Está en la página 1de 16

Revista EURE (Vol. XVIII, Nº 54), pp.

15-30, Santiago 1992

MODERNIZACION I. INTRODUCCION
NEOCAPITALISTA Durante los últimos años el tema de la
REESTRUCTURACION modernización y de la modernidad ha vuelto
a ubicarse como uno de los puntos centrales de
PRODUCTIVA Y TERRITORIAL las discusiones sobre estrategias y políticas de
desarrollo en la mayor parte de los países lati-
EN CHILE, 1973-90* noamericanos. En esas discusiones, la palabra
modernización aparece como un atributo esen-
cial para discernir lo que es deseable o indesea-
CARLOS A. DE MATTOS ble en materia de políticas, tanto públicas como
privadas.
¿Qué es lo que se entiende por moderniza-
ción en ese contexto? Por lo general, se califica
como tal a los esfuerzos encaminados a replicar
aquí ciertas innovaciones que ya han sido in-
troducidas y adoptadas en otros países más
avanzados; en ese sentido, la modernización
puede ser identificada con la voluntad de
sincronizar la evolución de estos países con la
de aquellas naciones. Se refiere, por lo tanto, a
un proceso permanentemente inacabado (e in-
acabable), con resultados siempre imperfectos
y con complejas y contradictorias consecuen-
cias sobre las respectivas estructuras políticas,
económicas, sociales y culturales.
Con esta perspectiva, cada momento rele-
vante de cambio vivido por estos países podría
observarse como una etapa de ese largo e in-
concluso proceso modernizador; en él, los di-
versos proyectos nacionales (oligárquico, po-
pulista, desarrollista, neocapitalista1) que han
jalonado y dado contenido a su historia, po-
drían ser considerados como expresión de la
voluntad política prevaleciente por introducir
en ellos los rasgos de lo que entonces era perci-
bido como modernidad2, sin que —como es ob-
vio— esa modernidad nunca haya podido ser
plenamente replicada en estas realidades. Por
lo tanto, la modernización de la que hoy se
habla reiteradamente alude, en lo esencial, al

1
En este trabajo usamos la expresión neocapitalista para
caracterizar la intencionalidad esencial que da impulso a los
procesos de modernización que se vienen desarrollando des-
de la década de los setenta y al tipo específico de sociedad
* Este trabajo fue publicado originalmente en la Revista que ha ido resultando de ello.
2
Estudios Territoriales (Madrid, número 37, septiembre-di- Dejando de lado de la discusión sobre el concepto
ciembre 1991) y se publica ahora en EURE con autorización de modernidad, en este trabajo se le utiliza para hacer refe-
de la misma. El autor agradece los comentarios y sugeren- rencia a la situación lograda en los países más avanzados en
cias que Francisco Alburquerque Llorens, Enrique Román y cada circunstancia histórica y cuyos rasgos se busca incesan-
Verónica Silva realizaron sobre una primera versión de este temente reproducir en nuestras realidades periféricas, a través
trabajo. de los denominados procesos de modernización.
16 REVISTA EURE N° 54

propósito de ciertas fuerzas sociales —y, en par- cuadas para una valorización del capital que
ticular, al de las fuerzas sociales dominantes— permitiese estimular un desarrollo basado fun-
de reproducir aquí los aspectos que caracterizan damentalmente en la acumulación privada.
y distinguen a la fase del desarrollo capitalista Las estrategias y políticas de la reestructura-
que ahora se está consolidando en los países ción encontraron un soporte y estímulo funda-
más avanzados. mental en las innovaciones introducidas por la
revolución científico-técnica, en la medida que
ellas han coadyuvado, por un lado, a una mejor
II. MODERNIZACION Y articulación de los mecanismos financieros a
REESTRUCTURACION GLOBAL escala mundial y, por otro, a hacer posible una
mayor deslocalización de procesos y subpro-
1. Un nuevo impulso modernizador cesos productivos; de esta manera, viabilizaron
la aparición de nuevas formas de organización
Para aprehender la específica connotación empresarial, que han culminado en el modelo
que actualmente se está asignando al término postfordista de acumulación flexible (Galio,
modernización es necesario ubicar —aun sea de 1989; Lipietz y Leborgne, 1989). Todo ello ha
manera esquemática— el referente concreto que contribuido a afirmar una nueva división inter-
le da origen y sentido; hoy en día este referente nacional del trabajo y a profundizar la transna-
está definido por aquellos rasgos que en el pla- cionalización de la economía mundial. Así, los
no de la organización social, de las ideas, de aportes de la revolución científico-técnica han
las técnicas y de los productos, se han ido im- establecido los cimientos esenciales para la
poniendo en algunos países de mayor desarro- consolidación de la nueva modalidad de desa-
llo relativo. De esta forma, podría decirse que rrollo capitalista que se ha venido perfilando
el actual ímpetu modernizador encuentra su im- desde entonces.
pulso en la irrupción de una nueva modalidad Esta nueva fase de la evolución del capi-
de desarrollo capitalista, que ha comenzado a talismo ha sido acompañada por un proceso de
generalizarse desde comienzos de la década de mundialización de todas las formas del ciclo
los años setenta, como resultado de las estrate- del capital, aspecto éste que constituye uno de
gias y políticas, tanto públicas como privadas, los rasgos fundamentales que caracteriza a la
adoptadas con el propósito de enfrentar la cri- nueva realidad que emerge de estas trans-
sis estructural que los afectaba. Es en este sen- formaciones; este proceso se expresa en la
tido que parece apropiado hablar de procesos globalización del capital-mercancía a través de
de modernización neocapitalista. la intensificación de los intercambios, del capi-
Esa nueva modalidad se fue definiendo como tal-dinero por el aumento de la circulación de
reacción frente a los postulados y a los resulta- los capitales y del capital-productivo por la ge-
dos de las políticas de inspiración keynesiana neralización de la deslocalización de procesos
que se habían aplicado en forma generalizada o subprocesos productivos (Michalet, 1985:
durante las décadas precedentes; se consideró 101).
entonces que estas políticas habían contribuido Una de las principales consecuencias de este
a establecer un conjunto de obstáculos para la conjunto de cambios se encuentra en el hecho
valorización privada del capital y, de esta ma- de que, a medida que la lógica del nuevo modelo
nera, para la propia dinámica de acumulación y traspasa las fronteras nacionales, las ilusiones
crecimiento de cada economía nacional. sobre la factibilidad de una modalidad alterna-
Para revertir esta situación se preconizó la tiva de desarrollo van perdiendo impulso. La
necesidad de proceder a una profunda reestruc- dinámica de la globalización se convierte en un
turación de las sociedades nacionales y de la obstáculo fundamental para la acumulación y
propia comunidad internacional. El discurso de el crecimiento autónomo; las múltiples articu-
la reestructuración —en el que prevalece una laciones (financieras, productivas, tecnológicas,
fuerte influencia de las concepciones teórico- culturales, de patrones de consumo, etc.), que
ideológicas neoliberales— contempla un vasto vinculan a actores sociales y actividades pro-
conjunto de transformaciones, focalizadas en ductivas en una sociedad globalizada, condena
una redefinición del papel del Estado, compati- despiadadamente al estancamiento y/o a la re-
ble con el restablecimiento de condiciones ade- gresión a los países que intentan seguir el ca-
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 17

