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Catedra de Paz

El 25 de mayo de 2015 el Presidente de la República Juan Manuel Santos firmó el decreto que reglamenta
la Ley 1732 de 2015 la implementación de la Cátedra de La Paz en todas las instituciones educativas del
país de preescolar, básica y media, tanto de carácter oficial como privado.
La Cátedra de la Paz tiene como objetivo fomentar el proceso de apropiación de conocimientos y
competencias relacionados con la paz en nuestro país. Esto implica que se abordarán temas culturales,
sociales, económicos y de memoria histórica que buscan ayudar a reconstruir el tejido social, promover la
prosperidad y garantizar la efectividad los principios, derechos y consagrados en la Constitución. La cátedra
girará en torno a 3 temas: Cultura de la paz: que se refiere a la vivencia de los valores ciudadanos, los
Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, la participación democrática, la prevención de la
violencia y la resolución pacífica de los conflictos. La Educación para la paz, que se refiere a la apropiación
conocimientos y competencias ciudadanas para la convivencia pacífica, la participación democrática, la
construcción de equidad, respeto por la pluralidad, los Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario. Por último, la cátedra tocará temas de Desarrollo sostenible, alrededor del cual se realizarán
discusiones sobre crecimiento económico, calidad de la vida y bienestar social, basándose en la idea de que
no se pueden agotar los recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente.
Todas las instituciones educativas deberán incluir dentro de sus currículos la Cátedra de La Paz antes del 31
de diciembre de 2015. La cátedra deberá estar articulada con áreas del conocimiento como ciencias sociales,
historia, geografía, constitución política y democracia, ciencias naturales y educación.
Para las instituciones de educación superior, la Cátedra de la Paz se desarrollará en concordancia con sus
programas académicos y su modelo educativo. Serán las mismas instituciones las que definan las acciones
educativas que permitan que la comunidad académica cuente con los espacios de reflexión y discusión para
desarrollar estos conocimientos y habilidades relacionados con la construcción de la paz.
Ley 1732 del 1 de septiembre de 2014

DECRETA:
Artículo 1°. Con el fin de garantizar la creación y el fortalecimiento de una cultura de paz en Colombia, establézcase la
Cátedra de la Paz en todas las instituciones educativas de preescolar, básica y media como una asignatura
independiente.
Parágrafo 1°. En observancia del principio de autonomía universitaria, cada institución de educación superior
desarrollará la Cátedra de la Paz, en concordancia con sus programas académicos y su modelo educativo.
Parágrafo 2°. La Cátedra de la Paz tendrá como objetivo crear y consolidar un espacio para el aprendizaje, la reflexión y
el diálogo sobre la cultura de la paz y el desarrollo sostenible que contribuya al bienestar general y el mejoramiento de
la calidad de vida de la población.
Parágrafo 3°. La Cátedra será un espacio de reflexión y formación en tomo a la convivencia con respeto, fundamentado
en el artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Artículo 2°. Para corresponder al mandato constitucional consagrado en los artículos 22 y 41 de la Constitución
Nacional, el carácter de la Cátedra de la Paz será obligatorio.
Artículo 3°. El desarrollo de la Cátedra de la Paz se ceñirá a un pénsum académico flexible, el cual será el punto de
partida para que cada institución educativa lo adapte de acuerdo con las circunstancias académicas y de tiempo, modo y
lugar que sean pertinentes. La estructura y funcionamiento de la cátedra serán determinados por el reglamento
correspondiente que deberá expedir el Gobierno l\Nacional dentro de /') I • • los seis (6) meses siguientes a la
expedición de la presente ley a través del : Ministerio de Educación, quien podrá coordinar la reglamentación con los
Ministerios del Interior y de Cultura.
Artículo 4°. Las instituciones educativas de preescolar, básica y media, incluirán en sus respectivos planes de estudio la
Cátedra de la Paz, de acuerdo I con la reglamentación que en virtud del artículo 3° de' la presente ley, expida el
Gobierno Nacional.
Artículo 5. El Plan Nacional de Desarrollo Educativo de que trata el artículo 72 de la Ley 115 de 1994 deberá tener en
cuenta la Cátedra- de la Paz como un factor determinante para su ejecución. -." "; " , " , .
Artículo 6°. El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación proporcionará los criterios y orientaciones
requeridas para el cabal cumplimiento de lo dispuesto en la presente ley. Las entidades territoriales certificadas en
educación, en ejercicio de las funciones de inspección y vigilancia que le hayan sido delegadas, verificarán que las
instituciones educativas implementen y desarrollen la Cátedra de la Paz.
Artículo 7°. El Gobierno Nacional tendrá un plazo de seis (6) meses para la reglamentación y aplicación de esta ley.
Artículo 8 • La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación y deroga todas las disposiciones que le sean
contrarias.
Decreto 1038 del 25 de mayo de 2015
En ejercicio de las facultades constitucionales y legales, en especial las conferidas por el numeral 11 del artículo 189 de la
Constitución Política y el artículo 7 de la Ley 1732 de 2014, y
CONSIDERANDO
Que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento de conformidad con lo dispuesto en el artículo 22 de la
Constitución Política de Colombia. Que el estudio de la Constitución es obligatorio en todas las instituciones educativas
oficiales y privadas conforme lo prescribe el artículo 41 constitucional. Que el numeral 10 del artículo 5 de la Ley 115 de
1994, consagra como uno de los fines de la educación: "La adquisición de una conciencia para la conservación, protección
y mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de la vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención
de desastres, dentro de una cultura ecológica y del riesgo y la defensa del patrimonio cultural de la Nación". Que de
acuerdo con el artículo 14, literal d), de la Ley 115 de 1994, dentro de la enseñanza obligatoria en los establecimientos
oficiales o privados de educación preescolar, básica y media estará: "La educación para la justicia, la paz, la democracia,
la solidaridad, la confraternidad, el cooperativismo y, en general, la formación en los valores humanos". Que el artículo 77
de la Ley 115 de 1994 reconoce la autonomía de las instituciones educativas para organizar las áreas fundamentales de
conocimientos definidas para cada nivel, introducir asignaturas optativas dentro de las áreas establecidas en la ley,
adaptar algunas áreas a las necesidades y características regionales, adoptar métodos de enseñanza dentro de los límites
fijados por la ley y el proyecto educativo institucional. Que en virtud del artículo 78 de la Ley 115 de 1994 el Ministerio de
Educación Nacional diseña los lineamientos generales de los procesos curriculares en la educación preescolar, básica y
media y, conforme a lo anterior, adopta Estándares Básicos de Competencias que aportan a la formación de una
ciudadanía para la participación democrática, la convivencia pacífica y el reconocimiento y respeto de la diversidad. Que
la Ley 1732 de 2014 establece el carácter obligatorio de la Cátedra de la Paz en todas las instituciones educativas del país,
y señala que el desarrollo de dicha asignatura se ceñirá a un pénsum académico flexible, el cual será el punto de partida
para que cada institución educativa lo adapte de acuerdo con las circunstancias académicas y de tiempo, modo y lugar
que sean pertinentes. Que resulta necesario que las instituciones educativas de preescolar, básica y media, al momento
de implementar y desarrollar la Cátedra de la Paz, se articulen con otras instancias definidas por el Legislador y que tienen
competencias en similares asuntos, como es el "Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los Derechos
Humanos, la Educación la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de Violencia Escala", creado por la Ley 1620 de 2013,
que tiene varios objetivos, entre que se destaca en su artículo 4.3: "Fomentar y fortalecer educación en y para la las
competencias ciudadanas, el desarrollo de la identidad, la participación, la responsabilidad democrática, la valoración de
las diferencias y el cumplimiento de la ley, para la formación de sujetos activos de derechos". Que el artículo 69 de la
Constitución Política, desarrollado por los artículo 28 y 29 de la Ley 30 de 1992, reconoce a las instituciones de educación
superior su autonomía, en virtud la cual gozan de autodeterminación administrativa para estructurar y ejecutar "( .. .) sus
planes estudio y sus programas académicos, formativos, docentes, científicos y culturales" (sentencia de la Corte
Constitucional C -1435 de 2000). Que por tal motivo y en concordancia con parágrafo 1 del artículo 1 de la Ley 1732 de
2014, son las mismas instituciones de educación superior las responsables de definir los contenidos curriculares que serán
abordados en la Cátedra de la lo cual dependerá del nivel académico y de formación de sus programas, la orientación
filosófica plasmada en sus estatutos y del perfil que hayan diseñado para sus egresados, otros aspectos. mérito lo
expuesto,
DECRETA
Artículo 1. Cátedra de la La Cátedra la será obligatoria en todos los establecimientos educativos de preescolar, básica y
media de carácter oficial y privado, en los estrictos y precisos términos de la 1732 de 2014 y de decreto.
Artículo 2. Objetivos. La Cátedra de la Paz deberá fomentar el proceso de apropiación conocimientos y competencias
relacionados con territorio, la cultura, el contexto económico y social y la memoria histórica, con propósito de reconstruir
el tejido social, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad los principios, derechos y consagrados en,la
Constitución. Serán objetivos fundamentales la Cátedra de la contribuir al aprendizaje, la reflexión y al diálogo sobre los
siguientes temas:
a) Cultura de la paz: se entiende como el sentido y vivencia de los valores ciudadanos, los Derechos Humanos, el Derecho
Internacional Humanitario, la participación democrática, prevención de la violencia y la resolución pacífica de los
conflictos.
b) Educación para la se entiende como la apropiación conocimientos y competencias ciudadanas para la convivencia
pacífica, la participación democrática, la construcción de equidad, respeto por la pluralidad, los Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario.
c) Desarrollo sostenible: se entiende como aquel que conduce al crecimiento económico, la elevación de calidad de la vida
y al bienestar social, sin agotar la base recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar ambiente o el
derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para satisfacción de sus propias necesidades, de acuerdo con el artículo 3
de la Ley 99 de 1993.
Articulo 3 Implementación. Los establecimientos educativos preescolar, básica y media deberán incorporar la asignatura
de la Cátedra de la Paz dentro del Plan de Estudios antes del 31 de diciembre de 2015, para lo cual deberán adscribirla
dentro de alguna de las siguientes áreas fundamentales, establecidas en el artículo 23 de la Ley 115 de 1994:
a) Ciencias Sociales, Historia, Geografía, Constitución Política y Democracia, sb) Ciencias Naturales y Educación Ambiental,
o c) Educación Ética y en Valores Humanos

