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MODERNIZACION I. INTRODUCCION
NEOCAPITALISTA Durante los últimos años el tema de la
REESTRUCTURACION modernización y de la modernidad ha vuelto
a ubicarse como uno de los puntos centrales de
PRODUCTIVA Y TERRITORIAL las discusiones sobre estrategias y políticas de
desarrollo en la mayor parte de los países lati-
EN CHILE, 1973-90* noamericanos. En esas discusiones, la palabra
modernización aparece como un atributo esen-
cial para discernir lo que es deseable o indesea-
CARLOS A. DE MATTOS ble en materia de políticas, tanto públicas como
privadas.
¿Qué es lo que se entiende por moderniza-
ción en ese contexto? Por lo general, se califica
como tal a los esfuerzos encaminados a replicar
aquí ciertas innovaciones que ya han sido in-
troducidas y adoptadas en otros países más
avanzados; en ese sentido, la modernización
puede ser identificada con la voluntad de
sincronizar la evolución de estos países con la
de aquellas naciones. Se refiere, por lo tanto, a
un proceso permanentemente inacabado (e in-
acabable), con resultados siempre imperfectos
y con complejas y contradictorias consecuen-
cias sobre las respectivas estructuras políticas,
económicas, sociales y culturales.
Con esta perspectiva, cada momento rele-
vante de cambio vivido por estos países podría
observarse como una etapa de ese largo e in-
concluso proceso modernizador; en él, los di-
versos proyectos nacionales (oligárquico, po-
pulista, desarrollista, neocapitalista1) que han
jalonado y dado contenido a su historia, po-
drían ser considerados como expresión de la
voluntad política prevaleciente por introducir
en ellos los rasgos de lo que entonces era perci-
bido como modernidad2, sin que —como es ob-
vio— esa modernidad nunca haya podido ser
plenamente replicada en estas realidades. Por
lo tanto, la modernización de la que hoy se
habla reiteradamente alude, en lo esencial, al
1
En este trabajo usamos la expresión neocapitalista para
caracterizar la intencionalidad esencial que da impulso a los
procesos de modernización que se vienen desarrollando des-
de la década de los setenta y al tipo específico de sociedad
* Este trabajo fue publicado originalmente en la Revista que ha ido resultando de ello.
2
Estudios Territoriales (Madrid, número 37, septiembre-di- Dejando de lado de la discusión sobre el concepto
ciembre 1991) y se publica ahora en EURE con autorización de modernidad, en este trabajo se le utiliza para hacer refe-
de la misma. El autor agradece los comentarios y sugeren- rencia a la situación lograda en los países más avanzados en
cias que Francisco Alburquerque Llorens, Enrique Román y cada circunstancia histórica y cuyos rasgos se busca incesan-
Verónica Silva realizaron sobre una primera versión de este temente reproducir en nuestras realidades periféricas, a través
trabajo. de los denominados procesos de modernización.
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propósito de ciertas fuerzas sociales —y, en par- cuadas para una valorización del capital que
ticular, al de las fuerzas sociales dominantes— permitiese estimular un desarrollo basado fun-
de reproducir aquí los aspectos que caracterizan damentalmente en la acumulación privada.
y distinguen a la fase del desarrollo capitalista Las estrategias y políticas de la reestructura-
que ahora se está consolidando en los países ción encontraron un soporte y estímulo funda-
más avanzados. mental en las innovaciones introducidas por la
revolución científico-técnica, en la medida que
ellas han coadyuvado, por un lado, a una mejor
II. MODERNIZACION Y articulación de los mecanismos financieros a
REESTRUCTURACION GLOBAL escala mundial y, por otro, a hacer posible una
mayor deslocalización de procesos y subpro-
1. Un nuevo impulso modernizador cesos productivos; de esta manera, viabilizaron
la aparición de nuevas formas de organización
Para aprehender la específica connotación empresarial, que han culminado en el modelo
que actualmente se está asignando al término postfordista de acumulación flexible (Galio,
modernización es necesario ubicar —aun sea de 1989; Lipietz y Leborgne, 1989). Todo ello ha
manera esquemática— el referente concreto que contribuido a afirmar una nueva división inter-
le da origen y sentido; hoy en día este referente nacional del trabajo y a profundizar la transna-
está definido por aquellos rasgos que en el pla- cionalización de la economía mundial. Así, los
no de la organización social, de las ideas, de aportes de la revolución científico-técnica han
las técnicas y de los productos, se han ido im- establecido los cimientos esenciales para la
poniendo en algunos países de mayor desarro- consolidación de la nueva modalidad de desa-
llo relativo. De esta forma, podría decirse que rrollo capitalista que se ha venido perfilando
el actual ímpetu modernizador encuentra su im- desde entonces.