mino de un crecimiento más autónomo. Así, la servarlos en el marco de la evolución, las con-
realidad observable muestra cómo la mayor tradicciones y los condicionamientos inherentes
parte de los países que habían optado por ese a la propia evolución capitalista; desde esta
camino ahora pugnan por salirse del mismo perspectiva, los proyectos políticos que hoy
mediante traumáticas rupturas con su pasado prevalecen en nuestros países adquieren dife-
aislacionista. De esta manera, la lógica del nue- rente significado y trascendencia y pierden esa
vo modelo de desarrollo capitalista ha comen- aparente transitoriedad.
zado a imponer sus principales rasgos en áreas
cada vez más extensas del planeta, desbordan-
do incluso las barreras políticas que hasta ahora 2. La modernización neocapitalista en Chile
aparecían como más rígidas: las que separaban
a los países capitalistas de los del socialismo Como ocurrió en la mayor parte de estos
real. países hacia comienzos de la década de los años
Esta dinámica de acumulación encontró un setenta, también Chile había evolucionado hacia
terreno sumamente fértil en América Latina, una difícil encrucijada, de la que intentaría salir
donde el modelo de crecimiento hacia adentro, por la vía de un proceso de transición democrá-
adoptado en el período populista/desarrollista, tica al socialismo; el intento de impulsar una
estaba viviendo la fase final de su proceso de estrategia de esta naturaleza desde el ámbito
agotamiento. En esas circunstancias, la mayor mismo de un Estado capitalista en avanzada
parte de las fuerzas políticas latinoamericanas fase de consolidación, estuvo desde sus inicios
comenzaron a comprometerse con estrategias y condenada a un inevitable fracaso, al que si-
políticas orientadas a profundizar la inserción guió, en 1973, un radical y violento corte polí-
de sus países (y, en especial, de sus activida- tico-institucional.
des) en esa economía-mundo; para ello han ido Los militares llegados al poder y la tecno-
adoptando paulatinamente el camino de la mo- burocracia que los acompañó se inclinaron por
dernización neocapitalista. impulsar una reestructuración basada en los pos-
Lenta y tímidamente al comienzo, pero ad- tulados teórico-ideológicos del neoliberalismo
quiriendo en estos últimos años un ritmo des- e inspirada en ciertas experiencias realizadas
enfrenado, los gobiernos respectivos han co- bajo esa influencia. Por otra parte, ese camino
menzado a impulsar, siempre en nombre de la coincidía, en lo fundamental, con el que trataba
modernización, este tipo de estrategia. Distintas de imponer el FMI como condición para un
expresiones se han utilizado para bautizarla: "manejo económico sano". Con estos antece-
ajuste estructural, reestructuración económica o dentes, la modernización en Chile acompaña —
productiva, reconversión industrial, transfor- obviamente con los desfases y las fragmen-
mación productiva, etc. Más allá de la denomi- taciones naturales en la evolución de un país
nación utilizada, el hecho cierto es que prácti- periférico— la reestructuración que se había co-
camente todos los países latinoamericanos han menzado a producir desde comienzos de los
terminado por orientarse en esta dirección. años setenta.
Algunas evaluaciones iniciales de estos pro- Un conjunto de condicionamientos internos
cesos tendieron a concluir que se trataba de presionaba a favor de la adopción de un cami-
meras irregularidades motivadas por la cir- no de este tipo. En efecto, el proceso que co-
cunstancial preeminencia, en la definición de mienza a desarrollarse entonces en Chile no so-
las respectivas políticas públicas, de ciertas co- lamente reposa en una convicción sobre la bon-
rrientes teórico-ideológicas del pensamiento dad (y la necesidad) del nuevo paradigma teó-
económico contemporáneo; al observarlos como rico-ideológico, sino que la propia evolución
fenómenos transitorios, debidos a situaciones social del país había establecido condiciones
políticas de carácter excepcional, se tendió a propicias para hacerlo viable. De hecho, las
soslayar las verdaderas razones y la significa- transformaciones producidas durante la fase
ción histórica de estos cambios. Por encima de populista/desarrollista habían provocado pro-
cualquier evaluación positiva o negativa, o de fundos cambios en la matriz del poder social,
cualquier postura a favor o en contra de estas estableciendo condiciones sociopolíticas favo-
estrategias y políticas, para ubicar adecuada- rables al advenimiento de un nuevo proyecto
mente su verdadera naturaleza, es necesario ob- político.
18 REVISTA EURE Nº 54

De esta manera, el proyecto de moderniza- nuevas relaciones capital/trabajo, más favora-


ción neocapitalista del Gobierno Militar contó bles al capital y a impulsar la profundización
con una base social distinta de la que habían de la inserción de Chile en ese mundo en acele-
tenido los gobiernos que le habían precedido: rada globalización, para lo que se eliminaron
en este caso, el apoyo provino principalmente trabas al ingreso de capitales extranjeros y al
de fracciones de la burguesía industrial vincu- comercio internacional.
lada directa o indirectamente con las grandes De esta forma, la estrategia autoritaria, que
empresas y grupos económicos nacionales y estuvo jalonada por dos profundas recesiones
extranjeros, del sector financiero y bancario na- (1975/76 y 1982/83) y por dos períodos de
cional y extranjero, de los productores de bie- fuerte recuperación (1976/81 y 1984/89), logró
nes exportables, de la burguesía comercial y de restablecer y mantener los equilibrios macro-
ciertos sectores medios profesionales y ejecuti- económicos básicos, desencadenar una dinámi-
vos. En la medida en que durante este período ca de acumulación y crecimiento focalizada en
algunos de estos grupos han continuado forta- el capital privado y profundizar la inserción de
leciéndose y concentrando más poder económi- Chile en la economía internacional. A lo largo
co, toda vez que de ahora en adelante se quiera de ese proceso, el avance de la modernización
definir una estrategia alternativa, no será posi- neocapitalista de la economía chilena se tradu-
ble dejar de considerar la creciente gravitación jo en una progresiva ampliación de un espacio
política del bloque social que estos grupos han de acumulación en el que la gestión empresa-
conformado. rial está regida básicamente por los criterios
Dadas las condiciones sociopolíticas en las de la racionalidad capitalista. Aun cuando,
que este proceso pudo cumplirse, seguramente como es obvio, este espacio no incluye a las
fue Chile el país que en América Latina logró actividades no capitalistas supervivientes, es él
avanzar más en esta dirección; en efecto, du- el que comanda e impulsa al aparato producti-
rante más de 16 años el Gobierno Militar —más vo nacional en su conjunto. En este espacio
allá de sus circunstanciales traspiés— pudo dar dominante las decisiones sobre inversión (y,
pasos seguros hacia una mayor racionalización también, sobre no inversión), al estar funda-
capitalista de la economía chilena. La profun- mentadas cada vez más en consideraciones re-
didad y velocidad con que fue posible impulsar lativas a la valorización privada del capital, han
estos cambios encuentra su explicación, por una adquirido una mayor autonomía con respecto a
parte, en el manejo autoritario realizado por el las indicaciones de la gestión pública.
Gobierno Militar y, por otra parte, en el decisivo Bajo estas condiciones, se ha ido definiendo
apoyo del bloque social en el que buscó y logró un nuevo escenario social, cuyas coordenadas
sustentarse. En estas circunstancias, el modelo básicas se pueden explicar en función de un
neoliberal, en una de sus versiones más orto- conjunto de cambios que, desde ahora, acotan
doxas, fue aplicado manu militari, prácticamen- fuertemente la dinámica social posible; en lo
te sin discusión y sin que fuese posible oponer- fundamental, dichos cambios se podrían resu-
le alternativas político-económicas viables. mir en los siguientes aspectos:
La estrategia respectiva se propuso lograr una
efectiva reactivación productiva a través de una a) Reestructuración del Estado. El Estado
reestructuración que, en última instancia, com- chileno fue objeto de una profunda reestructu-
portaba la voluntad de llevar adelante una ver- ración, tanto en lo que concierne a sus funciones
dadera refundación de la respectiva sociedad como a su tamaño; ello resultó de un proceso
nacional. Para ello buscó restablecerle al sector de escrupuloso desmantelamiento del tipo de
privado su papel de protagonista principal de Estado que se había ido construyendo hasta en-
los procesos de acumulación y crecimiento, re- tonces y, en particular, a lo largo del periodo
duciendo —tanto como ello fuese posible— la populista/desarrollista. Sus funciones fueron
incidencia de los factores que afectaban negati- ajustadas conforme al papel que le asignaba la
vamente la valorización de sus capitales. Con- concepción neoliberal y su tamaño fue reduci-
secuentemente, se procedió a reformular el pa- do sistemáticamente mediante un implacable
pel del Estado y a reducir su tamaño, a anular o programa de desburocratización y de priva-
revertir la mayoría de las conquistas sociales tizaciones (Marcel, 1989). Debe advertirse, sin
de los trabajadores, de manera de establecer embargo, que el Estado emergente es un Esta-
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 19

do diferente, pero no menos poderoso3, puesto Complementariamente, junto con el aumento de


