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TEMA 2: AL-ÁNDALUS EVOLUCIÓN POLÍTICA

INTRODUCCIÓN:​ ​Al-Ándalus corresponde a la denominación musulmana de los territorios conquistados en Hispania que
perduró bajo su dominio desde el siglo VIII hasta finales del siglo XV, momento en el que los Reyes Católicos (1492)
conquistaron el último bastión musulmán de la península ibérica, el reino nazarí de Granada. Este período alterna épocas
de esplendor con otras de debilidad y cronológicamente diferenciamos dos fases: Una etapa con tendencia a la
centralización que dura entre los años 711 y 1031 y otra disgregadora que abarca del 1031 al 1492.

DESARROLLO:​ La conquista musulmana de la Península Ibérica se puede diferenciar en dos fases:


La primera fase abarca entre los años 711 y 716. Durante este período la monarquía visigoda, cuyo rey Don Rodrigo se
encontraba en plena guerra civil con los witizanos. Precisamente éstos últimos, pidieron ayuda a los musulmanes para
que les ayudarán en la guerra. En el 711, Tariq junto a su ejército (formado principalmente por berebéres) cruza el
Estrecho de Gibraltar y se enfrenta a las tropas de Don Rodrigo venciéndoles en la batalla de Guadalete. Esta victoria
marca el inicio de la conquista de la península que más tarde, Tariq junto a Musa (gobernador de Ifriqiya y actual Magreb)
ocupan rápidamente casi toda la península ibérica, estableciendo la capital en Córdoba. Una parte importante de las
conquistas se debió a las capitulaciones, en la cual los musulmanes concedían amplios privilegios a los vencidos, pues
éstos conservaban sus tierras y podían seguir practicando su religión a cambio de pagar un impuesto (p.j pacto de
Teodomiro). Si, por el contrario, no se llegaba a un acuerdo, las tierras se repartían entre la nobleza y miembros del Ejército.
En la segunda fase de conquista (716-732), los musulmanes intentan atravesar los pirineos para llegar a la Galia

pero son derrotados por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732). Como consecuencia, el avance musulmán se paraliza
y la iniciativa musulmana tiende a la centralización de los territorios conquistados en la península. Por último, el reino
visigodo desaparece y parte de los antiguos hispano-visigodos se refugiaron en el cordillera cantábrica, que dirigidos por
Don Pelayo consiguieron hacer frente a las tropas musulmanas en la batalla de Covadonga​ ​(722).
Emirato dependiente:​ Durante este periodo (713-756), el territorio conquistado se convirtió en una provincia del califato
omeya de Damasco, que era gobernada por un emir y éste dependía en los aspectos políticos y religiosos del califa. Entre
los años 714 y 719, Al-Ándalus sufre una gran inestabilidad política por los siguientes factores:
● Durante este período hubo más de 19 emires, lo que pone de manifiesto la gran inestabilidad reinante.
● Además, las relaciones entre musulmanes y la población hispanovisigoda mediante las capitulaciones comienza a
deteriorarse cuando el establecimiento de los invasores provoca las primeras tensiones.
● Por otra parte, comienzan los enfrentamientos entre los árabes y bereberes a causa de la discriminación que
deriva en el reparto de territorios conquistados: los árabes con las tierras más fértiles (Valle del Guadalquivir, del
Levante y del Duero), mientras que los bereberes en zonas montañosas y mesetas.
● La vía de escape para los musulmanes va a ser la expansión musulmana hacia el norte, con el objetivo de buscar
más tierras (economía de guerra basada en el botín), que acaba con la resistencia de los antiguos hispano-visigodos
en Asturias (batalla de Covadonga), hecho que marcará el inicio de la expansión de los cristianos hacia el sur, y el
fracaso en el intento de conquistar la Galia siendo derrotados en la guerra de Poitiers ​(732).
● La situación se complica aún más, cuando los bereberes no se sentían defendidos por los árabes debido a los
continuos saqueos en la meseta y es cuando llaman a los sirios y luchan contra los árabes desplazándose del Poder.
● En el año 750 la dinastía omeya, que hasta el momento había gobernado en Damasco, es desplazada del poder
por la familia de los Abasidas, matando a todos sus miembros de la familia excepto a Abderramán I que logra
escapar. Los abasíes trasladaron la capital a Bagdad y Abderramán I tras lograr refugiarse en la Península Ibérica
logra apoderarse del gobierno de Al-Ándalus (756), proclamándose emir con el respaldo de los sirios, yemeníes y
algunos de los berebéres.

