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JUVENTUD EN LA CULTURA
ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
AUTOR: César Augusto Sierra V
INICIO
2 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
DESARROLLO
DE
CADA
UNA
DE
LAS
UNIDADES
TEMÁTICAS
El
término
juventud(es)
ha
despertado
la
curiosidad
del
mundo
de
las
ciencias
sociales,
en
especial
de
la
sociología,
que
se
ha
encargado
de
estudiar
todas
las
formas
y
maneras
de
ser
humano
en
la
sociedad.
El
acercamiento
que
se
hace
a
continuación
desarrolla
elementos
que
permitan
la
construcción
de
categorías
analíticas
para
el
abordaje
de
la
enseñanza
y
los
jóvenes
en
el
marco
de
la
escuela
como
escenario
social.
La
historia
en
la
anterior
cartilla
sirvió
para
ilustrar
sobre
las
maneras
en
que
ellos
han
desempeñado
un
rol
importante
en
la
historia
y
por
qué.
La
intención
es
poner
en
escena
todos
los
elementos
que
los
constituyen
como
actor
cultural
en
la
sociedad,
retomar
al
joven
en
formación
como
elemento
fundamental
en
la
enseñanza,
entender
cuáles
son
sus
dinámicas
internas,
cómo
interactúan
al
interior
de
la
cultura
y
conforman
sus
reinterpretaciones
del
orden
social
impuesto,
estas
últimas
gracias
al
acceso
a
la
información
que
tengan
disponible
y
al
desarrollo
de
las
múltiples
identidades
que
se
puedan
brindar.
Esto
dentro
del
debate
que
configura
el
término
de
cultura
juvenil,
mientras
que
la
cultura
escolar
hace
referencia
a
los
valores
e
interacciones
hechas
al
interior
de
las
instituciones
educativas,
elemento
fundamental
en
la
formación
pero
que
contrasta
y
a
veces
va
en
contra
vía
de
los
lenguajes
juveniles,
en
la
actualidad.
Una
formación
íntegra
es
aquella
que
piensa
en
todos
los
elementos
que
influyen
en
la
labor
de
educar.
Tener
alguna
noción
acerca
de
los
elementos
que
estructuran
el
proceso
educativo
ayuda
a
una
mejor
formación
tanto
de
estudiantes
como
de
educadores,
para
juntar
ambos
elementos
y
crear
una
sociedad
más
incluyente.
La
palabra,
dentro
de
su
definición,
es
polisémica,
tiene
varios
significados;
estos
dependen
del
lugar
en
el
que
el
conocimiento
se
ubique.
Desde
la
biología
el
diálogo
se
extiende
al
desarrollo
del
cuerpo
y
sus
capacidades
en
las
dos
primeras
décadas
de
la
vida.
Otro
significado
es
el
que
se
le
otorga
desde
las
relaciones
sociales;
en
ellas
es
muy
importante
la
identidad
de
cada
individuo,
elemento
que
se
va
configurando
a
partir
de
las
interacciones
que
se
construyen
en
la
sociedad
y
de
cómo
estos
se
articulan
a
las
instituciones
establecidas:
El
período
parecería
caracterizable
como
un
momento
en
el
que
se
carece
de
identidad.
Piensa
que
el
principal
problema
de
la(s)
juventud(es)
actual(es)
es
la
identidad,
lo
cual
es
aceptado
conformadamente
por
los
jóvenes.
Y
cuando
se
afirma
la
existencia
de
una
identidad
propia,
se
piensa
como
precaria,
como
también
son
precarios
los
procesos
generadores
de
identidad,
los
cuales
conducen
al
fundamentalismo
y
la
dispersión
como
opciones
dominantes
en
lo
que
concierne
a
la
identidad
(Lozano
i
Soler,
1994,
p.
44).
Por
otro
lado,
muchas
explicaciones
se
apoyan
en
este
discurso
para
explicar
diversos
fenómenos
juveniles,
especialmente
la
adscripción
a
subculturas
o
estilos.
(Revilla
Castro,
2001,
p.