Parágrafo. Los establecimientos educativos de preescolar, básica y media podrán aprovechar las áreas transversales para
incorporar contenidos de la cultura de la paz y el desarrollo sostenible.
Artículo 4. Estructura y Contenido. Los establecimientos educativos de preescolar, básica y media determinarán los
contenidos de la Cátedra de la Paz, los cuales deberán estar orientados al logro de los objetivos consagrados en el
parágrafo 2 del artículo 1 de la Ley 1732 de 2014 y en el artículo 2 del presente decreto y deberán desarrollar al menos
dos (2) de las siguientes temáticas:
Artículo 5.
Evaluación. A partir del año 2016, el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES) incorporará dentro
de las Pruebas Saber 11, en su componente de Competencias Ciudadanas, la evaluación de los logros correspondientes a
la Cátedra de la Paz. Adicionalmente, el ICFES deberá incorporar gradualmente el componente de Competencias
Ciudadanas dentro de alguna de las pruebas de evaluación de calidad de la educación básica primaria y de la básica
secundaria, según un criterio técnico.
Artículo 6. Lineamientos y estándares. El Ministerio de Educación Nacional podrá expedir referentes, lineamientos
curriculares, guías y orientaciones en relación con la Cátedra de la Paz y su integración dentro del Proyecto Educativo
Institucional y el Plan de Estudios.
Artículo 7. Capacitación y Formación Docente para la Cátedra de la Paz. Las entidades territoriales certificadas en
educación, en trabajo articulado con los Comités Territoriales de Capacitación a Docentes y Directivos Docentes, deberán:
CONFLICTO EN COLOMBIA: ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y ACTORES

La historia de Colombia en los últimos sesenta años ha estado marcada por el conflicto armado. En sus inicios, la desigual repartición
de la tierra y la falta de espacios para participación política dieron cabida al uso de la violencia y la lucha armada. Un método que en los
años siguientes se fue reforzando con la irrupción del narcotráfico, el narcoterrorismo, la presencia de nuevos actores políticos y armados
en un contexto de lucha revolucionaria, Guerra Fría y guerra contra el terrorismo que han ido transformando el conflicto en su razón de
ser y métodos de subsistencia.

En este contexto, los grupos armados han justificado el uso de la violencia por considerarla el único método para poder transformar la
sociedad y con la intención de no permitir cambios considerados como ilegítimos. Así pues, la fractura creada por las desigualdades, el
uso de la violencia y la lucha por el poder han marcado las dinámicas sociales y políticas que han tenido lugar en Colombia desde que
se instauró la República (S.XIX) hasta el día de hoy, cuando Colombia abre un nuevo capítulo en su historia con los actuales procesos
de paz.

Periodo La Violencia

En el S.XIX el Partido Conservador y el Partido Liberal de Colombia se institucionalizaron. El primero, se caracterizaba por tener una
agenda continuista del sistema social y político que protegía los intereses de la clase adinerada; mientras que el segundo, se presentaba
como una alternativa reformadora y en defensa de los intereses de comerciantes y grupos menos favorecidos de la sociedad. La lucha
entre ambas fuerzas se evidenció a través de 54 guerras civiles: 14 de conservadores contra liberales, 2 de liberales contra
conservadores y 38 de liberales contra liberales. El enfrentamiento terminó desencadenando en lo que se conoce como el periodo de la
violencia.

El Bogotazo

A inicios del siglo XX los enfrentamientos entre liberales y conservadores, el auge de la violencia, los asesinatos y agresiones estaban
a la orden del día. El contexto social y económico en el que se encontraba el país (inflación e impacto de las crisis económica ocasionada
por la Segunda Guerra Mundial) fomentó los procesos de radicalización de los movimientos políticos. El asesinato del candidato a la
presidencia liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 propició una ola de violencia en la ciudad de Bogotá conocida como el
Bogotazo (1948) que pronto se extendió al resto del país. Se produjeron actos violentos: incendios a edificios públicos, destrucción de
archivos, asesinatos a funcionarios, asaltos a comercios, atracos a iglesias. En algunas localidades se establecieron tribunales
populares, se produjo la destitución de alcaldes, fuga de presos y se formaron gobiernos revolucionarios.

Frente Nacional

En 1956 el partido conservador y el partido liberal firmaron el Pacto de Benidorm, en España. Un acuerdo que establecía el sistema de
alternancia política entre ambas fuerzas. Este pacto tuvo vigencia hasta el año 1974 y fue defendido como un regreso al sistema
democrático después de la dictadura militar del General Gustavo Rojas Pinilla. Sin embargo, el pacto incluía únicamente a los dos
partidos tradicionales, razón por la cual se originó el surgimiento de movimientos opositores: el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL),
el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (MOIR) y Alianza Nacional Popular (ANAPO).

