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Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Instituto de Ciencias de la Salud

Área Académica de Enfermería

Asignatura: Enfermería en el Adulto


Diabetes

Semestre: 4°to Grupo: 1

Docentes:
LIC. ENF. Enrique Hernández Granados
Mtra. Irene García García

Nombre del alumno: Lopez Hernández Saul


Ciclo escolar Enero-Julio 2020
Introducción.

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la


sangre están muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La
insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para
suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En
la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de
manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios.
Puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede
causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar
un miembro. Las mujeres embarazadas también pueden desarrollar diabetes,
llamada diabetes gestacional.
Un análisis de sangre puede mostrar si tiene diabetes. Un tipo de prueba, la A1c,
también puede comprobar cómo está manejando su diabetes. El ejercicio, el control
de peso y respetar el plan de comidas puede ayudar a controlar la diabetes.
También debe controlar el nivel de glucosa en sangre y, si tiene receta médica,
tomar medicamentos.
La diabetes es una enfermedad que ocurre cuando su cuerpo no produce ni usa la
hormona insulina de manera adecuada. Esto genera que se acumule demasiada
glucosa (azúcar) en la sangre. Hay 2 tipos principales de diabetes. El tipo 1 ocurre
cuando su cuerpo no produce nada de insulina. A veces se llama diabetes juvenil
porque generalmente se descubre en niños y adolescentes, pero también puede
aparecer en adultos. El tipo 2 ocurre cuando su cuerpo no produce suficiente
insulina o no la usa como debería. En el pasado, los médicos pensaban que solo
los adultos estaban en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Sin embargo, cada vez
más niños en los Estados Unidos están siendo diagnosticados con la enfermedad.
Los médicos piensan que este aumento se debe principalmente a que más niños
tienen sobrepeso u obesidad y son menos activos físicamente.
La prediabetes ocurre cuando los niveles de azúcar en la sangre son más altos de
lo que deberían ser, pero no lo suficientemente altos como para que usted sea
diagnosticado oficialmente de diabetes. La prediabetes aumenta en gran medida el
riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. La buena noticia es que, si tiene prediabetes,
puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2 haciendo cambios en el
estilo de vida. Estos incluyen tener una dieta saludable, alcanzar y mantener un
peso saludable, y hacer ejercicio regularmente.
Objetivos.
Informar al paciente adulto sobre la importancia de la diabetes y su gravedad al no
ser tratada con seriedad.
Dar a conocer algunos puntos sobre como tratar la diabetes y puntos importantes
de como prevenir este problema.
Identificar signos y síntomas que nos darán a saber si padecen esta enfermedad.

