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Auto 230/01

PROVIDENCIAS JUDICIALES-Clases/PROVIDENCIAS
JUDICIALES-Criterios para su clasificación

AUTOS DE TRAMITE-Noción/AUTOS INTERLOCUTORIOS-


Noción

DEBIDO PROCESO DE TUTELA-Notificación iniciación de la


acción al demandado

PRINCIPIO DE IGUALDAD-Vulneración por no notificar iniciación


de la acción al demandado

Con la omisión de notificación también se violó el principio de igualdad de


las partes ante la ley procesal que exige el otorgamiento de las mismas
oportunidades a las partes para la defensa de sus intereses. Así el Tribunal
haya proferido un fallo favorable a la parte demandada a la cual no notificó,
en caso de que la sentencia hubiera sido impugnada, según la posibilidad
establecida por el mismo Tribunal en la parte resolutiva citada inicialmente,
el ad quem no hubiera tenido más que una visión parcial de los hechos ya que
la información que consta en el expediente no incluye la contestación del
accionado. Con tal visión no se hubiera podido proferir un fallo imparcial y
objetivo.

Referencia: expediente T-450182

Peticionario: Raul Ballestas Boutroz

Procedencia: Tribunal Administrativo de


San Andrés, Providencia y Santa Catalina

Magistrado Ponente:
Dr. MARCO GERARDO MONROY
CABRA
Bogotá, D.C. siete (7) de junio de dos mil uno (2001)

La Sala Sexta de Revisión de tutelas de la Corte Constitucional, conformada


por los magistrados Marco Gerardo Monroy Cabra, Eduardo Montealegre
Lynett y Alvaro Tafur Gálvis procede a dictar el siguiente auto en el proceso de
la referencia

I. ANTECEDENTES

Hechos expresados en la solicitud

1. Manifiesta el accionante que el 7 de noviembre de 2000 suscribió contrato


de arrendamiento sobre un lote ubicado en el sector de cinco esquinas en
San Andrés Isla con el fin de instalar un kiosco de refrigerios.
2. El 12 de diciembre de 2000, el Departamento Administrativo de Planeación
autorizó la instalación de tal kiosco para que en el funcionara una
refresquería. El sector en el cual iba a ser instalado el kiosco tenía como
uso principal el hotelero y como uso secundario el comercial .
3. Aduce el peticionario que el 16 de diciembre de 2000, no obstante la
autorización del departamento administrativo de planeación, el señor
Alvaro Archbold Nuñez, Secretario del Interior del Departamento de San
Andrés. Providencia y Santa Catalina, procedió, sin que mediara acto
administrativo alguno, a derrumbar su kiosco.
4. Con posterioridad al derrumbamiento, el accionante se acercó al despacho
del Secretario del Interior para pedir explicación del derrumbamiento de su
local comercial encontrando como respuesta, según el accionante, que sólo
podría volver a construir en caso de que instalara un casino, una discoteca
o una galería. El peticionario alega no tener capacidad económica para
instalar alguno de estos establecimientos comerciales.
5. El 27 de febrero de 2001, el peticionario interpuso acción de tutela ante el
Tribunal Administrativo de San Andrés por considerar que en virtud de las
hechos anteriormente expuestos se están vulnerando sus derechos al trabajo
y al debido proceso.

Desarrollo procesal
1. Se encuentra en el expediente (fl. 6 vuelto) constancia de la Secretaría del
Tribunal Contencioso Administrativo de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina en la cual se afirma que el 2 de marzo de 2001 se registró proyecto
de auto.
2. Seguidamente, se observa providencia del 5 de marzo de 2001 en la cual el
Tribunal Contencioso Administrativo de San Andrés rechazó por
improcedente la acción de tutela de la referencia por considerar que se
encontraba ante un daño consumado y tal mecanismo de protección no
estaba consagrado para resarcir perjuicios causados. Por tanto, si en el caso
en estudio ya se había dado el derrumbe del Kiosco, muy a pesar de existir
concepto favorable para la construcción del mismo, la vía judicial
procedente no era la acción de tutela sino la acción de reparación directa
por tratarse de una operación administrativa supuestamente ejecutada por la
administración departamental. Además, frente a daños consumados, como
el estudiado en el proceso, se daba una carencia de objeto frente a la cual la
orden del juez no tendría ningún efecto en cuanto a la efectividad de los
derechos presuntamente conculcados. Tal afirmación la sustenta en lo dicho
en las sentencias T-033 de 1994 M.P. José Gregorio Hernandez y T-012 de
1995 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa y en el artículo 6º numeral 4º del
decreto 2561 de 1991 que consagra la improcedencia de la tutela cuando sea
evidente que la violación del derecho originó un daño consumado.

En la parte resolutiva de la misma el Tribunal decidió:

"Rechazar por improcedente la solicitud de tutela presentada por el señor


RAUL BALLESTAS BOTROZ.

