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El fenómeno IMPERIALISTA y la expansión europea.

Para un análisis breve del proceso histórico imperialista considero como fundamental enamorarnos en
tiempo y espacio, establecer alguna serie de disposiciones generales (Sandoica), definir cómo estaba
organizado el globo; interrelacionar los factores políticos (Eley), económicos (Mommsen y Hobsbawm),
culturales, geográficos (hobsbawm) e ideológicos y, posteriormente, presentar los debates teórico-
políticos sobre la etapa imperial (Lenin y Hobson).

En el período que va de 1875 a 1914 encontramos un nuevo tipo de imperialismo, que implica lo que se
conoce como el “reparto final del siglo”. Sin embargo desde principios del siglo XIX comienza la
expansión Europea por el resto del mundo. Podemos definir a esta etapa como la era del Imperio
(1875/1914) porque:
1 fue el período en donde se desató un nuevo tipo de imperialismo;
2 hubo una enorme cantidad de gobernantes que se auto-reconocieron como emperadores. Por supuesto
que la nueva expansión se asienta sobre las bases y los mecanismos de la vieja colonización capitalista
comercial de los siglos XV y XVI. Sin embargo presenta diferencias con aquella; en este momento
aparecen los IMPERIOS COLONIALES.
En resumidas cuentas, hablamos de un mundo en el que los países avanzados dominaron política, social,
cultural y económicamente a los atrasados. Asia y África fueron completamente divididos, por su parte el
territorio americano no generó mayores tensiones. Este reparto del mundo desde una dimensión
territorial implicó una distribución del globo entre seis Estados-imperios-potencias: Reino Unido (10
millones km2 con los territorios de India, Malasia, Kenia, Egipto, Sudáfrica), Francia (9 millones km2:
Argelia, Madagascar, Indochina, Gabón, Sur del Sahara), Alemania, Estados Unidos (250.000 km2:
Hawai, Filipinas), Bélgica (Congo, Ruanda) e Italia (Etiopía). En el caso de Portugal las colonias se
ampliaron en 750.000 km2 (Angola y Mozambique). España consiguió la posesión de Marruecos y
Sahara occidental. Rusia perdió algunas posesiones a expensas de Japón.
Los observadores contemporáneos mostraron diferentes interpretaciones frente al proceso. Para los
ortodoxos tradicionalistas era una nueva era de expansión colonial, pero para los heterodoxos implicó
una nueva etapa dentro del desarrollo capitalista. Por lo tanto, pese a que el término “imperialismo” ya
existía como tal, para fines del siglo XIX describía un fenómeno nuevo. En ese mismo momento adquirió
su innegable dimensión económica que no perdió desde entonces. Resumidamente, las colonias eran
dependencias de los países desarrollados.
Uno de los acontecimientos centrales del siglo XIX es la creación de una economía global.
¿Cuáles son las características claves de la economía mundial en la Era del imperio?
1 La base geográfica se amplía. Aparecen nuevos sectores que juegan un rol fundamental y el mercado
mundial de materias primas crece notablemente. La consecuencia fue el desarrollo de estas zonas y su
integración en el mercado mundial.
2 Economía mundo mucho más plural que antes. El Reino Unido dejó de ser el único país completamente
desarrollado e industrializado. En consecuencia la era del Imperio se basó en la rivalidad de los diferentes
Estados. Sumado a esto, las relaciones entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado eran muy
variadas y complejas. La Era del Imperio había dejado de ser monocéntrica. Sin embargo el pluralismo
quedó limitado con la dependencia que se mantuvo de los servicios financieros, comerciales y navieros
con respecto al Reino Unido. Podemos considerar entonces que el pluralismo reforzó la posición central
de Reino Unido. Hay que entender que las colonias debían complementar a las economías metropolitanas
y no competir con ellas. Sin embargo la importancia económica de estos territorios no explica el motivo

