Está en la página 1de 11

Efectos de la inflamación en el hueso

Una inflamación prolongada puede provocar que los huesos pierdan


calcio, debilitándolos y disminuyendo su tamaño. “La pérdida de hueso
causada por la inflamación es un problema de gran relevancia clínica y
económica; ocurre en varias enfermedades, como la periodontitis,
osteoartritis y artritis reumatoide, así como en algunas formas de
osteoporosis."

Las denominaciones de los procesos inflamatorios que se


desarrolla en los huesos refieren las diferentes estructuras que
se encuentran involucradas. Por ejemplo; en la osteítis se
encuentra afectado exclusivamente, el tejido óseo laminar o el
esponjoso ; en la osteomielitis los implicados son el tejido óseo
y el tejido mieloproliferativo contenido en el canal medular; en
la periostitis es solo el periostio el implicado y así
respectivamente. En el caso de la osteítis el proceso
inflamatorio  cobra ciertas características particulares debido a
la arquitectura y estructuras histológicas exclusivas del tejido
óseo.
En las osteítis por ejemplo, solo se aprecia el dolor y no se presentan otros
signos de inflamación tales como rubor, calor y aumento de volumen.

Osteítis: inflamación aguda o crónica de un hueso y generalmente de su


cavidad. Osteomielitis

 Osteítis aguda: osteomielitis, generalmente de origen infeccioso


 Osteítis albuminosa: osteítis con acumulación de un líquido
albuminoso viscoso
 Osteítis carnosa: osteítis crónica tuberculosa en la que los conductos
de Havers se dilatan y llenan de un tejido granulomatoso. También se
denomina osteítis fungosa
 Osteítis caseosa: caries ósea tuberculosa
 Osteítis condensante: variedad de osteítis con hipergénesis ósea que
produce la condensación del tejido y disminución de la cavidad del
hueso
 Osteítis crónica: caries central del hueso, de origen tuberculoso, a
veces sifilítico
 Osteítis deformante: una enfermedad ósea caracterizada por episodios
repetidos de resorción ósea seguidos de un exceso de producción de
hueso, lo que resulta en una huesos debilitados con una masa
aumentada, Los huesos largos se muestran arqueados y los planos se
deforman. Usualmente se asocian dolor y fracturas óseas. Cuando
afecta a los huesos del cráneo, puede ocasionar sordera. También se
conoce esta condición como enfermedad de Paget del hueso
 Osteítis de Garré: engrosamiento de la corteza del hueso con
obliteración parcial de la cavidad medular
 Osteítis fibrosa quística: proceso degenerativo inflamatorio en el que
el hueso normal es reemplazado por quistes y tejido fibroso.
 Osteítis gomosa terciaria: Osteítis que se instala en las tibias y en el
cráneo ocasionan dolores sordos y violentos, sobre todo nocturnos
 Osteítis plásica del crecimiento: osteítis hiperemica no supurada de la
fiebre del crecimiento con dolor en las epífisis
 Osteítis púbica: esclerosis de los huesos del pubis, en la región de la
sínfisis púbica, observada de forma casual en radiografías de la pelvis.
Una condición inflamatoria de los huesos de pubis en la región de la
sínfisis que puede estar asociada al embarazo, cirugía de la pelvis,
infección del tracto urinario, cambios degerativos o enfermedad
reumática. Es frecuente en los futbolistas y corredores de largas
distancias
 Osteítis secundaria a radiación: osteítis que aparece a algunos
enfermos sometidos a radioterapia.
 Osteítis vascular: una Osteítis en la que los espacios formados son
ocupados por vasos sanguíneos

Osteomielitis: infección local o generalizada del hueso y de la médula ósea,


causada habitualmente por la introducción de bacterias a través de un
traumatismo o cirugía, por extensión directa desde una infección próxima o por
vía hematógena.

