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Revista Electrónica Sinéctica

E-ISSN: 1665-109X
bado@iteso.mx
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Occidente
México

GONZÁLEZ ZEPEDA, ADRIANA


Aportaciones de la psicología conductual a la educación
Revista Electrónica Sinéctica, núm. 25, agosto-enero, 2004, pp. 15-22
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente
Jalisco, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99815899003

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MAPAS

Aportaciones de la
psicología conductual
a la educación
ADRIANA
GONZÁLEZ
ZEPEDA*

U na de las peculiaridades de la psicología


conductual es su incuestionable tradición expe-
En el presente trabajo se describirán breve-
mente las peculiaridades de la enseñanza progra-
* Licenciada en psicología p
la UNAM, con estudios en
maestría de Ciencias del Com
rimental evidenciada en un inconmensurable mada y se mencionarán algunas de las principales portamiento en el Centro
Estudios e Investigaciones
bagaje de estudios de investigación aplicada, aportaciones de la perspectiva conductual en las Comportamiento, de la Un
relacionados con los hallazgos previos obteni- dos áreas antes señaladas. Complementariamente versidad de Guadalajara. A
dos en la investigación básica encaminada a es- se señalan algunos límites y alcances de esta tualmente labora en el Depa
tamento de Salud, Psicología
clarecer las condiciones en las cuales ocurre o perspectiva teórica. Comunidad del ITESO.
no la adquisición, el mantenimiento y la gene-
ralización de conductas. Este hecho ha propi- Enseñanza programada
ciado la generación de valiosos conocimientos
Boada y Cols señalan que una de las más gran-
sobre dos temas de valor fundamental para la
des contribuciones del conductismo al ámbito
educación: el aprendizaje y el desarrollo. De aquí
educativo es lo que se ha denominado enseñan-
que resulte ineludible que desde esta perspecti-
za programada,2 sistema pedagógico ampliamen-
va teórica, la psicología aún continúe brindan-
te desarrollado por uno de los principales re-
do valiosas aportaciones a la educación.
presentantes de esta corriente sicológica: Burrus
Desde la perspectiva conductual la situación
Frederick Skinner.
de enseñanza es concebida como algo estructu-
Desde la perspectiva de Skinner la enseñan-
rado susceptible de ser guiado por los princi-
za tradicional tiene ciertas deficiencias que obs-
pios del condicionamiento operante,1 dado que
taculizan el aprendizaje. Una de ellas es que pro-
es un contexto en el que se busca que el indivi-
vee al estudiante más de consecuencias aversivas
duo adquiera un amplio repertorio conductual
que positivas. Otras fallas frecuentes son la
que se traduzca en una ventaja para él, para su
secuenciación de los materiales de instrucción y
futura adaptación a las diversas exigencias so-
la instrucción colectiva. El reconocimiento de
ciales. Conforme este supuesto básico surgió lo
estas fallas propició que Skinnner planteará una
que se ha denominado enseñanza programada,
serie de consideraciones aceptadas durante las
una de las principales contribuciones del conduc-
décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado,
tismo al ámbito educativo, principalmente en
con el rubro de enseñanza programada. Dichas
los niveles primario y secundario. Otras contri-
consideraciones pueden resumirse en cinco pun-
buciones de esta perspectiva teórica al terreno
tos básicos:
educacional pueden vislumbrarse en dos áreas
específicas: en la educación especial y la educa- • Se debe contar con una definición operativa
ción superior. del aprendizaje, lo que implica la formula-
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ción de objetivos educativos en términos con- personalizada”, lo cual, ¿acaso no es antagónico
cretos conductuales. de una deshumanización?
• Según el principio de “aproximaciones suce-
sivas”, las tareas deben plantearse subdividi- Apor taciones
das en sus más elementales partes para que a la educación especial
puedan ser aprendidas.
