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 Herbáceos   Actualidad  

El lúpulo, un cultivo con proyección de


futuro
 16 octubre, 2019
El lúpulo es uno de los ingredientes fundamentales de la cerveza,
este le confiere el aroma y, sobre todo, el sabor amargo
característico. Aunque es un cultivo con poca superficie en
España (570 ha aprox.), la demanda de esta planta es cada
vez mayor por parte de las cerveceras nacionales, que tienen que
importar anualmente cerca del 50%. Por lo que el sector está cada
vez más enfocado en su crecimiento, sobre todo, apostando por
la reconversión varietal.

Elena Martín. Redacción  

La producción de lúpulo en España se destina en su totalidad a la elaboración de


cerveza, concentrándose en mayor medida en Castilla y León, con el 95% de la superficie
y el 99% de la cosecha nacional. El resto de la producción se sitúa principalmente
en Cataluña, La Rioja y Galicia.
El lúpulo es una planta que, a pesar de ser capaz de producir desde el año de su
plantación, no alcanza su rendimiento óptimo hasta el tercer año de cultivo. Se cultiva en
zonas húmedas, principalmente en las riberas de los ríos, donde las temperaturas no son
muy elevadas durante la floración y maduración de las flores.
Al tratarse de una planta trepadora es preciso construir un sistema entutorado permanente
que consiste en un enrejado de alambre en forma de cuadro sujeto por postes de madera
tratada y de, aproximadamente, seis metros de luz. La plantación se realiza en primavera
en terrenos con suelos profundos y permeables.
En los años ochenta, sólo en la provincia de León había más de 1.500 hectáreas
destinadas a su cultivo, obteniéndose más de 2.000.000 kilos de producto. Sin embargo,
se produjo un descenso paulatino en la superficie y en la producción, debido, entre otras
razones, al envejecimiento del sector (la edad media de los cultivadores de lúpulo en 2007
era de 53 años).
En la última década, además de haberse estabilizado la superficie en torno a las 550
hectáreas se ha reducido la edad media de los cultivadores a 49 años. En 2018, se
cosecharon 900 toneladas de flor de lúpulo en las más de 500 hectáreas cultivadas a nivel
nacional, con un rendimiento medio de 1,62 t/ha.
“La cosecha de este año ha empezado un poco antes porque hemos tenido mucho
oídio, y creemos que habrá una reducción, pero estimamos que pueda estar en
torno a las 930 toneladas”, destaca Alberto Martínez, productor y representante de la
SAT Lúpulos de León. La superficie cultivada en 2019 es de, exactamente, 539 ha,
correspondiendo 485 ha a la variedad Nugget, 25 ha a la Columbus y 29 ha para el resto,
según datos de la agrupación de cultivadores.
 

Cuidados del cultivo

Durante el primer año la planta no exige mayor cuidado que el de mantenimiento de


humedad suficiente en el terreno. En el segundo, la planta se poda en primavera para
unificar la brotación posterior, y se lleva a cabo el primer abonado de cobertera. En abril
empiezan a salir los primeros brotes, y es en mayo cuando se procede a la labor de
entutorar la planta. Gracias a este proceso se acelera su crecimiento, alcanzando su altura
máxima a finales de junio para continuar con su floración y maduración de las flores.
En septiembre se lleva a cabo su cosecha. Para la que se utilizan peladoras en las que, a
través de un sistema de ventiladores y tapices, se separan las flores del resto del material
vegetal. Posteriormente, se procede al secado mediante una corriente de aire previamente
calentado (el contenido en humedad se reduce del 80% al 11% aproximadamente). Este
proceso acaba con la entrega del lúpulo en las instalaciones de la empresa, donde, una
vez superados los controles de calidad, se transforma en pellet o granulado, y es
envasado en atmósfera inerte para una mejor conservación del producto de cara a su
comercialización.
 

Impulso al sector
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha mostrado su interés por el
desarrollo del sector del lúpulo para dinamizar el medio rural, y ha destacado su apuesta
por la sostenibilidad y la proyección de futuro del cultivo. En abril de este año se ha
aprobado una normativa para mejorar las condiciones productivas del cultivo del lúpulo y
aumentar la rentabilidad de las explotaciones.
Se trata de un Real Decreto que cuenta con dos líneas de ayudas, con una dotación
presupuestaria de 350.000 euros/año, para el establecimiento de nuevas plantaciones de
lúpulo, la reconversión y mejora de las plantaciones existentes, y ayudas para la
adquisición de maquinaria especifica. Además, Esperanza Orellana, directora general de
Producciones y Mercados Agrarios, remarca que es necesario aumentar el
asociacionismo, a través de las organizaciones de productores, que ayudan a vertebrar el
sector del lúpulo y mejoran la posición de los agricultores en la cadena de valor
agroalimentaria.
“Hay 250 agricultores que producen lúpulo en España, y, aunque
no es una cantidad muy elevada, nuestro objetivo es que esa cifra
crezca y mejore el cultivo en calidad, siendo principal la
incorporación de las variedades más demandas por la industria
cervecera”, apunta la directora que, además, ha valorado el
esfuerzo de modernización del sector productor del lúpulo y la
industria cervecera para apostar por nuevas variedades más
resistentes a plagas y con nuevas características organolépticas
como, por ejemplo, la apuesta por las variedades aromáticas.  

