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RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR LA PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD

Sentencia 53010

Elaborado por: Angeli Marcela Castro Villalba

 Respuesta # 1: ¿Cuál es el problema jurídico del caso?

¿Se extralimitó La Fiscalía General De La Nación y la Rama Judicial, al solicitar y


conceder la medida de aseguramiento, y privar de la libertad al señor Orland
Rodríguez Rojas, desde el 21 de marzo de 2006 hasta 31 de mayo de 2007, por
habérsele imputado cargos por el delito de concusión?

En el sentido incumbe determinar: 1) si la Fiscalía General De La Nación, la


Nación y la Rama Judicial son responsables extracontractualmente, por haber
privado de la libertad al señor Orland Rodríguez Rojas, desde el 21 de marzo de
2006 hasta 31 de mayo de 2007, fecha, en la que se profiere sentencia
absolviéndolo ya que su conducta se consideró atípica.

 Respuesta # 2: Establecer cuál es la apreciación del despacho judicial y la


regla jurisprudencial que utilizó.

Teniendo en cuenta precedente y a unificación de criterios del Consejo de Estado,


manite una línea dualista, es decir en materia de responsabilidad patrimonial del
Estado, bajo la circuntancias fácticas en la cual se enfrente, hace uso tanto del
régimen responsabilidad subjetivo como del objetivo. Recordemos que el régimen
imputación objetiva de diferencia de la subjetiva, porque no es necesario probar la
culpa de quien causo el daño para ser indemnizado mientras que el subjetivo se
debe probar por parte de damnificado la falla o falta den servicio.

A su vez, hace mención de la Corte, en cuanto a los parámetros que se enmarcan


sobre lo que acarrea la detención preventiva de la libertad, señalando la normas
que abarcan la temática en el ordenamiento jurídico colombiano. Concluyendo que
“la Ley 906 exige de una inferencia razonable de autoría o participación del
imputado”1

No obstante, de conformidad con lo anterior, el Consejo de Estado, y conforme a


las circunstancias fácticas del caso, en principio argumentan que, el régimen de
responsabilidad aplicable era el objetivo, ya que como la conducta resulto atípica,
el daño antijurídico y el nexo causal era irrebatible, teniendo en cuanta que “la
2
privación de la libertad resulto irrazonable y desproporcionada,
Sin embargo, el consejo manifiesta que “En un sistema como el acusatorio no
resulta exigible al fiscal y al juez con función de garantías que en etapas
tempranas de la investigación penal definir si el imputado ejecutó la conducta,
pues será en etapas posteriores que el funcionario judicial definirá tales asuntos,
que solo se pueden definir en la contradicción probatoria durante un juicio oral”3

Es por esto que, para esta corporación no todo sentencia absolutoria, cuando el
imputado se encontrada bajo la medida preventiva de la privación de la libertad,
consecuencia contraiga responsabilidad patrimonial del estado, o en este caso de
la Fiscalía o de la Rama Judicial, partiendo de que el material probatorio allegado
y sumado a ello, como lo más relevante dentro de la hipótesis, es la conducta de

1
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 11 de abril de
2019, expediente 53010
2
Ibídem.
3
Ibídem.
la conducta del implicado, por lo que se justifica así, la actuación del órgano
judicial

Luego entonces, la tesis aplicada y sostenida por el Consejo de Estado se


encuentra basada en los eximentes de responsabilidad, teniendo en cuenta la
culpa exclusiva de la víctima, ya que como se esbozó anteriormente, no toda
absolución en un proceso penal conlleva a hacer responsable
extracontractualmente al estado. Por lo cual bajo ese criterio decide no conceder
las pretensiones del accionante.

 Respuesta # 3: ¿Cual fue la decisión y cuáles fueron los fundamentos para


ello?

El Honorable Consejo de Estado, explica de manera clara que el criterio unificado


de esta corporación a la fecha va encaminado a matricularse con una única línea
en lo que se refiere al tema de la Responsabilidad del Estado por la privación
injusta de la libertad, es decir para ellos, de acuerdo al caso en concreto, la
responsabilidad acaecida al Estado puede ser tanto subjetiva como objetiva. Por lo
cual, el tratamiento en caso será distinto y se mirara si la conducta del implicado,
realmente ameritaba o no un medida preventiva, como la privación injusta de la
libertad.