66)
La
construcción
de
esta
dependerá
de
las
variables
en
la
sociedad:
su
pertenencia
a
una
clase
social,
el
género,
el
lugar
en
el
que
vive,
los
recursos
a
los
que
puede
acceder,
las
formas
en
las
que
se
inserta
en
la
familia,
el
contexto
social
y
político
en
el
que
la
generación
a
la
que
pertenece
se
constituye.
Es
el
periodo
de
transición
a
la
vida
adulta,
desde
lo
biológico
hasta
lo
social
en
búsqueda
de
la
identidad
y
su
inserción
en
la
vida
productiva.
Encontrar
una
identidad
es
uno
de
los
referentes
que
definen
a
la(s)
juventud(es),
por
ello
el
desarrollo
de
sus
acciones
en
la
cultura.
La
juventud
(es)
es
el
periodo
en
el
que
el
individuo
define
sus
decisiones
para
llegar
a
ser
adulto,
en
dicho
proceso
intervienen
todos
los
agentes
de
socialización
(familia
e
instituciones
educativas),
se
presiona
al
joven
en
la
determinación
de
sus
procedimientos,
por
ello
su
vinculación
a
la
educación
primaria,
secundaria
y
superior
como
una
de
las
características
del
término.
Un
elemento
característico
de
la(s)
juventud(es)
es
su
periodo
de
moratoria
social,
entendida
como
el
periodo
en
el
que
le
individuo
completa
su
formación
y
su
socialización
dentro
de
la
madurez
física
y
social.
Es
el
momento
de
experimentación,
de
la
libertad
que
se
extiende
en
los
periodos
de
aprendizaje
incluyendo
el
de
la
vida
universitaria;
es
la
época
de
la
postergación
de
la
incorporación
a
la
vida
laboral
y
reproductiva.
4 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
La
moratoria
social
es
también
ese
contexto
en
el
que
la
sociedad
le
otorga
a
la(s)
juventud(es)
una
menor
exigencia
respecto
a
las
responsabilidades
al
estar
en
el
momento
de
formación.
Las
obligaciones
comienzan
y
el
periodo
culmina
en
el
momento
de
su
ingreso
a
la
vida
laboral;
culmina
al
momento
de
crear
su
propia
familia
e
independizarse
de
la
que
pertenece.
Dicho
periodo,
aprobado
por
la
sociedad,
caduca
y
cambia
cuando
el
individuo
no
puede
ubicarse
en
sector
productivo,
lo
cual
genera
el
rechazo
social
por
el
individuo
que
no
logra
dicha
vinculación
sin
importar
el
motivo
que
lo
llevó
a
la
nombrada
situación.
El
término
se
aplicó
con
cierta
desigualdad,
pues
contiene
solo
a
las
personas
que
pertenecen
a
las
clases
sociales
media
y
alta,
no
comprende
entonces
a
los
trabajadores
de
temprana
edad
y
a
las
jóvenes
que
comienzan
su
labor
reproductiva.
Estos
se
vinculan
a
la
vida
laboral
y
a
la
maternidad,
elementos
que
constituyen
la
entrada
a
la
vida
social
como
adultos,
como
lo
explica
Margulis
(2001,
p.
41):
Los
altos
índices
de
desempleo
que
se
observan
actualmente
en
los
países
de
América
Latina
plantean,
dentro
de
nuestra
problemática,
un
aspecto
que
conviene
destacar.
En
las
clases
populares
hay
ahora
gran
cantidad
de
jóvenes
que
no
encuentran
empleo
y
tampoco
estudian.
Importa
señalar
la
naturaleza
del
tiempo
"libre"
que
de
esta
situación
emerge.
Todas
estas
situaciones
llevan
a
que
el
tema
de
la(s)
juventud(es)
sea
abordado
como
diverso,
de
ahí
que
las
implicaciones
sociales,
económicas
y
culturales
sean
las
que
llevan
a
considerar
el
término
desde
la
pluralidad.
