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Graciela Morgade - Educación en La Sexualidad Desde El Enfoque de Género
Graciela Morgade - Educación en La Sexualidad Desde El Enfoque de Género
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Graciela Morgade
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que crecieron los hijos y las hijas, existen Weeks plantea que somos herederos/as de
formas placenteras de habitar el cuerpo sex- la tradición absolutista, de raíces judeocris-
uado en las etapas de la vida que suceden al tianas, pero articulada fuertemente desde el
momento de la crianza. Ha sido ampliamente siglo XVIII con la familia tradicional burguesa
estudiado que existe una relación inversa del capitalismo moderno y, en virtud de esta
entre el nivel educativo de la mujer y la canti- asociación, fuertemente hegemónica.
dad de hijos/as que tiene y también que
cuanto más educado es un varón menos co- Por otra parte, diversos movimientos
erción sexual va a tratar de imponer a su radicalizados encarnaron a la tradición liber-
pareja (Pantelides y López, 2005). taria en los últimos 150 años. Sin embargo,
Weeks señala que, al colocar a la sexualidad
Es evidente que el significado que se también como “perturbadora”, aunque con
otorga la sexualidad, y las dimensiones que sentido contrario, los movimientos radicaliza-
se incluyen en esas definiciones, son produc- dos de liberación sexual tendieron a compar-
to de relaciones sociales de poder. Y también tir, en cierta medida, la visión que hace de la
lo son las normas que regulan “qué” hacer sexualidad una dimensión “amenazante” de
con nuestra sexualidad, “cómo” vivirla. Dice la subjetividad humana.
Jeffrey Weeks:
“Es difícil separar los significados particulares Según el autor, los movimientos inici-
que damos a la sexualidad de las formas de ados en los años 60, centralmente relaciona-
control que defendemos. Si consideramos al dos con la posibilidad que la píldora anticon-
sexo como peligroso, perturbador y fundamen- ceptiva brindó de separar el erotismo y la re-
talmente anti-social, entonces estaremos más
producción, fueron el punto de partida de la
dispuestos a adoptar posiciones morales que
tradición “liberal” fuertemente cuestionada
proponen un control autoritario y rígido. A eso
por el conservadurismo de los ’80 y los ’90 y
lo llamo abordaje absolutista. Si, por otro lado,
jaqueada por la pandemia del VIH-SIDA.
creemos que el deseo sexual es fundamen-
talmente benigno, vitalizante y liberador,
estaremos más dispuestos a adoptar un con- A pesar de ello, según Weeks, en la
junto de valores flexibles y tal vez radicales, a actualidad existen señales claras de una
apoyar una posición libertaria. En algún punto mayor permisividad en cuestiones culturales
entre estos dos abordajes podemos encontrar que tiene una incidencia directa en el modo
una tercera, que está menos segura de decidir de vivir el cuerpo sexuado: cambios en las
si el sexo es ‘bueno’ o ‘malo’. Sin embargo, actitudes respecto del matrimonio y la con-
está convencida de las desventajas del autori- formación de la familia (si bien la gente “se
tarismo moral y del exceso. Esta es la posición
casa”, mucha gente “se casa” más de una
liberal” (1999).
vez, lo cual muestra una búsqueda de una
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mayor satisfacción emocional), cambios en diferentes países del mundo se vincula con el
los modelos de familia aceptables, un mayor llamado –en forma crítica– modelo biologista.
reconocimiento (aunque a veces sin acepta-
ción) de las diversidades sexuales, un con- Desde esta perspectiva, se considera
senso creciente en que los derechos sexu- que en la escuela se abordan las cuestiones
ales y reproductivos deben ser ejercidos por de la sexualidad si se estudia la anatomía de
mujeres y varones, en cualquier etapa de su la reproducción. Y, eventualmente, la fisi-
vida... ología, aunque por lo general desgajada de
las emociones o de las relaciones humanas
Compartimos con Weeks que están que le dan sentido al uso del cuerpo biológi-
cambiando muchos de los contenidos de la co.
definición de la sexualidad..., pero queda
mucho camino por recorrer. La sexualidad Para este modelo, hablar de sexuali-
integra una de las dimensiones de la subje- dad en la escuela es hablar de la reproduc-
tividad que más cuesta a los sujetos sociales ción y, por lo tanto, de la genitalidad. Y en-
conquistar para conocer y disfrutar sin cul- tiende que “los aparatos” o, más reciente-
pas. mente, “la reproducción de la vida” son con-
tenidos que cómodamente pueden en-
Siguiendo a M. Foucault (1996), en- señarse en “ciencias naturales” del nivel pri-
tendemos que la sexualidad es una cuestión mario para reforzarse, con más profundidad,
política, hasta tal punto que, cuanto más se en “biología” del nivel medio.
la niega o reprime socialmente, más se la
alude, más se la nombra. Pero también que, La biologización de prácticas sociales históri-
y en particular en la escuela, no basta con cas no es novedosa, si no que integra uno de
nombrarla para habilitar discursos liber- los recursos más frecuentes para la per-
adores. vivencia de las relaciones de poder y saber
en que se inscriben los cuerpos.