que continuó siendo altamente centralizado y las exportaciones y de la inversión extranjera,
cumpliendo acuciosamente con su papel de se observa una creciente transnacionalización
guardián del acatamiento de las reglas del jue- de la estructura productiva chilena; este proce-
go que había establecido y que consideraba so ha afectado de manera particularmente in-
como las más apropiadas para la regulación del tensa a los principales grupos económicos (Ro-
funcionamiento del tipo de economía capitalis- zas y Marín, 1988 y 1989) y a los servicios
ta que propiciaba. avanzados (banca, seguros, ingeniería, publici-
dad, turismo, etc.).
b) Profundización de la apertura externa.
El grado de apertura externa de la economía c) Reestructuración industrial. El sector in-
chilena evolucionó firme y sostenidamente du- dustrial fue también profundamente afectado por
rante todo el período, lo que se tradujo en un la reestructuración, lo que se puede observar
expresivo aumento de las exportaciones, de la especialmente, aun cuando no exclusivamente,
inversión extranjera y de la transnacionalización en la racionalización, modernización y creci-
de muchos de sus procesos productivos. miento de las industrias vinculadas a las princi-
El aumento y la diversificación de las expor- pales cadenas productivas exportadoras. Esta
taciones constituyen indiscutiblemente uno de reestructuración —que se desenvolvió en directa
los mayores éxitos del proceso de reestructura- vinculación con el avance de la conglomera-
ción en Chile. Hacia 1970 este país exportaba ción y transnacionalización de los procesos
alrededor de 1.100 millones de dólares, en tan- productivos— tuvo importantes consecuencias:
to que para 1989 esa cifra había ascendido a i) generó eslabonamientos y efectos de arrastre
más de 8.000 millones. Por otra parte, ese cre- que contribuyeron a dinamizar al aparato pro-
cimiento fue acompañado por una muy impor- ductivo en su conjunto, en especial en el período
tante diversificación de las mismas; en ese pro- que siguió a la recesión de 1982/83; ii) produjo
ceso, el cobre perdió ponderación en el total, importantes cambios en el tejido industrial, en
en beneficio de otros productos que hasta en- la medida que estimuló "una creciente vincula-
tonces tenían mucho menor participación. En ción entre grandes, medianas y pequeñas em-
todo caso, cabe destacar que más allá de la in- presas, las cuales han vuelto a cobrar importan-
discutible significación de estos resultados, las cia en los últimos años y que también se articu-
exportaciones todavía están compuestas en la lan a mercados dinámicos" (A. Díaz, 1989: 12);
mayor parte de los casos por productos intensi- iii) impulsó procesos de modernización orga-
vos en recursos naturales, sin o con escasa nizacional y tecnológica como respuesta a la
manufacturación (Ominami y Madrid, 1989). necesidad de mejorar los niveles de productivi-
Por su parte, la inversión extranjera, favore- dad y de aumentar su competitividad en los
cida con un conjunto de disposiciones estable- mercados externos, lo que en primera instancia
cidas especialmente al efecto, registra un fuerte afectó principalmente a las industrias vincula-
crecimiento durante el período del Gobierno das a la exportación y, en especial, a las más
Militar, con una significativa acentuación en el directamente vinculadas al capital extranjero.
decenio de los años ochenta (Zabala, 1987;
Aldunate, 1990). Hasta ahora, estas corrientes d) Conglomeración del aparato productivo.
de inversión se han orientado predominante- Las políticas establecidas a lo largo de todo
mente hacia los recursos naturales exportables, este período crearon condiciones propicias para
para los que Chile tiene ventajas comparativas. la acentuación de la tendencia a la centraliza-
ción del capital, dando origen —o fortaleciendo— a
3
A este respecto, resulta pertinente la observación de Al-
grandes grupos económicos; estos grupos
varo Díaz sobre el verdadero carácter del Estado chileno —generalmente imbricados con el capital extran-
durante el período del régimen militar: "[...] a pesar del dis- jero— mediante un persistente proceso de absor-
curso neoliberal, nunca antes en la historia chilena el Esta- ciones y fusiones, han ido tomando el control
do había sido tan poderoso. No hay tal 'Estado subsidiario',
de estructuras productivas crecientemente diver-
sino un Estado neoliberal 'intervencionista', término formal-
mente contradictorio pero que, en realidad, no lo es, dada la sificadas (sectorial y territorialmente), especial-
naturaleza intrínseca de los fines y medios con que se pre- mente en los principales rubros de exportación
tendió realizar la utopía neoliberal". (Alvaro Díaz, 1989: 6). (Rozas y Marín, 1988 y 1989; Gómez y
20 REVISTA EURE Nº 54

Echenique, 1988 y Leyton, 1986). Al incre- rritorio, amenazando la calidad de vida de su


mentar su control sobre los circuitos más diná- población y la supervivencia de numerosos re-
micos de acumulación del país, los grupos eco- cursos (Hayek, Gross y Espinoza, 1990).
nómicos se han ido apropiando del manejo de A medida que las políticas aplicadas por el
la parte central del proceso nacional de acumu- Gobierno Militar fueron logrando imponer la
lación y crecimiento, por lo que éste se ha he- dinámica del nuevo modelo de desarrollo, su
cho altamente dependiente de sus decisiones y impacto comenzó a hacerse sentir en diversas
acciones 4. dimensiones de la realidad social. La organiza-
ción del territorio fue uno de los aspectos afec-
e) Agudización de las desigualdades socia- tados por estas transformaciones; de ello nos
les. Las transformaciones producidas en este ocuparemos en las páginas que siguen.
período tuvieron un alto costo, que recayó prin-
cipalmente sobre los sectores más pobres de la
sociedad. Al quedar la dinámica socioeconómica III. MODERNIZACION Y
librada principalmente al juego de las fuerzas REESTRUCTURACION TERRITORIAL
del mercado, las desigualdades sociales tendie-
ron a agudizarse 5. Por otra parte, también inci- 1. La gestión territorial del Gobierno Militar
dieron en este sentido los nuevos mecanismos
establecidos para regular las relaciones entre
capital y trabajo, que restringieron a los traba- Cuando se pretende analizar la dinámica te-
jadores los caminos para la negociación de las rritorial en el Chile de hoy, se hace necesario
condiciones laborales que los afectaban. advertir que por ahora la información disponi-
ble solamente permite establecer algunas ten-
f) Aumento del deterioro ecológico. El im- dencias y formular algunas hipótesis prelimina-
portante crecimiento y despliegue territorial de res, que necesariamente requieren de una mayor
un conjunto de actividades productivas basada investigación. Si bien los cambios operados no
en las ventajas comparativas en materia de re- han alterado significativamente la distribución
cursos naturales renovables y no renovables geográfica desigual y concentrada de las fuerzas
—realizado en una situación de libre juego de productivas, hay evidencia suficiente como para
las fuerzas del mercado, con muy escaso con- afirmar que han comenzado a modificarse las
trol estatal a este respecto— incidió en un agra- tendencias tradicionales de distribución de las
vamiento de los problemas ecológicos. Estos actividades y de la población en el territorio.
procesos de deterioro ambiental han terminado Desde el momento en que el gobierno mili-
por afectar prácticamente a la totalidad del te- tar comenzó a definir su estrategia, quienes tu-
vieron a su cargo la responsabilidad de la ges-
4
tión pública expresaron explícitamente su re-
Ya en 1982 Foxley afirmaba que los conglomerados o chazo a las concepciones hasta entonces en boga
'grupos económicos' son de hecho los nuevos actores del
proceso de desarrollo. Asumen ellos un creciente control de en materia de política territorial: "el esquema
los activos industriales, así como sobre el patrimonio de los de desarrollo regional planteado difiere [...] de
bancos y financieras. Además, son los agentes dinámicos en otras estrategias que apuntan a la creación de
el proceso de readecuación industrial para hacer frente a la
competencia externa. Estos conglomerados son los únicos
polos de desarrollo en forma artificial, en base
que establecen relaciones con la banca privada internacional, a subsidios, franquicias o inversión pública
controlando el grueso del flujo de créditos externos". (Foxley, preferencial, que se hacen a expensas del país y
1982: 72). que se han mostrado ineficaces una vez que se
5
La evidencia empírica disponible ilustra sobre las di-
mensiones de este fenómeno. Así, las encuestas de gastos les quita el trato preferencial que se les otor-
familiares realizadas para los años 1969, 1978 y 1988 mues- gó." (ODEPLAN, 1979:16).
tran una tendencia regresiva en la distribución del ingreso en Y al mismo tiempo establecieron los funda-
los últimos veinte arios; en efecto, por una parte, el quintil
correspondiente a los sectores de más alto consumo mejoró mentos del tipo de gestión que consideraban
continuamente su posición relativa, pasando de 44,5% (1969), más adecuada, al afirmar que "la inversión pri-
a 51% (1978) y a 54,9% (1988). Por otra parte, los vada se localiza geográficamente siguiendo el
tres quintiles correspondientes a los sectores de menores in-
gresos perdieron participación relativa; en particular, el quintil
criterio de mayor rentabilidad, al contrario de
inferior pasó de 7,6% en 1969, a 5,2% en 1978 y a 4,4% en lo que ocurre con la inversión pública, la cual,
1988. consciente o inconscientemente, tiende a
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 21