La corporación, por consiguiente, entro a revisar si el daño era cierto, es decir, si


realmente existía el daño antijurídico dentro del caso en estudio. Generando una
respuesta positiva, explicando que efectivamente el señor Orland Rodríguez,
estuvo en calidad de imputado detenido aproximadamente 477 días, privado de la
liberad por el delito de concusión
De inmediato, pese a que la sala, como se explicaba en la anterior sentencia “en
aquellos eventos en los que una persona es privada de la libertad como
consecuencia de una decisión proferida por la autoridad judicial competente y
luego es puesta en libertad en consideración a que se dan los supuestos legales
que determinan su desvinculación de una investigación penal, bien porque el
hecho imputado no existió o porque el sindicado no lo cometió o porque el hecho
no es punible y si, además, prueba la existencia de un daño causado por esa
privación de la libertad, no hay duda que tal daño se torna antijurídico y debe serle
reparado por el Estado.”4

Así mismo, hace hincapié, que bajo circunstancias fácticas similares, la Corte ha
señalado, que la decisión en estas instancias, debe contemplar un juicio justo, de
si si la interpretación del juez estuvo sujeta a criterio un criterio “razonabilidad,
proporcionalidad y legalidad”5, aclarando que “Lo anterior significa que los
adjetivos usados por la Corte [razonabilidad, proporcionalidad y legalidad] definen
la actuación judicial, no el título de imputación (falla del servicio, daño
especial o riesgo excepcional), esto es, aunque aquellos parecieran inscribir la
conclusión de la Corte en un régimen de responsabilidad subjetivo; entenderlo así
no sería más que un juicio apriorístico e insular respecto del compendio
jurisprudencial que gravita en torno del entendimiento del artículo 68 de la Ley 270
de 1996, en tanto, debe reiterarse, la Corte estableció una base de interpretación:
la responsabilidad por la actividad judicial depende exclusivamente del artículo 90
de la Constitución, el cual no establece un título de imputación definitivo, al
haberse limitado a señalar que el Estado responderá por los daños antijurídicos
que se le hubieren causado a los particulares ”6.

4
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 30 de enero de
2013, expediente 25324.
5
Ibídem.
6
Ibídem.
Por consiguiente, el Consejo de Estado, entro a estudiar, si la culpa exclusiva de la
víctima, puede ser alegado como eximente de responsabilidad, habida cuenta que
siendo así se, justificaría el haber impuesto una medida intramural, al en ese
entonces, imputado. Para lo cual esta corporación, en materia de responsabilidad
del Estado por el daño de los agentes judiciales, se dirigió al artículo 70 7 de la Ley
270 de 1996 -Estatutaria de la Administración de Justicia, como también al artículo
63 del Código Civil8 y al precedente que se ha vendió enmarcando dentro de la
temática, aquí expuesta.

Un vez, realizado el estudio, indican que pese que hubo sentencia absolutoria por
ser la conducta atípica, parámetro que exige para imputarle responsabilidad
patrimonial estado, también es cierto que no hay que desconocer que la conducta
del señor Orland Rodríguez, no le cabe duda de que su conducta “dio lugar a que,
además de ser investigado, fuera sujeto de una medida restrictiva de su libertad,
ya que sus actuaciones irregulares, es decir extralimito en sus funciones y por
ende La fiscalía en como órgano competente, basados en el actuar del sujeto a
procesar, actuaron de conformidad con los lineamientos, legales y
constitucionales.

Así las cosas, de lo expuesto, el Consejo de Estado, resolvió revocar la sentencia


y no acceder a las pretensiones del demandante.