La(s)
juventud(es)
dependen
entonces
del
contexto
y
de
las
realidades
que
afronta
en
su
vida
cotidiana
,de
ahí
que
lo
mejor
sea
denominarlas
desde
lo
plural.
Cada
época
trae
sus
referentes,
gustos,
tendencias,
tecnologías,
entre
otros
elementos
culturales
que
no
escapan
al
contexto
de
los
jóvenes.
Cada
uno
pertenece
a
una
clase
social
y
adopta
varios
aspectos
como
el
uso
de
la
moda,
además
de
la
invención
o
uso
de
códigos
culturales
(distintos
a
los
establecidos
por
la
sociedad),
los
cuales
les
llevan
a
agruparse
mediante
las
afinidades
entre
sí,
encontrando
coincidencias
en
los
consumos.
Otro
elemento
distintivo
es
concurrir
y
coincidir
dentro
de
una
serie
de
hechos
y
condiciones
históricas,
culturales
y
sociales
que
definen
a
la(s)
juventud(es).
La
generación
es
entonces
el
contexto
en
el
cual
se
desarrolla(n)
la(s)
juventud(es).
En
dicho
escenario
confluyen
todas
las
circunstancias
sociales
y
tecnológicas
que
diferencian
una
época
de
la
otra,
donde
el
proceso
de
difusión1
define
los
rasgos
culturales
que
serán
referencia
desde
su
ubicación
como
clase
social;
además
se
caracteriza
por
el
uso
de
lenguajes
propios
del
contexto
de
cada
individuo.
Se
caracteriza
por
ser
una
palabra
en
constante
evolución
desde
los
primeros
pensadores
de
la
sociología
hasta
quienes
desde
lo
contemporáneo
han
discutido
el
tema.
Para
lograr
visualizar
mejor
el
tema
se
presenta
la
siguiente
tabla:
1 Ver cartilla 1
Siglo
XIX
La
generación
ocupa
un
espacio
de
Se
aborda
desde
el
tiempo
cuantitativo
(aproximadamente
empirismo
(todo
debe
ser
30
años).
comprobado
científicamente),
se
clasifica
Su
progreso
se
mide
entre
los
cambios
como
la
continuidad
entre
y
equilibrios
entre
las
generaciones
generaciones
y
su
medición
presentes
y
anteriores.
se
da
en
tiempo
biológico.
Siglo
XX
(primera
Es
una
construcción
desde
lo
Lo
cualitativo
es
la
mitad)
cualitativo,
donde
se
comparte
una
herramienta
que
permite
ver
temporalidad
en
concreto
que
se
más
allá
de
la
continuidad,
le
alimenta
del
influjo
de
los
contextos.
da
una
relevancia
a
la
historia
como
punto
de
encuentro,
además
integra
el
elemento
de
la
experiencia
compartida
en
sociedad
como
elemento
que
define
cada
generación.
Siglo
XX
(segunda
Época
en
la
que
se
da
un
Continúa
con
los
mitad)
distanciamiento
de
los
planteamientos
planteamientos
de
principios
empíricos,
generación
es
el
momento
del
siglo,
la
diferencia
es
la
en
el
que
coincide
el
tiempo
histórico,
integración
de
la
identidad
el
tiempo
biológico
y
el
encuentro
con
como
elemento
dentro
de
la
las
discontinuidades
y
cambios
tanto
generación.
en
las
clases
sociales
como
en
las
rupturas
históricas,
donde
se
crean
nuevas
identidades
que
trascienden
el
tiempo
biológico.
6 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
El
concepto
de
generación
sirve
para
entender
que
la
juventud
queda
anclada
a
elementos
de
su
pasado,
que
vive
su
presente
con
los
grupos
de
pares
con
quienes
comparte
elementos
de
la
época,
situaciones
que
le
dan
más
precisión
a
la
búsqueda
de
sus
identidades
según
el
tiempo
histórico
que
vive
y
la
clase
social
a
la
que
pertenece.
Moratoria
social
y
generación
son
dos
elementos
claves
a
la
hora
de
interactuar
con
los
jóvenes.
