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PREVENCIÓN DE RIESGOS

LABORALES EN
EL SECTOR SANITARIO

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Índice

RIESGO DE ACCIDENTE DE TRABAJO


1. Riesgo de caída de personas al mismo nivel 8
2. Riesgo de caída de personas a distinto nivel 9
3. Riesgo de caída de objetos por desplome o manipulación 10
4. Riesgo de choques / golpes contra objetos móviles o inmóviles 11
5. Riesgo de golpes/ atropellos por vehículos 12
6. Riesgo de atrapamiento 14
7. Riesgo de cortes/ pinchazos por objetos o instrumental clínico 15
8. Riesgo de proyección de fragmentos, partículas o líquidos 16
9. Riesgo de contacto 17
10. Riesgo de contacto eléctrico 18
11. Riesgo de contacto con sustancias nocivas, tóxicas o corrosivas 19
12. Riesgo de incendio y/o explosión 22
13. Riesgo de agresión 25
14. Riesgo de sobreesfuerzos por movilización de pacientes y/o manipulación de cargas 26

RIESGO DE ENFERMEDAD PROFESIONAL


15. Riesgo de exposición a contaminantes químicos 30
16. Riesgo de exposición a contaminantes biológicos 36
17. Riesgo de exposición a radiaciones ionizantes 39
18. Riesgo de exposición a radiaciones no ionizantes 43
19. Riesgo de iluminación inadecuada y fatiga visual por trabajos con PVD 46
20. Riesgo de disconfort acústico 48
21. Riesgo de disconfort térmico 49

OTROS RIESGOS: FATIGA


22. Riesgo de fatiga física 52
23. Riesgo de fatiga mental 54

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Introducción
En el presente documento se expone aquella información básica sobre Riesgos Profesionales
que como trabajador dentro del sector sanitario debes conocer, para poder actuar en
consecuencia en materia de prevención de riesgos laborales.

En ese sentido, se incluye también información básica que te posibilita conocer el porqué de
todo ello, qué debes de hacer al respecto, y cuáles son las recomendaciones generales que
deberías tener en cuenta.

A lo largo del manual y a través de sus diferentes apartados (Accidente de Trabajo,


Enfermedad Profesional y Otros Riesgos: Fatiga), te presentamos una relación de los
principales riesgos que aparecen con más asiduidad en tu oficio.

De cada uno de ellos, se expone:

1. Las tareas o áreas donde es más probable que exista el riesgo.

2. Las consecuencias más probables de accidente.

3. Las principales acciones y/o pautas a adoptar frente al mismo.

Esperamos que la lectura de este manual te sea de gran utilidad.

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RIESGOS DE ACCIDENTE
DE TRABAJO
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

RIESGOS DE ACCIDENTE DE TRABAJO

1. Riesgo de caída de
personas al mismo nivel
Este riesgo se puede presentar durante los desplazamientos a lo largo
de la jornada, debido al mal estado del suelo (baldosas sueltas, moqueta
levantada o irregular, suelo resbaladizo, etc.), por utilizar calzado
inadecuado, por falta de iluminación, por la presencia de objetos que
interrumpen el paso (cables eléctricos, juguetes, etc.), por falta de orden
y limpieza, etc.

Los daños que pueden producirse son lesiones leves como heridas, contusiones, rozaduras,
torceduras, luxaciones, esguinces, etc, o bien, lesiones graves como fracturas, etc, en función
del tipo de caída.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Mantén un buen nivel de orden y limpieza, dejando los pasillos y áreas de trabajo libres de
obstáculos.

Utiliza calzado sujeto al pie, con suela


antideslizante y homologado con marcaje
CE.

Limpia inmediatamente cualquier producto


derramado accidentalmente. Presta atención
especial cuando el suelo haya sido tratado
con productos deslizantes.

El suelo debe ser un conjunto homogéneo, fijo y estable; de


pavimento no resbaladizo, y correctamente iluminado. Ante
cualquier deficiencia, extrema las precauciones e informa a
personal de mantenimiento.

Los cables deben distribuirse de forma que queden fuera de


las zonas de paso. En caso contrario, deberán protegerse y/o
fijar los cables en el suelo con tal de evitar tropiezos.

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2. Riesgo de caída de
personas a distinto nivel
Las caídas a diferente nivel dentro del colectivo sanitario se dan en
trabajos que requieren el empleo de algún medio (escaleras,
banquetas, etc) para llegar a zonas elevadas de estanterías o
armarios, principalmente, cuando éstos son inadecuados o se hallan
en mal estado.

También puede darse durante el uso de escaleras fijas que presenten


deficiencias (escalones resbaladizos, desgastados o rotos, contrahuellas de alturas variables,
barandillas flojas o inexistentes) o debido a la presencia de obstáculos en su recorrido.

Los daños que pueden producirse son: lesiones leves como heridas, contusiones, rozaduras,
torceduras, luxaciones, esguinces, etc.; o bien, lesiones graves o muy graves, en función del
tipo de la caída y de la altura de la misma.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Evita el uso de cajas, sillas, o mesas para acceder a zonas elevadas. Utiliza únicamente
elementos diseñados para ello (banquetas, escaleras, etc.), estables y adecuados a la
altura a la que se quiere acceder.

Revisa las escaleras de mano antes de su utilización. Para comprobar su correcto estado
ten en cuenta factores como la estabilidad, el correcto ensamblado de los peldaños, el
dispositivo antideslizante en su pie, o ganchos en la parte superior, etc. En caso de
anomalía, no la utilices y da aviso de la deficiencia.

Las escaleras fijas deben disponer de:


Barandillas de 90 cm de altura en los lados abiertos de la
escalera y de pasamanos a 90 cm de altura si la anchura de
la escalera es superior a 1,2 m.
Superficie antideslizante y de un material resistente al uso.

Circula con precaución por las escaleras (evita saltar y


correr). Utiliza el pasamanos y barandillas y utiliza un
calzado seguro (evitando suelas deslizantes, calzado no
sujeto al pie, etc.).

Da aviso inmediato de cualquier deficiencia detectada.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

3. Riesgo de caída de objetos


por desplome o manipulación
Este riesgo puede darse por inestabilidad, falta de anclaje, sobrecarga o
mal estado de las estanterías, o por materiales indebidamente ubicados.

Puede darse también durante la manipulación y transporte de monitores


y equipos de trabajo principalmente en situaciones de emergencia.

Los daños que pueden derivarse de este riesgo son: heridas,


contusiones, rozaduras, torceduras, luxaciones, esguinces, etc., o bien
lesiones graves como fracturas en función del peso del objeto y de la
altura de la caída. En estos casos hay que considerar además la
posibilidad de sufrir cortes por rotura de material de vidrio en el mismo accidente y de
contacto accidental con el contenido del mismo (producto químico tóxico o corrosivo,
contaminación biológica, etc.)

MEDIDAS PREVENTIVAS
No sobrecargues las estanterías y armarios. Coloca los materiales más pesados en los
estantes inferiores.

Los archivadores deben disponer de sistemas


que impidan la apertura al mismo tiempo de más
de un cajón y contar con dispositivos de bloqueo
en los cajones.

En la medida de lo posible, manipula los objetos,


equipos y recipientes de elevado peso o
dificultad de agarre, mediante elementos
mecánicos (mesas auxiliares, carritos, etc.).

No sobrecargues los carritos o bandejas donde


se transporta material para realizar curas,
administración de medicamentos, comida para
los enfermos, etc.

Los botellones de gases comprimidos se transportarán en carritos especiales que


garanticen su equilibrio y sujeción. Así mismo, permanecerán sujetos mediante
abrazaderas o cadenas que los fijen a la pared en sus lugares de uso o almacenamiento.

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4. Riesgo de choques / golpes contra
objetos móviles o inmóviles
El riesgo de choque y golpes contra objetos móviles o inmóviles en el sector sanitario tiene
lugar en desplazamientos por zonas con espacios reducidos, con falta de orden y limpieza, con
falta de visibilidad o en zonas donde haya presencia de cantos agudos de mesas, camas,
camillas, equipo clínico, etc. También puede darse si existen puertas y otras estructuras
transparentes sin señalizar, puertas vaivén, etc.

Los daños que pueden darse son lesiones leves (principalmente en manos, brazos y piernas)
como cortes, desgarros, heridas, contusiones, rozaduras, etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Deja siempre despejadas de obstáculos las zonas de paso.

Respeta los sentidos de circulación establecidos para personas incapacitadas (sillas de


ruedas y camillas) y traslado de equipos (carros, carretillas, etc.). Presta especial atención
en las proximidades de cruces, pasillos, escalones o rampas, puertas vaivén y
ascensores.

Cierra siempre los cajones y las puertas


de mesas, armarios y archivos después
de su uso.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

5. Riesgo de golpes/atropellos por


vehículos

Dentro de los accidentes de trabajo a los


que puede estar expuesto el personal
sanitario, también están incluidos aquellos
que están asociados a los desplazamientos
que se efectúan, bien en el trayecto
efectuado del domicilio al centro de trabajo
(accidentes in itinere) o bien en
desplazamientos dentro de la jornada
laboral, especialmente, al llevar a cabo
visitas domiciliarias, etc (accidentes in
misión).

Las causas tanto de los accidentes in itinere


como de los accidentes in misión, pueden
ser debidas a fallos técnicos, factores
atmosféricos (oscuridad, niebla, lluvia, nieve
o hielo), factores asociados al diseño o el
estado de la vía pública (anchura,
señalización o trazado inadecuado, estado del pavimento, densidad del tráfico, etc.), fallos
humanos por problemas físicos (lipotimias, diabetes, cardiopatías, epilepsia, etc.), psíquicos
(prisa, emocionalidad excesiva, etc.), estados psicofísicos transitorios (consumo de alcohol,
drogas o fármacos, depresión, estrés, etc.), exceso o falta de experiencia respecto al vehículo
o la vía, o por conductas inseguras (fumar, hablar por el móvil, encender la radio, hablar con
otros ocupantes, etc.).

Las lesiones o daños derivados de este tipo de accidentes pueden ser muy variadas
dependiendo del medio de circulación empleado y pueden ir desde lesiones leves como
heridas, contusiones, rozaduras, etc., hasta lesiones graves, muy graves o incluso mortales en
función de la gravedad del accidente.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Lleva siempre toda la documentación necesaria cuando te desplaces en vehículo
(Permiso de conducir, permiso de circulación, seguro obligatorio de vehículo, tarjeta de
ITV si corresponde), además de ello, lleva también un juego de lámparas en buen estado,
una rueda de repuesto, un pequeño extintor, dos triángulos de señalización de
emergencia así como un chaleco reflectante con su correspondiente certificado CE.
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Lleva de manera regular tu vehículo a un
mecánico para una puesta a punto de sus
elementos mecánicos, y comprueba
regularmente los niveles del aceite, líquido
refrigerante, líquido de frenos, presión de los
neumáticos, luces, intermitentes, etc.

Respeta en todo momento las indicaciones de los


agentes de tráfico, señales de circulación y
normativa de seguridad vial.

Si has de circular en condiciones de lluvia, nieve,


pavimento helado o con mucho viento, revisa el
estado de los neumáticos, la batería, el nivel de anticongelante y las escobillas de los
limpiaparabrisas. Intenta pisar el freno lo mínimo posible, disminuyendo la velocidad por
medio del motor (mediante velocidades más cortas).

Mantén los cristales del parabrisas limpios ya que se mejora la visibilidad y se evitan los
reflejos producidos por las luces de otros vehículos. En caso de exceso de luz, reflejos o
sol de cara, utiliza el parasol del coche o utiliza gafas con un filtro solar adecuado.

Utiliza el cinturón de seguridad y no olvides colocártelo nada más sentarte en el vehículo.


Durante la conducción, se prohíbe la utilización de teléfonos móviles y cualquier otro
medio o sistema de comunicación, salvo si ésta se puede realizar sin emplear las manos
ni utilizar cascos, auriculares o instrumentos similares.