 Osteomielitis aguda: enfermedad de la época del crecimiento


producido por estafilococos, caracterizada por inflamación de la
sustancia medular metafisiaria generalmente con formación de pus y
asociada con síntomas graves semejantes a los de la fiebre tifoidea
 Osteomielitis crónica: forma debida a un traumatismo, a la tuberculosis
o a otras enfermedades con condensación del hueso y formación de
abscesos
 Osteomielitis de Garré: osteítis crónica fibrosa no supurativa
La osteítis deformante o Enfermedad de Paget es una enfermedad
inflamatoria del tejido óseo no metabólica de causa desconocida aunque
se piensa que puede representar una neoplasia benigna de las células
formadoras del hueso que conlleva un alto riesgo de generar un
osteosarcoma agresivo. También se ha sugerido una causa viral que
produce un exceso de destrucción y restauración ósea a la que se
asocian deformidades porque la restauración se realiza de forma
desordenada. Más del 3% de las personas mayores de 50 años
presentan lesiones aisladas, aunque la enfermedad clínicamente
importante es mucho menos frecuente. La posibilidad de que la
enfermedad se presente varias veces en la misma familia es alta.

Esta enfermedad fue descrita por primera vez en 1876 en una reunión
de la Sociedad Médico Quirúrgica, en Inglaterra, por Sir James Paget,
un cirujano británico bien conocido. Conocida como enfermedad de
Paget, esta enfermedad ósea no debe ser confundida con la
enfermedad de Paget extramamaria o con la enfermedad de Paget de
seno, que son dos condiciones malignas que también llevan el nombre
de este médico.

Contenido
[ocultar]

 1 Anatomía patológica
 2 Etiología
 3 Manifestaciones clínicas
 4 Tratamiento
 5 Hallazgos radiológicos
 6 Pruebas de laboratorio
 7 Epidemiología
 8 Véase también
 9 Bibliografía
 10 Referencias

Anatomía patológica [editar]

La principal característica de la enfermedad es un aumento de la


resorción y de la formación de hueso. En su fase precoz, la resorción
predomina con lo se pierde densidad ósea. Esta fase de denomina a
menudo fase destructiva u osteoporótica y suele cursar con un balance
de calcio negativo. Este predominio de la resorción va seguida de la
formación de hueso nuevo, progresivamente más denso a medida que
se reduce la resorción llegándose finalmente a un balance de calcio
positivo. La remodelación ósea está enormemente aumentada en la fase
precoz de la enfermedad, hasta 20 veces su valor normal.

El hueso pagético se caracteriza macroscópicamente por la presencia


de lesiones líticas acompañadas de deformaciones hipertróficas
generalizadas. Microscópicamente se observa un aumento en el número
y tamaño de los osteoclastos, con múltiples núcleos pleomórficos.
Cuando se estudia el hueso de las lesiones blásticas se observa un
tejido desestructurado con líneas de cemento entrecortadas que
parecen un mosaico. Se observa un incremento en la producción de
interleukina L6 y las células son más sensibles de lo normal a los
efectos pro-resortivos de la 1,25 (OH)2-D3.

La mayor remodelación ósea se correlaciona con un aumento de los


niveles de fosfatasa alcalina que son más altos en la enfermedad de
Paget que en cualquier otro caso (excepto en el caso de una
hiperfosfatasemia hereditaria). Las concentraciones de calcio y fosfato
son normales debido la deposición de estas sustancias sobre el hueso
neoformado y por la regulación de la hormona paratiroidea. La resorción
ósea implica no solo sustancias minerales sino también orgánicas y
productos como la hidroxiprolina o complejos de hidroxipiridio que no
son reutilizados para la formación de hueso nuevo y que se eliminan en
la orina. Los compuestos de piridinio piridinolina (Pyr) y deoxipiridinolina
(D-Pyr) liberados del colágeno durante la resorción osteoclástica se
utilizan como marcadores para diagnosticar la condición aunque suele
ser suficiente la determinación de la fosfatasa alcalina que está muy
aumentada.

