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Universidad central del este (uce)

Nombre:
Danny j. jiminian

Matricula

2017-2816

Materia:
Nutrición lab

Sección
Lunes 10 a 12

Tema:
Terapia nutricional
Introducción

La terapia nutricional ha sido reconocida por milenios como el pilar


fundamental en el tratamiento de la diabetes, y lo sigue siendo en
nuestros días. Las recomendaciones actuales establecen que el aporte
calórico debe considerar el grado de obesidad y el nivel de actividad física
del paciente, mientras que existe cierta flexibilidad en la distribución de
los carbohidratos debido a los avances en la terapia farmacológica.
terapia nutricional para diabetes mellitus

HISTORIA
“Cualquier enfermedad que pueda ser curada sólo con dieta no debe ser
tratada de otra forma” (Maimónides, 1199). La importancia de la dieta en el
tratamiento de la diabetes ha sido reconocida durante siglos por distintas
culturas. Ya en el papiro de Ebers (1550 AC) se recomiendan intervenciones
nutricionales específicas para tratar la diabetes. Lo mismo hacen Galeno y
Areteo de Capadocia (s.II DC), y posteriormente Avicena (1020) y Abd El Latif
Al Baghdadi (1225). Más recientemente y con el mayor conocimiento de la
etiopatogenia de la diabetes aparecen la dieta de “Carne y Grasa” de Roll en
1797, las dietas completas de albúmina y grasas de Naunyn (1898), y las
“Curas de Avena” de von Noorden (1938).

Antes del descubrimiento de la insulina en 1922 por Banting y Best el manejo


dietario era el único tratamiento posible para las personas con diabetes, que en
su mayoría eran diabéticos tipo 1.

Durante el último medio siglo el escenario ha cambiado y hemos sido testigos


del impactante aumento de la obesidad en todo el mundo. Si bien las causas
de esta verdadera pandemia son múltiples, hay un aspecto que debe llamar
nuestra atención: hemos heredado los genes de nuestros ancestros cazadores
y recolectores, quienes sobrevivieron por tener la capacidad de almacenar
nutrientes como tejido adiposo para ser utilizados en periodos de carencia, los
que son en la actualidad prácticamente inexistentes.

Lo anterior explica por qué una adecuada nutrición sigue siendo considerada el
pilar del tratamiento de la diabetes aún cuando se dispone de numerosos tipos
de insulina y fármacos hipoglicemiantes.

RECOMENDACIONES ACTUALES
Los objetivos de la terapia nutricional son lograr y mantener un nivel de
glicemia y Hemoglobina Glicosilada A1c (HbA1c) normales o casi normales,
mantener parámetros lipídicos que reduzcan el riesgo cardiovascular y lograr
presiones arteriales en rangos aceptables y seguros. En niños, adolescentes y
mujeres embarazadas o en lactancia que presentan diabetes la meta
nutricional consiste en aportar una alimentación que sea suficiente para
garantizar un crecimiento y desarrollo adecuados. Para quienes son tratados
con insulina o fármacos insulino-secretores (sulfonilureas y meglitinidas) la
terapia nutricional debe enfocarse en educar al paciente para mantener
conductas seguras durante la realización del ejercicio físico que prevengan y
traten la hipoglicemia, como asimismo ayudar a controlar la hiperglicemia
durante enfermedades intercurrentes. Alcanzar los objetivos nutricionales
requiere de un equipo de profesionales coordinado que enfoque sus esfuerzos
en la participación activa del paciente. Debido a la complejidad desde el punto
de vista práctico que representan los aspectos nutricionales, es recomendable
que la información y educación sea otorgada por un profesional nutricionista
capacitado y con habilidad en implementar terapias de cambio de estilo de
vida.