Durante la conducción, evita


posibles causas de distracción;
manipular la radio, comer,
observar el paisaje, mirarse en
el espejo retrovisor, discutir
acaloradamente, etc,. Estas
acciones deberías realizarlas
siempre con el vehículo
detenido. Así mismo evita
circular con el volumen de la
radio muy alto mientras
conduces, ya que ello te
impedirá percibir otras señales
acústicas de tu entorno.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

6. Riesgo de Atrapamiento

El riesgo de atrapamiento puede darse en instalaciones de


radiodiagnóstico, al estar en contacto con los elementos mecánicos de
los equipos de trabajo, puertas basculantes y/o ascensores, etc.
También puede darse en máquinas o equipos de oficinas con presencia
de elementos móviles (destructoras de documentos, etc.).

Los daños que pueden darse principalmente son lesiones leves como
heridas, cortes, desgarros, etc., producto del atrapamiento de algún
miembro; o bien, lesiones graves, menos frecuentes pero si posibles, con aplastamiento,
pérdida o amputación de algún miembro (mano, dedos, etc.)

MEDIDAS PREVENTIVAS
Todos los elementos móviles de máquinas e instalaciones deben estar provistos de los
correspondientes sistemas de protección por medios mecánicos (pantallas, resguardos,
etc.) que impidan el acceso a los puntos peligrosos. En caso contrario dar aviso inmediato.

Respeta los procedimientos de


trabajo establecidos, así como
lo indicado por el fabricante
para el manejo de las máquinas
y equipos de trabajo.

Las operaciones de limpieza,


mantenimiento preventivo y
reparación de estos equipos
deben realizarse SIEMPRE con
las máquinas paradas y a cargo
de personal especializado.

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7.Riesgo de cortes/pinchazos
por objetos o instrumental
clínico
Este riesgo puede generarse en centros sanitarios y hospitales al
manipular instrumental clínico y otros elementos cortantes o punzantes.
Así por ejemplo, el uso de material quirúrgico, y el uso de jeringas puede
ser origen de accidentes por punción durante tareas de extracción,
transvase o inyección.

Por otro lado, este riesgo puede darse también cuando se trabaja con
material de vidrio, cuya rotura provoca con frecuencia cortes, o si el vidrio roto se tira en
lugares no adecuados ni señalizados.
Los daños que principalmente pueden darse son lesiones leves con heridas, cortes, desgarros,
etc., o bien, lesiones graves, menos frecuentes pero si posibles, con pérdida o amputación de
algún miembro (mano, dedos, etc.).

MEDIDAS PREVENTIVAS
Mantén el instrumental clínico o quirúrgico en un buen estado de limpieza, esterilización y
conservación siguiendo los protocolos establecidos.

Utiliza siempre el instrumental adecuado en las operaciones a realizar. Su uso debe ir


precedido de un entreno en su manejo y una revisión del correcto estado del mismo.

Transporta en fundas o estuches adecuados los instrumentos quirúrgicos punzantes o


cortantes, con tal de evitar el contacto accidental.

Recoge el instrumental clínico desechable en bateas (si se esterilizan) o en contenedores


rígidos (si no son reciclables), siguiendo los protocolos establecidos.

Está prohibido reencapsular, doblar, romper o quitar manualmente las agujas de las
jeringuillas tras su uso.

Deposita, después de su uso, las agujas y demás material punzante desechable en


contenedores plásticos expresamente diseñados para ello, etiquetados con la señal de
riesgo biológico, y resistentes a la perforación para su posterior incineración.

Antes de utilizar envases o utensilios de vidrio, verifica su buen estado y descarta aquellos
con defectos y bordes rotos o astillados, así como también fisuras o excesiva fragilidad.

Deposita los vidrios rotos y todo material cortante en contenedores específicos utilizando
para ello pinzas, tenazas y/o guantes resistentes al corte. Nunca presiones la bolsa de
basura con las manos o los pies. 15
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

8. Riesgo de proyección de
fragmentos, partículas o
líquidos
Este riesgo está presente al manipular sustancias utilizadas en diversas
actividades médicas (desinfectantes, derivados del iodo, antibióticos,
etc.), y/o durante las operaciones quirúrgicas donde pueden producirse
proyecciones de pequeños fragmentos de hueso, tejido, fluidos, etc.

Otro riesgo puede ser la proyección de fragmentos de vidrio


procedentes de la rotura de material de vidrio debido a una sobrepresión, sobre todo si no se
utilizan procedimientos de trabajo seguros.

Los daños que principalmente pueden darse son lesiones leves, graves o muy graves,
especialmente si afectan a la cara o, sobre todo en los ojos. Si se trata de productos de
toxicidad elevada o de fluidos orgánicos contaminados, la proyección puede implicar además
su absorción a través de la piel, etc., con los riesgos adicionales que ello puede suponer.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Utiliza gafas de seguridad y mascarilla o pantalla facial cuando exista el riesgo de
proyección de fragmentos o partículas. Si usas gafas correctoras, utiliza gafas de
seguridad con cristales correctores
adecuados o puestos sobre tus lentes
habituales.

Cuando manipules sustancias o fluidos


orgánicos contaminados, sigue los
protocolos de trabajo establecidos para
cada caso.

En caso de impacto de sustancias o


partículas sólidas en los ojos, lávalos
con abundante agua y, si no dispones de
los conocimientos necesarios, consulta
inmediatamente con un médico
especialista.

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9. Riesgo de contacto térmico

El riesgo de contacto térmico tiene lugar cuando se manipulan


materiales calientes o muy fríos, o bien se utilizan equipos que
presentan una temperatura elevada o muy baja: (autoclaves, hornos
utilizados en los procesos de desinfección y esterilización por calor,
mecheros, unidades criogénicas, etc.)

Las causas de este riesgo pueden ser, entre otras, la falta de aislamiento de los equipos, no
seguir los procedimientos de trabajo establecidos, la falta de señalización del riesgo, etc.
Los daños que pueden producirse por contacto térmico implican la aparición de quemaduras
por calor o por frío que pueden convertirse en accidentes leves, graves o muy graves, en
función de su extensión y profundidad.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Sigue los procedimientos de trabajo establecidos
cuando trabajes con materiales o equipos que
puedan generar quemaduras por frío o calor.
Debes disponer de las instrucciones adecuadas
por escrito para manipular estas sustancias y
equipos (autoclaves, equipos criogénicos,
unidades calefactoras, etc.).

Utiliza pinzas y guantes térmicos homologados


con marcado CE que protejan de las temperaturas
de frío o calor que puedan alcanzarse en unidades
calefactoras o criogénicas.

Las partes del equipo expuestas a temperaturas


extremas deben estar protegidas mediante material aislante. Si el riesgo no puede
evitarse, deberá estar señalizado de forma visible mediante señal homologada.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

10. Riesgo de contacto eléctrico

El riesgo de contacto eléctrico puede originarse en los centros


sanitarios por fallos en las instalaciones eléctricas (transformadores,
grupos electrógenos, etc.), equipamientos electromédicos (aparatos de
lectura y control de diagnóstico, de reanimación, etc.), así como
equipos de oficinas (ordenadores, impresoras, etc.).

Los accidentes producidos por riesgo de contacto eléctrico pueden


producir lesiones leves como calambres, contracciones musculares, irregularidades cardíacas
o bien lesiones graves o muy graves.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Antes de utilizar cualquier aparato, equipo o
instalación eléctrica, asegúrate de su correcto
estado, infórmate de las precauciones a adoptar y
actúa, siguiendo los procedimientos de trabajo
establecidos.

En caso de fallos o anomalías desconecta


inmediatamente la corriente eléctrica e informa al
personal de mantenimiento.

No alteres ni modifiques los dispositivos de seguridad de los equipos (aislantes, carcasas


de protección, etc.).

No realices las conexiones de los equipos sin clavija (utilizando los cables pelados) u otro
tipo de improvisaciones. Las clavijas y bases de enchufes han de ser normalizadas y
compatibles para conectar los equipos eléctricos.

No utilices enchufes intermedios (ladrones) o alargadores sin toma de tierra para conectar
y, en caso de utilizarlos, asegúrate que no sobrecarga la instalación.

Los equipos electromédicos deben ser instalados, mantenidos y reparados por personal
acreditado o por los correspondientes servicios técnicos autorizados, siguiendo un
programa establecido por el fabricante.

Evita el contacto con equipos mojados, o con las manos o partes del cuerpo mojadas.

En caso de electrocución, no toques al accidentado antes de desconectar la electricidad.


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11. Riesgo de contacto con
sustancias nocivas, tóxicas o
corrosivas
En centros sanitarios y hospitales, este riesgo puede darse por contacto
accidental con compuestos o fármacos citostáticos.

Este riesgo también puede darse por inhalación al aplicar


medicamentos y productos en forma de aerosol, por inhalación con
óxido de nitrógeno oxidado (dióxido de nitrógeno) utilizado en incubadoras para el tratamiento
de recién nacidos con problemas respiratorios, junto con otros gases asfixiantes como el argón,
el hidrógeno o el nitrógeno. Las causas son fundamentalmente grandes concentraciones en el
ambiente producidas por fugas en aparatos o instalaciones.

También puede producirse por inhalación de óxido de etileno, peróxido de hidrógeno (sistemas
Sterrad y Plazlyte) o ácido paracético (sistema Plazlyte) utilizados como agentes esterilizantes
en casos de fugas en la instalación. Otros sistemas de esterilización por inmersión emplean
glutaraldehído, una sustancia considerada como tóxica para nuestro organismo.

También puede producirse accidentes por ingesta de productos desinfectantes como alcohol
etílico, lejía, etc., contacto con germicidas o biocidas agregados en los detergentes usados en
operaciones de limpieza.

Las consecuencias o daños producidos por el contacto con estas sustancias tóxicas pueden
ser leves, graves o incluso mortales en función de la cantidad y características de toxicidad de
la sustancia, su facilidad para atravesar la piel, órganos o sistemas a los que afecta, superficie
de piel afectada y tiempo que dure el contacto, etc. así, por ejemplo, si la sustancia causante
del contacto es de tipo irritante, provocará una inflamación en la piel o mucosa junto a la
posibilidad de una respuesta alérgica y/o efecto tóxico.

Si la sustancia es corrosiva (cáustica) podrá tener lugar una posible destrucción del tejido con
el que ha entrado en contacto. La gravedad del accidente en estos casos dependerá del nivel
de corrosividad de la sustancia, de la extensión y profundidad de la herida causada, etc.. A
modo de ejemplo, las consecuencias de algunas sustancias presentes o manipuladas durante
los trabajos en centros sanitarios u hospitales son:

- El contacto accidental con compuestos citostáticos (dacarbacina, daunorrubicina,


lomustina, vindesina, etc.) puede producir irritación en la piel y mucosas, irritación ocular
(mitoxandrona, etc.) y alergias (ciclofosfamida, doxorubicina, fluorouracilo, etc.). Otros
medicamentos como la ribavirina o la pentamidina pueden producir también irritación de las
vías respiratorias, mucosas y piel, cefaleas, etc.

- Sustancias como la dactinomicina y algunos compuestos citostáticos como la


actinomicina son extremadamente corrosivos en contacto con tejidos blandos, junto a algunos
ácidos empleados (sulfúrico, pícrico, fosfórico, etc.).
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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

- El metacrilato de metilo utilizado en los quirófanos de traumatología


produce irritación a elevadas concentraciones y puede afectar al
Sistema Nervioso Central. La manipulación de yeso produce
frecuentemente un “síndrome de las manos secas”.

- Los gases esterilizantes pueden producir, en grandes


concentraciones, irritación de las vías respiratorias, edema pulmonar y
trastornos neurológicos y digestivos, lesiones por el carácter corrosivo
del peróxido de hidrógeno y ácido paracético, reacciones alérgicas,
enrojecimiento de la piel por contacto con el glutaraldehído, etc. El
glutaraldehído es muy tóxico para la piel y las mucosas y puede provocar además problemas
de dolores de cabeza, tos u opresión torácica.

- El alcohol isopropílico utilizado como desinfectante puede causar irritación de ojos y


mucosas y el contacto con el líquido puede dar lugar a erupciones cutáneas. Otros
desinfectantes como el formaldehído puede producir lesiones
en la córnea causadas por salpicaduras en los ojos, escozor y
lagrimeo a bajas concentraciones, o también, un edema
pulmonar, neumonitis y la muerte a concentraciones muy altas.