Emirato independiente: ​Durante este período (756-929), Al-Ándalus se independiza políticamente del Califato de Bagdad y
Abderramán I funda el emirato independiente de Córdoba. Para ello afianzó su poder: aumentando los impuestos,
rodeándose de un grupo de fieles (sirios, yemeníes y algunos bereberes), pactando con los árabes y formando un grupo de
mercenarios. Desde el punto de vista administrativo, Al-Ándalus se divide en 22 coras de las cuales destacan tres marcas
(Zaragoza, Toledo y Badajoz) cada una de ellas estaba gobernada por un walí. El dominio musulmán en la Península se
consolidó pero no faltaron los problemas internos como las tensiones entre los árabes y bereberes, las revueltas en contra
del poder cordobés por los mozárabes y muladíes (pagaban altos impuestos por su condición de cristianos) y el avance de
los reinos cristianos por el norte. Tras la muerte de Abderramán I le sucede Al-Hakam I. Durante su reinado, el estado
islámico se debilita por el aumento de la presión franca en la frontera a la cual envía un ejército para hacerles resistencia.
Además, aparecen nuevos ministerios llamados diwas y Carlomagno crea la marca hispánica en los pirineos (Girona y
Barcelona). Por último, destaca la rebelión muladí en toledo o Jornada del foso (797) y la rebelión mozárabe en Córdoba o
Motín del Arrabal (818). La llegada al poder de Abd Al-Rahman II, fue la época de mayor esplendor en la cual la agricultura
se vio favorable por la buenas cosechas, se desarrolla el comercio con el norte de África, desaparecen los intentos de
rebelión y el emir es capaz de controlar todo el Al-Ándalus. Esta coyuntura económica positiva fomenta la centralización del
poder absoluto del emir. Tras esta etapa de esplendor (822-852), se inicia una crisis en el Emirato, donde vuelven a
comenzar las rebeliones y las tendencias son disgregadoras (solo controla Córdoba y alrededores). En las demás provincias,
cada gobernador ejerce el poder de forma autóctona, dando lugar a que el poder del emir sea menos efectivo. Además,
surgen intentos nacionalistas por parte de los muladíes y mozárabes (p.j Rebelión muladí del Ibn Hafsun en Córdoba). A
partir del s.X , la inestabilidad económica es definitiva y con la llegada al poder de Abd Al-Rahman III (912-961) se consigue
poner paz y controlar el Al-Ándalus, iniciándose el Califato de Córdoba (929-1031).
Califato de córdoba:​ Abd Al-Rahman III se proclama califa de Córdoba en el año 929 declarando su independencia total
respecto al Califato Abasí, de forma que todo el poder se centraliza en él mismo. Su reinado destaca como la época de mayor
apogeo caracterizándose por:
● Prosperidad económica por el aumento de los ingresos a través de los impuestos y el control de la ruta de oro en
Sudán que convierte a la moneda (dinar) muy poderosa. Además, esta economía favorable les permitió ejercer
una centralización administrativa desplazando a los árabes (Medina Al-Zahra).
● Crea un ejército profesional formado por bereberes y eslavos (antiguos cristianos), con el cual frena el avance
cristiano fijando la frontera en el río Duero. Al-Ándalus se convierte en un estado militarizado y los reinos
cristianos se convierten en vasallos del califato. Aumenta la presión fiscal y la nobleza también paga impuestos.
● Se establece el protectorado y aparece el cargo de visir y hachib.
Tras su muerte, le sucede su hijo Al-Hakam II y su reinado destaca como la etapa de mayor esplendor cultural y artístico.
Posteriormente, le sucede Hisham II ,que fue un califa sin poder político sino representativo porque durante su reinado