Diversos estudios han reportado


mejorías del control metabólico
con reducción de la HbA1c entre
0.25 y 2.9% con terapia
nutricional luego de 3 a 6 meses
de iniciada, observándose los
mejores resultados en pacientes
diabéticos de corta evolución.
Esto resalta la importancia de
implementar precozmente las
intervenciones nutricionales. En
cuanto a la periodicidad de los
controles, se ha observado que
las visitas mensuales o
trimestrales logran no solamente
una reducción sostenida de la
HbA1c, sino también mejorías en
los parámetros lipídicos y en las
cifras de presión arterial.
terapia nutricional para infarto agudo al miocardio
En la enfermedad coronaria (infarto agudo de miocardio, angina de pecho
estable e inestable), el tratamiento dietético va a estar condicionado a la
gravedad y al momento evolutivo de la enfermedad. Tras la fase aguda del
infarto de miocardio, cuando el paciente es dado de alta, el objetivo principal es
realizar prevención secundaria de los factores de riesgo cardiovascular, reducir
la carga de trabajo del corazón y promover pautas de estilo de vida saludable.

El plan de alimentación recomendado debe ajustarse a las siguientes pautas:

Energía
Las calorías totales de la dieta deben ser las adecuadas para obtener un peso
lo más cercano posible al ideal y mantenerlo lo largo del tiempo. Asegurar un
peso saludable es fundamental en el tratamiento de las enfermedades
coronarias, ya que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo
cardiovascular modificables, es decir, aquéllos sobre los que podemos actuar.
Y es que la pérdida de peso produce muchos beneficios:
 Disminuye las cifras de colesterol malo (LDL).
 Reduce los triglicéridos.
 Baja las cifras de presión arterial.
 Eleva los niveles de colesterol bueno (HDL).
 Evita que se sobrecargue de trabajo al corazón.
Por lo tanto, la estrategia dietética en pacientes coronarios con obesidad se
basará en un plan de alimentación individualizado, hipocalórico, bajo en grasas,
que tendrá como objetivo adecuar las calorías al gasto energético que
favorecezca una pérdida de peso gradual y sostenible. La aportación de
nutrientes debe ser equilibrada, rica en carbohidratos, suficiente en proteínas
de alto valor biológico y baja en grasas saturadas.

Grasas totales
Se recomienda que las grasas totales cubran menos de un 30% del total de
calorías. Es muy importante distribuir los ácidos grasos de manera saludable, o
sea, se favorezca la presencia de ácidos grasos insaturados y se limite la
cantidad de ácidos grasos saturados y colesterol.

 Ácidos grasos saturados. La dieta en la enfermedad coronaria debe ser


baja en grasas saturada, aportando entre un 8-10% del total de calorías. En
algunos casos, en una segunda etapa es necesario reducir a menos del 7% de
las calorías diarias. Este tipo de ácido graso se encuentra en los alimentos de
origen animal, como los lácteos enteros, quesos, carnes, mantequilla o aves.
También está presente en algunos aceites vegetales, como el de coco, palma y
palmiste, que son utilizados frecuentemente en productos industrializados y
bollería. Para cumplir las recomendaciones es necesario reducir la cantidad de
grasa saturada, adoptando unos simples cambios en la selección de alimentos.
Por ejemplo, reemplazar los lácteos enteros por semidesnatados o desnatados,
retirar la grasa visible de las carnes y la piel de las aves, sustituir la mantequilla
por aceite de oliva y utilizar métodos de cocción como el hervido, el vapor, el
asado o la plancha.
 Ácidos grasos polinsaturados. Según los especialistas, el aporte
recomendado no debe sobrepasar el 10% de calorías diarias. En este grupo se
incluyen los ácidos grasos omega 3, presentes en pescados azules como las
sardinas, el salmón, el jurel y la caballa, y los omega 6 de las semillas y
cereales. Es muy saludable consumir entre 3 y 5 raciones semanales de
pescado, procurando que al menos una de ellas sea de pescado azul.

Hidratos de carbono
Representarán aproximadamente el 55% de las calorías totales. Para lograrlo,
es fundamental aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales. Al menos
5 raciones diarias deben provenir del grupo de frutas y verduras.

Proteínas
Aportarán alrededor del 15% de las calorías totales. Están presentes en
carnes, pescados, huevos, aves, legumbres y lácteos .