En el evento de que el presente fallo no fuere impugnado, envíese el


expediente a la H. Corte Constitucional para su eventual revisión." (el
subrayado es nuestro)

En esta providencia, el Tribunal tomó la decisión de rechazar la solicitud de


tutela (como si se tratase de un auto de rechazo de la acción interpuesta)
pero, al mismo tiempo, lo denominó como fallo y le dio el procedimiento de
tal al dar la posibilidad de impugnarlo y prever el envío de este caso a la
Corte Constitucional para su eventual revisión si no fuere impugnado.
3. Finalmente mediante oficios # 0254 y 0255 (fls. 10 y 11) de la Secretaría
General del Tribunal se les notificó a las partes la decisión tomada en los
siguientes términos:

"Mediante la presente me permito informarle que en auto de fecha cinco


(5) de marzo de dos mil uno (2001), se ha ordenado comunicarle que fue
rechazada por improcedente la Acción de Tutela presentada por el señor
Raúl Ballestas Boutroz." (el subrayado es nuestro)

En tal oficio la Secretaría General otorgó la naturaleza de auto a la


providencia proferida por el Tribunal. Habiendo expuesto el desarrollo
procesal del asunto de la referencia, esta Sala entrará a estudiar in genere la
noción de auto y sentencia para, posteriormente, hacer la respectiva
determinación de la naturaleza de la providencia en estudio.

4. Es de anotar que en el expediente no consta auto admisorio, ni providencia


judicial diferente a la anteriormente anotada.

En el caso en estudio nos encontramos frente a una providencia judicial cuya


naturaleza es preciso determinar para ahondar en el análisis del proceder
judicial

II. CONSIDERACIONES DE LA SALA

1. Clases de providencias judiciales y criterios para su clasificación

Tanto el ordenamiento legislativo colombiano como la doctrina procesal ha


clasificado las providencias judiciales en autos y sentencias. Según el artículo
302 del Código de Procedimiento Civil, "son sentencias las que deciden sobre
pretensiones de la demanda o las excepciones que no tengan el carácter de
previas, cualquiera que fuere la instancia en que se pronuncien, y las que
resuelven los recursos de casación y revisión." y, "son autos todas las demás
providencias de trámite o interlocutorias".

Por otro lado, la doctrina ha denominado sentencia o fallo a aquella


providencia que deciden de manera definitiva sobre las pretensiones de las
partes resolviendo la demanda1 o, como diría Enrico Tullio Liebman en su
Manual de Derecho Procesal Civil, la concreta decisión sobre la demanda
propuesta en juicio o la decisión que declara como fundada o infundada la
demanda propuesta, como inexistente o existente el derecho hecho valer, y
dispone los eventuales efectos consiguientes2. Chiovenda la define como "la
resolución que acogiendo o rechazando la demanda del actor, afirma la
existencia o inexistencia de una voluntad de ley que le garantiza un bien"3

Los autos que se pueden proferir dentro de un proceso se dividen a su vez en


autos de trámite que buscan darle curso al proceso sin que se decida nada de
fondo, dentro de los cuales se encuentra el de admisión de la demanda o el que
decreta pruebas y autos interlocutorios que contienen decisiones o
resoluciones y no meras órdenes de trámite, como el que rechaza la demanda.4

Aplicando tales criterios al caso en concreto, esta Sala observa como la


naturaleza de la providencia en estudio es la de sentencia o fallo. Lo anterior
en cuanto el Tribunal asumió un estudio de fondo, así de este haya deducido la
improcedencia de la tutela invocando el artículo 6 de decreto 2591 de 1991 en
sus numerales 1 y 4 en lo referente a existencia de otro medio de defensa
judicial y daño ya consumado, que conllevó a la decisión sobre la demanda.
Debe quedar claro que el juez de tutela no rechaza una solicitud cuando la
considera improcedente, sino que DENIEGA o C0NCEDE la petición
solicitada con fundamento en la procedencia o no del mecanismo de tutela
para el caso en concreto.

En el procedimiento de tutela sólo existen tres casos de rechazo. Primero, por


no haber sido corregida la acción instaurada en los términos del artículo 17
del decreto 2591 que contempla:

"Si no pudiere determinarse el hecho o la razón que motiva la solicitud de


tutela se prevendrá al solicitante para que la corrija en el término de tres días
los cuales deberán señalarse concretamente en la correspondiente
providencia. Si no la corrigiere, la solicitud podrá ser rechazada de plano."

1
Morales Molina Hernando. Curso de Derecho Procesal Civil - Parte General . Séptima Edición. Editorial
ABC . Bogotá. 1978. Pg. 283
2
Liebman Enrico Tullio. Manual de Derecho Procesal Civil . Ediciones Jurídicas Europa-América. Buenos
Aires 1980. Pg. 598
3
Chiovenda, citado por Hernado Morales en Curso de Derecho Procesal Civil -Parte General. Pg. 456
4
Ibídem 1. Pg 452
Segundo, en el caso de tratarse de una actuación temeraria por haberse
interpuesto y resuelto con anterioridad una tutela por los mismos hechos
(art.38 Dec. 2591/01) y tercero, cuando la tutela es interpuesta ante un juez
que carece de superior jerárquico, haciendo imposible el ejercicio de la doble
instancia. Esta situación se presenta cuando se interpone la tutela ante una de
las Altas Cortes.

