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En las organizaciones se han ido presentando dificultades de diversos tipos que los
teóricos han sabido afrontar y resolver, dando lugar a lo que hoy en día podríamos
denominar “teoría”.
Definir este término podría ser un poco arriesgado puesto que en el lenguaje cotidiano
puede identificarse con una idea o un pensamiento que carece de datos empíricos la
respalde. Científicamente, una teoría es una explicación más o menos amplia de uno o
varios fenómenos que pueden verificarse y probarse, contando con varias líneas y
tipos de evidencia.
Hay que diferenciar también la hipótesis de la teoría ya que esta última es una serie
de ideas verificables y experimentadas mientras que la hipótesis es algo improbable
basado en ideas experimentales, algo que probablemente suceda.
Una vez establecido el concepto de teoría debemos pasar sin detenernos al
de organización, la cual puede ser definida como una necesidad humana de
cooperación o ayuda mutua, la cual está presente en la humanidad desde tiempos
pretéritos y que nos ayuda a obtener nuestros objetivos, de una manera más eficaz,
eficiente y activa.
La organización no es otra cosa que la estructuración de las relaciones que deben
existir entre las funciones, niveles y actividades de los elementos materiales y
humanos de un organismo social, con el fin de lograr su máxima eficiencia
dentro de los planes y objetivos señalados”. (Agustín Reyes Ponce)
Por tanto, no cabe duda que dentro de un grupo que busca un objetivo final y un bien,
debemos tener ante todo como principio, objetivo y horizonte unas palabras clave en la
administración: asignando funciones, orden, responsabilidad e interactuación
constructiva respecto al grupo y a su objetivo final.
La teoría de la organización, como tal, es muy práctica y útil. Explica el fenómeno
de las organizaciones, como hemos mencionado anteriormente, y puede ser
utilizada en el momento y en la situación que se necesite. Las organizaciones son
estructuras globales en las que la comunicación tiene un flujo constante que promueve
la interacción en entre cada una de sus partes.
Hay dos vías para desarrollar esta teoría.
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son, en realidad, producto de nuestros propios pensamientos. Es la vía
mencionada por Koontz Weirich.
Dentro de la naturaleza de la organización se encuentran dos tipos, organización
informal y formal.
2. La formal es aquella otra que esta formada de manera intencional en una
organización y en la cual se hallan una serie de cargos formales (director,
gerente, jefe, delegado, etc.,) que son los encargados de ser los canalizadores
habituales de la autoridad y la comunicación interior y exterior de ella.
En el interior de la organización hay divisiones que permiten agilizar la rotación y los
movimientos de información ofreciendo a la par una mayor claridad a la hora de
permitir una visualización global de la organización. Estos compartimentos o divisiones
son los llamados “departamentos”.
Por tanto, al mismo tiempo existen niveles diferentes de organización en los que un
cargo directivo puede supervisar hasta cierto límite. Pueden ser niveles de tramos
amplios y estrechos y depende del número de personas que supervise el cargo
directivo.
En la organización amplia, debido a su mayor tamaño, podemos observar que los
superiores no tienen otra opción que delegar funciones, seleccionándose a los
subordinados de una forma más cuidadosa y en la organización con tramos
estrechos encontramos una comunicación rápida entre superiores y subordinados
y una supervisión estricta.
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Por razones de geografía o territoriales. Utilizada por organizaciones
mastodónticas. Favorece una mayor y mejor comunicación frente a frente.
La organización se descentraliza y crea divisiones territoriales.
Por tipo de servicios ofrecidos. Permite la coordinación de actividades
funcionales.
Por función. Es la forma más obvia de establecer departamentos en
cada organización, reflejando las funciones fundamentales de cada
organización, convirtiéndose en una herramienta rápida para un flujo continuo y
rápido de información. A cada función de la organización le corresponde un
diferente departamento.
Para que una organización sea eficiente y competente a la par debe presentar tres
aspectos básicos: entorno, tecnología y poder.
La forma de descubrir a un buen gerente es observar cómo actúa de forma racional, si
reacciona solucionando los problemas que se presentan, empleando todos los
recursos posibles y afrontando las dificultades cotidianas en la organización,
anticipándose a los hechos, actuando de manera eficaz y eficiente y todo ello apoyado
en una buena toma de decisiones. Además de ser buen líder debe ejercer la autoridad
en beneficio de la organización basándose en la motivación, en el orden, debido a que
un integrante de la organización que esté motivado desempeña su labor de mejor
forma.
En definitiva, así actúan los órganos superiores de la organización provocando que las
grandes y buenas decisiones inicien reacciones en cadena que afecten a todas y a
cada de las estructuras, órganos y cargos intermedios e inferiores, basándose en una
buena supervisión, control y dirección. Y lo más importante, todo en aras del
concepto de calidad total.
Se puede concluir que la teoría organizacional se emplea para entender y conocer los
distintos conceptos, usos y formas que se dan dentro de una organización y, a la par,
un gran instrumento encaminado a la detección de eventuales problemas y a su
solución.
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No obstante lo dicho hasta ahora, hay impedimentos que provocan interferencias en
la buena comunicación organizacional. Es el caso de la falta de diseño de una buena
comunicación entre el empleado, el departamento, sección, negociado o servicio y el
gerente, director o cargo superior. También ocurren interferencias cuando los intereses
personales o los rumores emponzoñan las buenas relaciones y la intercomunicación.
Podemos distinguir las siguientes clases de estrategias que surgen al cruzar el factor
externo con el interno (las mencionaremos aunque no profundizaremos en ellas por
escaparse del objeto de este tema):
1. Debilidades
2. Fortalezas
4. Oportunidades
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5. Estrategias DO (Debilidades-Oportunidades)
7. Amenazas
La estructura no es otra cosa que la coordinación de una serie de elementos o partes
con determinadas relaciones entre ellos y en un determinado orden.
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por los cuales consigue se coordinan entre ellas. Ha de ser un modelo dotado de
relativa estabilidad en cuanto a lo relativo a actividades, relaciones, obligaciones y
derechos, siendo preciso fijar mediante reglas y ordenanzas dicha estabilidad.
El ajuste entre los propios miembros de la organización, consistente en
un proceso de comunicación informal.
La estandarización del proceder a la hora de realizar la tarea: tras ella
los contenidos de las diferentes tareas quedan establecidos mediante normas.
Separación entre la administración actuante, los altos cargos, los cargos
intermedios y los miembros de base.
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Existen diferentes dimensiones estructurales. Distinguiremos entre factores
contextuales y dimensiones estructurales que componen el entorno interno de la
organización.
Tamaño.
Localización.
Nivel tecnológico.
Las variables “tecnología” y “tamaño” predicen el grado de estructuración de las
actividades, mientras que la “ubicación” y la “dependencia” predicen el grado en que la
autoridad está concentrada.
Y después de los conceptos podemos hablar de los tipos de tecnología, que pueden
ser tres: tecnología de conocimiento, tecnología de material y tecnología de
operaciones.
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La tecnología es definida por Perrow como las acciones que una persona realiza
sobre algo con el objetivo de conseguir cambios en él.
Las organizaciones que trabajan con y facilitan objetos materiales están más
burocratizadas que aquellas otras que lo hacen con ideas o símbolos, y las que se
ocupan de objetos inanimados están más estructuradas que las que se ocupan de
personas.
Existe una evidente relación entre la tecnología usada por la organización y las
características de la estructura que posee e incluso determina en gran medida el
tamaño de la propia organización. Por tanto, queda probado que la naturaleza de la
tecnología es in factor muy influyente sobre la estructura de la organización.
No hay un único modo correcto de estructurar todas las organizaciones. Por ejemplo,
más eficaces se presentan normalmente menos estructuradas mientras que
la organización burocrática y formalizada es más apropiada para los casos de
prestaciones de bienes o servicios en masa.
Posee una mínima cantidad de unidades y pocos niveles jerárquicos, presenta nivel
muy bajo de formalización de los comportamientos y una división de trabajo
vaga. La coordinación es llevada a cabo mediante la supervisión directa y es de
carácter orgánica. El control y las decisiones son del cargo superior aunque participan
los miembros no existiendo apenas cargos intermedios y cargos técnicos:
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La informalidad de la comunicación entre miembros y órgano superior es
nota característica.