1.1 Los protagonistas del conflicto armado

Una de las características del conflicto en Colombia es la pluralidad de actores que han alimentado y transformado el conflicto armado
en el país. Aunque los principales actores del conflicto siempre han sido, en su mayoría, los partidos políticos tradicionales y los
movimientos guerrilleros, el surgimiento de diferentes grupos revolucionarios, paramilitares y la influencia del narcotráfico han tenido
mayor o menor predominancia según el período que se estudie. Además, cabe recordar que, en líneas generales, Colombia se ha
caracterizado por una brecha social entre una élite política con una fuerte presencia regional, latifundista y monopolizadora y por otro
lado, grupos minoritarios como los indígenas, afrodescendientes y campesinos que no han contado con el mismo acceso a los derechos
de propiedad ni a los servicios de Estado.
Actores

Entre 1974 y 1990 la historia de Colombia se encuentra marcada por varias reformas constitucionales que, a pesar de presentar algunos
avances, mantendría serias deficiencias sociales de carácter estructural. Entre ellas destaca la promulgación de una reforma agraria
con el objetivo de permitir el acceso a las tierras. En 1978 la represión política y armada ejercida bajo la legislatura del Presidente Julio
César Turbay Ayala (1978-1982) del Partido Liberal fue conocida por la promulgación del controvertido Estatuto de Seguridad bajo el
objetivo de apaciguar las revueltas sociales que desencadenó numerosas violaciones a los derechos humanos. En paralelo, a lo largo
de la década de 1970 se realizaron cambios drásticos en política económica: se redujo la intervención estatal dando lugar a los procesos
de liberalización económica. El resultado fue el deterioro de la estructura social, el aumento de las tasas de interés, aumento de la
especulación y la concentración empresarial.

Surgimiento de las guerrillas contemporáneas

El origen de las guerrillas contemporáneas en Colombia se atribuye, entre otros aspectos, a la exclusión socioeconómica y a la falta de
espacios para la libre participación política. Entre los sectores excluidos se destacan el ámbito universitario e intelectual, la población
campesina e indígena. Entre las guerrillas más notorias de la segunda mitad del siglo XX, se encuentran las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación
(EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19). Cada movimiento ha respondido a una concepción política, ideológica y militar reflejo
de toda la gama de líneas en la que se ha encontrado dividida la izquierda colombiana. Cada uno de estos movimientos nació en
situaciones históricas y regionales particulares y adoptaron idearios políticos diferenciados y formas particulares de operar. En los
primeros años los movimientos guerrilleros se presentaron como fruto de la frustración política y social.

a) Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP)

Las FARC-EP se formó en 1964 como un grupo de autodefensa campesina, de ideología marxista-leninista y cuya estrategia militar ha
sido principalmente la lucha guerrillera. Los orígenes de este grupo tiene lugar en la primera conferencia del Bloque Sur. Pedro Antonio
Marín Marín, alias Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, integró las filas de las autodefensas campesinas liberales en la década de 1950,
en un territorio del corregimiento de Gaitania (Departamento del Tolima) denominado República de Marquetalia. El objetivo fue crear la
guerrilla para representar a la población rural y para constituir un gobierno que se dedicara a la redistribución del bienestar. En 1982, en
la VII Conferencia en la región del Guayabero (Meta) la guerrilla decidió añadir "Ejército del Pueblo (FARC-EP)" al nombre y aclaran la
concepción operacional táctica y estratégica.

A nivel geográfico este grupo armado ha sido más extenso en las regiones sudorientales de la selva y en las llanuras de la base de la
Cordillera de los Andes. En el año 2000 el movimiento controlaba casi el 40 por ciento del territorio colombiano, con cerca de 12.000
combatientes y en 2007 con 18.000 según las declaraciones de la organización. En el año 2008, Tirofijo murió a causa de un infarto
cardíaco y dejó en el mandato a Alfonso Cano quien falleció en manos del Ejército en 2011. Actualmente Rodrigo Lodoño Echeverri,
conocido como Timochenko dirige el movimiento y cuenta con cerca de 8.000 integrantes.

b) Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)

El ELN nace en 1965 influenciada por la Revolución Cubana (1959) y la Teología de la Liberación. Junto con las FARC-EP conforman
el denominado foco insurreccional. Históricamente, el surgimiento de este movimiento tiene que ver con la radicalización de la lucha de
clases a través de la violencia. Ese proceso se entrelaza con la necesidad de sobrevivencia y la convicción de la imposibilidad de darle
una salida por medio de otras vías a la situación que vive el país. En la actualidad el jefe del ELN es Nicolás Rodríguez Bautista alias
“Gabino” y dispone de cerca de 3.000 combatientes y la base ideológica es marxista-leninista. El ELN ha tenido presencia
mayoritariamente en la zona del Catatumbo, en la zona Norte de Santander, el sur del Departamento de Bolívar, los departamentos de
Arauca, Cesar, Antioquia, Cauca, Nariño, el Chocó y Valle del Cauca. El objetivo principal de este grupo armado es la incidencia sobre
poderes locales y regionales; portadores de la propuesta de "doble poder" recogida de la experiencia en El Salvador. El ELN nace con
la influencia de la Revolución Cubana y otras luchas de tipo nacionalista.

c) Ejército Popular de Liberación Nacional (EPL)

El Ejército Popular de Liberación Nacional se constituye en 1966 y a diferencia de los anteriores su ideología es marxista-leninista-
maoísta vinculado al Partido Comunista. Este grupo pasó por un proceso de desmovilización de 2.000 combatientes en 1991. En la
actualidad opera una pequeña disidencia denominada Frente Libardo Mora Toro en el Norte de Santander.

d) Movimiento 19 de Abril (M-19)

El M-19 entra en escena en 1973 y se diferencia de las demás experiencias subversivas por su carácter rural, discurso democratizador
y porque se autodefinían como un movimiento antioligárquico, antiimperialista, de unidad y con una propuesta política. Nació a raíz del
declarado fraude electoral en 1970. Algunos de sus líderes principales habían combatido previamente en las FARC-EP y se convirtieron
en fuerza política (Alianza Democrática M-19) después de la firma del acuerdo de Corinto en 1984, de un acuerdo de paz en 1990 y del
proceso de desmovilización acordado en 1989 que dio como fruto una nueva Constitución en 1991. En este año se desmovilizaron
también el EPL, Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT) y el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL).

Paramilitarismo

Son grupos de extrema derecha, que se multiplicaron en la década de 1980 y tienen su origen en la promulgación de la Ley 48 de 1968a
través de la cual el Estado colombiano permitió la privatización de la lucha armada a manos de civiles protegidos por los intereses de
las élites regionales. En la década de los ochenta, el ingreso en escena de los narcotraficantes volvió aún más complejo el conflicto con
las guerrillas. Los traficantes empezaron a invertir sus extraordinarias ganancias en propiedades rurales, por lo cual se convirtieron en
blancos de extorsión. Los paramilitares se extendieron gracias al apoyo de ricos hacendados y pequeños industriales. Un evento que
marcó de forma decisiva la conformación del paramilitarismo en estos años fue el secuestro por parte del M-19 de Martha Nieves Ochoa,
familiar de miembros del cártel de Medellín.

En los años noventa se creó el grupo Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que unió a diversos grupos paramilitares. La AUC se
disolvió entre 2003 y 2006 en un proceso de desmovilización emprendido por la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 del 2005) impulsada por
el entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez. En los primeros dos años se desmovilizaron 23 grupos en los cuales
participaban cerca de 14.000 personas. No obstante, algunas facciones no adscritas al proceso de desmovilización han formado lo que
hoy se conoce como las BACRIM o bandas criminales.