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de por qué los principales Estados industriales iniciaron la carrera para dividir el mundo en colonias.
Explicaciones:
1 la necesidad de encontrar inversiones más favorables por la presión del capital.
2 búsqueda de mercados con el fin de forjar un impulso exportador.
3 el factor fundamental está en que una serie de economías desarrolladas (al mismo tiempo) tuvieron que
encontrar nuevos mercados de influencia. Así cuando eran fuertes tenían los mercados del mundo
subdesarrollado a su disposición, pero cuando eran débiles conseguían territorios en donde sus empresas
se encontraban en una situación privilegiada de monopolio.
DESDE ESTA PERSPECTIVA EL IMPERIALISMO ERA LA CONSECUENCIA NATURAL DE
UNA ECONOMÍA INTERNACIONAL BASADA EN LA RIVALIDAD DE VARIAS ECONOMÍAS
INDUSTRIALES COMPETIDORAS ENTRE SÍ.
3 La revolución tecnológica, se incorporó a la vida moderna el teléfono y el telégrafo. También, la
bicicleta. Hubo una serie de perfeccionamientos con respecto a la tecnología del vapor y del hierro por
medio del acero y las turbinas. Desarrollo del fordismo, en Europa la era del FFCC.
4 Transformación en la estructura y en el modus operandi de la empresa capitalista. Dos situaciones parte
de un mismo proceso: A, proceso de concentración de capitales, crecimiento en escala que permitió
distinguir entre la empresa y la GRAN empresa. B, racionalización de la producción y la gestión
empresarial, aplicando métodos científicos a la tecnología y también a la organización.
5 Transformación del mercado de los bienes de consumo: el mercado de masas comenzó a dominar las
industrias productoras de bienes de consumo. El modelo T de Ford 1 revolucionó la industria
automovilística. Esto permitió la aparición de nuevos servicios y productos para el mercado de masas:
cocinas de gas, bicis, cine.
6 Crecimiento del sector terciario2 de la economía (pública y privada). Aumento de los puestos de trabajo
en oficinas, tiendas y otros servicios. La cantidad de mano de obra trabajando en sectores de comercio se
quintuplicó desde 1851.
7 Convergencia e interrelación entre la política y la economía, es decir, el papel cada vez más importante
del gobierno y del sector público; o lo que muchos denominan como el avance del “colectivismo”. Desde
1875 se empezó a extender la efectividad de la autonomía de la economía de mercado: la famosa mano
oculta de Adam Smith. La democratización de la política llevó a los gobiernos a aplicar políticas de
reforma y bienestar social; y por otra parte, las rivalidades políticas entre los estados y la competitividad
económica entre grupos nacionales contribuyeron tanto al imperialismo como a la génesis de la primera
guerra mundial. Sin embargo el sector público era un complemento de la economía privada.
De esta manera creció y se desarrolló la economía del mundo desarrollado. Realmente el éxito fue
más que evidente. Se estaba viviendo una época floreciente. Belle epoque económica. Para los hombres
de negocios 1913 sería el punto de referencia al que después de la primera guerra mundial esperaban a
regresar. Sin embargo fueron estas mismas tendencias las que llevaron a la guerra mundial, a la
revolución y a la perturbación política.
En síntesis, se consolidó un tejido cada vez más denso de transacciones económicas, redes de
comunicaciones y movimientos de productos. La globalización de la economía fue incrementándose. La

1 Modelo Tin Lizzie o en ARG, Ford a bigotes. Auto barato con el que se inició la producción en cadena, permitiendo bajar
los costos y facilitar la adquisición de automóviles a la clase media.
2 Aquel sector que se encarga de los servicios no productores ni transformadores de bienes materiales. Satisfacen las
necesidades de cualquier sociedad del mundo. Incluye subsectores como el comercio, finanzas, turismo, la administración
pública y los servicios públicos (salud, seguridad, educación).