La otra cara de la moneda es que hay otros miembros que pueden percibirla como
altamente restrictiva. Aunque los altos directivos, al poseer el mando se sienten más
satisfechos en organizaciones pequeñas, los miembros de base se encuentran mejor
en las grandes organizaciones. De ahí que este estilo ha sido criticado por su
autocrático y paternalista.
Estas son las organizaciones que describió Weber y que identificó mediante sus
procesos de trabajos estandarizados, simples y repetitivos. Presentan una gran
formalización de la comunicación y muchas reglas, gran cantidad de unidades de
trabajo de nivel inferior, una estructura centralizada de toma decisiones y poder y
considerable componente administrativo.
o los supervisores, los cuales tienen tres funciones: facilitar el pase
de información hacia abajo y hacia arriba, trabajar mano a mano
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con los analistas de la planificación y la tecnología y resolver los
problemas.
Este sistema se configura mediante una estructura inflexible, que no permite instaurar
grandes cambios para adaptarse a situaciones complejas. Se emplea para controlar y
reducir los cambios del entorno a través de la reducción de incertidumbre
Estas estructuras:
Existe una distinción entre los implementadores de las estrategias y sus
formuladores, provocando insuficiencias del sistema adaptativo en esta clase
de organización.
Resumiendo, esta estructura no sirve para resolver problemas nuevos sino que se da
en organizaciones que desempeñan tareas estables, con trabajos claramente
delimitados y específicos, casi mecanizados.
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organización y llevadas a cabo por uno o más de sus miembros (sus directivos, sus
líderes, etc.)
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Pero lo anterior se refiere, por decirlo así, a la parte operativa e interna de la
organización. Hemos de destacar que la presencia de valores fuertes también afecta
a la parte externa de ella, es decir, a sus destinatarios ya que les proyecta la
sensación de confianza e imagen. A sensu contrario, una falta de ética, moral y
honradez puede ser muy negativa para la organización, máxime si compite con
empresas privadas.
Ya puede concluirse que de todo lo dicho deriva la dedicación que las
organizaciones tienen en fomentar los valores corporativos ya que de ellos depende
su efectividad y eficiencia. Además, no olvidemos que de esos valores también deriva
la confianza de los proveedores e incluso de las entidades públicas que
conceden presupuesto y subvenciones.
Son muchos los aspectos y elementos que se deben tener en cuenta en toda
organización y en cada uno de ellos se deben determinar y evaluar sus oportunidades
y riesgos.
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que tener en cuenta cada una de las áreas internas de la organización, cada una
cumple un papel importante fuera y dentro de ella. Visto desde otro aspecto, la
acogida e imagen que tenga la organización y sus bienes y servicios depende de la
manera como las políticas de producción se aborden.
De las políticas de atención al usuario dependen que los servicios, productos y bienes
tengan una peor o mejor aceptación.
Todo lo anterior debe ser cuantificado, planeado y estudiado, tanto en sus beneficios
como en sus riesgos y con base a esto fijar las estrategias que darán a la organización
la oportunidad de llegar a ser lo que quiere ser y a donde quiere estar.
Las estrategias consecuencia de un plan o previas a este son las que ayudarán a
alcanzar la visión de toda la organización, entendida esta como el objetivo final de ella
mediante la unión de destinatarios, miembros, cargos superiores y
directivos, presupuesto y recursos materiales.
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El número de miembros del grupo no debe incluir más de tres niveles jerárquicos ni
sobrepasar las veinte personas.
Lista de Cada Persona sobre los Síntomas del Sistema (Fase 3)
Esa lista incluirá los indicios o señales de cosas que pueden suceder y los síntomas
individuales de funciones alteradas.
Generación de una Lista de Carácter Colectivo (Fase 4)
Consiste en una lista de los síntomas del conjunto total de los miembros integrantes
del grupo. Para ello se deben seguir determinadas técnicas:
Se debe seleccionar bien a las personas que intervienen en este proceso y
evitar interpretar mal un sistema.
Para poder plantear soluciones hay que seguir unos pasos fundamentales:
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Cuestionarse los objetivos.
Cuestionarse las acciones concretas.
Esta es la razón por la que se han diferenciada tres módulos o tipos de diagnóstico
que serán aplicados de acuerdos a las necesidades de cada organización.
El actuar exclusivamente sobre los problemas del día provoca que se dejen de hacer
planes y que asome el desaliento al trabajar sin una visión de futuro.
El diagnóstico operativo va dirigido a la realización del análisis sin entorpecer
las actividades de la organización y a la realización del mencionado diagnóstico de
manera objetiva y rápida para poder establecer las áreas sobre las que se debería
actuar.
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Diseño de posibles estrategias.
Comparando los indicadores se puede determinar de forma efectiva y rápida un
planeamiento adecuado para alcanzar los estándares de trabajo que beneficien a la
organización y evidenciar así la situación actual.
1. Los cargos superiores de la organización seleccionan cuáles son los
procesos prioritarios para el diagnóstico.
3. Se crea un grupo de trabajo que debe estar conformado por los responsables
de la sección o departamento que está siendo analizado y que será el que
elaborará el diagnóstico.
Para aplicar este tipo de diagnóstico hay que tener en cuenta capacitar e informar a
los directivos de la organización respecto al plan de diagnóstico. Luego se debe dar
forma a un grupo de trabajo en el que participarán miembros clave de los
diferentes departamentos y unidades coordinados o dirigidos por una asesoría
externa.
Una vez creados los grupos de trabajo se evaluará la información de la organización y
de cada departamento o unidad operativa de la misma para establecer el método de
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análisis que se va a aplicar y para emitir una evaluación o diagnóstico por cada uno de
los grupos de trabajo.
La información aportada por estos será analizada por la auditora que indicará cuáles
son las medidas a adoptar para solventar los problemas que hayan aflorado.
Tras el diagnóstico preliminar, normalmente se crea un cronograma de trabajo en el
que se describen las actividades y labores a desarrollar por cada grupo de trabajo así
como los objetivos que estas han de perseguir.
Para realizar un diagnóstico general de la organización los pasos que se deben seguir
son:
Estos son los indicadores que miden aquellas situaciones en las que está permitido el
acaecimiento de un determinado número de casos
Se dividen en:
Indicadores de Proceso
Indicadores de Resultado
Indicadores de Impacto
Indicadores de Estructura
Todo indicador de calidad del proceso está vinculado al resultado obtenido. Presupone
saber el término y el inicio de todas las etapas de los procesos.
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Indicadores de Resultado
Estos son aquellos que miden la efectividad en la atención al destinatario de
la organización. Pueden reflejar aspectos adversos o deseados aunque los primeros
son los que más fácilmente se identifican y miden.
Este es en realidad un indicador de resultado que mide el efecto que ha tenido un
servicio o un programa sobre una población o grupo grande de destinatarios.
Tiempo
Trabajo en equipo
Son aquellos que miden cómo está equipada y organizada la organización y permiten
conocer si los recursos están bien organizados y disponibles para facilitar el
desarrollo de la labor de la organización.
Por tanto, esta clase de indicadores facultan al equipo para monitorear la estructura
aunque, al ser esta la parte más estable de la organización, cambia poco y, por tanto,
no requiere excesiva dedicación.
RESUMEN
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Para llevar a cabo un diagnostico organizacional es requisito fundamental partir
desde el origen mismo de la organización, es decir, de sus propósitos y
objetivos, de su misión.
La cultura organizacional es el conjunto de actuaciones aceptadas por
la organización y llevadas a cabo por uno o más de sus miembros.
La valoración de puestos consiste en un conjunto de técnicas de análisis que son muy
importantes en la administración y gestión de recursos humanos. La valoración
de puestos de trabajo es un muy importante no sólo para la determinación del
contrato existente entre la organización y el individuo en cuanto a las condiciones de
empleo y las funciones a realizar se refieren sino también para la organización del
trabajo. Con este sistema y en este sentido, la división de recursos humanos de la
organización consigue establecer el valor que tiene cada puesto de trabajo para la
organización.
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componen una organización para establecer el valor relativo que tienen para la
estructura organizativa cada uno de ellos.
La valoración de puestos de trabajo es una labor que es realizada conjuntamente con
la descripción y el análisis de puestos en que se determinan no sólo las funciones,
tareas, condiciones y responsabilidades sino también las ventajas sociales, el
rango único y excluyente que tiene un puesto en la organización, así como el estatus
profesional y personal del ocupante del puesto, el salario, etc.
