Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Roberto Pizarro - La Sociedad de La Igualdad
Roberto Pizarro - La Sociedad de La Igualdad
Fue el experimento más cercano a los clubes republicanos franceses del ’48 2 e inclusive
a los revolucionarios de la Francia de 1789. Tal como la tradición revolucionaria
europea, las fuerzas intelectuales se apoyaron en el sector más “acomodado” del pueblo,
el que comenzó a forjar una fisonomía propia (de medio pelo) los jefes de taller y
maestros quienes se distinguían por su “tinte de ilustración”. Se a firma que no se trataba
de una sociedad secreta y que su estilo conspirativo era bastante ingenuo. No direccionó
ningún acto violento e inclusive su participación en los motines fue casi nula si no fuera
por los dirigentes que se vieron involucrados en los motines militares de 1850-’51.
Para ese entonces en Chile, la apertura de los mercados había beneficiado a los puertos
y las capitales con mercancías y otros bienes que requerían de una mano de obra
especializada. Esto derivó en la modernización de los hábitos y formas de consumo, lo
cual a su vez impulsó a un sector del artesanado que vestía ropa refinada, visitaba el
teatro popular, iba a la iglesia, leía algún periódico, y que para esos años contaba con
“derecho” a integrar la guardia cívica y a voto.
Los igualitarios emergen como un poder social gracias al artesanado (nunca el roto
raso) tras lograr canalizar los procesos urbanos y la diversificación social que se daban
por procesos de des-campesinización, proletarización y pauperización extrema.
Aprovechando esta fuerza social que desde 1845 había protagonizado grandes protestas
callejeras, se explica el éxito con el que contó la Sociedad, en tanto nueva forma de
sociabilidad.
1
Desde 1825 habían estado viajando grupos de jóvenes chilenos a estudiar a París (…) Estos
“afrancesados” naturalmente contaban maravillas a su regreso a Chile. Cristian Gazmu ri (Pro logo), Los
Girondinos Chilenos, pp.13-14.
2
La revolución francesa de 1848 tuvo un Chile un eco poderoso. Benjamín Vicuña Mackenna, Los
Girondinos Chilenos, p.23.
Su incidencia histórica se divide en al menos dos momentos, uno socio-cultural y otro
político contingente; se inició con ello el conflicto entre lo “político popular” y lo
“político partidario”. En su primer momento contempló proyectos de mejoramiento de
la calidad de vida del pueblo y también la instrucción popular como clases de filosofía,
economía política, costura, música, historia, aritmética e incluso inglés para obreros y
artesanos, sosteniendo las ideas de paz, tranquilidad y prosperidad de la República.
Para ingresar era necesario ser presentado por uno de sus miembros y firmar en el
“Libro de Registro”. Se poseía un estatuto de iniciación que decía:
Había otros estatutos de sesiones común para todos los núcleos territoriales, donde se
estipulaba por ejemplo la redacción de cualquier moción de reforma administrativa o
social para luego ser presentada a los demás grupos y ser aprobada por mayoría de votos
individuales, al darse esta situación se utilizaban los conductos regulares permitidos por
el derecho para convertir las propuestas en ley. Sin embargo los igualitarios concedieron
mayor importancia a la estructura organizacional que a los proyectos mismos.
A comienzos de Abril se estima que los igualitarios llegaban a sumar 102 y luego del 14
del mismo mes casi doblaron su número debido a la auto-disolución del “Club de la
Reforma” y la afiliación masiva de sus miembros a la Sociedad. Para Junio de 1850
confluía tanto el mundo artesanal como el de jóvenes oligarcas, intelectuales y liberales
en una misma organización, no obstante esta confluencia era estratégica y forzada,
puesto que perseguían objetivos distintos.
Utilizaron el espacio de la opinión pública por medio de la prensa con una verborrea de
animosidad radical y “revolucionaria” en el sentido contra-oligárquico y en la claridad
de visualización del despotismo ultramontano. Pero nunca cuestionó aspectos profundos
del liberalismo y el Estado, lo más cercano a ello fue la idea de “reforma agraria”.
En Santiago utilizaron el diario “El amigo del pueblo” y posteriormente “La Barra”
(Tradición que se desarrollaba desde Victorino Laynez en 1845 con “El Artesano
Opositor”), consecuencia de las duras críticas de Bilbao a la Iglesia Católica (los
“Boletines del Espíritu” le valieron la condena del Arzobispo de Santiago en la carta
pastoral del 24 de Junio de 1850) y de las cuales ya gozaba de cierta fama (en 1844 tras
la publicación de la “Sociabilidad Chilena” fue acusado de blasfemo e inmoral). Esta
“torpeza política” significó alienar el sector ultramontano de los pelucones, grupo que
indeciso ante la candidatura de Manuel Montt lo rectificó por su mano dura frente a los
“revoltosos”.