- Existe además riesgo de contacto con otras sustancias como


el cloro (puede producir tos, estornudos, goteo nasal y otros
problemas respiratorios), el yodo (puede producir irritación de
ojos y mucosas, quemaduras y sensibilización en
concentraciones elevadas), y líquidos refrigerantes (amoníaco,
etc.) de instalaciones frigoríficas, etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Si trabajas con este tipo de sustancias actúa conforme lo indicado en el etiquetado de los
productos que utilices y la ficha de seguridad del producto. El etiquetado de los productos
deberá contemplar los siguientes datos:

A- Denominación.
B- Nombre, dirección completa, teléfono del responsable de la comercialización.
C- Nombre químico de las sustancias presentes en el preparado, conforme a la normativa
vigente.
D- Pictogramas, conforme a la normativa vigente.
E- Frases R (de peligro).
F- Frases S (de prudencia).Cantidad nominal del contenido (preparados de venta al
público en general).

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La ficha de datos de seguridad deberá recoger la
información precisa para utilizar el preparado con
seguridad así como los Equipos de Protección
Individual que deberán utilizarse. El laboratorio o
empresa fabricante, o bien el responsable de la
comercialización tienen la obligación de entregar
dichas fichas al comprador.

En los procesos de esterilización, se recomienda el


uso de sistemas cerrados y automáticos, dotados
además de sistemas de eliminación o
neutralización de producto residual. Así, por
ejemplo, los sistemas Sterrad y Plazlyte son
automáticos y no se manipula directamente
ninguna sustancia.

Debe disponerse además de sistemas de extracción de vapores en las zonas de


esterilización o desinfección, así como también, sistemas de detección de fugas de
refrigerante en instalaciones frigoríficas. Éstas deben haber sido instaladas por
instaladores frigoristas autorizados siguiendo lo marcado por la ley y habiendo superado
todas las pruebas de estanqueidad establecidas al respecto.

Las instalaciones frigoríficas que empleen como refrigerantes amoníaco o anhídrido


sulfuroso con una carga entre 50 y 500 kilos dispondrán de dos máscaras de protección
antigás. Si la carga es superior a los 500 kilos se dispondrá de dos equipos autónomos
dotados de trajes de protección estancos a dichos gases.

Los reactivos y disolventes deben ser manipulados dentro de vitrinas o cabinas dotadas
de sistemas de extracción.

Nunca introduzcas espátulas ni elementos similares para favorecer la salida de reactivos


sólidos. Utiliza embudos siempre que se viertan solventes o reactivos en pequeñas
aberturas. Antes de verter un líquido en una bureta, asegúrate de que el grifo esté bien
cerrado y coloca siempre un recipiente debajo de éste por si se produce un derrame.

No cambies un producto químico de su envase original, ni


dejes productos en envases sin identificar o en lugares
inadecuados. Si realizas un trasvase, coloca las etiquetas
correspondientes en todos los recipientes nuevos.

No comas, fumes ni bebas en el lugar de trabajo, los vapores


tóxicos se pueden mezclar con la comida y la bebida. No
bebas alcohol ya que ciertas sustancias potencian su acción
(efecto antabus).

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Lávate siempre las manos, antebrazos y cara


antes de comer y repite esta operación después
de cada exposición y cada vez que abandones el
lugar de trabajo.

Sigue en todos los casos los procedimientos de


trabajo marcados por el centro: lavado de manos,
quitarse la ropa de trabajo contaminada y lavarla
antes de volverla a utilizar, el uso de equipos de
protección individual homologados con marcado
CE: guantes, gafas o pantallas protectoras (frente
a posibles salpicaduras), etc.

Debe disponerse también de los correspondientes


equipos de actuación para el caso de que ocurra
un accidente de este tipo (duchas de seguridad,
fuentes lavaojos, etc. además de una lista de
teléfonos de servicios del centro o del exterior a
los que avisar en caso de urgencia).

12. Riesgo de incendio y/o


explosión

Los centros sanitarios, y en especial los grandes hospitales son lugares


considerados de pública concurrencia que acogen en su interior
establecimientos, dependencias e instalaciones en los que, por sus
características y la concentración de productos inflamables y otros
materiales, existe un riesgo de incendio y explosión considerable.

En los centros sanitarios el riesgo de incendio puede ser originado por causas eléctricas,
(cortocircuitos o sobrecarga de instalaciones o equipos eléctricos por una mala instalación o
falta de mantenimiento) o por causas térmicas, (por existencia de de fuentes de calor donde
hay productos inflamables.)

Por otro lado, el riesgo de explosión puede darse en los laboratorios, quirófanos, salas de
calderas, salas de almacenamiento de botellas de hidrógeno u oxígeno, locales de
instalaciones frigoríficas que utilicen refrigerantes inflamables, etc.

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También está presente en zonas donde se utilizan equipos como autoclaves o compresores de
sistemas de esterilización, en casos excepcionales se pueden producir pequeñas explosiones
en zonas donde se utilizan gases reactivos como el óxido de etileno (en contacto con ácidos,
bases, amoníaco, aminas, alcoholes, etc) o el paracético.

En el caso de incendio, los daños que pueden producirse van en función del tipo de fuego
producido y pueden ocasionar asfixia, intoxicación por la generación de humo, lesiones
múltiples, quemaduras, etc. llegando incluso hasta poder producir la muerte por quemaduras
graves o asfixia de las personas afectadas.

En el caso de la explosión los daños que pueden darse son accidentes graves e incluso
mortales como quemaduras, traumatismos por caídas, proyección de materiales o
aplastamiento por derrumbes.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Evita sobrecargar la instalación


eléctrica. Si observas deficiencias
no toques la instalación eléctrica,
desconecta el aparato en
cuestión e informa de la situación
al responsable de mantenimiento.

Los productos inflamables deben


almacenarse dentro de armarios
específicos, en zonas señalizadas
y destinadas para ello.

Mantén el orden y limpieza


general en los lugares de trabajo.
Evita la acumulación de material
combustible cerca de posibles
focos de calor. Los residuos de
productos inflamables acumulados
en determinados recipientes o
zonas de riesgo deben limpiarse
(salas de calderas, incineradoras,
etc.).

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Debe estar garantizada la existencia y correcto estado de revisión y mantenimiento


de los extintores y otros medios de extinción (Bocas de Incendio Equipadas,
Columnas Hidrantes Exteriores, sistemas de detección y extinción automática, etc.)
del centro hospitalario.

Ten localizados los extintores, bocas de incendio y demás medios de protección. Éstos
deberán estar libres de obstáculos en todo momento. En caso de incendio nunca utilices
los ascensores ni montacargas.

Las instalaciones, equipos y aparatos eléctricos deberán cumplir las exigencias marcadas
por el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.

Si existe una instalación centralizada para gases medicinales, los tanques y zonas de
almacenamiento serán adecuados al tipo de gas y se encontrarán en lugares separados
del edificio del hospital. Además, deberá realizarse un mantenimiento adecuado de estas
instalaciones y de los componentes de las mismas.

Los elementos de instalaciones frigoríficas (compresores, bombas volumétricas,


recipientes a presión, etc.) deberán disponer de medios de protección adecuados según
marca la ley (válvulas de seguridad, discos de rotura, etc.). Si fuera necesario, la sala de
máquinas de la instalación dispondrá de un sistema de ventilación forzada dotada de una
línea de alimentación independiente del resto de la instalación.

Las botellas de gases inflamables como hidrógeno, oxígeno, etc. se transportarán y


almacenarán de pié siguiendo las especificaciones de la etiqueta del producto.

Utiliza sólo aparatos y equipos a presión seguros que dispongan de marcado CE,
siguiendo los procedimientos de trabajo del fabricante.

Comprueba el estado de uso de


todos los elementos de seguridad
de las instalaciones y equipos de
trabajo antes de utilizarlos. Debe
realizarse un mantenimiento
preventivo de los autoclaves,
compresores, etc. y la presencia de
electricidad estática en salas
donde se administran anestésicos
(quirófanos, etc.). Si detectas
alguna deficiencia o anomalía
informa a la persona responsable.

Respeta los procedimientos


normalizados de trabajo y de
medidas de seguridad contra
explosiones.

24
13. Riesgo de agresión

En el colectivo sanitario pueden derivarse riesgos de


agresión por pacientes o familiares principalmente en
las unidades más problemáticas como urgencias,
psiquiatría, centros para discapacitados psíquicos,
geriátricos, trabajos en ambulancias, lugares solitarios
o trabajos aislados, etc.

Las consecuencias pueden ser las propias de la


agresión: leves, graves o incluso mortales en función
de la situación, pudiendo darse golpes, cortes por
arma blanca, heridas por arma de fuego, etc y/o
síntomas de estrés agudo postraumático.

MEDIDAS PREVENTIVAS
El trabajo debe desarrollarse en un sistema de trabajo seguro que integre diferentes
elementos de vigilancia asistencial, protección, organización de la seguridad y de
situaciones de emergencias. Respeta los procedimientos de control de acceso: registro
de entrada o de acreditación de las personas.

Las medidas de tipo organizativo son las más eficaces para prevenir las conductas
agresivas de los pacientes y familiares. Por ejemplo, la reducción de los tiempos de espera,
la comunicación fluida entre el personal y los pacientes y familiares, las salas de espera
confortables, la existencia de intercomunicadores o teléfonos para casos de emergencia,
pulsadores o timbres de emergencia, etc.

Analiza y estudia el origen de la agresividad y cuáles


pueden ser las causas básicas o circunstancias
donde se puede dar una amenaza (lugares abiertos,
de fácil acceso y huida, localizaciones que
posibiliten encontrar “sorpresas”, puntos difíciles
para comunicar emergencias, inexistencia de
dispositivos técnicos de seguridad, etc). Se
recomienda disponer de información de las
acciones agresivas potenciales y conocer los actos
que se produjeron con anterioridad y las
actuaciones que se pusieron en marcha.

25
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Mantén una comprensión tolerante con los sentimientos de la otra persona, y rehuye
discusiones sobre todo referente a opiniones, céntrate en los hechos ocurridos (reflejan
acciones reales).

Muéstrate asertivo, seguro y ten confianza en ti mismo. No te angusties, no seas


impetuoso ni digas más de lo estrictamente necesario.

Durante una situación conflictiva, conviene hablar pausadamente, mantener la calma,


emplear frases cortas que faciliten una respiración controlada. Después del conflicto
concédete una pausa para calmarte, aflojar la tensión y relajarte.

14. Riesgo de sobreesfuerzos por


movilización de pacientes y manipulación
de cargas
El riesgo de sobreesfuerzos es muy común en el personal sanitario (principalmente en el trabajo
de auxiliares de clínica, celadores, personal de rehabilitación, etc) ya que una gran parte de su
trabajo se basa en posibilitar la movilización de personas con limitaciones físicas (trasladar,
ayudar a caminar, realizar cambios de posición, mejorar el confort de pacientes, etc)

Los factores que inciden en la aparición de lesiones músculo esqueléticas en este colectivo
suelen ser factores individuales (posibles enfermedades, sedentarismo, hábitos de vida, etc),

26
factores físicos de la tarea (posturas forzadas, inclinaciones, torsiones de espalda en
realización de curas, reacciones imprevisibles por pérdida de equilibrio de pacientes,
transporte y manipulación de cajas, carros etc) o factores organizacionales (ritmo de trabajo
acelerado, exceso de pacientes, medios insuficientes, movilización sin ayuda de terceras
personas, etc)

Los daños que pueden derivarse de la movilización de personas con limitaciones físicas suelen
ser alteraciones musculoesqueléticas, como patologías dorso-lumbares, lumbalgias, ciática,
hernia disca, etc. La probabilidad de que aparezca una lesión depende entre otras causas de
la intensidad del esfuerzo, número de pacientes a movilizar, duración de la movilización,
frecuencias de una tarea a desempeñar, adopción de posturas forzadas, etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS

En la movilización de personas con limitaciones


físicas, se deben tener en cuenta tres fases:

1. Antes de llevar a cabo la movilización

Previamente a la movilización de un
paciente, realiza una rápida inspección
ocular del paciente y de los objetos que
puedan entorpecer la movilización de éste,
realizando al mismo tiempo un recorrido
imaginario.