canalizarse hacia los lugares de mayor presión, te de las inversiones en infraestructura básica y
al tener un mayor número de habitantes. Al en servicios (administración pública, salud,
ampliarse, en cambio, el papel que debe jugar educación, etc.), que consideraba esenciales para
la inversión privada, un porcentaje mayor de la regular el tipo de desarrollo que deseaba im-
inversión total se realiza en el nivel regional, pulsar 6, su papel como productor se redujo
por cuanto los proyectos de mayor rentabilidad sistemáticamente. Si bien subsistieron algunas
se encuentran en la utilización de los recursos empresas públicas sin privatizar 7, no hubo nue-
naturales." (ODEPLAN, 1979:15). vas inversiones productivas de importancia por
En lo esencial, este discurso reposa en la parte del Estado en todo este período. Al mismo
convicción de que, en una economía abierta de libre tiempo, ante la excesiva acentuación de algunos
mercado, donde las exportaciones debe- desequilibrios (sociales, territoriales), inherentes
rían constituirse en el elemento motriz del sis- a la propia dinámica de un proceso que quedaba
tema, una parte importante de la actividad pro- esencialmente librado al juego de las fuerzas
ductiva debería orientarse hacia aquellos luga- del mercado, se establecieron ciertas políticas
res del territorio donde estuviesen ubicadas las de carácter compensatorio.
respectivas bases de exportación; de esta mane- En consecuencia, dado que los componentes
ra, esos lugares podrían beneficiarse de una centrales del proceso de acumulación y creci-
mayor acumulación y crecimiento. A partir de miento fueron dejados en manos de la empresa
este fundamento teórico, en la práctica concre- privada, el análisis de las modificaciones que
ta, la gestión territorial del Gobierno Militar se produjeron en el patrón territorial de acumu-
resultó básicamente de la aplicación de un con- lación debe centrarse en los cambios que afec-
junto de políticas públicas de enfoque global- taron a la inversión respectiva. El punto de
nacional, orientadas a restablecer su papel al partida para ese análisis debe situarse en el he-
mercado y a producir la buscada apertura exter- cho de que, con el avance de la reestructura-
na; en ese contexto, la gestión territorial apa- ción, efectivamente los principales flujos de ca-
rece como una función complementaria al es- pital privado (nacional y transnacional) se
tablecimiento y la consolidación de los grandes orientaron predominantemente hacia el manejo,
objetivos macroeconómicos, por lo que de hecho explotación y comercialización de los recursos
se puede hablar de una verdadera gestión terri- con mayor y más firme demanda externa.
torial implícita o indirecta.
Esta reorientación de la inversión privada se
Para el análisis de las consecuencias de este tradujo en la formación de una red de cadenas
tipo particular de gestión se impone, ante todo, productivas exportadoras, cuyo dinamismo les
esclarecer la forma en que ella afectó la diná- permitió asumir funciones inductoras sobre un
mica territorial de acumulación; la hipótesis que vasto conjunto de actividades productivas di-
sustentarnos a este respecto es que, a medida recta o indirectamente vinculadas a ellas. Estas
que la aplicación de la estrategia macroeco- cadenas, estructuradas en torno a los renglones
nómica fue logrando alterar el comportamiento más dinámicos de exportación (en especial mi-
sectorial y territorial de los empresarios y de nero, pesquero, forestal y frutícola), se consti-
las empresas (y, por lo tanto, de sus inversio- tuyeron en el verdadero motor de los procesos
nes), se fueron estableciendo condiciones pro- de acumulación y crecimiento, tanto en térmi-
picias para la modificación del patrón territorial nos nacionales como regionales y locales; en
de acumulación y crecimiento que había predo- su conjunto, formaron el circuito superior de
minado hasta entonces. Para mostrar la forma
en que esto ha ocurrido es necesario observar 6
En cualquier caso, habría que señalar a este respecto que
los cambios que afectaron, por una parte, a la la inversión pública realizada por los ministerios y los fon-
inversión pública y, por otra parte, a la inversión dos regionales y municipales, excluida la de las empresas
privada. del Estado, pasó del 2,18% al 2,89% del PGB entre 1976 y
1986; y, en ese período, las doce regiones interiores aumen-
Como ya hemos señalado, uno de los aspec- taron su participación desde un 60% a un 68% de los recur-
tos centrales de la reestructuración consistió en sos, lo que implica que la acción del Estado buscó favorecer
la drástica disminución de la responsabilidad a esas regiones en desmedro de la Región Metropolitana
pública directa en los procesos de acumulación (Eugenín Ulloa, 1989: 136).
7
A este respecto, se destaca el caso de buena parte de la
y crecimiento; en consecuencia, aun cuando el minería, que continuó desenvolviéndose en la órbita estatal,
Estado continuó teniendo a su cargo buena par- a través de la Corporación del Cobre (CODELCO).
22 REVISTA EURE Nº 54

acumulación (CSA)8 que, en el marco de la es- De esta forma, la modernización neoca-


trategia adoptada por Chile, cumplió el papel pitalista chilena propició la generalización de
de verdadero impulsor de la economía nacio- un comportamiento empresarial, según el cual
nal y, también, de las economías regionales y los procesos de acumulación y crecimiento ten-
locales. dieron a desplegarse naturalmente a lo largo y
Dados los elevados retornos que aseguró el a lo ancho del territorio, por encima de cual-
dinamismo del proceso exportador, la parte quier frontera regional o provincial, atendiendo
medular de prácticamente la totalidad de las las indicaciones del cuadro geográfico-sectorial
cadenas productivas exportadoras terminó sien- de diferencias de rentabilidad. Este hecho está
do controlada por las principales redes finan- teniendo un efecto territorial de la mayor
cieras, tanto nacionales como transnacionales, relevancia: producir un progresivo debilita-
que operaban en el país, puesto que ellas eran miento de las raíces territoriales (así como tam-
las que se encontraban en mejores condiciones bién sectoriales) de los empresarios y de las
para ocupar más rápidamente los espacios de empresas, acentuando la tendencia a la desterri-
mayor rentabilidad; en sus estrategias de valo- torialización del capital (de Mattos, 1989).
rización del capital estas redes impulsaron una Este fenómeno puede observarse en todo el es-
creciente diversificación productiva, tanto en pectro de actividades capitalistas, incluyendo
términos sectoriales como territoriales. De esta aquéllas más ligadas a ámbitos geográficos es-
forma, la propia expansión del CSA contribuyó pecíficos10.
a intensificar los procesos de centralización del El análisis de las estrategias adoptadas por
capital, con lo que se verificó una progresiva las principales estructuras financiero-producti-
expansión y fortalecimiento de los mayores grupos vas constituidas o consolidadas en este perío-
económicos. do, revela claramente la mecánica por la que se
Con el aumento de la participación de estos reforzaron los procesos de desterritorialización
grupos económicos en el manejo de la inver- del capital; en efecto, al generalizarse la movi-
sión privada en Chile se acentuó signifi- lidad del capital al interior del CSA, básica-
cativamente la movilidad territorial del capital, mente en función de consideraciones relativas
en pos de la mayor rentabilidad que ofrecían a su valorización, sus propietarios (fuesen éstos
las actividades más dinámicas de exportación, transnacionales, nacionales o regionales) ten-
fuese cual fuese su localización. Como conse- dieron a dejar de lado factores relacionados con
cuencia de su propia expansión en procesos de particulares intereses regionales o locales. In-
esta naturaleza, dichos grupos económicos se clusive, existe evidencia sobre numerosos ca-
fueron configurando, en forma generalizada, sos de capitales de origen regional o local, a
como estructuras básicamente plurirregionales los que su propia estrategia de valorización los
y plurisectoriales 9. obligó a diversificarse sectorial y territo-
rialmente, dado que esto aparecía como condi-
ción necesaria para permitir la continuidad de
8
Para este análisis hemos utilizado algunos elementos de la
propuesta de Rofman sobre subsistemas espaciales y cir-
cuitos de acumulación regional (Rofman, 1984). De igual
forma, hemos tenido en cuenta el planteo de Milton Santos
(Santos, 1979) sobre los sistemas superior e inferior de flu- COPEC ya participaba directamente en la propiedad de treinta
jos de producción, distribución y consumo de bienes y servi- y seis empresas, incluyendo su actividad original, más acti-
cios, que este autor propuso y sistematizó para analizar el vidades en los rubros forestal, pesquero, servicios compu-
papel de las economías urbanas en el desarrollo y la urbani- tacionales, minería, energía eléctrica y comercialización de
zación de los países subdesarrollados. En todo caso, cabe bienes de consumo durable (Rozas y Marín, 1989: 85-86).
advertir que si bien el análisis realizado en este trabajo no se De esta forma, este conglomerado ha ido cubriendo un vasto
adscribe estrictamente a las propuestas de los autores men- espectro de actividades que se despliegan por todo el territo-
cionados, ciertamente se ha beneficiado de sus aportes. rio nacional.
9 10
El caso de la Compañía de Petróleos de Chile (COPEC), Tal es el caso, por ejemplo, del sector frutícola; así, en
permite mostrar la forma en que se han desarrollado estos una investigación sobre esta actividad se afirma que "la em-
procesos; esta compañía, fundada en 1934, estuvo dedicada presa frutícola moderna deja de ser 'una unidad territorial',
exclusivamente a importar y distribuir derivados del petróleo 'un camp', como era el fundo tradicional. [...] Esto se refleja
durante sus primeros 40 años. Sin embargo, desde mediados en la tendencia a la expansión geográfica de las empresas
de la década de los setenta inició un proceso de rápida capitalistas (medianas y grandes). [—] La búsqueda de ga-
diversificación de su estructura productiva; unos años des- nancia, elemento central de estas empresas, las lleva a inver-
pués, el grupo económico que detentaba la mayor parte de su tir donde es geográfica y económicamente más rentable, por
paquete accionario se asoció con un conglomerado neo- ejemplo en tierras, pero también en maquinarias, medios de
zelandés (Carter Holt Harvey), produciendo su transnacio- transporte, plantas empacadoras, frigoríficos, comer-
nalización. Como consecuencia de ello, hacia fines de 1988 cialización". (Rodríguez y Venegas, 1989: 127-128).
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 23