• En el contexto educativo debe recurrirse a la El interés de la psicología conductual por los
objetividad, de tal forma que cada ítem de todo procesos de adquisición y el mantenimiento de
programa académico debe exigir del estudian- nuevos repertorios conductuales propició su in-
te una respuesta observable. cursión en el área de la educación especial. Al
• Recurrir al recurso de motivadores intrínse- hacerlo le brindó valiosas aportaciones no sólo
cos (reforzadores sociales, básicamente), lo sobre teorías generales del aprendizaje y el de-
que implica proveer al estudiante de retroa- sarrollo sino también respecto a técnicas
limentación inmediata sobre cada realiza- instruccionales para el trabajo con niños con
ción. diversos requerimientos especiales de enseñan-
El interés de la • Reconocer que cada escolar sigue su propio za por presentar retardo en su desarrollo.3
psicología ritmo de aprendizaje. Al considerar las aportaciones de la primera
conductual por los clase (teóricas), resaltan las valiosas aportacio-
Cabe señalar que las consideraciones anteriores nes de Bijou respecto a su concepción de retardo
procesos de
no sólo han sustentado lo efectuado con escola- en el desarrollo,4 como un problema funcional,
adquisición y el res de los niveles primaria, secundaria e incluso y la consideración de los factores disposicionales
mantenimiento de media superior sino que además han constituido en el análisis conductual del desarrollo huma-
nuevos repertorios la base sobre la que operan los actuales progra- no. Esta concepción conlleva varias implicaciones
conductuales mas “tutoriales” empleados para la habilitación que determinan la manera de abordar, tanto teó-
propició su en el manejo de programas computacionales. rica como metodológicamente, casos que en la
incursión en el Desde mi perspectiva particular, fortalecida literatura tradicional se denominan autismo,5
por una fervorosa simpatía por el enfoque problemas de lenguaje,6 socialización,7 apren-
área de la
conductual, se considera que estos supuestos dizaje,8 e hipoacusia, entre otros.9
educación especial tienen valiosas implicaciones que permiten re- Considerando lo explicado por Ribes10 y por
batir el sucinto uso del término “deshuma- Macotela y Romay, 11 algunas de estas impli-
nizante”, para calificar con una palabra el caciones son:
conductismo. Para ejemplificar lo anterior bas-
ta con considerar sólo uno de los cinco puntos 1. La consideración del término retardo como
básicos antes descritos, específicamente el últi- descriptivo, mas no explicativo; lo que impli-
mo, que alude al reconocimiento de que “cada ca que al hacer uso de dicho término sólo se
escolar sigue su propio ritmo de aprendizaje”. reconoce que un individuo presenta un dé-
Este punto evidencia que desde la perspectiva ficit conductual relativo a los parámetros de
conductual cada caso es único y que, por tanto, normalidad de un grupo social de referencia.
habrá casos para los que se podrán emplear es- 2. La clarificación de los pasos que se seguirán
trategias de enseñanza sumamente similares, al enfrentar un caso de retardo, los cuales son:
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pero habrá otros que requerirán un esfuerzo adi- 3. Identificación de los repertorios existentes
cional: la identificación de las condiciones que hasta ese momento en el individuo (cabe se-
obstaculizan la adquisición de lo que se busca ñalar que una importante contribución de
enseñar-entrenar, así como de aquellas que por Macotela y Romay para efectuar este paso es
las peculiaridades del caso pueden fungir como el diseño del Inventario de habilidades bási-
facilitadores de dicha adquisición. Este esfuerzo cas,12 el cual constituye un modelo diagnós-
adicional implica por sí mismo “atención tico-prescriptivo muy aceptado, y por tanto
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utilizado, para el manejo de problemas aso- cuado de estimulación aversiva. Es así que, des-
ciados al retardo en el desarrollo). de la perspectiva conductual, una tarea funda-
4. Definición de los repertorios requeridos por mental en la educación especial sería el adies-
el individuo para propiciar su adaptación al tramiento extendido a paraprofesionales y no
contexto en el que se desenvuelve cotidia- profesionales de las ciencias del comportamien-
namente. to (médicos, enfermeras educadoras de mater-
5. Identificación de las variables ambientales y nal y preescolar y miembros de la familia), en el
orgánicas que pueden facilitar el desarrollo uso de técnicas encaminadas a prevenir la pre-
de los repertorios elegidos,13 así como tam- sencia de los tres factores mencionados anterior-
bién de aquellos comportamientos que obs- mente. 18
taculizan el entrenamiento de los requeridos Entre las técnicas empleadas por profesiona-
y que por tanto ameritan ser modificados.14 les conductuales para reforzar comportamien-
6. Evaluación permanente del progreso mostra- tos deseables y eliminar los indeseables en ni-
do por el individuo a partir del momento en ños con requerimientos especiales se encuentran:
que se interviene para lograr su habilitación.