Observa el grado de lesión del paciente teniendo en cuenta que el


grado de participación del paciente será mayor o menor en función
del tipo de incapacidad y que ello, junto con el peso del paciente
condicionará el esfuerzo muscular que realices. Después de valorar
estos aspectos, explícale al paciente los movimientos que vas a
realizar proporcionándole una orden única, clara y precisa, es
importante saber motivar al enfermo para que colabore al máximo.

Utiliza una vestimenta adecuada: ropa de trabajo holgada que


permita fácilmente el movimiento y sin dobleces. El calzado debe ser
cómodo, que no apriete, con suela de goma y antideslizante, se
aconseja un tacón grueso con una altura de unos 5 cm
aproximadamente. Se desaconseja el uso de zuecos abiertos ya que
éstos no sujetan la totalidad del pie.

27
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

2. Durante la movilización

Siempre que sea posible, lleva a cabo la


movilización de personas mediante medios
mecánicos, y solamente en caso de no ser
posible, realízalo manualmente, para ello:
Mantén la espalda recta y ligeramente inclinada
hacia delante, la zona de los riñones debe estar
rígida, levanta ligeramente la cabeza con el
mentón hacia dentro, las piernas deben estar
ligeramente flexionadas, sujeta firmemente el
peso a manipular siempre con las palmas de las manos y los dedos y nunca con las
puntas de los dedos, ya que ello implicaría un sobreesfuerzo considerable.

Evita coger pesos elevando los brazos más de 90º.

En los casos en que debas movilizar a una persona con un peso superior a 50 kg,
pide ayuda a otra persona.

3. Después de la movilización

Se recomienda mantener unos hábitos de vida saludables basados en la práctica de


ejercicio físico de forma regular, el control de peso, una alimentación equilibrada y la
realización de ejercicios de relajación para disminuir contracturas musculares.

Si has de manipular cargas pesadas, utiliza siempre que sea posible medios mecánicos
(carritos, etc.), si ello no es posible:

Planifica el levantamiento: Sigue las indicaciones del embalaje (inestabilidad de la


carga, materiales corrosivos, etc). si no aparecen indicaciones, analiza su forma,
tamaño, peso, zonas de agarre, puntos peligrosos, etc. Planifica la ruta de transporte
y el punto de destino final, retirando materiales que entorpezcan el paso y empleando
la vestimenta, calzado y equipos adecuados.

Adopta la postura adecuada: Separa los pies para


proporcionar una postura estable y equilibrada,
colocando un pie más adelantado que el otro en la
dirección del movimiento. Dobla las piernas
manteniendo en todo momento la espalda derecha,
sin flexionar demasiado las rodillas ni girando el
tronco.

Levantamiento suave: Levántate suavemente,


extendiendo las piernas y manteniendo la espalda
derecha, procura no dar tirones a la carga ni la muevas
de forma rápida o brusca, evita los giros y mantén la
carga pegada al cuerpo durante todo el levantamiento.

28
RIESGOS DE
ENFERMEDAD
PROFESIONAL
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

RIESGOS DE ENFERMEDAD PROFESIONAL

15. Riesgo de exposición a


contaminantes químicos

Dentro del sector sanitario, el riesgo de exposición de forma


continuada, a contaminantes químicos viene dado por los diversos
productos o sustancias utilizados durante los trabajos de los diferentes
departamentos y especialidades médicas:

Así, puede darse el riesgo de exposición a anestésicos durante su


aplicación en forma de gas (óxido de dinitrógeno) o líquidos que se aplican por vaporización
(metoxifluorano, enfluorano, halonato, isofluorano, desfluorano, etc.) ya que una parte es
asimilada por el enfermo, pero el resto puede ir a parar al ambiente o retornar al respirador.
Las zonas afectadas suelen ser generalmente quirófanos y salas adyacentes a los mismos.

Los anestésicos actúan sobre el sistema nervioso central, limitando o reduciendo la actividad
cerebral, pudiendo producir problemas hepáticos (por ejemplo el cloroformo), renales o
neurológicos, y también pueden tener consecuencias graves como algunos tipos de cáncer.
Numerosos estudios lo relacionan con un aumento de abortos espontáneos en mujeres
expuestas y malformaciones congénitas en los hijos de éstas.

Este riesgo también puede darse durante las operaciones de


preparación y administración de ciertos medicamentos, por ejemplo,
en los tratamientos de quimioterapia puede darse el riesgo de
exposición a fármacos citostáticos o a otros compuestos, o a la
inhalación de polvo por trabajar con sustancias sólidas o de aerosoles
al manipular soluciones líquidas con jeringuillas o viales.

Los compuestos citostáticos pueden producir consecuencias leves


como mareos, sensación de vértigo, náuseas, vómitos, cefaleas, etc.
Son comunes los efectos de irritación de la piel y mucosas (por
busulfan, carmustina, picamicina, etc.), efectos vesicantes o de
ampollas en la piel (por mitomicina, vinblastina dactinomicina, etc.) o
ulceraciones en la córnea (por vindesina, etc.). Algunos compuestos citostáticos pueden
producir además consecuencias graves como alteraciones mutagénicas, carcinogénicas o
teratogénicas. Así, se asocia su exposición a casos de una tasa elevada de abortos
espontáneos, embarazos ectópicos, alteraciones genéticas (por bromuro de etidio),
malformaciones y leucemia.

Pueden producirse además alteraciones hepáticas acompañadas de cefaleas y caída del


cabello por la exposición a citostáticos diversos como la bleomicina, ciclofosfamida y
vincristina. En estos casos, se produce una mejora tras el cese de la exposición.

También existe el riesgo de exposición a contaminantes químicos por el uso de


desinfectantes (formaldehído utilizado como conservante y fijador en laboratorios de
30
anatomía patológica y salas de autopsia, cloro, yodo, ácido paracético, betapropiolactona,
bromuro de metilo o el glutaraldehído usado para la desinfección de cabinas de seguridad
biológica e instrumental, etc.)

El uso de desinfectantes como el formaldehído pueden tener


efectos crónicos en el hígado, sensibilización pulmonar,
dermatitis, etc. El bis(clorometil)eter (mezcla de formaldehído y
ácido clorhídrico) y el propio formaldehído son sospechosos de
ser cancerígenos. Otro desinfectante como el glutaraldehído,
puede causar un eczema alérgico y afectar al sistema nervioso, es
muy tóxico para la piel y las mucosas y puede provocar además
problemas de dolores de cabeza, tos u opresión torácica.

También puede darse la exposición a gases esterilizantes


como el óxido de etileno utilizado como agente esterilizante y el peróxido de hidrógeno (si se
dispone del sistema Sterrad de esterilización), etc.

La exposición a gases esterilizantes como el óxido de etileno puede producir efectos irritantes
sobre los ojos y la piel en casos de exposición aguda, y puede provocar además irritación en
las vías respiratorias (disnea, cianosis e incluso edema pulmonar), trastornos del aparato
digestivo (náuseas, vómitos y diarreas) y neurológicos (cefaleas, somnolencia y
descoordinación). Los casos de exposición repetida pueden producir dermatosis alérgicas,
cataratas, polineuritis sensitivomotrices reversibles y alteraciones del sistema neuro-
vegetativo. Actualmente están siendo estudiados los posibles efectos carcinógenos del óxido
de etileno. Otro esterilizante como el peróxido de hidrógeno puede producir irritación de las
vías respiratorias, edema pulmonar y trastornos neurológicos y digestivos.

En las áreas de traumatología se utilizan materiales como yesos, cementos, etc. El riesgo en
estas actividades se genera durante la elaboración y aplicación de resinas como el
metacrilato de metilo usado en intervenciones quirúrgicas como cemento acrílico para la
fijación de prótesis aplicadas a los huesos. También se da durante las etapas de mezclado y
colocación del cemento. En estas operaciones se generan además vapores tóxicos con
monómeros liberados al aire.

Existe además riesgo de exposición a compuestos como el látex, (guantes, etc.), o


disolventes (acetona, alcohol metílico, benceno, fenol, hexano, mercurio metálico, tolueno,
xileno, etc.) usados en laboratorios y trabajos de mantenimiento y limpieza, etc.

En los casos de trabajadores alérgicos al látex, pueden darse casos que van desde dermatitis
por contacto, urticaria y edemas locales o generalizados, rinitis, conjuntivitis o asma si se ven
afectadas membranas mucosas, hasta problemas respiratorios y anafilaxis en casos
extremos. Los disolventes y otros productos químicos empleados en los laboratorios pueden
provocar en los casos de exposición continuada efectos negativos hepáticos (especialmente
los clorados), renales, cardiovasculares, etc.

En las instalaciones de radiodiagnóstico se utilizan líquidos de revelado que junto a los


vapores emanados de los mismos suponen un riesgo para la salud de los trabajadores
31
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

expuestos, pudiendo producir lesiones en piel y la inhalación de sus vapores, cefaleas e


incluso lesiones respiratorias.

Otros compuestos que pueden provocar riesgo de exposición a contaminantes químicos son
el amonio cuaternario y el yodo que pueden producir irritación de ojos y mucosas. El yodo
produce además, dolores de cabeza y dificultad de respiración, quemaduras y sensibilización
en concentraciones elevadas. Los compuestos fenólicos pueden causar irritación de la piel y
necrosis, quemaduras en la piel y los ojos, pulso irregular, respiración estertórea,
convulsiones, coma e incluso la muerte. Otros de los elementos utilizados en un centro
sanitario que pueden producir cáncer son el benceno, la bencidina o el acrilonitrilo.

Así mismo, metales pesados como el mercurio actúan sobre el sistema nervioso central
limitando o reduciendo la actividad cerebral o produciendo afecciones de tipo renal, el talco,
el algodón y el amianto pueden producir neumoconiosis, el metacrilato de metilo afecta al
hígado, etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Se recomienda en los casos de exposición a anestésicos
el uso de circuitos cerrados, previa depuración y aporte de
oxígeno y anestésicos. Son efectivos también, los
sistemas de eliminación de gases residuales (scavenger),
si no es posible el uso de estos sistemas, deberá
disponerse de sistemas de ventilación por extracción
localizada cerca de los focos de emisión.

En aquellos casos en los que no sea posible conectar el


sistema de eliminación de gases anestésicos que lleva la
máquina de anestesia (quirófanos de pediatría y ORL),
deberán utilizarse mascarillas de doble capa y otros
sistemas alternativos de extracción localizada.

Es imprescindible establecer un plan de mantenimiento preventivo e incluir el control


periódico de las instalaciones en el plan de mantenimiento preventivo del hospital.

El trabajo con compuestos citostáticos y otros fármacos se realizará siguiendo los


protocolos de trabajo, rotación de puestos, actuación en casos de emergencia, etc. Estos
protocolos deben tener en cuenta la legislación existente, el número de tratamientos, el
colectivo implicado, su experiencia y grado de formación e información, el lugar y las
instalaciones de trabajo, el tratamiento y eliminación de residuos, etc.

32
Utiliza cabinas de flujo laminar vertical para el preparado de compuestos citostáticos y
otros fármacos. La abertura de la ventana frontal de las mismas debe situarse algo por
encima del codo del trabajador de manera que se cree una barrera física entre el área de
trabajo y su rostro manteniendo una visión correcta de los materiales.

Las superficies de trabajo pueden ser lisas o constituir placas perforadas. En el primer
caso, las rejillas de circulación de aire estarán situadas en el frente y en el fondo de la
cabina. En el segundo caso, debe evitar colocar sobre las placas, bandejas y otros
materiales que provoquen perturbaciones de aire y generen escapes al ambiente del local.

