Belleza y Estética son dos conceptos que se determinan mutuamente, se
relacionan en retroalimentación. La estética como “ciencia de lo bello” se ha quedado como una definición anticuada y reduccionista, en relación con la evolución de las acepciones acerca de la belleza. Evolución no sólo respecto del consenso cultural y sociohistórico de lo que es bello y lo que no lo es, sino a partir de considerar los diferentes aspectos de la belleza, sus funciones e interacciones en la vida humana, en la cultura. Principalmente a partir de la idea de la estructura de la belleza. Si la estética es la ciencia de lo bello, esto es que de alguna manera existiría una estructura de la belleza que posibilitaría su construcción. Y entonces, a partir de allí, pensar la belleza en un aspecto o con una valor comunicativo, lingüístico. Una belleza construída a partir de formas que se combinan y conforman signos, símbolos, significantes. Y un Arte revalorizado en ese mismo aspecto, un arte que posibilita la expresión, la comunicación de una verdad profunda, subjetiva, alternativamente, por una vía distinta a la de la lengua.