Por tanto, uno de los objetivos de los sistemas de evaluación es agrupar los puestos
de la organización conforme a su importancia, asignándoles un valor relativo.
Haremos referencia, por tanto, a los diferentes sistemas de evaluación de puestos
que existen aunque centrándonos solo en los más empleados.El que cualquier
organización posea un sistema de evaluación de puestos es de suma importancia para
lograr el éxito ya que permitirá contar con la administración, planeamiento,
implantación, desarrollo del sistema de incentivos y sueldos más adecuados tanto
para el trabajador como para la organización, asegurando así la justa retribución y la
equidad interna.
Visto lo anterior podemos concluir que la evaluación de puestos tiene como misión
fundamental lograr buenas relaciones humanas en la organización. Si el trabajador
ve reconocidas todas sus responsabilidades y actividades y si estas son evaluadas
de acuerdo al grado de productividad y eficiencia con que las desempeñe,
entonces el trabajador será consciente de que su progreso se basa
esencialmente en el cumplimiento correcto de las responsabilidades y obligaciones
asignadas.
De lo estudiado hasta ahora ya podemos extraer una definición de la evaluación de
puestos sin temor a equivocarnos: La evaluación de puestos de trabajos es la
técnica empleada para analizar el puesto concreto con el objetivo de determinar su
importancia concreta en relación con los demás puestos, teniendo en cuenta el
grado de responsabilidad, esfuerzo y habilidad requeridos para su desempeño así
como las condiciones de trabajo en los cuales se lleva a cabo. Se trata de un proceso
que se apoya en técnicas especiales dirigidas a determinar el valor individual de ese
puesto dentro de la organización, puesto en relación con los demás puestos de la
misma.
Extraer datos precisos para lograr un correcto control y planeamiento de los
costes de las nóminas.
Establecer una base para negociar con otras autoridades o con los sindicatos.
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Dar una mejor imagen externa de la organización.
Favoritismos.
Restringe los errores al elaborar las nóminas de los puestos de nueva creación.
Ya sabemos que definir la posición de nuestros puestos es de gran valor para
la organización.
La valoración de los puestos ha de ser una dinámica, nunca esporádica, y debe estar
en continua actualización. Como es la base del sistema de remuneraciones ha de
ser actualizada y consultada permanentemente.
Para que la evaluación sea efectiva debe hacerse evitando los errores más comunes:
Adoptar un sistema de evaluación sin tener en cuenta las realidades de
la organización.
Organizar el equipo evaluador después de haber documentado los puestos.
No querer ajustar los salarios a los puestos sino estos a los salarios actuales.
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Evitar el llamado “efecto aureola”, consistente en adoptar decisiones
obedeciendo a los superiores jerárquicos.
Calificar el puesto, no la persona.
Definición
Este llamado “ciclo de la productividad” está formado por las actuaciones de medición,
evaluación, planeamiento y mejora. Este ciclo tiene el objetivo de mejorar de manera
sistemática, consistente y continua los niveles de productividad de la organización,
observando siempre el más alto grado en materia de calidad pero sin dejar de utilizar
bien y maximizar el empleo de los recursos disponibles.
Sin embargo, puesto que todos los componentes que influyen en la productividad
están afectándose unos a otros y en continuo cambio, lo correcto es hacer una
medición de la productividad total.
Esta medición tiene que hacerse en función al modelo o diseño de los servicios o
productos, no siendo posible hacer comparaciones de productividades entre distintos
tipos del mencionado diseño.
Lo fundamental es analizar y controlar la evolución de la productividad utilizando
la herramienta del Control Estadístico de Procesos, la cual facilitará el conocimiento de
un producto dado y de su proceso productivo, cuáles son las capacidades del
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proceso (límites inferior y superior) y cuál es el nivel medio de productividad para
generar servicios y bienes dentro de determinados rangos de productividad.
De la manera expresada puede detectarse con mayor precisión y rapidez las causas
de las diferencias en el ratio final obtenido y pasar a poner en marcha las
medidas correctoras.
Otro método es el que usa la relación entre los beneficios generados por dichas
operaciones y los costes operativos, siendo muy útil para evaluar si se utilizan
correctamente los recursos en la generación de valor añadido.
Otra fórmula es el ratio calidad-productividad. Esta ratio tiene muy en cuenta no sólo
los niveles de calidad y como ellos afectan a la producción sino también la cantidad
de bienes producidos o servicios ofrecidos.
Para poder poner en práctica este sistema es fundamental conocer con profundidad
los procesos productivos de cada servicio o bien generado por la organización. Una
vez verificado se deben seleccionar aquellas técnicas productivas o de recursos
humanos que sean más apropiadas para lograr una mejora.
Por supuesto, se aplican diferentes técnicas si se trata de diferentes tipos de
organizaciones, de su tamaño, de su presupuesto, tecnología, cantidad de personal o
productos y servicios ofrecidos.
Pues bien, una vez escogidas las técnicas más apropiadas, el siguiente paso es
planificar su correcta puesta en marcha.
De todo lo anterior podemos sacar como conclusión que es fundamental una
concienciación por parte de los cargos directivos y de la totalidad del personal para
que todos asuman lo fundamental y la importancia crítica que tiene la puesta en
marcha de un sistema destinado a la mejora continua y gestión de la
productividad de la organización.
Además, es vital hacer un buen diagnóstico y a partir de este, lo es también determinar
cuáles van a ser la implementación de los nuevos métodos, la capacitación requerida y
las técnicas a aplicar.
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La creatividad y los conocimientos son la fuente de la productividad, por eso es por lo
que hemos mencionado la capacitación como un factor fundamental a la hora de
querer hacer realidad ésta.
Otros son analíticos o cuantitativos, evaluando los puestos según diferentes criterios
denominados factores, los cuales son claramente definidos y seleccionados
previamente. Pueden subdividirse en procedimientos de asignación de puntos por
factor o de comparación de factores. Permiten cuantificar la diferencia de valor
entre puestos y establecer un valor numérico para cada puesto.
Sea como sea, hay que establecer para cada factor, las exigencias que corresponden
a cada grado (por ejemplo, si el factor es el nivel de formación, la exigencia podría ser
el título universitario) y se hace a partir de la observación o descripción del puesto de
trabajo, asignándole un grado o nivel para cada uno de los factores y, para terminar,
las puntuaciones obtenidas se suman para dar como resultado una puntuación global
del puesto de trabajo que le definirá en profundidad. Normalmente, la suma se realiza
de forma ponderada, asignando un coeficiente positivo a cada factor y sumando
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los productos de las puntuaciones obtenidas en cada factor por los coeficientes
asignados.
Ha quedado claro que la definición de los niveles de cada factor, la propia selección de
los factores, su ponderación y la descripción de los puestos son en parte actuaciones
condicionadas socialmente y subjetivas. Pero todo esto no significa que sean
procedimientos descartables porque no hay otros y porque dan como resultado un
marco estructurado para desarrollar la estructura retributiva en una organización,
obligando a realizar un análisis de las condiciones y las funciones de cada puesto.
Pues bien, ha llegado el momento de establecer que ese marco del que acabamos de
hablar es el manual de valoración de puestos de trabajo que, normalmente, toma
forma de documento escrito que queda a cargo de los departamentos de recursos
humanos para, precisamente, realizar las actuaciones de valoración de un puesto,
establecimiento de retribuciones y reconocimiento de derechos y obligaciones
del miembro de la organización que ocupa dicho puesto.
RESUMEN
Los métodos más comunes para evaluar los puestos son: método de
evaluación por series o alineamiento, método de graduación previa o
clasificación, método de comparación de factores y método de evaluación por
puntos.
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El benchmarking es el proceso para obtener información útil que colabore con
la organización para mejorar sus procesos.
Se evalúa, como hemos visto en el tema anterior, la productividad de
los trabajadores que forman parte de la organización para tomar decisiones
sobre promociones, salarios, etc.
En las acciones formativas se evalúa a los sujetos que asisten para conocer su
eficacia.
Dentro de cada una de estas áreas, las técnicas de evaluación empleadas y las
variables que se evalúan serán distintas aunque, normalmente, en todas ellas se han
estudiado rasgos psicológicos. Por norma, cuando se habla de rasgos, se está
refiriendo a construcciones como personalidad, aptitudes e inteligencia, conceptos
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a los que, numerosas investigaciones en el campo de la psicología han dado
un significado preciso.