Sigue, las siguientes recomendaciones para el trabajo en este tipo de cabinas:

- Antes de comenzar prepara e introduce en la cabina todos los materiales que se


vayan a precisar incluyendo soluciones desinfectantes, recipientes para residuos
y materiales inservibles, sellantes estériles para proteger los orificios creados por
las agujas en materiales elásticos, gasas estériles, tapones para jeringuillas, etc.
- Los materiales se ubicarán separados para evitar contaminaciones y favorecer el
barrido de los mismos por aire controlado.
- Una vez introducidos los materiales y antes de empezar el trabajo, espere unos
minutos a que se reconstituya el flujo laminar.
- Antes de perforar con una aguja, deben esterilizarse los sellos de los viales con
una solución desinfectante, así como también el cuello de ampollas y otros
elementos manipulados.

Una alternativa al uso de cabinas de flujo laminar es el uso de “aisladores” o zonas de


trabajo totalmente cerradas por elementos rígidos o flexibles y equipados con filtros
absolutos.

Para evitar la formación de aerosoles durante la manipulación de sustancias químicas, se


recomienda el uso de agujas suplementarias de ventilación (conjunto aguja-filtro) o la
utilización de agujas dotadas de filtro y válvula (conjunto aguja, filtro-válvula).

Extrema además las precauciones en la limpieza y desinfección del instrumental que no


sea de un solo uso y sigue todas las recomendaciones sobre las medidas de tipo higiénico
además de utilizar los EPI´s adecuados.

En la aplicación de medicamentos en forma de aerosol (ribavirina, pentamidina, etc.) se


recomienda el uso de aplicadores suministrados por el fabricante, o bien, realizar la
aplicación en salas de aislamiento dotadas de ventilación independiente, filtros HEPA. El
dispositivo de puesta en marcha del sistema será por mando a distancia y se evitará entrar
en la sala de aplicación hasta pasados cinco minutos después del tratamiento. Debe
disponerse en todas las salas de aplicación de información para el personal expuesto y
para familiares de los enfermos tratados.

33
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Recoge al final de la aplicación el aerosol depositado en las superficies evitando que pase
al aire y lávate las manos para eliminar los restos de producto. Cuando no dispongas de
un equipo aplicador, utiliza protecciones individuales dérmicas y respiratorias
homologadas con marcado CE. En estos casos se recomienda evitar la exposición de
mujeres embarazadas o en edad de procrear.

Si se trata de medicamentos administrados en forma de aerosol que pueden ser


autoaplicados, se recomienda el uso de cabinas acristaladas o de metacrilato con entrada
de aire y extracción con filtración en cuyo interior se instala el paciente para administrarle
la dosis correspondiente. Otros sistemas de aplicación de estos medicamentos son las
bolsas flexibles que aíslan al paciente y permiten la aplicación automática del producto.

Para la desinfección de equipo o instrumental:


- No utilices soluciones antiguas ni uses un desinfectante como un esterilizante.
- No mezcles desinfectantes ni añadas detergentes sin conocer sus características.
- Utiliza recipientes limpios y secos.
- Coloca la cantidad de material adecuado a la solución desinfectante.
- No almacenes material ni lo limpies en desinfectante. Elimina la suciedad del
material antes de utilizar el desinfectante ya que la materia orgánica (sangre, pus,
vómitos, orina, heces, etc.) desactiva la acción de desinfección de éste.
- Desecha la solución al finalizar el trabajo. Recuerda que una solución de
desinfectante mal utilizada puede sostener el desarrollo de microorganismos y
difundir una infección.

Los procesos de aplicación o fumigaciones con formaldehído deben realizarse a


temperaturas de por lo menos 21ºC, con una humedad relativa de al menos un 70% y un
tiempo de contacto de 8 horas aproximadamente. Evita la mezcla de formaldehído y ácido
clorhídrico ya que el compuesto resultante, el bis (clorometil) eter es sospechoso de ser
cancerígeno.

La desinfección de salas debe ser realizada por personal especializado siguiendo


procedimientos que incluyan las zonas de acceso prohibido y la señalización del riesgo.
Respeta los períodos de seguridad por utilización de plaguicidas después de la
desinfección de una sala.

Si se realizan trabajos de desinsectación o desratización se debe recurrir a empresas


especializadas registradas. Es recomendable el uso de productos que llevan la indicación
específica de “apto para uso hospitalario”.

En cuanto al proceso de esterilización, se recomienda reducir el uso del óxido de etileno


en la esterilización de materiales que no pueden realizarse mediante autoclave de vapor.

Los equipos de esterilización se instalarán en salas independientes, garantizando la


estanqueidad durante el proceso y la eliminación del gas al finalizar el ciclo de trabajo del
esterilizador. Deberán sustituirse aquellos equipos que no garanticen dicha estanqueidad.

34
Deben establecerse programas de mantenimiento y control del equipo de esterilización y
las instalaciones auxiliares (compresores, sistemas de extracción, etc.). Este programa
debe contemplar las revisiones necesarias y su periodicidad, así como listados de piezas
de recambio, un calendario de reposición de las mismas, etc.

En casos de reacciones alérgicas al látex, lo más recomendable es sustituirlos por otro


tipo de guantes que no tengan látex. Actualmente existen guantes quirúrgicos sin látex
con una resistencia y seguridad comparables a los del látex, son guantes de vinilo,
neopreno o de copolímetros. Se recomienda no utilizar cremas o lociones de base grasa
que puedan deteriorar los guantes, por otro lado, es de suma importancia lavarse las
manos después del uso de los guantes con jabón neutro y secarlas cuidadosamente.

En las operaciones de preparado de yesos o cemento acrílico en quirófanos o


traumatología se recomienda el uso de pequeñas cabinas dotadas de extracción y uso de
guantes impermeables al metacrilato. Otro sistema eficaz es el uso de preparaciones de
metacrilato acrílico al vacío listas para su uso.

Debe instalarse un sistema de extracción/ventilación forzada del cuarto oscuro de


revelado, que evite la acumulación de los vapores emanados por los líquidos de la
procesadora y en su deficiencia reduzca al mínimo los tiempos de exposición en
dicho cuarto.

En general, en todos los centros sanitarios debe establecerse un Plan de Gestión de


residuos químicos peligrosos con normas y procedimientos de trabajo diferenciados
en función del tipo de residuo (residuos citostáticos, formaldehído, líquidos de
revelado radiográfico, disolventes, mercurio, medicamentos caducados, etc.).Así, por
ejemplo, las excretas de pacientes tratados con fármacos citostáticos deben ser
consideradas como material contaminante. Si las cantidades de material contaminado
son pequeñas se recomienda desechar el mismo. En caso contrario, deben recogerse
en bolsas impermeables, resistentes y convenientemente etiquetadas para su traslado
a la lavandería.

35
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

16. Riesgo de exposición a


contaminantes biológicos
Los riesgos biológicos que pueden darse en hospitales y otros
centros sanitarios son las infecciones producidas por agentes
biológicos patógenos.

Las infecciones se pueden producir por vía digestiva (consumo de


comidas, bebidas o tabaco contaminados durante el trabajo, etc.), por
vía respiratoria, por contacto dérmico (a través de la piel o mucosas) y
por vía parenteral (a través de heridas). Las situaciones de riesgo más comunes en hospitales
son aquellas en las que durante la manipulación y cura de enfermos, etc. se está en contacto
a través de vendajes, instrumental, ropa, etc. con líquidos corporales, excreciones, sangre y
sus derivados.

Las causas de exposición a contaminantes biológicos pueden ser, entre otras, la falta de orden
y limpieza (agujas y material abandonado), no respetar los procedimientos de trabajo en tareas
de inyección, encapsulado de agujas, sutura, recogida de basuras y material usado,
salpicaduras o derrames de material contaminado, manipulación inadecuada de aerosoles en
trabajos de agitación de líquidos o de cultivos, la centrifugación, apertura de contenedores a
diferente presión de la atmosférica, etc.

Como en el caso del riesgo por contaminantes químicos, el sistema de ventilación de los
centros sanitarios puede ser a la vez un foco de origen y un canal de transmisión del riesgo de
contaminación biológica. Un caso característico es el de la Legionella pneumphila y algunos
hongos patógenos (aspergillus, etc.).

Las consecuencias o daños de la exposición a agentes biológicos son las enfermedades


infecciosas que pueden ser oculares (más frecuentes en personal de quirófano), infecciones
cutáneas, enfermedades parasitarias, etc.

Las infecciones hospitalarias pueden ser de naturaleza vírica o bacteriana. Algunos ejemplos
de enfermedades son las hepatitis A, B, C, o D, VIH (virus del SIDA), tuberculosis,
gastroenteritis infecciosas, VHS (virus del herpes simple), infecciones estafilocócicas
(producidas por Staphylococcus), estreptocócicas (producidas por Streptococcus), virus de la
varicela Zoster, rubéola, infecciones por citomegalovirus, tos ferina, gripe, infección
meningocócica (neisseria meningitidis), sarna (producida por el ácaro sarcoptes), etc. Otro
posible efecto de la exposición a contaminantes biológicos es el de sensibilización,en este
caso, aparecen efectos alérgicos en los trabajadores expuestos.

36
MEDIDAS PREVENTIVAS
Todos los centros sanitarios y hospitales, deben disponer de procedimientos de trabajo y
medidas técnicas que eviten o minimicen la liberación de agentes biológicos, y reduzcan
el número de personas expuestas a los mismos y tener en cuenta los grupos de riesgo
como trabajadoras embarazadas o en período de lactancia.

Cada área hospitalaria debe cumplir con los requisitos de aislamiento necesarios y
disponer de la señalización correspondiente. Se dispondrá además de los medios de
esterilización y desinfección que sean necesarios en cada caso (lavabos, salas de ducha,
etc.), tanto para personas como para instrumentales y superficies.

Las superficies y los equipos de trabajo se


descontaminarán por lo menos una vez al día y
siempre que se produzca un derrame. Un
procedimiento interno o protocolo especificará el
modo de empleo de desinfectantes, así como la
naturaleza y concentración de uso de los mismos.

Se recomienda a ser posible, el uso de equipo


médico (jeringuillas, agujas hipodérmicas, sondas,
tubos de drenaje, etc.) de un sólo uso. Las agujas y
jeringas no se encapsularán y se recogerán en
recipientes adecuados que eviten pinchazos
accidentales.

Sigue las normas de higiene personal básicas para evitar el riesgo a agentes biológicos:

- Cubrir las heridas y lesiones con apósito impermeable al iniciar la actividad


laboral.
- No comer, beber ni guardar alimentos en salas de curas, laboratorios de
diagnóstico y lugares similares. Está prohibido fumar y utilizar cosméticos en
estos lugares.
- El almacenamiento de alimentos se realizará en lugares adecuados lejos de
potenciales focos de contaminación biológica.
- Es imprescindible el lavado de manos y otras superficies que hayan estado en
contacto con fluidos o muestras contaminadas, y siempre después de quitarse
los guantes. En situaciones especiales se recomienda el uso de sustancias
antimicrobianas.
- Tras el lavado, las manos se secarán con toallas de papel desechables o
corrientes de aire.

Al manipular sangre, fluidos biológicos, mucosas, heridas, muestras y otros objetos o


superficies contaminadas, utiliza EPI´s con marcado CE así como ropa de trabajo, batas,
delantales, etc. adecuados para su uso.

37
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Con relación al uso de guantes de un solo uso.

- Nunca toques con las manos enguantadas los ojos, nariz, mucosas o la piel.
- No abandones el puesto de trabajo ni circules fuera de las zonas de riesgo con los
guantes puestos.
- Lávate las manos nada más quitarte los guantes.
- Evita llevar anillos, brazaletes u otras joyas bajo los guantes para prevenir
desgarros.
- Evita el sobreuso de los guantes. Desecha los guantes siempre que pienses que
se hayan contaminado y utiliza un par nuevo.

Debe disponerse de los equipos e instalaciones


necesarias para evitar el contacto con sangre y otros
fluidos biológicos (bolsas de resucitación o equipos
de ventilación asistida en salas de resucitación boca-
boca, etc.).

Cada centro sanitario deberá disponer de un Plan de


Emergencia frente a exposiciones a Agentes Biológicos
adaptado a las circunstancias. Sigue las pautas de
actuación marcadas al respecto.

