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INFORME FINAL PRACTICA DOCENTE II

DOCENTES: BURGHINI NATALIA – FERNANDEZ ANALIA


INTEGRANTES: AVILA MELINA – SALAS GABRIEL
OBSERVACION CLASE Nª 1: GABRIEL

 Elevación de la voz, en simultaneo con la de los chicos (retumbaba mucho en el


SUM y se dificultaba escuchar)
 Le llevo mucho tiempo de la clase hacer que los chicos se callen y se sienten
para explicar la consigna.
 Dispersión de los chicos en la fila al querer llevarlos al pasillo.
 En la primera actividad (correr por el espacio y meterse en los aros) no todos
escuchaban el momento en el cual debían entrar en el aro y cómo hacerlo.
Santino se levantó a correr por los aros.
 Durante la explicación de la segunda actividad uso de palabras como: “zonas,
limites...”
 Al mostrar los cuadraditos con las imágenes de las frutas, todos hicieron
silencio y prestaron atención.

OBSERVACION CLASE Nª2: GABRIEL

 Se mantuvo el orden la mayoría del tiempo del circuito.


 Algunos de los niños se dispersan, pero se mantiene el orden.
 Preguntas de cierre correctas, bien trabajada la reflexión del cierre de la clase.

OBSERVACION CLASE Nª3: GABRIEL

 Pato al agua y pato a la tierra no se pudo realizar.


 Las consignas se dieron con los niños parados, lo que dificulto la escucha de las
mismas. Varios de los niños jugaban entre ellos.
 La actividad al principio se realizó con los niños parados, por lo que se distraían
hasta que les tocaba pasar, se empujaban.
 Al sentarlos se pudo terminar de una mejor manera, se tranquilizaron.
 No se realizaron las preguntas de cierre.

OBSERVACION CLASE Nª 4: GABRIEL

 Eran pocos niños (11). El traslado se hizo de manera tranquila.


 2 nenes y 3 nenas hablan mientras el profe explica la consigna.
 Al principio realizan las actividades con el pañuelo, luego un par de niños los
usan como superhéroes.
 Les cuesta hacer silencio para hacer explicar la siguiente actividad
 Al sentarlos a pasarse la pelota realizan la actividad tranquilos. Mantienen el
orden.
AUTOEVALUACION: MELINA AVILA

Al principio, antes de comenzar con las practicas (durante el momento de las


observaciones), sabia o presentía que me iba a costar llevar a cabo el manejo del
grupo. Sentía nervios y la duda de cómo iba a llevar a cabo las clases, que iba a dar en
cada una, si íbamos a poder trabajar en equipo, entre otras cosas.
Al momento de que Gabriel dio la primera clase las ganas de dar mi primera clase
disminuyeron; sentía que me iba a ir mal y que no iba a poder manejar el grupo.
Llego el momento de la clase y me intimide. La voz de mando fue baja; había
planificado la clase para el parque y no había previsto la inmensidad del mismo. No
había limitado hasta donde podían correr y se me dispersaron por todo el parque
(había llevado silbato asique me ayudo a llamarles la atención). Al trasladar a los chicos
al parque, se me cayó una nena y no había visto bien cómo fue que se tropezó.
Durante la actividad, al tener a todos dispersos, se me dificulto el cambio de manchas,
ya que casi ninguno de los niños estaba viendo (debería haberlos juntado y mostrar
quien sería la nueva mancha). Al querer cambiar el juego de la mancha no funcionó y
me sobro tiempo ya que no había planificado alguna otra variante, por lo que termine
realizando el juego “Tic Tac”, que fue el que mejor respuesta tuvo por parte de los
niños. Al finalizar la clase el profe me pregunto sobre la cantidad de chicos que había
sacado al parque y no supe contestar, y fue algo que a partir de las siguientes clases
comencé a hacer (contar la cantidad de chicos que trasladaba). En esta clase me sentí
bien para haber sido la primera, tuve errores pero sabía que podía corregirlos para las
siguientes clases.
En la clase número dos, que plantee un circuito, me sentí bastante cómoda, ya que era
algo a lo que los chicos estaban acostumbrados a realizar. Se mantuvieron tranquilos,
dispersándose cada tanto, pero se involucraban en la actividad nuevamente. Algo que
no preveía era el uso de las bolsas de nylon, ya que necesite ayuda de Gabriel (para
sacar y poner las bolsas de las piernas de los niños). No utilice reloj en esta clase, por lo
que se me paso el tiempo de la misma (llevar los niños a la sala) y no pude realizar el
cierre de la misma. De mi parte salieron bien las cosas; a partir de esta clase ya no
utilice el silbato.
En la tercera clase, cometí el error de entregar los globos antes de explicar las
consignas, por lo que me llevo mucho tiempo hacer que los niños hagan silencio y
escuchen las consignas. Al realizar los caminos entre las cintas ocupe mucho tiempo y
nuevamente se me paso el mismo, ya que no había llevado el reloj. Me falto hacer la
variante de la pelota pulpo.
En la cuarta clase, cometí un gran error con uno de los niños. En la actividad, había una
tela con huecos a la cual los niños debían lanzar y uno de los chicos de colgó de la
misma, por lo que lo lleve a sentarse, sin darle una explicación, hablar o reflexionar
con él sobre el por qué lo había sacado de la actividad. Luego de sacarlo quedo ahí
sentado, sin haber reflexionado junto a mí sobre lo sucedido. Más allá de ese hecho,
tuve inconvenientes con poner el límite a 3 de los niños, que al momento de querer
descolgar la tela comenzaron a agarrarla y a tironearla.
La clase en general estuvo bien, pero podrían haber salido mejor las actividades.
Por último, en la clase de cierre junto con Franco y Nicolás, se notó la falta de
comunicación en el grupo. La clase de ellos comenzaba a las 14hs y quienes tuvieron
que acomodar y “decorar” las cosas fuimos Gabriel y yo. La distribución de las 4 postas
fue de todas juntas, ya que nos pusimos de acuerdo en acomodarlas así por si nos
tocaba a nosotros dar la clase de ellos. Al colocarlas así no tuvimos en cuenta que los
niños y las pelotitas durante el transcurso de las actividades podrían mezclarse (que
fue lo que nos pasó), es decir, las pelotitas irse a otras postas, al igual que los niños.
Lanzaban y al quedarse sin pelotas, se cortaba el ritmo de la actividad.
Algo que tampoco distribuimos bien, fue el uso del tiempo y las rotaciones entre las
postas. En cuanto al uso del tiempo, no siempre duraban lo mismo las actividades. En
cuanto a las rotaciones, no había un profe que se hiciera cargo de trasladarlos, sino
que ellos mismo se movían entre postas por lo que algunos terminaban cambiándose o
les llamaba la atención otra posta y se quedaba allí. También podríamos haber
agregado variantes en cada una de las postas, porque en ocasiones se volvía tedioso
estar lanzando siempre con un mismo objetivo.