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red de transportes fue la que permitió que zonas marginales se incorporaran a la economía mundial. En
cierta y gran medida el desarrollo tecnológico dependía del aprovisionamiento de materias primas: para
la combustión, se necesitaba petróleo (-EEUU y URSS- y caucho -el Congo y el Amazonas-). El estaño
provenía de Asia y Suramérica, el cobre comenzó a ser requerido a partir del crecimiento de la industria
del automóvil: Chile, Perú, Zaire. Además, continuaba la demanda de metales preciosos. En este sentido
tres eran los pilares de las economías imperiales:
1 Las MINAS ABRIERON EL MUNDO AL IMPERIALISMO.
2 Las plantaciones, explotaciones y granjas.
3 la existencia de financieros y comerciantes metropolitanos.
Continuando en la misma línea de análisis y entendiendo que las explicaciones no pueden limitarse a
factores económicos, la ACCIÓN POLÍTICA, o su dimensión política resulta inseparable de la cuestión
y de las motivaciones económicas. Por ejemplo, la estrategia política era clave en el Reino Unido para
poder controlar el acceso a diversas regiones terrestres y marítimas. En este sentido es imposible entender
y analizar el imperialismo sin explicar los acontecimientos específicos que atravesaron al capitalismo
durante el siglo XIX. Es decir que debemos enmarcar el surgimiento y el nacimiento de la etapa
imperialista dentro de la contemporaneidad y del nuevo mundo contemporáneo, destacando la influencia
de los principios del Iluminismo (el liberalismo político) y el nacimiento de la economía mundial y
global. Nos adentraremos brevemente en el liberalismo político, sustento teórico de los territorios
metropolitanos imperiales.
Desde mediados del siglo XIX, en todos los estados de Europa el liberalismo (apoyado por un sector de
la burguesía ascendente3) iniciaba el ataque contra el orden y el poder monárquicos. El programa que
exigían implicaba: derechos humanos y civiles, participación en la vida política, libertad de acción,
limitación de la intervención del Estado. Con el tiempo, pese a que presentó fuertes resistencias por parte
de los sectores conservadores, su victoria resultó inminente; principalmente por haberse aliado con la
idea de la nacionalidad. A la par y en íntima relación con el fenómeno imperial vemos el desarrollo y la
transformación del nacionalismo entre 1870 y 1918. 1, este nuevo nacionalismo reivindicaba el principio
de la autodeterminación. Derecho a poder ser un estado aparte e independiente. 2, la etnicidad y la lengua
pasaron a ser criterios claves de la nacionalidad. 3, desplazamiento hacia la derecha política de los
sectores nacionalistas. Vemos en este período la multiplicación notoria de los movimientos nacionalistas.
Observamos sus surgimientos en Georgia, Lituania.
Mientras que el liberalismo era fuertemente atacado por los sectores conservadores, también recibía
fuertes críticas desde el socialismo, principalmente por parte de Marx. (Igualmente, todavía el socialismo
no presentaba ser un peligro político real). Otro problema era la democracia radical. Sin embargo el
liberalismo era el único movimiento político con posibilidades de disputarle con éxito el poder del Estado
a los grupos aristocráticos (Mommsen; ). Para 1880 las fuerzas liberales cae en un letargo político que
demuestra el agotamiento de su función agresiva. Veinte años más tarde el liberalismo logró recuperarse,
aferrándose a los ideales de nación. La NACIÓN como COMUNIDAD DE ACCIÓN responde a los
principios liberales y democráticos. En particular el liberalismo italiano y el alemán entendían que la
unidad nacional y la libertad política eran las dos caras de una misma moneda, dos cuestiones partes de

3 Hablamos de burguesía ascendente entendiendo que según los Estados que estemos hablando el período de conformación de
las fuerzas burguesas fue paralelo al desenvolvimiento del siglo XIX y de las revoluciones político-burguesas. Tal como
afirma Hobsbawm en los Ecos de la Marsellesa, y pese a que se esté refiriendo en lo particular a la Revolución Francesa, él
destaca que pese a que hoy la definamos como una revolución burguesa, en ese momento no hubo una intencionalidad
definida para que esa revolución adquiriera el tinte burgués. Fue la misma burguesía y la “clase media” las que fueron
forjando sus propias ideologías e identidades en el proceso revolucionario.

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un mismo proceso. Así, la nación desea poder. Esta fuerza arrolladora del nacionalismo se hace patente
en los ‘80 en Europa cuando se transforma en IMPERIALISMO. Los pueblos ya no querían tener un rol
dentro del sistema europeo, sino que querían ser una potencia ultramarina. Este imperio nacionalista que
surge implicaba LA EXPANSIÓN O APROPIACIÓN DE TERRITORIOS ULTRAMARINOS CON EL
FIN DE PERDER EL ESTATUS DE POTENCIA EUROPEA Y CONVERTIRSE EN UNA GRAN
POTENCIA MUNDIAL. De esta manera a partir de la posesión de colonias se fortalecía la propia
posición de dominio nacional. Es decir que el imperialismo era una forma extrema de nacionalismo.