Etiología [editar]

No se conocen las causas de la enfermedad. Algunas de sus


manifestaciones pueden ser suprimidas con glucocorticoides, salicilatos
y fármacos citotóxicos pero no hay evidencia de que se trate de un
proceso inflamatorio. El hecho de que se hayan encontrado inclusiones
en el citoplasma y núcleo de los osteoclastos que se asemejan a las
nucleocápsides del virus de la rubeola, con positividad de los
anticuerpos monoclonales hacia los antígenos de los paramixovirus,
sugieren un origen infeccioso por estos virus. Evidencia adicional de que
los virus de la rubeóla podrían estar implicados en la génesis de la
enfermedad son los resultados de algunos estudios in vitro en los que
células CD34+ derivadas de médula ósea normal transducidas con el
gen de la nucleocápside del virus de la rubeóla se diferencian en
osteoclastos polinucleados que reabsorben hueso. Sin embargo, la
distribución universal de los paramixovirus y la localización preferente en
determinadas áreas geográficas hace pensar que debe intervenir,
adicionalmente, algún factor genético.

Se ha detectado enfermedad de Paget en familias, estando afectados


individuos de varias generaciones con un patrón hereditario consistente
con una transmisión autosomal dominante. En algunas familias se ha
mapeado la enfermedad en el locus 18q21-22, pero no en otras, lo que
indica una heterogenidad genética.

Manifestaciones clínicas [editar]

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad de Paget depende del


estadio de la enfermedad y de los huesos que están implicados. En la
mayor parte de los casos la enfermedad es asintomática y es
descubierta cuando se realizan radiografías de cabeza o de pelvis por
otros motivos o por comprobarse una elevación anormal de la fosfatasa
alcalina. En otros sujetos se observa una hinchazón o deformación de
los huesos largos y desarrollan una cojera debida a la diferencia en la
longitud de las piernas. El ensanchamiento del cráneo no es observado
en la mayor parte de los enfermos, a menos que usen sombrero.
Muchos individuos permanecen asintomáticos durante largos períodos
de tiempo, mientras que los sintomáticos y con mayores niveles de
hidroxiprolina en orina y de fosfatasa alcalina sérica son los más
propensos a la aparición de nuevos síntomas. Estos son dolores difusos
de espalda y en las piernas que a veces pueden ser agudos. La
localización cráneofacial conlleva frecuentemente sordera por
implicación directa de los huesecillos del oído interno o por impacto
sobre el octavo par craneal en el foramen auditivo, cefaleas, epífora y
excepcionalmente dolores neurálgicos. Puede producirse
complicaciones más serias de la enfermedad cuando el crecimiento
óseo en la base del cráneo (platibasia) comprime el cerebelo.

El flujo sanguíneo puede estar muy aumentado en las extremidades


afectadas por la enfermedad de Paget debido a la elevada
vascularización del hueso pagético, que va acompañada por una
vasodilatación cutánea que se refleja en un aumento de temperatura
que se observa clínicamente. Cuando la enfermedad ha progresado
hasta implicar un tercio o más del esqueleto el aumento del flujo de
sangre ocasiona un aumento del gasto cardíaco que raramente progresa
a una insuficiencia cardíaca. Las fractura patológicas pueden producirse
en cualquier estadio de la enfermedad aunque son más frecuentes en la
fase destructiva de la misma. Pueden producirse espontáneamente o
como consecuencia de cualquier trauma ligero. Las fracturas completas
(*) son a menudo transversas como si el hueso se hubiera quebrado
como un pedazo de tiza.

Aunque la excreción de calcio no cambia significativamente suele estar


algo aumentada en la fase resortiva lo que explicaría la mayor incidencia
de cálculos renales observada en estos pacientes. La hiperuricemia y la
gota son frecuentes en estos pacientes.
La complicación más grave es la degeneración sarcomatosa cuya
incidencia es £1%y es la principal causa del sarcoma óseo del adulto.
Los sarcomas más frecuentes se observan en el fémur, el húmero, el
cráneo, los huesos faciales y en la pelvis. La degeneración ósea se
produce generalmente en forma de osteosarcoma (*) aunque también es
posible un fibrosarcoma o un condrosarcoma. La aparición súbita de
dolor muy intenso, aumento del dolor existente o aumento explosivo de
la fosfatasa alcalina puede hacer sospechar de un sarcoma. La
confirmación radiológica puede ser difícil por lo que se recurre a la TC y
a la RMN. Los tumores son multicéntricos en un 20% de los casos. Una
vez aparecido el tumor, la prognosis es mala: la cirugía ablativa no suele
tener muchos éxitos y los osteosarcomas derivados de la enfermedad
de Paget, rara vez responden a la quimioterapia.