Antecedentes.
La diabetes era ya conocida antes de la era cristiana. En el manuscrito descubierto
por Ebers en Egipto, en el siglo XV AC, se describen síntomas que parecen
corresponder a la Diabetes.
A partir del siglo XVI comienza a sucederse descubrimientos médicos,
principalmente en Europa.
Paracelso (1491-1541) escribió que la orina de los diabéticos contenía una
sustancia anormal que quedaba como residuo de color blanco al evaporar la orina,
creyendo que se trataba de sal y atribuyendo la diabetes a una deposición de ésta
sobre los riñones causando la poliuria y la sed de estos enfermos.
Sin embargo, la primera referencia en la literatura occidental de una "orina dulce"
en la diabetes se debe a Tomas Willis (1621-1675) autor de "Cerebri anatome", el
mejor tratado de anatomía del cerebro realizado hasta la fecha. De esta manera,
aparece en la medicina occidental un hecho ya conocido por la medicina oriental
más de 1000 años antes. Willis escribió que "antiguamente esta enfermedad era
bastante rara pero en nuestros días, la buena vida y la afición por el vino hacen que
encontremos casos a menudo...". La figura más sobresaliente de la medicina clínica
del siglo XVII fue Tomas Syderham (1624-1689), doctorado en Cambridge quien
hizo que la Medicina volviera a regirse por los principios hipocráticos. Sydenham
especuló que la diabetes era una enfermedad sistémica de la sangre que aparecía
por una digestión defectuosa que hacía que parte del alimento tuviera que ser
excretado en la orina.
Unos 100 años más tarde, Mathew Dobson (1725-1784) médico inglés de Liverpool
hizo por primera vez estudios en grupos de pacientes. Después de tratar un
pequeño grupo de pacientes Dobson informó que estos pacientes tenían azúcar en
la sangre y en la orina y describió los síntomas de la diabetes. Dobson pensaba que
el azúcar se formaba en la sangre por algún defecto de la digestión limitándose los
riñones a eliminar el exceso de azúcar.
En la segundo mitad del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló la
importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y
marco las normas para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los
glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos
anatomopatológicos adquirieron gran importancia a fines del siglo pasado, en
manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc. Y culminaron con las
experiencias de pancreatectomía en el perro, realizadas por Mering y Minskowski
en 1889.
La búsqueda de la presunta hormona producida, por las células descritas en el
páncreas, en 1869, por Langerhans, se inició de inmediato.
En los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, se realizaron grandes
esfuerzos para aislar la insulina. Uno de los primeros investigadores en obtener
resultados fue el alemán Georg Zuleger quién obtuvo una serie de extractos
pancreáticos que eran capaces de reducir los síntomas de diabetes en un perro
previamente pancreatectomizado. Zuelger publicó sus resultados en 1907 e incluso
patentó su extracto ("Acomatol"). Sin embargo, los graves efectos tóxicos que
producía hicieron que renunciase a seguir sus experimentaciones.
El médico rumano Nicolas Paulesco también preparó un extracto a partir de
páncreas congelados de perro y buey y demostró que los mismos eran capaces de
revertir la hiperglucemia. De hecho, uno de los extractos preparados por Paulesco
era tan potente, que uno de los perros tratados murió debido a la hipoglucemia.
Debido a la primera Guerra Mundial, las observaciones de Paulesco sobre los
efectos de su "pancreatina" no fueron publicadas hasta 1921. lo mismo que en el
caso de Zuelger, los efectos tóxicos de los extraídos excluían cualquier posibilidad
de administración terapéutica.
La insulina fue descubierta en el verano 1921 por Sir Frederick Grant Banting como
consecuencia de una serie de experimentos realizados en la cátedra del Prof. Jhon
J.R. MacLeod, profesor de fisiología de la Universidad de Toronto.
Banting había mostrado ya mucho interés por la diabetes y había seguido de cerca
los trabajos de Sahfer y otros, quienes habían observado que la diabetes estaba
ocasionada por la carencia de una proteína originada en las células de los islotes
de Langerhans y que habían denominado insulina. Shafer suponía que la insulina
controlaba el metabolismo del azúcar en la sangre y su eliminación por la orina, de
tal forma que su carencia ocasionaba una excreción urinaria aumentada. Sin
embargo, su intentos por suplir esta deficiencia de insulina administrando a los
pacientes diabéticos extractos de páncreas habían fracasado, probablemente
debido a la presencia de enzimas proteolíticas en los extractos pancreáticos.
Dándole vueltas al problema, en 1921, Banting leyó una publicación de un tal Moses
Barón en la que se demostraba que la ligadura del conducto pancreático ocasionaba
la degeneración de las células productoras de la tripsina, mientras que los islotes
de Langerhans permanecían intactas.
Procedimiento.