su ciclo expansivo 11; con ello se fueron desdi- sión de las cadenas productivas del CSA, inten-
bujando los eventuales compromisos de los sificada por su capacidad para generar efectos
empresarios regionales o locales con sus parti- de arrastre en determinados lugares del territo-
culares ámbitos de residencia y, consecuente- rio, lo que favoreció una importante expansión
mente, se ha debilitado progresivamente la po- y diversificación de actividades ubicadas en el
sibilidad de que ellos pudiesen cumplir un im- CIA a nivel regional y local; con ello han co-
portante papel en pro del desarrollo de los mis- menzado a desencadenarse procesos de activa-
mos. ción productiva en lugares hasta ahora relativa-
El crecimiento de las actividades del CSA, a mente inertes.
su vez, contribuyó a multiplicar efectos de
arrastre sobre numerosas actividades que, en su 2. Un territorio en reestructuración
conjunto, conforman lo que podemos caracteri-
zar como el circuito inferior de acumulación Para identificar y analizar los concretos im-
(CIA). Estos efectos de arrastre se han ejerci- pactos territoriales de la reestructuración se im-
do, por una parte, de manera directa, como pone tener presente que las estructuras territo-
consecuencia de la intensificación de los proce- riales sólo pueden ser objeto de modificaciones
sos de integración vertical o de cuasi-integra- relevantes en períodos de larga duración; en
ción vertical (Lipietz y Leborgne, 1990), donde efecto, ellas presentan una alta resistencia al
la subcontratación ha desempeñado un rol cada cambio, por lo que éste, amén de difícil, es
vez más importante; por otra parte, de manera sumamente lento. Dado que en este caso esta-
indirecta, como resultado de la transmisión ho- mos analizando un proceso que, a estos efec-
rizontal de externalidades, donde el reciclaje de tos, tiene que ser considerado como de corta
los salarios incidió fuertemente en la retroali- duración, no es lógico esperar que ya se hayan
mentación de estos procesos. Ello corrobora la producido transformaciones radicales.
validez de la secuencia propuesta por North, Además, lo que ahora se puede intentar eva-
según la que el desarrollo de una base de ex- luar y analizar a este respecto es fundamental-
portación originada en el sector primario puede mente lo acaecido en los períodos de crecimien-
promover, al mismo tiempo, el crecimiento de to efectivo (1976/81 y 1984/90), desde que úni-
actividades auxiliares a la base y de "activida- camente en ellos pudieron originarse procesos
des residenciarias", orientadas éstas a satisfacer de acumulación y crecimiento regional o local, con
las demandas de la población local (North, 1955 real capacidad para ocasionar cambios terri-
y 1959). toriales relevantes; como es obvio, este tipo de
En el caso de Chile, las actividades auxilia- transformación difícilmente puede producirse en
res y residenciarias fueron cumplidas general- momentos de recesión o de estancamiento. Por
mente por pequeñas y medianas empresas que lo tanto, en esta situación sólo parece posible
aun cuando por sí solas carecían de capacidad detectar ciertos indicios de los cambios que es-
para desencadenar procesos regionales o loca- tán comenzando a ocurrir y que, bajo ciertas
les de acumulación y crecimiento, una vez con- condiciones, podrían cristalizar en el futuro.
solidadas, terminaron incidiendo positivamente Justamente en virtud de la alta inercia de las
en el fortalecimiento de dichos procesos. El estructuras territoriales, aun cuando las políti-
surgimiento y expansión de todo este conjunto cas aplicadas han logrado dar comienzo a un
de actividades también ejerció un cierto efecto de importante redespliegue territorial de las activi-
goteo hacia los sectores no capitalistas o dades productivas, ello no puede interpretarse
sumergidos, tanto en el centro como en regio- como el inicio de un efectivo proceso de
nes, provincias o municipios. desconcentración (Riveras, 1990b). Santiago, y
De lo que antecede puede inferirse que lo el subsistema que se ha formado en torno suyo,
que ha estado modificando la estructura territo- constituye de por sí un fenómeno demográfico-
rial en Chile, en el período analizado, ha sido productivo de una magnitud tal que, difícilmen-
fundamentalmente el surgimiento y la expan- te, podría perder la capacidad de atracción que
siempre ha tenido sobre la totalidad del sistema
11
A este respecto es ilustrativo el caso del Grupo Cemen- nacional. Tanto ese fenómeno urbano ya con-
tos Bío-Bío, originario de la Octava Región, cuya expansión
lo ha llevado a diversificar geográficamente sus inversiones solidado, como su propia ubicación en el cen-
fuera de su región de origen. tro de gravedad del territorio, le otorgan un ca-
24 REVISTA EURE Nº 54

rácter vertebrador que no será fácil de modi- políticas aplicadas en este período efectivamente
ficar. contribuyeron a diversificar la distribución te-
Así, durante el período 1973-1990 la pobla- rritorial de las actividades productivas, princi-
ción de la Región Metropolitana no ha cesado palmente de aquellas que forman parte del nue-
de crecer, tanto en términos absolutos como re- vo CSA. En efecto, el rápido crecimiento de las
lativos; en 1970 se concentraba en ella el 35.2% exportaciones —principalmente las generadas por
de la población del país y en 1982, el 38.1%. los sectores minero, pesquero y de productos
Por otro lado, se puede comprobar que la ma- del mar, forestal y frutícola— se realizó en
yor parte de los servicios altamente especiali- aquellas partes del territorio en las que estos
zados —en particular los financieros— ha conti- recursos ofrecían una mayor potencialidad; allí
nuado localizándose en Santiago; lo mismo la producción correspondiente se ha incremen-
ocurre con las oficinas de dirección y gestión tado fuertemente.
de las principales actividades económicas del
Con ello, han comenzado a desencadenarse
país (grandes empresas, grupos económicos,
fenómenos de activación productiva en deter-
etc.). Como afirma Castells, "la interacción so-
minados lugares del país, lo que estaría indi-
cial crea un medio decisional irreemplazable y
cando la iniciación del proceso de reestructura-
no descentralizable" (Castells, 1989:14). Del
ción de la organización del territorio o de "ajuste
mismo modo, las nuevas inversiones industria-
territorial", como lo denomina Daher (Daher,
les, en materias débilmente vinculadas a recur-
1989). Este proceso ha sido sustentado y esti-
sos naturales exportables, realizadas durante el
mulado por el avance de la difusión territorial
periodo de recuperación industrial de los años
de las nuevas tecnologías de la información,
1984/89, se ubicaron preferentemente en esta
que se produjo al par de la eclosión exportadora,
parte del territorio.
permitiendo la implantación y la gestión en
En este proceso ha continuado fortalecién- tiempo real de diversas unidades productivas
dose el subsistema central, constituido por un ubicadas en diferentes puntos del territorio.
conjunto de ciudades medias y áreas rurales ar-
La muy peculiar configuración territorial
ticuladas en torno a la ciudad de Santiago12. En
chilena —cuya parte continental se caracteriza
cualquier caso, existen fundadas presunciones
por tener una longitud de más de 4.000 kilóme-
de que, con la recuperación registrada a partir
tros, en tanto que su ancho medio no sobrepasa
de 1984, la tendencia al mayor crecimiento re-
los 200 kilómetros— ha incidido decisivamente
lativo del subsistema central debería haberse
en la forma en que se ha producido el desplie-
atenuado, dando lugar a un mayor crecimiento
gue territorial de las nuevas actividades; en
relativo de algunos centros intermedios ubica-
efecto, dado que su crecimiento se explica prin-
dos en las áreas exportadoras 13.
cipalmente por el avance de la estrategia de
En todo caso, la persistencia de la propen-
sión a la concentración territorial en el subsis- economía abierta exportadora, la ubicación de
tema central no es óbice para afirmar que las los recursos naturales que sustentan las cadenas
productivas de exportación y la distribución te-
rritorial de los puertos han cobrado una impor-
12
Consideramos a estos efectos la Macrozona Central que tancia fundamental en la determinación de su
fuera definida por el Centro Interdisciplinario de Desarrollo localización.
Urbano y Regional (CIDU) de la Universidad Católica, du-
rante los años 1970-71, y que estaba formada por las provin- En términos cuantitativos, los cambios pro-
cias de Aconcagua, Valparaíso, Santiago, O'Higgins y ducidos en este período en la distribución terri-
Colchagua, circundantes de la ciudad de Santiago (CIDU, torial de las actividades productivas pueden ob-
1972). Esta delimitación parece adecuarse mejor a lo que
podría entenderse como el subsistema central, que la actual servarse básicamente en la información dispo-
Región Metropolitana. nible sobre la evolución del producto geográfi-
13
Ello corresponde al fenómeno destacado por Castells, en co. A este respecto, al interpretar esta informa-
el sentido de que "estamos asistiendo al mismo tiempo al
fenómeno de crecimiento de ciudades medias y de rura- ción es necesario tener en cuenta que ella sólo
lización, y al fenómeno de constitución de superciudades de se encuentra desagregada por regiones, lo que
tipo aún más complejo que las regiones metropolitanas" no permite analizar, e intentar explicar, ciertos
(Castells, 1985: 46). Este hecho ya se observa en Chile, por fenómenos de acumulación y crecimiento lo-
una parte, con la intensificación de la conurbación que está
comenzando a esbozarse en la Macrozona Central y, por otra cal, como los que se han registrado, por ejem-
parte, con el fortalecimiento de un importante conjunto de plo, en torno a las ciudades de Copiapó, Curicó,
ciudades medias en diferentes regiones. Los Angeles, Osorno o Temuco.
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTUR.ACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 25