Fuerzas de seguridad

Las Fuerzas de seguridad comprenden las Fuerzas Militares (Ejército, Armada y Fuerzas Aéreas) y la Policía Nacional. Estos organismos
iniciaron la lucha contra de los grupos insurgentes con la adopción de la Doctrina de Seguridad Nacional que tenía como objetivo la
erradicación de la amenaza comunista a través de la creación de cuerpos de seguridad antiterroristas y de asistencia para el desarrollo.
En los últimos años, las fuerzas de seguridad han pasado por un proceso de reestructuración y modernización a través de programas
como el Plan Colombia que ha contado con el apoyo de Estados Unidos y que ha tenido como objetivo reafirmar el Estado de Derecho
y acotar la red de narcotráfico y tráfico de armas que alimenta la violencia guerrillera y de otras organizaciones armadas. Sin embargo,
según el informe de Human Rights Watch de 2015, hasta julio de 2014 la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía ha investigado
más de 3.500 casos de ejecuciones ilegales presuntamente perpetradas por 785 miembros del Ejército (soldados de bajo rango y
suboficiales) entre 2002 y 2008.

Narcotráfico

En la década de 1990, Colombia se convirtió en el primer productor de hoja de coca del planeta. Según Rafael Pardo en su libro "La
historia de las guerras", entre 1975 y 1995 la estructura del negocio era sencilla. Bolivia y Perú producían el 90 por ciento de la hoja de
coca y de la pasta y base de coca, ésta se transportaba en pequeños aviones a las selvas colombianas donde se refinaban el 90 por
ciento de la cocaína del mundo, la cual se vendía a Estados Unidos. Esta estructura se volvió más compleja cuando los gobiernos de
Perú, Colombia y Ecuador decidieron controlar las fronteras. Sin embargo, en el momento en que en Perú y Bolivia apareció un hongo
que acabó con el área cultivada, Colombia pasó a controlar también el cultivo. Las FARC-EP acogieron gran parte de las hectáreas de
cultivo, lo que provocó que su capacidad militar también se incrementara y pasó a controlar 150 mil hectáreas de cultivos de hoja de
coca localizados en dos millones de hectáreas de selva en el sur del país.

La participación de las FARC-EP en el narcotráfico tiene que ver con el proceso de producción de este narcótico. La guerrilla se financia
del cobro por seguridad a los cultivos ilícitos, del impuesto a laboratorios ("impuesto de gramaje") y del uso de pistas clandestinas. Por
lo tanto, en medio del conflicto armado, el narcotráfico ha servido como medio de financiación tanto para las guerrillas como para las
autodefensas.

El crimen organizado

Las redesde criminalidadse dedican mayoritariamente altráfico de drogas y de armas. En los años setenta y ochenta, los cárteles de
droga se concentraron principalmente en las ciudades, siendo los más conocidos el cártel de Medellín y el cártel de Cali. Estos dos
fueron desmantelados durante los años noventa después de haber sido el blanco de extensivas intervenciones por la policía colombiana.
El cártel de Medellín fue desmantelado y el de Cali encarcelado, lo que constituyó un logro para las autoridades. No obstante, según el
reporte "Cuatro décadas de Guerra contra las drogas ilícitas: un balance costo-beneficio" del Ministerio de Relaciones Exteriores, se
registró un aumento considerable del cultivo de coca después de este periodo. Tras la desaparición de los cárteles nuevas agrupaciones
han surgido y se ha observado un desplazamiento de las actividades de éstas hacia Centroamérica y México. Los cárteles de crimen
organizado mantienen nexos con los paramilitares y con las guerrillas. Aunque las drogas no eran propiamente un factor de guerra, lo
fueron cuando los involucrados en el narcotráfico decidieron retar al Estado para cambiar sus leyes, en particular, el tratado de
extradición con los Estados Unidos.

Víctimas

El informe ¡Basta Ya!del Centro de Memoria Histórica, publicado en 2013 señala que entre 1958 y 2012 el conflicto causó la muerte de
40.787 combatientes y 177.307 civiles. El número de desaparecidos entre 1981 y 2010 fue de 25.000, el de secuestrados 27.023 y el
de asesinatos 150.000. De esta última cifra el 38,4 por ciento fue responsabilidad de los paramilitares, el 16,8 por ciento de la guerrilla
y el 10,1 por ciento de la Fuerza Pública (Centro de Memoria Histórica, 2013).

En la misma línea, el anuario de procesos de paz 2015 de la Escuela de Cultura de Paz apunta que en 40 años de conflicto interno hubo
39.000 colombianos que fueron víctimas de secuestro, con una tasa de impunidad del 92 por ciento. Un 37 por ciento de los secuestros
fueron atribuidos a las FARC-EP y un 30 por ciento al ELN. El anuario reporta que según el Uppsala Conflict Data Programme (UCDP)
se registra un mínimo de 1.000 muertos anuales relacionados con el combate (Escuela de Cultura de Paz, 2015).

Por otro lado, la organización ACNUR sostiene que desde 1997 se han producido 3,9 millones de desplazamientos forzosos en Colombia
(ACNUR, 2013). La sociedad civil ha resultado afectada en su mayoría por el conflicto armado y desde hace muchos años realiza
protestas en contra de la violencia ejercida por todos los involucrados en el conflicto. Las comunidades de mujeres, afrodescendientes
e indígenas, entre otros, representan un papel crucial en las demandas ciudadanas, desde 1998 (el año en el que se creó el Consejo
Nacional de Paz) aportan en el diálogo de paz, dirigiendo sus peticiones tanto a las guerrillas como a los grupos paramilitares y al
gobierno.

En cuanto al número de personas desplazadas el informe ¡Basta Ya! reporta 5,7 millones de víctimas entre 1985 y 2012 (Centro de
Memoria Histórica, 2013). En 2011, el presidente Santos aprobó la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que incluía la restitución de
millones de acres a personas desplazadas y la recompensa financiera para víctimas de violaciones de los derechos humanos. Según el
informe de Human Rights Watch, este proceso está ralentizado por los grupos sucesores de los paramilitares, quienes continúan
creciendo, cometiendo atrocidades generalizadas y manteniendo extensos vínculos con los miembros de las fuerzas de seguridad
pública y los grupos políticos locales (Human Rights Watch, 2015).

1.2. Internacionalización del conflicto

El proceso de internacionalización del conflicto en Colombia se ha dado tanto por parte del Estado colombiano como de los grupos
insurgentes. Mientras que el Estado se concentró en la búsqueda de legitimidad y asistencia militar de otros Estados, las FARC-EP
optaron por desarrollar lo que Ana Trujillo, profesora de la Universidad Javeriana, denomina en su estudio sobre la internacionalización
del conflicto colombiano como ‘diplomacia paralela', una estrategia adoptada por la guerrilla en la década de 1990 para copar espacios
dejados por el Estado colombiano. En términos generales estos dos actores del conflicto han buscado dos tipos de cooperación
internacional: en primer lugar, apoyo político y reconocimiento exterior; y, en segundo lugar, apoyo militar y logístico.

La internacionalización del conflicto también se debe entender a partir del contagio o de los daños y efectos colaterales que produce un
conflicto armado en la región y a nivel internacional. Es decir, el proceso a través del cual un fenómeno trasciende sus propias fronteras
con violaciones a los derechos humanos, al derecho internacional humanitario y crímenes transnacionales tales como: narcotráfico,
tráfico ilícito de armas y personas, por citar algunos ejemplos. Uno de los mayores hitos en la internacionalización del conflicto se podría
marcar durante el gobierno de Andrés Pastrana durante el cual se apostó por involucrar a la comunidad internacional y, en concreto
Estados Unidos, mediante la creación del Plan Colombia. Un proyecto cuya prioridad era la erradicación de cultivos ilícitos y el
fortalecimiento del Estado (Borda y Cepeda, 2012). Durante estos años, la ayuda de Estados Unidos a Colombia fue clave para forzar
el repliegue de las FARC-EP. Como resultado de esta confrontación armada, la presencia de las facciones de las FARC-EP se fue
desplazando hacia las fronteras, especialmente hacia Ecuador y Venezuela, fomentando de esta manera la internacionalización del
conflicto.