La
primera
es
el
elemento
social
que
permite
entender
el
estado
de
libertad
que
experimenta
el
individuo
a
la
hora
de
encarar
sus
estudios,
el
segundo
hace
referencia
a
las
situaciones
de
orden
político,
económico
y
social
que
envuelven
a
las
personas,
hechos
que
los
caracterizan
y
que
deben
ser
tenidos
en
cuenta
a
la
hora
de
abordar
a
los
estudiantes
para
crear
un
proceso
educativo
más
coherente
e
incluyente
no
solo
de
las
realidades
que
aborda
y
del
momento
de
la
vida
al
que
llegan
cada
uno
de
ellos.
En
las
páginas
anteriores
se
ha
visto
el
término
de
lo
juvenil
en
la
sociedad,
ahora
la
invitación
es
para
analizar
a
la
juventud
pero
como
símbolo
cultural.
En
la
cartilla
anterior
se
hizo
un
ligero
contexto
sobre
la
evolución
en
la
historia
del
hecho
de
ser
joven,
donde
después
de
muchas
situaciones
ser
joven
se
convertía
en
el
ideal
de
todo
miembro
de
la
sociedad;
serlo
trae
consigo
la
libertad
de
poder
hacer
muchas
cosas,
además
de
ser
un
individuo
en
uso
de
todas
las
capacidades
físicas
gracias
al
desarrollo
biológico
de
sus
órganos.
Además,
el
influjo
de
la
publicidad,
la
prensa,
la
televisión,
la
literatura,
el
cine
y
el
espectáculo
convertían
a
la
juventud
en
el
ideal
de
ser
para
cada
persona,
enfocado
en
un
solo
tipo:
el
del
joven
blanco.
El
cuerpo
se
convierte
en
el
fetiche
para
que
todos
quieran
ser
siempre
jóvenes,
serlo
denota
estar
también
en
goce
de
una
buena
salud,
de
ahí
que
los
medios
de
producción
se
enfoquen
en
el
mercado
juvenil
y
en
el
de
quienes
siempre
quieren
serlo:
Lo
juvenil
se
puede
adquirir,
da
lugar
a
actividades
de
reciclaje
del
cuerpo
y
de
imitación
cultural,
se
ofrece
como
servicio
en
el
mercado.
(Margulis,
2001,
p.
36).
Hecho
que
contrasta
con
la
realidad
de
muchos
lugares,
el
primero
es
ver
cómo
en
los
países
latinoamericanos
el
ideal
de
ser
joven
y
blanco
se
desborda,
gracias
a
la
composición
física
de
estos
territorios
(morenos,
mediana
estatura
y
corpulentos
),
forzándolos
a
ellos
y
a
quienes
siempre
quieren
serlo
a
someter
su
identidad
a
la
negación
e
ir
siempre
en
la
búsqueda
de
dicho
ideal
impuesto
por
el
mercado.
Para
tal
logro
someten
sus
cuerpos
a
dietas,
cirugías,
modificaciones
corporales
(piercings
y
tatuajes,
por
mencionar
algunos);
los
consumos
se
van
convirtiendo
en
aquello
que
comienza
a
diferenciar
a
los
jóvenes
entre
sí;
la
clase
social
y
los
territorios
habitados
se
convierten
en
formas
que
los
definen.
Vale
mencionar
el
papel
dependiente
y
subordinado
de
los
jóvenes,
limitantes
que
se
dan
por
medio
de
un
adulto
con
quien
interactúa
el
joven,
ya
sea
de
forma
económica
o
emocional;
su
independencia
como
ser
se
verá
restringida
hasta
al
ingreso
a
la
vida
productiva.
Todo
esto
está
muy
relacionado
con
las
capacidades
económicas
de
su
entorno
y
condicionado
por
las
vivencias
de
cada
uno,
la
diversidad
genética,
las
materialidades
y
los
trabajos
a
temprana
edad.
