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Seguridades
eternas
Cosas temporales VS. Seguridades
eternas
Erick Espíndola / Grupo de jóvenes
Meditaciones On-Line / Fe; Cristo / Lucas 8.22–25; Romanos 8.17–18; 2 Corintios 4.17–18; 1
Pedro 5.10
Jesucristo nos da un gran ejemplo de calma y paz en medio de las adversidades.
Estudios Bíblicos ELA: Verdadero hombre, verdadero Dios (Lucas Tomo I) Poder sobre la
naturaleza (8:22–25)
El lago de Galilea era famoso por sus repentinas y furiosas tempestades.
Comentario bíblico del continente nuevo: San Lucas LAS TORMENTAS OBEDECEN AL
REY
Son muy conocidas las súbitas tormentas que se deben al encuentro en el área, de
vientos de aire caliente del lago con vientos de aire frío provenientes del cercano
mar Mediterráneo.
Es interesante observar que Jesús sabiendo el tipo de lugar al que se dirigían aún
así los llevó.
El Señor Jesucristo fue tan humano como cada uno de nosotros. En su humanidad
decidió descansar por el cansancio de todo lo que había hecho anteriormente. Algo
interesante notar, es que en un lugar de esas características Jesús descansa.
La situación de los discípulos no era nada agradable. Era, sin duda, un momento
sumamente agoviante como el que cada uno de nosotros está viviendo ahora.
Y esto es muy cierto. Jesús les dijo pasemos, no veamos si pasamos. No confiaron
en la palabra de Cristo, se desviaron de la afirmación y cuidado de DIos y
dependieron de sus emociones y de las cosas temporales, los problemas. Cristo
dijo “pasemos” y ellos dijeron “¡...nos vamos a ahogar!—gritaron” Lc 8.24”
(NVI).
Los discípulos sabían el tipo de lugar al que se dirigían, sabían con quién estaban
yendo. Pero lo que quizás no sabían es que su fe iba a menguar tanto que tendrían
una bofetada de pregunta después de tan grande hazaña.
Tenemos que entender plenamente lo que Pablo dice (Romanos 8.17-18), sabiendo
que “esta leve tribulación (Romanos 4.17-18)” y por último saber que “el Dios de
toda gracia nos perfeccionará (1 Pedro 5.10)”. Estando seguros que nada nos
separará del amor de Cristo (Romanos 8.35).
Ahora la pregunta es la siguiente: ¿Qué vas a hacer después de todo por Cristo?
Es decir, estás aprovechando este tiempo para que Cristo te fortalezca, perfeccione
y establezca, de tal manera que trabajes, busques y dependas más de Dios. Si no es
así déjame decirte que todo esto no sirvió de nada en tu vida y todo sigue siendo un
fracaso.