Un rasgo es una cualidad del carácter, propiedad de una persona o característica
relativamente constante de ella (Dorsch 1994).
Las técnicas estadísticas como la regresión son el principal apoyo de las evaluaciones
de los rasgos para realizar predicciones sobre el futuro rendimiento laboral de los
sujetos.
Para llevar a cabo una evaluación de rasgos, se siguen unos pasos que conforman
todo el proceso:
1. En primer lugar se debe analizar el perfil psicológico del puesto de trabajo en
cuestión, y elaborar su descripción. Significa describir qué deben tener los
ocupantes del puesto para desempeñar su labor con seguridad, eficiencia y
eficacia, establecer las tareas y funciones del mismo y relacionar cuáles son
sus rasgos y su nivel. Este es un paso esencial para el éxito de la evaluación,
porque la información que se obtenga facilitará escoger las pruebas más
adecuadas para cada evaluación concreta.
2. Escoger los cuestionarios y test más acordes con las características de los
rasgos que se vayan a evaluar y de los candidatos evaluados.
3. El siguiente paso es aplicar los test y cuestionarios sin dejar de respetar en
todo momento, las condiciones de aplicación, tiempos e instrucciones definidos
por sus creadores, establecidos en los manuales de aplicación de cada uno de
ellos.
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6. Para terminar, el evaluador elaborará un informe de evaluación. En general se
utilizan dos tipos de medidas psicológicas:
El concepto de competencia busca más validez de los instrumentos y técnicas
de evaluación del personal y más exactitud en las predicciones sobre el futuro
rendimiento de las personas en su puesto de trabajo.
Esta definición hace inicialmente referencia a las competencias de quienes ocupan los
puestos directivos y diferencia entre las competencias que todos ellos deberían
presentar en un nivel mínimo, denominadas competencias umbral y aquellas otras que
solo se observan en los 10% de los mejores directivos, llamadas competencias
superiores.
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Conocimientos. Incluye tanto los que se refieren a las relaciones
interpersonales como los técnicos.
Valores y actitudes. Son los pensamientos, los intereses por hacer algo.
Por eso, las competencias que exige cada organización variarán según su cultura, sus
valores, su estrategia y su misión de modo que aunque haya competencias similares
en diferentes organizaciones no puede inferirse que ambas representen lo mismo.
Ocurre exactamente lo mismo cuando no se trata ya de diferentes organizaciones
sino de diferentes puestos de trabajo. No puede decirse que dos competencias con el
mismo nombre en diferentes puestos sean en realidad exactamente lo mismo.
Pero esto encierra cierta contradicción porque si las competencias son específicas de
una organización concreta y de un puesto de trabajo concreto, no tiene sentido definir
las competencias superiores y umbral de los cargos directivos ya que diferirían
en función de la organización y trabajo desarrollado en concreto.
En cada caso se va a trabajar con los comportamientos que favorecen alcanzar
resultados óptimos en un trabajo concreto y en una organización concreta. Esto es
importante porque:
Cada trabajo, es distinto a los demás por lo que los comportamientos exigibles
uno no serán los mismos exactamente que los que podrían esperarse en otros.
Cada organización es diferente aunque estén dentro del mismo ámbito
competencial, porque su historia, sus valores, las personas que las componen,
su ambiente, son diferentes. Es por eso por lo que cada organización tiene que
ser tratada de modo particular e individual porque.
Pero estas ventajas también tienen su otra cara al volverse más complejo el
trabajo de los departamentos de recursos humanos ya que dejan de ser útiles las
técnicas y perfiles, programas e instrumentos típicos. Pero aunque pudiera ser
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una situación imposible, no es así. Como veremos, hay métodos y sistemas
apropiados para esta rama de los recursos humanos.
El catálogo de competencias de una organización incluirá tanto las específicas como
las estratégicas en correspondencia con de lo anterior.
Como puede apreciarse, lo más importante aquí es definir los comportamientos que
exige un puesto de trabajo, evaluar si una persona puede llevar a término esos
comportamientos y potenciar los comportamientos que la persona no sabe desarrollar.
Si un trabajador demuestra su competencia mostrando su grado de polivalencia,
multivalencia y experiencia, tiene sentido definir competencia como el conjunto
de comportamientos que permiten que el trabajador sea clasificado como
polivalente, multivalente y experto siendo estos el conjunto de comportamientos
que permiten considerar competente a ese trabajador.
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Pero no todos los que tienen los conocimientos exigidos realizan el trabajo con la
misma eficiencia y eficacia pues también es necesario que sean capaces de aplicar
esos conocimientos a los problemas que a diario puedan presentarse en el trabajo, es
decir, necesitan destrezas y habilidades. Por tanto, nos encontramos que además del
saber se requiere un “saber hacer”.
Pero todavía hay más, tampoco es suficiente con lo anterior. Es igualmente esencial
que los comportamientos del trabajador sean acordes con la cultura organizacional y a
sus normas. Es lo que llamamos el “saber estar”.
Aun así, sigue siendo insuficiente para una total adaptación al puesto porque, además,
es requisito que la persona esté motivada. Esta motivación se resume en un “querer
hacer”, una voluntariedad para comportarse adecuadamente.
Parece lógico, por todo lo expuesto, que lo más correcto es adoptar un enfoque de
competencias en la gestión de recursos humanos. Pero, ¿y los rasgos? Estos siguen
siendo muy importantes al ser son variables que dan a conocer el potencial de los
sujetos para presentar determinado comportamiento.
El enfoque de competencias facilita la centralización de todos los esfuerzos hacia los
resultados. En él, el perfil de exigencias del trabajo estará conformado por aquellos
comportamientos que el miembro de la organización debe desarrollar para
desempeñarlo con seguridad, eficiencia y eficacia.
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Evaluando al candidato se conocerán sus puntos débiles y fuertes respecto al perfil de
exigencias, averiguando cuáles de los comportamientos descritos en el perfil llevará o
no a cabo.
La utilización del enfoque de competencias facilita, por tanto, la comparación entre
los perfiles de competencias de los candidatos y el perfil de exigencias del trabajo.
En resumidas cuentas, el enfoque de competencias, al actuar facilitando la gestión
integrada de recursos humanos, permite no solo validar sino también mantener
constantemente actualizados los perfiles de exigencias de los puestos de trabajo.
Sin embargo, este enfoque también ha recibido críticas. Se pueden resumir en dos:
La otra crítica ha sido la que afirma que las competencias no existen. Se
puede achacar esta crítica a que quienes la mantienen no entienden el
concepto de competencia. Las competencias no existen como tales sino que
son ideas o artificios que nos permiten representar los comportamientos
característicos de las personas que son competentes. Los constructos (las
ideas o artificios de los que hablamos y que pueden ser la empatía, la
inteligencia, etc.,) no son observables directamente sino tan solo a través
de los comportamientos de los propios sujetos.
¿Para qué un análisis y descripción de puestos? Podemos responder mediante
el siguiente cuadro.
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Con la expresión “puesto de trabajo” hacemos referencia a las áreas de
responsabilidad, funciones y objetivos que deberá asumir la persona que lo ocupe, con
el objetivo de alcanzar los objetivos estratégicos de la organización en el
período de tiempo establecido.
Por ello, conocer los puestos de trabajo que hay en la organización y saber el perfil
que exigen es el pilar fundamental para cualquier departamento de recursos humanos.
Los datos de identificación del puesto (nombre del puesto, dirección del
mismo, departamento al que pertenece y fecha de la descripción
El objetivo general del puesto
Los criterios para evaluar el rendimiento del personal que ocupe el puesto
Esta descripción, aunque inicialmente somera, da suficiente información acerca del
puesto, de la organización, de los objetivos a cubrir, del trabajo a desarrollar, etc.
Tomando como partida esta descripción podemos elaborar el perfil de exigencias del
puesto. Podemos observar un ejemplo de una ficha con la descripción de un puesto:
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Módulo 01 - Tema 03 - Epígrafe 04
Perfiles psicométricos
La forma más tradicional de elaborar perfiles de puestos es la psicométrica
que corresponde con el enfoque del rasgo.
Si se quieren definir los perfiles psicométricos hay que trabajar desde dos puntos de
vista diferentes pero complementarios entre sí:
Punto de vista empírico, que se da cuando hay acceso a los datos necesarios.