Las tradiciones y debates en torno a la
educación sexual escolar Como vimos anteriormente, lo “natur-
al” es pre-social y concebido como aquello
A. Modelos dominantes que se debe “dominar” si se pretende ser
realmente humano. La inversión entre causas
Una de las tradiciones de mayor y efectos, es decir, la negación de que en
presencia en muchos programas de educa- toda forma de clasificación de “lo natural” es-
ción en la sexualidad llevados a cabo en tán subyaciendo categorías sociales de sig-
nificación, lleva a clasificar como “anormales”
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Esta perspectiva es contradictoria con la vo- Se trata tanto del modelo de la sex-
cación universalizante de la escuela pública y ología como del modelo normativo o judicial
es más apropiada para los servicios educa- que de manera mucho más reciente también
tivos de gestión privada que sostienen un comienzan a tener presencia en los debates
ideario explícito para su proyecto educativo sobre educación en la sexualidad.
que las familias conocen y eligen.
La sexología, como disciplina que tan-
Sin embargo, aún con la libertad de to auxilia a la psicología o a la medicina más
construcción del proyecto pedagógico institu- clásica, tiende a sostener que la educación
cional de la que gozan los establecimientos y debe dedicarse a enseñar las “buenas prácti-
la libertad de elección por parte de las famil- cas” sexuales y, de ese modo, prevenir dis-
ias, existen leyes nacionales e interna- funciones, contrarrestar mitos o creencias
cionales con respecto a los derechos de niño erróneas, ayudar a explorar los modos per-
s/as y jóvenes a recibir información que tam- sonales o compartidos de conocer y disfrutar
bién limitan y brindan un marco común de del cuerpo sexuado.
ciudadanía que ningún proyecto educativo
debería omitir.
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mente condicionadas por el sector socioe- concurrir a los servicios de salud, el de-
conómico y educativo de pertenencia, las sconocimiento del propio cuerpo, y tantas
costumbres y valores del grupo social que se otras limitaciones que sufren las personas a
integra, las relaciones de género hegemóni- lo largo de su vida, tienen sus raíces en la
cas, y varios etcéteras más. sociedad y no solamente en la constitución
subjetiva individual.
Por ejemplo, es sabido que con fre-
cuencia la falta de uso de preservativo no se Asimismo, el enfoque subraya que
debe a falta de información o a dificultades existen diversas formas de vivir el propio
en el acceso, sino que suelen subsistir pre- cuerpo y de construir relaciones afectivas,
juicios negativos respecto de la moralidad de formas y relaciones que deben enmarcarse
las jóvenes que llevan alguno consigo, o en el res peto por sí mismo/a y por los/as
temor, por parte de las mismas chicas, a demás y que merecen –todas– el mismo re-
perder al compañero si se exige el uso. Por speto. Y también que existen prácticas abu-
ello, los condicionantes sociales y culturales sivas condenables que no pueden ni deben
de la construcción de la sexualidad represen- ser silenciadas.
tan uno de los ejes estructurantes de la edu-
cación sexual con enfoque de género. El marco de los derechos humanos consti-
tuye el encuadre mínimo de inclusión de to-
No se trata solamente de estudiar las dos y todas, promoviendo la consideración
peculiaridades que cada grupo de sexo – igualitaria de la diversidad (FEIM-UNICEF,
género, edad, generación, etc.– pueda desar- 2005).
rollar. Al introducir la noción de “desigualdad”,
la perspectiva de género, acompañada pos- A partir de las diferentes críticas de la
teriormente por los estudios de la homosexu- Declaración de los Derechos del Hombre –
alidad y los más recientes de la teoría queer, progresista sin duda para su época–, los
se está trabajando también sobre las rela- diferentes sujetos sociales que no se sentían
ciones de poder que la construcción social de o no estaban incluidos en ese marco (las mu-
la sexualidad implica. jeres en su conjunto, los niños, las niñas y los
y las jóvenes, etc.) fueron trabajando en el
Esto lleva a analizar los modos en ámbito de cada país (en las diferentes consti-
que operan los prejuicios sociales acerca de tuciones) y en el internacional para incluir su
lo “adecuado” o no para que las mujeres perspectiva y necesidades respecto de los
sean “femeninas” y que los varones sean derechos humanos.
“masculinos”. La coerción sexual, los mitos
con respecto a la sexualidad, los temores a
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Notas
1. Es te enfoque ha sido adoptado por el Plan de Igualdad de Graciela, M. (2006). Educación en la sexualidad desde el
enfoque de género. Una antigua deuda de la escuela. Re-
Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones de la
vista Novedades Educativas, 184. Recuperado de: http://
Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, www3.educacion.rionegro.gov.ar/contenidosmultimedia/
del cual la autora es coordinadora general. wp-content/uploads/2013/03/Educacion-en-la-sexualidad-
2. Las Naciones Unidas han reconocido a los derechos sex- desde-el-enfoque-de-género.-Morgade.pdf
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