• La economía de fichas. Procedimiento que ha
Cabe señalar que al llevar a cabo el primero de sido ampliamente utilizado como un siste-
estos pasos debe considerarse la presencia y la ma motivacional para eliminar repertorios in-
ausencia de precurrentes para lograr el entrena- deseables e incrementar deseables, no sólo
miento de otros comportamientos más comple- en el contexto de terapia sino también en el
jos. Ejemplos de esta clase de precurrentes son de rehabilitación.19
los repertorios de atención.15 Dicha concepción • Las diversas variaciones de los procedimien-
sobre el retardo en el desarrollo da como resul- tos de modelado, tales como el graduado, el
tado el que su pronóstico no sea visto “en forma dirigido, el participante y el encubierto, en-
fatalista por la naturaleza del daño orgánico pre- tre otros.20
sente o por la historia social del individuo sino, • La instigación de la conducta deseada.21
por el contrario, depende en forma directa de
las posibilidades de proporcionar un ambiente En nuestro país Florente López Rodríguez in-
que facilite el pleno desarrollo del individuo, el auguró en 1966 la primera escuela de Educa-
cual hasta el momento presente ha resultado ción Especial en Veracruz, la cual operó con la
inadecuado”.16 metodología conductual para establecer reper-
De manera complementaria, y potencial- torios básicos entre sus usuarios.
mente alentadora, la concepción conductual del
retardo en el desarrollo permite vislumbrar la Apor taciones
intervención temprana como una alternativa en a la educación superior
aquellos casos en los que, por anomalías bioló-
gicas, se pronostica retardo en el desarrollo. Ribes Las aportaciones del conductismo a la Educa-
explica que esto es posible si se reconoce que en ción Superior en México pueden ejemplificarse,
este tipo de anomalía no sólo intervienen facto- por mencionar sólo algunos, con los trabajos
res biológicos sino que con ellos convergen as- efectuados por:
pectos ambientales que potencializan la condi-
ción de discapacidad de un individuo. La • Fred Keller de Harvard, quien propuso el
intervención temprana se centraría entonces, Sistema de Instrucción Programada (SIP) que
según lo expuesto por Ribes,17 en evitar la pre- se difundió ampliamente en cursos universi-
sencia de: la carencia de reforzadores positivos tarios en la UNAM e incluso en el ITESO en
ante comportamientos deseables, el reforzamien- los años setenta, así como en Universidades
to de conductas indeseables y el empleo inade- del Brasil. Una de las características del Sis-
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tema era que cada estudiante avanzaba a su tud funcional. De tal forma, los currículos
propio ritmo, revisaba información que se actuales basados en competencias tienen al-
evaluaba de forma personalizada durante la gunos antecedentes en las propuestas
clase. Si el estudiante respondía adecuada- conductuales y en el desarrollo de la Tecno-
mente, el monitor firmaba una guía de estu- logía Educativa como modelo de Derivación
dio del área correspondiente al tema domi- Curricular, propuestas que se consolidaron
nado para indicar que el estudiante podía en nuestro país con aportaciones como las
continuar con el siguiente material. del doctor Víctor Arredondo, actual rector de
• Sánchez-Sosa y colaboradores, durante la se- la Universidad Veracruzana.
gunda mitad de los años 70 del siglo recien-
temente concluido,22 con el análisis de la Aportaciones como las anteriores han tenido
metodología empleada hasta ese momento repercusiones en varios aspectos primordiales.
