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Actividad 3
Actividad 3
PRESENTADO AL DOCENTE:
ID 638935
Articulo
Campesinos que tuvieron que huir de sus pueblos y hogares por el conflicto colombiano
lo repiten una y otra vez: “Es mejor morir en nuestra tierra que vivir de rodillas en las
ciudades”. Algunos han regresado tras la firma del cese del fuego bilateral y definitivo
entre el Estado y las FARC de 2016. Otros lo hicieron antes de esa fecha, a lo largo de
los últimos años, a medida que sus zonas se fueron apaciguando; o arriesgando el tipo
cuando no soportaban más la vida urbana. Son más de seis millones los desplazados que
dejó la guerra. No todos volverán. Después de más de medio siglo de disputa, Colombia
se enfrenta a mil retos: frenar la violencia y el narcotráfico, la reparación de las
víctimas, la reintegración de los exguerrilleros, la vuelta a una vida normal. O su
comienzo. (Linde P.).
No se puede hablar de paz completa. Aunque la principal guerrilla, las FARC, entregó
las armas con la supervisión de la ONU el pasado junio, todavía quedan insurgentes que
se resisten a dejar la lucha; y otro grupo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN),
sigue activo, aunque acaba de firmar un alto el fuego bilateral. “La paz tiene tantos
significados como personas hay en un país. Para alguien de ciudad, será que no le roben
el celular. Para una familia en zona de conflicto, que vive en una choza con el piso de
tierra, sin agua, sin luz, sin escuela para sus hijos, es poder sobrevivir sin que los maten
ni violen”, reflexiona Frank Pearl, quien fuera negociador plenipotenciario del Gobierno
con la guerrilla. (Linde P.).
Lo cierto es que desde hace más de un año en Colombia nadie ha muerto por balas de
las FARC o del Ejército. El hospital militar de Bogotá está vacío. No hay nuevas
mujeres violadas por la guerrilla, los paramilitares o los soldados. Eso no quiere decir
que todos los problemas subyacentes se hayan resuelto de la noche a la mañana, ni que
aquellos lugares más castigados se hayan recuperado de repente. Se puede ver en
Montes de María, departamento de Bolívar, una de las zonas más castigadas entre
finales de los noventa y los primeros años de este siglo. “La idea es recuperar aquí la
vida que teníamos hace 20 años, libre de violencia; donde había festivales, concursos,
fiestas; donde la gente se movilizaba en medio de la montaña y ni los perros le ladraban
a uno porque eran amigos. Hoy en día no, hoy uno tiene miedo hasta de la sombra”, se
queja Pedro de la Rosa, miembro del espacio de Organizaciones de Población
Desplazada de Montes de María. (Linde P.)
Jairo Barreto, uno de los representantes campesinos que participó en las negociaciones
de la Habana y que concluyeron con la firma de la paz, fue amenazado “nada más
aterrizar”. Uno de los grandes problemas que desencadenó esta guerra fueron las tierras,
algo que todavía no se ha resuelto. El propio Gobierno calcula que los campesinos
fueron despojados de 8,3 millones de hectáreas. Fueron a parar manos de grandes
empresarios que compraron, generalmente a muy buen precio, a medida que los
lugareños se veían obligados a abandonar sus casas. Barreto cuenta cómo era este
proceso: “Ha habido toda una estrategia de intimidación. Iban, ubicaban a una persona
que estaba en una ciudad pasando hambre, le ofrecían una suma que nunca antes habían
contado y vendía. (Linde P.).
El conflicto armado en Colombia esta desde el año 1960, donde las FARC han afectado
el país haciendo que campesinos se han desplazado de sus hogares y además los han
asesinado, los niños han sido obligados a asesinar gente, mujeres violadas e incluso las
que guerrilleras, ellas sin llegaran a estar embazadas las obligan a abortar, han
aterrorizado a muchos colombianos, además de ser participantes en narcotráfico y
lastimar más de una vida quitándoselas con las minas antipersonas o quitándole partes
del cuerpo, pero gracias al nuevo trato de paz se hay menos muertes, menos
reclutamiento de niños y adolescentes, aunque en la actualidad existe grupos armados
de la ley que siguen lastimando que son los que dominan municipios de Colombia.
Las personas:
El proceso:
Con el asesinato en Bogotá el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán comienza un periodo
bélico entre liberales y conservadores que es conocido como La Violencia. Fue el
antecedente al conflicto entre guerrillas y Estado. En 1964 las élites de conservadores y
liberales se enfrentaban, se gestaba una resistencia armada de campesinos organizados
para defender sus tierras. Este año se produce el primer combate de los rebeldes con el
Ejército en Marquetalia, en el departamento del Tolima. El conflicto afecta a muchos
municipios del país, para el reclutamiento de menores de edad por el grupo armado de
las FARC.
El problema:
El problema surge con el asesinato en Bogotá el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, por la
falta de normas de las autoridades competentes, que son las que cuidan por la seguridad
de los colombianos, la convivencia y paz de todos los miembros de una sociedad.
Tipología
El conflicto estructural
En este conflicto las FARC secuestran y matan a campesinos para tener sus tierras,
además asesinan a personas del ejército, además violan a mujeres, obligan a niños y
adolescentes a ser reclutados para pertenecer a su grupo armado.
El conflicto de actores
Negociadores del gobierno que dan su opinión de cómo se puede llegar a solucionar el
conflicto.
Para transformar se puede socializar un debate sobre los actos realizados de los grupos
armados de la ley donde se justifiquen con evidencias el papel que ha jugado el estado y
así hacer un mejoramiento para hacer conciencia a las FARC, y que y hacer notario un
cambia además de que se ha hecho.