pulso en la irrupción de una nueva modalidad Esta nueva fase de la evolución del capi-
de desarrollo capitalista, que ha comenzado a talismo ha sido acompañada por un proceso de
generalizarse desde comienzos de la década de mundialización de todas las formas del ciclo
los años setenta, como resultado de las estrate- del capital, aspecto éste que constituye uno de
gias y políticas, tanto públicas como privadas, los rasgos fundamentales que caracteriza a la
adoptadas con el propósito de enfrentar la cri- nueva realidad que emerge de estas trans-
sis estructural que los afectaba. Es en este sen- formaciones; este proceso se expresa en la
tido que parece apropiado hablar de procesos globalización del capital-mercancía a través de
de modernización neocapitalista. la intensificación de los intercambios, del capi-
Esa nueva modalidad se fue definiendo como tal-dinero por el aumento de la circulación de
reacción frente a los postulados y a los resulta- los capitales y del capital-productivo por la ge-
dos de las políticas de inspiración keynesiana neralización de la deslocalización de procesos
que se habían aplicado en forma generalizada o subprocesos productivos (Michalet, 1985:
durante las décadas precedentes; se consideró 101).
entonces que estas políticas habían contribuido Una de las principales consecuencias de este
a establecer un conjunto de obstáculos para la conjunto de cambios se encuentra en el hecho
valorización privada del capital y, de esta ma- de que, a medida que la lógica del nuevo modelo
nera, para la propia dinámica de acumulación y traspasa las fronteras nacionales, las ilusiones
crecimiento de cada economía nacional. sobre la factibilidad de una modalidad alterna-
Para revertir esta situación se preconizó la tiva de desarrollo van perdiendo impulso. La
necesidad de proceder a una profunda reestruc- dinámica de la globalización se convierte en un
turación de las sociedades nacionales y de la obstáculo fundamental para la acumulación y
propia comunidad internacional. El discurso de el crecimiento autónomo; las múltiples articu-
la reestructuración —en el que prevalece una laciones (financieras, productivas, tecnológicas,
fuerte influencia de las concepciones teórico- culturales, de patrones de consumo, etc.), que
ideológicas neoliberales— contempla un vasto vinculan a actores sociales y actividades pro-
conjunto de transformaciones, focalizadas en ductivas en una sociedad globalizada, condena
una redefinición del papel del Estado, compati- despiadadamente al estancamiento y/o a la re-
ble con el restablecimiento de condiciones ade- gresión a los países que intentan seguir el ca-
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 17
mino de un crecimiento más autónomo. Así, la servarlos en el marco de la evolución, las con-
realidad observable muestra cómo la mayor tradicciones y los condicionamientos inherentes
parte de los países que habían optado por ese a la propia evolución capitalista; desde esta
camino ahora pugnan por salirse del mismo perspectiva, los proyectos políticos que hoy
mediante traumáticas rupturas con su pasado prevalecen en nuestros países adquieren dife-
aislacionista. De esta manera, la lógica del nue- rente significado y trascendencia y pierden esa
vo modelo de desarrollo capitalista ha comen- aparente transitoriedad.
zado a imponer sus principales rasgos en áreas
cada vez más extensas del planeta, desbordan-
do incluso las barreras políticas que hasta ahora 2. La modernización neocapitalista en Chile
aparecían como más rígidas: las que separaban
a los países capitalistas de los del socialismo Como ocurrió en la mayor parte de estos
real. países hacia comienzos de la década de los años
Esta dinámica de acumulación encontró un setenta, también Chile había evolucionado hacia
terreno sumamente fértil en América Latina, una difícil encrucijada, de la que intentaría salir
donde el modelo de crecimiento hacia adentro, por la vía de un proceso de transición democrá-
adoptado en el período populista/desarrollista, tica al socialismo; el intento de impulsar una
estaba viviendo la fase final de su proceso de estrategia de esta naturaleza desde el ámbito
agotamiento. En esas circunstancias, la mayor mismo de un Estado capitalista en avanzada
parte de las fuerzas políticas latinoamericanas fase de consolidación, estuvo desde sus inicios
comenzaron a comprometerse con estrategias y condenada a un inevitable fracaso, al que si-
políticas orientadas a profundizar la inserción guió, en 1973, un radical y violento corte polí-
de sus países (y, en especial, de sus activida- tico-institucional.
des) en esa economía-mundo; para ello han ido Los militares llegados al poder y la tecno-
adoptando paulatinamente el camino de la mo- burocracia que los acompañó se inclinaron por
dernización neocapitalista. impulsar una reestructuración basada en los pos-
Lenta y tímidamente al comienzo, pero ad- tulados teórico-ideológicos del neoliberalismo
quiriendo en estos últimos años un ritmo des- e inspirada en ciertas experiencias realizadas
enfrenado, los gobiernos respectivos han co- bajo esa influencia. Por otra parte, ese camino
menzado a impulsar, siempre en nombre de la coincidía, en lo fundamental, con el que trataba
modernización, este tipo de estrategia. Distintas de imponer el FMI como condición para un
expresiones se han utilizado para bautizarla: "manejo económico sano". Con estos antece-
ajuste estructural, reestructuración económica o dentes, la modernización en Chile acompaña —
productiva, reconversión industrial, transfor- obviamente con los desfases y las fragmen-
mación productiva, etc. Más allá de la denomi- taciones naturales en la evolución de un país
nación utilizada, el hecho cierto es que prácti- periférico— la reestructuración que se había co-
camente todos los países latinoamericanos han menzado a producir desde comienzos de los
terminado por orientarse en esta dirección. años setenta.