El tratamiento y eliminación de los residuos se


realizará de acuerdo con la normativa vigente y los
procedimientos marcados por la empresa. Todos los
desechos biológicos deben ser descontaminados antes de su eliminación. Para residuos
de los tipos II y III, esta política debe incluir, el uso de bolsas y recipientes de total
estanqueidad, opacos a la vista, resistentes a la rotura y de volumen no superior a los 70
litros, etc.

Los residuos generados en un centro sanitario se clasifican en 4 tipos:

- Residuos del tipo I: residuos sanitarios asimilables a residuos municipales


(cartón, papel, alimentos, residuos de pacientes no infecciosos, etc.).
- Residuos del tipo II: residuos sanitarios no específicos (material de curas,
ropa y material de un solo uso contaminado con sangre, secreciones, etc.) no
englobados en los del grupo III.
- Residuos del tipo III: residuos sanitarios específicos o infecciosos (agujas y
material punzante y cortante, sangre y fluidos biológicos infecciosos, residuos
anatómicos no reconocibles, cultivos infecciosos, etc.).
- Residuos del tipo IV: residuos tipificados en normativas específicas. Incluye
residuos citostáticos, químicos, radiactivos y residuos anatómicos con entidad o
reconocibles.

El transporte de estos residuos hacia el almacén se realizará cumpliendo los períodos de


recogida y normas que eviten la rotura de las bolsas o recipientes de transporte. El
almacenamiento se realizará en locales aislados bien ventilados, iluminados, señalizados
y que permitan una fácil limpieza y desinfección.
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17. Riesgo de exposición a
radiaciones ionizantes
El riesgo de exposición a radiaciones ionizantes depende del tiempo de
exposición, la distancia entre la fuente y la persona o la materia
interpuesta entre ambos. Puede darse en diferentes áreas de clínicas o
centros sanitarios: áreas de radiodiagnóstico, áreas de radioterapia,
áreas de medicina nuclear, plantas donde se encuentren pacientes
tratados con elementos radiactivos, áreas de residuos radioactivos,
salas de esterilización mediante rayos gamma etc.

Los efectos de las radiaciones ionizantes dependen de la dosis recibida y tiempo de


exposición. Por encima de los valores establecidos de irradiación, pueden aparecer
alteraciones de la salud, que pueden ser agudas (altas dosis en poco tiempo), dermatitis,
alteraciones digestivas, neurológicas o bien alteraciones a largo plazo (dosis no muy altas en
largo tiempo), que pueden implicar alteraciones cromosómicas y genéticas.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Las medidas de radioprotección se basan, en reducir al mínimo la dosis que puede recibir
el personal expuesto.
Deberán realizarse además, mediciones ambientales y un control dosimétrico individual en
función del tipo de radiación emitida y de la clasificación de la zona.

Respecto a la utilización de dosímetros, deben seguirse las siguientes recomendaciones:

- No abras, manipules ni sometas al dosímetro a condiciones ambientales adversas.


- Colócalo en las partes del cuerpo donde sea previsible recibir mayores dosis.
- Lleva el dosímetro siempre puesto durante el período de trabajo.
- Evita su contaminación por el contacto con guantes u otros materiales contaminados.
- Manipula los dosímetros de lectura directa con precaución, evitando caídas y
golpes. Ajústalos a cero al terminar el trabajo.
- Si trabajas en más de dos centros, utiliza siempre el mismo dosímetro.

La gestión de residuos radiactivos se realizará siguiendo la normativa legal establecida y


los procedimientos de trabajo establecidos por la empresa responsable .

La instalación de rayos X dispondrá de las condiciones de seguridad exigibles legalmente


(blindajes, controles de calidad, etc.). Así, por ejemplo, los equipos y aparatos de
radiodiagnóstico dispondrán en el generador de doble temporizador de seguridad, un
sistema de presentación de las condiciones de funcionamiento que impedirán la repetición
no deseada de disparos.
39
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

En lo que se refiere a las instalaciones, la


disposición de las salas dispondrá de zonas
protegidas con las distancias necesarias. Las
superficies de estructuras, instalaciones y lugares
de trabajo deben ser lisas, exentas de poros y
fisuras y que permitan su fácil descontaminación.
Deberán disponer además de detectores de
contaminación en las salidas de las zonas
controladas.

Si trabajas en salas de radiografía sigue, entre


otras, las siguientes normas:

- Cierra las puertas antes de iniciar la


exploración.
- No dirijas el haz directo hacia ventanas, hacia el puesto de control o la cámara oscura.
- Permanece durante la radiografía en zona protegida con blindaje estructural.
- El campo exploratorio se debe diafragmar el mínimo. Utiliza siempre que sea
posible y necesario los protectores de las gónadas.
- Utiliza dispositivos mecánicos para sostener el chasis si es necesario.
- La distancia del foco a la piel nunca será inferior a 45 cm.
- No debe haber en la sala más de un paciente durante la exploración.
- Si es necesario sujetar al paciente, permanece fuera del haz directo y lo más
apartado posible del tubo de rayos X.

Cuando trabajes en salas de radioscopia sigue, entre otras, las siguientes normas:

- Cierra las puertas antes de iniciar la exploración.


- No dirijas el haz directo hacia ventanas, el puesto de control o la cámara oscura.
- Durante la radioscopia sólo permanecerá en la sala el personal imprescindible.
- Se aconseja disponer de intensificador de imagen y eliminar las pantallas de
radioscopia directa. Si no es posible, el observador debe acomodar la visión
antes de iniciar la exploración.
- No te acerques al paciente y al tubo más de lo imprescindible. Utiliza el palpador
del equipo o guantes protectores y un delantal plomado.
- Cierra el diafragma o colimador al mínimo campo exploratorio. Utiliza siempre
que sea posible y necesario los protectores de las gónadas.
- La distancia del foco a la piel con el tubo detrás nunca será inferior a 30 cm.
- Si es necesario sujetar al paciente permanece fuera del haz directo y lo más
apartado posible del tubo de rayos X.
- Utiliza si es posible monitorización de imagen y si has de poner las manos en el
haz directo, usa guantes protectores debidamente certificados (con marcado CE).
- En exploraciones con un riesgo significativo utiliza dosímetro en las zonas de
mayor exposición, además del dosímetro de cuerpo entero.

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Cuando trabajes con equipos móviles sigue, entre otras, las siguientes normas:

- No dirijas el haz hacia ninguna persona que no sea el paciente.


- Lleva delantal protector y mantente alejado del paciente al menos 2 metros
durante el disparo.
- El campo exploratorio se debe diafragmar el mínimo. Utiliza siempre que sea
posible y necesario los protectores de las gónadas.
- Utiliza dispositivos de centrado y distanciadores.

En salas de braquiterapia:

- Debes disponer de un área separada para la preparación, implante y


hospitalización de pacientes además de los accesorios necesarios para reducir
la exposición.
- Deberá llevarse a cabo un registro de la recepción, clasificación, salidas y
entradas de almacén, retirada, etc de las fuentes radiactivas.
- Se recomienda el uso de técnicas diferidas donde primero se implanta el material
inactivo, y una vez comprobada su colocación se introduce el material radiactivo.
- Señaliza con marcas y colores las fuentes radiactivas para facilitar su elección.

En salas de teleterapia el equipo debe disponer de todos los sistemas de seguridad


necesarios como, por ejemplo, dispositivos de
enclavamiento que impidan el salto entre etapas,
interruptor de puerta y de emergencia, monitor de
radiación ambiental con alarma, limitadores de
fugas, temporizadores de corte de la radiación, etc.

Con relación al contacto con pacientes sometidos


a tratamiento de medicina nuclear:

- Serán hospitalizados en habitaciones


protegidas con baño propio.
- Los utensilios empleados en las comidas,
ropas personales y de cama, etc. se
gestionarán como residuos radiactivos.
- La orina, heces y posibles vómitos se
transportarán en contenedores blindados.

Las zonas donde se manipulen fuentes radiactivas deben estar clasificadas y delimitadas
conforme a lo indicado en la legislación vigente sobre protección sanitaria contra las
radiaciones ionizantes.

La señalización informará de si se trata de zonas vigiladas (señales en gris) de acceso


restringido, zonas controladas (señales en verde), zonas de permanencia limitada (señales
en amarillo) o zonas de acceso prohibido (señales en rojo). Así mismo, la señal informará
de si se trata de riesgo de irradiación, contaminación o de ambos a la vez. Respeta la
señalización en todos los casos.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Efectúa la manipulación de radionucleidos sobre bandejas recubiertas de material


absorbente que evite la dispersión en caso de derrames accidentales.

Si se produce un derrame, recoge la cantidad derramada en papel absorbente y


descontamina la superficie hasta niveles aceptables. Si no es posible, cubre la zona hasta
su decaimiento o sustituye esa superficie, evitando, que la contaminación se extienda. Si
el derrame es mayor, quítate la ropa contaminada y déjala en el lugar del suceso, impide
el acceso a toda persona que sea ajena al plan de emergencia y acota el área, inicia lo
antes posible los trabajos de descontaminación y no permitas el acceso al lugar hasta
comprobar que se haya descontaminado y sobre todo comunica de inmediato el hecho a
los organismos competentes.

Como prevención del riesgo de contaminación las técnicas más eficaces son el
confinamiento y limpieza personal y de las instalaciones. Algunas de las recomendaciones
en estos casos son:

- No introduzcas en las zonas activas prendas ajenas al trabajo, ni comida, ni bebida.


- No comas, bebas ni fumes en las zonas de trabajo.
- Dúchate al final de la jornada laboral y lávate cuidadosamente las manos antes de
fumar, beber o comer.
- Utiliza y mantén en buen estado los EPI´s necesarios, ropa y zapatos adecuados,
cubrecalzados, delantales impermeables, guantes de goma, máscaras de papel o
con filtros de lana de resina o carbón activado, etc.

Las instalaciones deberán estar dotadas (en función de la cantidad y características de los
radioisótopos a manipular) de vitrinas de humos, cajas de guantes, equipos de
descontaminación, recipientes para residuos radiactivos, vestuarios acondicionados,
detectores de contaminación (de manos, pies y ropa), etc.

En los casos de contaminación


externa sigue las siguientes
recomendaciones: Quítate la ropa y
lava la zona contaminada varias
veces dando prioridad a los orificios
naturales, zonas de arrugas y uñas.
Utiliza abundante agua, jabón neutro
y un cepillo blando. Evita el uso de
disolventes.

Si la contaminación no está
delimitada o es difusa, dúchate con
agua tibia y jabón suave, procurando
no sumergir los pies. En caso de
persistir la contaminación utiliza lejía
diluida en agua y permanganato
potásico, cubriendo la piel finalmente
con glicerina.

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Utiliza para lavar cada parte afectada el producto o sustancia adecuado:
- Ojos: Abundante agua o una solución salina al 4% seguida de ácido bórico al 2%.
- Pelo: Champú, seguido de lavado con una solución de ácido cítrico al 3%, ácido
acético al 1% o ácido clorhídrico al 1% y un lavado final con champú.
- Mucosas, fosas nasales y boca (dientes, encías, etc.): Solución acuosa de
cloruro sódico al 9%, o de ácido cítrico al 3%, o de jabón ácido líquido.
- Garganta: Hacer gárgaras con agua oxigenada al 3’6%.

En los casos de contaminación interna (a través de heridas, etc.) se recomienda medidas


como la compresión venosa (en el caso de heridas), el lavado de boca o estómago,
provocar el vómito, etc. En estos casos se requiere además la administración, por parte
del médico de sustancias que bloqueen la absorción intestinal y de los órganos críticos.

18. Riesgo de exposición a


radiaciones no ionizantes
Este riesgo se presenta en diversos tipos de clínicas y viene dado por el
uso de equipos electromédicos que generan diversos tipos de radiaciones
no ionizantes, tales como: campos electromagnéticos (con fines
diagnósticos o terapeúticos), rayos ultravioletas (UV), ultrasonidos (sistema
Doppler, litotipógrafos, sistemas de limpieza dental en odontología, etc.),
microondas, onda corta, rayos infrarrojos, rayos láser, etc.