Tratamiento [editar]

Muchos pacientes no requieren tratamiento por estar la enfermedad


localizada y ser asintomática. El tratamiento comienza a ser innecesario
cuando hay complicaciones como dolor persistente a algunos huesos,
compresión neural, deformidades óseas que afectan la marcha,
hipercalciuria severa con o sin formación de cálculos renales y la
repetición de fracturas.

Los fármacos anti-inflamatorios no esteroídicos, el paracetamol o los


inhibidores de la COX2 pueden ser útiles para aliviar el dolor. Los
pacientes con dolores severos de cadera o de rodilla pueden ser
candidatos a una sustitución de estas articulaciones. Estas
intervenciones conducen en muchos casos a excelentes resultados.

Los bisfosfonatos pueden inhibir la resorción ósea y son generalmente


bien tolerados. El etidronato es moderadamente efectivo aliviando los
síntomas pero no reduce los parámetros bioquímicos marcadores de la
enfermedad. El etidronato también inhibe la mineralización ósea pero
produce osteomalacia. Los últimos bisfosfonatos como el tiludronato, el
pamidronato, el risedronato y sobre todo el alendronato son mucho más
potentes que el etidronato y no originan defectos en la mineralización.

El alendronato y el risedronato se administran por vía oral, pero son muy


pobremente absorbidos por el tracto digestivo y deben ingerirse en
ayunas, 30 minutos antes de cualquier comida para evitar una
interferencia con los alimentos. El pamidronato se utiliza por vía
intravenosa en forma de infusión a razón de 30 mg/día. Las respuestas
a estos bisfosfonatos son bastante rápidas y los niveles urinarios de
hidroxiprolina y compuestos de piridinio caen rápidamente. La fosfatasa
alcalina también disminuye seguidamente. Estos cambios suelen ir
acompañados de fiebre que remite rápidamente.

Los pacientes tratados con bisfosfonatos deben recibir suplementos de


calcio (entre 1 y 1.5 g) y 400 U.I de vitamina D. En 6 meses de
tratamiento, se observan mejoras radiográficas sobre la lesiones líticas.
La calcitonina se utiliza mucho menos desde la introducción de los
bisfosfonatos. Sin embargo, la calcitonina es todavía útil en aquellos
enfermos que no toleran los bisfosfonatos. La administración de
calcitonina humana, de cerdo o de salmón reduce la hiperfosfatasemia
alcalina y la excreción urinario de hidroxiprolina. La administración de
calcitonina disminuye el dolor debido a la supresión de la lesión
pagética, pero también por mecanismo analgésico central. Las dosis de
calcitonina suelen ser de 50 a 100 UI diarias administradas por vía
subcutánea, aunque a veces es posible reducir las dosis a 3 días a la
semana. Las dosis de la calcitonina en spray nasal suelen ser de 200
UI/d.

Hallazgos radiológicos [editar]

Los hallazgos radiológicos se centran sobre todo en el fémur, cráneo,


tibia, espina lumbosacra, clavículas y costillas. Los huesos pequeños no
son, por el general afectados. Los más característicos se encuentran en
el raquis y el cráneo: en el raquis se puede observar una trabeculación
basta vertical o áreas de esclerosis en banda en las plataformas. En el
cráneo se observan zonas radiolucentes en los huesos frontales,
parietales y occipitales. En la fase avanzada hay un ensanchamiento y
engrosamiento de todo el cráneo con zonas con manchas de mayor
densidad. En los huesos largos, se observan frecuentemente zonas
perpendiculares radiolucentes sobre todo en la parte convexa de la tibia
y el fémur, que representan zonas líticas. Los cambios en la pelvis
reflejan la variación de la resorción ósea y formación de hueso nuevo y a
menudo va acompañada de un engrosamiento en las alas de la misma.

Pruebas de laboratorio [editar]

La remodelación ósea altera las pruebas de laboratorio relacionadas con


la formación ósea como son la fosfatasa alcalina y la osteocalcina y las
de la resorción como la hidroxiprolina. Las medidas de la proteína C
reactiva y del telopéptido N son también útiles para determinar la
evolución de la enfermedad cuando esta está en fase avanzada.

