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DECIDES…
Estrategias de Autoprotección y
Defensa Personal
La Defensa Personal
La Autoprotección
Al convertirse la defensa personal en la posibilidad de reacción ante
un ataque determinado, existen criterios profesionales que cuestionan
la efectividad de dicha acción, pues el agresor al actuar por sorpresa,
violencia y rapidez puede tener mayor ventaja. Se sostiene que la
acción siempre superará a la reacción y nunca será al contrario.
Para no dar demasiadas explicaciones complejas, basta con decir que
en el momento de una situación de estrés causada por un ataque
sorpresa, se generan una serie de cambios químicos en el cuerpo que
provocan efectos como parálisis, visión de túnel y pérdida de
percepción a través de los órganos de los sentidos.
Todo lo aprendido en los entrenamientos puede olvidarse en
fracciones de segundos, de manera que reaccionar en una situación
así en la que incluso el victimario está en situación de estrés podría
ser peligroso.
La solución a esto se llama autoprotección.
Resumiré la autoprotección como, “un conjunto de herramientas que
le permiten al individuo prevenir y adelantarse con mucha antelación
al peligro, de manera que llegar a utilizar algún recurso de defensa
personal sea lo último que se haga y cuando definitivamente no haya
más remedio.”
Con la autoprotección todo tipo de ataque es evitable. Robos,
secuestros, violaciones, peleas, etc., todos pueden prevenirse y para
ello existen técnicas que permiten examinar y escanear el entorno
para de esa manera, no estar en el papel de víctima.
Esto quiere decir que si estás en una situación de peligro debes
preguntarte qué pasó antes para haber llegado hasta ahí y qué no
hiciste para evitarlo.
Es útil señalar que la autoprotección no solo sirve de manera
individual, sino que puede aplicarse para cuidar la integridad de toda
tu familia, empresa, casa y demás ambientes en los que te
desenvuelvas.
De acuerdo con importantes investigadores, el nivel de prevención
que una persona tenga, pasa por algunas fases: existe una etapa de
total descuido por lo que ocurre en el entorno, luego hay una
condición de alerta, siempre vigilando; posteriormente otra de acción
plena de identificación y acción ante el peligro, etc.
No obstante, lo lamentable es que mucha gente se queda en la
primera etapa y por eso termina siendo víctima de ataques
“sorpresa”.
En todo caso, esta es materia que será abordada posteriormente con
mayor detalle en una nueva edición.
Recapitulando
Si logras cohesionar las artes marciales, la defensa personal y la
autoprotección, seguramente tendrás un conjunto de herramientas
altamente eficaces que te servirán, no solamente para defenderte a ti
mismo/a, sino también a tus seres queridos.
Puedes practicar artes marciales como deporte para formar tu cuerpo
y espíritu, pero también es recomendable que conozcas la
autoprotección como el elemento preventivo que te hará evitar llegar
a situaciones desagradables en las que tengas que aplicar la defensa
personal.
Sin embargo, la cosa no queda ahí e insisto, ¿crees que la reacción
siempre te dará ventaja ante un oponente?
Imagina esta situación:
¿Qué harías ante un tipo que de repente te apunta con una pistola en
la cabeza?
Si se te ocurre dar una espectacular patada voladora estarás muerto.
Si reaccionas y has entrenado defensa personal posiblemente
utilizarías una técnica de desarme que podría o no funcionar
dependiendo de diversas circunstancias.
Sin embargo, en un momento como ese en el que tu cerebro no
puede controlar totalmente tus movimientos es posible que falles e
incluso seas el propio culpable de que el proyectil entre en tu cabeza.
Como podrás notar, la reacción podría llevar al error, pero el
escenario cambia cuando logras aplicar una acción que te anticipe a lo
que puede suceder.
Un caso:
Si observas que un sujeto sospechoso se acerca con las manos dentro
de los bolsillos de su pantalón y está dispuesto a violar tu espacio
personal, lo primero que deberás hacer es advertir que algo malo
sucederá, luego sospechar que el individuo trae un arma y finalmente
anticiparte con una acción que el posible agresor no espere.
Por supuesto, esto en el caso de que el sujeto sea un total
desconocido ya que si se trata de un amigo o familiar, tal operación
no sería necesaria.
Cuando me refiero a una acción anticipatoria, apunto a algunas como
por ejemplo, gritar, correr o la más arriesgada pero quizás la más
segura, abalanzarte sobre el victimario impidiéndole que saque las
manos de los bolsillos, bloquear sus movimientos y mediante algunos
recursos, inmovilizarlo, desarmarlo y huir.
Posiblemente alguien podrá cuestionar lo aquí descrito, pero lo cierto
es que en una situación de peligro real, la víctima tiene las de perder
pues posee sentimientos de moral que el victimario no tiene.
Mientras la víctima piensa en la integridad del victimario, este sabe
que si tiene que hacer daño lo hará sin importarle el futuro de la otra
persona o la de su familia.