Algunas evaluaciones iniciales de estos pro- Un conjunto de condicionamientos internos
cesos tendieron a concluir que se trataba de presionaba a favor de la adopción de un cami-
meras irregularidades motivadas por la cir- no de este tipo. En efecto, el proceso que co-
cunstancial preeminencia, en la definición de mienza a desarrollarse entonces en Chile no so-
las respectivas políticas públicas, de ciertas co- lamente reposa en una convicción sobre la bon-
rrientes teórico-ideológicas del pensamiento dad (y la necesidad) del nuevo paradigma teó-
económico contemporáneo; al observarlos como rico-ideológico, sino que la propia evolución
fenómenos transitorios, debidos a situaciones social del país había establecido condiciones
políticas de carácter excepcional, se tendió a propicias para hacerlo viable. De hecho, las
soslayar las verdaderas razones y la significa- transformaciones producidas durante la fase
ción histórica de estos cambios. Por encima de populista/desarrollista habían provocado pro-
cualquier evaluación positiva o negativa, o de fundos cambios en la matriz del poder social,
cualquier postura a favor o en contra de estas estableciendo condiciones sociopolíticas favo-
estrategias y políticas, para ubicar adecuada- rables al advenimiento de un nuevo proyecto
mente su verdadera naturaleza, es necesario ob- político.
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canalizarse hacia los lugares de mayor presión, te de las inversiones en infraestructura básica y
al tener un mayor número de habitantes. Al en servicios (administración pública, salud,
ampliarse, en cambio, el papel que debe jugar educación, etc.), que consideraba esenciales para
la inversión privada, un porcentaje mayor de la regular el tipo de desarrollo que deseaba im-
inversión total se realiza en el nivel regional, pulsar 6, su papel como productor se redujo
por cuanto los proyectos de mayor rentabilidad sistemáticamente. Si bien subsistieron algunas
se encuentran en la utilización de los recursos empresas públicas sin privatizar 7, no hubo nue-
naturales." (ODEPLAN, 1979:15). vas inversiones productivas de importancia por
En lo esencial, este discurso reposa en la parte del Estado en todo este período. Al mismo
convicción de que, en una economía abierta de libre tiempo, ante la excesiva acentuación de algunos
mercado, donde las exportaciones debe- desequilibrios (sociales, territoriales), inherentes
rían constituirse en el elemento motriz del sis- a la propia dinámica de un proceso que quedaba
tema, una parte importante de la actividad pro- esencialmente librado al juego de las fuerzas
ductiva debería orientarse hacia aquellos luga- del mercado, se establecieron ciertas políticas
res del territorio donde estuviesen ubicadas las de carácter compensatorio.
respectivas bases de exportación; de esta mane- En consecuencia, dado que los componentes
ra, esos lugares podrían beneficiarse de una centrales del proceso de acumulación y creci-
mayor acumulación y crecimiento. A partir de miento fueron dejados en manos de la empresa
este fundamento teórico, en la práctica concre- privada, el análisis de las modificaciones que
ta, la gestión territorial del Gobierno Militar se produjeron en el patrón territorial de acumu-
resultó básicamente de la aplicación de un con- lación debe centrarse en los cambios que afec-
junto de políticas públicas de enfoque global- taron a la inversión respectiva. El punto de
nacional, orientadas a restablecer su papel al partida para ese análisis debe situarse en el he-
mercado y a producir la buscada apertura exter- cho de que, con el avance de la reestructura-
na; en ese contexto, la gestión territorial apa- ción, efectivamente los principales flujos de ca-
rece como una función complementaria al es- pital privado (nacional y transnacional) se
tablecimiento y la consolidación de los grandes orientaron predominantemente hacia el manejo,
objetivos macroeconómicos, por lo que de hecho explotación y comercialización de los recursos
se puede hablar de una verdadera gestión terri- con mayor y más firme demanda externa.
torial implícita o indirecta.