Por otro lado, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se tomó la decisión de negar la existencia de un conflicto armado. Esta
estrategia complicó la aplicación del derecho internacional humanitario, la aplicación de algunos mecanismos en términos de
cooperación al desarrollo, debilitó las relaciones de Colombia con Venezuela y Ecuador. Según el Observatorio de Política Exterior
Colombiana, la ambigüedad del Estado a la hora de calificar a los grupos armados y de establecer su vínculo con el narcotráfico ha
dificultado la posición de la Comunidad Internacional frente al conflicto en ciertas instancias. A modo de ejemplo, si al inicio del
gobierno de Pastrana se diferenciaba al grupo armado del tráfico de narcóticos, al final del mandato para el Presidente Pastrana, ambos
actores eran considerados uno solo.

Por otro lado, la posición de Estados Unidos y de la Unión Europea ha sido tradicionalmente dispar. En 2002 la Unión Europea decidió
incluir a las FARC-EP en la lista de organizaciones terroristas y en 2004 al ELN. Este acto confirmó que la guerra contra el terrorismo
había causado un efecto en Europa. El bloque ha adoptado posturas conjuntas, como por ejemplo con la ley de Justicia y Paz para la
desmovilización (individual o colectiva) de paramilitares (ley 795/2005), pero en paralelo Francia ha jugado un rol individual sobre todo
por el intercambio humanitario y la liberación de la candidata presidencial Ingrid Betancourt en 2008.

En el contexto regional, las posiciones de los países vecinos pueden clasificarse en tres grupos: primero aquellos que consideran
abiertamente a los movimientos subversivos como agrupaciones beligerantes (Venezuela); segundo, aquellos países que los catalogan
como un grupo terrorista (Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Costa Rica, Honduras, entre otros); y tercero, los que condenan sus
acciones violentas y exigen la liberación de los secuestrados, pero prefieren abstenerse de calificarlos (Ecuador, Argentina, Bolivia,
Brasil, México, por citar algunos).

En los últimos años el presidente Juan Manuel Santos ha sabido mostrar la importancia de Colombia al mundo a través de mecanismos
de cooperación, intensificación y el redirección de las relaciones entre países, el fortalecimiento de las políticas de desarrollo fronterizo
y la inserción del país a nuevos mercados a través de Tratados de Libre Comercio (TLC). Además, el Presidente Santos ha mostrado
liderazgo en las discusiones sobre el cambio de perspectiva en la lucha contra las drogas sobre todo a nivel regional. De esta manera
Colombia ha intentado demostrar el fortalecimiento de sus relaciones exteriores mediante estrategias que buscan mejorar el desarrollo
económico y social, y la construcción de una política exterior eficiente y creíble.
Los Estados Unidos

Los Estados Unidos han jugado un papel central en el desarrollo del conflicto en Colombia. En 1999 el Presidente Bill Clinton, en alianza
con su homólogo Andrés Pastrana, crearon un programa de colaboración militar antinarcótico dentro del cual se diseñó el Plan Colombia,
que consistía en la creación de unidades militares fuertes y entrenadas para tomar el control de las zonas cocaleras y proteger a la
Policía en sus labores de erradicación de cultivos. El control de estas zonas se convirtió en prioritario, pero la Policía Antinarcóticos no
tenía capacidad plena para enfrentar a las guerrillas, que protegían esas áreas, por lo que se hizo necesaria la participación del Ejército.

En Febrero de 2016, el Plan Colombia fue renovado, entre otras cosas por los nuevos retos que el avance en los diálogos de paz entre
las FARC–EP y el Gobierno Nacional planteaban. Así, durante la celebración de los 15 años del Plan Colombia, el presidente Barack
Obama anunció el inicio del nuevo Plan “Paz Colombia”, confirmándose como uno de los principales socios para la paz en el país. El
monto total consistiría en un primer desembolso de 450 millones de dólares en 2017 con destino directo al presupuesto nacional
colombiano. Los 450 millones de dólares (de los cuales 390 millones son administrados por el Departamento de Estado y 60 millones
por el Departamento de Defensa estadounidenses) estarían invertidos en cuatro áreas principales: seguridad y antinarcóticos, desarrollo
rural, víctimas y justicia, y desminado.

En junio de 2016 fueron aprobados por el Senado los 390 millones que serían administrados por el Departamento de Estado. Sin
embargo, el Senado estipuló que se daría la dotación de este monto siempre y cuando, antes de ser entregados los fondos el Secretario
de Estado, se pueda certificar que:

- El Tribunal creado en los Acuerdos de Paz para juzgar las violaciones de derechos humanos, sea independiente y cuente con las
facultades para imponer sanciones y penas privativas, acciones de reparación y garantías de no repetición.

- Que los militares responsables de ornar, cometer o encubrir los falsos positivos esté siendo investigados, sancionados y retirados
de sus cargos.

- La entrega de los Fondos constituye una prioridad para los intereses en seguridad nacional de los Estados Unidos.

De manera paralela, la ayuda para Colombia hace trámite en la Cámara de Representantes, en donde se han diferenciado el monto
dirigido al combate del narcotráfico y el terrorismo (300 millones de dólares), y los fondos destinados al posconflicto (191 millones de
dólares). Así, el monto total debe alcanzar unos 491 millones de dólares, 50 millones más de lo pedido por Colombia y lo estipulado en
el proyecto original presentado por el Presidente Obama (450 millones).

El proyecto en su totalidad tenía que ser aprobado por el Subcomité de Operaciones en el Extranjero, el Comité de Apropiaciones, y por
Plenaria en el Congreso. Sin embargo con la llegada de Donald Trump a la Presidencia del país cooperante, la ayuda queda supeditada
a los nuevos lineamentos de la administración. Sus asesores expresaron en múltiples ocasiones la necesidad de hacer una revisión de
lo acordado con las FARC-EP para definir si apoyaban o no los procesos de implementación, sin embargo, la última palabra sobre el
apoyo al proceso de paz como tema prioritario para Estados Unidos estuvo en el Congreso de Estados Unidos, con quien se movilizan
continuamente esfuerzos de diálogo y diplomacia.

Finalmente el 9 de mayo de 2017, El Congreso aprobó una partida de 450 millones de dólares para la iniciativa de paz en
Colombia, ratificando las buenas relaciones con el país.

El Plan Colombia ha visto muchas críticas por su ineficacia y su impacto negativo sobre la salud humana, los derechos humanos y el
medio ambiente. Sin embargo, gracias a esta estrategia se le han otorgado a Colombia aproximadamente US$9.600 millones en apoyos
centrados en la reducción de las hectáreas de cultivos de coca para debilitar las finanzas y capacidad operacional de los grupos armados
ilegales (DNP, febrero 2016).

Del monto invertido, cerca del 71% ha beneficiado a las Fuerzas Armadas y la Policía. El restante 29% apoyó proyectos productivos en
el campo, atención a la población desplazada, fortalecimiento de unidades de la Fiscalía y del sistema de justicia, reintegración de
excombatientes, y las unidades de víctimas y de restitución de tierras. De acuerdo al director del Departamento de Planeación Nacional,
de cada 10 Dólares 7 fueron invertidos en componentes militares (85% en la lucha contra el narcotráfico) y 3 en desarrollo económico y
social.

El conflicto armado de Colombia visto desde una perspectiva regional

Uno de los factores a tener en cuenta al analizar el conflicto colombiano es el rol que han adoptado los países vecinos. El fenómeno que
los expertos han catalogado como el “derrame” del conflicto colombiano en la región ha hecho de éste un problema de seguridad regional
en el que, aunque unos países tengan mayor participación que otros, todos tienen algo que decir.