Epidemiología [editar]

La prevalencia de la enfermedad de Paget es sustancial en algunas


áreas (es muy frecuente en Inglaterra, Estados Unidos, Australia y
Europa occidental) mientras que en otras es extremadamente rara
(India, China, Japón y Escandinavia). En Inglaterra, la prevalencia de la
enfermedad demostrada radiográficamente es < 1%. En las autopsias, la
prevalencia es del 3 al 5% y aumenta a medida que aumenta la edad de
la muestra. Usualmente el diagnóstico se lleva a cabo a partir de los 50
años y es casi igual en hombres y mujeres con un ligero predominio de
las últimas. La historia familiar puede ser positiva para la enfermedad de
Paget en casi un 40% de los sujetos y en algunas de estas familia la
enfermedad está ligada a un locus del cromosoma 18.
Véase también [editar]

 Reumatología
 Osteoporosis
 Vitamina D

Bibliografía [editar]

 Krupp, Marcus A. (1979). «Enfermedad de Paget (Osteítis deformante)»,


Diagnóstico Clínico y Tratamiento. Ciudad de México: El Manual Modeno
S.A.. ISBN 968-426-049-0.

La Osteomielitis

¿Qué es la osteomielitis?

La osteomielitis es una inflamación o hinchazón del tejido óseo que suele


producirse como resultado de una infección. La osteomielitis, o infección del
hueso, puede tener diferentes causas y afectar a niños y adultos. Algunas de
las causas de la osteomielitis incluyen las siguientes:

 La osteomielitis puede producirse como resultado de una infección


bacteriana en la corriente sanguínea, denominada bacteremia o sepsis,
que se propaga al hueso. Este tipo de osteomielitis es más común en
bebés y niños, y suele afectar a los huesos largos como el fémur (hueso
del muslo) o el húmero (hueso de la parte superior del brazo). En los
adultos, la osteomielitis aparece a menudo en las vértebras de la
columna. La causa de la infección sanguínea suele ser el estafilococo
áureo, aunque puede ser otro tipo de bacteria u organismo fúngico.

 La osteomielitis puede ser también el resultado de una infección cercana


debida a una lesión traumática, inyecciones frecuentes de
medicamentos, un procedimiento quirúrgico o el uso de una prótesis.
Además, las personas que tienen diabetes que sufren ulceraciones del
pie son más propensas a contraerla. En cualquiera de estos casos, el
organismo tiene un portal de entrada directo al hueso afectado.

 Las personas cuyo sistema inmunológico está debilitado son más


propensas a desarrollar osteomielitis. Esto incluye personas que
padecen la enfermedad de células falciformes, el virus de
inmunodeficiencia humana (su sigla en inglés es HIV) o que reciben
medicamentos inmunosupresores como la quimioterapia o los
esteroides.
La osteomielistis puede manifestarse de forma repentina, lenta y leve o bien
puede tratarse de un problema crónico, según el origen de la infección.

¿A quiénes afecta la osteomielitis?

La osteomielitis puede afectar a personas de todas las edades, desde bebés y


niños hasta adultos. Es más común en los bebés, niños y adultos de edad
avanzada. Afecta más a los hombres que a las mujeres. La población con
mayor riesgo incluye las personas cuyo sistema inmunológico se encuentra
debilitado.

¿Cuáles son los síntomas de la osteomielitis?

Los síntomas de la osteomielitis varían según la causa de la infección y si la


infección se ha manifestado de forma repentina o paulatina. A continuación, se
enumeran los síntomas más frecuentes de la osteomielitis. Sin embargo, cada
individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:

 Fiebre (que puede ser alta cuando la osteomielitis es el resultado de una


infección sanguínea).

 Dolor y aumento de la sensibilidad en la zona afectada.

 Irritabilidad.

 Sentirse enfermo.

 Hinchazón en la zona afectada.

 Enrojecimiento en la zona afectada.

 Calor en la zona afectada.

 Dificultad para mover las articulaciones cercanas a la zona afectada.