Esta reorientación de la inversión privada se
Para el análisis de las consecuencias de este tradujo en la formación de una red de cadenas
tipo particular de gestión se impone, ante todo, productivas exportadoras, cuyo dinamismo les
esclarecer la forma en que ella afectó la diná- permitió asumir funciones inductoras sobre un
mica territorial de acumulación; la hipótesis que vasto conjunto de actividades productivas di-
sustentarnos a este respecto es que, a medida recta o indirectamente vinculadas a ellas. Estas
que la aplicación de la estrategia macroeco- cadenas, estructuradas en torno a los renglones
nómica fue logrando alterar el comportamiento más dinámicos de exportación (en especial mi-
sectorial y territorial de los empresarios y de nero, pesquero, forestal y frutícola), se consti-
las empresas (y, por lo tanto, de sus inversio- tuyeron en el verdadero motor de los procesos
nes), se fueron estableciendo condiciones pro- de acumulación y crecimiento, tanto en térmi-
picias para la modificación del patrón territorial nos nacionales como regionales y locales; en
de acumulación y crecimiento que había predo- su conjunto, formaron el circuito superior de
minado hasta entonces. Para mostrar la forma
en que esto ha ocurrido es necesario observar 6
En cualquier caso, habría que señalar a este respecto que
los cambios que afectaron, por una parte, a la la inversión pública realizada por los ministerios y los fon-
inversión pública y, por otra parte, a la inversión dos regionales y municipales, excluida la de las empresas
privada. del Estado, pasó del 2,18% al 2,89% del PGB entre 1976 y
1986; y, en ese período, las doce regiones interiores aumen-
Como ya hemos señalado, uno de los aspec- taron su participación desde un 60% a un 68% de los recur-
tos centrales de la reestructuración consistió en sos, lo que implica que la acción del Estado buscó favorecer
la drástica disminución de la responsabilidad a esas regiones en desmedro de la Región Metropolitana
pública directa en los procesos de acumulación (Eugenín Ulloa, 1989: 136).
7
A este respecto, se destaca el caso de buena parte de la
y crecimiento; en consecuencia, aun cuando el minería, que continuó desenvolviéndose en la órbita estatal,
Estado continuó teniendo a su cargo buena par- a través de la Corporación del Cobre (CODELCO).
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su ciclo expansivo 11; con ello se fueron desdi- sión de las cadenas productivas del CSA, inten-
bujando los eventuales compromisos de los sificada por su capacidad para generar efectos
empresarios regionales o locales con sus parti- de arrastre en determinados lugares del territo-
culares ámbitos de residencia y, consecuente- rio, lo que favoreció una importante expansión
mente, se ha debilitado progresivamente la po- y diversificación de actividades ubicadas en el
sibilidad de que ellos pudiesen cumplir un im- CIA a nivel regional y local; con ello han co-
portante papel en pro del desarrollo de los mis- menzado a desencadenarse procesos de activa-
mos. ción productiva en lugares hasta ahora relativa-
El crecimiento de las actividades del CSA, a mente inertes.
su vez, contribuyó a multiplicar efectos de
arrastre sobre numerosas actividades que, en su 2. Un territorio en reestructuración
conjunto, conforman lo que podemos caracteri-
zar como el circuito inferior de acumulación Para identificar y analizar los concretos im-
(CIA). Estos efectos de arrastre se han ejerci- pactos territoriales de la reestructuración se im-
do, por una parte, de manera directa, como pone tener presente que las estructuras territo-
consecuencia de la intensificación de los proce- riales sólo pueden ser objeto de modificaciones
sos de integración vertical o de cuasi-integra- relevantes en períodos de larga duración; en
ción vertical (Lipietz y Leborgne, 1990), donde efecto, ellas presentan una alta resistencia al
la subcontratación ha desempeñado un rol cada cambio, por lo que éste, amén de difícil, es
vez más importante; por otra parte, de manera sumamente lento. Dado que en este caso esta-
indirecta, como resultado de la transmisión ho- mos analizando un proceso que, a estos efec-
rizontal de externalidades, donde el reciclaje de tos, tiene que ser considerado como de corta
los salarios incidió fuertemente en la retroali- duración, no es lógico esperar que ya se hayan
mentación de estos procesos. Ello corrobora la producido transformaciones radicales.
validez de la secuencia propuesta por North, Además, lo que ahora se puede intentar eva-
según la que el desarrollo de una base de ex- luar y analizar a este respecto es fundamental-
portación originada en el sector primario puede mente lo acaecido en los períodos de crecimien-
promover, al mismo tiempo, el crecimiento de to efectivo (1976/81 y 1984/90), desde que úni-
actividades auxiliares a la base y de "activida- camente en ellos pudieron originarse procesos
des residenciarias", orientadas éstas a satisfacer de acumulación y crecimiento regional o local, con
las demandas de la población local (North, 1955 real capacidad para ocasionar cambios terri-
y 1959). toriales relevantes; como es obvio, este tipo de
En el caso de Chile, las actividades auxilia- transformación difícilmente puede producirse en
res y residenciarias fueron cumplidas general- momentos de recesión o de estancamiento. Por
mente por pequeñas y medianas empresas que lo tanto, en esta situación sólo parece posible
aun cuando por sí solas carecían de capacidad detectar ciertos indicios de los cambios que es-
para desencadenar procesos regionales o loca- tán comenzando a ocurrir y que, bajo ciertas
les de acumulación y crecimiento, una vez con- condiciones, podrían cristalizar en el futuro.
