Está en la página 1de 7

1

Santiago, treinta de abril de dos mil dieciocho.

Vistos:

Se reproduce el fallo en alzada, con excepción de sus

fundamentos cuarto y quinto, que se eliminan.

Y se tiene, en su lugar y además, presente:

Primero: Que Javier Mandaleris Jara dedujo recurso de

protección en contra de la Superintendencia de Seguridad

Social, con motivo de la confirmación del rechazo de dos

licencias médicas extendidas en su favor por un total de 60

días por parte de dicha institución correspondientes a las

N°s 54541883 y 54551829 y, asimismo, por el rechazo de la

Isapre Banmédica S.A. y la Compin de Antofagasta respecto

de otras 3 licencias, las N° 54305033, 54319673 y 54319687.

Todas ellas fueron rechazadas por no encontrarse

justificado el reposo concedido, toda vez que de acuerdo a

la documentación adjuntada, “su patología ha sido definida

de irrecuperable, razón por la cual no corresponde acoger

nuevas licencias médicas más allá del período recientemente

autorizado (361 días)”.

Refiere el recurrente que de la respuesta de la

institución recurrida aparece que no se encuentra

cuestionado que padece de una patología, que le impide

realizar normalmente sus funciones, y que el rechazo dice

relación con la supuesta irrecuperabilidad de la misma. Al

respecto indica que la patología que padece es EPOC

(Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y Fibrosis


2

Pulmonar y, que pese al carácter crónico de la misma, ni su

Isapre ni la Compin ni la SUSESO ha ejercido la facultad

que les confiere el artículo 22 del Reglamento de

Otorgamiento de Licencias Médicas, en cuanto a establecer

de modo fehaciente su irrecuperabilidad y disponer si fue

necesario su declaración de invalidez. En definitiva señala

que se le está privando del derecho a gozar de licencia

médica a una persona que efectivamente está enferma e

imposibilitada de ejercer su actividad normal, por la

inactividad de las entidades recurridas en disponer lo

necesario para establecer su eventual invalidez.

Segundo: Que, al informar la recurrida, en síntesis

sostienen que el rechazo de las licencias del recurrente

obedece al carácter crónico e irrecuperable de la patología

que padece y que se sustenta en los informes que

oportunamente en cada una de las etapas del proceso han

consignado lo anterior. Alude a que las licencias médicas

en sí mismas tienen una finalidad terapéutica que permite a

quien padece de una enfermedad descansar durante su

recuperación, objetivo que no se cumple en el caso del

recurrente quien padece de una patología crónica, por lo

que a su respecto las licencias no pueden ser aprobadas.

Tercero: Que, el artículo segundo letra c) de la Ley

N°16.395 establece que “Son funciones de la

Superintendencia las siguientes: c) Resolver las

presentaciones, apelaciones y reclamos de usuarios,


3

trabajadores, pensionados, entidades empleadoras,

organismos administradores de la seguridad social y otras

personas, ya sean naturales o jurídicas, en materias que no

sean de carácter litigioso, dentro del ámbito de su

competencia”. Por su parte respecto de la Compin, ésta

igualmente se encuentra dotada de facultades tendientes a

determinar la veracidad de las patologías a virtud de las

cuales se prescribe el reposo y su función esencial es

conocer de las solicitudes de reconsideración respecto de

los rechazos de licencias médicas que han emitido las

instituciones de salud previsional.

Cuarto: Que, en tanto el “Reglamento de Autorización de

Licencias Médicas por la Compin e Instituciones de Salud

Previsional” dispone en su artículo 22: “La Unidad de

Licencias Médicas podrá elevar a consideración de la Compin

los antecedentes de cualquier trabajador que se encuentre

acogido al régimen de licencia médica y cuya afección se

estime de naturaleza irrecuperable. Lo anterior se entiende

sin perjuicio del dictamen obligatorio de dicha Compin, en

los casos establecidos por la ley y este Reglamento. Las

ISAPRES en la situación de afecciones que estimen

irrecuperables, podrán solicitar la declaración de invalidez

del cotizante afecto al Sistema Previsional establecido en

el decreto ley N° 3.500, de 1980, a las Comisiones Médicas

Regionales, creadas por el artículo 11, del mismo texto

legal; en el caso de los cotizantes que no estén afectos al


4

sistema previsional establecido en el decreto ley N° 3.500,

de 1980, la ISAPRE solicitará dicha declaración de invalidez

a la Compin correspondiente”.

