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DÉFICIT SENSORIAL

Tema: Déficit sensorial visual

a. Definiciones

Arco y Fernández (2004), refiere que la deficiencia visual incluye tanto a las personas
que carecen completamente de visión, como a las que, aun teniendo una perdida, mantienen
un resto visual que puede ser funcional para un gran número de tareas.

El déficit visual se define como alteración del campo visual, la cual impide que el
individuo pueda participar en las actividades de la vida cotidiana, a consecuencia de la
disminución o pérdida de las funciones visuales (Álvarez M., et al, 2002).

López (2004), afirma que el déficit visual es una alteración del funcionamiento del
órgano de visión, la cual nos impide realizar tareas cotidianas de forma autónoma. Es una
condición que afecta directamente la percepción de imágenes en forma total o parcial.

b. Clasificación

Desde la aparición de la deficiencia existen cegueras y ambliopías de nacimiento y


adquiridas (temprana o tardíamente), dicha aparición dependerá de las experiencias visuales
que se hayan podido adquirir antes de la lesión (Molina, 2009).

Según el nivel de deficiencia visual existen:

 Ciegos totales. – Que no han visto nunca ninguna imagen ni luz.

 Ciegos parciales. – Que son aquellos sujetos que mantienen unas posibilidades
mayores como percepción de la luz y contornos, matices de color, etc.

 Baja visión. – Que tienen un resto visual y pueden ver a escasos centímetros.

Por otra parte los autores Barraga y Erin (1992) y Colenbrander y Fletcher (1995),
diferenciaban tres niveles o grados de ejecucion visual dentro de la categoria de baja vision,
referidos a la habilidad de la persona para leer a una distancia considerada estandar.
Estos tres niveles son:

a. Baja vision moderada. – Agudeza visual situada entre 1/4 y 1/8. Las personas
comprendidas en este rango pueden realizar, con ayudas opticas, casi las mismas
tareas de lectura que las personas con vision normal, aunque con frecuencia suelen
presentar algunas dificultades en las tareas escolares y por ello requieren el apoyo y
la ayuda de maestros y profesores especializados, para evitar que puedan presentar
retrasos.

b. Baja vision severa. – Agudeza visual situada entre 1/10 (recuerdese que este es el
limite para la ceguera) y 1/20. Las personas que se encuentran en este rango tienen
mayores dificultades en todas las áreas, aunque pueden leer textos impresos,
ejecutan las tareas visuales con lentitud, espcialmente aquellas que implican la
discriminación de detalles, se cansan a menudo y suelen ser poco precisos, aun con
el uso de ayudas ópticas.

c. Baja vision profunda. – Agudeza visual que oscila entre 1/25 y 1/50. Las personas
que padecen estas perdidas tienen dificultades para las tareas visuales, tanto gruesas
como finas y no pueden realizar actividades que requieren ver o discriminar
detalles. Tienen dificultades para leer incluso con ayudas opticas y presentan
problemas de orientacion y movilidad, lo que hace necesaria la ayuda de un
instructor en estos apectos.

c. Etiología

Las causas de la deficiencia visual son diversas tales y se clasifican en:

1. Enfermedades visuales de origen hereditario:


 Miopía degenerativa. – Progresiva degeneración de la agudeza visual.
 Albinismo. – Carencia total o parcial del pigmento.
 Acromatopsia. – Ceguera para los colores.
 Aniridia. – Iris infradesarrollado o ausente.
 Retinoblastoma. – Tumor de la retina que afecta bilateralmente, sin tratamiento.
 Retinitis pigmentaria. – Degeneración pigmentaria de la retina, etc.
2. Enfermedades oculares de origen congénito:
 Anoftalmía. – Ausencia de globo ocular o desarrollo insuficiente del mismo).
 Microftalmo. – Ojo pequeño).
 Atrofia del nervio óptico
 Cataratas congénitas. – Opacidad del cristalino
 Rubeola. – Afección en la retina y en especial en la macula, etc.

3. Enfermedades oculares de origen accidental


 Cataras congénitas. – Opacidad del cristalino
 Desprendimiento de la retina
 Fibroplastia retro lenticular. – Afecciones retinianas debidas a la administración
de niveles elevados de oxígeno a bebes prematuros.
 Glaucoma adulto. – Lesiones en los tejidos por aumento de la presión ocular.
 Toxoplasmosis. – Lesiones retinianas.

d. Desarrollo psicológico

La pérdida de un sistema sensorial en etapas tempranas del desarrollo implica cambios


directos e indirectos en las capacidades perceptuales, motoras y cognitivas del niño.

