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Analisis de Un Conflicto
Analisis de Un Conflicto
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
CONTADURIA PÚBLICA
IBAGUÉ TOLIMA
2019
INTRODUCCION
Este es el nombre de una droga sintética poco conocida en el país que ha ganado espacio en
el consumo de los jóvenes y tiene en alerta al Ministerio de Justicia. Según reportes de
Bogotá, Manizales, Medellín y Cali, se comercializa ilegalmente como un LSD, droga
psicodélica, pero con efectos negativos más potentes en el ser humano. Incluso, que podría
provocar la muerte. En 2017 fallecieron tres personas en Colombia por consumirlo, según
reportes de Medicina Legal. De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas Contra la
Droga y el Delito, es una droga peligrosa.
El panorama es desalentador, pues demuestra que los estudiantes cada vez están más cerca
de acceder a este tipo de drogas y que el riesgo consiste en que los jóvenes
“policonsumen”, es decir, “en un mismo evento pueden tomar varias drogas, que al
mezclarse con alcohol, provocan intoxicaciones y pueden llevar a la muerte
Este panorama enciende las alarmas de las autoridades y los gobiernos, pues están llamados
a reforzar los programas de prevención. Otro riesgo que queda en evidencia es que, aunque
gran porcentaje de los consultados asegura que las probó solo una vez en su vida, en el caso
de la marihuana el 11,7 % que dijo haberlo hecho en una ocasión representa “un gran
riesgo”, si se hace frecuentemente.
El abuso de drogas en los jóvenes altera la dinámica de sus relaciones sociales y puede
llevar a una toma de decisiones inadecuada y en ocasiones violenta. El consumo de drogas
está altamente relacionado con violencia juvenil. Por ejemplo, determinadas formas de
beber producen una pérdida de control; algunas sustancias, especialmente sintéticas, hacen
sentir al adolescente más potente, con ansias de acción, sin límites, ni inhibición.
INTRAPERSONAL.
Al menos 520 mil estudiantes de colegio, cuyas edades están entre los 12 y los 18 años, han
consumido drogas por lo menos una vez en su vida. Esa cifra representa al 15,9 % de los
escolares del país entre los grados séptimo y 11 (uno de cada seis) y confirma cómo el
consumo se convirtió hace tiempo en un problema de salud pública para el país.
La muestra, cuyos datos se recabaron a finales del 2016 y apenas ahora terminaron de ser
procesados, consultó a más de 80 mil muchachos a los que les preguntaron por el
conocimiento de los riesgos y el eventual consumo de sustancias como la marihuana, la
cocaína, el basuco, el éxtasis, la heroína, el LSD y otros alucinógenos, incluidos solventes y
pegantes. El 11 % de los consultados dijo que el consumo se hizo en el último año, y un 6,1
% consumió en el último mes.
Aunque el problema de las drogas afecta a todas las regiones, en siete la alerta es mayor
porque sus niveles de prevalencia (uso al menos una vez en la vida) superan el 20 %: son
Caldas (27,9 %); Antioquia (26,6 %); Risaralda (26,1 %); Quindío (23,7 %); Orinoquía (22
%); Bogotá (21,5 %), y Amazonía (20,4 %).
Primero, hay que dejar de estigmatizar a la escuela y más bien apoyarla en su difícil
desafío, apoyando las organizaciones constructivas que generen alternativas a las pandillas,
y no discriminar a las personas que alguna vez consumieron de estas sustancias, ya sea de
forma continua o excepcional. Ya que estas personas son iguales a nosotros y no debemos
juzgar por el simple hecho del consumo de una sustancia que según estudios no provoca
ningún tipo de accidentes en la cantidad en la que lo hace el alcohol. también hay que aislar
a las pandillas con programas de entornos escolares seguros y pactos liderados por los
jóvenes, para erradicar drogas y armas en los colegios y familias. Se requiere una acción
por parte de la policia en parques y entornos de colegios para reducir el impacto de las
drogas en ellos y así mismo obtener información de inteligencia sobre quiénes las dirigen y
financian, así como cerrar ollas y expendios móviles en barrios.
Por último creo que el identificar y atender “riesgos” mas específicamente fortalecer los
sistemas de alertas frente a situaciones concretas potencialmente dañinas, y trabajar en
equipo entre familias, colegios y autoridades educativas en una estrategia pedagógica
preventiva, ampliando el número de orientadores y profesionales de apoyo para estas
personas con problemas de adición y multiplicando los recursos para identificar y atender
casos cuya solución puede ser liderada desde el ámbito escolar. De esta forma hay que
hacer prevención a Los chicos y chicas con problemas de consumo frecuente, o que apoyan
a los expendedores, requieren, ya sea en una asociación con el ICBF y los sectores
educación y salud, un programa para atenderlos durante periodos largos, combinando aulas
de aceleración y programas de inclusión en la escuela, con manejo en instituciones
especializadas.
Las drogas son agentes naturales o químicos que afectan las funciones y la estructura del
cuerpo de los seres vivientes.