solidadas, terminaron incidiendo positivamente Justamente en virtud de la alta inercia de las
en el fortalecimiento de dichos procesos. El estructuras territoriales, aun cuando las políti-
surgimiento y expansión de todo este conjunto cas aplicadas han logrado dar comienzo a un
de actividades también ejerció un cierto efecto de importante redespliegue territorial de las activi-
goteo hacia los sectores no capitalistas o dades productivas, ello no puede interpretarse
sumergidos, tanto en el centro como en regio- como el inicio de un efectivo proceso de
nes, provincias o municipios. desconcentración (Riveras, 1990b). Santiago, y
De lo que antecede puede inferirse que lo el subsistema que se ha formado en torno suyo,
que ha estado modificando la estructura territo- constituye de por sí un fenómeno demográfico-
rial en Chile, en el período analizado, ha sido productivo de una magnitud tal que, difícilmen-
fundamentalmente el surgimiento y la expan- te, podría perder la capacidad de atracción que
siempre ha tenido sobre la totalidad del sistema
11
A este respecto es ilustrativo el caso del Grupo Cemen- nacional. Tanto ese fenómeno urbano ya con-
tos Bío-Bío, originario de la Octava Región, cuya expansión
lo ha llevado a diversificar geográficamente sus inversiones solidado, como su propia ubicación en el cen-
fuera de su región de origen. tro de gravedad del territorio, le otorgan un ca-
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rácter vertebrador que no será fácil de modi- políticas aplicadas en este período efectivamente
ficar. contribuyeron a diversificar la distribución te-
Así, durante el período 1973-1990 la pobla- rritorial de las actividades productivas, princi-
ción de la Región Metropolitana no ha cesado palmente de aquellas que forman parte del nue-
de crecer, tanto en términos absolutos como re- vo CSA. En efecto, el rápido crecimiento de las
lativos; en 1970 se concentraba en ella el 35.2% exportaciones —principalmente las generadas por
de la población del país y en 1982, el 38.1%. los sectores minero, pesquero y de productos
Por otro lado, se puede comprobar que la ma- del mar, forestal y frutícola— se realizó en
yor parte de los servicios altamente especiali- aquellas partes del territorio en las que estos
zados —en particular los financieros— ha conti- recursos ofrecían una mayor potencialidad; allí
nuado localizándose en Santiago; lo mismo la producción correspondiente se ha incremen-
ocurre con las oficinas de dirección y gestión tado fuertemente.
de las principales actividades económicas del
Con ello, han comenzado a desencadenarse
país (grandes empresas, grupos económicos,
fenómenos de activación productiva en deter-
etc.). Como afirma Castells, "la interacción so-
minados lugares del país, lo que estaría indi-
cial crea un medio decisional irreemplazable y
cando la iniciación del proceso de reestructura-
no descentralizable" (Castells, 1989:14). Del
ción de la organización del territorio o de "ajuste
mismo modo, las nuevas inversiones industria-
territorial", como lo denomina Daher (Daher,
les, en materias débilmente vinculadas a recur-
1989). Este proceso ha sido sustentado y esti-
sos naturales exportables, realizadas durante el
mulado por el avance de la difusión territorial
periodo de recuperación industrial de los años
de las nuevas tecnologías de la información,
1984/89, se ubicaron preferentemente en esta
que se produjo al par de la eclosión exportadora,
parte del territorio.
permitiendo la implantación y la gestión en
En este proceso ha continuado fortalecién- tiempo real de diversas unidades productivas
dose el subsistema central, constituido por un ubicadas en diferentes puntos del territorio.
conjunto de ciudades medias y áreas rurales ar-
La muy peculiar configuración territorial
ticuladas en torno a la ciudad de Santiago12. En
chilena —cuya parte continental se caracteriza
cualquier caso, existen fundadas presunciones
por tener una longitud de más de 4.000 kilóme-
de que, con la recuperación registrada a partir
tros, en tanto que su ancho medio no sobrepasa
de 1984, la tendencia al mayor crecimiento re-
los 200 kilómetros— ha incidido decisivamente
lativo del subsistema central debería haberse
en la forma en que se ha producido el desplie-
atenuado, dando lugar a un mayor crecimiento
gue territorial de las nuevas actividades; en
relativo de algunos centros intermedios ubica-
efecto, dado que su crecimiento se explica prin-
dos en las áreas exportadoras 13.
cipalmente por el avance de la estrategia de
En todo caso, la persistencia de la propen-
sión a la concentración territorial en el subsis- economía abierta exportadora, la ubicación de
tema central no es óbice para afirmar que las los recursos naturales que sustentan las cadenas
productivas de exportación y la distribución te-
rritorial de los puertos han cobrado una impor-
12
Consideramos a estos efectos la Macrozona Central que tancia fundamental en la determinación de su
fuera definida por el Centro Interdisciplinario de Desarrollo localización.