Es
la
mitificación
de
lo
juvenil:
en
la
sociedad,
serlo
proyecta
una
imagen
de
éxito;
además
se
populariza
la
idea
de
nunca
dejar
de
serlo,
nunca
quedarse
atrás,
lo
que
lleva
a
que
a
dicho
modelo
se
le
acuñe
sus
valores
materialistas
y
excluyentes.
Se
convierte
entonces
en
un
valor
cultural
y
de
consumo
que
la
sociedad
crea.
De
debe
analizar
la
trascendencia
de
lo
juvenil
y
el
amplio
valor
que
se
le
da
a
la
juventud,
lo
cual
implica
una
serie
de
deberes
y
derechos
ante
la
sociedad.
Parte
de
las
políticas
y
planes
gubernamentales
enfocan
sus
acciones
a
la
protección
de
esta
y
al
encuentro
de
sus
identidades;
pero
también
son
agentes
en
deber
de
propiciar
el
cambio
social
gracias
a
los
efectos
de
la
moratoria
social
y
de
formación,
de
los
cuales
se
espera
que
la(s)
juventud(es)
aporte(n).
En
dicha
población
se
encarna
lo
contestatario
en
la
sociedad,
en
rechazo
del
mundo
adulto
y
sus
instituciones.
Por
ello
surge
la
configuración
de
nuevos
lenguajes,
iconos
y
valores,
que
se
establecen
como
microsociedades,
lideradas
por
ellos
mismos
y
en
un
plano
de
jerarquías
más
compartidas
que
incluyen
el
compartir
acontecimientos,
estilos
y
comportamientos,
hechos
que
los
convierten
en
tribus
urbanas,
que
se
según
Revilla
Castro
(2001)
se
caracterizan
de
la
siguiente
forma:
En
principio,
cada
estilo
juvenil
y
cada
subcultura
particular
ha
de
ser
fruto
de
un
medio
social
determinado,
posible
por
la
existencia
de
una
situación
similar
en
un
espectro
juvenil
concreto.
Sin
embargo,
hay
que
tener
en
cuenta
la
difusión
de
materiales
culturales
e
identitarios
entre
unos
y
otros
grupos
de
jóvenes,
influencias
múltiples
que
tienen
como
marco
posibilitador
aquellos
espacios
que
comparten
jóvenes
de
distinta
procedencia,
así
como
los
medios
de
comunicación
que
difunden
selectivamente
algunos
estilos
juveniles,
normalmente
los
más
problemáticos,
sea
cual
sea
la
razón.
Por
ello
es
realmente
complicado
establecer
una
procedencia
social
clara
de
cada
uno
de
los
estilos
juveniles,
sin
menoscabo
de
que
futuras
investigaciones
puedan
dar
una
respuesta
satisfactoria.
La
subcultura
juvenil
no
se
encuentra
en
oposición
a
la
cultura
de
la
sociedad
en
su
conjunto.
Podríamos
decir
que
acentúa
algunos
aspectos
y
minimiza
otros.
(p.
110)
Habría
que
destacar
la
heterogeneidad
de
la
palabra
juventud,
ella
se
inscribe
dentro
de
muchos
factores.
En
el
primero
estaría
el
elemento
biológico,
en
el
que
se
inscribe
el
desarrollo
físico
y
orgánico
de
la
persona,
en
él
experimenta
los
cambios
que
lo
llevan
de
la
niñez
a
la
adolescencia
y
la
juventud;
el
ser
goza
de
buena
salud
y
dispone
de
las
energías
necesarias
para
manifestarse.
8 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Otro
elemento
que
comienza
a
definir
al
joven
es
el
de
participación
como
ser
en
sociedad,
que
se
caracteriza
por
pertenecer
a
una
clase
(social)
a
la
que
su
núcleo
familiar
pertenece,
en
la
cual
ha
comenzado
tejer
relaciones
basadas
en
los
intereses
compartidos
que
lo
llevan
a
crear
una
subcultura,
donde
los
principios
son
más
trasversales
que
los
de
sus
relaciones
familiares.
El
joven
se
encuentra
inscrito
en
determinado
periodo
de
tiempo
en
el
cual
contribuye
como
agente
de
cambio
a
introducir
variables
culturales
entre
las
generaciones.