En este caso se pueden emplear las técnicas de regresión y correlación para
saber la relación existente entre cada variable incluida en el perfil de
exigencias y la satisfacción, la seguridad y el rendimiento en el puesto. Así
puede conocerse el poder predictivo del perfil de exigencias elaborado.
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rendimiento en la realización de las actividades y las funciones incluidas en
la descripción del puesto de trabajo.
En los perfiles psicométricos se intenta calcular en una escala estandarizada el nivel
óptimo que deberá tener la persona que definitivamente ocupe el puesto en cada una
de las variables establecidas en el perfil.
Acto seguido es necesario calcular, para cada variable, las aproximaciones por de bajo
o por encima del valor óptimo.
La horquilla resultante son los valores que son considerados aceptables para que
el candidato pueda trabajar con eficiencia, eficacia, satisfacción y seguridad.
Lo que si resulta negativo es que el candidato obtenga puntuaciones por encima o por
debajo de ese margen de aceptabilidad.
Las variables incluidas en un perfil psicométrico se pueden clasificar como:
Imprescindibles. Son las que sin ellas no pueden desarrollarse las funciones ni
asumir las responsabilidades del puesto.
La orientación psicométrica está siendo poco a poco sustituida por el enfoque
centrado en las competencias. Quiere decir que la definición de los perfiles de
exigencias de los puestos de trabajo se está realizando en la actualidad basándose
en los comportamientos que debe llevar a cabo el ocupante del puesto para realizar
su trabajo con seguridad, eficiencia y eficacia.
35
presentes en todos y cada uno de los puestos de la organización por ser
imprescindibles para que sus objetivos sean alcanzados dentro del marco de la
cultura y visión de la organización y respetando sus valores. Esto quiere decir que
estas competencias estarán presentes en todos los perfiles de todos los puestos
de trabajo de la organización aunque los comportamientos podrían ser diferentes.
El modelo estratégico de la organización, con el fin de conocer sus planes
estratégicos y sus metas.
Para extraer la información de los cargos directivos de la organización se emplean
entrevistas semiestructuradas. En ellas cada uno escoge las competencias
estratégicas que considera realmente relevantes de entre un listado de posibles
competencias que permitan a la organización alcanzar sus objetivos estratégicos,
trabajando dentro del marco de su misión y definido por sus valores, ordenándolas
según la importancia que crean que deben tener cada una de ellas en la organización.
Una vez que se hayan definido las competencias genéricas o estratégicas
podremos pasar al siguiente proceso en la labor de definir los perfiles de los puestos
de trabajo de la organización.
Ese nuevo paso del que hablamos consiste en definir los perfiles de exigencias de los
puestos de trabajo. El proceso que se seguirá, se divide en diversas fases
diferenciadas:
36
descripciones de puestos, se prepara un borrador inicial del cuestionario que se
utilizará para la recogida de datos.
Hay que crear un modelo diferente de cuestionario para cada uno de los puestos
existentes en la organización. Pero cuidado, cuando se habla de cuestionarios
distintos para cada puesto, nos estamos refiriendo a la necesidad de tener
cuestionarios con una gran parte de su contenido referido a competencias comunes a
todos los puestos pero también con una pequeña parte referida a las denominadas
competencias técnicas.
37
Puede tratarse de informática, mantenimiento, etc. Se refieren pues a los
comportamientos que exigen disponer de detallados y amplios conocimientos de las
técnicas más avanzadas y su utilización de forma eficiente y eficaz cuando sea
preciso.
RESUMEN
Cuando se habla de rasgos, se está refiriendo a construcciones como
personalidad, aptitudes e inteligencia, conceptos a los que, numerosas
investigaciones en el campo de la psicología han dado un significado preciso.
Un rasgo es una cualidad del carácter, propiedad de una persona o
característica relativamente constante de ella (Dorsch 1994).Un rasgo es
una cualidad del carácter, propiedad de una persona o característica
relativamente constante de ella.
Para llevar a cabo una evaluación de rasgos, se siguen unos pasos que
conforman todo el proceso: se debe analizar el perfil psicológico del puesto de
trabajo en cuestión y elaborar su descripción; escoger los cuestionarios y
test más acordes con las características de los rasgos que se vayan a evaluar
y de los candidatos evaluados; aplicar los test y cuestionarios; corregir los
cuestionarios y test siguiendo las instrucciones de corrección; transforma las
puntuaciones en otras normalizadas; elaborar un informe de evaluación.
Con la expresión “puesto de trabajo” hacemos referencia a las áreas de
responsabilidad, funciones y objetivos, funciones que deberá asumir la
persona que lo ocupe, con el objetivo de alcanzar los objetivos
estratégicos de la organización en el período de tiempo establecido.
La descripción del puesto de trabajo debe incluir: los datos de identificación del
puesto, el objetivo general del puesto, los objetivos operativos del puesto, los
criterios para evaluar el rendimiento del personal que ocupe el puesto,
el organigrama, las áreas de la actividad a desarrollar, el grado de autonomía
o dependencia.
Las variables incluidas en un perfil psicométrico se pueden clasificar como:
recomendables, importantes e imprescindibles.
38
ocupante del puesto para su desarrollo. Las competencias comunes son
aquellas que están presentes en todos o en algunos de los perfiles de puestos
de cada departamento o unidad funcional de la organización.
El cuestionario y la entrevista son los dos métodos más utilizados para
la recogida de datos en general. No obstante, si se utiliza el cuestionario, este
suele presentarse combinado con la entrevista puesto que ésta última
permite mediante informaciones cualitativas, completar los datos cuantitativos
del cuestionario. La entrevista será semiestructurada siempre que las
circunstancias lo permitan, ya que es la que permite conseguir información más
completa.
No obstante lo dicho, tal y como establece la Disposición Final cuarta de dicha
norma, aún siguen vigentes determinados artículos de normas anteriores
reguladoras de la materia de gestión, planificación y ordenación de recursos
humanos, en tanto no se opongan al Estatuto Básico del Empleado Público y
mientras este no se haya desarrollado mediante las sucesivas normas
complementarias.
En este manual hemos estudiado con anterioridad la función de los departamentos
de recursos humanos de diagnóstico, diseño de perfiles de los puestos y
establecimiento de competencias requeridas para dichos puestos. Cuando
hablamos de Administración Pública podemos decir que todo ello se encuentra
recogido en los Planes de Ordenación de los Recursos Humanos.
Para ejecutar esos planes la ley pone en manos de la Administración Pública
los llamados “Instrumentos de Ordenación de la Gestión de Recursos Humanos”.
Estos son los medios que las normas ofrecen a los encargados de recursos
humanos en la Administración Pública para ordenar u organizar la gestión de
personal. Estos medios o herramientas son:
El Registro de personal.
39
Los Planes de empleo.
La Administración Pública no puede funcionar de forma adecuada si no tiene una
estrategia correcta de gestión de su personal y de las medidas necesarias para
ejecutar esas estrategias.
Esta última lección del manual va solo dirigida a la planificación y gestión de los
recursos humanos en el ámbito de la Administración Pública por lo que solo
estudiaremos, de entre los mencionados, el Capítulo I.
Lo anterior significa que todas las diferentes Administraciones Públicas están
obligadas a hacer un esfuerzo continuado para mejorar su funcionamiento y diseño.
40
Para lograrlo tendrá que utilizar las herramientas de la movilidad, la promoción
interna, la formación, la distribución del personal y la exactitud a la hora de establecer
su propia dimensión.
Los instrumentos de planificación son potestativos ya que la norma tan solo habla de
“Planes de Ordenación de sus recursos humanos”. Pueden denominarse y consistir en
“Planes de Empleo”, como les denominaba la anterior legislación, no derogada por la
nueva o pueden consistir en programas e instrumentos diferentes atendiendo a las
características específicas y especiales de determinadas Administraciones Públicas.
En el Estatuto Básico del Empleado Público se establecen, como ya hemos
mencionado anteriormente, la gestión integrada de recursos humanos, los
instrumentos de gestión de recursos humanos. Estos son la Plantilla, la Oferta de
Empleo Público, los Registros de Personal y la Relación de Puestos de Trabajo (RPT)
Hemos de destacar que las Relaciones de Puestos de Trabajo son instrumentos
cualitativos mientras que las Plantillas son instrumentos cuantitativos. También es
importante hacer notar que el Estatuto Básico Del Empleado Público renombra
los grupos de clasificación personal de los funcionarios de carrera en nuevos
cuerpos y escalas.