PERCNOTE EN EL JARDIN JUAN MANTOVANI


En cuanto a esta experiencia, la disfrute mucho. El grupo de niños era muy cariñoso y
me lleve muy bien desde un principio con algunos de los niños en la sala.
Al llegar nos explicaron que haríamos y cuál era la sala con la que estaríamos. Al
principio solo le prestaban atención a su seño de sala. Al trasladarnos al primario y
jugar al “Tic Tac”, comenzamos a acercarnos a los niños. El contacto terminamos de
cerrarlo luego de hacer las actividades nocturnas en “el bosquecito”, ya que nosotros
éramos quienes controlaban las actividades que realizaban y quienes los ayudábamos
a hacerlas. Desde ese momento, ya era otro el trato de su parte.
Me sentí muy bien con los niños de este jardín, y si hubieran realizado la salida prevista
para el mes anterior (la cual se canceló por el clima), la relación hubiera sido mejor
aún.
En cuanto a motricidad comparada con los niños del La Salle, era un poco menos
desarrollada. Les costaba más hacer equilibrio, mantener la fuerza, percibir el espacio
del compañero.
En lo personal me gustó mucho esta experiencia pero siento que podría haber sido
mejor, en cuanto a lo que yo podía dar. En ocasiones me costó mucho mantener el
orden o manejar al grupo, debido a que mi voz de mando no era la adecuada (baja) y
no fue algo constante: por momentos o clase la mantenía alta y a la siguiente era baja
nuevamente. Corporalmente en algunos momentos me sentía muy estática y no con
tanta participación o el hecho de involucrarme con los niños.
Algo que pude desarrollar es el tener en cuenta siempre la cantidad de niños que
manejo (cantidad) y como recurso el hacer silencio yo para que los niños de a poco se
vayan callando y hagan silencio. Otra estrategia, es preguntar si “escucho” la consigna,
para que logre prestar atención.
Los elementos no convencionales (dado de colores, chalecos, telas, globos) ayudan
bastante para llamar la atención de los chicos, pero hay que saberlos utilizar, es decir,
determinar el momento para entregarlos y cómo.
Por momentos, cuando las cosas no salen como uno planeo se bajonea (como me paso
a mí en algunas ocasiones), pero aprendí que los niños –como cualquier persona-
cambian y vienen con distintos humor, o problemas todos los días y hay que saber
amoldarse a eso también.
La pase muy bien con los chicos del jardín y esta experiencia me sirvió mucho para
aprender a tratar con niños de esa edad, además de formar algunos vínculos de cariño
con algunos de los niños.

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