Dentro
de
los
elementos
que
configuran
un
concepto
y
unas
características
del
grupo
en
mención,
no
necesariamente
todos
pertenecen
a
la
realidad.
Valdría
la
pena
señalar
las
vivencias
de
las
madres
adolescentes
y
de
los
jóvenes
(hombres
y
mujeres)
que
deben
generar
ingresos
monetarios
para
el
sostenimiento
familiar.
Para
estos
casos
se
utiliza
el
nombre
juventud
interrumpida,
al
interior
de
sus
entornos
y
según
los
códigos
sociales
y
culturales
que
se
establezcan,
espacios
en
lo
que
los
individuos
continúan
siendo
jóvenes.
Ser
joven
o
aparentar
serlo
se
ha
convertido
en
un
bien
que
es
apreciado
y
explotado
por
la
sociedad
de
consumo.
Lo
juvenil
como
ícono
y
moda
(entendida
como
los
elementos
que
son
actuales
y
que
incluyen
lo
que
la
cultura
o
los
mercados
dictan
como
actual)
se
convierte
en
figura
de
gozar
de
buena
salud,
referentes
que
la
convierten
en
signo,
pero
que
también
manifiesta
su
hedonismo,
al
poner
de
manifiesto
su
materialismo
y
su
falta
de
compromiso
ante
la
sociedad.
Aquí
valdría
señalar
que,
de
la
explotación
del
término
para
generar
ingresos
y
ganancias
en
el
sector
productivo,
la
trascendencia
se
da
más
allá,
gracias
a
que
este
es
solo
un
aspecto
característico
de
lo
juvenil.
La(s)
juventud(es)
queda(n)
sujetas
al
contexto
al
que
pertenece(n),
su
imagen
es
explotada
como
elemento
comercial
para
quienes
viven
dicho
periodo,
pero
sobre
todo
para
quienes
no.
Los
jóvenes
a
partir
de
su
vinculación
al
proceso
educativo
crean
elementos
para
el
desarrollo
de
la
crítica
al
entorno
que
habitan,
pero
también
se
vinculan
a
grupos
con
los
que
comparten
cosas
en
común.
lLa
importancia
de
dicha
etapa
siempre
va
a
ir
ligada
a
su
formación
y
a
todos
los
elementos
que
participan
en
ella
(instituciones
educativas
y
docentes).
Las
páginas
que
siguen
tienen
como
intensión
observar
los
elementos
de
la
cultura
juvenil
y
escolar,
como
medio
para
entender
aquello
que
configura
la
identidad
del
estudiante.
El
concepto
ayuda
a
entender
la
cultura
escolar.
Una
de
las
características
es
la
masificación
de
la
escolarización;
abrir
esta
a
todas
las
personas
ha
colapsado
el
sistema
de
los
valores
que
se
encierran
en
la
institución
educativa,
y
un
efecto
de
ello
es
la
crisis
de
identidad
tanto
en
la
institución
como
en
la
cultura
de
los
jóvenes,
lo
que
afecta
la
experiencia
de
los
estudiantes.
Esta
se
ha
ido
transformando
gracias
al
influjo
de
los
medios
de
comunicación,
la
internet,
las
redes
sociales;
elementos
que
entran
a
jugar
dentro
de
la
cultura
escolar
y
que
de
una
u
otra
forma
cambian
las
formas
de
interacción
al
interior
de
las
escuelas
y
colegios.
Hace
un
par
de
párrafos
se
hizo
la
primera
aproximación
al
concepto.
El
diálogo
comenzaba
en
el
punto
donde
los
jóvenes
se
encuentran
en
sus
grupos
de
pares
con
los
cuales,
a
partir
de
las
afinidades
en
consumos,
calificaciones,
clase
social,
modas
y
gustos,
comienzan
a
desarrollar
interacciones
que
los
llevan
a
construir
sus
propios
lenguajes
y
símbolos,
relaciones
que
generan
jerarquías
más
trasversales
(a
las
de
los
agentes
de
socialización).