Quinto: Que de acuerdo a las normas precedentemente

referidas, es posible sostener que la recurrida, con miras

a cumplir el mandato legal consistente en resolver las

reconsideraciones y apelaciones presentadas por los

afiliados al sistema de salud, puede disponer que los

propios cotizantes o las instituciones de salud así como

las instituciones que se encuentran bajo su

supervigilancia, cuyo es el caso de la Compin, la Unidad de

Licencias Médicas o la Isapre, ejecuten aquellas acciones

contempladas por la ley a fin de dar respuesta al legítimo

requerimiento de los usuarios del sistema de salud público

o privado.

Sexto: Que a la luz del fundamento esgrimido para

rechazar las licencias médicas, el que estriba en el

carácter crónico del padecimiento del recurrente, la

decisión adoptada por la Superintendencia resulta ilegal y

arbitraria, al no haber instado – mediante los mecanismos

legales correspondientes- a efectos de la oportuna remisión

de los antecedentes del recurrente a la Comisión Médica para

que ésta proceda a calificar la eventual invalidez que

afecta al actor, iniciativa que no resulta baladí al tenor

de lo dispuesto en la Circular N°2 C/134 de fecha 24 de

junio de 1985 que dispone que mientras dure el trámite de


5

calificación de invalidez y hasta que se emita el dictamen

definitivo y éste se considere legalmente ejecutoriado, las

COMPIN deben continuar autorizando las licencias médicas y

pagando los correspondientes subsidios. En efecto ha sido

el legislador quien ha dispuesto que “los órganos de la

Administración del Estado deberán cumplir sus cometidos

coordinadamente y propender a la unidad de acción, evitando

la duplicación o interferencia de funciones” ( artículo 5°

inciso segundo de la Ley N° 18.575, cuyo texto refundido

fue fijado por el D.F.L. N°1/19.653), a lo que se suman los

principios de eficiencia, eficacia, economía procedimental

y de inexcusabilidad, en cuanto se ordena que la autoridad

administrativa deberá instar siempre por la resolución

integral de los asuntos sometidos a su conocimiento,

incluso derivado de su ponderación a quien tenga la

competencia para ello ( artículo 14 inciso segundo de la

Ley N° 19.880).

Séptimo: Que de esta forma, se advierte que el rechazo

de las licencias médicas que se alega por el recurrente,

importa de parte de la autoridad el ejercicio de una

facultad de forma meramente potestativa, con desconocimiento

de la certeza y seguridad jurídica que a los ciudadanos se

les debe, al ejercer sus facultades, en especial, si como en

esta materia se ven involucradas garantías especialmente

protegidas por el constituyente, como la vida y la salud de

las personas, y lo sitúa en una encrucijada en la que a


6

razón de su condición de salud no puede trabajar, pero, dada

la cronicidad de la misma no tiene derecho al pago del

subsidio que la respectiva licencia genera.

Octavo: Que, según ha quedado establecido en autos

existe un acto arbitrario e ilegal de parte de la

Superintendencia de Salud así como de parte de la Compin

Antofagasta al fundar la mantención del rechazo de las

licencias del actor en el carácter irrecuperable de su

condición de salud sin que se haya dado cumplimiento a lo

dispuesto en el artículo 22 ya mencionado. Dicha actuación

claramente infringe el derecho a la vida e integridad física

y psíquica del actor, así como el derecho de propiedad sobre

los subsidios a que da lugar la licencia médica conforme lo

señalado en el motivo sexto de este fallo, vulneración que

permite acoger la acción intentada y disponer la cautela

urgente que se señala en lo resolutivo de esta sentencia.

Y de conformidad, además, con lo prevenido en el

artículo 20 de la Constitución Política de la República y

Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se revoca la

sentencia apelada de once de enero de dos mil dieciocho, y

en su lugar se declara que se acoge el recurso de

protección interpuesto por Javier Mandaleris Jara,

ordenándose el pago del subsidio por incapacidad laboral

temporal derivado de las licencias médicas Nº54541883 y

54551829, extendidas en favor del actor, así como la

autorización y consecuente pago posterior de las demás


7

licencias cuestionadas, y aquéllas que se emitan en su

favor, en los términos de la Circular N°2 C/134 de fecha 24

de junio de 1985, debiendo remitirse – por quien

corresponda- los antecedentes del recurrente a la Comisión

Médica respectiva a efectos que se pronuncie en relación a

la eventual invalidez que aqueja al actor.

Regístrese y devuélvase.

Redacción a cargo del Ministro señor Prado Puga.

Rol N° 2198-2018.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema


integrada por los Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sra. María
Eugenia Sandoval G., Sr. Carlos Aránguiz Z. y Sr. Arturo
Prado P. y el Abogado Integrante Sr. Álvaro Quintanilla P.
No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la
causa, el Ministro señor Muñoz por estar con permiso.
Santiago, 30 de abril de 2018.

Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a treinta de abril de dos mil dieciocho,


notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

También podría gustarte