Igual de importante son “los vínculos entre racismo y nacionalismo” (Hobsbawm; ). Lo que hacía
confundir aún más la raza y la nación era que se usaron como sinónimos virtuales. Así el nacionalismo
lingüístico y el étnico se reforzaban mutuamente. Proporcionó esta situación la posibilidad de manifestar
una hostilidad para con los extranjeros, los exóticos. Por lo tanto, la era del imperio también puede ser
analizada desde una dimensión cultural. La conquista del mundo por una minoría desarrollada
transformó imágenes, ideas, aspiraciones… Esto afectó significativamente a las elites indígenas. Fue el
imperialismo con el fenómeno asociado de las misiones cristianas lo que permitió que surgieran elites
locales cercanas a un tipo de educación occidental. De esta manera la consecuencia del imperialismo en
términos culturales es la OCCIDENTALIZACIÓN. Gandhi es la ilustración perfecta del imperialismo:
proveniente de flia comerciante, tuvo una formación profesional y política en el Reino Unido. Él se
adentró en los círculos occidentales pero llegó a ser un líder hindú. Supo y pudo fusionar elementos
orientales con occidentales. Él se convirtió una figura clave en el movimiento nacional Indio y se destacó
como el defensor de los intereses de los derechos de los indios en Sudáfrica. Por lo tanto el legado
cultural más importante del imperialismo es la educación de tipo occidental para las minorías. Muchos
descubrieron el cristianismo, la docencia, la burocracia y la opción de un empleo estable. Se trataba de
minorías formadas y de futuros líderes. Otra de las consecuencias culturales de este período es el
EXOTISMO, es decir que desde Europa se consideraba que los países situados fuera de ese continente
eran “una especie de barómetro para medir la civilización europea” (Hobsbawm; imp) De esta manera se
consideraba a los pueblos y territorios no europeos como sociedades inferiores, indeseables, enfermos y
débiles. Los valores de las sociedades no europeas con el tiempo fueron perdiendo importancia. Lo
exótico se integró cada vez más en la educación. Esas muestras de mundos extraños como anormales
eran por supuesto ideológicas, buscaban reforzar el sentido de superioridad de lo “civilizado” frente a lo
“primitivo”. Otra de las cuestiones que fundamentaba el sentimiento de superioridad estaba dado por los
estudios y conocimientos científicos sobre aquellas sociedades. En este sentido entendemos que la
interpretación darwinista, racista e imperialista son parte de una misma cosa.
El significado simbólico de la colonialidad también es importante: la adquisición de colonias se convirtió
en un signo de status. Las grandes potencias eran las que tenían colonias, las pequeñas no tenían derecho
a ellas. Pese a que entendemos que las estrategias son claves a la hora de interpretar el imperialismo,
también consideramos que las explicaciones que priorizar únicamente en ese factor no se detienen en los
aspectos económicos y comerciales del imperialismo.
Hasta ahora nuestro análisis del imperialismo fue desde las metrópolis, desde los beneficiados del
sistema de colonias, desde las cabezas imperiales. Sin embargo fue sumamente importante la aparición de
los nuevos movimientos obreros locales. En este sentido podemos retomar la idea de la existencia de un
imperialismo social que, con el fin de evitar una Guerra Civil y posibles enfrentamientos, le otorgó a la
sociedad una serie de beneficios y acuerdos económicos para amortiguar el descontento. Por lo tanto son
innegables las ventajas del imperialismo para las metrópolis; en muchos casos ayudó a estimular a las