por las investigaciones sobre establecimien- A manera de ejemplo sólo se considerarán algu-
to y mantenimiento de respuestas académi- nos que tienen que ver con los criterios para que
cas complejas, y con sus estudios sobre los un universitario sea evaluado como “buen estu-
Las aportaciones efectos del uso de guías de estudio en el ren- diante” (competente) o como “mal estudiante”
conductuales han dimiento de generalización en estudiantes (incompetente). Desde una perspectiva
sido expuestas universitarios, estos últimos financiados por conductual esta valoración se debe efectuar en
aparentemente sin la Administración de Investigación de la función de la calidad de sus ejecuciones y de la
una visión Universidad de Kansas, entre otros fondos. amplitud de la diversidad de las distintas formas
• Carpio y colaboradores desde principios de que emplea para dar solución a un problema; es
integrada del este siglo,23 con sus estudios tanto concep- decir, en función de que su comportamiento
hombre tuales como empíricos sobre distintos com- académico sea variado y efectivo, en términos
portamientos académicos (como la compren- del cumplimiento de logros. Desde una pers-
sión de textos científicos e interacciones pectiva particular tengo la convicción de que este
didácticas) en estudiantes universitarios, cen- criterio tiene una gran ventaja sobre los crite-
trando su atención en aquellas condiciones rios tradicionales que desencadenan explicacio-
que optimizan el desempeño de dichos com- nes circulares. Desde un punto de vista tradi-
portamientos. cional se considera que un alumno universitario
• Ibáñez,24 no sólo con su análisis interconduc- saca malas notas porque es un mal estudiante, y
tual sobre los procesos educativos sino prin- si se le califica como tal, es porque saca malas
cipalmente con sus propuestas teórico- notas; y de aquí al infinito, porque podemos
metodológicas tanto para el análisis de la iniciar una y otra vez la explicación de por qué
conducta de estudio (la resultante del contac- supuestamente ese alumno es un mal estudian-
to del aprendiz con el discurso didáctico),25 te. De este modo, quien porta tal etiqueta está
como para los sistemas de evaluación del des- condenado para siempre, pues “él es así, y no
empeño académico en el nivel superior. Sus pro- hay nada que hacer”. En cambio, desde una
puestas para el análisis de la conducta de es- perspectiva conductual, un universitario con el
tudio son el resultado de la importancia que título de mal estudiante, alentadoramente para
le concede a dicha conducta, para el apren- él, se trata de alguien que aún no ha aprendido
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dizaje de competencias en el contexto uni- a hacer ciertas cosas, pero como el llegar a hacer
versitario, y las fundamenta con evidencia ésas y muchas otras cosas más sólo es cuestión
empírica no sólo sobre el carácter intencio- de práctica y de buen entrenamiento, en un
nal de esta conducta sino también sobre al- futuro podrá llegar a hacerlas. Conforme esta
gunas condiciones que debe cumplir el dis- perspectiva puede entenderse, entonces, cómo
curso didáctico para facilitar el aprendizaje un mismo universitario es “mal estudiante” para
de competencias de distinto nivel de apti- algunos profesores (para aquellos cuyos criterios
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Las boas y el Azar

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de logro para su curso implica realizar acciones En la actualidad esta interpretación popular
que aún no sabe hacer el estudiante porque nun- del “supuesto” gran descuido que el conductismo
ca antes las había hecho), y un “buen estudian- ha tenido al considerar los procesos educativos,
te” para otros (curiosamente para aquellos cu- no es sino eso: una interpretación. Esto se debe a
yos criterios de logro para su curso requieren la que muchas de las aportaciones más recientes
realización de acciones que el estudiante sí sabe están sustentadas en principios interconduc-
hacer). Lo anterior evidencia que si un profesor tuales (movimiento que surge en los años 20),
se topa con un estudiantes aún no competente, más que conductuales.27 Lo anterior implica que
en lugar de ponerle la etiqueta de “mal estu- los componententes afectivo-emocionales sí son
diante”, debe diseñar su curso de tal manera contemplados, pero conceptualizados de for-
que el estudiante gradualmente vaya siendo com- ma no cartesiana. De aquí que desde una pers-
petente en la realización de las acciones que to- pectiva particular considero que la poca popu-
davía no ha aprendido a hacer. Expuesto lo an- laridad de las aportaciones conductuales se debe
terior surge una interrogante ¿a esto se le puede a que esta cuestión ha sido expuesta de forma
llamar deshumanizante? poco atractiva, aparentemente sin una visión
integrada del hombre, recurriendo al uso de un
lenguaje no coloquial en el ámbito educativo.
