578 nm.
Otra técnica alternativa de amplio uso en el presente es la ionométrica, uti-
lizando un electrodo selectivo de cianuros. El elemento sensor del electrodo es
una membrana sólida que contiene una mezcla de sales de plata moderada-
mente solubles. Cuando la membrana entra en contacto con el cianuro se de-
sarrolla un potencial (dependiendo de la concentración del compuesto) que pue-
de medirse con ayuda del electrodo de referencia.
Finalmente, si se desea medir el contenido en cianuros totales de un agua,
habrá que efectuar una destilación previa de la muestra a fin de provocar la des-
composición en caliente, en presencia de cloruro de cobre y de ácido sulfúrico,
de los cianuros complejos de la muestra. El HCN liberado es arrastrado por una
corriente de gas y recogido en disolución de NaOH. Posteriormente, se segui-
ría alguno de los métodos reseñados más arriba.
47) Cromo
Dos son los métodos oficiales RTSs para determinación de este elemento: el
de absorción atómica y el colorimétrico. Respecto al primero, tanto si se ope-
ra con llama o sin ella (cámara de grafito) la longitud de onda de trabajo es
357,9 nm.
En relación al segundo, se puede emplear el método de la difenil-
carbacida. Este se aplica para determinar tanto el Cr total (Cr3+ y Cr6+) como
sólo el Cr6+ presente en aguas, especialmente cargadas de materias orgánicas.
En el primer caso ha de reducirse todo el cromo de la muestra a Cr3+; después
se oxidaría, y ya en forma hexavalente se determinaría mediante el complejo
coloreado que forma con la difenil-carbacida en medio ácido.
292 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
48) Mercurio
49) Níquel
50) Plomo
51) Antimonio
52) Selenio
53) Vanadio
Para este análisis se toman como referentes los seis hidrocarburos aromá-
ticos policíclicos más comunes, es decir: fluoranteno, benzo-3,4-fluoranteno,
benzo-11,12- fluoranteno, benzo-3,4-pireno, benzo-1,12 perileno e indeno(1,2,3
ed) pireno.
Un método oficial RTS es el de extracción líquido-líquido con hexano y
posterior medida de la intensidad de fluorescencia UV del extracto. Otra téc-
nica oficial, además, es la cromatográfica. En este caso se trata de extraer los
HAPs mediante cloruro de metileno. El extracto se somete a un proceso de
CG con detección por ionización de llama. En este sentido, indíquese que la
detección de especies orgánicas, tanto en cromatografía de gases como de lí-
quidos, mediante espectrometría de masas, está cobrando gran auge en la ac-
tualidad.
Finalmente, una tercera técnica oficial es la de separación mediante cro-
matografía de capa fina y posterior medida por fluorescencia UV.
6.6. RADIACTIVIDAD
Las dos determinaciones oficiales según la RTS son la del número más pro-
bable y la de filtración sobre membrana, más aplicada en la actualidad por su
comodidad y rapidez. En esta, tras el filtrado de la muestra (filtros de 0,45 µm
de poro) se procede a la incubación de la placa con medio nutritivo específico
rico en azida sódica (o agar mE para enterococos) a 41 °C (o 37 °C) durante 48
horas. Las colonias positivas suelen presentar coloración rojiza o rosácea tí-
pica.
296 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
62) Aerobios a 37 °C y a 22 °C
63) Salmonellas
66) Enterovirus
67) Protozoos
Se puede decir lo comentado para el grupo anterior como técnica oficial: fil-
tración de la muestra y posterior examen microscópico, realizando test de pa-
togencidad, si se requieren.
71) Alcalinidad
c) Test de Ames
Este ensayo, uno de los más usados en toxicología genética, está basado en
la utilización de estirpes mutantes de Salmonella Typhimurium, que son auxó-
302 FISICOQUÍMICA Y MICROBIOLOGÍA DE LOS MEDIOS ACUÁTICOS
76) Pigmentos
Dada su alta tasa de utilización en análisis de aguas naturales vamos a citar
la determinación de clorofilas. Paso previo a la determinación es la extracción
de los pigmentos del agua con un disolvente adecuado, en general acetona, fa-
voreciéndose el proceso extractivo con la rotura mecánica de las células, bien
mediante filtros de vidrio, bien mediante filtros de membrana inertes. Después
de la extracción, el extracto de acetona se somete a medidas de absorción de ra-
diación visible a 664, 665, 647, 630 y 750 nm (lectura blanco).
La concentración de clorofila α de un agua puede sobreestimarse al incluir
dentro de las medidas cantidades de feofitina α presentes. Esto se evita acidi-
ficando la muestra hasta una concentración en HCl de 0,003 M, con lo que toda
la clorofila α pura se transforma en feofitina α. Así, la relación entre las ab-
sorbancias α 664 y 665 nm antes y después de la acidificación del agua pro-
blema dará cuenta de la existencia o no de feofitina α en la disolución original.
Por otro lado, de acuerdo a las lecturas de absorbancia a 664, 647 y 630 nm,
y según ciertas relaciones matemáticas pueden calcularse las concentraciones
de los tres tipos de clorofilas α, β y γ presentes en un agua.
78) Bromato
80) Enterococos
La RTS para aguas envasadas remite al método oficial ISO 7899-2 también
con filtración por membrana o número más probable. En cualquier caso, se
ANÁLISIS FISICOQUÍMICO Y MICROBIOLÓGICO DE AGUAS 305
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