En efecto, los cambios que se están produ- diente, que es ligeramente superior a los dieci-
ciendo como consecuencia de la apertura exter- siete millones de dólares y que se realiza con
na afectan principalmente a áreas locales espe- financiamiento público y privado (nacional y
cíficas y se diluyen cuando se trata de indivi- extranjero), solamente se localiza en la Región
dualizados, observarlos y analizarlos en la di- Metropolitana el 20%, en tanto que el 32% se
mensión regional, tal como ella se encuentra ubica en las regiones sureñas VIII, IX y X y el
definida actualmente en Chile. Por ejemplo el 27% en las regiones nortinas I, II y III. Cabe
caso del Valle de Copiapó, donde se ha produ- destacar que el 85% de esta inversión se realiza
cido uno de los procesos más relevantes de con financiamiento privado y que, además, el
acumulación y crecimiento local (Apey, 1989; 32% del total está destinado a proyectos indus-
Rodríguez y Venegas, 1988), no puede ser cla- triales, entre los que se destacan particularmen-
ramente aislado e individualizado en las cifras te los vinculados a la cadena forestal.
agregadas disponibles para la Región de Por otra parte, hay elementos de juicio que
Atacama. Por las propias características de la avalan la afirmación de que las inversiones adi-
estrategia implantada, el real alcance y signifi- cionales en el interior del país podrían intensi-
cado de los cambios más relevantes desde el ficarse notablemente en el futuro. En efecto, un
punto de vista territorial producidos en estos reciente catastro de proyectos (Aninat Ureta,
años, sólo pueden ser establecidos con referen- 1990), referido a 442 proyectos individuales de
cia a las áreas locales en que ellos se han ubi- inversión para ser ejecutados en el período 1990-
cado, casi siempre menores que la región o re- 95, que involucran un monto de alrededor de
giones respectivas. 19.700 millones de dólares, aporta indicios muy
Sin embargo, aun considerando la informa- importantes en esa dirección. Allí se puede ob-
ción agregada regionalmente, se pueden encon- servar que de la inversión total contemplada
trar claros indicios acerca de los cambios en la para la realización de dichos proyectos, la Re-
distribución interregional de las actividades gión Metropolitana solo absorbería alrededor del
productivas; a este respecto es elocuente la in- 12% del total, en tanto que la VIII Región (Bío
formación que indica que entre 1970 y 1988 la Bío) recibiría el 15%, la X (Los Lagos) el 14.7%
participación de la Región Metropolitana en la y la II (Antofagasta) el 13.9%, mientras que el
generación del producto geográfico bruto ha ido resto se distribuiría entre las otras regiones. In-
disminuyendo sostenidamente desde el 49.2% dudablemente, la materialización de estas in-
al 41.5%; al mismo tiempo, también se puede versiones significaría un importante fortaleci-
observar que la Región de Valparaíso (de la miento del despliegue de la actividad producti-
que una parte importante estaría incluída en el va en el territorio, lo que podría consolidar una
subsistema central), también perdió ponderación tendencia a la formación de una estructura te-
pasando de un 11.2% del PGB a un 10.2% 14. Es- rritorial algo menos concentrada en el largo
tas cifras permiten documentar el comienzo del plazo.
paulatino redespliegue de la actividad pro- Aun cuando, como se ha señalado anterior-
ductiva en el territorio, del que resultaron mente, el aumento y la diversificación de las
favorecidas principalmente aquellas partes que exportaciones se ha basado en gran parte en
disponían de recursos adecuados para la expor- una producción de carácter primario, donde los
tación. bienes son exportados sin o con escasa manu-
La continuidad y reafirmación de esta ten- facturación, la propia expansión de las cadenas
dencia se pueden observar, por otra parte, cuan- productivas exportadoras ha comenzado a pro-
do se analiza la distribución territorial de los ducir una progresiva complejización y diver-
proyectos actualmente en fase de ejecución; el sificación de los procesos respectivos; así, poco
catastro respectivo de la Sociedad de Fomento a poco, se han ido realizando nuevas inversio-
Fabril, actualizado a septiembre de 199015, per- nes en ellas, con el propósito de incorporar ma-
mite comprobar que de la inversión correspon- yor valor agregado a las exportaciones. Estos
fenómenos se están manifestando especialmen-
14
te en las cadenas forestal, frutícola y pesquera,
Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INR), con- en las que ya se han agregado importantes esla-
signadas en el Informe sobre Chile 90 (Editorial Gestión).
15
Síntesis reproducida por El Diario, 19 de noviembre de bones productivos destinados a aumentar la
1990. manufacturación de los bienes respectivos.
26 REVISTA EURE Nº 54

Este hecho también tiene repercusiones te- pales rasgos de la etapa inicial de una efectiva
rritoriales relevantes, puesto que estos nuevos reestructuración territorial. La evidencia empí-
eslabones han tendido a localizarse, en la ma- rica disponible indica que este proceso recién
yor parte de los casos, en la proximidad de los comenzó a cristalizar en el segundo de los pe-
lugares en los que están ubicados los recursos ríodos de fuerte crecimiento que se produjeron
naturales; tal es el caso, por ejemplo, de las bajo el Gobierno Militar; por esta razón, los
fábricas de celulosa y papel, de los diversos nuevos procesos de acumulación y crecimiento
procesos agroindustriales16 (plantas de embala- local todavía no pueden ser objeto de juicios
je, frigoríficos, deshidratadoras, conserveras definitivos. Ello no obstante, al mismo tiempo
etc.) y de las industrias productoras de harina y que se pueden destacar algunos de los principa-
aceites de pescado y de conservas. les logros de este proceso, también se pueden
El explosivo crecimiento de las exportacio- señalar algunas debilidades que se han presen-
nes también ha impulsado una importante mo- tado en esta fase inicial y cuya corrección, has-
dernización tecnológica de muchos de los pro- ta donde ello sea posible, se ubicará como una
cesos productivos involucrados; esto ha ocurri- tarea política prioritaria para el futuro:
do especialmente en algunos eslabones de las
cadenas exportadoras más dinámicas, tal como a) en primer lugar, importa destacar que, en
es el caso de la frutícola (Cruz, 1988), la fores- las condiciones generales que hasta ahora han
tal (Leyton, 1986) y la pesquera (Morales y predominado, este tipo de expansión producti-
Gezan, 1986; Stapplefield, 1987). Estos fenó- va territorial no se ha traducido en un mejora-
menos de modernización tecnológica se obser- miento automático de las condiciones de vida
van con mayor frecuencia en el ámbito de las de la población en las partes donde se ha verifi-
actividades de mayor tamaño, en las controla- cado mayor acumulación y crecimiento. Por el
das por los principales grupos económicos y, contrario, dado que en muchos casos uno de
particularmente, en aquellas parcial o totalmen- los factores que ha estimulado la dinamización
te transnacionalizadas. de los procesos respectivos ha sido la posibilidad
de utilizar mano de obra barata, sus efectos so-
A este respecto habría que destacar que con
bre las condiciones de vida locales no han sido
el despliegue territorial de las actividades pro-
todo lo favorables que habría cabido esperar.
ductivas se ha verificado un significativo mejo-
Consecuentemente, agudos problemas de po-
ramiento de las comunicaciones en todo el te-
breza continúan afectando a núcleos muy im-
rritorio nacional, lo que se ha traducido en
portantes de población radicada en diversos lu-
una importante reducción del aislamiento re-
gares del territorio (Riveros, 1990a); ello no
gional y local; un caso claro de este fenómeno
obstante, también debe reconocerse que los
se puede observar con la expansión territorial
indicadores regionales sobre empleo muestran
de las redes computacionales financieras y ban-
una notable mejoría en los últimos años.
carias, por lo que cierto tipo de operación que
hasta no hace mucho tiempo sólo eran posibles
en Santiago, ahora se realizan habitualmente en b) por otro lado, el redespliegue de los pro-
cesos de acumulación y crecimiento no ha lle-
un número creciente de ciudades medias del
gado por igual (y difícilmente podrá hacerlo), a
interior del país. De hecho, esto ha significado
las diversas partes que conforman el territorio
el comienzo de un verdadero proceso descen-
nacional, sino únicamente a aquellas que con-
tralizador, producido a la par de la eclosión
taban con ventajas comparativas para la expor-
exportadora.
tación. Ello implica que muchas localidades que
Todos los aspectos analizados hasta aquí carecen de ventajas de este tipo, difícilmente
forman parte de un conjunto de fenómenos podrán tener la posibilidad de acumular y cre-
interrelacionados, que se han ido retroalimen- cer en función de esta nueva dinámica territorial;
tando recíprocamente; ellos marcan los princi- por lo tanto, no es lógico pensar que ella pueda
conducir a un desarrollo territorialmente más
16
equilibrado sino que, de hecho, a lo que lleva
Resulta ilustrativo a este respecto el hecho de que mien-
tras en 1980 Chile exportó alrededor de 15 mil toneladas de es a una nueva forma de polarización.
frutas y hortalizas, procesadas en forma de deshidratados,
conservas, congelados, jugos y pastas concentradas, en 1989 c) por último, el crecimiento de cada una
la cifra se elevó a más de 148 mil toneladas (Estrategia, 20 de de las partes involucradas en esta dinámica
noviembre de 1990: 12 y 13).
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 27