La exposición a campos magnéticos y subradiofrecuencias se produce por el uso de equipos


de Resonancia Magnética de Imagen, etc., y por la presencia de campos eléctricos y
magnéticos cerca de las subestaciones de transformación de corriente eléctrica. Los campos
magnéticos afectan además al funcionamiento de instrumentos como marcapasos cardíacos,
etc. por lo que se ha de limitar el acceso a las personas afectadas.

La exposición a radiofrecuencias y microondas se produce en salas de fisiología y rehabilitación


donde se utiliza la técnica de diatermia, y pueden producirse fugas en cables, consolas y
aplicadores mal aislados por defecto de fabricación o deterioro.

El riesgo puede darse además por la presencia de equipos e instalaciones de rayos ultravioleta
(en clínicas para tratamientos dermatológicos, en esterilización con lámparas germicidas, en
clínicas dentales para la polimerización de los empastes composites, en cirugía,
fotoquimioterapia en dermatología, laboratorios, etc.), o infrarrojos (cirugía, terapia por
aplicación superficial de calor, etc.).

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

El riesgo puede darse también por el uso de aparatos láser en oftalmología, dermatología,
otorrinolaringología, neurocirugía, odontología, ginecología, urología, etc. Los riesgos del láser
se clasifican en dos grandes grupos: radiativos o no radiativos según estén o no directamente
relacionados con los efectos del haz.

Los no radiativos son originados por los diferentes elementos necesarios para el
funcionamiento del láser o que aparecen durante su operación. (riesgos eléctricos al manejar
fuentes de alimentación de alto voltaje, etc.)

Los daños que pueden producirse al estar expuesto a este riesgo son los siguientes:

Los campos electromagnéticos usados en diagnóstico (Resonancia Magnética Nuclear), o en


terapia (fisioterapia y rehabilitación), pueden producir diversas alteraciones orgánicas, de
acuerdo con el grado de exposición y las características de la emisión.

Los campos magnéticos, radiofrecuencias y microondas producen efectos adversos para la


salud por aumento de la temperatura de los tejidos (hipertermia), principalmente en aquellos de
menor riego sanguíneo y por tanto de menor capacidad de disipación del calor (ojos, testículos,
etc.), que puede dar lugar a lesiones locales, quemaduras, hemorragias, necrosis y muerte
tisular. Puede además producirse un síndrome neurasténico con síntomas de cefaleas, astenia,
anorexia, fatiga, mareos, temblores, insomnio, etc.

La radiación ultravioleta (B y C) puede producir fotoqueratitis en la córnea, eritema,


queratoconjuntivitis, fotofobia, lagrimeo, envejecimiento acelerado de la piel y aumento del
riesgo de sufrir cáncer de piel. La radiación ultravioleta (A) puede producir cataratas, reacciones
de fotosensiblización y quemaduras en la piel mientras que las radiaciones infrarrojas pueden
provocar quemaduras en la piel, la córnea o la retina, y las del tipo A, cataratas.

Los emisores del tipo de onda corta y ultrasonidos, usados habitualmente en fisioterapia y
rehabilitación, pueden producir el calentamiento de los tejidos, con la posibilidad de
producción, incluso, de quemaduras severas.

Como consecuencia de la exposición a ultrasonidos pueden llegar a aparecer efectos como


desplazamientos transitorios del umbral auditivo, pérdida permanente de la audición, cefaleas,
náuseas y fatiga para niveles de ultrasonidos de frecuencias mucho más elevadas que las
empleadas en estos dispositivos, y que normalmente van acompañados de niveles muy altos
de ruidos audibles.

Otros síntomas atribuidos a la exposición a ultrasonidos son alteraciones vasculares periféricas


y alteraciones funcionales del sistema nervioso de carácter inespecífico. Parece ser también
que se han encontrado evidencias de que la exposición a ultrasonidos puede afectar a
personas que padezcan arritmias o lleven marcapasos.

Las consecuencias para la salud por exposición a láseres vienen determinadas por la
exposición máxima permisible, y dependen de la longitud de onda de la radiación óptica, la
zona del cuerpo donde incida (piel u ojos), de la potencia del láser y del tiempo que dure la
exposición. Sus efectos pueden ser térmicos, fotoquímicos, electromagnéticos o mecánicos.

44
MEDIDAS PREVENTIVAS
Se recomienda la separación y aislamiento de los recintos donde se encuentran los
aparatos emisores de radiaciones no ionizantes (Resonancia Magnética de Imagen, etc)

Algunos sistemas eficaces de aislamiento son por ejemplo la “Jaula de Faraday” en las
salas donde se aplican radiofrecuencias o microondas que consiste en un confinamiento
electromagnético del compartimento, las paredes, techos y suelo conectados
equipotencialmente entre sí y a tierra.

Los lugares de trabajo donde existe riesgo de exposición, deben estar debidamente
señalizados y dirigidos a los usuarios y especialmente a personas con marcapasos y otras
prótesis metálicas.

Debería reducirse en la medida de lo posible, el tiempo de exposición en todos estos


recintos (mediante la rotación en los puestos de trabajo, etc.).

Debe realizarse periódicamente un control y medición de los niveles de radiación, para


detectar fugas y un mantenimiento adecuado de todas las instalaciones y equipos,
(revisión de cables portadores de la corriente modulada y el cambio periódico de los
mismos en instalaciones de diatermia, revisión de las condiciones de instalación de los
equipos electromédicos, etc)

Debe evitarse en lo posible que las pinturas o recubrimientos de las paredes y techos
favorezcan la reflexión para evitar exposiciones innecesarias.

Las cabinas PUVA deben disponer en la puerta dispositivos de enclavamiento de forma


que al abrir ésta se desconecte la fuente de alimentación de las lámparas de UV.

Las lámparas germicidas deben disponer de cristales o pantallas de protección que


absorban la mayor parte de la radiación. Nunca elimines estos sistemas de protección. El
uso de este tipo de lámparas en quirófanos se realizará mientras no se haga uso de las
instalaciones y de forma que no haya personas expuestas a su acción.

Si haces uso de radiadores de aplicación manual en el tratamiento terapéutico de ciertas


heridas abiertas (ulceraciones, etc.) sigue las siguientes recomendaciones:

- Utiliza materiales de fondo no reflectante.


- Vigila que la dirección del radiador sea la adecuada.
- Recubre las zonas de su cuerpo expuestas (manos, brazos, piernas, etc.).
- Utiliza gafas con filtrantes oculares adecuados.

Todos los aparatos de radiación láser deben disponer del certificado correspondiente
según la normativa vigente, y deben disponer de etiquetas visibles donde se indique el
cumplimiento del mismo así como las indicaciones internacionales, marcas de
certificación, indicaciones para paneles de acceso, etc. y una advertencia específica.

45
Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Los aparatos que emiten radiación láser de las clases 3B y 4 deben disponer además de
una carcasa protectora, cierre remoto, control por llaves, dispositivo de aviso de emisión,
atenuador, etc. Cuando el recorrido del haz esté abierto porque las condiciones no
permitan utilizar un cierre protector, la trayectoria libre del haz debe estar situada por
debajo del nivel de los ojos de manera que no sea posible que el ojo, tanto del operario
como el de un observador se interponga en su camino inadvertidamente.

Utiliza en todos los casos que sea necesario, ropa protectora y protección ocular
adecuada a la longitud de onda de la radiación láser tal como se indica en las normas EN-
207 y EN-208.

19. Riesgo de iluminación


inadecuada y fatiga visual por
trabajo con PVD
La actividad asistencial en las clínicas requiere, en muchos casos,
trabajar asiduamente sobre un campo especialmente iluminado
(quirófanos, clínicas dentales, etc.) o con Pantallas de Visualización de
Datos (ordenadores, etc) y ello puede producir deslumbramientos
directos (producidos por la visión directa de fuentes de luz brillantes,
por el contraste de Pantallas de ordenador y la iluminación general) y por deslumbramientos
indirectos (reflejos), etc.

La consecuencia más directa de los deslumbramientos es una molestia y/o disminución en la


capacidad para distinguir objetos. Este fenómeno se produce sobre la retina del ojo, en la que
se desarrolla una enérgica reacción fotoquímica que la insensibiliza durante un cierto tiempo,
transcurrido el cual, vuelve a recuperarse.

Una iluminación inadecuada y el trabajar durante espacios prolongados con ordenador, puede
provocar, entre otros problemas, fatiga visual: Ojos cansados, lagrimeo ocular u ojos húmedos,
ojos secos, visión borrosa o doble visión, escozor e irritación ocular, dolores de cabeza, cuello
o espalda, dificultad de enfoque visual, fatiga general.

46
MEDIDAS PREVENTIVAS
En quirófanos y salas iluminadas con un foco de luz específico, debe disponerse además
de una iluminación general para evitar grandes diferencias de luminosidad entre el campo
de trabajo y el resto (efectos de contraste).

La ubicación de los monitores y los focos de luz deben impedir efectos de reflexión o
deslumbramiento directo.

Debe realizarse una limpieza y mantenimiento periódico de las luminarias ubicadas en los
lugares de trabajo.

En tareas continuadas frente a Pantallas de Visualización de Datos, deberán seguirse las


siguientes recomendaciones:

- Coloca el monitor alejado de la ventana de manera que la línea de visión esté


paralela a ésta, un recurso adecuado suele ser el uso de cortinas.
- La imagen de la pantalla debe ser estable, sin destellos, centelleos u otras
formas de inestabilidad.
- Evita brillos en tu pantalla y utiliza un soporte de documentos o una lámpara de
trabajo si te son necesarios.
- Ajusta el contraste (mejor alto) y el brillo (mejor bajo) de tu pantalla, selecciona un
fondo de color suave y revisa periódicamente tu vista.
- Descansa tus ojos de manera periódica apartando la vista del monitor y
enfocando la vista a un punto distante, realizando pausas cortas y frecuentes.
El parpadeo evita la sequedad en los ojos provocada por la mirada continuada
de la pantalla.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

20. Riesgo de disconfort


acústico
Este riesgo puede darse en centros sanitarios y clínicas por el uso de
determinados instrumentos electromecánicos (hornos de turbina, en
odontología, aparatos eléctricos en algunos tipos de cirugía, etc.), por
los trabajos llevados a cabo en laboratorios, lavanderías, cocina, etc, o
bien por el ruido ocasionado de maquinaria, equipos de extracción o
ventilación del aire, que hacen que las dosis en los puestos de trabajo
superen los niveles de confortabilidad.

En especial, hay que destacar la incidencia de este riesgo en el personal de las clínicas
odontológicas y, en particular, en el propio odontólogo, por su proximidad a instrumentos
generadores de un alto nivel de ruido, como son las turbinas y los micromotores usados en los
tratamientos, así como los compresores de aire que se utilizan.

Las causas de exposición a niveles altos de ruido son, entre otras, la falta de aislamiento en
equipos e instalaciones, mantenimiento inadecuado de las mismas, la falta de protecciones
colectivas e individuales en los casos en que sea necesario, etc.

La consecuencia o daño más conocida de la exposición a niveles superiores a 80 dBA es la


sordera profesional, pero existen además otra serie de trastornos denominados
neurovegetativos asociados a la exposición a altos niveles de ruido como puede ser el aumento
de la presión arterial, la aceleración de la actividad cardíaca, vasoconstricción periférica,
reducción de actividad digestiva, aumento de tensión muscular, ansiedad, interferencia en la
comunicación hablada y en la percepción de las señales de alarma, etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Sustituye en la medida de lo posible, las máquinas ruidosas por otras más silenciosas, a
fin de aumentar los niveles de confortabilidad; Las mismas deben incorporar sistemas de
aislamiento del ruido generado como carcasas de protección, silenciadores, etc.

No elimines las carcasas o elementos de la máquina que te protegen adicionalmente


respecto a la emisión de ruido de la misma y ubicalas, lo más alejadas posible de su lugar
de trabajo.

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Deben realizarse las mediciones
periódicas de ruido conforme a las
exigencias de la reglamentación
vigente de protección frente al ruido
(RD 286/2006), en función de dichos
resultados, deberán realizarte
audiometrías periódicas, así como
un control médico inicial.