Límites y alcances
Sin embargo, cabe aclarar que existen incipien-
tes intentos de investigadores conductuales,28
Hasta el momento han quedando señaladas va- de describir aportaciones según este enfoque,
rias de las principales aportaciones que el aludiendo al término de “aprendizaje significa-
conductismo ha realizado a la educación. Pese a tivo” y propiciando así el manejo de un lengua-
que estas contribuciones están sustentadas en je cada vez más cotidiano en todos los niveles
datos provenientes de investigaciones sistemá- educativos.
ticas, éstas no han impactado en los diversos
contextos educativos como las cobijadas por las
Comentarios finales
perspectivas cognoscitivista, constructivista,
psicogenética y sociocultural, reconocidas como
aprendizaje significativo, aprendizaje situado y El conductismo ha sido duramente criticado
aprendizaje participativo.26 por su postura reduccionista y “deshuma-
Muy probablemente la razón de su incues- nizante”, sin embargo, como hemos revisado,
tionable efecto ha sido su convicción de anali- sus aportaciones han sido variadas en el campo
zar el proceso educativo considerando al apren- de la educación. Los enfoques cognoscitivistas
diz como un agente activo que siente, vive, son los que actualmente permean la cultura ge-
participa y reflexiona sobre todo aquello que se neral de contribuciones de la psicología a la edu-
encuentra aprendiendo. De este modo, cuando cación. La psicología actual enfrenta los retos
la perspectiva conductual habla de estudiar, con- de hacer aportes a una educación más integrada
siderar y/o contemplar, tanto las condiciones que y personalizada. Ello implica el abordaje del
facilitan como las que obstaculizan el que un comportamiento moral, la instalación de reper-
estudiante sea entrenado para ser competente torios de lenguaje que hagan a los estudiantes
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en una actividad específica, “pareciera” que con- inteligentes y autodidactas, así como habilida-
cibe al aprendiz como un agente pasivo (ser des de autoconocimiento y autoanálisis. Los años
reactivo) que sólo reacciona a las condiciones por venir seguramente serán altamente fructí-
ambientales a las que está siendo expuesto, ig- feros en cuanto a los aportes de la disciplina
norando así el componente afectivo-emocional psicológica en estos ámbitos de la educación, e
que lo hace un ser racional con voluntad propia. indudablemente especialistas en el tema con

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perspectiva conductual se unirán a tan deman- 9. Aragón, Laura y Arturo Silva. “Entrenamiento de una
dante pero apasionante labor. niña hipoacústica en articulación y formación de con-
cepto. Aplicación de una prueba estadística para N=1”,
en Isabel Galguera, Guillermo Hinojosa y Edgar
Notas
Galindo (comps.), op. cit, pp. 83-99; Ortega, Patricia
y Ángel León. “Establecimiento de respuestas gene-
1. Skinner, Burrus. Ciencia y conducta humana, traduc- ralizadas de elección de artículos mediante control
ción al castellano de Josefa Gallofré, Fontanella, Bar- discriminativo de lectura de labios en sujetos
celona, 1953. hipoacústicos”, en Isabel Galguera, Guillermo
2. Boada, Humberto et al. “Psicología, Sociología y Edu- Hinojosa y Edgar Galindo (comps.), El retardo en el
cación” en Genoveva Sastre et al, Enciclopedia prácti- desarrollo. Teoría y práctica, Trillas, México, 1988, pp.
ca de Pedagogía, tomo 6, Planeta, Barcelona, 1988. 100-114; Hinojosa, Guillermo. “Procedimientos
3. Para una visión general al respecto véase Edgar conductuales para la instrucción de niños sordos”, en
Galindo, Psicología y educación especial, Trillas, Méxi- Isabel Galguera, Guillermo Hinojosa y Edgar Galindo
co, 2001. (comps.), op. cit, pp. 141-154.