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masas para identificarse con el Estado y con la nación imperial para dar legitimidad al sistema y crear un
buen cemento ideológico. Hay que reconsiderar hasta qué punto era efectiva la exaltación patriótica y
cómo alcanzó una gran popularidad entre las clases medias y los trabajadores.
Son incontables (e innegables) las consecuencias, problemas e incertidumbres que el imperialismo
planteó. Entre ellos, la principal contradicción radicaba en la forma en que las clases dirigentes de la
metrópoli gobernaban sus imperios y la manera en que lo hacían frente a estos pueblos. Mientras que en
algunas de las metrópolis hablamos de electoralismo democrático, en las colonias hablamos de
autarquía (basado en la coacción física y la sumisión pasiva a una autoridad/superioridad que parecía
imposible de desafiar por presentar poderes absolutos sobre territorios extensos). Podemos ver cómo los
deseos imperialistas engendraron dentro de sí los temores a la democracia.
Otra de las incertidumbres: fue el imperialismo el que enfrentó a una pequeña minoría de blancos contra
enormes masas de negros, ¿Cuánto más podría durar la pasividad de esa gran mayoría? Entonces si ese
imperialismo era débil frente a sus súbditos, ¿no era aún más vulnerable a la erosión desde dentro del
deseo de gobernar? Quizá la misma riqueza que las empresas imperialistas generaron debilitaban a las
estructuras necesarias para sostener los imperios. El imperialismo quizás conducía al parasitismo en el
centro y al triunfo de los bárbaros.
Como conclusión de este tema considero necesario establecer una serie de disposiciones generales.
1 El impacto de la expansión occidental europea por el resto del mundo es innegable y además, necesario
para comprender las relaciones internacionales en el siglo XX.
2 El significado del imperialismo para los países metropolitanos radica en factores económicos, pero
también en un sentido simbólico: colonias-status.
3 El impacto de este proceso histórico fue sumamente importante y desigual, porque las relaciones entre
metrópolis y colonias eran asimétricas. El impacto de las metrópolis sobre el desarrollo de las colonias
fue decisivo, mientras que el impacto de las colonias para las metrópolis fue casi insignificante, salvo en
casos excepcionales. Por lo tanto es que consideramos que el análisis del período imperialista desde los
territorios coloniales cobra nuevos sentidos y significancias.
INTERPRETACIONES TEÓRICAS:
En relación con las diversas interpretaciones que presenta el período el análisis socialista marxista es
fundamental. Considera que el colonialismo es parte de una nueva fase del capitalismo. Sin embargo esta
interpretación (Leninista4), tendía a exagerar la importancia del factor económico. Desde esta
perspectiva la importancia del nuevo imperialismo radicaba en la competitividad entre economías
nacionales capitalistas e industriales rivales. En esta ECONOMÍA GLOBAL las zonas antes periféricas y
aisladas pasan a tener un rol de vital importancia. Igualmente esta interpretación resalta la necesidad de
entender que el imperialismo surge como la continuación de las características fundamentales del
capitalismo, pero se convierte en imperialismo cuando alcanza un grado definido de su desarrollo. Lenin
destaca con especial énfasis las cuestiones económicas resumiéndolo en CINCO RASGOS
FUNDAMENTALES:
1 Concentración de la producción y del capital crean mercados MONOPÓLICOS,
2 La suma del capital bancario y el capital industrial forjan el CAPITAL FINANCIERO.
3 EXPORTACIONES DE CAPITAL, clave de la densidad de interacciones económicas.
4 REPARTO DEL MUNDO entre las grandes potencias.
5 ASOCIACIONES CAPITALISTAS Y MONOPOLISTAS se reparten el mundo.
4 Fue un político, revolucionario y filósofo ruso líder del partido bolchevique y principal referente de la Revolución de
Octubre del ‘17 que implicó la toma del poder por parte del sector obrero y la instauración de la dictadura del proletariado

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Para Lenin en la explicación del imperialismo es fundamental describir las cuestiones económicas,
entendiendo también con quién está discutiendo a la hora de desarrollar su teoría (con Kautsky y su
propuesta vacía del ULTRAIMPERIALISMO).
Hobson5 por su parte entiende que a la hora de hablar de imperialismo hay que relacionarlo con su
contorno; para él el nacionalismo, el internacionalismo y el colonialismo son parte explicativa de la etapa
imperial. Antes de analizar su propuesta teórica me parece interesante retomar la advertencia que nos
hace Hobsbawm: a diferencia del concepto de democracia por ejemplo, el imperialismo es una actividad
que habitualmente se desaprueba y que carga con una connotación peyorativa; por lo tanto, para los que
hablan sobre imperialismo siempre es una actividad realizada por otros. Por lo tanto no es casualidad que
esta interpretación provenga de un economista inglés. Básicamente para Hobson hay una idea
nacionalista (base y sustento de la unidad política y la fraternidad territorial), y este nacionalismo fue el
que permitió unir estados y pcias que hasta el momento presentaban relaciones débiles. Sin embargo hay
un momento de degeneramiento del sentir nacional: cuando el nacionalismo se usa como excusa para
fundamentar la invasión al extranjero. Acá es cuando colonialismo e imperialismo se entrelazan. Cuando
se migra y se controlan tierras extranjeras pero no se permite el conservar los plenos derechos, ni el poder
político-económico se generan situaciones de DEPENDENCIA. Este internacionalismo competitivo se
mantiene en base a un nacionalismo fuerte. Y, por supuesto, la perversión del nacionalismo para Hobson
es el imperialismo.

Aróstegui/Sandoica.
Hobsbawm. Los ecos de la Marsellesa. “La revolución de la clase media”
Hobsbawm. La era del Imperio
Hobsbawm. Naciones y nacionalismos
Hobson. Imperialismo y nacionalismo
Lenin. El imperialismo como etapa superior del capitalismo
Mommsen. Tendencias básicas y fuerzas dominantes de la época.

5 Hobson fue un economista inglés crítico del imperialismo. Estudió en Oxford. Es uno de los principales referentes del
reformismo burgués sosteniendo que se podían eliminar los inconvenientes del sistema capitalista a través de reformas desde
dentro.

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