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Establece que: “el daño se entenderá causado por la culpa exclusiva de la víctima cuando se encuentre
acreditado que esta actuó con culpa grave o dolo o no haya interpuesto los recursos de ley”
8
Prescribe que: “La ley distingue tres especies de culpa o descuido. Culpa grave, negligencia grave, culpa
lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel cuidado que aun las personas
negligentes o de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles
equivale al dolo. Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los
hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa
culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. El que
debe administrar un negocio como un buen padre de familia, es responsable de esta especie de culpa. Culpa
o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la
administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado.
El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro”.
 Respuesta # 4: Hacer un análisis crítico de nosotros sobre la sentencia

Más allá de toda duda razonable, consideramos que es un nimiedad, en sentido


que el Consejo de Estado en su sentencia no tuvo en cuenta de manera estricta
las circunstancias fácticas del caso y la estructura de la responsabilidad objetiva
por daño especial, pues tesis que en principio hicieron mención para resolución
del litigio, sino que basaron sus argumentos en los eximentes de Responsabilidad
a favor del Estado, alegando la culpa exclusiva de la víctima, sin detenerse a
analizar el génesis o el meollo por el cual se cual se causó detrimento a los
Derechos fundamentales, para el que nosotros hoy, es el real damnificado en este
proceso.

De lo anterior, es importante señalar, que frente al un Juez de Control de


Garantias, el fiscal realiza tres audiencias categorizadas como preliminares,
legalización de captura, Formulación de imputación y solicitud de medida de
aseguramiento. No obstante, se encuentra, que según los hechos narrados por de
la sentencia de la referencia, en el momento de la importación, el representante de
la Fiscalía como ente encargado de formular y encuadrar la conducta del
capturado, señala que delito cometido por el capturado, era el de concusión y
posterior a ello conforme al art 307 de C.P. P, solicita la medida de aseguramiento.
Luego entonces al cumplir las etapas anteriores una vez estando en el juicio oral
se resuelve que la conducta señalada como presuntamente delictiva era atípica.

Como lo explica el Consejo de Estado, el cual manifiesta, en la sentencia en


estudio, que: “En criterio de la Corte desde el inicio de la investigación el fiscal o el
juez deben tener claro que el hecho sí se presentó y que es objetivamente típico,
ya que disponen de las herramientas necesarias para definir con certeza estos
dos presupuestos. En el primer caso, el funcionario judicial debe tener en claro
esa información desde un principio y, en el segundo, se trata de una tarea más
sencilla, que consiste en el cotejo entre la conducta que se predica punible y las
normas que la tipifican como tal”9

Ahora bien, es notable que en el momento de la imputación existió un error


judicial por parte de la Fiscalía, es decir un error en la formulación de imputación
que realizó no iba acorde a la conducta que ejecutó el señor Rodríguez, todo lo
anterior si la teniendo en conducta que la conducta al final del proceso fue
considerada como atípica, por lo tanto si al señor Orland Rodríguez, se le hubiese
formulado la imputación en debida forma, no hubiese sido sometido a soportar la
carga de lo que acarrea debió conceder la medida de aseguramiento intramural.

Es cierto, que conforme a la relatoría en estudio, explica que la teoría del Consejo
de Estado va atada a la responsabilidad objetiva por daño especial, también es
cierto que son enfáticos en manifestar que la persona como funcionario de
Electricaribe, cometió un delito al extralimitarse en sus funciones, y que a
consecuencia de ello, la Fiscalía actuó conforme a lo establecido por la ley, por lo
cual pese a que fue absuelto por Juez de Conocimiento, al resultar la conducta, el
Estado se exime de responsabilidad de responsabilidad por la culpa exclusiva de
la víctima. No obstante, para estos estudiosos del derecho, es notorio, que si hubo
de forma clara un detrimento por parte de la fiscalía en el momento en el que
realizó la formulación de la imputación.

Es por esto, que consideramos, que la sentencia no fue justa, ya que su posición y
desconoció el daño antijurídico y el nexo causal, entre la actividad de la
administración y el daño causado, por el daño especial causado al accionante por
privarlo de manera injusta de la libertad, carga que no debió ser soportada en
9
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 11 de abril de
2019, expediente 53010
atención sus derechos fundamentales, como el derecho a la dignidad humana, a la
integridad personal, la libertad, al trabajo, e inclusive su vida en sociedad, ya que
como se explicó anteriormente la Fiscalía, cometió un error de índole judicial al
formular una imputación sin haberse realizado un estudio a fondo del material
probatorio, a tal punto de poder concluir que realmente su conducta era atípica, es
decir, a parir de esa acción o más bien omisión el señor Rodríguez fue sometido a
circunstancias ajenas de las cargas soportables impuestas por el estado y por
ende debió ser indemnizado.

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