4. Bijou, Sydney. “El papel de los factores disposicionales 10. Ribes, Emilio. Técnicas de modificación de conducta.
en el análisis conductual del desarrollo humano”, en Su aplicación al retardo en el desarrollo, Trillas, México,
Sydney Bijou y Emilio Ribes (comp.), El desarrollo del 1974; Ribes, Emilio. “Algunas consideraciones sobre
comportamiento, FOMES-Universidad de Guadalajara, la prevención del retardo en el desarrollo”, en Isabel
Guadalajara, 1996, pp. 243-253. Galguera, Guillermo Hinojosa y Edgar Galindo
5. Galguera, María Isabel; Edgar Galindo y Bárbara (comps.), op. cit, pp. 250-258.
Hick. “Autismo y lenguaje”, en Isabel Galguera, 11. Macotela, Silvia y Marta Romay. Inventarios de habi-
Guillermo Hinojosa y Edgar Galindo (comps.), El lidades básicas. Un modelo diagnóstico-prescriptivo para
retardo en el desarrollo. Teoría y práctica, Trillas, Méxi- el manejo de problemas asociados al retardo en el desarro-
co, 1988. llo, Trillas, México, 1992.
6. Hinojosa, Guillermo. “Programa de comprensión de 12. Idem.
lenguaje para sordos”, en Isabel Galguera, Guillermo 13. Para ejemplificar la importancia de los factores am-
Hinojosa y Edgar Galindo (comps.), op. cit, pp. 132- bientales véase Patricia Ortega, Alejandra Salguero y
140. Laura Torres. “Retardo en el desarrollo: interacciones
7. Galguera, Isabel. “Problemas de socialización” en Isa- madre-hijo”, en Revista Psicología Contemporánea,
bel Galguera, Guillermo Hinojosa y Edgar Galindo núm.6, 1999, pp. 26-31.
(comps.), op. cit. 14. Sobre el particular resalta el Programa de entrena-
8. Backoff, Eduardo y Thomas Lovitt. “Tratamiento miento para padres y maestros para la modificación
conductual de la reversion de las letras b y d en niños de conductas problema en el niño, diseñado por Luis
con problemas de aprendizaje”, en Revista Mexicana Antonio Pineda, María de los Ángeles López, Nativida
de Análisis de la Conducta, núm. 5, 1979, pp. 75-82. Torres y Hugo Romano, Modificación de conductas
Backoff, Eduardo, Thomas Lovitt, Norma Larrazolo problema en el niño. Programa de entrenamiento a pa-
y Hugo Romano. “Adquisición, generalización y man- dres, Trillas, México, 1987.
tenimiento de problemas de suma, resta y multiplica- 15. Véase un ejemplo de entrenamiento de precurrente
ción”, en Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, en niños Down, en Joan Reiber, Elizabeth Goetz,
núm. 6, 1980, pp. 39-58; García, Vicente y Ely Donald Baer y Donald Green, “Increasing a Down’s
Rayek. “Análisis experimental de la conducta aritmé- child’s attending behavior with attention from
tica: componentes de dos clases de respuestas en pro- teachers and normal preschool children”, en Revista
blemas aritméticos de suma”, en Revista Mexicana de Mexicana de Análisis de la Conducta, núm.3, 1997,
Análisis de la Conducta, núm. 4, 1978, pp. 41-58; pp. 75-85.