Los estados de Venezuela y Ecuador, y en menor medida Brasil y Perú, han sido los más afectados por este “derrame”, y por lo tanto
han sido quienes han cumplido roles más activos tanto en el transcurso del conflicto como en los procesos de negociación con las
guerrillas. Parece paradójico que al ser los más afectados, son también con quienes más dificultades se han tenido en términos políticos
y diplomáticos debido a su ambigüedad frente a la posición y apoyo a los grupos guerrilleros y a su oposición a la intervención de Estados
Unidos en las políticas de seguridad de la región y de Colombia específicamente.

Con Venezuela las relaciones diplomáticas se empezaron a deteriorar a partir del año 2004, cuando el gobierno colombiano inició la
denuncia internacional de la presencia de guerrilleros de las FARC-EP en territorio venezolano. Durante todo el gobierno de Uribe las
tensiones diplomáticas fueron evidentes e incluso las disputas llegaron a instancias internacionales. Con la llegada de Juan Manuel
Santos al poder en 2010 se normalizaron las relaciones. Sin embargo, desde que Maduro asumió la presidencia de Venezuela, la
diplomacia entre los dos países se ha vuelto discursivamente reactiva y llena de altibajos. Aun así, el apoyo del gobierno venezolano al
proceso de paz ha sido expresado desde sus inicios.

Por otro lado, con Ecuador las relaciones fueron amistosas y de apoyo en las políticas de seguridad y defensa de Colombia en contra
de las FARC- EP y el ELN, hasta que Rafael Correa asumió la presidencia (2007). Entonces, iniciaron una serie de tensiones debido a
la declaración de neutralidad del gobierno ecuatoriano frente a la lucha contra las guerrillas en Colombia, rehusándose a declarar a la
guerrillera como terrorista o beligerantes, y absteniéndose de participar en operaciones conjuntas con Colombia.

Estas tensiones fueron detonadas por hechos como la incursión de aviones de fumigación con glifosato a territorio ecuatoriano, en el
marco del Plan Colombia; y la incursión militar en territorio ecuatoriano en persecución de miembros de las FARC-EP, en el marco de la
“Operación Fénix”, que terminó en el bombardeo al campamento en el que se encontraba Raúl Reyes. Ambos hechos resultaron en la
retirada del cuerpo diplomático de cada uno de los países y acciones ante instancias internacionales, la primera con una demanda contra
el Estado colombiano ante la Corte Internacional de Justicia (Aspersiones aéreas con herbicida); y la segunda con la presentación del
caso ante la OEA y la CAN por violación de soberanía nacional de parte de Colombia. La llegada de Juan Manuel Santos a la presidencia
también significó la recomposición de las relaciones con Ecuador.

Tanto Venezuela como Ecuador han sido aliados clave en la resolución del conflicto armado colombiano debido no solo a su cercanía
geográfica, sino también a su afinidad ideológica con los grupos guerrilleros colombianos, facilitando los acercamientos, la construcción
de confianza entre las partes y la mediación. De hecho Venezuela fue garante del proceso de paz con las FARC - EP, y Ecuador lo es
actualmente en el proceso con el ELN que se llevaba cabo en Quito. Aparte de la turbulencia política que se haya podido tener con estos
dos países todos los países de la región han expresado en múltiples ocasiones, tanto a nivel personal como miembros parte de
organismos multilaterales (CELAC, OEA, CAN, etc.) su apoyo al proceso de paz y el beneficio que esto implica para la estabilización de
la región.
Proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las
FARC
El Proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, también conocidos como proceso de paz
en Colombia, fueron las conversaciones que se llevaron a cabo entre el Gobierno de Colombia (en representación
del Estado) y la guerrilla de las FARC. Estos diálogos tuvieron lugar en Oslo y en La Habana y que tuvierón como
resultado la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en Bogotá el 24 de noviembre de 2016.[1]
La firma del acuerdo de paz estuvo antecedida por los diálogos tuvieron lugar en Oslo y en La Habana. El primer acuerdo
de Paz, firmado en Cartagena, según la ley debía refrendarse en un plebiscito en el que los ciudadanos debían votar "si"
o "no" al Acuerdo. El resultado final fue una victoria para el «no». El resultado del plebiscito obligó al Gobierno a
"renogociar" el acuerdo tomando en consideracion las objeciones de los opositores del acuerdo, a la vez que creó
incertidumbre sobre la aplicación legal de los acuerdos.[2][3][4] Tras un periodo de negociación con los promotores del No
el gobierno y las FARC acordarón un nuevo texto para el acuerdo de paz el cual se firmó el 24 de noviembre en el Teatro
Colón de Bogotá. Este nuevo acuerdo fue ratificado por el Senado de Colombia y la Cámara de Representantes, el 29 y
30 de noviembre.

