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Trabajo Grupal

Integrantes

Becquer Condeso Olarte

Yersson Enrique Benítez Fermnandez

Gianfranco Languasco Huillcahuaman

José Arévalo Castañeda

Ángel Quispe Limaylla

EL niño compadrito
En la calle de Tambo de Montero, al nordeste de la ciudad del Cuzco, se
encuentra un objeto de culto, una figura de unos 50 cm de altura llamada el
"Niño Compadrito".
Se cree, en general, que es el esqueleto auténtico de un niño, que consta de
un cráneo de menos de 10 cm de largo y de todos los huesos del cuello, tronco,
brazos y de las piernas. Se puede ver sólo la cara ya que el resto del cuerpo
está completamente cubierto de atuendos. Aunque es un esqueleto, lleva la
peluca larga y tiene ojos de vidrio, pestañas y dientes. Lleva una camisa, y
sobre la peluca está puesta una corona, símbolo de su divinidad. Decorado así,
el Niño Compadrito se guarda en una urna.
Delante de ella, se hallan varias ofrendas, como flores, velas, juguetes, etc. y,
también, medallas, fotos, tarjetas de visita y placas de devotos, en las que hay
inscritas palabras de agradecimiento como prueba de los milagros que les ha
hecho el Niño. Las paredes que rodean la urna están decoradas de cuadros con
motivos bíblicos, la foto del Papa, y pinturas y estampas de santos católicos y
de la Virgen María. AlIado de la urna, hay una alcancía. Los devotos le piden el
milagro, esperan su revelación en sueños; a veces, temen su castigo.

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