puede terminar siendo altamente inestable, en formaciones fundamentales en el patrón de


la medida que continúe dependiendo exclusiva- acumulación y crecimiento que se ha venido
mente de cierto (o ciertos) bienes exportables perfilando en los últimos años.
que, por otra parte, son comercializados con Por otra parte, el gobierno democrático ha
escasa manufacturación. Ello significa que bas- proclamado reiteradamente su disposición a
taría con que la demanda externa se viese afec- mantener la continuidad de una estrategia
tada por cualquier circunstancia adversa impre- focalizada en el juego de las fuerzas del merca-
vista para que se produjese la interrupción del do, en el empuje de la empresa privada y en
respectivo proceso de crecimiento. una amplia apertura externa. En el Chile de hoy,
En cualquier caso, importa destacar que los el juego político ha situado en un lugar central
cambios territoriales analizados hasta aquí son la preocupación y la voluntad de no alterar los
el resultado de procesos que se encuentran en principales equilibrios macroeconómicos ya lo-
una fase incipiente, en la que todavía no han grados; en estas circunstancias, cualquier polí-
tenido la posibilidad de desarrollarse en toda su tica que pueda implicar aumentos importantes
potencialidad. Obviamente, su mayor o menor del gasto público tiene escasa viabilidad. El
cristalización dependerá de la continuidad y fantasma de la crisis fiscal del Estado constitu-
profundización del proceso de reestructura- ye una amenaza latente que nadie está interesa-
ción. do en volver a convocar.
Todo ello implica que algunas propuestas de
políticas territoriales de claro cuño estatista, que
IV. UN NUEVO ESCENARIO PARA LA han estado haciendo su reaparición junto con el
GESTION TERRITORIAL restablecimiento de la democracia, en los hechos
irán siendo dejadas de lado, cuando menos por
ahora 17. La creciente resistencia política a
Al finalizar en 1990 el período autoritario, adoptar medidas que puedan contribuir a
una nueva coalición de fuerzas políticas se ha agudizar el desequilibrio entre ingresos fisca-
hecho cargo del gobierno de Chile. Sin embar- les y gasto público, fundamenta la reticente
go, carece de todo fundamento suponer que la acogida que ahora reciben esas propuestas.
sustitución de un gobierno autoritario por otro En virtud de estas consideraciones, resulta
de signo democrático podría poner fin al ciclo lógico prever la continuidad y la consolidación
de modernización neocapitalista iniciado en la del proceso de reestructuración territorial ya
década de los setenta. Una interpretación de iniciado; ahora bien, para que el mismo pueda
esta naturaleza implicaría pretender que un mero avanzar hacia situaciones de mayor desarrollo
cambio de gobierno podría establecer el agota- regional o local, es necesario que se cumplan
miento de una concreta modalidad de desarro- determinadas condiciones y requisitos, entre los
llo capitalista que, por otra parte, es la que se que cabría destacar los siguientes:
está imponiendo en el mundo entero.
Ciertamente es posible que algunos grupos a) en primer lugar, para la consolidación de
sociales marginados del proceso decisorio pú- los procesos de acumulación local ya iniciados,
blico durante el tiempo autoritario, adquieran es indispensable que el país en su conjunto
una mayor influencia política en el tiempo de- continúe creciendo sostenidamente; hablar de
desarrollo local en situaciones de recesión es
mocrático y consigan alterar algunos énfasis en
pura retórica. Esto implica sostener que la con-
la estrategia gubernamental; también es previ-
tinuidad de la secuencia inversión —> acumula-
sible que incida, en el mismo sentido, el incre- ción —> crecimiento —> empleo es condición
mento de la conflictividad social que podría necesaria, aun cuando no suficiente, para que
producirse como consecuencia de las contra- cualquier tipo de desarrollo, sea a nivel nacio-
dicciones que el propio avance de la moderni-
zación continuará generando. Sin embargo, con
el advenimiento de un nuevo gobierno no se
han modificado ni la ascendente gravitación del 17
A este respecto, resultan elocuentes las palabras del Se-
bloque social que se consolidó en el período cretario Ejecutivo del Comité de Inversiones Extranjeras, en
el sentido de que "el Gobierno no va a caer en la tentación
anterior, ni los arreglos institucionales que en-
de poner incentivos ni subsidios por ramas industriales, por
tonces se establecieron; por consiguiente, pare- regiones o por sectores, ya que eso lo decide el mercado" (El
ce poco probable que puedan producirse trans- Mercurio, 27 de octubre de 1990).
28 REVISTA EURE Nº 54

nal, regional o local, en otras palabras, la conti- dación del crecimiento local, si las actividades
nuidad del ciclo inversión-acumulación, es el respectivas incorporan mayor valor agregado y
único camino que permite asegurar el aumento elevan persistentemente su productividad, como
de las fuentes de trabajo requerido para mejorar camino ineludible para mejorar su competi-
las condiciones materiales de la población. tividad en los mercados externos.

b) en segundo lugar, habiéndose impuesto e) finalmente, hay que considerar que para
en el CSA, y en buena parte del CIA, la mejorar la productividad y la competitividad de
racionalidad capitalista como racionalidad do- los productos nacionales, debe avanzarse
minante, las decisiones de inversión —que son sostenidamente hacia una real modernización
privativas de los respectivos empresarios y em- tecnológica de los aparatos productivos nacio-
presas— estarán regidas por un cálculo econó- nales, regionales y locales. A este respecto, es
mico que atenderá fundamentalmente las con- necesario advertir enfáticamente que preconi-
diciones existentes en cada lugar en términos zar una mayor modernización tecnológica no
de valorización privada del capital; por lo tanto, significa postular 1a necesidad de encaminarse
hacia la alta tecnología o hacia la implantación
solamente cuando la rentabilidad percibida de
de parques tecnológicos sino, fundamentalmen-
una posible actividad ubicada en alguno de esos te, marcar la importancia de continuar con la
lugares resulte atractiva para los inversores pri- progresiva modernización tecnológica del con-
vados, será factible la iniciación allí de proce- junto de las actividades productivas y, en espe-
sos relevantes de inversión-acumulación-creci- cial, de las cadenas más dinámicas. Lo impor-
miento. tante, como señala Castells, es no olvidar que
"la transformación tecnológica de los sectores
c) en tercer lugar, en una economía abierta, tradicionales constituye el terreno fundamental
como la chilena, el punto neurálgico para el de la transformación de nuestras estructuras
crecimiento reposa en el potencial exportador productivas y por consiguiente de nuestra es-
que pueda presentar cada una de las regiones o tructura regional". (Castells, 1989:18).
localidades respectivas. No es realista pensar
que regiones, provincias o localidades hasta hoy Estas consideraciones se sustentan en la con-
deprimidas, puedan disponer de por sí del vicción de que, en las condiciones imperantes
financiamiento necesario para iniciar procesos en la actualidad, es conveniente avanzar hacia
efectivos de acumulación-crecimiento-empleo, una mayor consolidación y perfeccionamiento
por lo que los recursos requeridos deberán pro- del proceso de reestructuración territorial; sin
venir principalmente del ámbito externo (na- embargo, esto no debe interpretarse como una
cional y no nacional) a ellas; y ello solamente proposición en el sentido de que el Estado debe-
podrá ocurrir si sus bases de exportación son ría ser prescindente al respecto. Por lo contra-
percibidas como atractivas, tanto por su deman- rio, en el cumplimiento de sus funciones
da externa como por su elasticidad-ingreso. En regulatorias, el Estado deberá necesariamente
esas condiciones, sería posible, por una parte, tratar de encauzar esta dinámica de forma de
atraer capitales externos y, por otra parte, ase- lograr una mayor distribución territorial de las
gurar retornos adecuados que, a su vez, bajo actividades productivas, pero tratando al mis-
ciertas condiciones, podrían estimular la apari- mo tiempo de atenuar las graves distorsiones
ción de nuevas actividades y la diversificación sociales y ambientales que dicha dinámica ha
de la estructura productiva regional o local estado generando.
(North, 1955 y 1959; Schwartzman, 1975).
Frente a ciertas posturas neoliberales extre-
d) en cuarto lugar, para tratar de atenuar la mas, que tienden a rechazar por principio toda
vulnerabilidad de un proceso de crecimiento de intervención estatal, parece necesario reivindi-
este tipo, es imprescindible que junto con su car un papel más activo del Estado, que permita
diversificación, las exportaciones sean objeto orientar los procesos sociales hacia situaciones
de una mayor industrialización. Esto vale tanto de mayor desarrollo. Este es, por otra parte, un
para el país en su conjunto, como para cada predicamento que muchos autores liberales
una de sus economías regionales y locales; esto aceptan y destacan; a este respecto, conviene
es, sólo podrá pensarse en una efectiva consoli- recordar las palabras de alerta de un conocido
MODERNIZACION NEOCAPITALISTA Y REESTRUCTURACION PRODUCTIVA Y TERRITORIAL 29