Urbano y Regional (CIDU) de la Universidad Católica, du-
rante los años 1970-71, y que estaba formada por las provin- En términos cuantitativos, los cambios pro-
cias de Aconcagua, Valparaíso, Santiago, O'Higgins y ducidos en este período en la distribución terri-
Colchagua, circundantes de la ciudad de Santiago (CIDU, torial de las actividades productivas pueden ob-
1972). Esta delimitación parece adecuarse mejor a lo que
podría entenderse como el subsistema central, que la actual servarse básicamente en la información dispo-
Región Metropolitana. nible sobre la evolución del producto geográfi-
13
Ello corresponde al fenómeno destacado por Castells, en co. A este respecto, al interpretar esta informa-
el sentido de que "estamos asistiendo al mismo tiempo al
fenómeno de crecimiento de ciudades medias y de rura- ción es necesario tener en cuenta que ella sólo
lización, y al fenómeno de constitución de superciudades de se encuentra desagregada por regiones, lo que
tipo aún más complejo que las regiones metropolitanas" no permite analizar, e intentar explicar, ciertos
(Castells, 1985: 46). Este hecho ya se observa en Chile, por fenómenos de acumulación y crecimiento lo-
una parte, con la intensificación de la conurbación que está
comenzando a esbozarse en la Macrozona Central y, por otra cal, como los que se han registrado, por ejem-
parte, con el fortalecimiento de un importante conjunto de plo, en torno a las ciudades de Copiapó, Curicó,
ciudades medias en diferentes regiones. Los Angeles, Osorno o Temuco.
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En efecto, los cambios que se están produ- diente, que es ligeramente superior a los dieci-
ciendo como consecuencia de la apertura exter- siete millones de dólares y que se realiza con
na afectan principalmente a áreas locales espe- financiamiento público y privado (nacional y
cíficas y se diluyen cuando se trata de indivi- extranjero), solamente se localiza en la Región
dualizados, observarlos y analizarlos en la di- Metropolitana el 20%, en tanto que el 32% se
mensión regional, tal como ella se encuentra ubica en las regiones sureñas VIII, IX y X y el
definida actualmente en Chile. Por ejemplo el 27% en las regiones nortinas I, II y III. Cabe
caso del Valle de Copiapó, donde se ha produ- destacar que el 85% de esta inversión se realiza
cido uno de los procesos más relevantes de con financiamiento privado y que, además, el
acumulación y crecimiento local (Apey, 1989; 32% del total está destinado a proyectos indus-
Rodríguez y Venegas, 1988), no puede ser cla- triales, entre los que se destacan particularmen-
ramente aislado e individualizado en las cifras te los vinculados a la cadena forestal.
agregadas disponibles para la Región de Por otra parte, hay elementos de juicio que
Atacama. Por las propias características de la avalan la afirmación de que las inversiones adi-
estrategia implantada, el real alcance y signifi- cionales en el interior del país podrían intensi-
cado de los cambios más relevantes desde el ficarse notablemente en el futuro. En efecto, un
punto de vista territorial producidos en estos reciente catastro de proyectos (Aninat Ureta,
años, sólo pueden ser establecidos con referen- 1990), referido a 442 proyectos individuales de
cia a las áreas locales en que ellos se han ubi- inversión para ser ejecutados en el período 1990-
cado, casi siempre menores que la región o re- 95, que involucran un monto de alrededor de
giones respectivas. 19.700 millones de dólares, aporta indicios muy
Sin embargo, aun considerando la informa- importantes en esa dirección. Allí se puede ob-
ción agregada regionalmente, se pueden encon- servar que de la inversión total contemplada
trar claros indicios acerca de los cambios en la para la realización de dichos proyectos, la Re-
distribución interregional de las actividades gión Metropolitana solo absorbería alrededor del
productivas; a este respecto es elocuente la in- 12% del total, en tanto que la VIII Región (Bío
formación que indica que entre 1970 y 1988 la Bío) recibiría el 15%, la X (Los Lagos) el 14.7%
participación de la Región Metropolitana en la y la II (Antofagasta) el 13.9%, mientras que el
generación del producto geográfico bruto ha ido resto se distribuiría entre las otras regiones. In-
disminuyendo sostenidamente desde el 49.2% dudablemente, la materialización de estas in-
al 41.5%; al mismo tiempo, también se puede versiones significaría un importante fortaleci-
observar que la Región de Valparaíso (de la miento del despliegue de la actividad producti-
que una parte importante estaría incluída en el va en el territorio, lo que podría consolidar una
subsistema central), también perdió ponderación tendencia a la formación de una estructura te-
pasando de un 11.2% del PGB a un 10.2% 14. Es- rritorial algo menos concentrada en el largo
tas cifras permiten documentar el comienzo del plazo.
paulatino redespliegue de la actividad pro- Aun cuando, como se ha señalado anterior-
ductiva en el territorio, del que resultaron mente, el aumento y la diversificación de las
favorecidas principalmente aquellas partes que exportaciones se ha basado en gran parte en
disponían de recursos adecuados para la expor- una producción de carácter primario, donde los
tación. bienes son exportados sin o con escasa manu-
La continuidad y reafirmación de esta ten- facturación, la propia expansión de las cadenas
dencia se pueden observar, por otra parte, cuan- productivas exportadoras ha comenzado a pro-
do se analiza la distribución territorial de los ducir una progresiva complejización y diver-
proyectos actualmente en fase de ejecución; el sificación de los procesos respectivos; así, poco
catastro respectivo de la Sociedad de Fomento a poco, se han ido realizando nuevas inversio-
Fabril, actualizado a septiembre de 199015, per- nes en ellas, con el propósito de incorporar ma-
mite comprobar que de la inversión correspon- yor valor agregado a las exportaciones. Estos
fenómenos se están manifestando especialmen-
14
te en las cadenas forestal, frutícola y pesquera,
Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INR), con- en las que ya se han agregado importantes esla-
signadas en el Informe sobre Chile 90 (Editorial Gestión).