La oposición al gobierno pelucón era bastante clara y quedó estipulada desde el primer
número del diario igualitario “El Amigo del pueblo”, era dirigido por Eusebio Lillo y
recibía colaboraciones de Arcos, Recabarren, Bilbao y José Victorino Lastarria.
Dentro de los proyectos que se presentaron en el “El Amigo del pueblo” estaban: a) La
reestructuración del sistema impositivo, b) Un mejor trato a los pobres en los juzgados
civiles y en los cuarteles de la guardia cívica, c) Libertad y protección laboral,
educación popular, d) Lucha contra la falta de higiene pública, e) El aumento de la
moneda fraccionaria para facilitar el comercio entre los más pobres, f) Protección de la
3
Antes de la nefasta noche del 19 de Agosto de 1850 la SI se reunía en los salones y departamentos
anexos de la Sociedad Filarmónica, hoy convertidos en almacenes y caballerizas en la casa del señor
Rafael Larraín, calle de las Monjitas. Después del suceso se inscribieron varios miles de socios, y entre
éstos uno de los primeros, don Ramón Errázuriz, candidato del Partido Liberal desde es te acto. Con este
motivo el club fue trasladado a un teatro vasto pero en andamios que existía en la calle Duarte, donde se
edificaron más tarde las casas llamadas de Avendaño, y que, si nuestra memoria no nos engaña, era
propiedad en esa época del regidor don Luis Ovalle, miembro importante del Partido Liberal. Ben jamín
Vicuña Mackenna, Los girondinos chilenos, pp.44-45.
4
Según Vicuña Mackenna se contaba cada jueves y domingo cuatro a seis mil personas , p.45.
5
Llevando el pasquín del “árbol de la libertad”, árbol que no se riega sino sólo con sangre, p.46.
industria nacional. De los proyectos presentado s personalmente estaban: a) El de
“Baños públicos” por Bilbao, b) El de “Banco de Obreros” por Rojas y c) Los “Montes
de Piedad” por Arcos.
Por ello sin duda uno de los mayores tributos fue la concreción de un espacio
(incipiente) de sociabilidad política formal, participativa y democrática, que quebró el
monopolio “político” de la oligarquía.
Bibliografía
Barros Arana, Diego, Un decenio de la historia de Chile (1841-1851), Tomo II,
(Santiago: Litografía y Encuadernación Barcelona). 1913.
Edwards, Alberto. El gobierno de don Manuel Montt 1851-1861. (Santiago:
Nacimiento, Santiago). 1932.
Encina, Francisco, Historia de Chile, Tomo XIII. (Santiago: Nacimiento). 1970.
Gazmuri, Cristian. El “48” Chileno: igualitarios, reformistas radicales, masones y
bomberos. (Santiago: Universitaria). 1999.
Grez, Sergio, De la “regeneración del pueblo” a la huelga general. Génesis y
evolución histórica del movimiento popular en Chile. (Santiago: DIBAM). 1997.
Illanes, María Angélica, La revolución solidaria. En: Chile Des-centrado. Formación
socio-cultural republicana y transición capitalista (1810-1910). (Santiago: LOM). 2003.
Jobet, Julio Cesar, Santiago Arcos Arlegui y la sociedad de la igualdad: El caso de un
utopista chileno. (Santiago: Ed. Cultura). 1942.
Romero, Luis Alberto, ¿Qué hacer con los pobres? Elites y sectores populares en
Santiago de Chile 1840-1895. (Santiago: Ariadna Ediciones). 2007.
__________________, “La Sociedad de la Igualdad”. Los artesanos de Santiago de
Chile y sus primeras experiencias políticas, 1820-1851. (Buenos Aires: Serie Historia/
Instituto Torcuato di Tello). 1978.
Sanhueza, Gabriel. Santiago Arcos: comunista, millonario y calavera. (Santiago: Del
Pacifico). 1956.
Schmutzer, Karin, La revolución de 1851 en Aconcagua. (Santiago: Tesis de
Licenciatura, PUC). 1984.
Varas, Antonio, Correspondencia de don Antonio Varas, sobre elecciones
presidenciales y revolución en la provincia de Aconcagua 1851. (Santiago: Imprenta
Cervantes). 1924.
Vicuña Mackenna, Benjamín, Historia de la jornada del 20 de abril de 1851: una
batalla en las calles de Santiago. (Santiago: Instituto de Historia, PUC). 2003.
_______________________, Los Girondinos Chilenos. (Santiago: Universitaria). 1989.
Vitale, Luis. Las guerras civiles de 1851 y 1859 en Chile. (Concepción: Imp.
Universidad de Concepción). 1971.
Zapiola, José. La Sociedad de la Igualdad y sus enemigos. (Santiago: Guillermo E.
Miranda). 1902.
Roberto Pizarro L.