El sector cervecero español, representado


por Jacobo Olalla, director de Cerveceros de España, junto a la multinacional productora
y comercializadora de lúpulo en la localidad leonesa de Villanueva del Carrizo, Hopsteiner
España, representada por su director general, José Antonio Magadán; y la SAT Lúpulos
de León, representada por Alberto Martínez, productor de lúpulo, agradecen esta
apuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) por el campo español,
y destacan las afirmaciones de la directora general de Producciones y Mercados Agrarios,
Esperanza Orellana, sobre el fuerte potencial de crecimiento que tiene el cultivo del lúpulo
mediante la reconversión varietal.
“Ahora hay que invertir en el desarrollo de nuestro sector. Esto
significa obtener mejores equipos de secado, materias activas que
sean eficaces para el control de enfermedades, etc., por lo que el
apoyo económico del MAPA es fundamental para experimentar una
modernización en el cultivo del lúpulo”, apunta Martínez.
 

Nuevas variedades en marcha

Durante los primeros años del siglo XXI, en el mercado internacional se intensificaba la
aparición de nuevas variedades mucho más productivas que las cultivadas en España.
Variedades que solamente podían ser cultivadas previa autorización. En 2015 la industria
nacional se hace a un lado y permite que una multinacional del sector del
lúpulo, Hopsteiner España, asuma la responsabilidad de producción de nuevas
variedades.
De este modo, según explica Magadán, se planificó una estrategia de mejora del sector de
los productores enfocada, principalmente, a conseguir un aumento de competitividad, a
través de la mejora de las prácticas agronómicas junto a la utilización de nuevas
variedades mucho más productivas y la renovación de los sistemas de procesamiento
(selección, secado y envasado).
Con el objetivo de encontrar cuáles de las variedades seleccionadas eran las que mejor se
podían adaptar al cultivo en España, en 2016 Hopsteiner España pone en marcha
un ensayo agronómico con diez variedades (cinco aromáticas y cinco amargas). Este lo
ha llevado a cabo de forma consensuada con toda la industria elaboradora de cerveza y la
SAT Lúpulos de León, en su finca experimental de Villanueva del Carrizo, en León, en la
que cuenta con ocho hectáreas divididas en dos parcelas en producción y otra dedicada a
la experimentación, cada una de 1,7 ha.

Teniendo en cuenta que la mayor parte


del cultivo en España se centra en la variedad Nugget (con 484 ha), Columbus (con 32
ha), Eureka con (9 ha), Cascade (con 4 ha) y Apollo (con 3 ha); y después de tres años de
ensayos, Eureka, Apollo y Bravo han sido las variedades amargas que mejores resultados
han ofrecido, y Lemondrop, en las aromáticas. “Estas variedades ya se han puesto en
campo y ocupan el 8% de la superficie cultivada en este momento. El resultado es
esperanzador, sobre todo, el de la variedad Eureka”, apunta el director de Hopsteiner.
Desde la SAT Lúpulos de León, Alberto Martínez, se muestra
ilusionado y afirma que aunque aún es pronto para afirmarlo, las
nuevas variedades pueden funcionar muy bien. Además, apunta
que “si los cerveceros las demandan, a nosotros también nos
interesa cultivarlas”. 
 

Sector cervecero español

Jacobo Olalla, director general de Cerveceros España, afirma que el lúpulo “es el
alma de la cerveza” y añade que España se ha convertido en el tercer país productor
de cerveza de la Unión Europea (UE). Desde el sector cervecero español destacan el
crecimiento del número de compañías cerveceras en 2018 (18 más que el año anterior,
con un total de 538), lo que refuerza el dinamismo del sector y la expansión de la cultura
cervecera. Además, según destaca Olalla, el 90% de la materia prima que adquiere el
sector cervecero nacional es de origen español.
Este también es referente en el panorama agroalimentario por su contribución a la
economía. El valor de la cerveza en el mercado supera los 15.000 millones de euros,
alrededor del 1,3% del PIB y genera cerca de 7.000 millones de euros de valor añadido a
la economía. Con una cifra de negocio de 3.563 millones de euros, la producción de
cerveza impulsa el sector agroalimentario, equivalente al 21% del total del sector de
bebidas y el 3% del sector alimentario en su conjunto

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