Por lo tanto, el déficit visual puede implicar una menor probabilidad de estimulación por
parte del medio para el desarrollo de capacidades cognitivas del niño. Además de un retraso
en el desarrollo general, los niños con déficit visual suelen tener problemas con el
desarrollo del lenguaje, particularmente el habla (Thompson y Kaufman, 2003).

Posiblemente, esta maduración tardia del lenguaje es producto tanto de las dificultades
del niño para aprender la correcta posición del aparato fonoarticulatorio, asociadas a las de
los adultos para promover y enseñar estas habilidades, como a la disminución en la
retroalimentacion de sus movimientos para la producción verbal. Este fenómeno pudiera
deberse tambien al impacto de la limitada motricidad general que desarrollan los invidentes
a temprana edad sobre la maduración del sistema eferente del lenguaje.
Otro factor importante de la capacidad comunicativa de un individuo, es la adquisición
con dificultades de las herramientas de comunicación no verbales. El niño con déficit visual
depende del contacto de sus manos con su rostro y el de otras personas para la regulación
de estas conductas, por lo que la probabilidad de obtener información se reduce
notablemente. Su capacidad para detectar emociones y pensamientos de otras personas
comunmente comunicados por expresiones corporales depende exclusivamente de
variaciones en el tono, volumen y ritmo de voz, es decir, es aspectos prosódicos del
lenguaje verbal.

Por su parte, la adquisición de habilidades de lectoescritura dependera meramente del


acceso a la instrucción y a materiales en otros metodos de comunicación escrita, como el
sistema Braille, cuyos costos y distribución los hacen inaccesibles a la mayoria de la
población de niños con déficit visual, la cual limita la formación de otras habilidades
cognitivas secundarias a la posibilidad de leer y escribir.

La vision es un factor crucial en el desarrollo sensorial y motor. El infante invidente


depende del oido, el equilibrio y el tacto para poder desarrollar sus habilidades espaciales.
La deficiencia visual retrasa la formación de representaciones del propio cuerpo del menor,
de la relacion del niño con el espacio y de los objetos.

Los padres de aquellos niños invidentes pueden impedir la formacion de mapas mentales
al evitar la exploracion libre de espacios comunes por miedo a la ocurrencia de accidentes.

En cuanto al desarrollo de la coordinacion motriz, comunmente dependiente de la


observacion de otros objetos, personas y las propias partes del cuerpo, asi como la distancia
entre ellos, dependera importantemente de los sentidos tales como el oido, tacto y
propiocepción en el niño con deficit visual. Su movimiento en el espacio dependera de la
memoria en un grado mucho mas alto que en individuos videntes.

Se ha observado ademas, que los niños con deficit visual presentan conductas que
simulan algunas tendencias autistas (Thompson y Kaufman, 2003), tales como el
aislamiento, el interes en actividades repetitivas y la presencia de conductas estereotipadas,
lo que pudiera ser reflejo de la aparicion de deficit en la atencion periferica y dividida,
representar baos requerimientos creativos, disminucion de la probabilidad de estimulos
multimodal o social.

e. Referencias

Álvarez M., e. a. (2002). Psicología de la ceguera: Compílación de Alberto Rozas y


Esperanza Ochaíta. Educación especial.
Arco, T. J., & Fernández , C. A. (2004). Manual de evaluación e intervención psicologica
en necesidades educativas especiales. Madrid: McGraw - Hill/Interamericana de
España, S.A.U. Obtenido de
https://camaellaconsulta.files.wordpress.com/2016/10/manual-de-evaluacion-e-
intervencion-psicologica-en-necesidades-educativas-especiales.pdf?
fbclid=IwAR0GqMdo4spOgbKMAMumphR5jdG1Ry1p97nHeE2h0FvvwpD9_snK
siC2_IM
Barraga, N. C., & Erin, J. (1992). Discapacidad visual y aprendizaje (Pro - Ed ed.).
Córdoba (Argentina): ICEVH.
Colembrander, A., & Fletcher, D. (1995). Conceptos y términos para la rehabilitación de
baja visión. The American Journal of Occupational Therapy.
Lopéz Justicia, D. (2004). Aspectos evolutivos y educativos de la deficiencia visual
(Primera ed.). España : JosmanPress. Obtenido de
https://books.google.com.pe/books?
id=cNvY9aCKXccC&pg=PA81&dq=deficiencias+visual&hl=es-
419&sa=X&ved=0ahUKEwidusyImrHmAhXeHbkGHeP5Bp8Q6AEILzAB#v=one
page&q=deficiencias%20visual&f=false
Thompson, L., & Kaufman, L. (2003). El niño con discapacidad visual. El pediatra clínicas
de América del Norte.

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