Colesterol
Menos de 200-300 mg al día. El colesterol se encuentra solamente en
productos de origen animal.
Sodio
Se restringe según la prescripción dietética. Es conveniente cocinar sin sal,
utilizando en su lugar condimentos como ajo, cebolla, tomillo, clavo de olor,
pimienta, orégano, etc.
La adopción de hábitos cardiosaludables, como dejar de fumar y hacer
ejercicio, es una medida imprescindible en el tratamiento de la enfermedad
coronaria. En el caso de la actividad física, ésta debe emprenderse siempre
bajo indicación médica y de manera gradual. Otro hábito alimentario
recomendable es realizar comidas de poca cantidad, divididas en al menos
cinco ingestas diferentes a lo largo del día (desayuno, media mañana, comida,
merienda, cena). Este fraccionamiento contribuye a que el gasto cardiaco
necesario para metabolizar los alimentos sea menor.

terapia nutricional para pacientes inmunosuprimidos

Hernia de Hiato
Fisiopatología
Factor responsable del reflujo gastroesofágico y la esofagitis
Es una anomalía adquirida, en la cual una parte del estomago asciende hacia el tórax
a través de un orificio ubicado en el diafragma

Terapia nutricional
Adelgazamiento y disminución del tamaño de las comidas
Evitar comidas pesadas, tentempiés
Evitar comidas altas en lípidos antes de acostarse
Reducir consumo de alcohol
Indigestión y dispepsia
Dispepsia: Molestias o dolor persistente en el abdomen superior (reflujo esofágico,
ulceras peptídicas, afectación biliar, otro)
Dispepsia funcional: molestias gastroduodenales persistentes o recurrentes de origen
desconocido. (estrés, estilo de vida)

Terapia nutricional
Reducción del consumo de lípidos
Ingesta de comidas de menor tamaño
Dietas hipocalóricas
Ejercicio leve (beneficios)
Cirugía
Gástrica
Aparecen en la curvatura menor

Terapia nutricional
Ulceras duodenales
Disminuir el consumo de:
Alcohol
especias, pimienta roja y negra
Café y cafeina
-Aumentar la ingesta de Omega 3 y 6 (protectores)
-Evitar derivados del tabaco
-Reducir o interrumpir la administracion de aines
-Alimentos proteicos (leche, revestir el estomago)
-Probióticos
Evaluar concentraciones de Vit. B12 (-)
Calcio, hierro y otros nutrientes (-)
Evitar: Irritantes, alimentos a altas temperaturas, alimentos ácidos, pimientos, bebidas
alcoholicas.
terapia nutricional para pacientes con cáncer de cabeza
y cuello
Los pacientes que reciben tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello suelen
estar malnutridos incluso antes de comenzar el tratamiento. En la mayoría de
los casos, siguen estando malnutridos debido a los efectos secundarios
causados por los tratamientos de estos cánceres. Estos pueden incluir pérdida
o cambio en el gusto, mucositis (llagas en la boca), xerostomía (boca seca),
fatiga, náuseas y vómitos. Es importante controlar estos efectos secundarios y
tratar los problemas de nutrición en las primeras etapas del tratamiento del
cáncer, ya que puede mejorar el pronóstico.
Para promover una mejor nutrición, su dietista puede indicarle que cambie la
consistencia de los alimentos que come. Los siguientes son cambios en la dieta
que se recomiendan comúnmente para los pacientes que reciben tratamiento
por cáncer de cabeza y cuello. Usted puede cambiar de una dieta a otra arriba
y abajo de la lista, dependiendo de las recomendaciones de su dietista. 