Antecedentes
Plantilla:VT Siendo los años de la política de seguridad democrática, el entonces comisionado de Paz, Frank Pearl, en
representación del gobierno de Álvaro Uribe buscó negociar clandestinamente con las FARC (entre otros funcionarios del
gobierno)[6]y bajo condiciones similares a las actuales: sin cese al fuego e incluso desmilitarizando territorio colombiano
(lo que se conoce como zonas de distensión).[7][8] No obstante, a causa de la entrega del cadáver de Julián Ernesto
Guevara, quien falleció en retención por la guerrilla, los acercamientos de ese gobierno con la insurgencia quedaron
estancados[9] hasta la llegada de Santos a la presidencia;[10][6] aunque siendo presidente electo, Juan Manuel Santos
recibió un "informe de empalme" de Pearl, por medio del cual éste le enteraba del estado en que habían quedado los
fallidos acercamientos.[11] [Nota 1]
Durante el año 2011, mediante la promulgación de la Ley de víctimas y restitución de tierras, el ya posesionado
presidente Santos manifestó a la guerrilla su intención de retomar las discusiones, [11] lo cual derivó en una serie de
comunicaciones secretadas por medio de recados entre la subversión y el gobierno. Dichos enlaces dieron lugar al
establecimiento de reuniones presenciales en Cuba; los delegados del gobierno colombiano para tales encuentros fueron
el consejero presidencial para la reintegración Alejandro Éder y Jaime Avendaño, funcionario de la presidencia desde el
gobierno de Belisario Betancur, en tanto que la delegación de las FARC fue conformada por Rodrigo Granda, guerrillero
liberado durante el gobierno Uribe, y Andrés París, uno de los ideólogos de esa organización, quien también estuvo en
las negociaciones del Caguán. Finalmente, tras varias escenas de discusión, las partes optaron por la elaboración de una
agenda y en su defecto, la organización del próximo lugar en donde continuarían dialogando.[12]
Una vez establecidos los parámetros por medio de los cuales se llevarían a cabo los próximos encuentros, Santos
incluyó en su delegación a Frank Pearl, quien ejercía como ministro de ambiente, a su asesor de seguridad
nacional Sergio Jaramillo, al exvicepresidente Humberto de La Calle y por último a su hermano Enrique Santos,
exdirector del periódico El Tiempo. Según la revista Semana, la inclusión de Enrique generó credibilidad en el proceso,
primero por tratarse de un familiar cercano y segundo por la «posibilidad de conversar con uno de los pocos colombianos
que los conoce personalmente».[12] Como respuesta, las FARC delegaron a Mauricio Jaramillo, comandante del Bloque
"José María Córdoba", a Marcos Calarcá, conocido por su experiencia en temas de negociaciones bilaterales, Rodrigo
Granda denominado como canciller de las FARC, y por último a Andrés París; todos, miembros del Secretariado del
Estado Mayor Central.[13]
Ya designadas sus respectivas delegaciones, como parte del proceso, el gobierno y las FARC designaron a Cuba y
Noruega como países garantes, a Cuba, por haber sido la sede de los primeros encuentros y a Noruega por ser un país
con tradición en temas de resolución de conflictos,[14] también porque varios políticos y diplomáticos poseen un amplio
conocimiento en temas relacionados con el conflicto armado en Colombia. Posteriormente, las partes discutieron la
necesidad de nombrar a más facilitadores y es entonces cuando la guerrilla escoge a Venezuela y el gobierno a Chile.
En febrero de 2012, tanto los países participantes como los facilitadores, procedieron a encontrarse en un sitio
estratégico para continuar con los debates. Con la intención de preservar la confidencialidad del proceso, las
delegaciones no departieron entre sí, tampoco dialogaron con civiles cubanos. Para el mes de agosto se desarrollaron
diez sesiones preparatorias: cada una constaba de cuatro a ocho días, en total, se contabilizaron sesenta y cinco
sesiones. Durante esos meses, el equipo negociador del gobierno mantuvo constantes viajes hacia Cuba y viceversa,
con la excepción de Frank Pearl quien permaneció todo el tiempo en Cuba.
En agosto de 2012, en la ciudad de Cartagena, Uribe dijo a un medio de comunicación que el gobierno Santos estaba
negociando clandestinamente con las FARC en Cuba;[15]declaraciones que el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón y
la canciller Holguín rechazaron.[16] No obstante, con el transcurrir de los días los rumores se acrecentaron y el día 27 de
agosto, en una de sus emisiones, la cadena TeleSUR amplió la información al respecto;[17] horas más tarde, el máximo
líder de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional alias "Gabino" comunicó que dicha organización estaba interesada en
la supuesta mesa de concertación.[18] Posteriormente el presidente Santos confirmó que en efecto se estaba dialogando
con las FARC en Cuba.
El 4 de septiembre de 2012, tras afirmaciones del expresidente Álvaro Uribe sobre las negociaciones del Gobierno con la
guerrilla de las FARC en Cuba[15][20] (y una posterior negación de los hechos, por parte de la canciller María Ángela
Holguín),[16] el Presidente Juan Manuel Santos confirmó la noticia mediante una alocución, destacó que "no se repetirán
los errores del pasado" que se procedería con prudencia, y que la Fuerza Pública no detendrá su accionar; [19] lo propio
hizo alias "Timoléon Jiménez" con un vídeo en diferido, destacando que las FARC llegaban a la mesa "sin rencores ni
arrogancia".[21][22]Horas antes, alias "Gabino", el máximo jefe del Ejército de Liberación Nacional (la otra guerrilla activa
del país) manifestó la intención de esa organización de participar en la, hasta entonces, rumoreada mesa de
concertación.[23] La noticia de la confirmación de los diálogos generó diferentes reacciones y escepticismo,[24] algunas a
favor y otras en contra, éstas últimas basándose en las fallidas negociaciones de 2002 en el Caguán (Colombia). Las
reacciones favorables se toman sobre la base de los acercamientos y los diálogos, aquellos que conlleven a la
erradicación de todo tipo de conflictos.
Por su parte, la Iglesia Católica colombiana, que ha participado de garante en escenas humanitarias con las FARC, se
ofreció para ejercer el mismo rol.

Negociación
La agenda estuvo integrada por cinco puntos, algunos de los cuales coincidian con proyectos que el gobierno de Santos
previamente había impulsado, como un proyecto de ley del ministro de agricultura Juan Camilo Restrepo, la Ley de
Víctimas y la Comisión de la Verdad.

Negociadores
El total de integrantes por cada delegación estaba limitado a un número de treinta personas, diez de la delegación que
designó el gobierno de Santos estuvo liderada por el ex-vicepresidente Humberto de La Calle (como jefe negociador) y
Sergio Jaramillo Caro (entonces Comisionado de Paz), además de la participación en la mesa de Frank Pearl
(excomisionado de paz), Luis Carlos Villegas (empresario colombiano), Enrique Santos Calderón (hermano del
presidente), Alejandro Éder (consejero presidencial), el general en retiro de la Policía Óscar Naranjo y el también retirado
general del Ejército Jorge Enrique Mora, entre otros. En tanto que la delegación de las FARC estuvo integrada por
alias Iván Márquez (como jefe negociador),[26] "Jesús Santrich", "Rodrigo Granda", "Simón Trinidad" (recluido en una
cárcel de Estados Unidos), "Andrés París", "Marcos Calarcá", "Pablo Catatumbo" (quien ingresó al equipo, meses
después del inicio del proceso),[27] Tanja Nijmeijer (insurgente de origen holandés), "Sargento Pascuas", "Mauricio
Jaramillo", entre otros.[28]
Comisión de las FARC
La delegación de la insurgencia estaba liderada por el comandante del Bloque Caribe Luciano Marín Arango, alias Iván
Márquez; Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, comandante del Bloque Occidental y quien ingresara a la
delegación meses después de iniciadas las conversaciones; Rodrigo Granda, quien estuvo preso y cuya captura derivó
en una crisis diplomática entre el gobierno colombiano de Uribe con el venezolano del fallecido Hugo Chávez. Andrés
París, alto mando del Bloque Oriental y negociador del fallido proceso del Caguán; Luis Alberto Albán Burbano, alias
"Marcos Calarcá", miembro de la Comisión Internacional de las FARC; Seusis Pausivas Hernández, alias "Jesús
Santrich", jefe del Bloque Caribe; Alias "Rubén Zamora", comandante del Frente 33; todos ellos con excepción de
Zamora, miembros del Secretariado del Estado Mayor Central. Asimismo, la delegación estuvo también integrada por
alias Yuri Camargo, Victoria Sandino Palmera, la guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, alias "Alexandra Nariño", entre
otros.
Comisión del Gobierno
Por su parte, la delegación del gobierno del presidente Santos estuvo liderada por el ex-vicepresidente Humberto de La
Calle, quien fuera miembro de la Asamblea Constituyente de 1991; Frank Pearl, ex-ministro de ambiente y ex-
comisionado de paz; Sergio Jaramillo Caro, sucesor de Pearl como Comisionado de Paz y Luis Carlos Villegas,
presidente de la ANDI "Asociación Nacional de Industriales". Los generales en retiro del Ejército y la Policía Jorge
Enrique Mora y Óscar Naranjo respectivamente también eran miembros de la comisión oficial.