15
Síntesis reproducida por El Diario, 19 de noviembre de bones productivos destinados a aumentar la
1990. manufacturación de los bienes respectivos.
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Este hecho también tiene repercusiones te- pales rasgos de la etapa inicial de una efectiva
rritoriales relevantes, puesto que estos nuevos reestructuración territorial. La evidencia empí-
eslabones han tendido a localizarse, en la ma- rica disponible indica que este proceso recién
yor parte de los casos, en la proximidad de los comenzó a cristalizar en el segundo de los pe-
lugares en los que están ubicados los recursos ríodos de fuerte crecimiento que se produjeron
naturales; tal es el caso, por ejemplo, de las bajo el Gobierno Militar; por esta razón, los
fábricas de celulosa y papel, de los diversos nuevos procesos de acumulación y crecimiento
procesos agroindustriales16 (plantas de embala- local todavía no pueden ser objeto de juicios
je, frigoríficos, deshidratadoras, conserveras definitivos. Ello no obstante, al mismo tiempo
etc.) y de las industrias productoras de harina y que se pueden destacar algunos de los principa-
aceites de pescado y de conservas. les logros de este proceso, también se pueden
El explosivo crecimiento de las exportacio- señalar algunas debilidades que se han presen-
nes también ha impulsado una importante mo- tado en esta fase inicial y cuya corrección, has-
dernización tecnológica de muchos de los pro- ta donde ello sea posible, se ubicará como una
cesos productivos involucrados; esto ha ocurri- tarea política prioritaria para el futuro:
do especialmente en algunos eslabones de las
cadenas exportadoras más dinámicas, tal como a) en primer lugar, importa destacar que, en
es el caso de la frutícola (Cruz, 1988), la fores- las condiciones generales que hasta ahora han
tal (Leyton, 1986) y la pesquera (Morales y predominado, este tipo de expansión producti-
Gezan, 1986; Stapplefield, 1987). Estos fenó- va territorial no se ha traducido en un mejora-
menos de modernización tecnológica se obser- miento automático de las condiciones de vida
van con mayor frecuencia en el ámbito de las de la población en las partes donde se ha verifi-
actividades de mayor tamaño, en las controla- cado mayor acumulación y crecimiento. Por el
das por los principales grupos económicos y, contrario, dado que en muchos casos uno de
particularmente, en aquellas parcial o totalmen- los factores que ha estimulado la dinamización
te transnacionalizadas. de los procesos respectivos ha sido la posibilidad
de utilizar mano de obra barata, sus efectos so-
A este respecto habría que destacar que con
bre las condiciones de vida locales no han sido
el despliegue territorial de las actividades pro-
todo lo favorables que habría cabido esperar.
ductivas se ha verificado un significativo mejo-
Consecuentemente, agudos problemas de po-
ramiento de las comunicaciones en todo el te-
breza continúan afectando a núcleos muy im-
rritorio nacional, lo que se ha traducido en
portantes de población radicada en diversos lu-
una importante reducción del aislamiento re-
gares del territorio (Riveros, 1990a); ello no
gional y local; un caso claro de este fenómeno
obstante, también debe reconocerse que los
se puede observar con la expansión territorial
indicadores regionales sobre empleo muestran
de las redes computacionales financieras y ban-
una notable mejoría en los últimos años.
carias, por lo que cierto tipo de operación que
hasta no hace mucho tiempo sólo eran posibles
en Santiago, ahora se realizan habitualmente en b) por otro lado, el redespliegue de los pro-
cesos de acumulación y crecimiento no ha lle-
un número creciente de ciudades medias del
gado por igual (y difícilmente podrá hacerlo), a
interior del país. De hecho, esto ha significado
las diversas partes que conforman el territorio
el comienzo de un verdadero proceso descen-
nacional, sino únicamente a aquellas que con-
tralizador, producido a la par de la eclosión
taban con ventajas comparativas para la expor-
exportadora.
tación. Ello implica que muchas localidades que
Todos los aspectos analizados hasta aquí carecen de ventajas de este tipo, difícilmente
forman parte de un conjunto de fenómenos podrán tener la posibilidad de acumular y cre-
interrelacionados, que se han ido retroalimen- cer en función de esta nueva dinámica territorial;
tando recíprocamente; ellos marcan los princi- por lo tanto, no es lógico pensar que ella pueda
conducir a un desarrollo territorialmente más
16
equilibrado sino que, de hecho, a lo que lleva
Resulta ilustrativo a este respecto el hecho de que mien-
tras en 1980 Chile exportó alrededor de 15 mil toneladas de es a una nueva forma de polarización.
frutas y hortalizas, procesadas en forma de deshidratados,
conservas, congelados, jugos y pastas concentradas, en 1989 c) por último, el crecimiento de cada una
la cifra se elevó a más de 148 mil toneladas (Estrategia, 20 de de las partes involucradas en esta dinámica
noviembre de 1990: 12 y 13).
