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SINGER: EL PROBLEMA DEL NIVEL DE ANÁLISIS EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Un académico responsable tiene que estar preparado para evaluar la utilidad relativa
(tanto conceptual como metodológica) de las distintas alternativas que se le presentan y para
apreciar la variedad de implicancias del nivel de análisis finalmente elegido.
Dos de los niveles de análisis que más se emplean en nuestra disciplina son: el sistema
internacional y los subsistemas nacionales. 
El enfoque internacional ofrece mayores ventajas en cuanto a la descripción total de las
relaciones internacionales, mientras que el enfoque nacional es mucho más fructífero en lo que
respecta a la explicación de dichas relaciones. Y, en términos de predicción ambas orientaciones
parecer ofrecer un grado similar de promesa.
La conclusión a la que arriba Singer es que el verdadero problema no es decidir cuál nivel es
más valioso para la disciplina en su totalidad y adherirnos a él de aquí en más; sino que es darnos
cuenta de que existe un dilema conceptual preliminar, que tiene que ser temporalmente
resuelto previo a cualquier investigación que esté por ser llevada a cabo.

Requerimientos de un modelo analítico:


 una descripción altamente precisa del fenómeno que estamos considerando.
 la capacidad para explicar las relaciones que se dan en el fenómeno bajo investigación.
 que ofrezca una predicción confiable.

El sistema internacional como nivel de análisis:


Es el único nivel que nos permite examinar las relaciones internacionales en su totalidad. 
Para propósitos descriptivos, ofrece tanto ventajas como desventajas. Lo bueno es su
amplitud; lo malo, derivado justamente de su alcance, es la necesaria falta de detalles.
En cuanto a su capacidad explicativa, primero que nada, tiende a exagerar el impacto del
sistema por sobre los actores nacionales y, en cambio, reduce el impacto de los actores en el
sistema. Segundo, este nivel en particular inevitablemente requiere que exijamos un alto grado
de uniformidad en los códigos operacionales de las políticas exteriores de los actores nacionales.
En otras palabras, al intentar enfocarnos en el todo no podemos permitir mucha divergencia en el
comportamiento de las partes.
Debido a esta generalidad, sólo podemos establecer correlaciones, no causalidades.
Habiendo dicho esto, la orientación sistémica debería ser razonablemente satisfactoria como
base de predicciones, incluso si tal predicción quisiese extenderse más allá de las características
del sistema e intentase anticipar el accionar de los actores mismos; esto asumiría, claro, que los
actores están caracterizados y su comportamiento predecido en términos muy generales.

El Estado nacional como nivel de análisis:


Su ventaja más obvia es que, descriptivamente, nos permite una diferenciación
significativa entre los actores del sistema internacional. 
Sin embargo, si bien evita la homogeneización inapropiada que suele derivar del enfoque
sistémico, esto puede terminar causando una falla explicativa: una exageración marcada de las
diferencias entre los actores sub-sistémicos. Aquí se corre el riesgo de que la comparación y el
contraste entre las partes se torne incompatible. O, peor aún, que la diferenciación entre los
distintos países le de cabida al observador para atribuirle virtudes de sobra al Estado al que
pertenece y sacarle algunas a los adversarios de su nación.
Algunos inconvenientes de este nivel de análisis son, además, que:  
 sólo en el contexto del Estado selecto podemos esperar una aplicación útil.
 se deberá responder a la pregunta de los objetivos, las motivaciones y los propósitos de
las distintas políticas nacionales.
 hay un problema fenomenológico: ¿estamos examinando el comportamiento de un actor
en términos de los factores objetivos que influencian dicho accionar o en términos de la
percepción del actor de dichos “factores objetivos”?
Estos inconvenientes demuestran que las ventajas descriptivas y explicativas de este nivel
son alcanzadas sólo al precio de una considerable complejidad metodológica.
Por último, su poder descriptivo no parece ser mucho mayor que el de la orientación sistémica.

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