El art. 69.2 del Estatuto establece que las Administraciones Públicas tienen la opción
de aprobar Planes para la Ordenación de sus propios recursos humanos. Estos
Planes pueden incluir:
Análisis de las necesidades y disponibilidades de personal (niveles de
cualificación profesionales, perfiles de quienes ocupen el puesto,
número de efectivos, etc.,), siempre tras el elemento central de la
planificación que es el diagnóstico de las necesidades de la
organización.
41
La previsión de una Oferta de Empleo Público para incorporar recursos
humanos.
Desde su publicación hay un plazo máximo de tres años para que se
produzca la efectiva y definitiva incorporación del personal.
Aquí vamos a estudiar las medidas más efectivas al tener un carácter no
voluntario y, por tanto, al convertirse en un instrumento muy potente en manos de los
gestores de recursos humanos.
La movilidad aparece regulada en el art. 81 del Estatuto Básico. Este artículo viene a
decir que, motivadamente, las Administraciones Públicas pueden trasladar al personal
funcionario argumentándolo por necesidades funcionales o de servicio a
departamentos, unidades, entidades distintas a los de su destino o a organismos
públicos diferentes, respetando sus condiciones esenciales de trabajo y retribuciones,
modificando, si fuese necesario, la adscripción de los puestos que ocupaban.
Cuando los planes de ordenación de recursos supongan un cambio de lugar
de residencia, que siempre será una situación excepcional, los traslados serán
prioritariamente voluntarios.
La declaración por parte del órgano como en situación de contingente
excedentario requiere la implementación de mecanismos que impidan las nuevas
incorporaciones. Hay varios de ellos que van desde la simple suspensión de
incorporaciones hasta medidas complementarios como la suspensión de los puestos
de trabajo innecesarios y estructurales y la reasignación funcional.
Hay otras medidas no contempladas en este artículo 69 del Estatuto Básico Del
Empleado Público como las situaciones de excedencia voluntaria incentivada, la
reasignación de efectivos, la excedencia forzosa, la expectativa de destino y la
jubilación anticipada incentivada.
Sin embargo, a pesar de no estar contempladas aquí no hay nada que impida que las
normas que desarrollen el Estatuto Básico de la Función Pública las mantengan o
desarrollen conforme a su artículo 81 para regular nuevas situaciones administrativas
por razones de exceso de personal, de restructuración interna u organizativas.
42
Ahora bien, ¿cuáles son esos incentivos que podrían animar al cambio? El
propio Estatuto Básico Del Empleado Público prohíbe la creación por normas de
desarrollo de complementos retributivos salvo en los supuestos y condiciones del art.
24 del mismo cuerpo legal.
Además, hay otras circunstancias que también impiden la creación de estos incentivos
económicos:
Por otro lado, el artículo 21 del Estatuto Básico que dispone que no podrán
acordarse incrementos retributivos que supongan en su conjunto un aumento
de la masa salarial superior a los límites fijados anualmente en la Ley
de Presupuestos Generales del Estado para el personal.
No hay definición de este concepto en las leyes pero es evidente que Plantilla
y Relaciones de Puestos de Trabajo no son lo mismo ya que tampoco lo son “plaza” y
“puesto de trabajo” aunque a veces pueda haber dudas e incluso confusión respecto a
estos dos últimos términos.
La plantilla puede ser definida como la relación detallada de plazas que han sido
asignadas a cada una de las Categorías, Clases, Subescalas y Escalas en que se
integra el personal eventual, laboral y los funcionarios, bien para el conjunto de la
organización, en cuyo caso se llama plantilla inorgánica o bien para cada órgano
de la misma organización, llamándose entonces plantilla orgánica.
43
La plantilla de personal hace visible materialmente la estructura del personal y
contiene plazas y titulares de las plazas pero no puestos de trabajo.
El carácter presupuestario de la plantilla queda mucho más aclarado en el R.
D. Legislativo 2/2004 de 5 de marzo del Texto Refundido de la Ley de Haciendas
Locales y sus normas de desarrollo, ya que interconectan los conceptos de
presupuesto y plantilla ordenando la coordinación e integración de ambas de forma
necesaria. Solamente el artículo 90 de la Ley de Bases de Régimen Local establece
que la plantilla comprende todos los puestos de trabajo, aunque en realidad se refiere
a las plazas, reservados a personal eventual, laboral y funcionarios.
La Plantilla Orgánica tiene un ámbito más reducido que la RPT, pues no
determina los requisitos para ocupar el puesto ni sus características
esenciales. Sus objetivos son diferentes, principalmente de ordenación
presupuestaria, y precisamente por ello, está exenta de la preceptiva
negociación sindical.
Precisa de la denominación de los puestos, requisitos exigidos para el
desempeño de cada puesto, las características esenciales de esos puestos y la
determinación de las retribuciones complementarias.
44
Aunque existe una gran autonomía por parte de todas las Administraciones Públicas y
de todos los ámbitos a la hora de aprobar sus plantillas no debe olvidarse que por
encima de sus decisiones particulares están, como ya hemos apuntado con
anterioridad, las Leyes que anualmente aprueban los Presupuestos Generales del
Estado que sistemáticamente condicionan la facultad y la autonomía para la de
creación de plazas. Es el Gobierno quien, de esa manera, establece los límites de
carácter general a los gastos de personal de las Administraciones Públicas.
En lo que se refiere a la clasificación existe un régimen transitorio entre modelos. Las
normas transitorias del Estatuto Básico Del Empleado Público dicen que hasta que no
se implanten totalmente los nuevos títulos universitarios (recordemos el Plan
Bolonia), para acceder a la función pública seguirán siendo válidos los títulos
universitarios que sean oficiales y estén vigentes a la entrada en vigor del propio
Estatuto Básico Del Empleado Público, ya que este, en su articulado, sí habla de los
nuevos títulos, obviando los anteriores.
Los funcionarios del subgrupo C1 que reúnan la titulación exigida podrán en
la actualidad promocionar al grupo A sin necesidad de pasar por el grupo B. Respecto
a la naturaleza jurídica de la plantilla y puesto que no hay normas que la regulen,
han sido los tribunales, a través del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores
de Justicia de las Comunidades Autónomas los que le han dado contenido normativo.
Pues bien, han sido estos Tribunales los que han establecido que la plantilla tiene
naturaleza real ya que esta puede modificarse y ampliarse. La plantilla tiene carácter
de ordenación y normativo dentro de las competencias que tienen los entes
para organizarse a sí mismos mediante un proceso específico para su elaboración.
45
Ser eficaces no sólo durante su aplicación inmediata sino que
permanecen indefinidamente y por encima de destinatarios individualizados
como base de una pluralidad indeterminada de futuros cumplimientos, es decir,
se comportan como auténticas leyes o normas jurídicas.
Podemos ahora pasar a ver cuál es el contenido de la Plantilla. Esta deberá incluir
todos los puestos de trabajo reservados a personal eventual, al laboral y a los
funcionarios, debidamente clasificados. Será aprobada periódicamente junto con el
presupuesto de la entidad. Ha de contener también los documentos, estudios y
antecedentes oportunos. Responden las plantillas a los principios de eficiencia,
economía y racionalidad y ha de ser diseñadas de acuerdo con la ordenación
económica de carácter general sin que se puedan rebasar los límites de gastos de
personal fijados con carácter general.
Todo el proceso debe cumplir los requisitos de eficiencia, economía y racionalidad con
la motivación requerida por el artículo 54 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre.
2. Estos afectos serán previamente informadas por Comisiones de análisis de
los programas alternativos de gasto, constituidas por representantes del Ministerio de
Economía y Hacienda, del Ministerio de la Presidencia y de los demás Departamentos
ministeriales.
3. Los programas de gasto de los Presupuestos Generales del Estado deberán incluir
el coste de todos los puestos de trabajo asignados a cada uno de ellos y por cada uno
de los Centros gestores.
4. Las plantillas de los diferentes Cuerpos y Escalas de la Administración Pública del
Estado, así cono las del personal laboral, serán las que resulten de los créditos
establecidos en la Ley de Presupuestos.”