Puntos en discusión
En el "Acuerdo General" mencionado,[29] se definieron los siguientes puntos de negociación:
1. Política de desarrollo agrario integral
Las Farc han enfocado su propuesta agraria en la creación de lo que estas llaman «Territorios Campesinos», que serían
territorios de propiedad de la colectividad y manejados por los personajes que la comunidad eligiese para tal fin. Estarían
conformados por las actuales Zonas de Reserva Campesina que estarían conformados por 8 millones de hectáreas y por
lo que las FARC denominan Zonas de producción campesina de alimentos con 6 millones de hectáreas.[30]
No se ha especificado si se les facilitaran los trámites a los ex-integrantes de las FARC para constituir estos territorios o
si accederán a territorios campesinos ya constituidos.
Según las FARC, una vez se firmen los acuerdos: "Los territorios campesinos gozarán de autonomía política,
administrativa, económica, social, ambiental y cultural, y en la administración de justicia a través de los mecanismos de
la justicia comunitaria. La autonomía se comprende en términos de la capacidad de autogobierno, autogestión y
autodeterminación…los territorios campesinos contarán con recursos de origen constitucional, con destinación específica
para ellos…de una destinación específica creada de un porcentaje del impuesto al latifundio improductivo, ocioso o
inadecuadamente explotado"[31]
Todo esto requerirá a su vez una reforma que permita que estos territorios campesinos se puedan constituir en lo que
antes eran zonas de reserva forestal, de baldíos y de latifundios improductivos.[12][32][33]
Discusión: Plantilla:Completo
2. Participación Política
Las FARC, han pactado unas zonas afectadas por el conflicto y el abandono donde el "Gobierno Nacional se
compromete a crear en estas zonas un total de X Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para la elección
de un total de X Representantes a la Cámara de Representantes, de manera temporal y por X períodos
electorales."[34]
A su vez se ha señalado un aumento del presupuesto de los partidos políticos y una especial atención a los partidos
que surjan de los diálogos de paz como el partido de las FARC, tanto para su acceso en medios como para la
difusión de sus programas.
Las FARC-EP, junto al Gobierno Nacional participarán en las medidas de protección de los candidatos políticos tanto
los opositores al proceso de paz como de sus sostenedores, se ha señalado que se implementará el voto electrónico
y se expedirán cédulas por todo el país, para aumentar el caudal electoral.
Las FARC y sus líderes no tendrían ningún impedimento para participar en política
Discusión: Plantilla:Completo
3. Fin del Conflicto
La dejación de las armas por parte de las FARC (hecho que, aseguran, debiera estar acompañado de una
reestructuración de las fuerzas militares)[35] para su reintegro o ingreso a la vida civil por efectos del marco legal
para la paz, proyecto que define la suspensión de proceso judiciales a subversivos. No obstante, la discusión de
este punto podría verse dificultada por causa del Estatuto de Roma (suscrito por Colombia) que prohíbe que
condenados por delitos de lesa humanidad tengan vida jurídica.[36][37][38][39]
El gobierno y las FARC acordaron este punto el 23 de junio de 2016, donde se proclama el cese bilateral de las
hostilidades en ambos bandos, además del desarme total de la organización subversiva en zonas especiales
donde se concentraran los guerrilleros sin presencia de la Fuerza Pública (23 veredas del país que serán
llamadas “Zonas Generales Transitorias Veredales de Normalización” y 8 campamentos, donde realizarán la
entrega del armamento), cuya verificación estará a cargo de la ONU, organismo al cual las FARC entregarán sus
armas para que dispongan de ellas a su conveniencia. El desarme se realizará en un plazo máximo de 180 días
a partir de la firma del acuerdo final que se realizó en Colombia el 26 de Septiembre del mismo año 2016.[40]
Discusión: Plantilla:Completo
4. Solución al problema de las drogas ilícitas
El cultivo, la producción y tráfico de drogas ilícitas, ha influido en el conflicto armado y la financiación de
guerrillas y paramilitares desde hace tres décadas.
Las FARC, plantearon priorizar la erradicación manual como principal método de erradicación de drogas en
concertación con los cultivadores y productores de drogas ilícitas, se acordó que los cultivos de las plantas
que correspondan a usos ancestrales no se pueden erradicar.
Las FARC junto al gobierno nacional, han sostenido que se considere al drogadicto como a un enfermo.
Discusión: Plantilla:Completo
5. Víctimas
Uno de los puntos a discutir es determinar quiénes son víctimas del conflicto armado (según reiterados
comunicados de las FARC, ellos también son víctimas y el Estado ha sido un victimario).
Las FARC-EP, han señalado que el reconocimiento de las víctimas será por colectivos y "habrá un
reconocimiento de la calidad de víctimas colectivas al Movimiento Gaitanista, a la Unión Nacional de
Oposición, al Frente Democrático, al Partido Comunista Colombiano, a la Unión Patriótica,
al Movimiento A Luchar y al Frente Popular, entre otras organizaciones políticas. La Unión Patriótica,
por haber sido objeto de un genocidio político, será objeto de un reconocimiento especial."[41] A su vez
se considerarán víctimas campesinas, indígenas y sindicales.
Plantilla:Cita
Las FARC propusieron la conformación de una comisión de la verdad, que se encargue de lo
anterior,[42][36] comisión también prevista en la Ley del Marco Jurídico de la Paz.
En el desarrollo de la discusión del punto Víctimas, las delegaciones de la Mesa recibieron 60
delegaciones de víctimas del conflicto que compartieron con las partes sus visiones sobre el fin del
conflicto y los ítems en discusión.
El acuerdo parcial de este punto fue signado en La Habana el 15 de diciembre de 2015 y contempla la
puesta en marcha -tras la firma del Acuerdo Final- de una Comisión para el Esclarecimiento de la
Verdad, la Convivencia y la No Repetición, una Jurisdicción Especial para la Paz y de medidas
concretas de reparación, no repetición.
Discusión: Plantilla:Completo
6. Mecanismos de refrendación de los acuerdos
Las FARC han insistido en que el método de refrendación de los acuerdos fuera una Asamblea
Nacional Constituyente que tuviera 141 integrantes, tanto elegidos como surgidos de cuotas de
participación asignadas, "la Asamblea estará compuesta por representantes de las fuerzas
guerrilleras (...) en número que será definido como parte de un eventual Acuerdo final".[43]
Por su parte, el gobierno insistió en un plebiscito que avalara los acuerdos, el cual fue aprobado por
el Congreso de la República a finales de 2015 mediante proyecto de ley, y que pasó a revisión por
parte de la Corte Constitucional,[44] quedando avalado a mediados de 2016, dando un lapso de 30
días para realizar la consulta popular después del acuerdo final que se firmará en el 26 de
septiembre en la ciudad de Cartagena de Indias.[45]
El gobierno y las FARC acordaron el 23 de junio de 2016 la refrendación a través del plebiscito
según el fallo de la Corte, cuya fecha de realización será el 2 de octubre de 2016, una semana
después de la firma oficial de los Acuerdos de La Habana.[46][1]
Discusión: Plantilla:Completo

Costo económico del Proceso de Paz


El gobierno nacional de Colombia suscribió un crédito externo de tipo programático con
el KFW - Banco de Desarrollo Alemán, con el que el país dispondrá de hasta 100 millones de
dólares para financiar temas relacionados con la paz por 10 años. A su vez el embajador de
España en Bogotá, Ramón Gandarias, dijo que la Unión Europea estudia crear un fondo
fiduciario para ayudar a Colombia a financiar el posconflicto. «Incluso, hay dos países europeos
no miembros de la UE que ya han manifestado su disposición a participar, Suiza y Noruega»,
dijo el embajador.[47]

Suscripción del presidente del acuerdo


El presidente suscribe el acuerdo en una ceremonia con entes y representantes internacionales
y la política local en un evento en la ciudad de Cartagena, donde asistieron altos miembros del
grupo insurgente que venían de la reunión adelantada en lo que llamaron la X Conferencia
Guerrillera y con la participación de los altos mandos del gobierno nacional y queda por tanto el
presidente a la espera de la votación plebiscitaria.
Plebiscito refrendatorio
El gobierno adelantó una votación de acuerdo a la ley estatutaria de la paz para saber si el
pueblo aprobaba lo acordado o lo rechazaba. El resultado final del día 2 de octubre de 2016
cuando se adelantaron las votaciones fue el rechazo de los acuerdos suscritos con el 50,21%
del No contra el Sí 49,79%.
El grupo insurgente ante el resultado manifesto que lo decidido por el pueblo no afecta el
acuerdo depositado en el marco de los Convenios de Ginebra.

Postconflicto. Período de tiempo que sigue a la superación total o parcial de los conflictos armados. Puede
entenderse como un concepto de un único atributo: la reducción del número de homicidios relacionados con el
conflicto por debajo de un umbral determinado, que le otorga o le niega el estatus de conflicto activo.

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