Entonces la pregunta debería ser: “¿Prefiero cuidar mi integridad o la
de mi agresor?”
En este punto es imprescindible que entiendas lo siguiente, nadie
tiene derecho a agredirte, nadie tiene derecho a violar tu
espacio personal y por esa razón estás en pleno derecho de
actuar.
Desde esta perspectiva tú decides si quieres ser parte de las
estadísticas de personas que han muerto a manos de sus atacantes o
mejor utilizas un mecanismo que salve tu vida.
La autoprotección es vital para detectar el peligro antes de que
aparezca. Implica poseer recursos para identificar lo que va a pasar
en tu entorno a varios metros a la redonda e incluso tener las
herramientas para actuar físicamente.
Es común escuchar infinidad de noticias donde la delincuencia ganó la
partida, pero también están aquellos casos de personas que
previnieron el peligro y salvaron su integridad y pertenencias.
Debo insistir en que todo tipo de acciones delictivas y violentas son
totalmente previsibles y prevenibles. Por eso, si pones en práctica al
menos uno de los elementos que te voy a dar en este libro, evitarás
ser víctima.
Quiénes Pueden Utilizar La Autoprotección
Y La Defensa Personal
Seguramente te preguntaste qué significa la portada de este libro.
Responderé esa interrogante.
Al colocar la imagen de una mujer no pretendo aseverar que se trata
de un texto exclusivo para ese sector de la población, sino todo lo
contrario. Es una lectura recomendada para cualquier persona.
Lamentablemente, en muchas sociedades la mujer es vista como un
ser débil e incapaz de protegerse por sí mismo, cuando la realidad es
que ellas son fuertes en todos los sentidos, aunque en una gran parte
de los casos no se animan a actuar cuando de defender su integridad
física se trata.
La intención es plasmar la idea de que si ellas o cualquier persona no
deciden o se atreven a protegerse por sí mismos, nada cambiará y si
experimentan cotidianamente situaciones violentas, estas seguirán
sucediendo y terminando muchas veces de forma fatal.
Entonces, si la presente obra es para conocimiento general implica
que la autoprotección y la defensa personal también lo son.
En una ocasión un joven de complexión delgada y gruesos lentes se
acercó para preguntarme si creía que una persona como él podría
defenderse de la delincuencia que acecha en la calle.
A aquel muchacho, que me recordó cómo era yo de niño, le respondí
que por supuesto e incluso que las habilidades y estrategias que
durante años he aprendido, él también podría hacerlas formar parte
de su vida.
El chico insistió en que por mi apariencia física, para mí eso sería
posible pero no para él, ya que a su criterio, saber protegerse solo
servía para gente fuerte y en excelente estado físico.
Completé mi respuesta añadiendo que estaba equivocado, pues de
hecho, la autoprotección sirve para todas las personas, desde un niño
pasando por un joven, un adulto, un anciano, una mujer, una persona
con discapacidad… En fin, para todo ser humano que esté dispuesto a
cambiar su forma de pensar y a cuidar su integridad.
Desde luego, es objetivo aclarar que el entrenamiento se da en dos
planos.
El primero es teórico-práctico, explicando todos los fundamentos de la
autoprotección y la operatividad que posee ante distintos tipos de
escenarios.
Aquí pueden verse aspectos como la psicología y accionar del
delincuente o del agresor, situaciones comunes y diferentes tipos de
ataques, prevención ante diversas formas de violencia, etc.
El segundo plano es el físico, que implica el desarrollo de destrezas y
habilidades para actuar en casos de arremetidas con cualquier tipo de
arma, peleas con objetos o a mano limpia, enfrentamiento con uno o
varios oponentes, entre otros.
Bajo estas consideraciones, vale la pena recalcar que cualquier
persona puede hacer uso de la autoprotección, porque de lo que se
trata es de aplicar una serie de estrategias que pueden ponernos en
prevención y anticiparnos a cualquier tipo de peligro.
Pongamos ejemplos:
Un niño pequeño, que haya sido instruido previamente, podrá
identificar el escenario de un posible secuestro y actuar de manera
disuasiva, por ejemplo gritando para llamar la atención de las
personas a su alrededor, algo tan sencillo pero muchas veces
menospreciado por los padres.
De esta manera, podrás darte cuenta de que un grito no solo puede
ser molesto, sino que bien aplicado salva vidas.
Si te preguntas qué poder puede tener un grito para poner a correr a
un supuesto secuestrador, la respuesta es que una de las
características del delincuente es que no quiere ser identificado ni
tampoco desea perder tiempo, por lo que ante un ambiente con
demasiados testigos lo que preferirá es huir.
Sin embargo, es útil aclarar que no todos los delincuentes tienen estos
patrones en su cabeza, por lo que en el mismo caso del niño, la
autoprotección también deberá dirigirse a los padres, para que sepan
evitar dejar a sus hijos en situaciones de riesgo.