En virtud de este artículo y los concordantes, para la aprobación de la plantilla
debemos recordar que está muy relacionada con el presupuesto y por tanto, se
aprueba con éste último.
46
establece cuál va a ser el modelo de organización de la propia estructura, clasificando
y ordenando a todo el personal con vistas a la óptima ejecución del trabajo
encomendado.
La Relación de Puestos de Trabajo nació como obligación de las
Administraciones Públicas en el artículo 16 de la Ley de Medidas para la Reforma de
la Función Pública, ya derogado por el Estatuto Básico Del Empleado Público.
Es el Estado quien tiene la competencia exclusiva para dictar las normas que regulen
cómo han de confeccionarse las Relaciones de Puestos de Trabajo, cuáles son
las condiciones requeridas para la creación de los puestos de trabajo-tipo y cómo
se describen estos. Igualmente se reserva la emisión de las normas básicas de la
carrera administrativa, sobre todo las referidas a la promoción de los funcionarios a
grupos y niveles superiores.
Actualmente los criterios de elaboración de las RPT, son los previstos en la Orden
sobre RPT en la Administración Pública del Estado de 2 de diciembre de 1988 y al
Reglamento General de Ingreso del Personal al Servicio de la Administración
Pública General del Estado y de Provisión de Puestos de Trabajo y
Promoción Profesional de los Funcionarios Civiles de la Administración Pública
General del Estado (RGIPP).
La Relación de Puestos de Trabajo contiene, para cada puesto de trabajo, su
denominación, características esenciales, tipo, sistemas de provisión de los puestos,
exigidos para su desempeño y sus retribuciones complementarias.
El ya mencionado artículo 74 del Estatuto Básico Del Empleado Público se denomina
“Ordenación de los puestos de trabajo” pero esta ordenación también se contempla en
el artículo 15 de la Ley de Medidas par la Reforma de la Función Pública, que se titula
“Relaciones de Puestos de Trabajo en la Administración Pública del Estado”.
47
urgentes o esporádicas y no cubre plaza mientras que, por el contrario, el personal
interino lo es con carácter provisional para ocupar una plaza que, o no está cubierta
reglamentariamente o está vacante de un titular con derecho a reserva.
Al igual que ocurría con las plantillas, la competencia para la regulación de la
descripción de los puestos y las condiciones requeridas para su creación y de las
Relaciones de Puestos de Trabajo en general, está reservada al Estado.
48
Módulo 01 - Tema 04 - Epígrafe 05
Cuerpos o escalas de funcionarios
Cuerpos generales, que son los ideados para prestar servicios del mismo
orden en el conjunto de órganos y unidades que componen la organización en
cuestión.
En nuestro anterior ejemplo serían los funcionarios que trabajan en los Juzgados y
Tribunales perteneciendo también a la misma Administración Pública de Justicia
pero siendo de carácter general.
La función de las escalas y cuerpos es mayor que la de ser el instrumento para
la ordenación de una auténtica carrera administrativa.
Lo afirmado con anterioridad quiere decir que esa idea de la carrera profesional y del
acceso al puesto, puede, en función de las leyes de desarrollo, extender la utilidad y
la funcionalidad de los cuerpos de funcionarios a puestos, órganos y aspectos
diferentes al momento en el que ingresaron en cualquiera de las Administraciones
Públicas. De esta forma se produce la agrupación de los funcionarios en escalas,
cuerpos, especialidades u otros sistemas que incorporen conocimientos, capacidades
y competencias comunes y acreditadas a través de un proceso selectivo transparente.
Así es como el Estatuto Básico del Empleado Público obliga a la agrupación pero no
impone el alcance, contenido y forma de la misma. Lo que hace es en realidad
referencia a escalas y cuerpos pero entendiéndolos comprendidos igualmente en
49
cualquier otra agrupación de funcionarios con la condición de que esa forma de
agrupación escogida por la respectiva Administración Pública actuante cumpla el
requisito de incorporar y valorar conocimientos, capacidades y competencias
comunes.
o Subgrupos A1 (Licenciados)
Respecto al personal laboral, también existen sistemas de ordenación pero, esta vez,
sometidos a la legislación laboral. Así lo prescribe el artículo 77 del Estatuto Básico
Del Empleado Público.
50
artículo 76, para el acceso a la función pública seguirán siendo válidos los títulos
universitarios oficiales vigentes a la entrada en vigor de este Estatuto.” En su
punto segundo continúa diciendo: “Transitoriamente, los Grupos de Clasificación
existentes a la entrada en vigor del presente Estatuto se integrará en los
Grupos de clasificación profesional de funcionarios previstos en el artículo 76, de
acuerdo con las siguientes equivalencias:
Tal y como dijimos cuando hablamos de la plantilla, los funcionarios del subgrupo C1
que reúnan la titulación exigida podrán promocionar al grupo A sin necesidad de
pasar por el nuevo grupo B. Y de nuevo, llegados aquí, hay que mencionar el artículo
15 de la Ley 30/1984 de 2 de agosto, de medidas para la Reforma de la Función
Pública, de obligado estudio por su gran importancia, que refiriéndose a las
Relaciones de Puestos de Trabajo en la Administración Pública del Estado, dice
textualmente:
1. “Las relaciones de puestos de trabajo de la Administración Pública del Estado son
el instrumento técnico a través del cual se realiza la ordenación del personal, de
acuerdo con las necesidades de los servicios y se precisan los requisitos para el
desempeño de cada puesto en los términos siguientes:
51
o Los puestos cuyas actividades sean propias de oficios, así como
los de vigilancia, custodia, porteo y otros análogos;
2. Los puestos de trabajo serán de adscripción indistinta para todos los funcionarios
incluidos en el ámbito de aplicación de está Ley.
52
Módulo 01 - Tema 04 - Epígrafe 07
Valoración de los puestos
Variable “Responsabilidad”:
o Relaciones personales.
o Confidencialidad.
o Iniciativa y discrecionalidad.
53
Módulo 01 - Tema 04 - Epígrafe 08
Particularidades de los recursos humanos en el ámbito de la
administración pública
Hemos de partir de la idea de que las Administraciones Públicas están poniendo gran
empezó en mejorar todo lo relacionado con los recursos humanos tras una larga
historia del olvido en esta materia. Ya, en la Ley de Bases de los Funcionarios Civiles
del Estado de 1963 (Ley 109/1963 de20 de julio) decía que “la clave de la
eficacia de la Administración Pública radica en la calidad de quienes la sirven y en
el acertado régimen de personal que tengan establecido.”
Como puede deducirse de todo el texto de este tema, otro hito en la historia de la
gestión de los recursos humanos en las Administraciones Públicas españolas fue la
promulgación de la Ley de Medidas de Reforma de la Función Pública, Ley 30/1984,
de 2 de agosto. Esta norma nos aportó las técnicas de análisis de los puestos de
trabajo con fines de promoción y salariales.
Posteriormente, la reforma que sufrió la Ley anteriormente mencionada mediante la
Ley
22/1993, de 29 de diciembre introdujo términos como documentos de reforma, libros
blancos u optimización de recursos humanos.
De entre todos estos documentos destaca el publicado por el entonces
llamado ministerio de Administraciones Públicas uno llamado “Reflexiones para la
modernización de la Administración Pública del Estado” que ya en 1990 denunciaba
que “no hay en la Administración Pública una eficiente gestión de sus recursos
humanos».
Previamente a la redacción del Estatuto Básico Del Empleado Público, la comisión
que lo redactaba señalaba que ninguna Administración Pública podía desarrollar sus
funciones correctamente si no disponía de los medios necesarios para ejecutar una
estrategia de gestión de su personal.
Por tanto, todos estos intentos de reforma y modernización desde los años sesenta
hasta nuestros días han hecho hincapié en lo necesario de poner en práctica técnicas
modernas para la gestión del personal en el sector de las Administraciones Públicas.
Así llegamos a nuestros días y nos encontramos con la herramienta legal más
moderna para profesionalizar y actualizar los departamentos de recursos humanos en
lo público. Esta es, como ya sabemos, el Estatuto Básico del Empleado Público, Ley
7/2007, de 12 de abril.
Pero hemos de hacer notar que en el Estatuto mezclan técnicas, valores, etc.