exponente de esta corriente, ante los peligros DAHER, Antonio (1989). "Ajuste económico y ajuste terri-
torial en Chile". Buenos Aires, Centro de Estudios Urba-
que supone esa fe ciega en la mano invisible: no y Regionales.
"se puede dudar de la mano invisible y ser, DE MATTOS, Carlos A. (1989). "Reestructuración social,
todavía, capitalista y liberal. La experiencia grupos económicos y desterritorialización del capital. El
caso de los países del Cono Sur". Revista EURE, Santia-
muestra, al menos, que aquellos países que más go, vol. XVI, núm. 47, diciembre.
han crecido durante las últimas décadas eran DIAZ, Alvaro (1989). "Reestructuración industrial autorita-
capitalistas, pero no dejaron que el capitalismo ria en Chile". Proposiciones, Santiago, núm.17, julio.
EUGENIN ULLOA, Jorge (1990). "Análisis descriptivo de
viniera a ellos como consecuencia del libre jue- los indicadores regionales más importantes". En vv. aa.,
go del mercado; fueron a buscarlo en forma Regionalización. La experiencia chilena 1974-1989.
deliberada, con decisión, a partir del Estado". Santiago, Universidad Nacional Andrés Bello.
FOXLEY, Alejandro (1982). Experimentos neoliberales en
(Grondona, 1990). América Latina. Santiago, CIEPLAN.
En la actual situación chilena parece indis- GATTO, Francisco (1990). "Cambio tecnológico neofordista
cutible la necesidad de encuadrar los procesos y reorganización productiva. Primeras reflexiones sobre
sus implicaciones territoriales". En Francisco ALBUR-
la gestión pública conforme a una estrategia QUERQUE y otros (Eds), Revolución tecnológica y rees-
nacional de desarrollo, que permita guiar la ac- tructuración productiva: impactos y desafíos territoria-
ción social global de acuerdo a grandes objeti- les. Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano.
GOMEZ, Sergio y Jorge ECHENIQUE (1988). La agricul-
vos nacionales. En particular, la gestión públi- tura chilena. Las dos caras de la modernización. Santia-
ca territorial en el contexto de los nuevos esce- go, FLACSO.
narios sociales debería tratar de involucrar tan- GRONDONA, Mariano (1990). "La mano visible". Visión,
to al conjunto de las instituciones públicas a vol. 75, núm. 8, 15 octubre.
HAYEK, Ernst; Patricio GROSS y Guillermo A. ESPINOZA
nivel nacional, regional y local, como también (1990). Problemas ambientales de Chile. (2 volúmenes).
a todos los actores sociales e instituciones priva- Santiago, AID/Pontificia Universidad Católica de Chile.
das en cada uno de esos ámbitos. Estas tareas LEYTON, José I. (1986). "El fomento de la actividad forestal
y su impacto sobre el desarrollo rural en Chile". Estudios
deberán ser, en definitiva, la expresión de un e Informes de la CEPAL, Santiago, CEPAL.
esfuerzo colectivo, orientado a viabilizar la LIPIETZ, Alain y Daniele LEBORGNE (1990). "Nuevas tec-
consolidación de un proceso global de moder- nologías, nuevas formas de regulación. Algunas conse-
cuencias espaciales". En, Francisco ALBURQUERQUE
nización económica, cultural, social y tecnoló- y otros (Eds), op. cit.
gica, que intente mejorar la calidad de vida de MARCEL, Mario (1989). "Privatización y finanzas públicas:
la población de cada uno y de todos los rinco- el caso de Chile, 1985-88". Estudios CIEPLAN, Santiago,
nes del país. núm. 26, junio.
MICHALET, Charles Albert (1985). "Le village planétaire".
En Michel CICUREL el alli, Une économie mondiale,
Paris, Pluriel.
MORALES, Héctor L y Lincoln GEZAN (1986). "La moder-
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS nización de las pesquerías chilenas: impactos sociales y
ecológicos". Ambiente y Desarrollo, Santiago, vol. II,
núm. 2.
NORTH, Douglas C. (1959). "Agriculture in regional
ALDUNATE, Rafael (1990). El mundo en Chile. La in- econornic growth". Journal of Farm Economics, vol. 45,
versión extranjera. Santiago de Chile, Zig-Zag. núm. 5, diciembre.
ANINAT URETA, Eduardo (1990). "Investrnent opportunities NORTH, Douglas C. (1955). "Location theory and regional
in Chile: results from a survey of projects 1990-95". economic growth". Journal of Political Economy,
Santiago, marzo. vol. LXIII, junio.
APEY GUZMAN, Alfredo (1989). "Ventajas comparativas y ODEPLAN (1979). La planificación regional en Chile. San-
dinámica regional: la agricultura de exportación y sus tiago de Chile, ODEPLAN.
efectos en el Semiárido Chileno". Santiago, Primer Con- OMINAMI, Carlos y Roberto MADRID (1989). La inserción
greso Nacional de Planificación. de Chile en los mercados internacionales. Elementos para
CASTELLS, Manuel (1989). "Nuevas tecnologías y desarro- la evaluación del desarrollo exportador y propuesta de
llo regional". ES. Economía y Sociedad, Madrid, núm.2, políticas. Santiago, PROSPEL.
junio. RIVEROS, Fernando (1990a). "La relación nación-región en
CASTELLS, Manuel (1985). "Reestructuración económica, Chile. Pobreza regional en Chile, 1985-6". Santiago, Ins-
revolución tecnológica y nueva organización del territo- tituto de Estudios Urbanos, Documento de Trabajo núm.
rio". En Alfoz, Metrópolis, territorio y crisis. Madrid, 167.
Alfoz. RIVEROS, Fernando (1990b). "Concentración y relaciones
CRUZ, José Miguel (1988). "La fruticultura de exportación: asimétricas en el Chile regional". Santiago, Instituto de
una experiencia de desarrollo empresarial". Estudios Estudios Urbanos, Documento de Trabajo núm. 168.
CIEPLAN, Santiago, núm. 25, diciembre. RODRIGUEZ, Daniel y Sylvia VENEGAS (1989). De pra-
CIDU (Equipo Macrozona Central) (1972): "Síntesis del deras a parronales. Un estudio sobre estructura agraria
Estudio: Región Central de Chile: perspectivas de desa- y mercado laboral en el Valle de Aconcagua. Santiago,
rrollo". Revista EURE, Santiago, vol. II, núm. 6, noviem- Academia de Humanismo Cristiano/Grupo de Estudios
bre 1972. Agro-Regionales.
30 REVISTA EURE Nº 54

RODRIGUEZ, Daniel y Sylvia VENEGAS (1988). "Las SANTOS, Milton (1979). Espaco e sociedade: ensaios.
regiones frutícolas de Chile. Caracterización productiva Petrópolis, Editora Vozes.
y del mercado laboral". Santiago, Grupo de Estudios Agro- SCHWARTZMAN, Jacques (1975). "A teoría da base de
Regionales. exportacão e o desenvolvirnento regional". En Paulo
ROFMAN, Alejandro (1984). "Subsistemas espaciales y cir- HADDAD (Ed.), Desequilibrios regional: e descen-
cuitos de acumulación regional". Revista Interamericana tralizacão industrial, Rio de Janeiro, IPEA/INPES.
de Planificación, México, núm. 70, junio. STAPPLEFIELD, Irma (1987). "Oferta exportable de pro-
ROZAS, Patricio y Gustavo MARIN (1989). .1988: el "Mapa ductos pesqueros: evolución y perspectivas". Estudios
de la extrema riqueza” 10 años después. Santiago, Públicos, Santiago, núm. 27, invierno.
Ediciones Chile América/CESOC. ZABALA, Ricardo (1987). "Inversión extranjera directa en
ROZAS, Patricio y Gustavo MARIN (1988). Estado autori- Chile, 1954-1986". Estudios Públicos, Santiago, núm. 28,
tario, deuda externa y grupos económicos. Santiago, primavera.
Chile América/CESOC.

También podría gustarte