En el caso de haberse dado alguna de estas formas de rechazo, se estará frente


a un auto de naturaleza interlocutoria en cuanto a que habría una terminación
del proceso por tal causa. Estos autos de rechazo, a pesar de que terminan el
proceso, no tienen naturaleza de sentencia ya que no realizan un análisis de
fondo de la demanda.

Habiéndose determinado la naturaleza de la providencia del Tribunal, es


necesario establecer si en el caso en concreto se vulneró o no el debido
proceso.

2. Inexistencia de la admisión y notificación de la acción de tutela conlleva


la nulidad de las actuaciones en el proceso de tutela

Como en todo proceso, en la tutela también es indispensable la notificación de


la admisión de la demanda con el fin de hacer la debida integración del
contradictorio. De otra manera, el diálogo procesal se vería totalmente
imposibilitado y el conocimiento del juez parcializado en virtud de que sólo ha
escuchado los argumentos de una de las partes. Por tanto, se estarían
vulnerando el debido proceso, artículo 29 de la Constitución Política que
implica la necesidad de oír a ambas partes dentro del proceso. Al respecto ha
dicho esta Corporación

"De acuerdo con lo señalado por el decreto 2591 de 1991, la acción


de tutela es un mecanismo judicial excepcional que no requiere mayor
formalidad. Sin embargo, ello no es óbice para que pueda sustraerse
a una obligación constitucional como es el cumplimiento estricto del
debido proceso, que debe ser observado en el desarrollo de todas las
actuaciones judiciales y administrativas, conforme lo indica el
artículo 29 de la Constitución Política. El derecho que se tiene a ser
oído en cada actuación judicial o administrativa, atañe no solamente
a quien es demandante, sino también a quienes son demandados y
deben ser informados de la iniciación de cualquier actuación judicial
o administrativa en su contra, pues con las decisiones que se lleguen
a tomar, pueden ver afectados sus derechos."5

Recientemente se dijo esta Corte

"(...) de tal manera que, si la acción de tutela es iniciada por el


pretensionante deberá ser informado el resistente y si éste es el que
inculpa , el primero deberá conocer la inculpación y a uno y a otro
deberá serles comunicada la decisión.

Así las cosas, de conformidad con lo previsto en los numerales 8 y 9


del artículo 140 del Código de Procedimiento Civil, cuando no se
vincula en legal forma al proceso, tanto al sujeto pasivo como a las
personas que ostentan la calidad de partes, advertida la omisión la
actuación adelantada debe anularse."6

En el caso en estudio, el Tribunal Administrativo omitió la notificación de la


iniciación del proceso al Departamento de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina. Con tan grave pretermisión del debido proceso, el juez de tutela negó
toda posibilidad de que se llevara a cabo un verdadero proceso ya que nunca
escuchó a la parte demandada. Es indispensable que una decisión de fondo
sobre las pretensiones de la demanda, como lo es la consideración de
improcedencia de la tutela en el caso en concreto, se tome después de haber
tenido el mayor conocimiento del caso y esto sólo se logra cumpliendo el
principio de la bilateralidad de la audiencia.

Con la omisión de notificación también se violó el principio de igualdad de las


partes ante la ley procesal que exige el otorgamiento de las mismas
oportunidades a las partes para la defensa de sus intereses. Así el Tribunal
haya proferido un fallo favorable a la parte demandada a la cual no notificó,
en caso de que la sentencia hubiera sido impugnada, según la posibilidad
establecida por el mismo Tribunal en la parte resolutiva citada inicialmente, el
ad quem no hubiera tenido más que una visión parcial de los hechos ya que la
información que consta en el expediente no incluye la contestación del
5
Ver auto A-046/98 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa
6
Ver auto A-021/00 M.P. Alvaro Tafur Galvis
accionado. Con tal visión no se hubiera podido proferir un fallo imparcial y
objetivo.

Así las cosas, esta Sala observa la nulidad existente dentro del proceso de la
referencia por la omisión de notificación a la parte demandada según lo prevé
el numeral 8 de artículo 140 del Código de Procedimiento Civil, la cual
procederá a declarar.

DECISION

En mérito de lo expuesto, la Sala Sexta de Revisión de la Corte


Constitucional, en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

R E S U E LVE

Primero: Declarar la nulidad de todo lo actuado en este proceso de tutela


tramitado por el Tribunal Administrativo de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina.

Segundo: Ordenar al Tribunal Administrativo de San Andrés Providencia


y Santa Catalina que rehaga la actuación procesal con la vinculación desde
su inicio del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina.

Cópiese, notifíquese, insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional y


cúmplase.

MARCO GERARDO MONROY CABRA


Magistrado

EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT


Magistrado

ALVARO TAFUR GÁLVIS


Magistrado

MARTHA VICTORIA SÁCHICA DE MONCALEANO


Secretaria General

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