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 27
nal, regional o local, en otras palabras, la conti- dación del crecimiento local, si las actividades
nuidad del ciclo inversión-acumulación, es el respectivas incorporan mayor valor agregado y
único camino que permite asegurar el aumento elevan persistentemente su productividad, como
de las fuentes de trabajo requerido para mejorar camino ineludible para mejorar su competi-
las condiciones materiales de la población. tividad en los mercados externos.
b) en segundo lugar, habiéndose impuesto e) finalmente, hay que considerar que para
en el CSA, y en buena parte del CIA, la mejorar la productividad y la competitividad de
racionalidad capitalista como racionalidad do- los productos nacionales, debe avanzarse
minante, las decisiones de inversión —que son sostenidamente hacia una real modernización
privativas de los respectivos empresarios y em- tecnológica de los aparatos productivos nacio-
presas— estarán regidas por un cálculo econó- nales, regionales y locales. A este respecto, es
mico que atenderá fundamentalmente las con- necesario advertir enfáticamente que preconi-
diciones existentes en cada lugar en términos zar una mayor modernización tecnológica no
de valorización privada del capital; por lo tanto, significa postular 1a necesidad de encaminarse
hacia la alta tecnología o hacia la implantación
solamente cuando la rentabilidad percibida de
de parques tecnológicos sino, fundamentalmen-
una posible actividad ubicada en alguno de esos te, marcar la importancia de continuar con la
lugares resulte atractiva para los inversores pri- progresiva modernización tecnológica del con-
vados, será factible la iniciación allí de proce- junto de las actividades productivas y, en espe-
sos relevantes de inversión-acumulación-creci- cial, de las cadenas más dinámicas. Lo impor-
miento. tante, como señala Castells, es no olvidar que
"la transformación tecnológica de los sectores
c) en tercer lugar, en una economía abierta, tradicionales constituye el terreno fundamental
como la chilena, el punto neurálgico para el de la transformación de nuestras estructuras
crecimiento reposa en el potencial exportador productivas y por consiguiente de nuestra es-
que pueda presentar cada una de las regiones o tructura regional". (Castells, 1989:18).
localidades respectivas. No es realista pensar
que regiones, provincias o localidades hasta hoy Estas consideraciones se sustentan en la con-
deprimidas, puedan disponer de por sí del vicción de que, en las condiciones imperantes
financiamiento necesario para iniciar procesos en la actualidad, es conveniente avanzar hacia
efectivos de acumulación-crecimiento-empleo, una mayor consolidación y perfeccionamiento
por lo que los recursos requeridos deberán pro- del proceso de reestructuración territorial; sin
venir principalmente del ámbito externo (na- embargo, esto no debe interpretarse como una
cional y no nacional) a ellas; y ello solamente proposición en el sentido de que el Estado debe-
podrá ocurrir si sus bases de exportación son ría ser prescindente al respecto. Por lo contra-
percibidas como atractivas, tanto por su deman- rio, en el cumplimiento de sus funciones
da externa como por su elasticidad-ingreso. En regulatorias, el Estado deberá necesariamente
esas condiciones, sería posible, por una parte, tratar de encauzar esta dinámica de forma de
atraer capitales externos y, por otra parte, ase- lograr una mayor distribución territorial de las
gurar retornos adecuados que, a su vez, bajo actividades productivas, pero tratando al mis-
ciertas condiciones, podrían estimular la apari- mo tiempo de atenuar las graves distorsiones
ción de nuevas actividades y la diversificación sociales y ambientales que dicha dinámica ha
de la estructura productiva regional o local estado generando.
(North, 1955 y 1959; Schwartzman, 1975).
Frente a ciertas posturas neoliberales extre-
d) en cuarto lugar, para tratar de atenuar la mas, que tienden a rechazar por principio toda
vulnerabilidad de un proceso de crecimiento de intervención estatal, parece necesario reivindi-
este tipo, es imprescindible que junto con su car un papel más activo del Estado, que permita
diversificación, las exportaciones sean objeto orientar los procesos sociales hacia situaciones
de una mayor industrialización. Esto vale tanto de mayor desarrollo. Este es, por otra parte, un
para el país en su conjunto, como para cada predicamento que muchos autores liberales
una de sus economías regionales y locales; esto aceptan y destacan; a este respecto, conviene
es, sólo podrá pensarse en una efectiva consoli- recordar las palabras de alerta de un conocido
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 29
exponente de esta corriente, ante los peligros DAHER, Antonio (1989). "Ajuste económico y ajuste terri-
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