Surgen
al
margen
de
la
cultura
en
general,
crean
reinterpretaciones
de
esta,
lo
que
configura,
representa,
los
modos
en
los
que
dicha
población
convive
dentro
de
la
sociedad,
contexto
que
manifiesta
las
interpretaciones
que
dicha
cultura
hace
del
entorno
y
de
los
elementos
que
la
componen.
Entran
en
dicho
juego
la
visión
que
desarrollen
de
las
figuras
de
autoridad,
como
la
escuela,
los
cultos
religiosos
y
las
instituciones
públicas
y
privadas,
en
lo
que
se
podría
nombrar
como
contracultura.
Francisco
Ramírez
Varela
(2008)
lo
menciona
de
la
siguiente
manera:
10 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
De
esta
manera
Carles
Feixa
explica
que
“la
reacción
juvenil
es
entendida
como
contracultura,
bien
podría
decirse
que
se
trata
de
un
rechazo
a
las
instituciones
de
la
modernidad…
pero
no
se
sitúa
en
una
acción
‘contra
la
cultura’,
sino
contra
aquellos
saberes-‐instituciones
que
enmascaran
el
poder».
Por
otro
lado,
agrega
Feixas,
si
aceptamos
designar
a
las
prácticas
sociales
de
los
jóvenes
como
subculturas,
“implícitamente
aceptamos
también
una
concepción
‘desarrollista’
o
de
‘minoría
de
edad’”.
Como
bien
señala
Feixas,
habrá
que
designarles
simplemente
“culturas
juveniles”.
(p.
82)
Un
elemento
más
que
se
destaca
en
dicha
cultura
es
la
accesibilidad
a
las
fuentes
de
información
de
todo
tipo.
La
internet
se
ha
convertido
en
herramienta
de
la
cual
se
han
servido
para
profundizar
en
temas
que
les
llama
la
atención
y
generar
comunidades
enteras
que
desde
la
virtualidad
exponen
sus
puntos
de
vista,
elementos
que
les
permiten
asumir
nuevos
valores
en
respuesta
a
las
condiciones
en
las
que
cada
joven
se
encuentra.
Ramírez
Varela
(2008)
afirma
lo
siguiente:
Dentro
del
papel
que
representan
los
contextos
a
la
hora
influir
en
la
juventud,
la
música
es
un
buen
ejemplo
que
ilustra
una
parte
de
los
elementos
al
interior
de
la
cultura
juvenil.
El
estatus
que
se
le
da
al
hecho
de
ser
joven
es
el
de
volverlos
(también
a
los
niños)
sujetos
de
derecho
(a
partir
de
1985,
año
de
la
juventud
en
la
ONU),
los
cuales
con
sus
deberes
y
derechos
fundamentan
su
derecho
a
la
expresión
y
a
la
constitución
de
sus
identidades.
Desde
el
rock
comenzó
el
desarrollo
de
la
juventud
como
se
conoce
ahora,
de
dicha
música
comenzaron
a
desplegarse
una
muy
buena
parte
de
todos
los
movimientos
que
pertenecen
a
dicha
cultura.
El
punk,
el
metal,
el
new
wave,
el
rap,
el
hardcore
y
el
pop
(por
mencionar
algunos)
son
géneros
que
han
encontrado
seguidores
no
solo
de
sus
composiciones,
también
de
sus
estéticas;
se
reinterpretan
las
formas
de
vestir,
hablar,
pensar
y
de
habitar
el
territorio;
todo
esto
bajo
el
prisma
de
lo
juvenil.
No
todas
las
formas
se
concentran
en
la
afinidad
musical,
también
se
congregan
alrededor
del
fenómeno
del
barrismo,
donde
el
elemento
vinculante
es
la
afición
desmedida
por
cierto
equipo
de
fútbol
(afición
que
llevada
al
extremo
ha
causado
daños
y
homicidios).