Es necesario además, realizar un


mantenimiento periódico de estos
equipos según lo marcado por el
fabricante correspondiente que
incluya entre otras tareas, el ajuste y
engrase de los mismos, etc.

21. Riesgo de disconfort


térmico

Las condiciones climáticas del lugar de trabajo constituyen un factor


que influye directamente en el bienestar y la realización de las tareas. El
aire interior de los centros sanitarios debe tener unas características
termo-higrométricas adecuadas. En este sentido, el aire acondicionado
debe proporcionar, en condiciones óptimas, un confort térmico y una
buena calidad del aire.

Una situación especial es la que se plantea en los trabajos realizados en instalaciones


frigoríficas donde se almacenan determinados productos hospitalarios, depósitos de
cadáveres, etc. El personal que trabaje en este tipo de instalaciones debe ajustarse en todo
momento a los procedimientos de trabajo específicos establecidos por el Departamento de
Medicina Preventiva del Centro.

La daños producidos con un disconfort térmico en el lugar de trabajo puede ocasionar


molestias como congestión nasal, picores, fatiga, falta de concentración, etc.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

MEDIDAS PREVENTIVAS
Deben evitarse las temperaturas y humedad extremas; se recomienda que las
condiciones de confort estándar se mantengan, entre otros, dentro de los siguientes
rangos (criterios según normas ISO 7730 y EN-27730):

- De 20 a 24 ºC en Invierno.
- De 23 a 26 ºC en Verano.
- Velocidad del aire menor o igual a 0’15 m/s en invierno y 0’25 m/s en verano.
Aunque se recomienda que la velocidad del aire no sea superior a 0’1 m/s en
el puesto de trabajo. El sistema de renovación del aire debe permitir una
renovación aproximada de 17 a 25 m3 por hora y por trabajador.
- Humedad relativa entre el 45% y el 60%. Es conveniente señalar que una
humedad relativa muy baja en entornos de materiales no conductores pueden
generar problemas de electricidad estática.

Todos estos parámetros son valores mínimos, ya que las necesidades de cada persona
varían en función de la actividad realizada, de las características del vestido, de su edad
y de factores fisiológicos. El adecuado balance entre los parámetros que intervienen,
llevará a situaciones que si bien no todo el mundo se encontrará térmicamente
confortable, sí lo estarán la mayoría de las personas expuestas a este ambiente térmico.

Debe realizarse como medida preventiva, un mantenimiento periódico y adecuado de los


sistemas de climatización, ventilación, etc. y de sus diferentes componentes (difusores,
filtros, etc).

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OTROS RIESGOS: FATIGA

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

OTROS RIESGOS: FATIGA

22. Riesgo de fatiga física

Este riesgo suele ser muy común en auxiliares de clínica, celadores y asimilados, al adoptar
posturas forzadas o incorrectas durante espacios de tiempo prolongados (trabajos de
odontología, cirugía, realización de curas, administración de medicación, etc)

También se da en el personal sanitario que trabaja frente a pantallas de ordenador durante gran
parte de la jornada laboral, (inclinaciones de cuello al hablar por teléfono mientras se trabaja
con el ordenador, inclinaciones de la cabeza, o tronco hacia delante, flexión de la mano, etc),
movimientos repetitivos (al teclear, grapar, etc) utilización de equipos no adaptados
(ordenadores portátiles, muebles y aparatos mal diseñados, etc)

Como consecuencia de ello, se pueden producir lesiones osteoarticulares, lumbalgias,


dorsalgias, síndrome del codo de tenis (que afecta a los músculos del antebrazo), síndrome del
túnel carpiano (inflamación del nervio mediano de este túnel, comúnmente conocido como
hueco de la mano, que da lugar a una pérdida de sensibilidad en los dedos, hormigueo, etc.),
tendinitis de De Quervain (irritación de los tendones de la muñeca que dan movilidad al dedo
pulgar), etc.

MEDIDAS PREVENTIVAS
Para evitar posturas forzadas, los puestos de trabajo relacionados con equipos
electromédicos deben estar diseñados ergonómicamente, a fin de que la posición
habitual no suponga una sobrecarga de la espalda u otros grupos musculares.

En general el plano de trabajo debe estar situado a la altura de los codos o de los brazos.
Para trabajos de precisión se situará algo por encima de los codos y para trabajos que
exijan esfuerzo se situarán algo por debajo de los codos.

Evita posturas de pie estáticas prolongadas apoyando el peso del cuerpo sobre una pierna
u otra alternativamente, bien alternando en lo posible las posturas de pie y sentado, etc.

Es conveniente alternar actividades repetitivas (distribución de comidas, hacer las camas,


etc) con otras menos forzadas. Realiza en la medida de lo posible pausas cortas.

Utiliza un tipo de calzado y vestimenta adecuados: ropa de trabajo holgada que permita
fácilmente el movimiento y sin dobleces. El calzado debe ser cómodo, antideslizante y con
un tacón grueso de unos 5 cm. aproximadamente.

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En el trabajo con Pantallas de Visualización de Datos:

- Evita los giros e inclinaciones frontales o laterales del tronco. Ten en cuenta el
alcance manual de los objetos (teléfono, etc.).

- La silla debe ser ergonómica: regulable en altura, respaldo recto y con una
suave prominencia para dar apoyo a la zona lumbar, asiento giratorio y estable
(pie con cinco apoyos) con bordes redondeados para evitar que se compriman
los muslos.

- En cuanto al monitor, la pantalla deberá ser orientable e inclinable, se recomienda


que la inclinación sea tal, que el ángulo de la línea de visión comprendido entre la
horizontal y la línea de visión no sea superior a 60º. El ángulo de visión óptimo es de
0º (pantalla justo enfrente, a la altura de los ojos). Coloca el teclado directamente
enfrente de ti, a una distancia entre 5 y 10 cm del borde de la mesa para no tener
que girar el cuello y torso, de esta forma, podrás escribir con los hombros relajados
y los brazos sueltos a los costados. Coloca el ratón a la derecha o izquierda del
teclado y usa todo el brazo y hombro para trasladar el ratón, no simplemente
la muñeca.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

23. Riesgo de fatiga mental

Este riesgo se da con frecuencia en el personal sanitario por pertenecer a un colectivo al que
se le exige un alto grado de responsabilidad, autoridad y autonomía. La fatiga mental se da
cuando las exigencias mentales de la tarea sobrepasan la capacidad de respuesta del propio
trabador.

Los factores de riesgo que determinan la fatiga mental son entre otros los siguientes:

- Rapidez requerida para la ejecución y mantenimiento de un alto grado de atención


durante la jornada de trabajo.
- Procesamiento de gran cantidad de información y/o complejidad de la misma.
- Interferencias, interrupciones en el trabajo y solapamiento de tareas.
- Repercusiones importantes de los errores cometidos para terceros.
- Frustración, insatisfacciones y monotonía que se deriva del trabajo.
- Sobrecarga de trabajo y ritmos que no pueden regularse ni variar.
- Factores individuales como la edad, actitud frente al trabajo, inadecuada preparación
y/o experiencia, estado de fatiga de la persona, tensión emocional ,etc.
- Contenido de la tarea (enfrentarse con la muerte, dar apoyo emocional, informar a
familiares de enfermedades, la relación asistencial como tal, etc).

Las agresiones y los conflictos también pueden llevar al colectivo sanitario a la fatiga mental,
son situaciones en las que el personal asistencial, suele estar obligado no sólo a dar una buena
imagen en la tarea que realiza, sino también ha de disponer de habilidades interpersonales para
resolver situaciones de forma más satisfactoria adoptando comportamientos que tiendan a
evitar conflictos inútiles, marcando límites que no se puedan traspasar.

La consecuencia o daño más inmediato es una sensación de fatiga. La fatiga provocada por
el trabajo suele eliminarse mediante el descanso; cuando no se produce una recuperación
adecuada de la fatiga, ésta generalmente provoca una disminución en la atención y en la
capacidad de respuesta, aumento de errores e imprecisiones, disminución de la memoria, etc.

En este caso, la fatiga mental puede expresarse de forma diferente dependiendo de las
características personales y situaciones del trabajador pudiendo derivar en consecuencias
físicas (dolor de cabeza, dolores musculares, trastornos psicosomáticos, digestivos, del sueño
y del apetito, etc), psíquicas (ansiedad, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, estados
depresivos, etc) como sociales (hostilidad, problemas en la relación con la familia, estados
depresivos, incomunicación,etc). A nivel laboral, se pueden detectar consecuencias tales como
abandono profesional, disminución de la calidad del trabajo o de dedicación a los pacientes,
insatisfacción, absentismo, enrarecimiento del ambiente de trabajo, etc.

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MEDIDAS PREVENTIVAS

Si el nivel de atención y concentración


requerido es elevado y constante, es
conveniente alternar con otras tareas de
menor exigencia mental o bien realizar
pausas. Si la tarea requiere mucha
actividad mental por la atención y
concentración que conlleva se
recomienda que las pausas sean más
prolongadas y menos frecuentes (15-20
minutos cada dos horas
aproximadamente). Si la tarea es muy
manual o repetitiva es preferible que las
pausas sean cortas pero más
frecuentes.

Utiliza esquemas, gráficos, listados, escritos, etc. que eviten una memorización excesiva
de datos. Si la información a “memorizar” es muy compleja, habilita un sistema de archivo
y recuperación de información rápido y automático (base de datos informatizada, etc.).

En condiciones adversas (ruido ambiental), el esfuerzo mental que deberías hacer se vería
incrementado ya que además de atender y concentrarte en la comprensión de la
información, necesitarías un mayor esfuerzo para concentrarte en tu tarea, por ello, y en
la medida de lo posible, redistribuye estas herramientas o instrumentos de forma tal que
el normal funcionamiento de los mismos, no te dificulten la concentración.

Establece, en la medida de lo posible, la


prioridad (grado de urgencia e
importancia) de las actividades a realizar
para gestionar tu tiempo con mayor
eficacia y tener un mayor control sobre el
trabajo que realizas. Deberían existir
unos criterios definidos sobre qué
situaciones o incidencias puedes
solventar por ti mismo y cuáles
indiscutiblemente tienen que ser
informadas al superior inmediato para
que tome una decisión al respecto en el
momento en el que surja la incidencia.

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Prevención de riesgos Laborales en el sector sanitario

Procura dominar tu emotividad y


adoptar una actitud no conflictiva,
para ello cuida tu expresión, gestos y
actos. Debes ser un buen observador
de las situaciones, para prevenir
escenas desagradables o inútiles.
Intenta leer a través de los gestos y
actitudes que reflejan miedo,
impaciencia, exasperación. Mantén
una comprensión tolerante con los
sentimientos de la otra persona, evita
entrar en una discusión sobre
opiniones y refiérete principalmente
a los hechos ocurridos. Mide el
impacto de tus palabras. Muestra
seguridad y ten confianza en tí
mismo, intenta no decir más de lo
estrictamente necesario.

En situaciones conflictivas intenta controlar tus propias reacciones (enrojecimiento,


palpitaciones, respiraciones aceleradas, temblores). Para ello, durante el enfrentamiento,
conviene hablar pausadamente, mantener la calma, emplear frases cortas que faciliten
una respiración controlada. Después, concédete una pausa para calmarte, aflojar la
tensión y relajarte.

Si tu puesto de trabajo implica una organización de turnos y rotación de horarios,es muy


importante respetar los horarios de alimentación, y que ésta sea equilibrada.

Si el trabajo se desarrolla en turnos nocturnos se ha de tener en cuenta que los cambios


de turnos han de respetar al máximo el ciclo de vigilia - sueño. Por lo tanto, se
recomienda que el cambio sea aproximadamente entre las 6–7 / 14-15/ 22- 23 horas.

El número de jornadas consecutivas de trabajo nocturno ha de ser mínimo, se


recomienda que no se trabaje en turno de noche más de dos semanas seguidas, excepto
elección voluntaria.

Los turnos de noche y tarde no serán más extensos que los turnos de mañana. Siempre
que sea posible, la carga de trabajo nocturno ha de ser menor que la de los otros turnos.

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