nombra al Almanzor como hachib que poseía el poder militar y civil. Establece el poder de forma dictatorial la cual
justifica a través de las “Razzias” para pagar el ejército y mantener a la dictadura. En el 1008 muere Almanzor y le sucede
Abd el Malik, su hijo. Más tarde, en el 1031 con la muerte Hisham II se produce la desintegración del Califato y aparecen
los I Reinos Taifas.
I Reinos taifas:​ Los reinos taifas gozaron de una cierta prosperidad económica y un gran desarrollo cultural, pero política y
militarmente eran muy débiles. En el 1085, la Taifa de Toledo fue conquistada por el rey Alfonso VI de Castilla. Las taifas,
alarmadas por el peligro, llamaron en su auxilio al Imperio Almorávide del norte de África que acabaron derrotando a los
cristianos y en 1090 dominan el territorio haciendo que desaparezcan las taifas.
I​mperio almorávide: ​A principios del S. XII los territorios musulmanes de la Península se habían convertido en una
provincia del imperio almorávide. Existe una centralización del territorio pero en realidad el territorio es independiente.
Dominaban las ciudades y las vías de comunicación y en el 1118, Alfonso I toma de Zaragoza. En el 1144 el imperio
almorávide cae desintegrándose nuevamente Al-Ándalus en los II Reinos Taifas, entre las que destaca las del Rey Lobo en
Murcia (Ibn Mardanish).
II Reinos taifas​ (1146-1175): Se caracteriza por las luchas internas entre los distintos reinos dando lugar a un periodo de
inestabilidad política que acaba con la llegada de los almohades.
Imperio almohade: ​Los almohades vencen a los cristianos en Alarcos (1195) arrebatandoles los territorios que habían
conseguido en la II Reinos Taifas. Más tarde, los reinos cristianos se unen a través de una cruzada contra el Islam practican
la guerra santa y vencen a los almohades en las Navas de Tolosa (1212). El imperio entra en crisis en el 1224 y más tarde
se desintegra dando lugar a los III Reinos Taifas.
III Reinos taifas: ​Estos reinos son consecuencia de la débil organización política de Al-Ándalus, que en el año 1238 solo
queda el reino de Granada que es vasallo de Castilla a partir de 1246. Castilla se hace con el control del estrecho con la
toma de Tarifa y Algeciras y derrotan a los Benimerines en la batalla de Salado (1340). En el año 1492 se dio la derrota del
último rey nazarí (Boabdil) a manos de los reyes católicos, concluyendo así la reconquista de los cristianos y el fin del
Al-Ándalus.
CONCLUSIÓN:​ ​La toma de Granada supuso el final de ocho siglos de presencia musulmana en la Península Ibérica, un
período que se caracterizó por el desarrollo de una cultura árabe de gran repercusión en los reinos cristianos y en los
distintos ámbitos. La lengua árabe como origen de muchas palabras en el castellano, multitud de monumentos como la
Mezquita de córdoba y los Reales Alcázares en Sevilla, la difusión de conocimientos matemáticos (uso del cero,
trigonometría, álgebra…), el desarrollo de la reflexión filosófica (destaca Averroes), impulso artístico en la arquitectura
cuyas manifestaciones más relevantes fueron la mezquita y el palacio… etc.
El matrimonio entre Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón respectivamente, dio como resultado la unificación de
ambos reinos. Aprovechando la estabilidad y fortaleza que les daba la nueva situación, iniciaron una campaña militar contra
Granada, en el año 1482, que se mezcló con una guerra civil interna. En 1492, Boabdil, el último rey de Al-Ándalus, entregó
Granada al reino de Castilla. Con este episodio finalizaba la presencia musulmana en la Península Ibérica.

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