Recapitulando
Debes tener la seguridad de que la autoprotección sirve para todos.
No importa si eres mujer u hombre, si estás embarazada, si eres un
anciano o un niño, posees una discapacidad, etc. Lo importante es
que si conoces ciertos principios elementales, podrás tener una vida
tranquila.
Todo lo expuesto no sugiere andar por las calles como una persona
paranoica, viendo agresores por todos lados, pero sí incita a aprender
herramientas para identificar y adelantarse al peligro.
En cuanto a la defensa personal, no importa lo fuerte o lo grande que
sea tu agresor si sabes lo que tienes que hacer y la manera correcta
de ejecutarlo.
Este libro no pretender ser un curso, pero sí un resumen básico y
sencillo de muchos conceptos que hacen la diferencia entre la fase
ideal en la que se usan movimientos de película y otra fase real donde
los ataques son violentos, rápidos e inesperados.
Algunas Pistas Que Salvarán Tu Vida
Recapitulando
Como ya te he comentado en capítulos anteriores, muchas veces
pueden verse por diferentes medios vídeos espectaculares en los que
personas hacen desarmes de todo tipo.
Sin embargo, hay que diferenciar entre la realidad y la fantasía.
En la fantasía todo sale a la perfección, pero la realidad es
complicada, indescifrable.
Ningún recurso físico de defensa que aprendas, funcionará en la
realidad al 100% tal y como lo entrenaste debido a que existen
diferentes condiciones ambientales y emocionales que hacen que todo
sea un caos.
Esto quiere decir que aunque hayas practicado mil técnicas, ninguna
aparecerá por tu mente en el momento de necesitarlas
verdaderamente, pues el estrés bloquea el funcionamiento normal del
cuerpo y entonces el miedo se apodera provocando incluso la
parálisis.
Ante esta situación, lo único que funciona es el instinto de
conservación y si este fue previamente complementado con un
entrenamiento especializado con recursos más sencillos y menos
complicados, existen mayores probabilidades de sobrevivir.
Recuerda que los ataques suelen ser violentos e impredecibles, pero
actuar en lugar de solo reaccionar genera más posibilidades de éxito
para la víctima.
Si esperas a tener un cuchillo en tu cuello para poner en práctica un
desarme, hay altas probabilidades de que falles, porque el delincuente
no estará predispuesto a dejarse desarmar ni actuará pasivamente.
Por esa razón es imprescindible prepararse tomando en cuenta todos
los factores que podrían darse y que anularían el intento.
En el sistema que propongo, planteo que los principios reales y
sencillos son más decisivos que una técnica mal enseñada.
Esto explica por qué han existido casos de personas que ante el
peligro lograron hacer movimientos efectivos para salvar sus vidas y
sin nunca haber recibido una preparación en defensa personal.
Reflexiones Finales
Todo lo que te acabo de contar es simplemente un grano de arena en
el desierto inmenso del conocimiento de la autoprotección y la
defensa personal.
En próximas publicaciones te iré resumiendo mis aprendizajes con
grandes maestros, acerca de qué es lo que sucede en la mente de los
criminales, por qué siempre tienen éxito en detrimento de las víctimas
y cómo establecer un plan de autoprotección de forma efectiva.
Te contaré también qué NO es la autoprotección y la importancia de
identificar la delgada línea que dice quién es la víctima y quién el
victimario.
Aunque parezca complicado, también te diré qué hacer y qué
movimientos aplicar cuando estés ante el ataque de un tipo de arma
determinado.
Todos estos elementos configuran un conocimiento que es muy
importante en tu vida y espero que estas breves líneas hayan
despertado en ti, al menos, la curiosidad para querer aprender más y
por supuesto, generar la consciencia de que protegerte o no es tu
decisión.
Nunca podrás encontrar un policía en el momento justo en que tengas
una emergencia y esto es porque físicamente es imposible que
cualquier gendarme acuda a ti apenas se genere el hecho delictivo.
Si quieres un ángel de la guarda, pues conviértete en él, para cuidar
tus propios pasos.
Aprendiendo autoprotección te darás cuenta de que las cosas pueden
verse de manera distinta y podrás caminar por las calles sin tenerle
miedo a la delincuencia o a la violencia social.
Podrás ver que a través de la autoprotección y la defensa personal
tienes más confianza en ti mismo/a, serás una persona alegre y
tranquila, controlarás mejor tus emociones y al mismo tiempo, tendrás
una nueva perspectiva de lo que podrás hacer cuando adquieras
importantes habilidades.
De esta manera me despido hasta mi próximo libro, donde te seguiré
dando más claves para proteger tu vida y la de los tuyos.
Y si mientras tanto quieres contactar conmigo para obtener más
información, lo puedes hacer por estos medios:
Email:
reacciontotal@gmail.com
contacto@estrategiasdeautoproteccion.com
Web: www.estrategiasdeautoproteccion.com
Hasta pronto.
Tu amigo,
Carlos A. Proaño P.