Así, podemos decir que contiene derechos de los ciudadanos como el derecho a una
54
buena Administración Pública, aspectos que tratan de reforzar los valores éticos del
servicio al ciudadano y el empleo público y técnicas más modernas como la carrera
horizontal, la evaluación del desempeño o la profesionalización directiva.
El Estatuto Básico del Empleado Público incorpora, por tanto, técnicas profesionales
de recursos humanos y para la gestión de estas técnicas. Por eso llega a hacer una
declaración finalista en estos términos al hablar de cuáles son los objetivos de las
políticas de personal en el sector público: “atraer a los profesionales que
la Administración Pública requiere, que estimula (la Administración
Pública) a los empleados para el eficiente cumplimiento de sus
responsabilidades y funciones, les brinda suficientes oportunidades de promoción
profesional, les proporciona la formación adecuada al tiempo que facilita una
gestión flexible y ágil, objetiva y racional, del personal.”
Continúa diciendo, también en su exposición de motivos que “cada Administración
Pública debe poder configurar su propia política de personal”. Y finaliza asegurando
que la puesta en marcha de una gestión profesional, integrada y sistemática “podrá
ganar en equidad y eficiencia, lo que ha de traducirse tarde o temprano en una
mejora de los servicios”. Pero estas declaraciones de intenciones de la exposición
de motivos del Estatuto Básico Del Empleado Público no agotan la función de la
gestión de los recursos humanos en las Administraciones Públicas pues esta gestión
tiene que responder a otros planteamientos como los valores de capacidad,
mérito e igualdad, valores reconocidos en la propia Constitución en su artículo 23.2
y 103.3 como preminentes a la hora del acceso a la carrera de la función publica.
Podríamos caer en la tentación de creer que estos principios citados se agotan con el
acceso al empleo público pero también se refieren a toda la vida profesional del
empleado público junto con otra serie de principios reconocidos en el artículo 55 del
propio Estatuto Básico Del Empleado Público donde, además, se contienen otros
principios de acceso y de recursos humanos no recogidos en el texto constitucional.
Como hemos dicho, los méritos y la capacidad han de tener relación con el puesto y
las actividades que se va a realizar pero esa jurisprudencia ha añadido que
las Administraciones Públicas tienen un buen margen de acción para concretar cuál
es el contenido de los principios de capacidad y méritos.
Otro aspecto que se recoge en el artículo 61 del Estatuto Básico del Empleado Público
son los sistemas de selección del personal que, para los funcionarios, serán
55
ordinariamente el concurso-oposición (de forma excepcional) y la oposición
(como sistema común). Ambos habrán de dar prevalencia a la realización de una o
varias pruebas objetivas que determinen la capacidad en un orden de puntuación. Con
esto la norma deja claro que los gestores de recursos humanos que diseñan las
pruebas de acceso tendrán que medir en pruebas objetivas, no solo los conocimientos,
sino que también las habilidades y las capacidades de los aspirantes.
Lo anterior concuerda con la jurisprudencia reiterada que mantiene que no pueden
otorgarse facilidades basadas en la valoración excesiva de los méritos
(concurso- oposición.)
Con anterioridad hicimos mención que todos estos principios no solo afectaban
al momento de ingreso sino que también a lo largo de la carrera profesional del
funcionario
¿Cómo? Pues en el sistema para acceder a los puestos de trabajo concretos y al de
promoción en la carrera a escalas o grupos superiores. Así lo ha aclarado las
Sentencias del Tribunal Constitucional número 287/1994, de 27 de octubre y la
número 365/1993, de 13 de diciembre. Esto encadena con otro tema de la gestión que
es, no ya el acceso, sino la adjudicación de los puestos de trabajo de las Relaciones
de Puestos de Trabajo a personal concreto. Si hablamos del personal de carrera
administrativa hemos de hacer mención al sistema del concurso de méritos, recogido
en el artículo 78 del Estatuto Básico Del Empleado Público.
Pueden existir otros sistemas como la libre designación pero se insiste en que
la provisión de los puestos se hará conforme a los principios consabidos de
publicidad, capacidad, mérito e igualdad. La jurisprudencia constitucional ha
recalcado la prohibición de la arbitrariedad en esta materia.
Los méritos son valorados mediante un concurso teniendo en cuenta las capacidades
conforme a criterios previamente establecidos y por órganos técnicos especializados
y colegiados. Con este sistema se a cumplimiento al ya aludido artículo 23.2 de
la Constitución. Respecto a esos órganos encargados de la valoración, el Estatuto
Básico Del Empleado Público en su artículo 79.1 dice: “La composición de estos
órganos responderá al principio de profesionalidad y especialización de sus
miembros y se adecuará al criterio de paridad entre mujer y hombre. Su
funcionamiento se ajustará a las reglas de imparcialidad y objetividad.”
Y esto viene una vez más a apoyar la necesidad de una gestión profesional y
adecuada de la gestión de los recursos humanos en la Administración Pública aunque
esto plantee un problema de fondo. Si las normas exigen la profesionalidad y la
independencia de los empleados públicos, esto es en ocasiones contrapuesto a la
exigencia de participación de órganos de gestión de recursos humanos, ya que
estos implican estimular el compromiso y las capacidades de esos mismos
empleados públicos.
56
Y si antes afirmamos que ya teníamos las bases para demostrar la necesidad de una
gestión de recursos humanos, ahora ya hemos visto las que demuestran la
imperiosidad de que esa gestión sea profesional e independiente. Por desgracia, esto
aún no está muy desarrollado en nuestras Administraciones Públicas Publicas ya
que todos esos principios y valores contenidos en la Constitución, en el Estatuto
Básico del Empleado Público y en la jurisprudencia constitucional concordante son
bienintencionados pero no son en realidad auténticas técnicas de gestión.
Las personas que influyen en el sistema y sus intereses como gobiernos,
políticos, empleados, sindicatos, etc. Es el llamado “espacio político” e incluye
los incentivos y el contexto que influyen en sus actuaciones.
Las normas legales, el diseño del sistema de gestión y la
jurisprudencia, constituyendo el marco jurídico.
RESUMEN
Los medios que las normas ofrecen a los encargados de recursos humanos en
la Administración Pública para ordenar u organizar la gestión de personal son:
la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), la Plantilla de personal, el Registro
de personal, los Catálogos de puestos de trabajo, los Planes de empleo y la
Oferta de Empleo Público.
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La plantilla puede ser definida como la relación detallada de plazas que han
sido asignadas a cada una de las Categorías, Clases, Subescalas y Escalas en
que se integra el personal eventual, laboral y los funcionarios, bien para el
conjunto de la organización, en cuyo caso se llama plantilla inorgánica o bien
para cada órgano de la misma organización, llamándose entonces plantilla
orgánica. La plantilla de personal hace visible materialmente la estructura del
personal.
La plantilla tiene naturaleza real ya que esta puede modificarse y ampliarse.
La plantilla tiene carácter de ordenación y normativo dentro de las
competencias que tienen los entes para organizarse a sí mismos mediante un
proceso específico para su
elaboración. Son reglamentaciones organizativas auténticas con naturaleza de
disposiciones generales en cuanto a los acuerdos de fijación de plantillas.
Al igual que la Plantilla, la Relación de Puestos de Trabajo tiene espíritu
de permanencia, perfeccionándose con su cumplimiento en lugar de
agotarse. También tiene el atributo de es disposición de carácter general y
reglamentaria con orientación hacia la ordenación de los recursos humanos y
de la estructura administrativa. Las Relaciones de Puestos de Trabajo pueden
ser impugnadas ante la jurisdicción contencioso-administrativa, teniendo por
ello carácter público y naturaleza normativa y carácter público.
Los componentes clave de la gestión son: las prácticas, reglas y
rutinas habitualmente utilizadas para decidir sobre las cuestiones de personal
del tipo de cómo se selecciona al personal y se le remunera, evalúa y
promociona y cómo esas reglas y prácticas se aplican técnicamente; las
personas que influyen en el sistema y sus intereses como gobiernos, políticos,
empleados, sindicatos, etc. y las normas legales, el diseño del sistema de
gestión y la jurisprudencia.
Los sistemas de selección del personal que, para los funcionarios,
serán ordinariamente el concurso-oposición (de forma excepcional) y la
oposición (como sistema común). Ambos habrán de dar prevalencia a la
realización de una o varias pruebas objetivas que determinen la capacidad en
un orden de puntuación.
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