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Igualdad de Género como base para la sostenibilidad

El mundo necesita un cambio que garantice el gozo de paz y la convivencia sana de


todas las personas naturales. Desde muchos años atrás, la humanidad ha reflejado consigo
una serie de escenarios y posturas que reflejan un desequilibrio e inestabilidad en muchos
aspectos que son importantes para el bienestar de las personas. Aspectos como la educación
o la salud se han visto afectadas por dichos escenarios, provocando así falencias en lo que
se considera como igualdad y en la justicia. Esta desigualdad se refleja hasta la sociedad de
hoy, donde se siguen presentando problemas de desequilibrio social y una inconsistencia en
la igualdad de medios, lo que nos da a entender que para llegar a un equilibrio global
necesitamos de ciertas medidas que nos induzcan a un cambio. Este cambio lo podemos
empezar con ayuda de los llamados Objetivos de desarrollo sostenible.
Siendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible 17 retos cuyo objetivo es erradicar la
pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas del mundo sin distinción
gocen de paz y prosperidad, es un excelente proyecto para concientizar al mundo entero
que es posible un verdadero cambio y que ese cambio puede existir si conjuntamente
trabajamos para llegar a ello. Sin embargo, para llegar a dicha sostenibilidad y darle
cumplimiento a todos los objetivos de desarrollo sostenible, necesitamos tener como base
de todos estos la igualdad de género. El Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, afirma que el empoderamiento de las mujeres y la reducción de las
brechas de género en la salud, la educación, los mercados laborales y otros ámbitos
da como resultado una menor pobreza, un mayor crecimiento económico, una mayor
productividad agrícola, comunidades más resientes, una mejor nutrición y una mejor
educación para niños y niñas. (PNUD, 2020). Según esto y muchas más
investigaciones afirman que la base para llegar a la sostenibilidad debe empezar por
la igualdad de género de niñas y mujeres con todo el mundo. Si no se abordan las
desigualdades de género y la discriminación contra las mujeres, se obstaculizará o
peor aún, se impedirá el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. (PNUD,
2020).

En la actualidad, se siguen presentando grupos sociales y culturas las cuales no aprueban y


promueven la igualdad en los dos géneros, siendo la mujer un individuo dependiente del
hombre teniendo menos derechos y virtudes que este mismo. Según el programa de
naciones unidas para el desarrollo, a nivel mundial las mujeres ganan solo 77 centavos por
cada dólar que ganan los hombres haciendo el mismo trabajo. (PNUD, 2020). Si es verdad
que los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos iguales al de los
hombres, los cuales abarcan todos los aspectos de la salud, la educación, la participación, el
bienestar económico, entre muchos más. Sin embargo, en muchas partes del mundo se
sigue evidenciando el abuso y la violencia domestica hacia el género femenino. Según
estudios, 1 de cada 5 mujeres o niñas en todo el mundo afirman haber experimentado
escenarios de violencia o de humillación en toda su vida. (PNUD, 2020).

Considero que esto se debe a que a lo largo de la historia, la mujer ha sido subestimada y
menospreciada por parte del hombre por considerarla como un objeto de auto conveniencia,
que es utilizado para procrear y satisfacer los deseos del hombre, la cual no tiene voz
alguna y no tiene suficiente poder como para tomar decisiones importantes. Las actitudes y
los comportamientos históricamente atribuidos al género masculino son los predominantes
y generales, al tiempo que los roles y comportamientos considerados propios de las mujeres
son vistos como un universo particular, sin trascendencia para el conjunto de la sociedad.
(Cruz Díaz, 2004). Este pensamiento lo han tenido nuestras generaciones pasadas las cuales
a lo largo de los años han establecido estas creencias como su propia costumbre y su deber
ser. Esto conlleva a que la mujer actual con hambre de independización e igualdad, cargue
con el gran peso de las costumbres pasadas que se siguen evidenciando en nuestros días,
esto quiere decir que muchos grupos sociales en la actualidad no admiten ni comparten las
nuevas medidas y consideraciones que se les está brindando a las mujeres como su propia
participación en nuestra sociedad.
En conclusión, si queremos alcanzar un cambio en la sociedad que abarque todos los
aspectos tanto económico, político, educativo, entre otros, debemos empezar a considerar a
la especie humana como igualitaria independientemente de su género, brindándole así todas
las medidas necesarias para llegar a un equilibrio entre hombre y mujer. Claramente la los
objetivos de desarrollo sostenible contribuirían en este hecho ayudando así a estipular
nuevos marcos legales, como por ejemplo que Ambos sexos gocen de igual participación en
cargos de liderazgo, Labores domésticas y como ultima y no menos importante, la igualdad
en el acceso de recursos económicos.

Referencias
Programa de las naciones unidas para el desarrollo sostenible. (2020). Objetivos de
desarrollo sostenible. Obtenido de:
https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html

Programa de las naciones unidas para el desarrollo sostenible. (2020).Igualdad de género.


Obtenido de: https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-
development-goals/goal-5-gender-equality.html
Programa de las naciones unidas para el desarrollo sostenible. (2020).Igualdad de género
en la agenda 2030. Obtenido de:
http://americalatinagenera.org/newsite/index.php/es/igualdad-de-genero-y-agenda-2030
Cruz Díaz, M. (2004). Hacia la igualdad de las mujeres: De la Tradición a la Coeducación.
Revista de Educación. Recuperado de:

http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/1939/?sequence=1

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