También
quedan
aquellos
que
se
vinculan
por
medio
de
la
práctica
deportiva
y
quienes
se
definen
dentro
de
la
cultura
geek,
asociada
al
uso
de
aparatos
de
última
tecnología
y
al
uso
de
referentes
del
mundo
de
los
comics
y
el
cine
de
entretenimiento.
Muchos
de
estos
movimientos
tienen
una
duración
en
el
tiempo,
que
dependerá
de
las
rentabilidades
que
genere
en
el
mercado
o
por
la
imposición
de
una
nueva
tendencia
o
gusto.
Varias
son
las
consecuencias
en
la
sociedad
de
la
popularización
de
dichas
manifestaciones,
una
de
ellas
es
el
resquebrajamiento
del
segundo
agente
socializador
(las
instituciones
educativas).
Con
la
popularidad
de
dichas
tendencias,
los
valores
y
la
importancia
que
infligía
la
escuela
tiempo
atrás,
al
ser
el
centro
de
la
socialización
de
las
reglas
en
sociedad,
la
atención
y
las
reglas
ahora
se
comparten
con
los
lenguajes
y
convivencias
al
interior
de
las
tendencias
en
la
cultura
juvenil.
Este
hecho
ha
llevado
al
debate
sobre
la
forma
en
que
la
institución
formativa
se
acerca
a
los
estudiantes,
por
ello
ahora
el
ejercicio
de
estas
es
intentar
abrir
más
espacios
de
escucha,
participación
y
vinculación
de
los
alumnos
a
las
actividades
y
reglas
de
los
colegios.
Otro
de
los
efectos
de
la
generalización
de
dicha
cultura
es
el
rechazo
a
las
siguientes
formas
de
orden
social:
las
iglesias
(independiente
de
su
culto),
las
autoridades
políticas
y
militares,
además
de
la
familia.
Todas
estas
nuevas
formas
de
encuentro
se
plantean
desde
la
crítica
por
construir
los
procesos
a
partir
de
los
adultos
y
sin
tener
consentimiento
del
pensamiento
juvenil,
en
ellas
las
relaciones
son
demasiado
jerarquizadas
y
sin
posibilidad
de
cuestionamiento
a
los
procedimientos,
lo
cual
causa
la
pérdida
de
interés
y
el
desacato
por
parte
de
la
comunidad
juvenil;
de
ahí
la
importancia
de
vincular
a
la
juventud
a
los
procesos
educativos
desde
su
origen
hasta
su
conclusión.
12 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
La
cultura
escolar
y
su
contexto:
• Los
valores
y
códigos
de
la
cultura
escolar
se
encuentran
en
crisis
debido
a
la
incapacidad
de
muchas
instituciones
de
saber
apreciar
y
observar
al
joven
como
un
sujeto
de
derecho.
Queda
en
responsabilidad
de
todos
los
actores
en
el
proceso
formativo
generar
acercamientos
que
a
partir
del
conocimiento
de
las
realidades
reconfiguren
el
papel
de
la
institución
como
agente
socializador.
Agentes: Son los encargados de preparar al niño y al joven para su incorporación a la cultura.
Contexto:
Procesos
culturales,
sociales,
económicos
e
históricos
que
marcan
el
desarrollo
de
un
territorio
y
de
una
época.
Clase
social:
Clasificación
socioeconómica
que
los
medios
de
producción
hacen
según
los
bienes
y
capital
acumulado
por
parte
de
los
integrantes
de
determinados
territorios.
Crisis:
Situación
en
la
que
se
contrasta
la
definición
con
la
realidad,
por
lo
general
lleva
a
replantear
conceptos
y
fundamentos
éticos
y
filosóficos.
Cultura: Son las interacciones y prácticas de los individuos en el entorno que habitan,
Juventud(es):
Los
diferentes
significados
de
la
palabra
vienen
unidos
a
las
diversas
identidades
que
desarrollan
los
jóvenes
durante
su
etapa
de
formación.
Pares:
Compañeros,
amigos,
colegas
con
quienes
los
jóvenes
interactúan
y
comparten
experiencias.
14 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
BIBLIOGRAFÍA