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no


produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina
que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento
del azúcar en la sangre).
La diabetes de tipo 1 (anteriormente denominada diabetes insulinodependiente o
juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina.
La diabetes de tipo 2 (llamada anteriormente diabetes no insulinodependiente o del
adulto) tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la
insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad
física.
La diabetes gestacional corresponde a una hiperglicemia que se detecta por primera
vez durante el embarazo.
Síntomas:
 aumento de la sed y de las ganas de orinar
 aumento del apetito
 fatiga
 visión borrosa
 entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
 úlceras que no cicatrizan
 pérdida de peso sin razón aparente
Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer rápidamente, en cuestión de
semanas. En cambio, los síntomas de la diabetes tipo 2 suelen progresar muy
despacio, a lo largo de varios años, y pueden ser tan leves que a veces ni siquiera
se notan. Muchas personas con diabetes tipo 2 no tienen síntomas. Algunas solo
se enteran de que tienen la enfermedad cuando surgen problemas de salud
relacionados con la diabetes, como visión borrosa o problemas del corazón
¿Qué causa la diabetes tipo 1?
La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunitario, que combate las
infecciones, ataca y destruye las células beta del páncreas que son las que
producen la insulina. Los científicos piensan que la diabetes tipo 1 es causada por
genes y factores ambientales, como los virus, que pueden desencadenar la
enfermedad. Algunos estudios como el TrialNet están enfocados en identificar las
causas de la diabetes tipo 1 y las posibles maneras de prevenir o retrasar el
progreso o comienzo de la enfermedad.
¿Qué causa la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad, es causada por varios
factores, entre ellos, el estilo de vida y los genes.
Sobrepeso, obesidad e inactividad física
Una persona tiene mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 si no se
mantiene físicamente activa y tiene sobrepeso u obesidad. Algunas veces, el exceso
de peso causa resistencia a la insulina y es frecuente en personas con diabetes tipo
2.
La ubicación de la grasa corporal también tiene importancia. El exceso de grasa en
el vientre está vinculado con la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y las
enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Para ver si su peso representa
un riesgo para la aparición de la diabetes tipo 2, vea estas gráficas de índice de
masa corporal (IMC).
Resistencia a la insulina
La diabetes tipo 2 suele comenzar con resistencia a la insulina, una afección en la
que el músculo, el hígado y las células grasas no usan adecuadamente la insulina.
Como resultado, el cuerpo necesita más insulina para que la glucosa pueda ingresar
en las células. Al principio, el páncreas produce más insulina para cubrir el aumento
de la demanda, pero con el tiempo deja de producir suficiente insulina y aumentan
los niveles de glucosa en la sangre.
Genes y antecedentes familiares
Igual que sucede con la diabetes tipo 1, ciertos genes pueden hacer que una
persona sea más propensa a tener diabetes tipo 2. La enfermedad tiene una
tendencia hereditaria y se presenta con mayor frecuencia en estos grupos raciales
o étnicos:
 afroamericanos
 nativos de Alaska
 indígenas estadounidenses
 estadounidenses de origen asiático
 hispanos o latinos
 nativos de Hawái
 nativos de las Islas del Pacífico
Los genes también pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 al aumentar la
tendencia de la persona al sobrepeso u obesidad.
Medicinas
Algunas veces, ciertas medicinas pueden dañar las células beta o alterar el
funcionamiento de la insulina. Estos incluyen:
 Niacina, un tipo de vitamina B3
 Ciertos tipos de diuréticos
 Medicinas anticonvulsivos
 Medicinas psiquiátricos
 Medicinas para tratar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) NIH
 Pentamidina, una medicina que se usa para tratar un tipo de neumonía
 Glucocorticoides, medicinas que se usan para tratar enfermedades
inflamatorias como la artritis, lupus, asma.
 Medicinas anti-rechazo, que se usan para hacer que el cuerpo no rechace un
órgano trasplante
Las estatinas, que son medicinas para reducir los niveles de colesterol LDL (el
“colesterol malo”), pueden aumentar ligeramente la probabilidad de diabetes. Sin
embargo, las estatinas protegen contra las enfermedades del corazón y los
accidentes cerebrovasculares. Por esta razón, los grandes beneficios de tomar
estatinas superan la pequeña probabilidad de desarrollar diabetes.

Conclusión:
La diabetes es una enfermedad que llega a ser mortal si no es tratada con una
buena responsabilidad, el simple echo de que seamos de descendencia americana
ya nos da una probabilidad mayor a padecer está extraña rara y única enfermedad,
aunque no por eso debemos aceptarla, ya que podemos realizar diferentes acciones
para su prevención y control de esta misma, de igual manera si está no es tratada
de buena forma puede causar padecimientos más graves y peores para el paciente
ya adulto siendo que este es más propenso a sufrir enfermedades de este y otro
tipo.

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