 Dificultad para cargar peso o caminar.

 Una nueva forma de cojear.

 Rigidez de la espalda (cuando afecta a las vértebras).

Los síntomas de la osteomielitis pueden parecerse a los de otras condiciones o


problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la osteomielitis?

Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para


diagnosticar la osteomielitis pueden incluir los siguientes:

 Exámenes de sangre, que incluyen los siguientes:


o Recuento sanguíneo completo (su sigla en inglés es CBC) -
medición del tamaño, el número y la madurez de las diferentes
células sanguíneas en un volumen de sangre específico, para
verificar la presencia de una infección.

o Velocidad de sedimentación globular (su sigla en inglés es


ESR) - medición de la rapidez con la que los glóbulos rojos caen
hacia el fondo de un tubo de ensayo. Cuando hay hinchazón e
inflamación, las proteínas de la sangre se agrupan y pesan más
de lo normal. Por eso, cuando se las mide, caen y se depositan
más rápido en el fondo del tubo de ensayo. Generalmente, cuanto
más rápido se depositan las células de la sangre más grave es la
inflamación.

o Proteína C reactiva (su sigla en inglés e CRP) - examen de


sangre que ayuda a detectar la presencia de una inflamación o
infección.

 Aspiración con aguja o biopsia de hueso - se introduce una pequeña


aguja en la zona anormal de casi cualquier parte del cuerpo, guiada por
técnicas de imagen, para obtener una biopsia de tejido. Este tipo de
biopsia puede proporcionar un diagnóstico sin intervención quirúrgica.

 Rayos X - examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía


electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los
huesos y los órganos en una placa.

 Escáner con radionúclidos de los huesos - fotografías o rayos X de


los huesos tomados tras haber inyectado un contraste para que es
absorbido por el tejido de los huesos. Se utiliza para detectar tumores y
anomalías en los huesos.

 Tomografía computarizada (También llamada escáner CT o CAT) -


procedimiento de diagnóstico por imagen que utiliza una combinación de
rayos X y tecnología computarizada para obtener imágenes de cortes
transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto
horizontales como verticales. Una tomografía computarizada muestra
imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluyendo los
huesos, los músculos, la grasa y los órganos. La tomografía
computarizada muestra más detalles que los rayos X regulares.

 Imágenes por resonancia magnética (su sigla en inglés es MRI) -


procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes
grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes
detalladas de los órganos y estructuras dentro del cuerpo.

 Ecografía - técnica de diagnóstico que usa ondas sonoras de alta


frecuencia y una computadora para crear imágenes de los vasos
sanguíneos, tejidos y órganos. La ecografía se usa para ver la función
de los órganos internos y para evaluar el flujo sanguíneo a través de
varios vasos.
Tratamiento de la osteomielitis:

El tratamiento específico de la osteomielitis será determinado por su médico


basándose en lo siguiente:

 Su edad, su estado general de salud y su historia médica.


 Qué tan avanzada está la condición.
 Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
 Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
 Su opinión o preferencia.

El tratamiento de la osteomielitis, cuyo objetivo es curar la infección y reducir al


mínimo las complicaciones a largo plazo, puede incluir lo siguiente:

 Medicamentos.
Puede ser necesaria la administración de antibióticos por vía intravenosa
(IV), que puede requerir hospitalización o ser ambulatoria. El tratamiento
de la osteomielitis por medio de antibióticos por vía intravenosa u oral
puede ser muy intenso y prolongarse por muchas semanas.

 Monitorización de los sucesivos exámenes de rayos X y de sangre.

 Control del dolor.

 Reposo en cama o restricción del movimiento de la zona afectada.

 Cirugía.
En ciertos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para
drenar fluido infeccioso o eliminar tejido y hueso dañados.

Consideraciones a largo plazo sobre la osteomielitis:

La osteomielitis exige cuidados a largo plazo para impedir que se produzcan


otras complicaciones, entre las que se encuentran las siguientes:

 Fracturas del hueso afectado.

 Atrofia en el crecimiento de los niños (si la infección ha afectado a la


placa de crecimiento).

 Infección por gangrena en la zona afectada.

También podría gustarte