Schoning, Frances. Problemas de Aprendizaje, Trillas, 16. Ribes, Emilio. “Algunas consideraciones sobre la pre-
México, 1990. vención del retardo en el desarrollo”, en Isabel
2
MAPAS
Galguera, Guillermo Hinojosa y Edgar Galindo 23. Carpio, Claudio et al. “El efecto de poner un criterio
(comps.), op. cit, p.251. de ajuste bajo tres modalidades en la evaluación de la
17. Ribes, Emilio. Técnicas de modificación de conducta. comprensión de textos”, trabajo presentado en el
Op. cit. Quinto Congreso internacional sobre conductismo y
18. Para contemplar las diversas maneras en las que esta ciencias de la conducta, Xalapa, 2000; Carpio,
tarea se ha efectuado con padres de hijos con requeri- Claudio et al. “El papel de los eventos consecuentes
mientos especiales, véase el trabajo realizado por Mi- en el análisis funcional de interacciones didácticas”,
lagros Damián y Vidal Vargas, “Cinco estudios sobre trabajo presentado en el Quinto Congreso interna-
el entrenamiento para padres”, en Edgar Galindo cional sobre conductismo y ciencias de la conducta,
(comp.), Psicología y educación especial, Trillas, Méxi- Xalapa, 2000; Carpio, Claudio; Rosalinda Arroyo,
co, 2001. César Canales, Carlos Flores y Germán Morales. “Un
19. Ayllon, Teodoro y Nathan Azrin. Economía de fichas. modelo de análisis de la Comprensión de textos”, tra-
Un sistema motivacional para la terapia y la rehabili- bajo presentado en el Quinto Congreso internacional
tación, Trillas, México, 1974. sobre conductismo y ciencias de la conducta, Xalapa,
20. Simón, M., V. Caballo y M. Durán. “Procedimientos 2000.
de modelado en modificación de conducta”, en Cas- 24. Ibáñez, Carlos. “Conducta de estudio y aprendizaje
tor Méndez Isabel Fraga y Manuel Peralbo (edit.), de competencias en educación superior”, trabajo pre-
Imitación y conducta humana, Servicio de Publicacións sentado en el Quinto Congreso internacional sobre
e Intercambio Científico, Santiago de Compostela, conductismo y ciencias de la conducta, Xalapa, 2000;
1996. Ibáñez, Carlos y María Amelia Reyes. “¿Cómo siste-
21. Véase un ejemplo del uso de esta técnica en Emilio matizar la evaluación del desempeño estudiantil en
Ribes y Elda Cantú, “Efectos de la instigación en el educación superior?”, trabajo presentado en el XVI
‘uso’ generativo de partículas gramaticales: ¿adquisi- Congreso mexicano de análisis de la conducta, Puer-
ción o mantenimiento?”, en Revista Mexicana de Aná- to Vallarta, 2003.
lisis de la Conducta, núm.4, 1978, pp. 59-66. 25. Ibáñez, Carlos y Emilio Ribes. “Un análisis intercon-
22. Sánchez-Sosa, Juan. “Evaluación metodológica de la ductual de los procesos educativos”, en Revista Mexi-
investigación contemporánea sobre respuestas acadé- cana de Psicología, núm.18, 2001, pp. 359-371.
micas complejas en la instrucción universitaria”, pri- 26. Para una exposición amplia de los lineamientos de
mera parte, en Revista Mexicana de Análisis de la Con- estas propuestas véase Frida Díaz-Barriga y Gerardo
ducta, núm.2, 1976, pp. 207-219. Hernández. Estrategias docentes para un aprendizaje
Sánchez-Sosa, Juan. “Evaluación metodológica de la significativo, McGrall Hill Interamericana, México,
investigación contemporánea sobre respuestas acadé- 2003.
micas complejas en la instrucción universitaria”, se- 27. Para una distinción entre conductismo e intercon-
gunda parte, en Revista Mexicana de Análisis de la ductismo, véase Carlos Ibáñez y Emilio Ribes. Idem.
Conducta, núm.3, 1977, pp. 87-101; Sánchez-Sosa, 28. Por ejemplo Rafael Moreno, Rafael Martínez y Julio
Juan; George Semb y Robert Spencer. “Efectos del Varela. “Mejora del rendimiento académico en una
uso de guías de estudio sobre el rendimiento de gene- materia universitaria mediante el fenómeno de apren-
ralización en la enseñanza de nivel universitario”, en dizaje significativo”, trabajo presentado en el XVI Con-
Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, núm.4, greso mexicano de análisis de la conducta, Puerto
1978, pp. 175-190. Vallarta, 2003.
agosto 2004–enero 2005

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