Dieta blanda
Una dieta blanda consiste en alimentos que se puedan triturar fácilmente con

un tenedor. Estos alimentos son más fáciles de masticar y tragar. Algunos

ejemplos son:

 Pollo, pavo o cerdo cocidos a fuego lento, cortados en trozos

pequeños o carne molida humedecida con salsa

 Pescado escamoso

 Ensalada de atún, pollo o huevo, finamente picada y bien humedecida

 Vegetales cocidos suaves o enlatados cortados en trozos pequeños

 Plátano maduro o fruta blanda enlatada

 Pasta o macarrones bien cocidos y bien humedecidos con salsa o

salsa
Dieta en puré o licuada
La mayoría de los alimentos se pueden hacer puré o mezclar en una licuadora
y obtener una consistencia que sea aún más fácil de tragar. Después de que un
alimento es hecho puré, no necesita ser masticado, sólo tragado. Todavía
deben ser capaces de mantener su forma en una cuchara. Algunos ejemplos
son:

Puré de papas o batatas

Puré de manzana suave u otras frutas (suave, sin trozos)

Hortalizas en puré (lisas, sin trozos)

Puré de pollo, pavo, cerdo, carne roja o pescado. Use caldo o salsa para
purificar fácilmente estos alimentos hasta lograr una consistencia apetitosa.

Dieta completamente líquida


Una dieta completamente líquida consiste en alimentos que son líquidos
suaves y vertibles. Algunos ejemplos son:

Todas las bebidas incluyendo agua, leche, jugo, café y té

Crema fina de trigo o avena

Yogur, pudín, helado (sin trozos de fruta, chocolate, nueces, etc.), batidos,
batidos de leche

Sopas licuadas (puede usar caldo para hacerlas más suaves)

Frutas y verduras licuadas (puede necesitar jugo para hacerlas más finas)

Hay diferentes espesores de líquidos que se pueden sugerir si la seguridad al


tragar es un problema. Por lo general, esto lo determina un terapeuta del habla
o un terapeuta ocupacional. Entre ellas se incluyen las siguientes:

Fino, que incluye todos los líquidos.

Néctar-espeso, que es la consistencia del jugo de albaricoque o tomate. Se


puede agregar un agente espesante a un líquido delgado para espesarlo hasta
obtener una consistencia espesa como un néctar.

Los líquidos espesos como la miel se pueden verter, pero son muy lentos. Se
puede agregar un agente espesante a un líquido delgado para espesarlo hasta
obtener una consistencia espesa como la miel.
Conclusión

 Para obtener una buena salud es muy importante ingerir alimentos


nutritivos para nuestro organismo, puesto que estos nos dan energía y
vitalidad para desarrollar las actividades que se presentan diariamente.
 Los carbohidratos a más de proporcionar energía forman un papel muy
importante en el desarrollo de las neuronas, permitiéndonos desarrollar
nuestro cerebro.
 Puedo concluir que la diabetes es una enfermedad de la sangre la cual
se obtiene por exceso de glucosa o azúcares, esta enfermedad es incurable
y debe ser detectada a tiempo para poderla cuidar periódicamente.
 El exceso de tejido graso produce obesidad y peligro en arterias y
venas, pues se obstruye la circulación normal de la sangre, a la vez este
tejido produce colesterol que de igual manera es muy perjudicial en el flujo
normal de ésta.
 Las vitaminas son sustancias reguladoras de complejos procesos
metabólicos de nuestro organismo, las cuales no proporcionan energía pero
son importantes para el crecimiento de nuestro cuerpo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. P. Manzano, A. Simal, F. Botella: Nutrición en la Diabetes Mellitus.

En A. Jara Albarrán: Endocrinología. (Primera Edición) Madrid, Editorial

Médica Panamericana S.A., 2001. Páginas 537–546.

2 Krause dietoterapia

3 Bossola, M. Nutritional Intervention in Head and Neck Cancer Patients


Undergoing Chemoradiotherapy: A Narrative Review. Nutrients. 2015. 7(1):
265-276.

4 National Institute of Health. Nutrition in Cancer Care (PDQ®). 2018. Found at:
http://www.cancer.gov/about-cancer/treatment/side-effects/appetite-
loss/nutrition-pdq#section/_125

5 https://gacetamedica.com/investigacion/apoyo-nutricional-en-pacientes-con-
cancer-de-cabeza-y-cuello-be1754605/

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